Descargo de responsabilidad: ya saben ustedes que PUCCA y sus personajes no me pertenecen, le pertenecen a su creador Boo Kyoung Kim. Yo sólo usé sus personajes, para crear esta historia loca, pero según yo entretenida.

Descargo de responsabilidad 2: así como el libro de Harry potter sus personajes no me pertenecen, pues le pertenecen a la autora JKRollin. yo sólo utilicé a Harry potter para juntarlo con Pucca, así que no plagien, adapten o copien por favor que eso no está bien.

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"¡Voy a demostrarte que subestimarme fue tu peor error!" _(Draco Lucius Malfoy, Pucca Walburga Black Dooda, Ronald Bilius Weasley, Ring Ring Doria Malfoy King y Neville Frank Longbottom)

Harry tenía ganas de reírse a carcajadas, del alivio que sentía. Estaba a salvo, al igual que su hermano Garu.

No había forma de que Snape se animara a hacerles algo si Dumbledore estaba mirando, incluso Tobe con su imprudencia que Garu conocía de sobra, no se atrevería a meter en problemas a su padre. Tal vez por eso Snape parecía tan enfadado, mientras los equipos desfilaban por el terreno de juego, algo que Ron también notó.

–Nunca vi a Snape con esa cara de malo.

Dijo serio a Hermione y a Pucca.

–Miren, ya salen. ¡Eh!

Alguien había golpeado a Ron en la parte de atrás de la cabeza, Harry no lo había visto bien. Pero al oír Garu, la risita de Jefe, supo que había sido Malfoy y tal vez ella sé lo había sugerido.

–Oh, perdón, Weasley, no te había visto.

Malfoy sonrió burlonamente a su novia Chief y a sus amigos Ronnie, Crabbe y Goyle, Tobe frunciendo el ceño detrás de ellos junto a Shaman y Ring Ring.

–Me pregunto cuánto tiempo durará Potter en su escoba esta vez, y si su gemelo irá a intentar rescatarlo, para volver a quedar como un ridículo. ¿Alguien quiere apostar? ¿Qué me dices, Weasley?

Ron no le respondió: Snape acababa de pitar un penalti a favor de Hufflepuff, porque George Weasley le había tirado una bludger. Hermione, que tenía los dedos cruzados sobre la falda, observaba sin cesar a Harry, que circulaba sobre el juego como un halcón, buscando la snitch.

Pucca por su parte, vigilaba a Garu y a Tobe que estaban obviamente en diferentes lados, Garu cerca del estadio cuidando a Harry y Tobe en las gradas con todos los Slytherin. Tan perdida en su misión, que ignoraba las palabras y las acciones de los de Slytherin.

–¿Sabéis por qué creo que eligen a la gente para la casa de Gryffindor?

Dijo engreído Malfoy en voz alta unos minutos más tarde, mientras Snape daba otro penalti a Hufflepuff, sin ningún motivo.

–Es gente a la que le tienen lástima. Por ejemplo, están los Potter, que no tienen padres, luego los Weasley, que no tienen dinero... Y tú, Longbottom, que no tienes cerebro.

Neville se puso rojo y se volvió en su asiento para encararse con Malfoy.

–Yo valgo por doce como tú, Malfoy.

Tartamudeó débilmente, provocando que Jing Jing bufara.

–En qué mundo, Longbottom, ¿En tu limitado cerebro?

Jing Jing Ryddle, Draco Malfoy, Ronnie King, Crabbe y Goyle estallaron en carcajadas, acompañado por las risotadas de Tobe Snape, Ring Ring Malfoy King y Shaman. Pero Ron, sin quitar los ojos del partido, intervino.

–Así se habla, Neville. No te dejes intimidar por Malfoy y Riddle, ellos no son importantes, eres más que ellos.

Neville agradeció el apoyo de Ron con una débil sonrisa, aunque su rostro seguía ruborizado por la furia. Hermione, viendo la escena, frunció el ceño y susurró a Pucca, que aún vigilaba a Garu y Tobe.

–Esto es injusto, Snape está favoreciendo descaradamente a Hufflepuff. Harry y Garu no deberían tener que soportar esto.

Pucca asintió distraídamente, con los ojos aún fijos en Garu, quien se movía con agilidad y concentración cerca del estadio. Sabía que Garu haría todo lo posible para proteger a Harry, pero no podía evitar sentir una punzada de preocupación cada vez que Tobe lanzaba una mirada maliciosa desde las gradas.

