Pase señor Raditz- dijo uno de los empleados de Vegeta en cuanto el susodicho entraba en la casa. Se sorprendió al notar que Vegeta estaba allí, al menos quien le había abierto la puerta le había dicho eso.

Entró y se dirigió al cuarto de Vegeta, los empleados lo dejaron entrar ya que sabían que era su amigo. Al entrar lo encontró dormido en su cama.

Vegeta-le habló, notó que su amigo seguía dormido. Le parecía extraño que estuviera dormido todavía, hace rato que debía haber ido a trabajar.

Vegeta se despertó luego de que su amigo volviera a llamarlo, aun se sentía cansado.

¿Qué pasó?-preguntó confundido al verlo allí, era extraño que él se metiera en su casa así.

¿A ti qué te pasó? No fuiste a trabajar ni apareciste ayer en el bar- dijo Raditz confundido, era extraño que su amigo se comportara de esa forma.

Le dije a Uranai que avisara que no iba a ir, ayer tuve un día difícil- dijo Vegeta como respuesta. Notó que todavía tenía marcas del día anterior en el brazo de las algas que lo habían envuelto y la tapó con la manga de su camiseta.

¿Qué te pasó ayer?- preguntó interesado, aunque no parecía que su amigo tuviera tantos ánimos de hablar.

Vegeta iba a responder con alguna mentira hasta que los dos escucharon a Uranai avisar que había visitas. Vegeta se puso una camisa y se dirigió a ver quién era. Mucha fue su sorpresa al encontrar a sus padres en el comedor de su casa.

Buenos días cariño, Uranai nos avisó que estabas algo decaído hoy y vinimos a verte-dijo su madre como saludo, se dirigió a abrazar a su hijo de inmediato ya que llevaba un tiempo sin verlo.

Tenía razón, te ves terrible- dijo su padre a su vez. Vegeta hizo una mueca de fastidio al escucharlo, ya de por sí no le agradaba que lo visitaran sin avisarle.

¿Por qué no me dijeron que iban a venir?- les reprochó, Raditz salió de su cuarto y saludó rápidamente a los padres de Vegeta, ya los había visto en otra ocasión.

Te llamé ayer y no entraban las llamadas- respondió su madre- Aun así yo no necesito permiso para visitar a mi hijo, si estas mal vendré a verte- le aseguró.

No estoy decaído solo estaba cansado para trabajar hoy- se justificó, aunque estornudó poco después de decir eso. Probablemente eran las consecuencias de todo el estrés que había sentido el día anterior, además de que había estado bajo el agua helada por horas.

Suenas enfermo, menos mal que vinieron- dijo Raditz como comentario- Yo también te llamé y no respondiste ¿Y tu celular?- preguntó intrigado.

Vegeta recordó fugazmente que había arrojado su celular a la basura justo antes de ir a bañarse, lo había olvidado.

Ayer lo tiré, lo rompí por accidente- se excusó. Sus padres y Raditz lo miraron pensativos, parecía que Vegeta estaba actuando un poco raro esos días.

Luego iré a comprar otro por ti ya que te sientes mal, no puedes andar sin celular- dijo su madre como aviso- luego vas a quejarte si no te aviso que vengo, no puedo hacerlo si rompes tu teléfono- le reprochó.

¿Cómo lo rompiste? Qué extraño- dijo Raditz confundido- Bueno, si estas enfermo me voy. Luego me cuentas qué te sucedió ayer- le advirtió- le dejaré mi número a Uranai para cuando tengas el celular nuevo- le avisó.

Gracias por venir a verlo-dijo la madre de Vegeta sonriente, usualmente el amigo de su hijo era atento con él.

Faltas al trabajo por un resfriado, lo que faltaba- dijo el padre de Vegeta como reproche.

Vegeta no le digas eso, no se ve bien- dijo la madre de Vegeta, realmente el susodicho no se veía como si se sintiera muy bien.

Si van a molestarme váyanse- dijo Vegeta con molestia, usualmente no los invitaba por cosas así. Aunque tampoco les iba a decir del dolor que tenía por la presión que aquellas algas habían ejercido en su cuerpo o el dolor de cabeza que todavía le duraba del día anterior. Creía que se debía a la presión que había en el fondo del mar.

Ya que pudimos encontrarte nos quedaremos a cuidar de ti, tu papá no tiene trabajo hoy y ya hace tiempo queríamos verte- dijo su madre sonriente- No te molestes, te cocinaré algo que hará que te sientas mejor ¿Quieres?- dijo con amabilidad.

Deja de consentir a este mocoso Sayuri, no se está muriendo-le reprochó el padre de Vegeta mientras golpeaba con su mano abierta la espalda de Vegeta.

