REVENGE
~Capítulo 16 Parte II~
—¿Sabes? Verdaderamente no me dan ganas de ayudar a esa chica luego del daño que le causó a mis hijas.— Musitó Mimi.
—Pero no podemos dejar que la culpen de algo que no hizo.
—Pues claro que no.—Respondió la oji-miel— No soportaría que, otra persona sea culpada injustamente, así como lo hicieron conmigo o como difamaron a Taichi luego de que murió.
Una cosa tenía clara
No dejaría que más personas sufrieran por la maldad de esa familia.
—Mimi hace unos días descubrí algo. — Declaró Koushiro seriamente.
La nombrada observó al pelirrojo— ¿Qué descubriste?
—Algo que...hace tiempo queríamos descubrir..—Admitió el pelirrojo— Pero que es importante.—Agregó— Sin embargo, decidí referí quedarme callado, ya que quise confirmar con más fuentes, y finalmente, lo logré.
Mimi alzó una ceja— ¿Qué quieres decirme?
—¿Recuerdas que, desde hace mucho tiempo nosotros sospechábamos de Sora y Yamato, ya que nos resultaba difícil creer que luego de tantos años no supieran nada de las acciones de sus padres?
Mimi asintió— Sí, lo recuerdo. — Respondió— Yo hace un tiempo he pensado que ellos tienen algo que ver…—Comentó— Pero he preferido no creer en ello, debido a lo que tú me dices, no se puede acusar a alguien solo porque me haya hecho mal en el pasado. Después de todo, cuando Hiroaki y Toshiko me acusaron, Yamato y Sora no sabían de las acciones de ellos dos.
—Exacto, yo siempre te insté a, primeramente, buscar una respuesta, antes de comenzar con la venganza. —Respondió Koushiro— Y creo que ya la encontré.
Mimi observó sorprendida al pelirrojo.
—¿A sí?
El padre de Akari asintió y volteo su Tablet.
—Tenías razón, Mimi. —Declaró— Yamato tiene mucho que ver con esto que ocurrió.
La castaña observó la pantalla.
—¿Qué es eso?
—Son las firmas y documentos de los negocios de Hiroaki Ishida. — Respondió Koushiro— Básicamente es una evidencia que demuestra que…—Se detuvo unos segundos— Yamato participa en los negocios de Hiroaki.
—¿Qué? — Preguntó Mimi.
—Tenías razón.
Mimi literalmente se quedó en shock al confirmar esto que, por mucho tiempo, fue una duda. Ahora finalmente lo confirmaba…
Yamato complotaba con su padre
En la habitación de la clínica, Takeru yacía en la cama, su rostro mostraba una mezcla de dolor físico por la reciente cirugía y furia contenida por la reciente confrontación con su tía Satomi. A su lado, la presencia de su tía era como una sombra oscura, eclipsando cualquier atisbo de tranquilidad que pudiera haber en la habitación.
—Tía Satomi, no tenías derecho a tratar así a Hikari.—dijo Takeru con voz ronca, su tono lleno de indignación—¿Qué te pasa? ¿Cómo te atreves a sacarla de la habitación por algo tan absurdo como un beso?
Satomi se mantuvo impasible ante la ira de su sobrino, su expresión un reflejo de su determinación obstinada.
—No permitiré que una niña irresponsable se interponga en tu recuperación —respondió fríamente— Hikari ha causado suficientes problemas y no permitiré que te lastime más.
Takeru apretó los puños, sintiendo una oleada de frustración y enojo recorrer su cuerpo.
—¡Eso no te da derecho a tratarla así! —exclamó— Hikari es mi amiga, y si quieres apoyarme, debes aprender a respetarla.
Satomi levantó la barbilla con orgullo, desafiante ante la furia de su sobrino.
—Lo siento, Takeru, pero no puedo permitir que esa niña interfiera en tu recupación.—dijo con firmeza— Es hora de que tomes decisiones más inteligentes en tu vida.
Takeru sintió una punzada de ira ante las palabras de su tía, su mente luchando por comprender su actitud implacable. A pesar del dolor que lo consumía, se negaba a ceder ante la manipulación de Satomi.
—Ella no está interviniendo.
—¡Claro que sí!— Exclamó Satomi— Mira cómo te sobresaltaste por su presencia.
—No fue por ella.—Respondió Takeru— Fue por ti. No debiste echarla de esa manera. No debiste comportar así con ella.
—Te estaba besando.
Takeru apretó los dientes, sintiendo la ira burbujeando en su interior ante la terquedad de su tía.
—Eso no te da derecho a tratarla como lo hiciste —replicó, su voz llena de determinación—. Hikari es mi amiga y merece respeto, al igual que cualquier otra persona en esta habitación.
Satomi frunció el ceño, sus ojos brillando con una mezcla de frustración y desaprobación.
—No puedes seguir aferrándote a personas que solo te causan problemas —dijo con firmeza— Es hora de que te des cuenta de quiénes son realmente importantes en tu vida y te alejes de aquellos que te arrastran hacia abajo.
Takeru apretó los puños, sintiendo una oleada de emoción y enojo recorrer su cuerpo.
—No tienes derecho a decidir quién es importante para mí —respondió con voz tensa— Eres mi tía, no mi dueña. Puedo tomar mis propias decisiones y, si eso significa apoyar a mis amigos, así lo haré.
Satomi lo miró con dureza, sus labios apretados en una línea delgada.
—Me preocupo por ti Tk, nada más. Esa chica fue culpable de lo que te pasó. No quiero que nuevamente se repita.
—Ella no fue la culpable.
—Claro que sí.
—Ella fue atacada, yo hice lo que, cualquier persosna en su sano juicio harñia al ayudarla.
—Dudo que alguien la haya atacado sin razón.—Exclammó Satomi— Quien sabe de qué modo andaba vestida.
—No hagas ese tipo de comentarios, por favor, Hikari no provocó a aquel sujeto para la atacara, él simplemente lo hizo. Tú misma sabes como están las cosas een el mundo, atacan a chicas sin razón.
—Estás cometiendo un grave error al defender a esa chica.—advirtió la castaña—Pero no te preocupes, haré todo lo que esté en mi poder para protegerte, incluso si eso significa alejarte de personas como ella.
Takeru negó—Tía, por favor, yo quiero a Hikari.
—No la quieres, simplemente buscas olvidarte de Catherine, eso te ciega y no ves que por culpa de esa chica estás así.
—¡Claro que no!...—Tk intentó moverse, pero un dolor fuerte se lo impidió y el monitor con sus latidos también dio un sonido fuerte.
—¡Ey! Takeru, por favor, tranquilo.—Satomi lo tomó suavemente por los hombros— Por favor, no hagas esfuerzos. Recuerda que estás recién operado.
Takeru apretó los dientes y respiró profundo, intentando calmarse, aunque era casi imposible después de que su tía estuviera hablando así de la chica en la cual él estaba interesado.
—Solo quiero que no te enfades con Hikari.
Satomi se cruzó de brazos— Deja de defender a esa niña.— Respondió— Tan solo mira como te coloca hablar de ella.
—¡Pero!— Takeru intentó alzar la voz de nuevo, pero nuevamente sintió un fuerte dolor.
—Tk, Tk...—Satomi se acercó a él— Por favor, dejemos de hablar este tema ¿sí?—Rogó—Y, por favor, calmate. Piensa en tu salud. Saliste recién de una operación que fue grave.
Takeru se mordió el labio inferior mientras observaba molesto a su tía. Verdaderamente esta odiando esa situación, pero tenía razón, recién fue operado. Si quería estar bien debía calmarse.
Sobre todo, en su caso que requirió de la donación de sangre de otra persona para recuperarse.
