DISCLAIMER: Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer pero todo lo demás es mío.
Grupo de Facebook con imágenes del capítulo: Feeling the Reading: Bella Bradshaw.
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Quiero preguntarle a Edward quién es esa mujer con la que se escribe pero comienzan a llamar a la puerta y la habitación se llena de gente.
Garrett y el peluquero acaparan a Edward mientras yo me seco el pelo en el baño.
No quiero pensar mal.
Es imposible que Edward esté engañándome.
No le veo capaz de hacerlo.
Pero también le sería muy fácil hacerlo y que yo no me enterase.
Todo el tiempo que él ha pasado en Los Ángeles y yo en Barcelona.
Cuando ha tenido que pasar varios días fuera por trabajo estas últimas semanas.
O mismamente todos los días en Barcelona cuando yo me iba a trabajar. Eso le deja ocho horas o más en las que puede hablar por teléfono, mandar whatsapps o lo que quiera a quien quiera sin que yo me entere.
Tampoco es como si necesitase días. Puede haberse tirado a alguien en el backstage después de una actuación.
Una fan.
Una proposición.
15 minutos.
No se necesita mucho más para echar un polvo rápido en un camerino.
Ni si quiera Garrett tendría porque haberse enterado.
Salgo del baño para vestirme en la habitación.
Me pongo un vestido blanco simple de algodón y unas sandalias.
Aun no vamos al festival así que luego me pondré las prendas que he traído para el Ultra.
En la sala de estar de nuestra suite, Garrett está hablando por teléfono mientras Edward está sentado en una silla con una capa cubriéndole del cuello para abajo mientras un chico de tez negra le corta el pelo con maquinilla.
-Hola- saludo a todos forzando una sonrisa.
-Bella nena, este es Jeff, mi peluquero.
-Traído desde Los Ángeles exclusivamente para cortarle el pelo a Edward- comenta sin alzar la mirada de la nuca de su cliente- no que me queje claro- ríe.
-También para ella- le dice Edward mirándome con la cabeza inclinada hacia abajo.
-No voy a cortarme el pelo- les aclaro rápidamente.
Los dos se ríen.
-Esas puntas piden a gritos unas tijeras pero si no quieres no pasa nada. ¿Por qué no buscas algún peinado que te guste en Pinterest y vemos qué podemos hacer?- propone.
-Pensaba llevar el pelo en una coleta-
-Es buena idea, ¿qué te parece si a esa coleta le añadimos unos piercings y algo de color flúor? Es el Ultra de Miami- me propone el peluquero.
-Me gusta la idea- digo sonriendo sinceramente.
Miro a Edward y a Garrett que sigue hablando por teléfono en una esquina.
Me quedo mirando fijamente a Edward y pensando en la mujer de su teléfono.
No, es imposible- me digo a mí misma negando- Edward no me engañaría.
¿Y Garrett? No, él tampoco me ocultaría algo así.
A medio día Jeff está peinándome frente al espejo del baño mientras Edward termina de preparar algo del set porque escucho música fuera.
Sentada en la silla veo como va haciéndome particiones en el pelo.
Me relaja sentir como me peinan.
Al final termino con dos coletas de burbujas en la que Jeff ha introducido mechones falsos, extensiones, de color rosa flúor y las pequeñas gomas que separan las burbujas llevan purpurina.
Me gusta mucho el resultado aunque de primeras no es un peinado que yo hubiera elegido.
Jeff termina el look pintándome el eyeliner del mismo color rosa flúor que las extensiones.
Edward y Garrett siguen liados delante de las pantallas así que bajo al restaurante a comer antes de irnos.
Tengo el estómago revuelto por los nervios y la anticipación del set de Edward pero también por el asunto del móvil.
Mi yo racional me dice que Edward jamás me engañaría.
Me quiere, nos queremos.
Nos ha costado mucho llegar hasta aquí y ahora ¿lo estropearía todo por un polvo?
No, ni hablar.
Pero mi yo irracional también me dice que casi todos los infieles en algún momento estuvieron enamorados de su pareja y la engañaron. Y al 100% yo no puedo asegurar que Edward no haya estado con otra mujer.