Vegeta cayó al suelo al sentir el golpe, todavía sentía dolor en gran parte del cuerpo además del mareo que tenía desde que había salido del mar el día anterior. Estar allá abajo tanto tiempo le había pasado factura a su cuerpo a pesar de que estaba en forma.

Vegeta- dijo Sayuri preocupada al ver a su hijo en el suelo, el padre de Vegeta miró confundido su propia mano pensando si lo había golpeado muy fuerte- ¿Estás bien?- preguntó mirando a su hijo con preocupación.

Sí, estoy un poco mareado hoy- se excusó Vegeta mientras se ponía de pie. Realmente sentía que la cabeza le daba vueltas, todavía no había podido recuperarse de la presión que había sentido en su cabeza, el dolor lo estaba molestando más de lo que podía decir.

Ve a llevarlo a su cuarto, y no lo golpees de nuevo- le reprochó Sayuri a su esposo, él obedeció de inmediato mientras acompañaba a su hijo al cuarto en el que solía dormir.

Acuéstate-le ordenó su padre una vez que estuvieron allí, Vegeta frunció el ceño.

Estoy bien, no tienen que quedarse. Tengo cosas qué hacer hoy-dijo Vegeta con fastidio, si bien no se sentía bien al menos podía adelantar algunas cosas del trabajo hasta que llegara la tarde.

Tu madre dijo que te acuestes, ya sabes que no hay que contradecirla- le recordó su padre con seriedad- No tienes buen semblante, será mejor que descanses hoy- comentó.

Vegeta resopló y se sentó en la cama, le molestaba mucho que el altercado en el mar el día anterior le hubiera afectado tanto. Ni siquiera había tenido mucho tiempo para pensar en ello.

Acuéstate- le ordenó su padre con seriedad, Vegeta resopló con enojo mientras lo hacía. Eso era otra cosa que le molestaba de cuando ellos iban, solían hacer ese tipo de cosas de padres que eran muy irritantes- Ya habrá tiempo para el trabajo mañana, siempre haces todo en orden- le recordó.

Ya lo sé -respondió Vegeta con cansancio, se acomodó en la cama mientras se dejaba llevar por su fatiga. Tal vez había sido una mala decisión no salir de la casa ese día, a ese paso no podría ir a la playa en la tarde.

Luego de un rato, la madre de Vegeta preparó una deliciosa comida casera para que los tres pudieran comer. Aunque Sayuri había llamado también a Uranai para que no almorzara sola en el comedor.

¿Qué estuviste haciendo cariño? Te ves muy guapo y bronceado- le preguntó Sayuri, ella, Uranai y su padre estaban comiendo en una mesa plegable que habían llevado al cuarto de Vegeta mientras que él estaba en la cama como una pequeña mesa para esos casos.

Nada relevante, solo voy al trabajo y a veces a la playa- respondió Vegeta con naturalidad, después de todo ellos sabían que él solía hacer eso a veces.

El joven Vegeta visita la playa prácticamente todos los días-comentó Uranai, Sayuri la miró sorprendida al escuchar eso.

¿En serio? Con razón tu bronceado se ve tan perfecto- mencionó Sayuri, volteó a mirar al padre de Vegeta- Tu también deberías ir de vez en cuando cariño, mira lo bien que se ve la piel de Vegeta- mencionó.

Yo no tengo tiempo para esas cosas- respondió el padre de Vegeta antes de comer otro bocado.

Voy después del trabajo cuando lo hago- mencionó Vegeta- También usé el barco la otra vez para ir con Raditz y su hermano al mar- comentó. Sayuri sonrió al escuchar que le estaba contando eso, no le agradaba la idea de que su hijo estuviera tan solo, era por eso que trataba de visitarlo regularmente.

¿Y a dónde fuiste ayer? Raditz mencionó algo de eso-preguntó Sayuri recordando lo que el amigo de su hijo había dicho.

Fui al mar, estaba usando el barco que compré hace poco- mencionó, Sayuri lo miró sorprendida al escuchar eso.

¿Fuiste a investigar fauna marina solo?- preguntó Sayuri pensativa, sabía bien que a su hijo le interesaban mucho esas cosas.

Sí, pero en la tarde tenía que ir a reunirme con Raditz en un bar y no fui, se me pasó la hora- mencionó Vegeta con naturalidad, no iba a contar todo lo que había sucedido el día anterior ya que creerían que estaba loco.

Tal vez por eso te enfermaste, ayer en la tarde ya hacía frío- mencionó Sayuri- Qué lástima que no fuiste al bar, me gustaría que tuvieras más amigos- mencionó.

