DISCLAIMER: Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer pero todo lo demás es mío.

Grupo de Facebook: Feeling the Reading: Bella Bradshaw.

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Dos días después me encuentro lo suficientemente fuerte a nivel mental como para tener esa conversación que he postergado con mi madre.

-Bella… hace mucho que no hablamos- dice nada más contestar la llamada.

-Tú sabes por qué- respondo cortante.

Ella suspira al otro lado.

-Esa noche todo se salió de control.

-Llevé a mi pareja a casa y no estuvisteis a la altura.

-Bella no es nada personal contra Edward es solo que creemos que te estás metiendo en una relación nueva muy rápido y no queremos que te hagan daño.

-Mi relación con Edward no está yendo rápido- discuto.

-Hace tan solo un año que te divorciaste.

-Yo pasé el duelo dentro de la relación, yo comencé el duelo antes de casarme. Cometí un error casándome con Leo, lo sabéis.

-Sí, lo sabemos pero al final han sido grandes cambios en tu vida. Tampoco sabíamos que conocías a Edward de antes.

-Estuvimos juntos hace muchos años y creo que en el fondo siempre le he querido porque nadie me ha hecho sentir igual- confieso.

-¿Eres feliz?- pregunta tras un minuto de silencio.

-Como nunca antes- respondo sincera.

-¿Segura?

-Completamente. Cuando la persona es correcta el tiempo es tan secundario… el único margen temporal que me importa con Edward es el futuro, quiero estar con él tanto tiempo como pueda.

-Nunca te he oído hablar así antes.

-Nunca he estado enamorada hasta que llegó él.

-Venid a casa, intentémoslo de nuevo- me pide.

-No puedo.

-¿Por qué?

-Primero porque no guardo un buen recuerdo de la última vez y segundo porque Edward está fuera trabajando. Tenemos las agendas completas hasta verano.

-¿Él trabaja tanto como tú?

-Como yo y más, él es dj, pincha discos- le explico.

-Sé lo que es un dj Bella- me regaña.

-Entonces sabrás que trabaja alrededor del mundo. Ahora mismo está en Australia.

Mi madre se sorprende por el trabajo de Edward pero acordamos vernos cuando empiece el verano.

Esa conversación marca un nuevo ritmo en la relación con mis padres.

No es como antes pero tampoco tan tensa como los últimos meses.

En el trabajo estamos ultimando los detalles del Barcelona Beach Festival para el día del estreno del documental donde está previsto que vengan todos los djs que aparecen en la cinta.

Una parte de mí agradece que Edward esté fuera porque me sentiría fatal teniéndole en casa y no pudiendo pasar tiempo con él.

Evidentemente es un proyecto que me tomo de manera personal porque fue lo que me acercó a Edward de nuevo así que echo muchas horas extra pero lo hago con gusto.

Edward regresa directamente de Perú a Barcelona a principios de mayo.

Por supuesto que voy a recibirle al aeropuerto y me lanzo a abrazarle en medio de la terminal.

La gente nos mira pero me da completamente igual.

-¡Has estado fuera mucho tiempo!- le regaño entre besos.

-Ha sido una puta tortura- me da la razón.

-¿Estás cansado?

-Un poco, han sido muchos viajes largos esta semana-

-Vamos a casa- le digo cogiéndole la mano y saliendo de la terminal.

De camino al piso nos ponemos al día. He visto todas sus actuaciones en directo vía Youtube siempre que la diferencia de horas me lo ha permitido.

-No veía el momento de estar aquí- me dice abrazándome nada más cerrar la puerta de casa.

-Yo tampoco- le respondo besándole.

Sus manos se cuelan por debajo de mi camiseta haciéndome cosquillas en mi abdomen.

-Pensé que primero querías descansar.

-No, primero quiero volver a estar contigo. Necesito volver a hacerte el amor después de tanto tiempo separados y además teniendo en cuenta todo lo que pasó la última vez que nos vimos.

-Eso ya está enterrado para mí- le aseguro mirándole a los ojos.

