Capítulo 46
La pareja de vampiros cesó en su conversación cuando notó que el resto del grupo se acercaba caminando por el silencioso bosque, llegando a aquel pequeño claro a las afueras de Bom Temps.
Ninguno de los recién llegados dijo nada, contemplando a la bruja aún inconsciente, amarrada a una silla por el tronco, y a su vez con las manos atadas sobre su regazo. Finalmente, fue Eric quien habló en primer lugar, contemplando a las camareras.
-¿Quién va a hacer los honores?
-Deberías hacerlo tú. Nadie tiene más experiencia aquí extorsionando. -dijo Lil poco después, compartiendo un segundo su mirada con la de él, quien asintió mientras tomaba el móvil de la chica y volvía a hablar.
-Pam, Sookie y Alcide deberán esconderse. Ese efecto sorpresa podría venirnos bien. Debemos atacar y poner en marcha el hechizo en cuanto aparezca, sin darle tregua a que pueda hacer o pensar nada. ¿Qué debemos hacer para que hagas el hechizo?
-Hay que hacer un círculo en torno a él con sal, y hacerle beber la sangre de la ménade; sólo así podrá funcionar. -Agregó Madeleine de forma seria.
-Pam, tú te ocuparás de eso. En cuanto esté aquí, hazlo. -Ordenó mientras le pasaba el frasco de líquido oscuro, y el paquete de sal que la bruja sostenía. -Vosotros dos intervenid sólo si algo se descontrola y podéis ayudar realmente. Que nadie intente hacerse el héroe, ni se ponga a improvisar.
Sookie hizo un gesto de mano a Alcide para que no se irritase ante el comentario del vikingo, quien procedió a marcar el número del hada, haciendo que de nuevo el silencio reinara.
-Lil, qué inesperada sorpresa… -Respondió poco después la voz fría de Earl al otro lado, haciendo que Eric hablara con firmeza.
-No, Earl; espera a ver lo que te hemos preparado para sorprenderte de verdad. Ya sabrás por todo lo que has estado espiándome, que soy un tipo de negocios. Ven al claro del bosque al sur del cementerio de Bom Temps para que pueda ver cuánto te importa esa bruja tuya; te la pasaría, pero está inconsciente. Tienes media hora.
-¿Cómo estás tan seguro de que te creerá? -Preguntó Sookie al ver que colgaba sin miramientos, devolviendo el teléfono a su propietaria.
Eric sonrió al escuchar el móvil de Ainara sonar, buscándolo en su bolsillo para responder escuetamente, con frialdad.
-Media hora, Earl. Tic, tac. -El rubio colgó el nuevo aparato, mirando después a su interlocutora. -La reputación de no ir de farol nunca es importante, Sookie. Todo el mundo a sus puestos: empieza el espectáculo.
Nadie intervino ante las últimas palabras del rubio, haciendo que los presentes comenzaran a tomar sus posiciones sin discusión, dejando que la atmósfera se tornara tensa ante lo que estaba por llegar.
-Está aquí. -Susurró Eric al sentir la presencia de Earl, aunque aún nadie podía verlo. Pronto comenzó a escucharlo hablarle directamente desde la distancia.
-Señor Northman, no soy tan ingenuo como para no saber que en estas circunstancias no hay nada que negociar. Siempre seremos enemigos.
-Sí, por eso mismo da la cara y lucha; no hay otra manera. A no ser que prefieras que mate a la bruja ahora mismo -Respondió el vikingo, totalmente alerta ante cualquier movimiento.
Sólo unos instantes después, el hada apareció en el claro del bosque sin decir nada, contemplando con odio al vampiro junto a sus dos aliadas brujas, y a Ainara, aún inconsciente.
El caos se inició tras un instante, rompiendo la quietud del lugar con gritos y golpes.
Pam salió veloz de su escondite, tratando de rodear con sal al recién llegado, pero este consiguió alcanzar con sus rayos mágicos a la vampiresa, lanzándola lejos y dejándola en un estado de semiinconsciencia. Acto seguido, trató de hacer lo mismo con Lil y Madeleine, quienes fueron empujadas por Eric.
Alcide y Sookie entonces trataron de contener a Earl y ejecutar la parte del plan de Pam, pero Earl rápidamente usó sus poderes contra la pareja, alcanzando al hombre lobo, y haciendo que la camarera tuviera que esconderse tras un árbol. Pero entonces la voz de Eric se alzó amenazante, haciendo que el hombre parara al contemplar la nueva escena.