O consigue una novia- agregó el padre de Vegeta, Sayuri hizo una mueca al escuchar eso.

¿A qué hora se van?-preguntó Vegeta con fastidio, Uranai estaba escuchando todo con una expresión neutral ya que no quería quedar mal con ninguno de las dos partes respecto a esa conversación.

Creo que el asunto de tener novia será más complicado, no cualquier chica podría estar con mi hijo- mencionó Sayuri-Todavía no nos vamos a ir, quiero cerciorarme de que estés mejor-le aclaró.

Solo deja eso de la fauna marina y consigue una chica- opinó el padre de Vegeta mirando a su hijo. Solía pensar que Vegeta sólo debería concentrarse en su trabajo y formar una familia.

¿Por qué vinieron a comer aquí?- preguntó aún más molesto por sus comentarios, era algo incómodo para él que hubiera tanta gente en su cuarto.

Hace mucho no te vemos, disfrutaré cada segundo- le aseguró Sayuri- Tengo que ver que estés bien, además ahora ni siquiera puedes responder mis llamadas- dijo recordando que Vegeta no tenía celular.

Si quiere yo puedo ir a comprar un celular para el joven Vegeta, ya que no hice mis tareas de la cocina hoy-sugirió Uranai. Sayuri sonrió al escuchar su ofrecimiento.

Realmente eso sería muy útil, así yo podría pasar más tiempo con mi hijo para aprovechar el día hoy ya que él me evade y no me llama- dijo mirando de reojo a Vegeta- Me harías muy feliz si lo hicieras Uranai- dijo con amabilidad.

No hay problema señora Sayuri, es mi forma de agradecerle esta comida tan deliciosa- respondió la mujer mayor con el mismo tono.

¿Verdad que salió delicioso? Y no lo digo solo porque yo lo hice-dijo Sayuri con orgullo de su habilidad culinaria. Miró a su hijo y él asintió, ya lo había visto comer un plato entero de su comida.

Luego de que pasaran algunas horas allí, Vegeta comenzó a mejorarse gradualmente. Su dolor de cabeza mejoró considerablemente, aunque tenía la temperatura algo alta.

Qué bueno que te compré este termómetro- dijo Sayuri mientras lo observaba detalladamente, estaba sentada al borde de la cama de Vegeta- Todavía debes descansar cariño, tu temperatura no se ha normalizado aún- le avisó.

Ya he tenido fiebre antes, no hace falta que te quedes- dijo Vegeta mientras se volvía a acostar, Sayuri sonrió mientras acariciaba el cabello de su amado hijo.

Pero quiero quedarme, no estaré tranquila si me voy y no estas mejor-le respondió ella con tranquilidad- además siempre estas solo aquí, no creo que te haga daño que te cuide un día- mencionó pensativa. Sabía que su hijo era muy independiente, pero ella solía preocuparse a menudo por él.

Ya soy adulto, puedo cuidarme solo- le aseguró, Sayuri lo tapó con una manta para que no tuviera frío.

Sí, pero para mi siempre vas a ser mi pequeño y si puedo venir a cuidar de ti lo haré-le dijo sonriente- No tiene nada de malo que tu madre te consienta de vez en cuando- mencionó con un tono cálido.

Se puso de pie ya que quería ir a buscar unos paños fríos para tratar de bajar la fiebre que Vegeta tenía. Aunque se detuvo al mirar por la ventana, vio la hermosa vista de la playa que podía apreciarse a través de ella.

Siempre olvido que tienes esta hermosa vista desde tu ventana, fue una buena decisión comprar esta casa con una ubicación tan bonita- mencionó Sayuri sonriente, se dirigió al comedor para ir por lo que quería buscar.

Vegeta se puso de pie apenas la vio irse y se asomó a la ventana, la tarde ya se estaba aproximando.
No creía poder salir a la playa ese día, aunque lo ansiaba más que nada podría ser peligroso que lo intentara en caso de que Bulma pudiera estar allí, su madre podría verla.

Miró el paisaje por algunos segundos antes de volver a su cama, el dolor de cabeza todavía lo estaba molestando un poco.

Su madre volvió con los paños para la fiebre y luego de colocárselos lo dejó solo para que pudiera descansar un rato. Luego de una hora volvió con más paños, después de poner uno en su frente miró la ventana un poco extrañada.

Vaya, desde aquí se ve un barco pesquero- dijo Sayuri pensativa, desde donde estaba parada podía ver por la ventana del cuarto de su hijo.

