Disclaimer: Todo lo que podáis reconocer pertenece a J.K.Rowling.
……
Después de desayunar unos tristes bollos que Draco había robado de una panadería en el pueblo de Inverness se dispusieron a seguir su camino. Hermione aún se sentía débil pero no podían permanecer en el mismo lugar ya que podrían encontrarlos; se adentraron en los bosques de la zona dejando atrás el pueblo de Inverness.
Draco no podía aparecerlos en ningún sitio, el esfuerzo que había hecho al llevarlos allí había agotado su magia hasta un nivel extremo y al no descansar adecuadamente ni alimentarse no quería arriesgarse a provocar una despartición en algunos de ellos la cual no podrían sanar adecuadamente.
Así que la única manera de seguir su camino era a pie, buscando refugio cuando cayese la noche y volver a continuar al día siguiente.
Cuando llevaban casi medio día de camino se adentraron en una gran llanura. Los carteles informativos para turistas hicieron que Hermione abriese los ojos de satisfacción: estaban en Cullodem; donde se había desarrollado la gran batalla en 1745, la última batalla en suelo británico.
Mientras avanzaban, Hermione miraba fascinada las piedras que rememoraban a los clanes que habían luchado y perecido por liberar su tierra de los ingleses.
-Esto es maravilloso…- los ojos de Hermione brillaban de una forma especial-.
-¿Cuatro piedras con apellidos?- Draco río por lo bajini-.
-Para tu información estás piedras con apellidos como tú las llamas simbolizan el coraje de los clanes que lucharon aquí por liberar a su tierra. La batalla de Culloden fue el choque final entre Jacobitas y la casa Estuardo marcando así el final…
-Si si Granger. No estamos en clase, ahórrate tus sermones de historia muggle.- Hermione soltó un gruñido y alzó su cabeza provocando una sonrisa en Draco-. Ya sé que fue el final de la casa Estuardo, que fue el final de los clanes por manos de Cumberland y que…
-¿Cómo sabes todo eso? – Hermione estaba impresionada ante él conocimiento de Draco en historia muggle; éste se encogió de hombros ante la pregunta de la chica-.
-Me gusta leer; Escocia es uno de mis lugares favoritos en el mundo y siempre he tenido curiosidad por esta tierra tan reivindicativa.- Draco se giró hacia la chica y sonrió; Hermione casi se cae al ver esa deslumbrante sonrisa- ¿Sorprendida?
-Eh…si…no te hacía leyendo algo que tenga que ver con mi mundo…osea algo muggle.
-No me conoces Granger- la sonrisa que hacia unos segundos deslumbraba a Hermione se esfumó de golpe del rostro del rubio-. Sigamos, se hace tarde.
-¿Hacia donde vamos Malfoy? Aún no me lo has dicho…
-A Howarts.
Hermione lo siguió en silencio. No tenía ni idea de por qué se dirigían a Howarts pero seguro que desde allí podría comunicarse con Harry y Ron. La profesora Mcgonagall podría ayudarla y estaba segura que a Draco también; él la había salvado así que ahora lo convertía en un traidor ante Voldemort, tenía que buscar asilo y protección en el lado opuesto a su lucha. No podrían oponerse, no después de haberla sacado de Malfoy Manor y haber desertado de esa manera pero…¿Era eso lo que Draco quería o simplemente iba a dejarla a ella allí?
Y si pensaba dejarla allí…¿Dónde iría él? ¿Estaría bien si se iba sólo?
¿Cómo iba a escapar él solo de Voldemort?
Ella era la culpable de que él tuviese que huir para salvar su vida…no podía dejarlo sólo.
……
……….
Empezaba a anochecer y aún no habían encontrado donde pasar la noche. El viento mecía las copas de los árboles fuertemente y unas gotas de lluvia comenzaron a caer sobre ellos; comenzaron a correr buscando donde resguardarse pero en ese bosque solo había árboles y más árboles. Ni una cueva, ni una cabaña abandonada…nada.
Hermione suspiró al recordar su bolsito de cuentas y la tienda de campaña que había en él pero cuando la atraparon los carroñeros debió quedarse tirado en el suelo del bosque de Dean.