Rika caminaba con paso decidido por los pasillos del hospital, su mente llena de preocupación por su tío Takeru. Había oído hablar de su grave estado de salud y no podía quedarse de brazos cruzados, necesitaba verlo y asegurarse de que estaba bien.
Al llegar a la habitación designada, Rika respiró hondo antes de entrar. Encontró a Takeru recostado en la cama, su rostro mostraba signos evidentes de fatiga y dolor.
—Tío Tk.—Fueron las dos palabras de la pelirroja.
Takeru volteo la mirada y sus ojos se iluminaron al ver a su sobrina entrar, le dedicó una sonrisa débil, pero sincera, al verla.
—Rika, qué sorpresa verte aquí.—dijo con voz suave, extendiendo una mano hacia ella.
La pelirroja se acercó y tomó la mano de su tío con ternura, sintiendo un nudo en la garganta al verlo en ese estado.
—No podía quedarme sin venir a verte, tío.—dijo con sinceridad— Estaba muy preocupada por ti, luego de lo que pasó.—Comentó— Estoy aquí para apoyarte en lo que necesites.
Takeru asintió con gratitud, sintiéndose reconfortado por la presencia de su sobrina.
—Gracias, Rika.—respondió con voz emocionada— Significa mucho para mí tenerte aquí.
Durante un momento, los dos se quedaron en silencio, encontrando consuelo en la compañía del otro. Rika se sentó junto a la cama de su tío, sintiendo la necesidad de estar cerca de él en ese momento difícil.
—¿Cómo te sientes, tío? —preguntó finalmente, preocupación evidente en su voz.
Takeru suspiró, buscando las palabras adecuadas para describir su estado.
—Estoy mejorando, gracias a los cuidados del personal médico —respondió con sinceridad— Pero aún tengo un largo camino por delante en mi recuperación.
Rika asintió con comprensión, prometiéndole a su tío que estaría a su lado en cada paso del camino.
—Me sorprende verte aquí...—Musitó el rubio— ¿No deberías estar en clases?
—Sí, debería.— Respondió la pelirroja— Debería.—Repitió esa palabra
—No me digas que...
Rika ante esta pregunta decidió no responder, simplemente formó una sonrisa en sus labios.
—No me digas que te escapaste de la preparatoria.
—No lo diré, porque tú ya lo dijiste.—Contestó Rika.
Takeru frunció el ceño al escuchar la respuesta de Rika, preocupado por su decisión de faltar a clases.
—Rika, eso está mal.—dijo con seriedad— No deberías estar aquí, deberías estar en la escuela.
La pelirroja bajó la mirada, sintiéndose un poco avergonzada por su acción impulsiva.
—Lo sé, tío —admitió—. Pero necesitaba verte. Necesitaba asegurarme de que estás bien.
Takeru suspiró, comprendiendo la preocupación de su sobrina, pero aun así sintiéndose incómodo con su falta de responsabilidad.
—Entiendo que estés preocupada por mí, Rika.—dijo con suavidad— Pero eso no justifica que te saltes tus clases. La educación es importante y no deberías descuidarla, sobre todo teniendo a tus padres. No creo que nuevamente quieras tener problemas con ellos.
—Tío, tú bien sabes que, no me gusta para nada la preparatoria donde estoy.—Explicó la pelirroja— No me gusta ir. Mucho menos cuando debo hacer cosas importantes como esta...—Declaró— Estaba muy preocupada por ti.
Takeru se sintió conmovido ante las palabras de su sobrina. Rika, por lo general, era una persona muy cerrada, con pocas personas lograba abrirse, a pocas personas les expresaba sus sentimientos. Y él era parte de una de esas personas.
—Sobrina, agradezco mucho tu preocupación, pero yo no quiero que te metas en problemas.
—Problemas es en el que te metiste tú al enfrentarte a ese sujeto...—Musitó enfadada cruzándose de brazos— Dime ¿en qué rayos estabas pensando?
Takeru se sorprendió ante el regaño de su sobrina.
—No estaba pensando nada.— Respondió— Solamente en ayudar a Hikari.
—Esa chica...—Murmuró Rika— Debes estar muy interesado como para haber hecho esto sabiendo que no sabes ni cuidarte a ti mismo.
—¡Oye!— Exclamó rubio— No me ofendas.
—No te ofendo, al contrario, digo la verdad.
—Sé cuidarme bien.
Rika lanzó una carcajada irónica— ¡Ja! Hasta un hámster es sabe cuidarse mejor que tú.—Comentó— ¿O ya se te olvidó que tu hámster logró sobrevivir cinco días sin que le dieras comida por qué encontró la forma de salir de su jaula y meterse a la bolsa de alimento que estaba a un lado?
Takeru se mordió.
—Bu-bueno, está bien, está bien, quizás no estaba pensando con claridad en ese momento, debí pensar en algo mejor para defender a Hikari.—admitió— Pero necesitaba ayudar a Hikari. No podía quedarme de brazos cruzados viendo como ese sujeto la atacaba.
—Estoy de acuerdo contigo, y me hace sentir orgullosa tener un tío tan caballeroso.—Musitó— Torpe, pero caballeroso.—Agregó— Sin embargo, quiero que tengas más cuidado a la próxima.— Se acercó a él y posó su mano en su hombro— No soportaría perderte.
Takeru sonrió ante esto— Tranquila...—Tomó su mano— No me perderás.
—Eso espero.—Respondió Rika— Porque si no lo haces juro que...
—¡No me regañes!— Exclamó Takeru y jaló de su brazo para abrazarla— Y mejor, dame un abrazo.
Rika hizo una mueca— Tío Takeru, tú sabes que no me gustan los abrazos.
—Sé que no.—Contestó el rubio— Pero soy tu tío y estuve al borde la muerte ¡merezco uno!
Rika rodó los ojos antes esto y finalmente se resignó a esa muestra de afecto.
Mientras tanto en la pequeña cocina de la empresa Ishida junto a las oficinas. Yamato y Nene se encontraban haciéndose cada uno y café.
—¡Vaya! Tu amante resultó ser una loca. —Comentó Nene— Pero ¿de qué me sorprendo? Las zorras como ella son capaces de hacer todo ese tipo de cosas. Incluso peor.
—Nene. —Yamato regañó a su hija— No estoy de humor para hablar de esto. —Sentenció— Vuelve a tu trabajo.
La castaña rodó los ojos— Me iré, netamente porque la reunión empezará en breve, no porque tú me lo pides.
Fue así como tomó su tazón, caminó hacia la puerta y salió del lugar.
Yamato hizo una mueca ante el comportamiento de Nene. En el aspecto intelectual era brillante, pero su carácter resultó ser una mezcla horrible entre su carácter con el carácter de Hiroaki y algo de Toshiko.
Dirigió su mirada hacia la carpeta que Mitsuo Yamaki dejó en su escritorio con toda la información.
Tal vez, su "relación" con Nanami terminó en malos términos, luego de ese video podía esperar cualquier cosa de ella, pero...
Tenía serias sospechas con respecto a esta situación
Nanami no haría algo como esto, ya que, apenas sabía negociar sus vestidos. No era capaz de negociar a mujeres o preparar una muerte. Aunque, por despecho...
¿Podría ser?
Era difìcil creerlo, sobre todo ahora que conocía los negocios de su padre. En el pasado, no quiso creer que Mimi tenía problemas mentales porque no creía en lo que decía de Hiroaki y Toshiko, pero ahora lo sabía. Ya no era el mismo ingenuo de hace años.
Justo en ese minuto la puerta se abrió y en el lugar apareció su padre, Hiroaki.
—Buenas tardes.