¿Un barco pesquero?-preguntó Vegeta confundido, se dirigió a mirar por la ventana aunque su madre lo regañó por levantarse de la cama. No era usual que los barcos pasaran por allí, esperaba que no hubiera sirenas cerca, recordaba que además de Bulma había muchas más aunque ella parecía ser la que más frecuentaba la superficie.

¿No suelen pasar por aquí? Tal vez podría conseguir pescado fresco para la cena hoy- dijo Sayuri pensativa, le parecía una buena opción.

No he visto ninguno desde que me mudé aquí, mucho menos a esta hora- dijo Vegeta como respuesta.

No es importante aun así, deberías acostarte de nuevo cariño, aun no estas curado aunque tu fiebre ya haya bajado un poco- le mencionó su madre como recomendación.

Ya estoy mejor, no hace falta- respondió Vegeta, por alguna razón tenía un mal presentimiento.

Si te acuestas un rato más puedo preparar un pastel, hace mucho no te cocino y además te ves muy delgado ¿Sueles comer bien? Tal vez por eso te enfermaste- dijo Sayuri como observación.

Uranai siempre prepara las comidas, no tengo inconvenientes con eso - le mencionó Vegeta, Sayuri asintió.

Iré a hacer el pastel, así tendrás con qué desayunar mañana- le avisó ella sonriente- Acuéstate de nuevo hasta la cena, luego puedes ir a comer conmigo y tu papá si estás mejor-le sugirió. Vegeta asintió antes de que ella se fuera.

Se asomó a la ventana nuevamente apenas ella cerró la puerta, pudo ver una luz brillante en el mar ya que ya estaba muy cerca de oscurecer. Se preguntó si eso no podría ser el cabello de Bulma, aunque el resplandor era blanco en lugar de azul como el cabello de la sirena.

Sin pensarlo demasiado salió al balcón de su habitación para poder cerciorarse de que efectivamente el brillo estaba allí. Pudo verlo con un poco más de claridad y efectivamente había algo brillante que se movía en el mar, aunque no sabía qué era.
Se cuestionó internamente por lo que planeaba hacer ¿Sería una mala idea escaparse de su cuarto mientras sus padres estaban allí pendientes de él?

Tenía un mal presentimiento desde que la tarde se había hecho presente que le indicaba qué era lo que debía hacer. Se decidió a cerrar con cerrojo su puerta ya que en caso de que su madre quisiera ir a buscarlo nuevamente dentro de poco no podría entrar al cuarto con el cerrojo que la misma tenía desde adentro.

Se dirigió a salir por la puerta que daba a la playa antes de cerrar el balcón para que nadie pudiera salir por allí. No quería correr más riesgos por más que ya estuviera haciéndolo al salir de ahí sin avisar.

Bajó las escaleras y se dirigió a la playa de inmediato, no tardó mucho en llegar ya que estaba a unos metros de su casa. Al acercarse pudo ver con mas claridad la luz brillante y blanca que aparecía en el mar. Pudo notar por el brillo que se reflejaba en el agua que provenía del cabello de una sirena, aunque no parecía que fuera Bulma.
Inmediatamente luego de notarlo, también vio al barco que estaba a una distancia considerable de la costa.

Vio que la luz comenzó a acercarse hacia donde él estaba aunque no parecía que se aproximara directamente a él ya que estaba yendo de un lado a otro. De repente, vio a la sirena en cuestión sacar la cabeza del agua, la conocía.

¿Qué voy a hacer?-preguntó con nerviosismo la sirena en cuestión mientras nadaba. No notó que Vegeta estaba mirándola desde la playa.
Él se había acercado a otra parte cerca de su casa que daba acceso a una parte más profunda que la que estaba justo frente a su casa.

Oye ¿Necesitas ayuda?-preguntó Vegeta desde donde estaba, ella levantó la vista ya que Vegeta estaba en una parte más elevada porque en esa zona había algunas rocas además de arena.

Ahhh-gritó ella antes de ocultar gran parte de su cara y alejarse un poco, aunque notó que un humano era el que le había hablado.

No te voy a hacer daño, te vi antes. Eres amiga de Bulma ¿No?-preguntó, recordaba que esa era la sirena que había distraído a Zarbon para que Bulma pudiera ayudarlo a escapar del fondo del mar. Aunque no había podido hablar con los amigos de Bulma ya que se habían ido muy rápido a llevarlo a la superficie apenas se habían encontrado.

¿Tú eres ese humano?-preguntó ella sacando su cara del agua- ¿El que habla con Bulma?-preguntó dubitativa, Vegeta asintió.

Me llamo Vegeta- le informó- Te vi antes, tu distrajiste a ese tritón cara de lagartija para que pudiera escapar- mencionó, Cheelai asintió- ¿Cómo te llamas? ¿Pasa algo para que estés en la superficie?-preguntó, le parecía extraño que Bulma no estuviera allí y ella si.

