Capítulo 3
1983
Erin se puso las zapatillas deportivas lo más rápido que pudo y guardó el resto de sus cosas en la taquilla. Luego salió corriendo del vestuario.
La profesora de matemáticas la había entretenido y llegaba tarde al entrenamiento.
Los días que hacía buen tiempo, entrenaban en una parte del campo. Justo antes de llegar, se cruzó con Jeremy Murphy, el Quarterback del equipo, y se estremeció por cómo la miró. Tenía catorce años y comenzaba a fijarse en los chicos, pero no le gustó la mirada de Jeremy, la hizo sentir incómoda.
Se olvidó de eso cuando llegó junto a sus compañeras y se incorporó rápidamente al entreno.
Cuarenta minutos después, Jane, Sarah, Eliza y Erin iban camino al vestuario.
-¡Esperad! -Liz llegó corriendo con gracia a su lado. Les dedicó una dulce sonrisa mientras las miraba una a una-. Tengo una sorpresa para vosotras…
2013
Stockbridge
Carol se colocó los cascos en las orejas justo antes de cerrar la puerta de casa. Sabía que su madre le pegaría un grito por el portazo, pero no le importaba, ya no escucharía nada.
Caminó a buen paso por la calle, camino al instituto, al ritmo de The Who. La música la relajaba, y ese día iba a ser algo estresante. Sintió a alguien a su lado que intentaba llamar su atención y se quitó los cascos.
-Perdona que te moleste, pero creo que me he perdido -la mujer sonrió con nerviosismo.
-Tranquila. ¿Qué estás buscando?
-Esto -se acercó más a ella con un mapa. Carol se apartó instintivamente, no le gustaba demasiado el contacto físico.
-Oh, está para el otro lado.
Durante un par de minutos, le dio instrucciones para que encontrara lo que estaba buscando. La mujer sonrió con amabilidad, y Carol se despidió. Se colocó de nuevo los cascos y cuando apenas había caminado un par de metros, todo se volvió negro.
Cuando el equipo llegó a la comisaría por la mañana, vieron el bullicio que había. El jefe Brown les informó que el cadáver de Elliot acababa de aparecer en las gradas del campo de fútbol.
-Morgan y Prentiss, quiero que vayáis al instituto. JJ y Rossi, id a la morgue a ver qué podéis averiguar -Hotch dio instrucciones a todo el equipo.
Unas horas después, todos seguían trabajando arduamente para descubrir al culpable de las muertes de los jóvenes. Erin miraba con aire ausente por la ventana, mientras a su espalda, el equipo soltaba teorías sobre quién podría ser el sudes.
-Lo que yo creo, es que es de aquí. O al menos, en algún momento de su vida, ha vivido aquí -dijo JJ dándole vueltas al bolígrafo que tenía en la mano.
-¿Por qué piensas eso? -preguntó Rossi.
Antes de que pudiera contestar, el jefe Brown entró en la sala.
-Han denunciado la desaparición de otra chica. Carol Hoover, de dieciséis años. También animadora del instituto.
Todos se pusieron en marcha inmediatamente, sabiendo que el tiempo era crucial para salvar a Carol.
Erin acompañó a Hotch y JJ a hablar con la madre de la chica. Mientras el jefe de Unidad hablaba con ella, las dos mujeres pasaron a ver la habitación de la adolescente.
Mientras JJ revisaba la habitación, Erin se quedó en la puerta. Parecía que estaba observando a su agente, que tomaba nota mental de lo que veía en la habitación, pero en realidad había tenido un deja vú de su propio cuarto en cuanto se había acercado. A parte de las típicas cosas de una adolescente, Carol tenía el uniforme de animadora tirado sobre la cama, con un banderín del equipo también colgado en la pared. Maquillaje en el tocador y ropa sobre la silla.
Cuando JJ terminó y la miró, pudo darse cuenta que algo le pasaba. Estaba pálida y respiraba agitadamente.
-¿Se encuentra bien?
La miró durante un instante, asintió y luego se marchó rápidamente. La señora Hoover y Hotch, que estaban en el salón de pie, a punto de despedirse, la vieron salir a la calle con rapidez. JJ se unió a ellos segundos después, y Hotch la interrogó con la mirada. La rubia negó con la cabeza, haciéndole saber que no sabía qué ocurría.