Quiero confiar pero ¡Dios! ¿Quién coño es esa que le manda corazones y fueguitos?
Además el hecho de que se los envíe por whatsapp lo hace aun peor porque significa que esa chica tiene su número y él tiene el de ella, se conocen, no es como en Instagram que cualquiera puede enviarte mensajes.
Cuando termino de comer me encuentro a Garrett saliendo del ascensor.
Me indica que Edward sigue arriba con la estilista.
Subo a la habitación y me encuentro a dos mujeres en la sala de estar hablando entre ellas, sentadas muy cómodas en el sofá.
-¿Hola?- digo a modo de saludo extrañada.
-Oh, hola- dicen ambas dejando de hablar y girándose a mirarme.
-¿Quiénes sois vosotras?
-¿Quién eres tú?- pregunta una pelirroja que literalmente va vestida con un conjunto lencero con corsé más apropiado para el desfile de Victoria's Secret que para un festival.
-Bella, la novia de Edward- digo seria.
-Ah- dice la otra subiendo las cejas- somos amigas de Mylena, la estilista de Edward- señala con un dedo la puerta de la habitación que está cerrada.
Frunzo el ceño porque no entiendo que dos amigas de la estilista, vestidas semidesnudas, estén en mi suite de hotel.
Camino hasta la puerta pero las escucho susurrar.
-Les va a pillar- le susurra una a la otra.
-No es nuestro problema- responde la otra riendo.
Mosqueada abro la puerta y me encuentro con la cama llena de ropa.
Mi novio en calzoncillos y una mujer de tez negra y pelo afro color caramelo ofreciéndole una camiseta.
-Ésta- le dice ella.
-Hola- interrumpo yo.
-Hola nena- me saluda Edward sonriendo- ésta es Mylena, mi estilista. Mylena ella es Bella- nos presenta.
Me acuerdo de ella.
En Ibiza hace años.
Fuimos a las Dalias y me hizo renovar mi armario para darle un estilo ibicenco.
Comimos juntas.
Salimos a Ushuaïa juntas.
Colaboré con ella cuando diseñé el antiguo logo de dj Üll para las camisetas.
-Hola- repito sonriendo falsamente pero sin ofrecerle la mano ni nada por el estilo.
-Hola- responde ella girándose brevemente a mirarme sin rasgos de reconocimiento en su cara.
Claro que para reconocer a alguien tienes que mirarle más de dos segundos a la cara.
Edward se pone la camiseta que ella le da, de color blanco y con el logo en rojo.
-No- dice él quitándosela sin pudor.
He visto a mi novio quitarse la camiseta cientos de veces, siempre me quedo mirándole babeando.
Es guapo y está muy bueno.
Pero es mi novio así que tengo permitido mirarle lo que quiera.
La que no tiene permitido mirarle es esta mujer que se lo come con los ojos.
Noto su mirada en mi novio.
En su torso, en su culo, en su pene cubierto únicamente por esos calzoncillos grises que enmarcan demasiado bien su miembro.
Esto es incómodo.
Ella le pasa otra camiseta, blanca, ajustada, con la Ü de su nombre artístico en color plata brillante.
-Esta sí- sonríe él.
-Ponte estos vaqueros- le indica dándole unos jeans negros.
Edward se los pone bajo nuestra atenta mirada y niega en cuando ve la cantidad de rotos que tiene en la parte frontal.
-Ni hablar, se estallan en cuanto me suba a la tarima de un salto.
Ella se ríe y extiende la mano para que se los de.
Luego se prueba otros vaqueros azul muy claro que se ajustan perfectamente a su cuerpo.
Abrazan sus muslos y su culo.
De tiro bajo dejando ver la goma gris de sus calzoncillos y el tatuaje que cruza sus caderas.
Así vestido despierta mis más oscuros deseos.
-Un cinto, si no se me caerán todo el rato- dice él mirándose al espejo.
-Éste es de la nueva colección de Levi's y lo compré para ti el otro día. Le vi y dije, para Edward- sonríe ella dándoselo.
