La pluma se encontraba danzando lentamente sobre una hoja de papel, Bell se encontraba trabajando bastante dedicadamente en dicho documento, algo que podría llamar la atención si en ese momento hubiera alguien en el lugar en el que Bell se encontraba trabajando.
La anfitriona de la fertilidad generalmente no estaba abierta a esa hora, pero claro, el pub podía servir algo a alguien que tuviera contactos con las empleadas del lugar, siendo en este caso la propia Syr quién le había permitido a Bell desayunar en ese lugar.
— "Plan de Entrenamiento para Lefiya", ¿trabajando desde temprano?
Bell dió un pequeño salto del susto antes de ver quién había hablado, encontrándose con una elfa de cabello rubio que prontamente tomó asiento en la misma mesa en la que estaba él, quitándose la máscara que cubría la mitad inferior de su rostro y bajando su capucha; Era Lion.
— ¡Ryuu! —Syr pronto se apersonó en el lugar, mirando a su amiga con una sonrisa.
— Hola, Syr, lo de siempre por favor.
La camarera asintió con una sonrisa y fue a la cocina, ella probablemente volvería en un tiempo para hablar con ambos, pero de momento serían sólo Bell y Ryuu.
— Así que, ¿eres instructor? —preguntó ella de la nada mientras lo miraba.
Por un momento echó un vistazo al desayuno del albino, se trataba de un simple plato de huevos revueltos y una taza de té verde, sin embargo la dieta del albino no era algo que le pareciera demasiado extraño, estaba segura de que él había comido por lo menos un par de rarezas en su vida. Volvió al tema con más fuerza, lo que él estaba escribiendo.
— De cierta forma, asumí ese trabajo, estoy tratando de ayudar a una amiga, quiere aprender el canto concurrente.
— Una técnica de alto nivel, bastante interesante, a mí me ayudó una amiga —Ryuu por su parte simplemente subió sus brazos a la mesa, haciendo un pequeño chasquido metálico cuando su brazo derecho se apoyó en la mesa.
El albino no hizo gran cosa, jugando un poco con su pluma antes de volver a presionar el objeto contra el papel para escribir.
— Me sorprende bastante la habilidad que tienes, siendo un novato y sabiendo canto concurrente… Bueno, claro que lo sabrías considerando a tu maestra, pero aunque hayas tenido un gran entrenamiento, uno no se vuelve de la calidad que tienes tú sólo con entrenamiento y práctica.
Una pequeña puya, algo que Bell identificó rápidamente, pero en este momento no habían razones para mentir, de la misma forma las voces de Zald y de Alfia no dijeron nada, por lo que no consideró que fuera una mala idea el mencionarlo.
— ¿Conoces el Desierto?
— El desierto Kaios, claro que lo conozco.
— No ese desierto, hablo de la región de Dedine…
Ryuu se sorprendió porque conocía el lugar al que él se estaba refiriendo, Dedine era una región árida extremadamente extensa, la cuál entre otras cosas, era el antiguo lugar de residencia del Behemoth, una de las tres grandes misiones. Sabía poco del lugar en realidad, tenía la certeza de que la presencia de tal horrible monstruo había creado una zona llamada "El Desierto Negro" gracias a las cenizas que quedaron tras su muerte.
También estaba al tanto que de ahí venía una hierba especial que, según se decía, "no podía morir". Sin embargo estaba al final más al tanto que la vida en Dedine se había hecho extremadamente más peligrosa, demasiado más, puesto que con la caída del Behemoth, monstruos que habían estado alejados de la zona por miedo al depredador Rey finalmente entraron en el territorio, monstruos muy fuertes que al final volvieron el desierto, que ya de por sí era hostil, en un lugar dónde sólo los más temerarios podrían sobrevivir.
Bandidos, saqueadores, y sobre todo monstruos cómo los Escorpidragon; Un enorme escorpión de unos cinco metros desde la cabeza a la cola, capaz de envenenar y escupir maldito fuego, se trataba de un monstruo que aunque era de la superficie, nadie sabía de qué piso de la mazmorra podrían haber venido, algo que desde luego daba miedo.
— ¿Estuviste en Dedine?
— Si… Bueno, necesitaba recuperar algo muy preciado para mí.
— ¿Cuánto tiempo…?