Miró fijamente las rosas que crecían en el jardín delantero, intentando dejar la mente en blanco. Escuchó los susurros detrás de ella, y olió su perfume antes de sentir su mano sobre su hombro.
-Erin, ¿qué ocurre? -preguntó con suavidad. Podía sentir el calor que su mano transmitía a través de la tela de su blusa.
Ella cerró los ojos y respiró hondo. Hotch deslizó despacio su mano desde su hombro hasta su mano, que apretó y acarició con suavidad. Era consciente que JJ estaba en el coche, pero sabía que algo pasaba y quería hacerle saber que podía contar con él.
-Nada, de verdad. Estoy bien. Sólo que al ver el cuarto de Carol, me recordó a mi adolescencia. Era…tan igual que…
Hotch la observó un instante, valorando si decía la verdad o si sus palabras escondían algo más. Erin esbozó una ligera sonrisa para tranquilizarlo.
-Deberíamos irnos. Tenemos mucho trabajo que hacer -dijo antes de que a él se le ocurriera preguntar algo más.
Ninguno de los dos parecía dispuesto a soltar su mano, por eso él tiró un poco de ella cuando sintió que se alejaba, tras unos instantes de duda.
-Erin…si pasara algo, cualquier cosa…sabes que puedes contármelo ¿verdad? Estoy aquí para ti.
-Lo sé.
Y muy despacio, soltaron sus manos y se encaminaron al coche. Tenían trabajo que hacer.
Ya había anochecido y el equipo seguía trabajando en la comisaría. La autopsia de Elliot no había revelado nada nuevo a lo que ya sabían. Había fallecido igual que Demian y Karen. Sólo esperaban llegar a tiempo de salvar a Carol.
El jefe Brown estaba con ellos, intentando saber cual sería el siguiente paso.
-Tal vez debería avisar al instituto que lo mejor sería suspender el acto del domingo. No creo que sea oportuno celebrar algo así con lo que está pasando -miró a Erin mientras hablaba, aunque lo comentara para todos.
-¿Qué acto? -preguntó Hotch, mirando de uno a otro. Ella desvió la mirada cuando sus ojos se cruzaron.
-Es una ceremonia para homenajear al equipo de fútbol americano de hace treinta años. Fue el mejor año del equipo desde que se fundó, no han conseguido llegar tan lejos como ese año, ni antes ni después. Se le entregará una placa al quaterback de ese año, Jeremy Murphy. También estará el equipo de animadoras. Erin fue animadora ese año.
Todas las miradas del equipo se clavaron en ella, que deseó ser invisible en ese momento. Lo que más le dolió fue la dura expresión en la cara de Aaron.
-¿No crees que deberías habernos dado ese dato? -preguntó con dureza.
Fue a contestar cuando un policía llamó a la puerta, reclamando la presencia de Brown. A través de las ventanas, pudieron ver cómo un hombre alto, fuerte, con los músculos marcados incluso a través del traje elegante y caro, hablaba nervioso con él. Este intentaba calmarlo, pero al otro hombre parecía no importarle estar en una comisaría.
-Parece nervioso. Estoy seguro que acabamos de conocer a Jeremy Murphy -comentó Reid.
Volvieron a mirar a Erin, que se había pegado a la ventana, como si quisiese poner distancia con alguien. Ella asintió en silencio.
-Apuesto a que piensa: o que se puede quedar sin homenaje o que puede ser la siguiente víctima -dijo Rossi tomando asiento junto a su compañero.
-O las dos -aventuró Prentiss.
Todos seguían mirando hacia fuera, menos Hotch, que se acercó a su jefa.
-Creo que tenemos que hablar -murmuró.
Ella sólo lo miró, con tanta tristeza que tuvo ganas de abrazarla. Iba a coger con discreción su mano cuando un carraspeo lo sobresaltó.
-Hotch, creo que por hoy ya no podemos hacer nada. Deberíamos irnos a descansar -sugirió Morgan.
-Sí, por supuesto. Vamos.
Recogieron sus cosas y abandonaron la comisaría.
Continuará...