Mi novio pasa el cinto por las trabillas del pantalón pero no sabe abrocharlo.
-¿Cómo coño se pone esto? ¿Por qué no hay una hebilla normal?- pregunta con la cabeza inclinada hacia abajo intentado abrocharlo.
-Déjame- dice ella poniéndose frente a él y manipulando el cinto.
Alucino.
¿En serio estás rozando la polla de mi novio con tus manos por encima del pantalón delante de mis narices?
¿En serio?
-La camiseta un poco por dentro- dice metiéndole un poco la camiseta por dentro del pantalón por la parte de delante.
Es el colmo.
O sea no hay manera de que le haya metido la camiseta sin tocarle la polla.
Pero hay algo peor todavía.
Edward está cómodo.
No ha tenido vergüenza de desnudarse delante de ella.
No ha sentido su espacio invadido cuando ella le ha tocado.
Tampoco se ha apartado cuando su mano ha rozado su pene.
-¿Has comido?- le dice poniendo una mano en su estómago-
-Comeré algo allí- responde separándose de ella para sentarse en la cama y ponerse las deportivas.
¿Pero esto que es?
¿Es su estilista o su novia?
Y es curioso como funciona la cabeza del ser humano.
Como de repente hilas cosas que anteriormente no dabas importancia.
La familiaridad de sus actos denota que hay intimidad o que la hubo.
Esos roces y que Edward ni se inmute es porque entre ellos las cosas han ido a más alguna vez.
Ha habido sexo entre ambos.
Ahora ya no tengo que preocuparme de la mujer del teléfono porque sé quién es.
La M que llamaba esta mañana y la M que le pone corazones por whatsapp es Mylena. Su estilista y su… ¿su ex? ¿Su amiga con derecho a roce? ¿Cuándo se han acostado? ¿Después de mí? ¿Antes? ¿Mylena me renovó el armario habiéndose follado a Edward? ¿Cuándo empezó y cuándo acabó? ¿O no ha acabado? No parecía estar muy molesto porque ella le metiera mano.
Los comentarios de las amigas del sofá ''les va a pillar'' y sus caras al verme entrar.
Ellas pensaban que Edward y Mylena estaban echando un polvo y que los iba a pillar in fraganti.
La puerta cerrada.
¿Qué hubiera encontrado si hubiera subido 10 minutos más tarde?
Quiero vomitar.
-Voy a cambiarme y quiero hacerlo sola si no os importa- digo caminando hasta el centro de la habitación mirándolos a ambos.
-Yo ya he acabado- dice ella recogiendo toda la ropa que estaba desparramada sobre la cama.
Edward me mira y no se mueve.
-¿Puedes salir?- le pido señalando la puerta.
-¿Desde cuándo te da vergüenza cambiarte delante de mí?- me pregunta socarrón abrazándome.
-Desde que me entretienes- digo separándome de él poniendo mis manos sobre su pecho y empujándole- venga sal- le indico girándome al armario.
Solo escucho la puerta cerrarse y miro asegurándome que estoy sola.
Respiro por la boca mientras los ojos se me llenan de lágrimas.
¿Quién es Mylena para Edward?
No estoy bien pero no sé cómo enfrentar esta conversación con él.
¿Cómo hacerlo sin romperme?
¿Cómo hacerlo ahora que falta poco más de una hora para que comience su show?
Me cambio apresuradamente y me pongo un outfit que ahora siento ridículo en mí.
La falda de discos plateados y el top del mismo blanco que enseña demasiado de mi escote y mi abdomen.
Me siento demasiado expuesta.
No tengo tiempo de pensar nada más así que salgo de la habitación cogiendo el teléfono y por suerte Mylena y sus amigas se han ido.
Solo está Edward, Garrett y otros tres chicos del equipo de Edward que están guardando todo en maletines metálicos.
Todos estamos nerviosos pero mis nervios no son por la actuación.
Es por la incertidumbre que la relación que mantiene mi novio con su estilista provoca en mí.
Nos subimos al ascensor todos juntos haciendo que nos apretujemos un poco para caber.
