Buenas tardes! Antes de comenzar quiero aclarar que en este capítulo he agregado una canción ya que con ella fue que me ocurrió la idea para este capítulo. La canción que aparece en este fanfic es "Moonlight" de Grace Vanderwaal, me parece que queda bien con el fic si quieren escucharla con el fanfic, en el fic puse el traducción en español de la letra aunque la original está en inglés.
Sin más que decir, comencemos con el capítulo.
¿Te vas a la superficie?- preguntó Cheelai al ver a Bulma fuera de la ciudad mermaid, ella estaba volviendo mientras que veía a su amiga venir de allí.
Bulma asintió y le hizo un gesto de que no se lo dijera a nadie, Cheelai asintió.
Descuida, pero ten cuidado con las redes. Esos humanos son un peligro, no podemos contar con que tu humano esté por ahí de nuevo para rescatarte, tal vez esté haciendo sus cosas humanas en alguna ocasión- comentó ella.
Bulma asintió ante su recomendación, sabía que era algo riesgoso que fuera a la superficie pero aún así no quería dejar de hacerlo.
Envíale mis saludos, parece que es un buen humano-comentó Cheelai- No lo hagas esperar- le comentó con picardía.
Bulma negó con su cabeza mientras se sonrojaba levemente, las bromas de sus amigas respecto a Vegeta habían aumentado considerablemente desde que sabían que él había ido a rescatarla de esas redes de pesca. Ya casi afirmaban que ella estaba enamorada de él, eso había alentado bastante que pensara constantemente en él, aunque ya lo hacía desde antes de que eso comenzara a pasar.
Le parecía bien que su amiga supiera donde iba a estar en caso de que algo sucediera así que era bueno que la hubiera visto antes de irse. Vigiló a su alrededor que no hubiera peces sombríos cerca o algún calamar, sabía que eran los recursos que Nerina tenía para poder controlar sus movimientos.
Se había acostumbrado a evadir esas criaturas cada vez que iba a la superficie.
Mientras subía se estaba reprochado a sí misma por ir tan pronto luego del incidente con el barco pesquero ¿Qué tal si Vegeta pensaba mal de ella por ir tan seguido a verlo? Aunque sabía que él estaba en la playa habitualmente.
Sentía que su corazón se aceleraba al pensar en él, aunque quisiera negarlo sabía que sentía algo por él y era algo muy tonto. Ni siquiera había podido hablar con él, no había podido contarle cosas sobre sí misma y él era el que hablaba cuando estaban juntos.
Y aun así sé sentía así, sus mejillas ardían y sonreía al recordar las veces que él le había hablado, las veces que se habían mirado con tanta intensidad que parecía irreal que un sentimiento así pudiera surgir de manera tan espontánea.
Sacó su cabeza fuera del agua y comenzó a nadar rumbo a la costa. Iba a dónde siempre, la parte que estaba frente a la casa de Vegeta. Aunque se extrañó al no encontrarlo allí, un poco de su emoción se desvaneció al ver que él no estaba, tenía tantas ganas de verlo otra vez.
Resopló algo decepcionada, sabía que los humanos hacían muchas más cosas que ir a la playa. Suponía que tal vez él tenía algo qué hacer a esa hora ese día, no podía esperar que él estuviera todos los días por si ella aparecía aunque lo hiciera muy a menudo. Muchas veces ella no podía ir a la superficie debido al control excesivo que ejercía Nerina sobre las mermaids.
Esperó un rato allí sin encontrarlo, se decidió a recorrer la costa un poco en cuanto aceptó que ese día no podría verlo. Ya trataría de nuevo al día siguiente en caso de que pudiera escapar de los peces sombríos otra vez.
Nadó algo cerca de la superficie mientras observaba la playa, podía ver distintas luces y humanos en ella aunque no eran tantos. Parecían pasarla bien entre ellos.
Se preguntó cómo sería poder ser humana, también qué podía haber más allá de la playa. Si bien podía ver casas y más casas imaginaba que había mucho más que desconocía fuera de los límites del mar.