Antes de que Bell empezara a responder, fueron detenidos por Syr que llegó con la comida de Ryuu, lo que a su vez hizo que Bell sonriera y tomara su propio plato, comiendo un par de cucharadas del alimento. Ryuu suspiró antes de tomar su propio alimento.
— Es algo raro que hoy te hayas detenido a desayunar aquí, Bell —señaló Syr que ahora estaba tomando un descanso de preparar el Pub para ser abierto nuevamente, algo que hizo a Bell sonreír por un momento mientras retomaba su trabajo.
— Hoy Lili me dijo que iba a tener que tomarse el día, por culpa de algo que pasa con el lugar en el que se está quedando, por lo que decidí tomarme el día libre yo también y trabajar.
— Día libre y trabajar no son dos palabras que vayan de la mano.
El albino rió un poco mientras tomaba un sorbo de su taza para luego mirar a las chicas.
— En realidad no soy mucho de quedarme sentado y no hacer nada, aparte los libros que tiene mi Diosa ya me los he leído, por lo que, necesitaba hacer algo para no morir de aburrimiento.
El albino rió por un momento antes de volver a mirar a la elfa la cuál estaba empezando a comer, realmente no entendía por qué pero cada que la veía en esa situación se podría quedar horas viéndola, desde usar el tenedor para separar un trozo del postre hasta cómo lo llevaba a su boca y luego lo masticaba delicadamente.
Realmente le parecía casi hipnótico, hasta que finalmente un carraspeo por parte de Syr lo hizo regresar en sí para luego enfocarse fuertemente en su trabajo, ignorando a la elfa.
— Entonces, ¿En qué estás trabajando Bell? —preguntó la camarera mientras miraba al chico con curiosidad.
— Oh, bueno, cómo le dije a la señorita Lion, asumí el papel de entrenador para una papel de entrenador para una chica.
— Vaya… Una chica… Otra chica —Syr suspiró, algo que fue captado por Lion — Bueno, dime, ¿Cuál es tu relación con esta chica?
Bell por su parte se encogió un poco de hombros para luego hablar.
— Somos amigos, o por lo menos eso me gusta creer, no hemos hablado mucho pero ella y yo… No somos tan distintos. Ambos admiramos a alguien y queremos alcanzar a esa persona, pero no sé mucho más de ella —El albino estaba jugando un poco con la pluma, antes de hacer que siguiera fluyendo, si dejaba la pluma mucho tiempo quieta iba a tener una mancha de tinta — Espero que durante el entrenamiento ella y yo podamos hablar más.
Syr asintió por un momento junto a Ryuu quién continuaba desayunando con calma. La paz se podía sentir en el interior de esa cantina.
Lástima que no todo es así siempre, pero, para saber qué es lo que está pasando debemos ir al hogar de una Diosa.
X X X X
Hestia por un momento sintió que el suelo había temblado, pero en realidad no era así, sólo había sido la impresión que la golpeó cómo si de un monstruo se tratara, ya que, bueno, no esperaba que fuera a pasar lo que ahora estaba viendo.
— Cómo digo, Hestia, te estoy ofreciendo no menos de cuarenta y cinco millones de Valis si accedes a entregarme a Bell Cranel.
Esto era surreal a su parecer.
— A ver, ¿Podrías repetirme lo que me acabas de decir? —necesitaba que le dijeran nuevamente todo lo que le acaban de decir, porque era surreal.
Aeshma tomó un momento para suspirar fuertemente, algo que demostraba su profunda frustración, pero inmediatamente asintió y miró a Bestia a los ojos, listo para hablar.
— Cómo digo, Hestia he visto el potencial de ese chico tuyo, Bell Cranel, quiero que el chico pertenezca a mi familia porque en mi familia le irá mucho mejor, o en caso de que no esté en mi familia, quiero que se case con una chica de mi familia, Opal Alfhilia, Sacred Flame. Míralo cómo una alianza de negocios, o un matrimonio por alianza, te ofrezco cuarenta y cinco millones, pero puedo cambiar la cifra si eliges negociar.
Finalmente Hestia cayó en cuenta en el momento en el que él Dios terminó de hablar, suspirando fuertemente mientras se ponía la mano en la cabeza, mirando al hombre a los ojos antes de hablar.