Cuando la campanilla nos indica que ya estamos abajo, todos salen menos nosotros.
-¿Estás bien?- me pregunta Edward mirándome directamente a los ojos.
Asiento apartándole la mirada.
-Bella- me agarra del brazo impidiéndome salir.
-¿Podemos volver directamente después del show? Quiero hablar contigo- me apresuro a decir.
Ya está.
Edward ya sabe que quiero hablar con él así que no hay vuelta atrás.
La conversación va a tener lugar.
-Claro, ¿qué pasa?- me dice poniendo su mano bajo mi barbilla.
-Después- le digo apartándome de su toque y saliendo del ascensor.
El viaje en coche es tenso.
He logrado que Edward esté preocupado y con la cabeza donde no tiene que estar antes de un show tan importante.
Genial.
Me siento mal por ello pero ¿qué hago? No puedo fingir que no me ha dolido lo que he visto y de lo que me he dado cuenta.
El viaje en coche dura menos que ayer y me bajo extrañada.
-No vamos a ir en coche, vamos en barco- me explica Edward señalándome un barco amarrado en el puerto a pocos metros.
Edward sube primero y luego se gira dándome la mano para ayudarme a embarcar.
Cuando todos estamos a bordo el barco comienza a zarpar por la bahía de Miami hacia la isla de Virginia Key.
La bahía entera está inundada de barcos con música electrónica.
Si todo fuera normal ahora estaría bebiéndome ese mojito de fresa que me ha ofrecido uno de los compañeros de Edward y la anticipación y las ganas me estarían comiendo por dentro.
Ni si quiera la música me anima.
-Bella- me llama Edward llegando hasta mí en la zona de popa.
Me giro a mirarle.
-¿Qué pasa?
-Dímelo tú.
-Después te he dicho- respondo girándome hacia la barandilla y dándole la espalda.
-No puedo esperar a después. Algo te pasa y es conmigo, no me miras, me rechazas el contacto y no hablas con nadie, ni disfrutas. No puedo ignorarlo.
-Tienes un show muy importante que hacer- le explico girándome.
-¡Que lo jodan!- expresa elevando la voz pasándose la mano por el pelo- ¡habla conmigo!
-¡No! ¡Habla tú conmigo!- le digo enfadada pero evitando levantar la voz.
-Lo estoy haciendo-
-Háblame sobre cuándo te has tirado a tu estilista.
-Bella- dice quedándose congelado.
-Respóndeme, ¿te has acostado con Mylena?- le pregunto mirándole seria.
Aun teniendo todas las evidencias delante de mí quiero creer que estoy equivocada.
Ojalá esté equivocada.
-Sí- confirma bajando la vista al mar.
-Lo sabía- digo dejando que las lágrimas salgan de mis ojos -¿Cuándo?
-Ahora no. No puedo tener esta conversación contigo aquí y ahora. Necesito más de diez minutos para contártelo.
-¿Ahora soy yo la que tiene que esperar a después?- le digo enfadada quitándome las lágrimas de la cara- ¿tan malo es que necesitas más de diez minutos?
Niego girándome otra vez hacia la barandilla.
-Bella por favor.
-Que no me toques- digo apartándome su mano que intenta agarrarme del brazo.
-Por favor espera. Acabemos aquí y hablaremos- me pide intentado abrazarme por atrás.
-¿Cómo se te ocurre meterla en nuestra habitación y dejar que te meta mano conmigo delante?- pregunto recordando lo ocurrido- ¿cómo tenéis tanto descaro?- niego con la cabeza.
-Eso no es así. Ella hacía su trabajo.
-¿Su trabajo es follarte? ¿Estilista y puta? ¡Vaya qué perfil profesional tan completo!- me río irónicamente secándome las lágrimas- ¡Qué os jodan a los dos! No me sigas- digo moviéndome hasta la proa.
Estoy enfadada.
Y dolida.
Pero prefiero aferrarme al enfado porque sé que la ira no me hará daño. Sin embargo esta sensación de engaño que siento dentro… si dejo que se apodere de mí no sé si seré capaz de salir de este barco.
