Draco
Cuando me retiran la venda de los ojos siento la luz podría cegarme otra vez, al principio todo resulta borroso, poco se va aclarando hasta que logro enfocar el rostro de Daphne, me mira expectante a la espera de buenas noticias, lo único que puedo hacer es parpadear varias veces.
— Tienes más arrugas de las que puedo recordar — Es la primero que se me ocurre y sale de mis labios.
Cierro los ojos a la espera de un grito, mas recibo un fuerte abrazo. — Te paso esa ofensa porque la cirugía ha salido bien.
— ¿Ofensa? De mi boca solo salen verdades. — Digo sin resistirme al abrazo. — ¿Qué sigue? Dios, estoy asustado por lo que debería hacer, estoy muy ansioso.
— Lo sé, lo sé — en cuánto se aleja tiene lágrimas en sus ojos, debe haberse sentido culpable por haber fallado en mi primera cirugía. — Hay mucho que deberías hacer, por ahora debes descansar hasta que tus ojos se acostumbren a la luz.
— Daphne, hice una promesa. Voy a regresar a Liverpool y terminaré mi internado, voy a conseguir la especialización y...— Suelto un suspiro, mis ojos tardan en acostumbrarse a la luz — Y debo pedir perdón... debo...
— Harás todo lo que quieras, pero descansa. — besa mi frente como si yo fuera un niño pequeño — Voy a llamar a Luna antes de que sea medianoche, para que haga los trámites necesarios para tu regreso. ¡Vamos a por todas, hermano!
Me acuesto en la camilla, me gustaría ver el rostro de Hermione, mas temo que cuando lo haga lo primero que veré serán sus lágrimas, tendré que decirle la verdad y sé que me odiará por lo que hice, ni siquiera merezco que me dirija la palabra. Pagaré mi deuda con ella siendo médico y salvando vidas, esta vez no huiré de mi responsabilidad.
— Draco, ahora estoy ocupado — Mi tío Armad está sumergido en los papeles.
— Es importante, he visto documentos en los que hay algunas informalidades respecto a... — Mi tío alza la mano para callarme.
— Mis pacientes son más importantes que el hospital. — Sigue revisando los papeles — Una paciente con TEPT ha perdido el habla, estoy revisando qué diablos pasó, hasta hace unos días ella estaba excelente, se recuperó casi por completo... Debo haber olvidado algo...— El teléfono de su mesa suena y contesta — ¿Cómo que desapareció? ¡Les dije claramente que mi paciente tiene antecedentes suicidas!
— Tío... — TEPT, si mal no recuerdo eso es trastorno por estrés postraumático.
— ¿No está en el piso de psiquiatría! — cuelga el teléfono y se pone de pie — Draco, ¿regresaste porque quieres salvar vidas, cierto? esta es tu oportunidad. Estoy seguro a tres millones por cierto que ella va a saltar del último piso.
Ni siquiera espera que diga algo, sale corriendo de la oficina y yo lo sigo, subimos por las escaleras que nos conducen a la azotea, hay árboles y asientos, esto no ha cambiado nada. Llama mi atención una mujer delgada que está sosteniéndose de la baranda.
— Charlotte, bajemos y hablemos de esto — Mi tío es quien habla mientras se acerca a paso lento a ella. — Hay personas que te necesitan.
Ella gira la cabeza para observarnos, es una mujer de no más de 25 años, tiene profundas ojeras y sus labios se notan resecos, su cabello apenas alcanza su barbilla. Decido que debo distraerla hasta acercare lo suficiente — Una vez tuve una amiga que me dijo que trató de terminar con su vida — Digo, mientras me acerco lentamente, ella me ve y libera una de sus manos con la que se sujeta a la baranda para limpiarse las lágrimas — Pero encontró un motivo para vivir, ella encontró un motivo para ser feliz... — Sigo acercándome a ella — ella es una buena mujer, una guerrera, ella siguió con vida por su cachorro, dijo que deseaba convertirse en la madre de su perro Spring... — Me ve como si esperara algo de mí — y mi madre, antes de morir me dijo que el pasado duele y la felicidad de nuestro futuro depende de nosotros, así que...
Una vez junto a ella la tomo en brazos para evitar que salte, se aferra a mi pecho y esconde su rostro. Es como cargar a una niña que busca refugio. Mi tío alza los pulgares una vez que giro hacia él, una señal de que lo hice bien.
La cargo mientras bajamos por las escaleras, vamos hasta el área de psiquiatría y la dejo en la que resulta ser su habitación, la coloco en la camilla y ella no suelta mi mano. Sus ojos son de color sol o tal vez avellanas, su cabello castaño es hermoso, es como ver a una actriz de época. Me pregunto si Hermione es así, debería verla pronto... debería ir a pedirle perdón por lo que hice.
— Debo irme...— digo tratando de liberarme de su agarre.
La puerta se abre y veo a un joven médico ingresar, sus cabellos castaños están revueltos, se sorprende al verme.
— ¿Malfoy? — Pregunta asombrado, por su voz logro saber que se trata de Theodore — ¿Qué haces aquí con...— Mira detrás de mí — mi hermana?
— ¿Hermana? Según recuerdo, eres hijo único. — Lo veo más pálido.
Ahora es quien se acerca y toca mi frente — ¿puedes ver? ¿Sabes quién soy?
Con mi mano libre lo alejo. — No cambies el tema, Theodore, tú no tienes una hermana... Hermione dijo...