-Y para mí pero…

-¿Pero volver a hacer el amor es como reafirmarnos?- adivino.

Es igual para mí.

-Sí. Pero no busco placer, busco conexión- me asegura besándome.

-Solo hay un problema- le digo con sus labios en mi oreja.

-¿Qué?

-Tengo la regla, se está acabando pero aún está aquí- le confieso.

Edward se ríe.

-¿Y qué?

-Solo que lo sepas.

-Mientras tú no estés incómoda a mí un poco de sangre después de un mes sin vernos me da igual.

-No lo estoy. Al contrario, estoy… muy caliente- me río.

Edward se ríe contra mi oreja y me restriega su erección contra mi culo.

-Como yo- susurra embistiendo contra mí sobre la ropa.

Cuando me quita los vaqueros le paro.

-Dame un momento para ir al baño.

Asiente adivinando mis intenciones y dejándome libre para ir hasta el baño.

Una vez allí cierro la puerta y me quito el tanga.

Retiro la copa menstrual, la vacío en el váter y la limpio.

Es el cuarto día de regla y casi no he sangrado pero aún tengo que usar algún método de higiene íntima.

Por último, hago uso del bidet que ha resultado ser mucho más útil de lo que yo pensé en un primer momento al mudarme.

Cuando salgo del baño llevo una toalla conmigo que pongo encima de la cama antes de lanzar a Edward contra ella y subirme encima de él.

Nos besamos mientras sus manos pellizcan mis pezones.

Bajo por su cuerpo hasta estar a la altura de su pene para metérmelo en la boca.

Las caderas de Edward se mueven contra mí, profundizando su avance.

Le dejo que me folle la boca a su antojo pero justo antes de que se corra le aparto de mí.

Sonrío volviendo a ponerme a su altura antes de besarle y poner su pene en mi entrada.

Me incorporo al mismo tiempo que voy introduciéndole en mi interior.

Su vista jamás deja la mía.

-Me excita mucho verte haciendo eso.

-¿Usando tu polla para penetrarme?

Gime al oír mis palabras y comienza un suave vaivén con sus caderas.

Poco a poco va subiendo la intensidad hasta que me inclino contra su pecho apoyando mi cabeza contra su piel.

El sonido de nuestras pieles chocando inunda la habitación junto a respiraciones entre cortadas y gemidos.

-Gírate- me pide bajando el ritmo.

Me incorporo y hago lo que me pide.

Sentada a horcajadas sobre su polla pero dándole la espalda.

-Au- digo bajando sobre su pene e inclinándome hacia delante.

-¿Te duele?

-Un poco sí. Se siente muy… profundo así- le respondo.

-Entonces ven aquí- me pide colocándome en cuadrupedia- ¿mejor?

-Sí- sonrío comenzando a mover las caderas.

El ritmo se acelera y siento como acaricia la entrada de mi ano con la yema de sus dedos.

-Voy a introducirte un dedo- me avisa.

Asiento esperando la intromisión.

Usa nuestra propia lubricación vaginal para ayudar a que el dedo entre hasta dentro.

-¿Te gusta?

Asiento mordiéndome el labio.

Continúa follándome con su dedo en mi interior y cuando el orgasmo de ambos se acerca me incorporo un poco hasta que mi espalda está contra su pecho y su mano libre me sujeta la mandíbula para besarme mientras nos corremos silenciando los gemidos con nuestros labios.

Aun unidos nos besamos mientras mi vagina baja el ritmo de contracción contra su pene y nuestras respiraciones vuelven a ser normales.

-Te amo- le digo entre besos.

-Como yo a ti- me repite besándome.

Caemos sobre la cama rendidos.

Es la hora de comer pero ninguno tenemos hambre.

Edward apoya su cabeza en mi pecho y pasa una pierna por encima de mi cadera mientras yo acaricio su cabeza con mi mano entre sus mechones de pelo.

No sentimos la necesidad de hablar.

Estamos juntos.

Es todo lo que importa en este momento.