—¿Buenas?— Cuestionó el rubio— ¿Enserio dices buenas?
—Acaso ¿no lo es?
—¿Fuiste tú, verdad? — Yamato le preguntó a su padre— ¿Fuiste tú quién creo todas esas evidencias para que cumplen a Nanami de la desaparición de las modelos?
Hiroaki se cruzó de brazos— ¿Por qué crees eso?
—Porque tienes una facilidad de salirte con la tuya. — Comentó el rubio— No me extrañaría que culpes a otro por algo que tú hiciste.
—Pareces preocupado ¿e? — Comentó el castaño— ¿Sabes? En vez de criticarme y estar haciéndome preguntas, deberías estar feliz, después de todo, esa mujer tuvo lo que merecía luego de dejarte en ridículo frente a todo el mundo.
—Esto va más allá de mí.
Esto incluía a las modelos desaparecidas.
Nanami no sabía nada de ellas, si culpaban a Nanami, el caso se cerraría y nunca encontrarían a las jóvenes.
—¡No puedo creer que caigas tan bajo!
—Acaso ¿estás defendiendo a esa mujer?
—¡No la estoy defendiendo! — Exclamó Yamato— Es simplemente que conozco como eres. Y como es Toshiko.
Hiroaki rodó los ojos— ¿Sabes? Deberías dejar de molestarme y concéntrate en lo que verdaderamente debes concentrarte.
—¿En qué debería concentrarme, según tú?
—En la empresa.—Respondió el castaño— Después de todo, has logrado arruinar de algún modo mi trabajo, trayendo nuevos inversores y trabajos.
—Solo hice lo que debía hacer para limpiar en honor de esta empresa.
—Mal error.— Comentó Hiroaki— Lo único bueno que has hecho hasta el momento es aceptar a Haruna Anderson en la empresa, ya que nos ha salvado al pellejo de muchas maneras.
Por primera vez, en mucho tiempo, estaban de acuerdo en algo.
Recibir a Haruna en la empresa fue algo bueno.
—Aunque, ahora que lo pienso, yo fui quien te presionó a recibirla.
Sí, lamentablemente.
—No cambies de tema, padre, ahora estamos hablando del tema de Nanami.
—Yo no quiero seguir hablando de eso.—Respondió el castaño— Mucho menos ahora que tenemos reunión. Recuerda que se abrirá un nuevo negocio internacional. — Declaró— Este negocio es importante. Así que más te vale que salga bien.
—Sí sale bien no será porque tú hayas ayudado.—Comentó Yamato— He sido yo quien ha trabajado duro por sacar adelante esta empresa.
—¿Y eso a quién se debe?—Pregunto Hiroaki— Recuerda que yo te traje a trabajar aquí. Aun contra tu voluntad.
—Eso fue antes, ahora las cosas son diferentes.
—Pero, de igual forma, me terminaste dando la razón ¿no?
Yamato rodó los ojos y tomó su tazón— ¿Sabes? No tengo ganas de escucharte.—Caminó hacia la salida—Adiós.
¡Toc, toc!
Unos golpes en la puerta del departamento de Nanami se hicieron presentes provocando que la rubia, quien estaba sentada en el sofá con su laptop alzara la mirada.
¡Toc, toc!
Nuevamente se escucharon esos golpes.
—Ya voy.—Exclamó Nanami dejando su laptop de lado.
¡Toc, toc!
—Dije que ¡ya voy!—Nanami se levantó de su sofá y caminó hacia la puerta.
¡Toc, toc!
—¡Ya voy! — Exclamó Nanami antes de girar la perilla— Pero ¿quién, rayos, toca así?
Fue así como abrió la puerta y frente a ella aparecieron dos personas, un hombre y una mujer, ambos vestidos de negros, utilizaban abrigos largos, la mujer una falda, el hombre un pantalón, sombreros y gafas.
—Pero ¿Quiénes son ustedes?
Los sujetos no respondieron simplemente ingresaron al departamento.
—¡Ey! ¿Qué hacen? — Preguntó Nanami—¡Ey!
Sin embargo, no obtuvo respuesta, ya que el hombre la agarró por los brazos a la fuerza.
—¡Eh!— Nanami intentó soltarse— ¡Suéltame!
—Tranquila. — Respondió el hombre— No te haremos daño.
Nanami continúo moviéndose— No te creo…—Declaró— ¡Suéltame!
Sin embargo, no pudo seguir luchando por soltarse porque la mujer sacó de su chaqueta un pañuelo y lo depositó tanto en la boca como en la nariz de la rubia.
Nanami se sobresaltó ante esto e intentó luchar con todas sus fuerzas por librarse, pero no fue posible y en menos de lo esperado, perdió el conocimiento.
Izumi caminó por el pasillo de la clínica con la cabeza baja y, prácticamente, arrastrando sus pies. Verdaderamente estaba afectada por esta situación. Intentaba ser fuerte, pero, a estas alturas era difícil mantener la compostura o apariencia de alguien "fuerte"
Cada paso parecía más pesado que el anterior, y el peso de la situación la abrumaba de una manera abrumadora. A pesar de sus esfuerzos por mantenerse fuerte, era evidente que la situación la estaba afectando profundamente.
De repente, sin siquiera darse cuenta, tropezó con alguien que pasaba por el pasillo. Levantó la mirada, sintiendo una oleada de vergüenza por su falta de atención.
—Lo siento mucho, no te vi... —se disculpó Izumi antes de darse cuenta de quién era el personaje con el cual tropezó—¿Takuya?
—Izumi.—Respondió el moreno.
Ambos se observaron sorprendidos.
—Disculpa, no quería tropezar contigo.
—No te preocupes.—Contestó Takuya.
—No esperaba verte...—Musitó—¿Qué haces aquí?
—¿E?— Balbuceo Takuya— Vine a ver a tu tío.
Izumi observó al moreno—¿A sí?
El moreno hizo una mueca al ver el rostro de la rubia, no tenía buena expresión, al contrario, parecía muy triste.
—¿Estás bien? —preguntó Takuya con tono preocupado, sus ojos buscando los de Izumi en busca de alguna señal de cómo se sentía.
—¿Por qué preguntas?
—Porque te veo triste.—Respondió— ¿Ocurre algo?
Izumi hizo una mueca—No es nada.
—¿Segura?
La rubia asintió—Solo estoy un poco...—Suspiró—... un poco distraída, supongo.—respondió, tratando de restar importancia a su estado emocional.
Takuya observó detenidamente a Izumi, a pesar de que se habían conocido hace poco, para él era fácil decifrar las emociones de esa chica, porque en ese corto tiempo la había visto: Enojada, feliz, triste, pensativa, entre otros estados de ánimo.
—No estás bien.—Comentó—Puedo verlo en tu rostro.
Izumi se mordió el labio inferior.
—Dime ¿qué sucedió?— Preguntó Takuya—¿Ocurrió algo con Takeru? ¿empeoró luego de su operación?
La rubia negó— N-no, no es algo con respecto a mi tío.
—¿Es con respecto a tu familia?
Izumi nuevamente negó.
—¿Con respecto al idiota de tu novio?
—No...—Respondió la rubia— Esta vez no es por él.
—¿A no?— Preguntó el moreno— Entonces ¿por qué es?
Izumi dudó unos segundos en responder, en realidad, no tenía fuerzas para hacerlo, pero, Takuya lo sabría en cualquier momento, después de todo, Miyako se encargaría de informa a la compañía.
—Finalmente, se supo el tema de las modelos.
—¿Qué?— Takuya se sorprendió ante esto—¿Se sabe algo con respecto a su desaparición?
Izumi asintió.
—¿Y?