— Básicamente, quieres a mi chico… ¿para casarlo con tu chica? —preguntó mirándolo a los ojos — ¿Te has puesto a pensar siquiera en los sentimientos de ambos? Esa chica no debe de sentir nada por él, y él probablemente ni siquiera la ha visto, no puedes emparejar a dos personas que no se aman.
— No es tan raro que eso pase, hay países que lo hacen para crear alianzas entre ellos, yo creo que una alianza conmigo y mi familia sería algo beneficioso para tu familia, más que… Tenernos enemigos.
Sútil, o por lo menos eso debió pensar Aeshma puesto que acababa de amenazar abiertamente a Hestia, aunque según él probablemente fue una amenaza realmente pequeña, que hubiera pasado desapercibida. Él se consideraba un perfeccionista, tenía una familia poderosa, conocida entre varios aventureros por tener a varios aventureros de segunda clase, producto de los experimentos de Aeshma, aunque estaba seguro de que Hestia no tenía idea sobre sus resultados.
Opal era su idea, esa chica tenía un gran poder mágico neto, por lo que un producto que pudiera heredar sus capacidades mágicas junto a las capacidades físicas y marciales de un chico cómo Bell sería probablemente el pináculo de los aventureros.
Para nadie era un secreto que los espadachines mágicos estaban probablemente en la cima de los aventureros, el dominio del canto concurrente con magia extremadamente poderosa y grandes habilidades físicas eran la receta para un aventurero demasiado poderoso. Sin embargo, su aventurero más cercano a alcanzar la perfección cómo él la veía fue aplastado por un chico que sólo usaba un escudo, siendo un simple nivel uno.
Estaba claro que Enoch era un producto defectuoso, otro fracaso, no era una promesa cómo todos habían señalado, pero tenía una nueva oportunidad. Aeshma era perceptivo, pese a tener la facilidad para hacer molestar a las personas, él tenía una gran habilidad para ver a un aventurero fuerte, y esa simple pelea que orquestó lo hizo conocer correctamente el por qué Bell era un gran aventurero.
Habían tres cosas que podía destacar de él: Talento, entrenamiento y experiencia.
Bell era una máquina, tenía un gran poder que estaba seguro que podía heredar a unos hijos que él tuviera a Opal.
Sin embargo, las palabras de Hestia realmente le hacían fastidiar: No necesitas amar a alguien para dejarla preñada.
Hestia finalmente se levantó, su figura menuda miró al dios sentado frente a ella y le habló con seriedad, casi de forma desafiante.
— Aeshma, no pienso, ni siquiera imagino, entregarte a Bell, por lo que creo que es mejor que tomes tu dinero y tus amenazas y te vayas a otro lado…
Aeshma frunció el ceño mientras se levantaba del banco para mirar a Hestia a los ojos con enojo, chirriando los dientes antes de mirarla a los ojos, suspirando para calmarse, antes de abrir la boca y dictar su sentencia.
— Cómo digo, Hestia no sabes lo que estás diciendo, en mi familia podría ser infinitamente más fuerte y lograr más cosas de las que podría lograr contigo y tu insignificante apoyo, después de todo, ¿Qué podría darle una diosa pobre a un aventurero cómo él? Una espada en mal estado, una armadura de segunda mano… Conmigo podría ser el aventurero más fuerte de la ciudad, piénsalo, con una alianza él podría llegar incluso a superar al Rey de Freya.
Hestia chasqueó la lengua al escucharlo, más para tratar de sonar molesta que afectada, porque en cierta forma tenía razón, Hestia era capaz de apoyar de forma muy limitada a Bell, ella no era una diosa cómo Loki que podría tener todo el poder monetario que quisiera para comprarle a su hijo el equipamiento de primera que necesita.
Tampoco era una diosa cómo Hefesto, o Miach, no tenía la habilidad para crear cosas que le fueran útiles a su aventurero. Sin embargo ella igualmente hizo
— Si él va a ser el mejor aventurero va a ser por su propia mano, siguiendo sus metas, no cómo una herramienta — le dijo mirándolo con enojo antes de que finalmente el sonido de alguien entrando en la iglesia les llamara la atención, haciendo que ambos dioses voltearan la mirada para encontrarse al chico del que estaban hablando.
— ¿Qué está pasando?
— Nada Bell… Aeshma ya se iba.
— Si… Esta conversación no ha terminado, Hestia.