Sí, yo lo hice. Me llamó Cheelai- le mencionó- Sí pasa algo, no se si tu puedes ayudarme. Bulma y yo vinimos a la superficie porque ella quería venir a ver si estabas aquí. Justo estábamos viendo que los peces sombríos no estuvieran vigilándonos, íbamos a esperar un rato más pero ese artefacto humano la capturó-dijo señalando al barco a la distancia.

Vegeta la miró sorprendido al escuchar eso, no esperaba que algo así pudiera suceder.

Quiero ir a pedir ayuda al fondo del mar pero podrían irse hasta que vuelva y no sé qué hacer- dijo Cheelai preocupada.

Tal vez no se dieron cuenta que la capturaron, los humanos suelen buscar peces- dijo Vegeta pensativo, sabía que usaban grandes redes bajo el agua y además era casi de noche- Hay que ayudarla- dijo de inmediato. Comenzó a correr al borde la playa y Cheelai lo siguió nadando por el borde.

¿A dónde vas?- le preguntó confundida.

Voy por mi barco, el artefacto humano, hice que lo recuperaran hoy ya que quedó abandonado ayer- le mencionó mientras seguía corriendo, Cheelai lo seguía fácilmente ya que nadaba muy rápido- Iré por ella, tú pide ayuda a quien puedas. No la perderé de vista- le aseguró.

Cheelai lo miró con cierta desconfianza mientras pensaba qué debía hacer.

¿Y yo como se que vas a hacerlo? Si tu no lo haces la perderé- lo cuestionó, Vegeta se detuvo al escucharla. Faltaba poco para llegar al muelle donde estaba su barco, todavía podía ver el barco que tenía a Bulma a la distancia- Puede que ella haya confiado en ti, pero los humanos no son criaturas leales- mencionó.

Si te quedas sin hacer nada la perderás de todas formas- le aseguró Vegeta- Yo confío en ella, ella me salvó ayer. Debo compensárselo de alguna forma- agregó, Cheelai se sorprendió al escuchar esas palabras.

Bien, iré por ayuda. No te atrevas a perderla- le pidió con tono firme, Vegeta asintió y siguió corriendo hasta el muelle.
Apenas llegó el tipo que cuidaba el muelle habitualmente lo saludó, pero procedió a subirse al barco de inmediato para salir lo antes posible. No sabía cuánto tiempo tenía para poder ayudarla.

Señor Vegeta- escuchó a lo lejos desde el muelle ya que el hombre lo había llamado al ver que salía tan rápido. Pudo ver sus cosas en la mesa de la cubierta del barco tal y como las había dejado antes de que lo secuestraran.
Mientras el barco seguía su curso buscó sus binoculares para poder ver el barco adecuadamente. Se extrañó al no encontrarlos en ninguna parte.

¿Dónde están?- se preguntó confundido, aunque le restó importancia al asunto para volver a concentrarse en seguir al barco.

Luego de algunos minutos pudo alcanzarlos, afortunadamente el barco no se había movido. Al parecer los hombres en él estaban pescando por su cuenta aún en la proa mientras que tenían sus redes en la popa.

Vio que lo vigilaban de reojo ya que su barco no estaba tan lejos del suyo mientras trataba de ver si Cheelai ya había regresado, aunque no creía que se atreviera a aparecerse frente a otros humanos. Sería mejor que se encargara de ese asunto por su cuenta antes de que se llevaran a Bulma y notaran que era una sirena.

Mientras acercaba aún más el barco trató de ver si era verdad que Bulma estaba allí, aunque no pudo verla por completo si llegó a ver sus escamas moradas brillar en la cubierta de la popa. No podía permitir que estuviera allí más tiempo o podría morir si estaba más tiempo fuera del agua.

Una vez que el barco estuvo lo suficientemente cerca pensó en algo rápido para decirles, aunque sabía que sonaba estúpido podía funcionar. Los marineros allí lo miraron confundidos al verlo tan cerca de su barco pesquero.

Disculpen, quería avisarles que capturaron a una mujer en su pesca con la red-les avisó con el tono elevado para que pudieran escucharlo, el viento y el sonido del mar podían hacer que fuera difícil oír correctamente.

¿Una mujer dices?-preguntó uno de lo pescadores intrigado al escuchar lo que el hombre le decía. Volteó a ver a la popa rápidamente, aunque no podía ver bien desde allí dado que la cabina del barco se lo impedía y estaba algo oscuro.
Aunque se extrañó por no haber escuchado grito alguno provenir desde allí.