La rubia movió su cabeza— Resultó ser peor de lo que pensé.
Takuya hizo una mueca y se acercó a ella para abrazarla.
Nanami se removió entre la oscuridad mientras poco a poco su consciencia regresaba. Sentía como si estuviera emergiendo de un profundo abismo, luchando contra las sombras que la envolvían. Su mente se tambaleaba entre la neblina de la inconsciencia y la claridad incipiente.
Con un esfuerzo titánico, logró abrir los ojos, aunque la visión era borrosa al principio. Los contornos de la habitación se difuminaban y se movían como sombras en la penumbra. Parpadeó varias veces, intentando enfocar su mirada en el entorno que la rodeaba.
A medida que sus sentidos se agudizaban, comenzó a percibir sonidos distantes: murmullos indistinguibles, el zumbido lejano de una máquina, el eco de pasos amortiguados. El olor acre y metálico del ambiente llenó sus fosas nasales, provocándole una sensación de desasosiego.
Con un escalofrío, Nanami se dio cuenta de que no estaba donde recordaba estar. La sensación de desconcierto y temor se apoderó de ella, haciéndola palpitar con ansiedad. ¿Cómo había llegado allí? ¿Qué le había sucedido?
Con cada vez más claridad, las imágenes comenzaron a tomar forma en su mente: el encuentro abrupto en su apartamento, las figuras sombrías, la lucha por liberarse... y luego, la oscuridad.
La realidad se fue asentando lentamente en su mente, como piezas dispersas de un rompecabezas que finalmente encajaban. Nanami se estremeció ante la gravedad de la situación, consciente de que estaba en peligro, pero también determinada a encontrar una salida.
—¡Vaya, hasta que al fin despertaste!— Una voz llamó su atención.
Nanami volteo su mirada y frente a ella se encontró con una mujer de cabello castaño, ojos color miel, y un hombre de cabello rojo y ojos oscuros.
Nanami reconoció al instante a la distinguida mujer de ojos color miel que llegó al desfile que ella preparó con Izumi en la compañía Takenouchi Style.
—¿Usted?— Rápidamente se incoporó en el lugar donde estaba— ¿Haruna Anderson?
La castaña asintió— Sí, esa misma.
Nanami observó a la mujer y luego observó a su acompañante, quiso pregunta ¿quién era él? pero no le interesaba más que saber lo siguiente: —¿Dónde estoy?
—No te interesa saber dónde estamos. — Respondió la castaña.
Nanami hizo una mueca.
—Claro que me interesa. —Contestó—Me trajeron contra mi voluntad a este lugar, ni siquiera me preguntaron, simplemente me raptaron.
—Hicimos eso porque necesitábamos sacarte cuanto antes de tu departamento. —Contestó Koushiro.
La rubia alzó una ceja sorprendida.
—¿Por qué? — Preguntó— ¿Qué quieren hacerme?
—Nada malo. — Respondió Haruna— Al contrario, simplemente queremos ayudarte.
—¿Ayudarme?
La castaña asintió.
—No lo sabes, pero estás corriendo un serio peligro.—Declaró Koushiro.
—¿Peligro?— Cuestionó Nanami— Pero ¿qué tontería están hablando?
—No es ninguna tontería.— Respondió Haruna— Es simplemente que tú, nunca supiste en que te involucraste, al relacionarte con Yamato.
—¿Por qué me dice eso?—Preguntó la rubia.
—Porque, en honor a lo que sucedió, hoy fuiste acusada por el crimen de atentado contra las modelos que asistieron al desfile de la compañía "Takenouchi Style"— Contestó la castaña.
Nanami se sorprendió ante esto: —¿Qué?
—Lo que escuchaste.—Musitó Koushiro— Eres la principal sospechosa del atentado que recibieron las modelos de la compañía de Sora, esposa de Yamato Ishida.
La rubia se sintió confundida al escuchar esto—N-no, eso no puede ser.— Comentó— Pero ¡Que tontería dicen!
—No es ninguna tontería.— Respondió el pelirrojo.
—¡Claro que sí!—Exclamó Nanami— ¿Cómo, rayos, yo voy a ser la principal culpable o sospechosa de aquel atentado?— Preguntó—Yo ni siquiera sé que ocurrió con ellas, apenas fui una diseñadora que participó creando el vestuario, pero ¡nada tenía que ver con las modelos que vinieron a modelar!
—Bueno, eso es lo que tú dices, pero hoy fuiste acusada de eso.
—¿Cómo puedo estar segura de lo que me dicen?—Preguntó la rubia.
—Tenemos pruebas.—Respondió Koushiro.
—¿Pruebas?
Fue así como el pelirrojo reprodujo el audio del informe del agente de policía.
~Audio~
—¿y bien?— Preguntó Izumi— ¿Qué noticias tiene señor policía?
El hombre de gafas señaló una carpeta que traía en sus manos.
—Finalmente, hemos llegado al fondo de esto.—Declaró Yamaki.
Todos los observaron expectante.
—¿Al fondo?— Preguntó Sora—¿A qué se refiere con eso?
—Lamentablemente, la desaparición de las modelos no fue algo al azar.—Declaró Yamaki sin más.
¿No?
Todos se sorprendieron ante esta declaración.
—Al parecer, ellas fueron parte de un sabotaje.
—¿Sabotaje? — Preguntó Sora— ¿Dijo sabotaje?
Yamaki asintió.
—¿De quién? — Cuestionó Izumi—¿Por qué?
—Luego de muchas investigaciones pude llegar a la raíz de todo. —Comentó el oficial—Se acaba de confirmar que la persona a cargo de todo este suceso es alguien que tiene mucha relación con esta situación.
—¿A sí? — Preguntó Sora.
—¿Quién fue? —
—Fue una persona de "Takenouchi Style" — Respondió Yamaki.
¿Qué?
—¿De mi compañía? — Preguntó Sora.
—No puede ser. — Comentó Izumi.
—Lamentablemente es. — Contestó el oficial y abrió una carpeta— Tengo pruebas de que todo este sabotaje fue planeado y ejecutado por la señorita Nanami
¿Qué?
—N-no, eso no…—Izumi tuvo intenciones de responder, pero luego a su mente vino el recuerdo de ese horrible video que vio de su padre con esa mujer.
—¿Está seguro de lo que dice, oficial? —Preguntó Miyako.
Yamaki asintió— Lo es.
—Pe-pero Nanami no puede.
—¡Claro que puede hacer algo como esto! — Exclamó Toshiko— Nanami fue capaz de subir ese video con Yamato, engañó la confianza de Sora, se comportó de una manera muy lamentable, no me sorprendería que también quisiera sabotear el grandioso desfile que tuvieron, eclipsándolo con algo como esto.
—Pe-pero ella también tuvo participación en el desfile. —Comentó Izumi.
—Sí. —Respondió Nene— Pero justo ese día nuestra madre supo la verdad. Y Rika también…
—Espera ¿qué? — Preguntó la rubia— ¿Ellas ya sabían de esto?
La castaña asintió— Sí.
—Había razones suficientes para que esa mujer actuara como actúo. —Sentenció Toshiko.
Sí, lamentablemente.
Pensó Sora.
—Además, encontramos unos correos muy misteriosos. — Declaró Yamaki— Sin mencionar que, el psiquiatra de esta joven, en la clínica tenía unos informes que apuntan sus indicios de demencia.
¿Qué?
—¿Demencia?— Preguntó Sora.
El oficial asintió— Esa mujer está loca. Presentó problemas con drogas en unos exámenes que se realizó en la clínica hace un tiempo, al parecer este problema mental está ocasionado por un consumo excesivo.