Virginia Key está atestada de gente lista para pasar uno de los mejores días de su vida.
El ambiente festivo, feliz y colorido choca contra mi estado de ánimo.
Soy la primera en bajar del barco aceptando la ayuda del personal del puerto.
Una vez en tierra mantener la distancia con Edward es fácil porque le asedian fotógrafos, fans, otros djs…
-Bella- me llama David desde atrás.
Está sonriente, demasiado sonriente como para ir sobrio.
-¿Qué te pasa señorita?- me pregunta al ver mi cara.
Llevo gafas de sol pero igual la máscara de pestañas y el eyeliner rosa están corridos por todas mis mejillas.
Le miro y sé que no estoy actuando bien.
Me estoy aprovechando se su vulnerabilidad al ir borracho pero David tiene todas las respuestas que necesito saber y que Edward se niega a darme ahora.
-¿Si te pregunto algo me contestarás con sinceridad?- pregunto seria.
-Por supuesto- me dice pasándome un brazo por los hombros.
-¿Qué tipo de relación tiene Edward con su estilista?
-¿Con Mylena?- pregunta sorprendido.
Asiento.
-Creo que es algo que tiene que decirte él- responde rompiendo el abrazo.
-Él ya me ha dicho que se la folló. Tan solo quiero saber cuándo.
-Es que esa parte de su historia es un poco…- comienza a decir pero no termina la frase.
-¿Un poco qué?- le presiono-Todo lo que me digas quedará entre nosotros.
David lo piensa unos instantes y después comienza a hablar.
-Cuando te marchaste de Ibiza Edward estaba muy triste, muy de bajón. Mylena simplemente jugó sus cartas y Edward cayó.
-¿Cuándo me marché de Ibiza?- frunzo el ceño- ¿Cuándo me marché de Ibiza el octubre pasado?
Niega con la cabeza.
-Ese verano.
-¿Cómo?
-Ellos estuvieron juntos ese verano- me repite mirándome para que entienda a qué momento se refiere.
-¿Se acostó con Mylena cuando aún seguía caliente la cama que compartimos ese verano? ¿Ella fue la primera mujer con la que Edward estuvo después de mí?
Esta información cambia todo.
Me cambia a mí rompiéndome por dentro.
Cambia nuestra historia.
-Bella, habla con Edward. De hecho viene hacia aquí- me dice señalándome a un lado.
Levanto la cabeza y veo a Edward caminando hacia mí mirándome con el ceño fruncido mientras esquiva a las personas que se interponen en su camino.
-Tenemos que subir- dice llegando hasta mí pero manteniendo la distancia.
-Fue ella. Te acostaste con ella en cuanto yo me marché de Ibiza- le recrimino comenzando a llorar.
-¿Por qué se lo cuentas tú?- se enfada con David.
-Porque no se lo has contado tú- se defiende él.
-¡Es algo que nos incumbe solo a los dos!
-¡Pues habérmelo dicho tú! Has tenido mucho tiempo en estos meses para contármelo, para decirme que después de mí fue ella y que sigue siendo ella- le grito.
-Ella no es nadie para mí- me intenta explicar agarrándome del brazo y limpiándome las lágrimas con su mano libre- créeme. Es algo pasado.
-Eso no es lo que he visto esta mañana. Te ha metido la mano hasta la polla y tú ni te has inmutado así que creo que ella no es pasado.
-Bella, lo es. Créeme, te quiero a ti- explica preocupado-
-Eres un mentiroso. Me has mentido todo este tiempo, cuando yo lloraba en Londres porque te echaba de menos y a veces te imaginaba con otras chicas estaba en lo cierto. Lo hablamos cuando volvimos y me mentiste. Me sentía mal por haberte bloqueado en whatsapp pero tú ya tenías otras distracciones ¿verdad? ¡Qué mierda todo!- digo apartándome de su toque empujando su pecho con mi mano.
-Edward tenemos que subir ya- dice Garrett acercándose a nosotros cauteloso.
-En 5 minutos vamos- le responde sin apartar la mirada de mí- Bella confía en mí, las cosas no son como tú las imaginas cariño.