El mundo humano debía ser tan fascinante como los que lo habitaban, sus pensamientos volvieron a Vegeta mientras seguía admirando el comportamiento humano en la playa con discreción.
Siguió nadando por varios minutos mientras miraba todo eso maravillada, imaginaba las historias de las personas que allí estaban. Había parejas, había niños, había gente riendo y divirtiéndose.
Luego de un rato vio un lugar donde había más personas que en otra parte, había luces brillantes y de distintos colores. Observó distintas personas bailando en la arena rodeados de unos postes de madera que tenía aquellas luces de colores.
Miró el espectáculo humano escondida detrás de una roca bastante grande que había cerca de la costa y que le permitía estar en el mar mientras espiaba. Era tan increíble ver a esas personas riendo, solo moviéndose felizmente con sus piernas y disfrutando con sus pares humanos.
No pudo evitar imaginar cómo sería si ella pudiera hacer eso, si ella tuviera piernas y pudiera bailar. Si pudiera sabía que la primera persona con la que querría hacerlo sería con Vegeta.
Los rayos del sol ya casi desaparecían por completo, las luces de colores iluminaban a esos humanos sonrientes y dichosos que se divertían debajo de ellas. Se veía como algo tan divertido, pero ella nunca sabría cómo era.
Se preguntó si el humano que conocía bailaba. Suponía que no ya que parecía alguien serio aunque hablaba con ella.
Sintió algo de tristeza al pensar en que ella nunca podría ser así, nunca podría estar con él. Vegeta pertenecía a ese mundo, al mundo de los humanos felices que bailaban en la arena y se reían bajo la luz de la luna.
¿Por qué él se fijaría en ella si solo era una mermaid? Y ni siquiera era una mermaid convencional, era una mermaid que había sido privada de su voz.
Siguió mirando a los humanos divertirse mientras se lamentaba por cómo eran las cosas, después de todo así era la vida. Ella sabía que Vegeta era un humano, ella había decidido acercarse a curar su herida cuando lo había visto en la costa del mar en aquellas rocas.
Mientras tanto en el bar, una muchacha con un vestido rosa suelto y liviano hasta los tobillos cantaba una canción en el pequeño escenario junto al bar. Tenía una flor blanca en su cabello largo y moreno.
Ella siempre tiene una sonrisa.
De la mañana a la noche.
El niño perfecto del cartel.
Esa fue una vez en mi vida.
Una muñeca hecha de vidrio.
Todos sus amigos piensan que ella es genial.
Pero puedo ver a través de todo.
Y ella está a punto de romperse.
Recuerda el año pasado cuando me dijiste.
Para quedarte siempre aquí y nunca dejarme.
La luz de tus ojos me hizo sentir como.
Estábamos bailando a la luz de la luna.
Vegeta y Lin estaban en la zona donde las demás personas bailaban mientras la chica de cabello moreno seguía cantando con gran intensidad acompañada de una guitarra y un micrófono en un soporte.
Al ver entre la gente, Bulma pudo notar que una pareja estaba un poco más separada en dirección del mar, se oculto detrás de la roca cerca de la que estaba ya que no quería que la descubrieran espiando.
No bailas mal, deberías hacerlo más a menudo- dijo la voz de la mujer, Bulma solo observaba detrás de la roca aunque no podía escuchar la conversación ya que estaba lejos, aunque si podía escuchar la canción que habían estado bailando.
No es lo mío realmente, me siento ridículo- respondió Vegeta, aunque sabía que sólo había ido allí para pasar el rato. No había esperado ceder a la petición de la chica de cabello rubio.
No tenemos que hacerlo si no quieres, podemos volver al bar- le sugirió Lin, ya habían pasado al menos dos canciones y sabía que él era un poco vergonzoso.