—Eso es imposible, Nanami nunca fue una mujer que consumiera drogas.— Comentó Izumi.
—Fue capaz de traicionar a nuestra madre.—Comentó Nene— Me puedo imaginar cualquier cosa de ella.
~Fin del audio~
—Esto no...—Nanami apenas podía hablar— No puede ser. Ellos no pueden culparme...
—Eso dice que informe policial.—Respondió Haruna—Tú eres la culpable.
—¡Eso es un error!— Exclamó la rubia—¡Yo no fui culpable de la desaparición de las modelos!
—Bueno, actualmente, todos creen que sí.— Contestó el pelirrojo— Yamaki Mitsuo puso la constancia en policia y en menos de lo que te imagines estarás tras las rejas.
—No, eso no puede ser.—Murmuró Nanami— ¡Yo no hice eso!
—Sabemos que no, por eso estamos aquí.— Respondió Koushiro— Queremos ayudarte.
—¿Ayudarme?
Mimi asintió— Queremos ayudarte a escapar.
—¿Por qué?
—Porque la empresa Ishida, mejor dicho, Hiroaki, Toshiko y Yamato están detrás de todo esto.— Contestó la castaña— Ellos trabajan en la trata de blanca.
¿Qué?
Nanami se sorprendió ante esto, su rostro demostró su impresión, no esperaba esa declaración.
—N-no, eso no puede ser...—Comentó—O-osea, ellos...—Intentó— Pero ¿cómo?
—Ellos trafican mujeres.—Declaró Koushiro— ¿Cómo? De muchas maneras.
Nanami estaba aturdida. La revelación la golpeó con fuerza, sacudiendo su mundo y haciendo que cuestionara todo lo que creía saber sobre las personas cercanas a ella.
—Pero... ¿cómo es posible? —preguntó, luchando por procesar la información— ¿Por qué no he escuchado nada sobre esto antes?
Mimi se acercó y colocó una mano reconfortante en su hombro.
—Es porque son expertos en mantenerlo oculto.—explicó— Tienen conexiones en todos los niveles de la sociedad, desde la policía hasta los políticos. Es un negocio muy lucrativo para ellos, y harán todo lo posible para protegerlo.
Nanami se sentía abrumada por la magnitud de la situación. Si lo que decían era cierto, significaba que estaba en peligro y que no podía confiar en las personas en las que había confiado toda su vida.
—Ahora que sucedió esto de las modelos quieren culparte a ti, ya que, luego de ese video que publicaste. No caíste en gracia de la familia Ishida, ni de la familia Takenouchi.—Declaró Koushiro— Eres el blanco perfecto para que te culpen.
—¿Sólo por eso van a culparme?— Preguntó Nanami.
—¿Te sorprende?— Musitó Mimi/Haruna con ironía— Actuaste muy mal al publicar ese video, hiciste sufrir a las hijas de Yamato de una manera que no te imaginas. Es lógico que quieran, de algún modo, devolverte el dolor que provocaste.
La rubia analizó estas palabras. En cierto punto tenía razón.
—Más aun, luego de dejar su nombre en ridículo, porque Yamato quedó en vergüenza.—Sumó Haruna.
Sí, eso era verdad.
—¿Y, sabes? Luego de lo que hiciste al publicar ese video, no te mereces nada. —Comentó Haruna recordando el sufrimiento de sus hijas— Pero, aunque tu accionar fue terrible, no te mereces que Hiroaki, Toshiko y Yamato te hagan esto.
—Es por eso que queremos ayudarte.—Finalizó el pelirrojo— No dejaremos que esas personas se salgan con la suya.
—¿Qué debo hacer? —preguntó, buscando desesperadamente una salida.
—Lo primero es sacarte de aquí —Respondió Koushiro— Te llevaremos a un lugar seguro donde puedas estar protegida.
—Y por supuesto, debes obedecernos en todo lo que te digas.—Sentenció Mimi— Si nos obedeces y actúas conforme a lo que nosotros te digamos, todo saldrá bien. Pero si no lo haces tendrás problemas. Así que te recomiendo que antes que todo prometas que nos vas a obedecer.
Nanami asintió, confiando en sus nuevos aliados. Estaba agradecida de tener a alguien en quien apoyarse en medio de esta pesadilla.
—Sí. Lo haré.
Los otros asintieron en acuerdo, listos para enfrentarse a los poderes corruptos que se escondían detrás de la fachada de respetabilidad.
—¿La amante de tu padre fue la culpable de la desaparición de las modelos?—Preguntó Takuya sorprendido.
Izumi asintió—Lamentablemente sí.
—Que mal.—Murmuró Takuya— Es...casi...imposible de creer.
—Pensar que trabajamos codo a codo con ella y...—Sintió un nudo en su garganta—Ocurrió esto. No solo se rió de mi y mi madre en la cara al invoucrarse con mi padre.—Recordó Izumi— Su posesión fue más allá y nos arruinó esto.
El moreno observó con tristeza a Izumi, quien evidentemente estaba afectada ¡Y no era para menos! Ella siempre consideró una amiga a Nanami, más que una compañera de trabajo, y la terminó atacando por la espalda. Primero involucrandose con Yamato y luego esto.
¡Esa mujer no valía nada!
—Tranquila, Izumi, todo estará bien.
—Me gustaría creerlo.— Comentó la rubia— Pero es imposible. Sobre todo, ahora que sé esto, me siento más culpable que antes.—Declaró— Yo era la persona que más tiempo pasaba con Nanami ¡Debí sospechar que no era de fiar!
—No tenías forma de saberlo.
—Tal vez sí, pero, como siempre, yo soy inútil, no les colocó atención a las cosas y por eso la gente fácilmente me engaña.
Takuya frunció el ceño al escuchar las autodepreciativas palabras de Izumi, sintiendo una mezcla de compasión y frustración ante su autocrítica.
—No digas eso, Izumi —respondió con firmeza—. No eres inútil ni incapaz. Simplemente confiaste en alguien que no lo merecía, y eso no te hace menos valiosa como persona.
Izumi levantó la mirada hacia Takuya, sorprendida por su tono de voz reconfortante.
—Pero si hubiera sido más observadora, si hubiera prestado más atención a las señales de advertencia, tal vez podría haber evitado todo esto —dijo con pesar.
Takuya se acercó a Izumi y colocó una mano reconfortante en su hombro.
—Nadie puede prever el comportamiento de los demás, Izumi.—dijo con suavidad— Confías en la bondad de las personas porque tienes un corazón generoso, y eso es algo hermoso, no algo que debas lamentar.
—En vez de generoso yo diría ¡ingenuo!— Regañó— Y torpe.
—¡Deja de decir esas cosas! Eres mejor de lo que crees.
Takuya frunció el ceño ante el tono autodestructivo de Izumi, sintiendo la urgencia de detener esa negatividad.
—No puedes seguir hablándote así, Izumi —dijo con firmeza—. Eres una persona increíble, inteligente y compasiva. No dejes que este incidente te haga dudar de ti misma.
Izumi bajó la mirada, sintiéndose abrumada por la insistencia de Takuya.
—Pero si hubiera sido más astuta, más perceptiva, tal vez podría haber evitado todo esto —murmuró, luchando contra las lágrimas.
Takuya se acercó aún más a Izumi y le levantó el mentón suavemente, obligándola a encontrarse con su mirada.
—Nadie espera que seas perfecta, Izumi —dijo con calma—. Todos cometemos errores y nos enfrentamos a situaciones difíciles. Lo importante es cómo aprendemos y crecemos a partir de ellas.
Izumi asintió con cautela, absorbiendo las palabras reconfortantes de Takuya.
—Pero yo... —comenzó a decir, pero Takuya la interrumpió con determinación.