Aeshma emprendió su andar antes de detenerse por un instante al lado del albino, sonriendo para luego continuar su camino. Bell se sintió algo extrañado antes de continuar su camino hacia Hestia, mirándola con detenimiento.
— ¿Está bien? Realmente siento que llegué en mal momento.
— Si, me encuentro bien, me salvaste de ese tipo… Cuídate mucho, Bell, Aeshma es un dios peligroso.
X X X X
Maldiciones, eso era todo lo que podía proferir Enoch mientras caminaba por Orario, puras maldiciones, estaba molesto desde luego, había vivido una humillación realmente fuerte contra su persona, una que probablemente no pasaría inadvertida en su espectacular carrera cómo aventurero.
Era la primera vez que él había perdido una pelea, incluso el nombre con el que los dioses lo honraron, el nombre que llenó con tanto orgullo a Aeshma; "El Hijo Prometido" era el nombre que reflejaba sus capacidades cómo guerrero. Cómo el futuro de la familia Aeshma, su carrera astronómica venía labrada sobre un sin fin de victorias en diversos duelos contra otros aventureros.
Había derrotado a alrededor de 30 aventureros en duelos uno contra el otro, y aún así estaba por ganar más duelos; Ganarle a Thousand Elf's de Loki probablemente hubiera sido un salto astronómico en su carrera, claro que sí, Lefiya era su próximo objetivo, porque con una aventurera tan reconocida en Orario finalmente su nombre no sería sólo el de una promesa, sería algo que todos tomarían en serio.
Y sin embargo, tuvo que llegar ese idiota en armadura para arruinarlo todo. Enoch estaba colérico, ese sujeto había arruinado su racha invicta, con sólo un maldito escudo, un jodido escudo y ya, algo que consideraba que era imperdonable. Estaba seguro que Bell había hecho algún tipo de trampa, lo agarró desprevenido con esa magia que nadie escuchó, un golpe a sus sentidos a cualquiera lo hubiera dejado abierto para la caída que tuvo.
Peor aún fue la intervención del Vendaval, esa maldita elfa que se había negado tantos años a volverse su concubina, ella sobre todo tenía la osadía de golpearlo y dejarlo fuera justo cuando estaba por demostrar ante todos quién era el aventurero superior entre ese estúpido chico y él.
Sus pasos se detuvieron mientras miraba a la derecha, encontrando el lugar al que quería ir, un establecimiento en el que generalmente iba a comer, era conocido porque muchos aventureros frecuentaban el lugar.
La camarera, una joven de cabello rizado y mirada cansada, pasó junto a él sin siquiera mirarlo. Parecía ocupada atendiendo a otro grupo de aventureros, pero Enoch notó un ligero temblor en sus manos cuando se acercó a ellos, evitando deliberadamente su mirada.
El aventurero frunció el ceño por un momento, estaba seguro que la campana había hecho el sonido para avisar que había entrado, sin embargo guardó silencio, pensando que ella no se había dado cuenta, probablemente no tardaría en ir a tomar su orden, por lo que finalmente caminó y tomó asiento.
El establecimiento estaba decorado con tonos cálidos de madera y luz suave de lámparas colgantes. Las mesas estaban ocupadas por aventureros de diversas familias, cada uno con su distintivo emblema. En la esquina, tres mujeres de la familia Hermes reían y conversaban animadamente, sus rostros iluminados por la luz del atardecer que entraba por las ventanas.
El murmullo constante de las conversaciones se mezclaba con el sonido de platos y vasos chocando en la cocina. De vez en cuando, el tintineo de la campana en la puerta señalaba la entrada de otro cliente. El aire estaba impregnado con el delicioso aroma de guisos y panes recién horneados, mezclado con un leve olor a madera y el sutil perfume de algunas de las aventureras presentes.
Él por su parte suspiró antes de sumergirse un poco en el asiento, esperaba que pronto alguien hablara sobre él, era lo normal, tenía fama en la ciudad de los aventureros y los dioses, ya que desde luego era una de las grandes promesas.
— ¿Ese no es el hijo prometido?
La mención de su segundo nombre lo hizo sonreír un poco, mientras levantaba la oreja para recibir los elogios de forma discreta, no podía esperar para escuchar las palabras sobre su increíble poder y potencial en ascenso. Estaba acostumbrado a esas palabras y siempre lo ayudaban a levantar su ánimo.