Sí, es una mujer con cola de sirena, siempre se disfraza de una y se mete al mar-mintió, sería más difícil que pudieran descubrirla si al menos creían que estaba loca o algo por hacer cosas tan extrañas.

No se ha escuchado nada desde que comenzamos a pescar ¿Estás seguro?-le preguntó nuevamente el pescador.

Sí, ella no puede hablar- les aclaró con un tono elevado aún, los pescadores lo miraron asombrados por lo que había dicho. Al menos no era tan extraño que pudiera haber alguien con algún tipo de discapacidad así, no sería descabellado que le creyeran- Necesito llevarla a su casa- les pidió, aunque para una chica normal estar entre tantos peces podría ser bastante desagradable.

Claro amigo, iremos al muelle y allí puedes llevártela-le sugirió el pescador- No queríamos molestar a tu novia disculpa-se excusó el pescador nuevamente.
Vegeta lo miró algo confundido al escuchar que había pensado que Bulma era su novia, pero prefirió dejarlo pasar y recuperarla lo antes posible.

Siguió al barco pesquero hasta el muelle donde los dos barcos pararon de inmediato, Vegeta se bajó primero para poder ir tras ella.
Los pescadores lo dejaron ir a buscarla, Vegeta les explicó que ella no podía caminar con el disfraz de sirena así que la cargaría fuera de allí para bajarla y ellos aceptaron a pesar de que les parecía algo extraño.
Bulma sonrió enormemente al verlo llegar a su rescate, no había podido predecir qué podría suceder con ella cuando la habían capturado. Lo que menos esperaba es que él se enterara a tiempo para poder ayudarla.

Disculpe las molestias señorita, no quisimos interrumpir sus actividades- se disculpó uno de los pescadores al ver a Bulma ya que Vegeta la había encontrado en la parte trasera del barco, la estaba cargando al estilo nupcial.

Qué disfraz más bonito, muy realista- dijo el otro pescador sorprendido por el brillo de las escamas de la cola de sirena.

Disculpen, tenemos que irnos. Muchas gracias por traerla hasta el muelle- les agradeció Vegeta mientras retrocedía un poco, no quería que la vieran tan de cerca o podrían notar que ella no era una humana convencional.

Bulma los saludó con su mano mientras Vegeta se alejaba por el muelle con ella en brazos y los pescadores los miraban extrañados.

Qué extraños hobbies tiene la gente ahora-opinó uno de los pescadores.

Sí, pero parece que por más extraños que sean siempre hay alguien que está dispuesto a apoyarlos- dijo haciendo referencia al hombre que se había llevado a la chica sirena en brazos.

Bulma comenzó a sentirse un poco más débil ya que ya llevaba unos minutos fuera del agua y sus escamas comenzaban a secarse, Vegeta estaba corriendo a un lugar que fuera poco visible desde el muelle para poder dejar a Bulma en el mar otra vez con tranquilidad.
Ella se concentró en ver el rostro preocupado de Vegeta mientras seguía en lo suyo con ella en brazos, no pudo evitar sonrojarse un poco, era una situación nueva que estuviera cargándola.

Llegaron a la zona con rocas en la que se habían conocido y Vegeta verificó que no hubiera nadie alrededor antes de dejarla en el agua nuevamente con cuidado. Una vez que estuvo en ella Bulma comenzó a sentirse mejor.

Bulma lo miró sorprendida e hizo un gesto de desconocimiento mientras señalaba a Vegeta y luego a sí misma.

¿Quieres saber cómo me enteré que estabas ahí?- preguntó Vegeta confundido tratando de adivinar lo que ella le preguntaba con sus señas.

Bulma sonrió mientras asentía, aunque no podía expresarlo con palabras estaba muy feliz de que él la hubiera salvado. Había sentido que su corazón latía muy rápido cuando él la había cargado en sus brazos para sacarla de aquel barco pesquero.

Encontré a tu amiga en la playa y me dijo lo que te había pasado, le dije que iría a vigilar el barco hasta que ella volviera pero no creo que hubiera sido conveniente que se muestre ante otros humanos- le respondió.

Bulma asintió sonriente, trataba de disimularlo pero se sentía embelesada por la valentía de aquel humano que se había arriesgado a sí mismo para rescatarla.

Ten cuidado cuando andes por la superficie, no es usual que haya barcos pesqueros en esta parte de la costa pero puede suceder- le sugirió Vegeta como advertencia, Bulma asintió.

La sirena de cabello azul se acercó un poco para poder tomar una de sus manos y luego le hizo un gesto para que le diera la otra. Juntó sus manos cubriendo parcialmente las de él ya que eran más grandes que las suyas y les dio un apretón mientras bajaba la cabeza en señal de agradecimiento.