–Longbottom, si tu cerebro fuera de oro serías más pobre que Weasley, y con eso te digo todo.

Soltó con burla Malfoy, mientras sus amigos volvían a reír. La preocupación por Harry estaba a punto de acabar con los nervios de Ron, diciéndole a Malfoy con enojo.

–Te prevengo, Malfoy... Una palabra más...

–¡Ron!

Dijo de pronto Hermione.

–¡Harry...!

–¿Qué? ¿Dónde?

Soltaron Pucca y Ron al unísono, mirando hacia Harry. Harry había salido en un espectacular vuelo, que arrancó gritos de asombro y vivas entre los espectadores.

Hermione se puso de pie, con los dedos cruzados en la boca, mientras Harry se lanzaba velozmente hacia el campo, como una bala. Pucca estaba al borde del asiento, su cabello esta vez suelto ondeando por el viento.

–Tenéis suerte, Weasley, es evidente que Potter ha visto alguna moneda en el campo.

Dijo divertido Malfoy, Ring Ring agregando con obvio desdén.

–A ver sí Harry te encuentra una personalidad, Pucca, así Garu tal vez te haga caso.

–¡Cállate, Ring Ring!

Exclamó Pucca con una mezcla de rabia y determinación, sus ojos centelleando mientras mantenía la mirada fija en Garu y Harry. Ring ring sé burló, agregando con crueldad.

–¿Qué? ¿No te gusta la verdad, Pucca? Oh, es cierto, la verdad es que Garu no te querría, aunque tuvieras algo de personalidad. Porque Garu me ama a mí, tú solo eres su entretenimiento.

Ron estalló, mirando con ira a Malfoy. Mientras Pucca también sé ponía de pie, sus ojos grises observando a Ring Ring con furia.

Antes de que Malfoy supiera lo que estaba pasando, Ron estaba encima de él, tirándolo al suelo. Neville vaciló, pero luego se encaramó al respaldo de su silla para ayudar.

Pucca también hizo lo mismo, lanzándose encima de ring Ring. Ambas también comenzando a pelear en el suelo, Pucca transformada en la semidiosa del fuego y Ring Ring transformada en la semidiosa del viento.

–¡Vamos, Harry!

Gritaba emocionada Hermione, subiéndose al asiento para ver bien a Harry, sin darse cuenta de que Malfoy y Ron rodaban bajo su asiento, que Pucca lanzaba bolas de fuego y Ring Ring bloqueaba con sus ráfagas de viento y sin oír los gritos y golpes de Neville, Crabbe y Goyle. En el aire, Snape puso en marcha su escoba justo a tiempo para ver algo escarlata que pasaba a su lado, y que no chocó con él por sólo unos centímetros.

Al momento siguiente Harry subía con el brazo levantado en gesto de triunfo y la mano apretando la snitch, todos gritando con alegría y Garu mostrando una expresión de alivio. Las tribunas bullían, emocionados por el partido que había acontecido.

Aquello era un récord, nadie recordaba que se hubiera atrapado tan rápido la snitch. Sin embargo, Pucca, Ring, Rong, Neville, Crabbe y Goyle ni siquiera prestaban atención.

–¡Ron! ¡Pucca! ¡Ron! ¡PUCCA! ¿Dónde están? ¡El partido ha terminado! ¡Hemos ganado! ¡Gryffindor es el primero!

Hermione bailaba en su asiento y se abrazaba con Parvati Patil, de la fila de delante. Mientras tanto, Ronnie sé transformaba en el dios del amor, estirando su cabello y separando a Pucca de Ring Ring con sus mechones, hablando serio a la de pelo azul que era su media hermana.

–¡Vasta, Ring Ring! ¡¿Eres estúpida o qué?! ¡Debes parar de una maldita vez! ¡No quiero que vuelvas a tocar a sí a mi dulce Pucca!

Ring ring apretó la mandíbula, girando para irse furiosa del lugar cuando Ronnie la liberó de su agarre. Sabía que no podía pelear contra su medio hermano, al ser mayor que ella y ser más fuerte en su forma dios.

Mientras tanto, Jing Jing con sus habilidades de ninja como jefa del clan de ninjas vagabundos. Sé acercó a Ron, Draco, Neville, Crabbe y Goyle para separarlos, en unos cuantos movimientos apartó de una patada a Neville y jaló a Ron de la túnica, tirándolo junto a Neville, mientras levantaba a su novio Draco del suelo.

–Draco, ¿Estás bien?

Draco se sacudió el polvo de la túnica, aún con una sonrisa burlona en el rostro.