-No me llames así.
-Por favor déjame explicarte todo- me pide triste.
-Vete- le digo señalando a Garrett con la barbilla.
-Ven conmigo, espérame- me pide nervioso.
-Quiero…- digo deteniéndome a respirar y a limpiarme las lágrimas- necesito pensar. Sin ti. Esto cambia todo.
-No cambia nada- me dice desesperado.
-Para mí sí. Vete con Garrett.
-Ven conmigo por favor. No me dejes solo así- me pide extendiendo una mano.
-No puedo- respondo negando con la cabeza y dándome la vuelta.
-¡Bella!- me grita mientras me alejo.
Continua gritando mi nombre pero me mezclo entre la gente y le pierdo de vista.
No me alejo demasiado, tan solo me refugio detrás de unos urinarios móviles donde dejo que las lágrimas salgan sin control
Mylena fue la siguiente después de mí.
Compartió la misma cama con ella que conmigo pocos días después de que yo me fuera a Londres.
Cuando aún hablábamos por mensajes y nos llamábamos ellos follaban en nuestra habitación.
Y lo peor es que han seguido juntos hasta ahora.
Los mensajes y las llamadas de esta mañana lo confirman.
No puedo quitarme la imagen de sus manos sobre mi novio.
Me encabrona muchísimo que no me haya respetado delante de ella. Ella no se hubiera atrevido a tocarle así delante de mí si él no se lo hubiera permitido.
Ella tiene parte de culpa pero él mucha más.
Soy incapaz de pensar racionalmente en lo que haya podido ocurrir entre ellos estos años.
¿Qué es nuestra relación de unos meses en comparación con la suya de años?
Nada
Ella ha estado con él cuando yo no.
Yo no le conozco a penas.
No puedo gestionar esta nueva información.
Sabía que Edward había estado con chicas, claro, él mismo me lo dijo pero ¿tanto tiempo? Mylena es la única persona que ha estado íntimamente con el Edward de hace años y con el Edward de ahora. Ella es su persona.
Soy un caos de lágrimas y de maquillaje corrido por toda mi cara.
Mi cabeza no puede ordenarse y la música a todo volumen no ayuda.
La gente me mira raro.
Llorando y sola en medio de un festival, lo típico.
Tengo que irme de aquí.
Tiene que haber alguna manera de salir de esta isla y alejarme de aquí para poder pensar.
Autobús, taxi, lo que sea.
El precio no me importa.
Camino buscando la salida en contra de la gente. Todo el mundo entra mientras que yo salgo.
Veo barcos llenos de gente llegar al puerto así que me acerco y pregunto si van de vuelta a la ciudad.
Tengo que enseñarles mi pulsera de entrada al festival para que me dejen volver.
Agradezco cada milla que se interpone entre la música y yo dejando a mi cabeza descansar.
Una vez de vuelta en tierra firme cojo un taxi hasta el hotel donde voy a nuestra suite y me cambio de ropa, me desmaquillo y me quito el peinado junto a las extensiones. Cuando el espejo me devuelve una visión que sí se parece a la Bella de siempre me permito tirarme en la cama y dar rienda suelta a mis pensamientos.
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Las cosas se ponen tensas 💣 💣 💣
Pues no era María, era Mylena, ¿os lo esperabais? Si no os acordáis de ella, aparece en el capítulo 10.
Bella no ha encajado bien esta nueva información y no es para menos. Edward debería habérselo contado antes y no permitir que su estilista le meta mano delante de su novia, además ella le preguntó si había habido personas importantes en su vida y él no dijo nada. Para empeorar las cosas Mylena fue la siguiente mujer con la que Edward estuvo después de ella, lógico que no la perciba igual que a las otras. Además parece que su relación continúa a día de hoy…
¿Qué pasará ahora? ¿Edward ha sido infiel? ¿Bella se va a Barcelona sin avisar? ¿Deja a Edward? ¿Será Mylena un obstáculo insalvable para ellos? ¿Bella podrá perdonarle?
Contadme en un review qué consecuencias creéis que tendrá este capítulo para el resto de la historia.