Adelántate, ya voy, quiero ver el mar un segundo- le avisó Vegeta, Lin le sonrió levemente y asintió antes de volver al bar. Él se comenzó a aproximar al mar, quería poder verlo de cerca un momento aunque ya fuera de noche.
Todavía podía oír la música desde donde estaba mientras escuchaba el ritmo leve de las olas que iban y venían. Miró el reflejo de la luna en ellas, sintió tranquilidad al poder estar solo un momento.
Aunque no se lo estaba pasando mal sentía un poco de incomodidad, tal vez esas cosas no eran para él. No tenía el mismo concepto de diversión que sus amigos, aunque no es que no sintiera aprecio por otras personas.
¿Qué estarás haciendo?- preguntó para sí mismo en voz alta, sabía que nadie lo oía. No podía evitar preguntarse por la mermaid silenciosa ya que no la había visto ese día tampoco.
Se sintió algo estúpido por estar hablando solo y comenzó a caminar un poco al borde de la costa mientras miraba hacia el mar. Sabía que era imposible encontrarse con ella allí, aunque los humanos estaban un poco lejos de la costa todavía era riesgoso para una sirena aparecerse en ese lugar.
Volteó a mirar hacia el bar mientras caminaba para ver si alguno de sus amigos podía verlo desde allí, algunas palmeras artificiales que estaban colocadas como decoración bloqueaban la vista así que no podía encontrarlos con la mirada.
Además de que las personas bailando animadas en la playa no dejaban ver mucho tampoco, todas parecían estar disfrutando el momento con diversión en sus rostros.
¿Por qué él no podía sentirse así? Siguió caminando alejándose un poco más de la zona del bar mientras reflexionaba, por más que le gustaría que esas cosas fueran suficientes para él no lo eran.
Usualmente prefería la soledad ya que nada así lograba conformarlo, lo único que solía hacer que quisiera levantarse por las mañanas era la posibilidad de poder ver a aquella sirena otra vez. Siempre imaginaba verla una vez más, aunque le sucedía cada vez que la veía.
Notó que había una roca algo grande cerca de la costa, aunque estaba más en el territorio del mar que en el de la arena. Se acercó un poco a esa parte y miró la luna pensativo, no sabía qué quería, solo podía imaginar estar con Bulma otra vez.
Se arrepintió por un momento de haber ido hacia allí en vez de haber ido a la playa a esperarla ¿Y si ella había ido y él no estaba ahí? ¿Qué habría pensado al no verlo si es que ella había ido a buscarlo ese día?
Bulma miró a Vegeta acercarse al mar, se dio cuenta que él era quien había estado con esa mujer más alejado de las personas que bailaban en la arena.
Sintió que su corazón dio un vuelco al notar que lo había visto con ella ¿Y si él ya estaba con una humana? Eso solo era más devastador para ella, sintió ganas de gritar al pensar en que algo así sucedía, pero no podía.
Se maldijo a sí misma por su incapacidad de producir sonido alguno, odiaba cada minuto que no podía decir o expresar lo que le pasaba. Si lloraba no había ruido, si se enojaba no podía protestar y si quería responder cuando otra persona le hablaba no podía decir nada.
Solo miró a Vegeta a la distancia, él se estaba acercando a la playa, aunque todavía no estaba en un lugar desde donde pudiera verla. Suponía que no iría hacia donde ella se encontraba, dudaba que la hubiera visto.
Escuchó la letra de aquella canción que resonaba en la playa y su corazón solo le dolía. Le dolía saber que algo así nunca le sucedería a ella.
Recuerda el año pasado cuando me dijiste
Que estas serán historias para toda la vida.
La luz de tus ojos me hizo sentir como
Nosotros, estamos bailando a la luz de la luna.
Estabas bailando a la luz de la luna
Y yo, yo, yo estaba bailando a la luz de la luna
Comenzó a llorar a pesar de que nadie podía escucharla, después de todo era la mermaid silenciosa, nadie podría oírla mientras expresaba su intenso pesar.