—No te permitiré seguir hablando así de ti misma, Izumi —dijo con firmeza—. Eres fuerte, valiente y capaz. No dejes que este revés te haga olvidarlo.
Izumi inhaló profundamente, sintiendo un poco de alivio ante la insistencia de Takuya.
—Gracias, Takuya —susurró, dejando que las palabras de su amigo la envolvieran con un poco de esperanza.
Takuya sonrió con ternura, decidido a seguir apoyando a Izumi en su camino hacia la recuperación emocional. Sabía que no sería fácil, pero estaba determinado a ayudarla a redescubrir su confianza y autoestima. juntos podrían superar cualquier desafío que se les presentara.
El teléfono de Yamato sonó con insistencia, interrumpiendo sus pensamientos mientras se preparaba para la reunión de la empresa. Al ver el nombre de Haruna Anderson en la pantalla, frunció el ceño, preocupado por lo inesperado de la llamada. Con un gesto rápido, contestó.
—Hola, Haruna.
—Hola Yamato, lamento llamar de un momento a otro.—Comentó la castaña— Pero, necesitaba informarte que, no podré ir a la reunión.
—¿No?— Preguntó el rubio— ¿Por qué?
—No me he sentido bien la verdad.—Respondió.
La voz de Haruna sonó un poco débil al otro lado de la línea.
—¿No?— Preguntó Yamato e inconscientemente la preocupación se hizo presente— ¿Ocurrió algo? ¿Te sientes mal luego de haberle donado sangre a Takeru?
—¿E?—Balbuceo la mujer— N-no sabría decir exactamente que me ocurre.—Comentó— Simplemente no me siento muy bien.
La preocupación se apoderó instantáneamente de Yamato al escuchar las palabras de Haruna. Aunque su mente intentaba racionalizar la situación, su corazón latía un poco más rápido de lo habitual.
—¿Fuiste al médico?—Cuestionó el rubio— Si no fuiste, puedo llamar al doctor que atendió a Takeru y a su equipo que se encargó del proceso de donación.
Evidentemente Yamato no fue consciente de su preocupación.
—No es necesario, estoy bien.—Comentó Haruna—Ya hablé con un doctor y me dijo que debo descansar. Así que prefería quedarme en casa en lugar de asistir a la reunión.
—Entiendo.—Respondió el rubio— Pero ¿estás segura que estarás bien? ¿No necesitarás algo más? —preguntó, su tono de voz reflejando su preocupación genuina.
Haruna, mejor dicho, Mimi del otro se sorprendió ante esto, acaso ¿Yamato verdaderamente se estaba preocupando por ella?
—¿E? S-sí, si, estaré bien.—respondió— Solo necesito descansar un poco. No te preocupes por mí, ve a la reunión y concéntrate en el trabajo. Yo luego me pongo al corriente.
—Está bien.—Contestó Yamato— Espero que se recupere, señorita Haruna.
—Gracias.—Musitó la castaña— Que tenga buena tarde.— Fue así como luego colgó.
Yamato guardó su móvil tranquilo, esperando que la castaña estuviera bien. Sin embargo, una extraña sensación lo invadió, haciéndolo detenerse por un momento. Se sorprendió al darse cuenta de lo preocupado que estaba por el bienestar de Haruna, una reacción que no esperaba tener.
—¡Takeru!— Izumi abrazó, mejor dicho, se lanzó encima de su tío.
—Izumi.—Takeru pronunció el nombre de su sobrina mientras intentaba corresponder el abrazo, aunque era difícil porque le dolía la operación.
—¡Que bueno que estás bien!—Gritó la oji-verde mientras lo abrazaba con fuerza, sin querer pasando a llevar el lugar de su operación.
—¡Ey, ey! Cuidado, por favor...— Rogó el rubio adolorido.
—¡Ups! Lo siento, lo siento, lo siento.—Repitió Izumi recordando el hecho que su tío estaba recién operado— No quería que te doliese la operación.
—No te preocupes.— Respondió Takeru intentando sonreír, aunque el dolor era mayor.
Izumi preocupada observó a su tío.
Takeru pasó su mirada por la oji-verde y luego pasó su mirada por su acompañante, Takuya.
—Hola Takuya.—Musitó sorprendió.
—Hola Takeru.—Respondió Takuya.
Tk pasó su mirada por su sobrina, en cierto punto le sorprendió verlo con él.
—¿Vinieron juntos?
—¿Juntos?—Repitió Izumi y negó— ¿E? N-no...—Balbuceo— No.
—Simplemente nos encontramos afuera.—Respondió Takuya.
Izumi aceptó— Nos encontramos y él me comentó que también venía a verte.
—¿A sí?— Preguntó Takeru y dirigió su mirada hacia el moreno.
Takuya asintió.
El rubio se mordió el labio inferior, no era difícil averiguar que él venía por lo ocurrido con Hikari, después de todo, no habría otra razón por la cual vendría él solo, finalmente, apenas se conocían.
—¿Cómo te sientes?— Preguntó Izumi sacándolo de sus pensamientos.
—Mejor.—Respondió el rubio— La verdad es que, al principio luego de despertar de la anestesia me sentía débil, pero ahora me siento mejor.
—Me alegra escuchar eso.—dijo Izumi con una sonrisa tranquilizadora— ¿El médico te ha dado alguna indicación especial para tu recuperación?
Takeru negó con la cabeza. —Nada fuera de lo común. Reposo, seguir con los medicamentos y volver para un chequeo en una semana más o menos. Pero creo que lo peor ya pasó.
—Menos mal.—suspiró Izumi, sintiendo un peso salir de sus hombros—Me sentía muy preocupada por ti.
—Lamento mucho haberte preocupada.
—No te disculpes.—Respondió la rubia.
—Al contrario, dejame agradecerte por lo que hiciste.—Declaró Takuya— Protegiste a mi prima.
—No tienes que agradecerme.— Respondió Takeru—Lo hice con gusto...
—Sí, pero recibiste una puñalada.
—No importa.—Comentó el rubio—Lo importante es que Hikari está bien.—Agregué— Aunque...
Verdaderamente no sabía que tan bien estaba luego de lo que ocurrió en la mañana.
—Lamento lo que sucedió con Hikari esta mañana...
Izumi alzo una ceja—¿Con Hikari esta mañana?—Preguntó—¿Que sucedió con Hikari?
—¿E?—Balbuceo el moreno— Luego hablamos de eso.—Comentó.
Izumi observó intrigada a Takeru y Takuya.
—¿Ocurrió algo?
Takeru desvió la mirada, sintiéndose incómodo al enfrentar la pregunta directa de Izumi.
—No es nada importante, Izumi.—dijo evasivamente— Solo fue un malentendido.
Izumi frunció el ceño, notando la falta de claridad en la respuesta de Takeru.
—¿Un malentendido? —repitió con escepticismo— ¿Por qué tengo la sensación de que me estás ocultando algo?
Takuya miró a Takeru con preocupación, sintiendo la tensión en el aire.
—Izumi, realmente no es nada que valga la pena mencionar ahora —intervino Takuya, tratando de calmar la situación— Simplemente fue una situación incómoda, que luego resolveremos.
Sin embargo, la curiosidad de Izumi estaba claramente despertada.
—No voy a dejar esto así —dijo con determinación— Algo sucedió entre Hikari y mi tío, y quiero saber qué es.
Takeru se sintió atrapado entre la presión de Izumi y su deseo de mantener la situación privada. Pero finalmente, ante la mirada insistente de su prima, cedió.
—Está bien.—suspiró—Hikari y yo... nos besamos.
Izumi alzó una ceja, confundida por la aparente gravedad que Takeru le atribuía al beso.
