Hermione
A través del retrovisor veo a Willow sacar la cabeza por la ventanilla del auto, parece estar igual que emocionado que Draco, si bien sus lentes negros no me dejan ver sus ojos, su sonrisa me hace sentir bien. Me resulta difícil de creer que un extraño se puede convertir en un amigo muy cercano en menos de unas semanas, aunque en verdad es más que "amigo", no es mi novio y darle la clasificación de "amante" me es molesto. Tal vez pueda decir que es mi alma gemela porque hay tanto en nosotros que encaja como los engranajes de un reloj. Me sorprendo teniendo esa clase de pensamientos que parecen demasiado románticos y doy un resoplido indignado.
— Deberías estar mirando la autopista, si piensas mucho sobre nosotros puedes distraerte del camino correcto. — La voz de Draco me saca de mi ensoñación y me hace pensar que realmente es mi alma gemela — ¿Acerté? No te asustes, lo supe porque cuando las personas piensan suelen soltar resoplidos o suspiros, su respiración cambia un poco.
— Creo que tienes superpoderes — Me concentro en la autopista, aunque sé que es difícil perderme teniendo el GPS en buen estado. — Tu madre pensará que te estoy secuestrando, hemos estado paseando por Corea sin volver a tu hogar.
— Eomma ya te ha aprobado en cuanto comiste todo lo que puso delante de ti. — Responde Draco, Willow ha regresado para dormir junto a él, coloca su cabeza sobre su regazo y me apresuro a presionar uno de los botones para hacer que la ventanilla se cierre de esa manera no se enfriará el ambiente. — Tienes muy buen apetito.
— Después de ver tantos Dramas coreanos me era inevitable no querer probar todas las delicias que había sobre la mesa.
Nuestra charla se extiende por la siguiente hora e incluso cantamos algunas canciones que las emisoras coreanas colocaron. Mi plan era estar en la playa ¿ir a la playa en medio del invierno? Solo se me ocurre a mí, no volveré a pisar a este país y aunque me muera por visitar la Isla de Jeju y las playas de Busan, mi tiempo es limitado y más cuando el año nuevo se acerca, no quiero pasar lejos de mi familia y mi abuela, fue suficiente con la navidad.
En canto bajamos de la camioneta Willow corre por la arena dejándonos solos, se divierte yendo de un lado a otro mientras suelta ladridos de felicidad. Para ser un perro guía es muy impetuoso, me hace creer que confía en mí para que cuide de Draco mientras él va a divertirse.
Ambos caminamos tomados de las manos, la brisa helada y las vistas son maravillosas, aunque no hay un cielo azul y está encapotado por las nubes grises es un ambiente precioso, me gustaría que Draco pudiera observarlo. Con la mano libre se retira los lentes y lo guarda dentro del bolsillo de su gabardina beige.
Le veo aspirar el aroma, me suelta de la mano y camina unos pasos hacia delante, gira sobre sí como si fuera un experto bailarín — ¡Me gusta ese sonido! ¡Se siente bien!
Willow corre hacia él y lo derriba para lamerle la cara, saco mi celular para tomarles unas fotografías, quiero inmortalizar este momento, se ven perfectamente bien con el mar celeste tras de ellos.
— Draco, alza tu mano hacia mí. — Digo mientras elevo mi celular y doy un paso hacia atrás para tomar un cuadro más amplio. Confundido lo hace — Imagina que puedes verme y agita tu mano como si me saludaras. — Su rostro se muestra imperturbable mientras Willow corre alrededor de él — Agita tu mano como si estuvieras muy feliz de verme — Empiezo a grabar mientras me saluda con una sonrisa en sus labios e incluso puedo percibir la alegría que hay en sus ojos, en verdad está imaginándome.
— ¡Apresúrate a venir a mí, te extraño! — Se levanta de la arena y luego extiende sus brazos hacía mí.
Guardo mi celular para correr hacia ellos.
— ¡Draco Malfoy! — Grito mientras avanzo hacia él y en cuanto estoy en sus brazos añado —: ¡Me gustas mucho!