–Estoy bien, Jing Jing.

Respondió serio, echándole una mirada condescendiente a Neville y Ron.

–Estos idiotas no pueden hacerme daño."

Ron, con la respiración agitada, intentó levantarse con la ayuda de otro alumno.

–Esto no ha terminado, Malfoy.,

Dijo con tono desafiante, mirando al rubio con furia y a la de pelo negro con molestia. Jing Jing se puso a la defensiva, al ser ninja igual que Garu, sacó una espada para proteger a su novio y dijo firme.

–Sí, Weasley, esto terminó aquí si no quieres que te corte en vez de que Draco te rompa la nariz.

Pucca se percató de aquello, sé liberó de Ronnie, le dio las gracias y corrió hacia Ron y Neville para apartarlos. Llevándolos con Harry y Garu, celebrando con ellos y Hermione de que Gryffindor ganó y sosteniendo a un Neville inconsciente en sus brazos.

Garu y Harry saltaron de su escoba, a centímetros del suelo. No podían creerlo, habían ganado y sin que Garu tuviera que intervenir.

Harry lo había conseguido… El partido había terminado y apenas había durado cinco minutos, había sido un partido corto y muy emocionante. Mientras los de Gryffindor se acercaban al terreno de juego, vio que Snape aterrizaba cerca, con el rostro blanco y los labios tirantes.

Entonces, Harry sintió una mano en su hombro y, al darse la vuelta, se encontró con el rostro sonriente de Dumbledore. Garu siempre a su lado, dio una discreta reverencia como en Sooga le habían enseñado cuando había una figura de autoridad.

–Bien hecho.

Dijo Dumbledore en voz baja, para que sólo Harry lo oyera. Además de Garu, que como gemelo de Harry debía estar siempre con él.

–Muy bueno que no buscaras ese espejo… que te mantuvieras ocupado… excelente…

Snape escupió con amargura en el suelo, alejándose de allí con Tobe detrás de él. Un rato después, Harry y Garu salieron del vestuario para dejar sus Nimbus 2000 en la escobera.

No recordaban haberse sentido tan contentos, no después de que a ambos les regalaran las espadas, las fotos de sus padres y de sus antepasados y la capa de invisibilidad. Habían hecho algo de lo que podían sentirse orgullosos, haciendo que Harry sonriera de par en par porque Garu le decía alegre.

–Lo hiciste bien, hermanito, con tu destreza serías un gran ninja.

Harry sabía que ya nadie podría decir que era sólo un nombre célebre, si no que había logrado una Azaña imposible y hasta su hermano Garu lo consideraba un digno ninja si lo quisiera ser. El aire del anochecer nunca había sido tan dulce, sobre todo porque Garu lo acompañaba con gesto animado.

Anduvieron por la hierba húmeda, reviviendo la última hora en sus mentes, en una feliz nebulosa: los Gryffindors corriendo para llevarlo en andas, Pucca, Ron y Hermione en la distancia, saltando como locos, Ron vitoreando en medio de una gran hemorragia nasal, Pucca con raspaduras en los brazos y con el labio partido…

Harry llegó a la cabaña, su hermano Garu siempre a su lado. Se apoyaron contra la puerta de madera y miraron hacia Hogwarts, cuyas ventanas despedían un brillo rojizo en la puesta del sol. Gryffindor a la cabeza, todo gracias a Harry James Potter.

Él lo había hecho, le había demostrado a Snape… Y hablando de Snape… Una figura encapuchada bajó sigilosamente los escalones delanteros del castillo, llamando la atención de Garu y de Harry Potter al instante.

Era evidente que no quería ser visto dirigiéndose a toda prisa hacia el bosque prohibido, lastimosamente para él los hermanos Potter sé habían fijado. La victoria se apagó en la mente de Harry, mientras observaba junto a su hermano serio de ojos más neutrales.

Reconocieron a la figura que se alejaba, no había manera de como negar que era él. Era Snape, escabulléndose en el bosque, mientras todos estaban en la cena… ¿Qué sucedía?

Harry saltó sobre su Nimbus 2000 y se elevó, su hermano le hizo señas para decirle que él iría a escondidas por el bosque como el ninja silencioso que era. Deslizándose silenciosamente sobre el castillo, vio a Snape entrando en el bosque.

Lo siguió, viendo a su hermano pasar entre las ramas de los árboles. Los árboles eran tan espesos que no podía ver adónde había ido Snape, pero sí podía distinguir con dificultar la sombra veloz de su gemelo Harry.