Sin embargo…
— Oh, es el que perdió sin siquiera dar pelea.
Enoch abrió los ojos antes de dirigir su mirada hacia la mesa en la que estaba ocurriendo la conversación, encontrándose con un trío de mujeres, eran una chica humana, una pallum y una elfa, y, a juzgar por el emblema de una de ellas, dedujo que las tres eran de la familia Hermes.
Las tres no se dieron cuenta de su mirada, pues ahora estaban hablando entre ellas, pero gracias a su nivel, Enoch era capaz de escucharlas perfectamente.
— ¿Cómo es eso? Se supone que era uno de los favoritos a ser el siguiente aventurero en romper el récord de la princesa de la espada.
— ¿Cuál de todos?
— El nivel cinco en el menor tiempo posible.
— Bueno, pues ya ves, al parecer peleó contra un aventurero que nadie conocía hasta que varias personas empezaron a hablar de él, sobre todo una camarera de la Anfitriona.
Al escuchar las palabras, los ojos de Enoch se entrecerraron y una arruga profunda apareció en su frente. Su mandíbula se tensó, y sus hombros, normalmente erguidos con confianza, se curvaron ligeramente por la rabia contenida.
— ¿Ehhh? ¿Y quién es?
— Se llama Bell, Bell Cranel, aunque han empezado a llamarlo "Lion Heart".
— ¿Eh? ¿Y eso por qué es?
— Bueno, se dice que Lion Heart no tuvo miedo de pararse frente al hijo prometido incluso sabiendo el poder que este tenía por proteger a una chica pallum indefensa que era víctima de los abusos de poder de la promesa, ¡se sabe que le ganó sin tener que desenvainar su espada en ningún momento!
Enoch sentía el calor subir a su rostro, sus puños estaban tan apretados que sus nudillos se tornaron blancos. Cada comentario que escuchaba era como un puñetazo en el estómago, aumentando la tensión en sus músculos.
— ¿Pero cómo es eso posible?
— Bueno, dicen que Enoch ni siquiera pudo dar pelea, dicen que apenas levantó la mano frente a su cara, Enoch se rindió de pelear, cómo si hubiera tenido miedo de recibir un golpe en su carita por el aventurero más poderoso que él.
Eso no era cierto, eso no era malditamente cierto, Enoch lo sabía, eso era una burda mentira. Las cosas no fueron así, ese sujeto hizo trampa en la pelea y él lo sabía, una magia completamente invisible no debería ser considerada legal.
Enoch miró furiosamente en otra dirección, dándose cuenta que la camarera desvió la mirada.
¡Desvió la mirada maldita sea! ¡Ella sabía que él estaba ahí sentado y sólo lo estaba ignorando!
— Vaya, pero entonces ¿Qué nivel tenía Lion Heart? Considerando que probablemente el hijo prometido es el aventurero de nivel dos más fuerte del momento.
En realidad era un nivel tres, acabado de subir hacía una semana, el anuncio todavía no estaba hecho, pero en este momento no quería hacerlo.
Las tres mujeres se rieron suavemente, intercambiando miradas cómplices mientras hablaban. La elfa sonrió con un toque de burla, mientras la pallum parecía más intrigada que divertida.
— Eso es lo mejor, ¡Lion Heart es un nivel uno! El alias que tiene actualmente le fue puesto por los aventureros que vieron la pelea por la heráldica del escudo que portaba, el león y el conejo.
— Yo escuché otra cosa.
— ¿Uh?
— Dicen que Lion Heart es precisamente por el escudo, pero también es un juego de palabras con el nombre del Vendaval.
¿Qué…?
— Según escuché, la señorita Lion ha sido vista cómo muy cercana Lion Heart, se sabe que lo ha estado siguiendo de forma discreta desde los tejados, pero escuché recientemente que esta mañana la vieron desayunando en compañía de Lion Heart. De ahí el nombre, "El corazón de Lion, de Ryuu Lion"
Enoch se levantó de golpe, poniendo las manos en la mesa furiosamente antes de salir del establecimiento cómo una llamarada, él estaba furioso, estaba mucho más que furioso. Mira que hablar mal e inventar mentiras sobre su duelo con Bell era bajo, pero incluso llegar al punto de emparejarlo con el vendaval.