—¿Y qué tiene eso de malo? —preguntó con sinceridad— Quiero decir, no parece algo tan terrible.
Takeru se sintió momentáneamente aliviado por la reacción de Izumi, gracias al cielo, ella lo apoyaba en su nuevo amorío, pero luego bajó la mirada con pesar.
—El problema es que, mi tía, mejor dicho, nuestra tía Satomi lo presenció y...—Por unos segundos dudó en continuar. Le daba vergüenza recordar ese momento y a su vez le daba pesar "delatar" a su tía.
—Ella la echó a gritos de la habitación —Finalmente confesó Takuya.
—¿Qué?— Izumi se sorprendió ante esa confesión— ¿Eso es cierto?— Dirigió su mirada hacia su tío.
—Tristemente lo es.— Respondió Takeru—Estaba muy enojada y no quería que Hikari siguiera cerca de mí.
La sorpresa y la indignación se reflejaron en el rostro de Izumi al escuchar la revelación de Takeru.
—E-eso...—Balbuco— ¿Satomi hizo eso? No puedo creerlo.
Takeru asintió con tristeza, sintiéndose culpable por la situación en la que había puesto a Hikari.
—Lamentablemente así fue.— Sentenció Takuya.
—Lo siento, Takuya.—dijo Takeru con pesar— No quería causar problemas, pero las cosas se salieron de control. Hikari no merecía ser tratada así.
—Claro que no.—Respondió el moreno— Ella estaba preocupada por ti, y se culpaba por lo que te sucedió, aunque no es su culpa.
—Claro que no es su culpa.— Contestó Takeru— Ella no fue culpable de que ese sujeto la haya atacado. Pero, lamentablemente, mi tía actúo por impulso...—Comentó— Sin embargo, no dejaré que eso vuelva a ocurrir.
—Eso espero, Tk.—Comentó Takuya—Verás, mi prima enserio está muy enganchada contigo. Y me alegra ver que quiera darse una oportunidad, porque le llamas mucho la atención, así como ella te llama a ti.
Takeru asintió.
—Pero, como su primo, no quiero que sufra, al contrario, quiero que esté bien.—Declaró Takuya.
Takeru sintió un nudo en la garganta al escuchar las palabras de Takuya. Sabía que tenía una responsabilidad hacia Hikari, no solo como su amigo, sino también como alguien por quien ella había mostrado interés.
—Entiendo, Takuya.—respondió Takeru, con una expresión seria— Haré todo lo que esté a mi alcance para asegurarme de que Hikari esté segura y protegida. No permitiré que vuelva a sufrir, especialmente por algo que no fue su culpa.
Izumi colocó una mano reconfortante en el hombro de Takeru, expresando su solidaridad y apoyo.
—Tío, si quieres, puedo ayudarte a hablar con tía Satomi.
—Gracias, pero esto es algo que yo debo solucionar.
—Pero, Takeru yo puedo ayudarte. Nuestra tía me escucha y sé que si le explico ella entenderá.—Comentó la rubia.
Takeru tomó la mano de su sobrina— Gracias Zoe, valoro mucho que quieras ayudarme, pero esto es algo que yo debo saber gestionar y tratar con mi tía ¿Sí?
Zoe asintió con comprensión, reconociendo la determinación en los ojos de su tío.
—Entiendo, tío.—dijo con suavidad— Pero si necesitas algo, cualquier cosa, estaré aquí para ti.
Takeru le ofreció una sonrisa agradecida.
—Lo sé, Zoe.—respondió— Y realmente aprecio tu ofrecimiento. Pero ahora necesito hablar con Satomi yo solo. Prometo mantenerte informada sobre cómo va todo.
Izumi asintió, mostrando su apoyo a Takeru.
~Horas después~
—¡Siento mucho lo que sucedió con tu tío! — Exclamó Ryouma agarrando a Nene de las manos— Debió ser muy difícil para ti, linda, esta situación.
—Sí…—Respondió Nene dirigiendo su mirada a Kiriha— Lo fue.
El rubio desvió su mirada hacia la ventana e hizo una mueca. No soportaba esta situación.
Tener que mentir por mantener su puesto en la empresa se estaba volviendo algo completamente insoportable.
—Cuando Kiriha me dijo lo que sucedió me preocupé mucho por ti. — Comentó el novio de Kiriha— Le insistí mucho por venirte a ver, pero él dijo que, lo mejor era darte espacio.
—¿A sí? — Preguntó Nene.
No pareció querer darle "espacio" luego de haber ido a la clínica a darle su apoyo (Algo que, lógicamente le gustó a ella, independientemente que las cosas hayan salido mal)
Ryouma asintió— Sí, no quería venir.—Comentó.
—Lo importante es que ahora están aquí. —Musitó Nene— Para mí es un honor recibir a una pareja tan distinguida y enamorada como ustedes aquí en mi casa.
Ryouma sonrió y agarró del brazo de Kiriha— Nos alagas al decirnos eso.
El rubio frunció el ceño ante e intentó alejar su brazo.
—Creo que es mucho decir que nos alaga al decirnos eso.
—¿Por qué? — Preguntó Ryouma— Es un calificativo bastante adecuado a nuestra relación.
—Yo no digo que sea un calificativo muy adecuado. —Respondió el rubio alejándose de Ryouma.
¡Bip, bip!
El teléfono de Yamato nuevamente sonó con insistencia, interrumpiendo su concentración mientras revisaba algunos documentos en su escritorio. Al ver que la llamada provenía de Yamaki Mitsuo, un oficial de policía con quien había colaborado en el pasado, frunció el ceño con preocupación antes de contestar.
—¿Yamaki? ¿Qué sucede? —preguntó, su tono de voz reflejando su intranquilidad.
La voz de Yamaki sonaba tensa al otro lado de la línea.
—Yamato, necesito informarte algo urgente.—dijo— Hemos estado rastreando a Nanami para capturarla.
Yamato hizo una mueca al escuchar esto, Nanami no era la culpable de esa situación, pero Sora insistió en tomarla prisionera.
—Pero parece que ha desaparecido.
Un escalofrío recorrió la espalda de Yamato al escuchar las palabras de Yamaki.
—¿Desaparecido?
—Sí.
—¿Cómo es posible? —preguntó Yamato, su mente trabajando rápidamente para procesar la información— ¡Ella debe estar en su departamento!
—No estaba ahí.—Respondió Yamaki— Rastreamos su móvil, pero nada. Revisamos las cámaras de seguridad ¡y nada!
Yamato hizo una mueca verdaderamente no sabía cómo sentirse con respecto a esa situación.
—Estamos movilizando a nuestros equipos para intentar localizarla lo antes posible, pero necesitamos tu cooperación y cualquier información adicional que puedas proporcionar.
Yamato asintió, tomando nota mental de la situación.
—Entendido, Yamaki. Haré todo lo posible por colaborar y ayudar en la búsqueda de Nanami.—prometió—Mantenme informado sobre cualquier novedad.
Después de despedirse de Yamaki, Yamato permaneció en silencio por un momento, contemplando la gravedad de la situación. Sabía que la captura de Nanami era crucial, no obstante, rogaba al cielo que su padre no haya hecho otra locura.
Ryouma y Kiriha salieron de la mansión de la familia Ishida.
—¡Vaya! Que triste situación está viviendo esa pobre chica junto a su familia. —Comentó el sujeto de cabello gris.
Kiriha asintió—Sí, lamentable.
—Ojalá encuentre pronto a alguien que la quiera y la haga feliz para olvidar todo esto…—Ryouma se acercó al rubio y tomó su brazo— Así como te encontré yo a ti.