Bulma- dijo Vegeta sorprendido al encontrarla allí-¿Qué haces aquí?- preguntó, se agachó para que las personas en la playa no pudieran verlos. Aunque dudaba que alguien lo hiciera, parecía que todos estaban en lo suyo divirtiéndose, aunque la roca lograba ocultarlos a los dos perfectamente.
Ella volteó a verlo sorprendida con lágrimas en sus ojos al escucharlo decir su nombre. Estaba en el agua aunque muy cerca de la arena oculta detrás de aquella roca, Vegeta la había encontrado.
¿Por qué estás llorando?-preguntó Vegeta sorprendido al ver que los ojos de ella parecían hinchados, vio algunas lágrimas escaparse de aquellos grandes e hipnóticos ojos azules.
Bulma negó con su cabeza mientras pasaba el dorso de su mano por sus ojos, no quería que él la viera así, pero no había contado con que él se acercaría a su escondite.
¿Fuiste a buscarme en la playa cerca de mi casa?-preguntó Vegeta sorprendido, aunque no creía que ella estuviera allí para buscarlo a él.
Bulma asintió tímidamente, no sabía qué hacer, no podía explicarle por más que quisiera lo que la había hecho llorar. Aunque sabía que no quería hacerlo ya que tendría que admitirle que le gustaba tampoco podía, no podía hablar.
Al pensar en esto otra vez, Bulma comenzó a llorar de nuevo. Vegeta lo notó de inmediato.
¿Por qué estás llorando?- preguntó él, aunque sabía bien que Bulma no podía explicárselo. Tomó la mano de ella, mientras ella secaba sus lágrimas con el dorso de la otra- Sé que no puedes hablarme, pero puedo quedarme contigo aquí si eso te ayuda ¿Es algo grave?-preguntó, esperaba que no fuera algo serio.
Bulma negó con su cabeza, aunque no apartó su mano de la de él. Intentó pensar en una forma de tratar de explicarle lo que le pasaba, pero no se le ocurría cómo. Que él la estuviera viendo llorar así hacía que se sintiera aún peor.
Vegeta la miró mientras pensaba en qué decir para que ella dejara de llorar, no le agradaba verla así.
Una ola se acercó a donde estaban ya que Bulma estaba un poco sumergida en el agua para que sus escamas no se secaran, algunas gotas mojaron la ropa de Vegeta aunque él no se inmutó por ello.
La canción de la chica de la playa seguía sonando mientras Vegeta trataba de consolarla, Bulma solo pensaba en la falta de su voz. No podía decirle qué le pasaba, no podía decirle cuánto le gustaba.
Ahora ella perdió el rumbo.
Y ella se olvida de sonreír.
Nunca tiene un descanso.
De esta vida en negación.
Una muñeca hecha de vidrio.
Todos sus amigos piensan que ella es genial.
Pero puedo ver a través de todo.
Y ella está a punto de romperse, ¡oh!
No llores, lo que sea que te pase seguro puede resolverse- dijo Vegeta, tomó la mano de ella con sus dos manos y ella lo miró atentamente mientras las lágrimas salían de sus ojos.
Pensar en que no podía resolver sus dudas la ponía triste, incluso había movido su boca para hablar aunque sabía que era inútil, ningún sonido salía de ella.
No tienes que intentar hablarme, sé que no se puede- respondió Vegeta, ya estaba acostumbrado a que su comunicación con ella fuera así aunque lo hacía algo más difícil- Espero que no estés llorando por algo que yo haya hecho, no quería dejarte plantada en la playa- comentó, recordaba que le había indicado que si había ido a buscarlo antes.
Bulma lo miró sorprendida al ver que él pensaba que era por su culpa, en cierta medida lo era, sentía que nunca podría estar con él verdaderamente. Seguro él ya estaba con aquella humana, aunque no podría culparlo por eso, ella si era adecuada para él.
Negó con su cabeza, las lágrimas se detuvieron a pesar de que sus ojos todavía tenían restos en ellos.