Es mejor decirlo de manera directa a tener que estar envuelta en medio rodeos, él guarda silencio y sé como hombre coreano es muy tímido, su manera de decir que le gusto ha sido muy extraña: "Eres mi tipo"
— Hermione Granger, eres luz en esta penumbra. — Busca torpemente mi mejilla para besarla, su tacto me hace cerrar los ojos — Hace unos instantes creí verte y eres realmente hermosa con tu cabello castaño y rebelde.
— No estás lejos de la realidad, pude ser Miss Inglaterra, pero me gustan más los animales que las pasarelas. — Ambos reímos ante mi comentario.
Caminamos y jugamos con el can que no deja de ir de un lado a otro, al escuchar el ir y venir de las olas siento la necesidad de tocar el piano creo que Moonlight Sonata o Silence de Beethoven irían perfectas en este momento, dichas melodías parecen ser tristes, pero una vez que te sumerges en la partitura disfrutas tocarla e incluso el sentimiento es de alegría y pasión.
Es de esa manera como siento el estar con Draco, me gusta que actúe tan natural al estar conmigo y a pesar de que no me ve, puede sentir lo que siento con solo escucharme respirar, me he entregado de a él por completo y no me mido al besarlo o acariciarlo. Si comparo esta relación con la que tuve al estar Ronald, diría que hace seis años estaba siendo una niña rebelde que solo quería salir con el chico malo de la motocicleta, me enamoré de la rebeldía y un año más tarde sufrí las consecuencias de mis actos, mis padres familiares no me dieron la espalda como creí que lo harían, sin embargo, llegué a sentirme sola. En cambio, hoy me siento libre de todos aquellos pesares del pasado.
— Cuando sueño no puedo ver nada — Draco confiesa una vez que hemos regresado a la camioneta, lo llevo de regreso a su casa. — Es la típica pesadilla de caer al abismo, pero al estar junto a ti he logrado tener sueños profundos.
—Es de igual manera conmigo, mis sueños son profundos solo si logro cansarme lo suficiente durante el día y si no lo consigo debo medicarme para dormir. — Tal vez sea hora de mostrar mi lado oscuro, después de todo me queda tres días para regresar a Liverpool y llegará la hora de que se acabe esta aventura de invierno. Además, sé que en Corea no está bien visto ser un paciente psiquiátrico — Fui paciente medicado alguna vez y de vez en cuando acudo a mis chequeos para evitar una recaída.
— Debió ocurrir algo muy grande para que tu vida fuera por ese camino tan tortuoso — Su voz es como una caricia para mí, está siendo comprensivo otra vez, sabe lo que trato de hacer y no parece tener intención de obligarme para que me quede junto a él, porque, aunque sus ojos están vacíos parecen estar realmente tristes. — ¿Irás de regreso a Liverpool?
— Sí, mi vuelo de regreso está reservado para dentro de tres días. — Le veo asentir a través del retrovisor. No hace siquiera un gesto solo acaricia a su can que lame su mano buscando consolarlo ya que siente sus emociones.
Dos días más tarde luego de dejar Draco en su casa y tras pagar el auto que alquilé, me encuentro haciendo mis maletas, metiendo mis pertenencias en estricto orden y perfectamente doblado para no olvidar nada.
Mi celular vibra sobre mi cama, mamá ha pasado los últimos días sin llamarme porque le dije que estaba en compañía de un amigo, respondo sin ver el nombre. — Hola mamá...
— Hermione, ¿Dónde estás? — Es la voz de Harry, suena completamente alarmado y casi moribundo.
— De vacaciones en Corea, ¿Ocurre algo?
— La abuela Euphemia — Escucho su voz quebrarse y evitar el llanto, lo que me hace temblar más aún ya que en los últimos años su salud no ha sido la misma desde que el abuelo Fleamont falleció — Está en el quirófano, no puedo operarla porque soy su familiar directo y por ello de pedí a Luna que fuera la cirujana a cargo.
Mis rodillas tiemblan y me dejo caer en el suelo de la habitación del hotel. — Adelantaré mi vuelo para la noche y estaré... — Miro la hora, ni siquiera puedo hacer bien los cálculos por el temor que estoy sintiendo — Y llegaré en 10 horas... Si le ocurre algo a la abuela te aseguro que golpearé a tu ex.
Sé que miento, nunca he golpeado a nadie más que Ronald, no he vuelto a perder el control en cinco años.