-¡Un movimiento más y muere! -Grito mientras mantenía a la bruja agarrada contra él, sólo atada de las manos, amenazando con partirle el cuello.
El hada alzó las manos lentamente en señal de paz, y dibujó una ladeada sonrisa en su rostro que extrañó al rubio, entendiendo aquello después de unos segundos.
Ainara se movió rápidamente, lanzando sus manos contra el vampiro, haciendo que este cayera de rodillas al suelo entre gemidos de dolor. Automáticamente después, Madeleine usó su magia para contrarrestar el hechizo, mientras gritaba a Lil para que se ocupara de retener a la mujer.
Lil actuó sin pensarlo, lanzando toda su energía contra ella para paralizarla hasta que Madeleine le gritó nuevas instrucciones, pasándole su daga ritual. La morena no se sentía nada cómoda con aquello, pero obedeció rápido, agarrando a la bruja de más edad desde detrás, para amenazar su cuello con el arma blanca.
Earl se encontraba amenazando a Eric con su magia preparada, haciendo que Sookie y Madeleine alzaran las manos ante la tensa escena, pero Eric habló con visible enfado, sin quitar sus ojos de los del hada.
-Si alguno de los dos vuelve a hacer algo, mata a la bruja, Lil.
La camarera no contestó, permaneciendo en la misma posición mientras trataba de encontrar fuerza para aquello. Pero el esfuerzo fue en vano, puesto que la enemiga ejecutó un hechizo sin moverse, haciendo que Sandford empezara a asfixiarse.
El hada aprovechó para atacar a Eric, pero falló cuando este se movió con su super velocidad, dejando que Sookie y Madeleine se ocuparan de entretener a Earl mientras el vampiro corría hacia la bruja.
Ainara lanzó la daga mágicamente contra Lil, pero Eric la apartó ágilmente antes de que pudiera tocarla, contemplando como aprovechaba para huir junto con Earl tras haber herido a Madeleine y Sookie levemente.
Ambas se pusieron en pie y ayudaron a incorporarse a Alcide, quien había vuelto en sí. Contemplando como Pam lo hacía igualmente, ya recuperada del todo mientras hablaba.
-Puto hada. -Susurró mientras mostraba los trozos de cristales que habían contenido la sangre de ménade. Pero la voz de Eric, visiblemente enfadado, captó la atención de todos mientras hablaba con Lil.
-Te dije que mataras a la puta bruja, y ahora por tu culpa han escapado los dos.
-Earl podría haberte matado en un instante si hacía algo; además, no soy una asesina, ¿vale? Lo siento por tener corazón.
-¡Necesitas tener cabeza, y usarla fríamente si quieres sobrevivir! Gracias a tu compasión de mierda casi te matan, y si no hubiera sido por mí, lo habrían hecho. Si no tuviera que hacer de niñera, el plan habría funcionado. -Reprochó con malhumor, mirándola fijamente. Ella respondió con enfado.
-No te preocupes por mí, sé cuidarme. Si me matan es cosa mía ¡Nadie te ha pedido que hagas nada de eso!
-¡Me preocupo para salvar el puto plan, y si tengo que cuidaros es porque sois útiles para el plan, no porque quiera hacerlo y sea tan patético como vosotras, preocupándome por gilipolleces! -Gritó con saña, para después murmurar fríamente, aún escudriñándola. -No significas nada para mí, y no sería tan idiota de caer en algo tan patético como el amor que sentís los humanos y os hace débiles. Si no vas a entender que hay que ser fuerte y despiadado para ganar, no vengas a entorpecer y hacer que nos maten.
Lil hizo un gran esfuerzo por no llorar, aguantando con orgullo hasta que el hombre alejó su mirada para buscar la de su progenie, largándose del lugar a velocidad vampírica sin una sola palabra más.
Sookie se acercó despacio hasta su prima, susurrando si estaba bien, recibiendo un leve asentimiento por su parte.
-Deberíamos volver a casa; ha sido más que suficiente por hoy. Pensaremos una nueva estrategia. -Rompió el nuevo silencio Madeleine, consiguiendo que Stackhouse asintiera con una triste sonrisa, aunque Lil no la miró, siendo la primera en comenzar a caminar para ocultar sus incipientes lágrimas.