La lluvia caía fuertemente sobre ellos, empapando todas sus ropas. El pelo de Hermione se le había pegado a la cara y su ropa, totalmente empapada y pegada a su cuerpo hacia que sus curvas se acentuarán más.
Draco se había quedado embelesado mirando como la camiseta blanca de algodón totalmente mojada no dejaba nada a la imaginación.
-¿Me estás escuchando?- Hermione estaba con los brazos en jarra mirándolo como si estuviese regañándole-.
-¿Qué decías?- dijo el rubio con voz ronca, rezando a Merlín, Circe y Morgana porque la chica no se hubiese dado cuenta que su falta de oído se debía a que se había quedado hipnotizado mirando sus pechos tras la camiseta mojada-.
-Que si me prestas tu varita-Draco dudó un segundo; el jamás prestaba su varita, era un acto muy personal e íntimo.- Vamos Malfoy, ¿No confías en mí?
Draco no supo si fue por las ropas mojadas pegadas al cuerpo de la chica, por su boca entreabierta mientras la lluvia caía sobre su rostro o por la intensidad de sus ojos castaños cuando formuló la pregunta, pero antes de haber reaccionado había extendido su mano entregando su varita; la única que poseían, su única arma a Hermione Granger.
-Dame tu capa- Draco la miró confundido-.
-Si lo que quieres es verme desnudo hay otras form…
-¡Por favor Malfoy! – dijo la chica interrumpiéndolo- lo último que me apetece ahora mismo es ver tu cuerpo desnudo.
Draco le entregó la capa y la chica murmuró unos hechizos transfigurándola en una pequeña tienda de campaña. ¿Cómo no se le había ocurrido a él antes? Ya sabía la respuesta, porque él no era el mago más brillante de su generación…El grito de júbilo que lanzó Hermione le hizo salir de sus pensamientos.
-¡Vamos! Es pequeña pero servirá para esta noche. – Hermione le entregó su varita y se metió dentro de la tienda de campaña con una sonrisa en los labios-.
Cuando Draco se introdujo se quedó totalmente sorprendido. Realmente Hermione Granger era la bruja más inteligente que había conocido. Su capa ahora era una tienda de campaña con dos estancias separadas: un pequeño comedor con cocina y una habitación con una cama. Solo una cama…¿Lo habría hecho a propósito?
Hermione se quedó mirándolo y se sonrojó de inmediato al ver como Draco había pasado la mirada en la única cama que había.
-Lo siento, solo conozco los hechizos individuales; No sabía cómo conjurar dos habitaciones con camas separadas- Draco la miró y vio como la chica estaba totalmente sonrojada.- puedo dormir en el comedor, cogeré una almohada y…
-No es necesario Granger- dijo Draco sonriendo como un niño pequeño que acaba de realizar una travesura- es suficientemente grande, prometo no volver a "manosearte" mientras duermes.
-Bien…¿Podrías lanzarme un hechizo de secado? – Draco asintió a regañadientes; se veía espectacular con la ropa y el pelo mojado pero no podía dejarla así o se enfermaría así que realizó un hechizo de secado y seguidamente se secó su ropa y cabello-.
Una vez con la ropa seca y en el interior de la tienda, ya relajado después de lanzar los hechizos de protección; cayó en la cuenta que llevaban todo el día sin comer: desde esos bollos del desayuno no habían probado bocado y su estómago comenzó a rugir como para avisarle de que estaba ahí, esperando por la comida.
-Granger…- Hermione se volteó a mirarlo mientras trenzaba su cabello- ¿No podrías conjurar algo de comida? Siendo tan inteligente como eres…algo podrás hacer ¿No?
-Deberías saber de sobra las cinco excepciones de la Ley de Gamp…es algo que se estudia en primero de Transformaciones- dijo la chica poniendo los ojos en blanco-.
-Solo quería comprobar que te sabías la Ley al dedillo- dijo Draco mientras se carcajeaba saliendo de la tienda- vuelvo enseguida, quizás encuentre algunas setas por aquí-.
Mientras recogía setas, se le vino a la mente a Granger desnuda; encima de él y gimiendo de placer mientras recitaba las cinco excepciones de la Ley de Gamp con esa cara de sabelotodo que ponía en clase mientras él la penetraba una y otra vez.
Hoy va a ser una noche muy larga…Salazar ayúdame a controlar estos impulsos…