Cuando los minutos pasan y continuamos en silencio miro hacia abajo. Se ha quedado dormido.

Sonrío y le doy un beso suave en la frente mientras me levanto de la cama con cuidado de no despertarle.

Bajo la persiana dejando la habitación en penumbras y salgo a darme una ducha.

Termino de preparar la pasta que había dejado a medio hacer para ir a buscarle al aeropuerto y como viendo la tele.

Él se levanta horas después cuando aún es de día y me encuentra leyendo en la terraza.

-Hola cariño- digo poniéndome una mano en la frente para que el sol no me ciegue.

-¿Buenos días?- pregunta besándome la frente.

-Buenas tardes. Hay pasta para comer en el frigorífico.

Él asiente y entra dentro para comer.

Minutos después sale fuera y coloca el plato junto a los cubiertos y la botella de agua con gas en la mesa en la que yo ceno muchas veces.

-¿Qué lees?- pregunta empezando a comer.

-Hábitos atómicos.

-No suena muy divertido.

Me río y niego.

-Es un libro sobre crear pequeños hábitos que hacen grandes cambios.

Él asiente.

-Por cierto, tengo que hablar contigo de una cosa- digo cerrando el libro y poniéndome en pie.

-¿Qué cosa?

-En un mes es el lanzamiento del documental sobre el Barcelona Beach Festival ¿vendrás no?

Edward se ríe mirándome.

-Sí, vendré pero por ti.

-Tú eres uno de los principales protagonistas- le recuerdo.

-Por eso, no me gusta verme en la pantalla y escuchar mi voz.

Me río y le toco el pelo.

-Yo estuve detrás de la cámara en cada uno de los clips que saldrán en el vídeo y puedo asegurarte que sales guapo y sexy.

Él se ríe de mi comentario.

-Sé que es un proyecto muy importante para ti, es un antes y un después en tu carrera y quiero estar aquí para compartirlo contigo- me confiesa pasando su mano por detrás de mis piernas- así como tú estás conmigo en cada actuación ya sea en persona o a través de un vídeo.

Asiento.

-La cuestión es que yo quiero que vayamos juntos.

Él se sorprende.

-¿Segura?

Asiento.

-Sí, quiero que mis compañeros sepan que estamos juntos. Estoy harta de fingir que tengo citas de Tinder cuando me pillan mensajeándote en la oficina. No tengo citas en Tinder, tengo a un dj muy famoso, muy guapo y que me tiene loca en mi cama- río sentándome sobre su regazo.

-¿No te traerá problemas?

-El proyecto está acabado y mi vida personal es mía.

-Entonces estaré encantado de ir como tu acompañante- me dice besándome la mejilla- yo también quería hablar contigo de una cosa.

-¿Qué cosa?- repito sus palabras alcanzándole el vaso de agua para que beba.

-Verano- dice tras dar un trago.

Mi mirada se posa sobre él esperando más información.

-Tengo muchas actuaciones pero la mayoría son en Europa. Lo más importante es la residencia en Ushuaïa, Ibiza, y en Omnia, Las Vegas. Eso va hacer que esté viajando cada semana.

-¿No vas a estar viviendo en Ibiza?- pregunto decepcionada.

No sé por qué mi cabeza había creado ese plan.

-Depende de ti.

-¿De mí?

-Si alquilo una villa en Ibiza será por ti, si no me quedaré en casa de David o iré y vendré.

-¿Qué días son tus residencias?

-Omnia los lunes, Ushuaïa los jueves.

-O sea que estarías en Ibiza de martes a domingo.

-Dependiendo la semana y del resto de actuaciones. Muchos fines de semana hay festivales.

-Como Tomorrowland.

-Por ejemplo sí.

-Yo sigo trabajando igual, mismos días y mismos horarios salvo los viernes que entramos a las 7:00 y salimos a las 14:00. Es la única adaptación que sufre mi oficina en verano. Tengo vacaciones en septiembre.

-¿En septiembre?- pregunta sorprendido.