Vegeta limpió sus lágrimas con una de sus manos mientras la miraba a los ojos directamente, ella se sonrojó al sentir que tocaba su mejilla.
Sólo los iluminaba un poco una de las luces que rodeaban la playa para que no estuviera sumida completamente en la penumbra.
Sintió que su corazón comenzaba a latir rápido y su respiración se aceleraba solo porque él estaba tocando su cara. Lo vio acercarse como si sucediera en cámara lenta y sintió al final la calidez de sus labios sobre los suyos mientras un rubor ardiente subía a sus mejillas.
Un nudo se formó en su estómago por los nervios a pesar de que sentía que su mente implosionaba completamente maravillada por lo que sucedía. Él le gustaba mucho más de lo que podría expresar aún si pudiera hablar.
Vegeta lo había hecho movido por un deseo irrefrenable de poder estar cerca de ella, sentía que estar con ella era todo lo que necesitaba. Se sorprendió a sí mismo cuando notó que la estaba besando, estaba besando a una sirena.
A pesar de que sabía que era algo inapropiado sentía que no podía evitarlo, sintió que estaba donde debía. Que todo era como debía ser desde siempre.
Mientras se besaban pudieron escuchar las estrofas finales de aquella canción que resonaba en el bar.
Recuerda el año pasado cuando me dijiste.
Para quedarte siempre aquí y nunca dejarme.
La luz de tus ojos me hizo sentir como.
Nosotros, estamos bailando a la luz de la luna.
La luz de tus ojos me hizo sentir como... bailando a la luz de la luna.
Luego de algunos segundos, se separó de ella mientras la sirena lo miraba sonrojada. Las mejillas de Vegeta también estaban rojas al darse cuenta lo que había hecho, no sabía qué decirle o qué hacer, ni siquiera le había dicho que ella le interesaba antes de eso.
Yo...no debí hacer eso fue inapropiado, lo...- comenzó a decir Vegeta, aunque no pudo terminar ya que Bulma lo besó nuevamente mientras ponía sus brazos alrededor de su cuello.
Vegeta no dudó en corresponderla al darse cuenta que ella lo estaba besando de vuelta, no esperaba que ella pudiera sentirse de esa forma con él. Se separaron después de unos pocos segundos debido a la falta de aire ya que había sido un beso un poco más intenso, estaba cargado de emociones de ambas partes.
Bulma lo miró anonadada después de lo que había hecho, ella no había planeado besarlo ese día aunque si había ido a buscarlo por sí misma. Se sentía muy feliz a pesar de no poder dejar de pensar en todas las dificultades que eso podía representar.
Por un momento solo pudo concentrarse en ellos, en ese momento tan peculiar e inesperado que estaban teniendo. Tal vez no era humana y tal vez no eran nada pero sentía que podían serlo todo.
Bulma, yo...-dijo Vegeta mientras trataba de encontrar las palabras adecuadas para un momento así. Después de todo solo él podía decir algo al respecto- Creo que nunca nadie me ha interesado tanto como tú- le aseguró, ella lo miró con ternura.
Aunque solo él hablaba siempre, ella podía percibir cosas que estaban más allá de las palabras debido a que no podía hablar.
Sabía que él no era bueno con las palabras, pero notaba que era alguien noble, valiente y por sobre todo apasionado. Seguramente tampoco había planeado besarla en primer lugar, pero qué feliz se sentía de que lo hubiera hecho.
Ella le sonrió y acarició su rostro con su mano, había tantas cosas que le gustaría poder decirle con su propia voz. Y aunque la frustraba un poco no poder hacerlo sabía que tal vez las palabras no podrían describir con exactitud lo increíble que él le parecía, pero le servirían para que él al menos pudiera imaginarlo.
Los dos deseaban que ese momento durara para siempre, pero sabían bien que no era el lugar adecuado para estar juntos más tiempo.
Escucharon la voz de Raditz que venía desde el bar y Bulma se tensó al no saber qué hacer ante eso.