Vegeta la miró confundido hasta que entendió qué significaba eso luego de algunos segundos.

No tienes que agradecerme, tú me salvaste ayer. Te lo debía- le aseguró, Bulma le sonrió con ternura ya que no podía evitar pensar que era alguien increíble, amaría poder decírselo. Reprimió sus propios pensamientos nuevamente, después de todo no podía hablar por más que lo deseara con todas sus fuerzas.

Los dos siguieron tomados de las manos sin darse cuenta ya que se habían estado mirando a los ojos hasta que Cheelai asomó su cabeza fuera del agua y los dos separaron sus manos abruptamente.
Cheelai sacudió el agua de su cabello, Launch y Lemo aparecieron también inmediatamente después que ella.

¿Dónde estabas humano? Dijiste que me esperarías allá y le barco no está-dijo Cheelai molesta, aunque su expresión de enojo cambió al ver a Bulma allí- ¡Bulma! ¿Estás bien?- le preguntó preocupada mientras la abrazaba.

Pensamos que algo terrible te había sucedido- dijo Launch abrazándola después de Cheelai.

¿No fue capturada por los humanos? ¿Cómo escapaste?-preguntó Lemo confundido a su vez. Bulma sonrió al ver que se habían preocupado tanto por ella y volteó a ver a Vegeta, lo señaló con la mirada para que entendieran que él la había ayudado.

¿Tú la ayudaste?- preguntó Launch, aunque se sentía nerviosa al hablar con un humano. No era algo habitual para ellos.

Temía que el barco se alejara demasiado y le perdiéramos el rastro, hablé con los tipos del barco y me dejaron sacarla de allí- les explicó Vegeta- Además sería peligroso para ella estar lejos del mar por tanto tiempo- mencionó, no habría sido una buena idea esperar a que ellos llegaran ya que habían tardado bastante más de lo esperado.

Gracias por salvarla, sé que ella seguro quiere agradecerte también- dijo Cheelai con seguridad, Bulma le sonrió al escuchar sus palabras.

Realmente te lo agradecemos de verdad, Bulma es buena para meterse en problemas- dijo Launch a su vez. Estaban muy aliviados de que estuviera a salvo.

Gracias humano, parece que Bulma no se equivocó al salvarte ayer-dijo Lemo a su vez, no entendía tan bien porqué ella había decidido hacer contacto con uno pero parecía que había sido algo bueno después de todo.

Será mejor así, Bulma tendrá más aliados si se mete en más problemas- dijo Cheelai sonriente, Bulma parecía algo nerviosa al escuchar a sus amigos hablar de ella en frente de él. Usualmente siempre que lo veía estaban a solas.

Esperemos que ya no suceda, eso fue peligroso-dijo Vegeta como respuesta.

¿Los humanos no se asustan al ver a una sirena?-preguntó Cheelai nuevamente, Vegeta iba a responder hasta que escucharon la voz de alguien cerca de allí.

Cheelai, Lemo, Launch y Bulma se fueron de inmediato ya que eso indicaba que otro humano estaba acercándose hacia allí. Bulma lo saludó con la mano justo antes de meterse en el agua, no había tiempo para despedirse.

Vegeta- escuchó a algunos metros de donde estaba, notó que era su madre. Venía con una bolsa plástica en su mano, se veía sorprendida.

Ella se acercó de inmediato y lo miró confundida, Vegeta sólo esperó expectante a que ella hablara otra vez. Esperaba que no hubiera visto a las sirenas con las que había estado hablando.

¿Qué estas haciendo afuera de tu cuarto? Todavía no estás recuperado- le reprochó, Vegeta suspiró aliviado al escuchar su reclamo.

Comenzó a sentir un mareo de inmediato luego de eso, con todo lo que había pasado había olvidado que todavía no se sentía muy bien. Se dejó caer hacia atrás agotado y su madre lo miró preocupada.

Cariño levántate, hay que volver a la casa- le suplicó Sayuri al verlo así, se agachó junto a él para ayudarlo a incorporarse. Suponía que no le costaría tanto ayudarlo a volver a la casa para que pudiera descansar un poco más.

Luego de algunos instantes pudo ponerse de pie y los dos se fueron a la casa de Vegeta otra vez.
Sayuri lo había encontrado mientras volvía de ir por pescado fresco al muelle, había ido a comprarlo para poder cocinarlo para la cena.

¿Se escapó para ir a la playa? ¿Qué tiene quince otra vez?- preguntó el padre de Vegeta sorprendido al escuchar lo que Sayuri le había dicho cuando había regresado con Vegeta así. Se había ido a dormir directamente, no parecía que se sintiera bien todavía.