Voló en círculos, cada vez más bajos, rozando las copas de los árboles, hasta que oyó voces. Se deslizó hacia allí y se detuvo sin ruido, sobre un haya, Garu también parado en ese árbol al mismo nivel que Harry solo parado en una rama.

Con cuidado se detuvo en una rama, sujetando su escoba y tratando de ver a través de las hojas. Garu también estaba junto a él, parado en las ramas del árbol en donde estaba cerca Harry.

Abajo, en un espacio despejado y sombrío, vieron a Snape. Pero no estaba solo, un detalle que sorprendió a los dos gemelos. Quirrell también estaba allí. Harry no podía verle la cara, pero tartamudeaba como nunca. Harry se esforzó por oír lo que decían, un detalle que desconcertó a ambos Potter.

–… n-no sé p-por qué querías ver-verme j-justo a-aquí, de entre t-todos los llugares, Severus…

–Oh, pensé que íbamos a mantener esto en privado.

Dijo Snape con voz gélida.

–Después de todo, los alumnos no deben saber nada sobre la Piedra Filosofal. Y tú metiste a esto a la chica Ryddle, a mi hijo, la señorita Malfoy King y al chico Cheng.

Harry se inclinó hacia delante, Garu bajó una rama para escuchar mejor. Quirrell tartamudeaba algo y Snape lo interrumpió.

–¿Ya has averiguado cómo burlar a esa bestia de Hagrid?

–P-p-pero Severus, y-yo…

–Tú no querrás que yo sea tu enemigo, Quirrell.

Dijo seco Snape, dando un paso hacia él.

–Y-yo no s-sé qué…

–Tú sabes perfectamente bien lo que quiero decir.

Una lechuza dejó escapar un grito y Harry casi se cae del árbol, Garu se quedó quieto, él inmutado como sí ya estuviera acostumbrado aquello. Harry Se enderezó a tiempo para oír a Snape decir, mientras su hermano lo sujetaba para que no volviera a casi caerse:

–… tu pequeña parte del abracadabra. Estoy esperando.

–P-pero y-yo no…

Intentó protestar Quirrell.

–Muy bien.

Lo interrumpió Snape.

–Vamos a tener otra pequeña charla muy pronto, cuando hayas tenido tiempo de pensar y decidir dónde están tus lealtades.

Se echó la capa sobre la cabeza y se alejó del claro, alejándose por el claro hacia el castillo. Ya estaba casi oscuro, pero Harry y Garu pudieron ver a Quirrell inmóvil, como si estuviera petrificado.

–¿Harry, Garu, dónde estaban?

Preguntó Hermione con voz aguda.

–¡Ganamos! ¡Ganamos! ¡Ganamos!

Gritaba alegre Ron y Pucca, al tiempo que Ron le daba palmadas a Harry en la espalda. Mientras Pucca abrazaba a Garu, girando con él y mareando al ninja.

–¡Y yo le puse un ojo negro a Malfoy y Neville trató de vencer a Crabbe y Goyle él solo! Todavía está inconsciente, pero la señora Pomfrey dice que se pondrá bien.

–Sí, yo peleé con ring Ring en las gradas, le quemé un poco con mis poderes de semidiosa, pero creo que ya sé está curando sola con ayuda de Ronnie.

Dijo alegre Pucca, Ron sin dejar de hablar con alegría.

–Todos te están esperando en la sala común, vamos a celebrar una fiesta, Fred y George robaron unos pasteles y otras cosas de la cocina…

–Ahora eso no importa.

Dijeron Harry y Garu sin aliento.

–Vamos a buscar una habitación vacía, ya veréis cuando oigáis esto...

Se aseguraron de que Peeves no estuviera dentro antes de cerrar la puerta, y entonces Harry les contó lo que había visto y oído junto a Garu, mientras él solo trataba de examinar las heridas de Pucca.

–Así que teníamos razón, es la Piedra Filosofal y Snape trata de obligar a Quirrell a que lo ayude a conseguirla. Le preguntó si sabía cómo pasar ante Fluffy y dijo algo sobre el «abracadabra» de Quirrell... Eso significa que hay otras cosas custodiando la Piedra, además de Fluffy, probablemente cantidades de hechizos, y Quirrell puede haber hecho algunos encantamientos anti-Artes Oscuras que Snape necesita romper...

–¿Quieren decir que la Piedra estará segura mientras Quirrell se oponga a Snape?

Preguntó alarmada Hermione.

–En ese caso no durará mucho.

Dijo serio Ron.