¿Qué?
Kiriha frunció el ceño ante esto y rápidamente apartó su brazo.
—¡Deja de hablar tonterías! — Exclamó— Y deja la actuación de un lado. Ya no estamos frente a ella.
—¡Ey! Yo no estoy actuando. —Contestó Ryouma— Acaso ¿no tengo suerte al estar con alguien como tú?
—¡No estamos juntos! — Regañó Kiriha— Es simplemente actuación. Nada más.
—¿Actuación? — Preguntó el peligris— Yo pensé que era de verdad.
—¿De verdad? — Cuestionó el rubio— ¡Claro que no! A mí no me gustan los hombres. A mí me gustan las mujeres.
—¿Las mujeres?— Musitó Ryouma— ¿Sabes? Eso es lo que tú mente piensa, pero si te dejaras llevar verías que, no es aburrido salir con un hombre.
Kiriha apretó su puño— ¡Deja de hablar tonterías! Mis gustos son personales, no necesito cambiarlos.
—Pero podrías...— El peligris tomó su mano— ¿Sabes? Nos podríamos divertir mucho.
—¡Suéltame!— El rubio rápidamente alejó su mano— ¡Jamás probaría algo como eso!
—¿Por qué no?—Ryouma se acercó al rubio.
—Porque no quiero.—Kiriha intentó alejarse.
—Deberías querer.— Ryouma lo agarró por los hombros.
Kiriha rápidamente saco sus manos de sus hombros— ¡Saca tus manos de encima! Y deja de molestar.
El peligris frunció el ceño.
¿Por qué se rehusaba tanto a algo como esto?
—¡Oh, vamos! — Exclamó Ryouma— Kiriha, solo debes dejarte llevar, ya sabes…—Y con todas sus fuerzas lo agarró de la chaqueta— Debes dejar salir tu lado femenino.
¿Femenino? ¿Ese sujeto estaba loco o qué?
—Vamos. Dame un beso.
¡Oh no! ¡Esto sí que no!
Ryouma se acercó a Kiriha y este sin piedad estrelló su puño con todas sus fuerzas en el rostro del peligris. El impacto fue tan fuerte que Ryouma cayó al suelo.
Takuya e Izumi, quienes venían caminando, se detuvieron en seco al ver esta escena.
—¡No te me vuelvas a acercar idiota!— Gritó Kiriha completamente molesto.
—Kiriha...—Izumi se acercó al rubio, seguida de Takuya— ¿Estás bien?
—¿E?— Balbuceo el rubio al percatarse de la presencia de la segunda hija de Yamato.
Justo en ese momento Nene salió de su mansión totalmente alarmada luego de ver esa escena desde dentro.
—¡Ey, ey! ¿Qué sucedió aquí?— Preguntó acercándose a Kiriha y su "Novio"
¡Rayos!
Pensó Kiriha.
—Este sujeto de cabello gris intentó tirarse al dulce con el rubio para darle un calugazo (1), pero el rubio no quiso y lo golpeo.— Respondió Takuya.
Nene alzó una ceja intentando descifrar la respuesta del moreno.
¿Tirarse al dulce? ¿Darle un calugazo?
No era algo que comúnmente escucharía. Incluso, sonaba bastante inculto informal aquella respuesta, con un lenguaje cero elegante.
—Ryouma intentó besar a Kiriha y este lo golpeo.— Izumi intentó responder más explícitamente para que Nene entendiera.
—Kiriha...—Nene se dirigió hacia el rubio— ¿Eso es verdad?
—¿E?—Balbuceo el oji-azul—S-sí, pero no es nada de lo que piensas.
Kiriha volteo hacia Ryouma y lo ayudó a levantarse.
—¿A no?— Preguntó la castaña.
—Nosotros vimos claramente como él te quería besar y tú no querías.— Comentó Izumi.
—Sí, lo vimos.—Apoyó Takuya.
—No es que no lo quisiera besar...—Comentó Kiriha— Es simplemente una...—Intentó buscar una excusa— Crisis de pareja, nada más ¿cierto? Ryouma.
Ryouma hizo una mueca— ¿E?— Balbuceo— S-sí. Eso es.
—¿Seguros?— Preguntó Nene.
Kiriha asintió y rápidamente volteo hacia el estacionamiento— ¡Vamos Ryouma!— Fue así como, prácticamente, jaló del sujeto para ir hacia su auto y escapar de esa situación.
(1) Calugazo en "lenguaje chileno" Beso dado con efusividad en la boca.
+Sí, lo sé, los capítulos han estado un poco vagos, esto se debe a que entré a clases y tengo muchas cosas que hacer en mi día a día. Además, estoy a dos historias, entonces, es un tanto difícil, aunque me gusta, amo escribir. Sobre todo esta historia, porque tengo muchas cosas planeadas, las cuales voy desarrollando. Espero que les esté gustando.
+Algunos dirán o creerán que a Takuya lo estoy pintando como un personaje perfecto. Por su forma de apoyar a Izumi, pero, la verdad es que me baso mucho en el Digimon. Takuya e Izumi tenían una relación amor-odio en buena onda, ambos se consideran amigos. Pero Takuya tiene esa característica que, persona que ve mal ayuda, al igual que Taichi, Taiki, Takato y demás, es una característica especial de los líderes que quiero plasmar aquí. En el caso de Kouji, yo siempre he dicho que, si no fuera por Kouichi nunca hubiesemos logrado indagar mucho en sus sentimientos, en esta historia no existe Kouichi, Kouji perdió a su hermano, debo dejar salir su lado más frío para demostrar su dolor. Algo similar ocurre con Yamato, quien en esta historia parece muy "nostálgico" "melancólico" y "sentimental" pero eso se debe a que, él en Digimon siempre lograba abrirse o ser mejor por Takeru, en esta historia a su hermano, a esto se le suma que es padre, y eso es algo mucho más mayor, básicamente quiero plasmar el amor por aquellos que quiere cuidar: Hermano, hijas y la persona que ama, aunque, no lo logró, pero está arrepentido, ya que jamás quiso lastimar a sus seres queridos por eso.
BethANDCourt: Sí, fue corto, lo lamento, pero, como dije, casi no hubo capítulo. Literalmente estaba casi muriendo y lo logré en tiempo record. La muestra de eso está en la escena de Takuya y Kouji jajaja que quedó cortada y se me fue una escena de otro capítulo. Sí, finalmente tuvieron su momento Takeru e Hikari. Pero la tía de Tk y madrastra de Kouji vino a molestar. Con respecto a la lluvia de puñetazos jajaja solo diré que en cualquier momento puede ocurrir, como dijiste, esos dos traen ganas de golpearse hace tiempo jsjsjs Sí, Tomoko regañó a Ryo como un niño chiquito jaja Puede ser grande, pero para ella, siempre será un niño. Ya veremos que ocurrirá con Tomoko jsjsj Todo puede pasar. Esperemos que Toshiko no la descubra, aunque, definitivamente no le da buena espina. Sí, a mí también me da miedo esa tipa, es mala jsjs en mis historias siempre hay personas interrumpiendo los momentos de las parejas jajaja Kiriha y Nene no van a ser la excepción jaja que Kiriha admita su farsa es mucho pedir jajaja Yamaki no va a poder encontrar nada mientras Hiroaki mueva todo. Sí, a mí tampoco me cae bien Nanami, pero nadie merece lo que le quieren hacer jajajaja El tema de los padres de Rika será inesperado o esperado, no sé, existen muchas teorías jaja Espero que te haya gustado este capítulo, me da alegría saber que continúas leyendo y me alegra leer tus comentarios. Espero que sigas leyendo, te mando un gran abrazo a la distancia.