Tengo que ir o te descubrirán-le avisó Vegeta rápidamente- Lo alejaré de aquí y tú aprovecha para irte-le propuso, ella asintió y le dio un beso en la mejilla antes de que él se levantara se atrás de la roca en la que se habían escondido.
Vegeta la miró una última vez antes de ir rápidamente a dónde estaba Raditz para que no se acercara a dónde estaba la roca. Su amigo se detuvo de inmediato al verlo acercarse a él.
¿Qué estabas haciendo? Te estamos esperando para ordenar la cena- preguntó Raditz confundido, ya le parecía que se había demorado bastante.
Estaba viendo el mar, en esta zona el sedimento es diferente al de la playa que esta frente a mi casa- comentó rápidamente, aunque era una mentira sabía que a su amigo no le importaría si le comentaba algo sobre esas cosas.
No sé qué es sedimento ya ven a ordenar- dijo Raditz como reproche- ¿Por qué no seguiste bailando con Lin? Parece que le gustas- comentó mientras los dos caminaban al bar nuevamente, Vegeta miró de reojo al mar esperando que Bulma hubiera podido irse.
Ya te dije que no me interesa, deja de molestar- respondió Vegeta con fastidio, Raditz hizo una mueca de molestia. Aunque esperaba que las cosas resultaran así al final, nunca había visto a su amigo interesado en una chica después de todo.
Los dos volvieron a la mesa del bar y siguieron con sus planes de esa noche. Ordenaron la cena, comieron y charlaron animadamente hasta que se hizo tarde y tuvieron que irse.
Vegeta fue de los últimos en irse de allí ya que quiso comprobar que Bulma hubiera podido salir de allí, no parecía que hubiera habido mayores problemas ya que no había visto nada extraño en torno al mar, además de que ella ya no estaba en aquel escondite.
Suspiró con alivio al ver que ella no estaba, Lin lo miró pensativa mientras los dos caminaban fuera de la playa para poder irse. Iba a llevarla a su casa ya que Raditz había tenido que irse un poco antes para que pudiera llevar a Milk a su casa, Goku quería que llegara a salvo y no podía irse tan tarde.
¿Crees que podamos salir algún día? Me agradas- lo invitó Lin en cuanto iba a despedirse de Vegeta cuando la dejó en su casa. Él la miró sorprendido al escuchar la pregunta.
No estoy interesado en tener relaciones románticas por ahora- respondió él con seriedad, aunque vio a Lin sacar una tarjeta de su bolso. No se veía desanimada ante sus palabras.
Entiendo, no estas listo para eso, pero si algún día quieres salir puedes llamarme. Me gustaría conocerte- dijo ella mientras le daba la tarjeta- Es el número de contacto que uso para el trabajo, pero atrás esta escrito mi número personal- le mencionó.
Vegeta tomó la tarjeta ya que ella solo iba a irse, la dejó en el asiento de acompañante sin darle tanta importancia en cuando ella se bajó y se despidió. No podía siquiera considerar algo así ya que solo podía repasar el momento en el que se había besado con la sirena una y otra vez.
Luego de que ella se bajara sonrió sin darse cuenta, se sentía avergonzado a pesar de que estaba solo en su auto volviendo a su casa.
En cuanto regresó se fue directamente a su cuarto para poder dormir, sus empleados ya no estaban despiertos ya que había llegado muy tarde.
Se acostó mientras solo podía recordar su rostro, el de la sirena de cabello azul que había besado en la playa ¿Qué tan extraño era que se sintiera tan cautivado por una mermaid silenciosa?
Capítulo 9 listo! Muchas gracias por su apoyo en este fanfic ya que amo cómo está quedando. Daré lo mejor de mi para darle un final apropiado ya que me he esforzado mucho en él.
Si les gustó no olviden dejar un voto o un comentario ya que eso me anima a seguir escribiendo. Muchas gracias por leer.
Nos leemos pronto.
Niebla ~