— Ah sí... Ya recuerdo — Acto seguido recibo un puñetazo en la boca que me hace perder el equilibrio, por tanto caigo al piso — Esto es por ella, sufrió mucho debido a tu partida, ni siquiera le dijiste adiós. Prepárate para más que Pansy te dará patadas hasta dejarte estéril.
Pasa junto a mí y se sienta junto a la joven. Él empieza a hablarle en francés. Siento el sabor metálico de mi sangre, me merecía ese golpe y merezco más, pero no ahora.
En cuanto me levanto veo como le acaricia el cabello, ella parece estar muy cómoda con su presencia.
— Me retiro, tengo que informar de esto a su psiquiatra. — una vez fuera mi tío está apoyado en la pared.
— hiciste un buen trabajo — me da una palmada en el hombro derecho y se aleja. — Cuando nazcan tus sobrinos, hablaremos sobre el hospital. Por ahora concéntrate en aprender bien de Charlie.
Sí, sí, aprender de Charlie, ahora que he regresado al hospital me ha convertido en su esclavo, ya recuerdo porque quería tirar la toalla, cada que pienso que estoy libre siento como me respira en la nuca para pedirme que vigile a tal paciente o hacerme preguntas. Me ha tenido asistiéndole en las operaciones, sumado a ello he vuelto a leer libros de medicina mientras estoy descansando.
Cerca de la una de la mañana, durante mi horario de guardia me obligo a ir hasta la máquina expendedora más cercana, al observar lo que hay en su interior me sorprendo al ver frasquitos de leche de plátano, es algo muy popular en Corea del sur. Algo que me hace recordar cuando era un niño siendo cuidado por mi nana.
Al estar a punto de meter una moneda, una mano femenina me gana. Es Charlotte Luesby, ella me ignora y procede a sacar la bolsa golosinas que compró. Usa una bata rosa que apenas llega hasta más abajo de sus rodillas. Observa a diferentes direcciones y luego pone su dedo índice sobre sus labios para pedirme que guarde silencio. Niego con la cabeza, debo reportar que el paciente se ha escapado para comer. Ella pone sus manos a la cadera en una actitud retadora, se señala, me señala y luego gira hacia el pasillo un claro indicio de que debo seguirla para que no se pierda.
— ¿Por qué tengo que seguirte? ¿Acaso intentarás...? — Pregunto frustrado, tengo que regresar a cumplir con mi guardia. Ella señala la cámara del pasillo que apunta en nuestra dirección— Ya, voy a seguirte hasta tu habitación.
Ella avanza sin mirarme otra vez, abre la bolsa y empieza a comer los dulces. Me veo obligado a caminar tras ella, las enfermeras se sobresaltan en cuanto regresamos hacia el área de psiquiatría, al parecer nadie la estaba vigilando. Ella ingresa a su habitación y me cierra la puerta en la cara.
— Doctor, gracias por traerla. — La jefa de enfermeras se muestra avergonzada — La señorita suele escapar de nosotras muy a menudo, conoce este hospital como la palma de su mano.
— ¿Ha sido paciente por mucho tiempo? — Pregunto ante tal afirmación.
— No, es familiar de los doctores... auch — Recibe un codazo de otra enfermera — está registrada bajo un nombre falso para protegerse a sí misma o esa fue la justificación que dio el doctor... auch — Recibe otro codazo — Estoy hablando de más. Que tenga una buena guardia, Doctor Malfoy.
— Gracias — La situación me causa curiosidad, pero lo olvido cuando por los altavoces mencionan que hay código amarillo en el área de neurocirugía.
Días después me doy cuenta de que me guio mejor con los ojos cerrados, con Willow vamos a la clínica veterinaria de Hermione, donde Pansy me recibe con una bofetada y luego una sonrisa.
— Te lo merecías por irte sin despedirte — La reconozco de inmediato por la voz. Su cabello negro es largo hasta las caderas, sus ojos son de color verdes y tiene una expresión de presumida. — Ah, soy Pansy Parkinson. Theo me dijo que te rompió el labio como saludo.
No puedo evitar tocarme la boca — Lo hizo, para luego ignorarme por su hermana. Pensé que era hijo único...
— Hermione no está aquí, pero puedo darte un descuento en comida para perros. — Ella señala los sacos de comida — Es mejor si no la ves, ella está... ocupada con unos asuntos.
— Tengo que hablar con ella, tengo que explicarle y pedirle perdón así sea de rodillas. — empiezo a desesperarme, necesito verla una sola vez para luego desaparecer de su vida. — Aunque sea muéstrame una fotografía para...
— No te diré dónde está, por otro lado, estoy segura que la reconocerás de alguna manera, después de todo eres el amor de su vida. — ella sonríe y luego añade en susurro —: Draco, ahora vete si no vas a comprar nada, enamoras a mi clientela.
Es cuando noto que varias mujeres me ven como un trozo de carne, parecen estar tentadas a pedirme el número telefónico. Termino por comprar nuevos juguetes para Willow y nos marchamos de regreso a casa, es una mala suerte que Rijin no tenga fotos de Hermione y dudo mucho que Theo quiera mostrarme alguna.
La canción de este capítulo que describe el momento en la azotea entre Draco y Hermione.
BTS - Don't Leave Me
"Ahora estoy entre tu pasado y tu futuro,
No me dejes, créeme, empieza a correr,
No tiene final, eres el latido de mi corazón.
No importa que la lluvia caiga,
No importa que la oscuridad se oculte,
Definitivamente yo te salvaré,
No estás sola."