Con la mujer que tenía que ser SUYA por derecho de nacimiento, la mujer que tenía que malditamente caer a sus pies y rogar para recibir a sus hijos, siendo emparejada con un aventurero de clase baja que solamente tuvo suerte e hizo trampa en su pelea.
"Esto es ridículo", pensó Enoch, su mente girando con excusas y justificaciones. "Ese maldito Bell debió haber usado algún truco sucio. Nadie derrota al 'Hijo Prometido' de esa manera. Y ahora, todos estos idiotas se atreven a hablar mal de mí..."
Los dientes de Enoch se estaban moliendo los unos contra los otros mientras este daba pisotones con su andar, mirando al suelo con rabia pura. La ira hervía en su interior, alimentando una nueva determinación. Enoch sabía que no podía dejar las cosas así. Tenía que recuperar su honor, demostrar a todos que Bell era un fraude.
X X X X
Esa misma noche.
Opal se encontraba caminando con una sonrisa, recientemente había ayudado con la evacuación de Rivira, puesto que después del altercado de la familia Loki contra el monstruo de las profundidades realmente había hecho problemas, en este momento habían pasado cinco días desde que regresó a la superficie, y bueno, estaba en camino para ir hacia un lugar dentro de la sede de la familia Aeshma, el castillo de Yasna.
Aeshma había decidido pedir a todos los miembros de la familia que fueran a un lugar en particular dentro de la mansión ya que tenía un anuncio importante que hacer. Probablemente sería algo sobre una expedición, si su presentimiento era correcto entonces iba a necesitar mucho dinero para hacer una oferta real contra la diosa de Bell.
Aunque, también podría ser el extremo totalmente opuesto, y por otra parte podría ser un llamado de guerra para que toda la familia se fuera a preparar para ir a la guerra contra la familia Hestia en búsqueda de conseguir a Bell para sus filas.
Realmente no le importaba mucho, pensaba que en breves cuando finalmente terminara la reunión, ella se iría a dormir directamente, tenía una agenda apretada al día siguiente puesto que pensaba ir a buscar a Bell.
Ella realmente estaba intrigada por el aventurero que derrotó a Enoch, con sólo un escudo, algo que realmente la hacía sonreír puesto que Bell era una buena persona, pero sobre todo le gustaba que pusieran en su lugar a ese hombre.
Por un momento pudo ver al hombre en el que estaba pensando, Enoch estaba en un lugar algo privilegiado, incluso más lejos de los aventureros más fuertes de la familia, cómo el capitán tenía un lugar privilegiado junto a su Dios cada que este hacía un anuncio sobre algo a la familia, así que aunque sintió su mirada, ella desvió totalmente la atención.
Enoch por su parte chasqueó la lengua mientras cruzaba los brazos sobre su pecho, esperando al Dios, era algo raro para ambos ya que no esperaba el anuncio acelerado, pero lo que menos esperaba fue la actitud del dios hacia él, su seguidor más fiel.
— "Espera cómo todos los demás, no tienes el privilegio de saber antes".
Esa actitud precisamente lo estaba molestando, porque conocía a su dios, este nunca había actuado así contra él, pero ahora lo estaba haciendo y desde luego que eso era un gran problema.
Sin embargo no tuvo mucho más que esperar, el Dios de cabello rojo pronto se hizo presente junto con Gregory, un hombre de cabello rubio, era un aventurero de la famila, pero era más un consejero que un peleador, el pusilánime de Gregory nunca hubiera podido hacer algo en el calabozo.
Sin embargo, guardó silencio cuando el Dios lo exigió con un movimiento de su mano, mirando a la deidad la cuál no tardó en hablar.
— No planeo quitarles mucho tiempo esta noche mis niños, realmente hemos tenido un gran inicio de año con el nacimiento de Angra, de nuestra más reciente aventurera de nivel 2; Lisa.
La familia no tardó en aplaudirle a la mujer entre los aventureros que se encontraba con la bebé en manos, aunque ella tenía una mirada más molesta que otra cosa, no tardó en sonreír y asentir en agradecimiento al dios.
— Pero también hemos tenido… Decepciones — dijo mirando especificamente a Enoch mientras hablaba.
Enoch sintió que algo se clavaba en él cuando escuchó eso.