-Soy la última en llegar, la última en elegir la fecha de vacaciones así que solo quedaba septiembre, cuando los colegios ya han empezado. Mis compañeros que son padres han elegido fechas durante el verano obviamente.

-Entonces…

-Entonces podremos vernos los fines de semana. No sé si te renta alquilar una villa solo para los fines de semana que te puedas quedar en Ibiza. Tampoco me gusta la idea de que estés solo el resto de los días.

-Ya…- dice mirando el mantel.

-Siento no darte una solución- le digo.

-No es culpa tuya.

-Ni tuya. Tal vez sea mejor que te quedes con David y cuando yo vaya a Ibiza podemos irnos a un hotel si queremos intimidad- propongo.

Edward me mira serio y sé lo que va a decir.

-David se ofendería si hiciéramos eso y lo sabes.

-Pues con David- propongo.

-No me apetece tener que reducir nuestra intimidad a una habitación y el problema no es David, él es familia, el problema es que normalmente esa casa se llena de gente nueva cada verano, cada semana aparece alguien. Es como un hotel- se ríe.

-Ya….- expreso mirando hacia la calle.

Entiendo a Edward, entiendo lo que él expresa.

No es lo mismo que hace años cuando compartimos villa con sus compañeros porque nuestra relación era mucho más informal. Ahora estamos acostumbrados a estar juntos solo nosotros dos, a tener nuestro propio espacio de pareja mucho más allá del dormitorio.

Quedarnos con David supondría decir adiós a las charlas en el sofá viendo una serie, a cocinar juntos, a los domingos de relax sin vestirnos en todo el día, a apagar el móvil y no dar explicaciones de por qué no hemos asistido a algún plan.

-Porque estoy suponiendo que tú quieres venir a Ibiza pero si no yo vendría aquí y ese problema no le tendríamos.

-No- niego riendo- quiero ir a Ibiza.

-Lo imaginaba- expresa apretando mi rodilla con sus dedos.

-Quedémonos con David. Él sabe lo que es tener pareja así que entenderá que queramos tener tiempo para nosotros, además él también tendrá actuaciones fuera.

Edward asiente.

-¿Segura?

-Segura. Será un poco como volver a hace cinco veranos solo que en septiembre en vez de irme yo a Londres ambos podríamos irnos a algún sitio- propongo.

-Lo había pensado- me responde sonriendo.

-¿Sí?

-Sí, aunque pensaba que tendrías vacaciones en agosto pero aun así es igual. Podríamos irnos de viaje, esta vez sin tener que trabajar ninguno de los dos.

-Me gusta- sonrío.

-Solo pon un destino.

-Eso es muy complicado- me río apoyando la cabeza en el hueco de su cuello.

-Solo te pido que no sea un destino con muchas horas de viaje, no quiero pasarme la mitad de las vacaciones viajando y la otra mitad con jet lag- me pide.

Hago un repaso mental rápido del mapa del mundo y en dos segundos se me viene un país a la cabeza.

-Grecia- propongo- no está demasiado lejos, tiene playa, buena gastronomía, historia…

-Grecia es perfecto. No lo conozco- me responde.

-¿No?- pregunto asombrada.

-No he estado en todos los países del mundo nena- me regaña riendo.

-Grecia en septiembre- confirmo antes de darle un beso.

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¡Hola de nuevo!

Primero, perdón por el retraso pero como dije en el grupo de Facebook tengo un mes de mayo muy complicado y no sé cuándo voy a poder actualizar. Espero retomar la normalidad en junio. Igualmente perdón por no enviar adelantos, el motivo es el mismo.

Segundo, capítulo cortito, tranquilo, volviendo a retomar el contacto tras el drama.

¿Qué os ha parecido? ¿Aceptará la jefa de Bella su relación ''secreta'' con Edward pese a haber tenido que trabajar juntos? ¿Y sus compañeros? Por último ya están casi en verano, vuelta a Ibiza, ¿qué traerá el verano consigo además de unas románticas vacaciones en Grecia?

Espero leer vuestras opiniones en los reviews