Él no hacía eso a los quince, es extraño-dijo Sayuri pensativa, conocía bien a su hijo y sabía que él no solía hacer ese tipo de cosas- Pero lo bueno es que no le pasó nada, aunque sigue con algo de fiebre- dijo con preocupación.

No se recuperará si se va a tontear por ahí en ese estado- le aseguró su esposo.

Sayuri preparó la cena y todo transcurrió con normalidad luego de eso. Vegeta se quedó durmiendo hasta la cena debido a que seguía decaído.

Bulma y sus amigas estaban reunidas en la cueva de encuentro luego de tener que irse de la superficie, aunque Lemo había tenido que irse antes debido a que le habían encargado algunas tareas de la ciudad mermaid.

¿En serio él te salvó?- preguntó asombrada Cheelai, todavía no podía creer que había tenido contacto directo con un humano.

Bulma asintió y se dirigió a buscar la tinta que usaba para escribir en la pared de la cueva. Sabía que sus amigas querían conversar un poco.

No sabía que los humanos querrían ayudarnos, usualmente ellos son los que cazan a las criaturas del mar- mencionó Launch, no podían confiar del todo en ellos.

Es obvio que no lo hacen con cualquiera, lo hizo porque es Bulma- dijo Cheelai con seguridad mientras volteaba a ver a su amiga.

"Él es una buena persona, no es porque fuera yo"-escribió Bulma en la pared. Launch negó con su cabeza.

No todos los humanos son buenos, creo que si es por ti- dijo Launch a su vez como opinión- ¿No crees que le gustes?- preguntó intrigada, aunque sonaba descabellado.

Bulma negó con su cabeza repetidamente, Cheelai sonrió con emoción.

Yo creo que si, y a ti te gusta él- afirmó con diversión- Qué afortunada, yo también quiero un humano apuesto para mi- dijo la mermaid mientras trataba de imaginar algo así.

No sería bueno, no podrían estar juntos. Son de mundos diferentes- dijo Launch con racionalidad- Él no puede estar aquí porque necesita aire y ella no puede estar en la superficie porque necesita agua. No es una situación fácil- dijo pensativa, realmente sería un problema que Bulma se hubiera enamorado de él.

"No estoy enamorada de él"-Escribió Bulma insistente en la pared de la cueva. Sus amigas la miraron con incredulidad, no creían que fuera cierto.

Bulma dejó de escribir luego de eso mientras sus amigas decían bromas, luego la conversación se desvió a otras cosas sin demasiada importancia.
Al rato tuvieron que abandonar la cueva ya que el toque de queda nocturno comenzaría pronto, ya era muy tarde.

Bulma miró la oscuridad del fondo marino que era iluminado de forma tenue por las medusas brillantes de distintos colores que pasaban por allí ocasionalmente.
Pensó en el humano que la había salvado ese día, recordaba la forma en la que la había cargado cuando la había sacado de ese horrible lugar. Había llegado aclamando su nombre para encontrarla y la sacó de allí sin dudar.

Sintió que su corazón latía muy rápido al pensar en él, había estado muy cerca cuando la había ayudado a salir de ahí y luego la había llevado hasta el mar con su propia fuerza. Era un humano tan valiente, además no tenía obligación alguna de ayudarla y aun así había actuado de inmediato para sacarla de esa red.

Negó con su cabeza tan rápido que algunas burbujas se formaron cerca de su cabeza, no podía pensar en esas cosas, no podía pensar así de él. Lo que tenían no era nada, no tenía un nombre y tal vez ni siquiera podía considerarse una amistad ¿Entonces por qué lo sentía tan real? ¿Por qué su corazón se emocionaba cuando pensaba en él y mucho más cuando lo veía?

Sabía que conocía la respuesta, aunque eligió pretender que no lo hacía. Entendía muy bien las consecuencias que podría traer que se fijara en un humano.
Volvió en sí dispersando sus pensamientos y comenzó a nadar rumbo a la ciudad mermaid, debía regresar pronto a su hogar o podría cruzarse con los peces sombríos o algo peor.

Buenas noches! Aquí esta el capitulo número 7 de este fanfic que tanto me emociona escribir. Espero les esté gustando cómo va avanzando la historia.

Muchas gracias por todo su apoyo, estoy muy contenta con cómo va quedando este fanfic. Recuerden que es un reto de la página Es de fanfics, el reto Mermay (que estoy completando todavía)

Si les gustó por favor déjenme un voto o un comentario ya que eso me anima a seguir escribiendo, muchas gracias por leer.

Nos leemos pronto.

Niebla ~