— Cómo digo, no tolero nada menos que la excelencia, una derrota para Enoch ha traído la peor de las humillaciones al nombre de nuestra familia, claro que eso no ha pasado inadvertido para mí, he visto todo lo que ha pasado en las calles y he tomado tres nuevas decisiones para abordar la situación.
Aeshma esperó un segundo para que todos asimilaran sus palabras, antes de hablar claramente.
— Lo primero es que, todos conocen a nuestra querida Opal, hija de Zephyr Alfhilia, nuestra primera nivel 3 en muchos años. Bueno, cómo todos sabían Opal estaba destinada a ser la esposa de Enoch en un futuro, pero, voy a anular oficialmente el compromiso entre Enoch y Opal.
Opal abrió los ojos con sorpresa, cómo platos dando uno o dos pasos al frente mientras sentía que algo estaba creciendo en su pecho, puesto que esto era algo que no esperaba, la conmoción del momento fue suficiente para evitar que ella pudiera identificar la emoción.
Enoch por su parte estaba que no podía creer las palabras de su dios, abriendo la boca, pero siendo callado por las siguientes palabras del Dios.
— También, voy a destituir a Enoch cómo el capitán de la familia, el nuevo capitán se les anunciará en unos días… — Aeshma sonrió ante la sorpresa de su familia, por lo que finalmente sentenció — Finalmente, el causante de mis decisiones esta noche es Bell Cranel, Lion Heart, recientemente logré poner a prueba sus capacidades y salí tan gratamente sorprendido que he decidido adquirirlo desde la familia Hestia, para casarlo con nuestra querida Opal.
Enoch estaba petrificado. No podía creer lo que estaba oyendo. Cada palabra del Dios era cómo un golpe a su orgullo, un puñetazo del que no se iba a recuperar. La anulación de su compromiso con Opal era una humillación pública, pero su destitución fue una traición personal.
Opal, aún en shock, seguía sin poder identificar lo que sentía en su pecho, era una especie de mezcla de alivio y confusión. La noticia de su posible compromiso con Bell, aunque era algo que esperaba, después de todo había tenido que hablar con Thousand Elf's sobre eso, no esperaba que fuera tan rápido, sin embargo la posibilidad de estar libre de Enoch la llenaba de una esperanza que apenas podía reconocer en medio de la sorpresa.
Los murmullos no tardaron en empezar a propagarse entre los miembros de la familia, todos claramente sorprendidos por la noticia. Algunos estaban asombrados, otros preocupados, pero había algunos que no podían ocultar una ligera sonrisa de satisfacción ante la caída de Enoch.
— ¡No puede ser! — declaró Enoch finalmente rompiendo el silencio, mirando a Aeshma con los ojos llenos de furia y desesperación. — ¿Cómo puede hacerme esto Aeshma-sama? ¡He sido un seguidor fiel y devoto que ha ganado todas las peleas en su nombre!
Aeshma lo miró con una mezcla de desdén y lástima.
— No todas, Enoch. Cómo digo, la lealtad y el esfuerzo son valoradas, pero la incompetencia no tiene cabida en mi familia. Trajiste vergüenza y humillación a nuestro nombre, es mi deber rectificarlo.
En ese momento, Gregory intervino, poniendo su mano sobre el hombro de Enoch para tratar de calmarlo, pero Enoch se la quitó violentamente.
— Esto no se quedará así — declaró entre dientes, mirando a su alrededor, consciente de que las miradas de sus compañeros, que ahora parecían más interesados por su caída que por consolarlo. — No dejaré que un advenedizo cómo Bell Cranel tome lo que es mío por derecho.
Aeshma no respondió a la amenaza, simplemente volvió a encarar a su familia.
— Cómo digo, este será el inicio de una nueva era para nosotros, para nuestra familia. Siempre aspiren a la excelencia. Ahora los dejo descansar, que tengan una buena noche mis niños.
Opal aún estaba procesando lo que había pasado mientras caminaba fuera de la sala lentamente. Por una parte tenía una sonrisa porque estaba libre de Enoch, pero por otra, no sabía qué pensar sobre Bell.
Sin embargo, Enoch, consumido por la rabia solo pudo empezar a maquinar formas de recuperar su estatus, de demostrar el fraude que era "Lion Heart", no iba a permitir que Bell Cranel se saliera con la suya.
