—Ron y Hermione se enteraron de los cambios de mi horario ayer y no les gustó.

Harry no iba a permitir que Dumbledore lo siguiera intimidando ni que sus peones se acercaran a él para decirle cómo debería de actuar.

—Estoy al tanto de los cambios hechos en tu horario y no estoy contento con eso. Quiero saber sobre este supuesto aprendizaje. No vas a ayudar al profesor Moody en sus clases ni dirigirás un club de duelo. En su lugar, asistirás a las clases de Defensa Contra las Artes Oscuras.

El temperamento de Dumbledore no había mejorado, sino empeorado por la escena en el Gran Comedor.

—No, ya tengo un EXTASIS en Defensa Contra las Artes Oscuras, por lo que no necesito tomar la clase. Voy a usar mi tiempo libre para trabajar en mi maestría en esa materia. ¿Qué opina, profesor Snape?

Harry ya no le iba a confiar su educación a Dumbledore. Los últimos años le habían demostrado que el hombre quería que fuera más estúpido que Dudley.

—Estoy de acuerdo. Voy a revisar tu horario para agregar un tiempo de estudio independiente y un programa de entrenamiento básico, y algunas veces a la semana podremos reunirnos para practicar. Podemos discutirlo antes de tu toque de queda.

—Te quedarás en tu dormitorio de Gryffindor y espero que vuelvas ahí antes del toque de queda —dijo Dumbledore con un poco de advertencia.

Harry intentó no reírse, se preguntó por qué Dumbledore esperaba que lo obedeciera y pensó en la forma en la que trataba a los Slytherin y los Gryffindor; él preveía que los Gryffindor lo obedecieran, pero no los Slytherin. Si ese fuera el caso, eso explicaría mucho. Ellos habían visto el patrón de favoritismo, y él recordaba la forma en la que Granger alardeaba sobre él en el tren. Hagrid y toda la familia Weasley, a excepción de los gemelos, eran iguales a ella. Bueno, no podía juzgar a los dos mayores ya que no los conocía.

Dumbledore era considerado un dios, el próximo o hasta el mismo Merlín en Gryffindor. Era visto como un líder sabio, bondadoso y compasivo por el mundo mágico y, ante su perspectiva, no podía hacer nada malo. ¿Había un basilisco suelto en el colegio? Dumbledore está ahí para protegerlos. ¿Los estudiantes entraron a una sala en la que se encontraba un perro de tres cabezas? Dumbledore los va a proteger. ¿Los dementores atacaron el partido de Quidditch? No hay problema, Dumbledore está ahí. Ninguno de los padres parecía haberse preocupado en cada suceso porque Dumbledore estaba ahí. Bueno, Harry estaba seguro de que los padres de los Slytherin se angustiarían si sus hijos se preocuparan lo suficiente como para poner atención a los detalles. Daba miedo lo que las masas estaban dispuestas a pasar por alto y cómo les daba igual lo del troll y los otros eventos.

—No voy a regresar. Ya preparé mi habitación en los aposentos del profesor Snape como parte del contrato. Estoy seguro de que sabes que los maestros se deben encargar de la educación, la alimentación y el alojamiento de sus aprendices durante el tiempo establecido por ambos. Creo que recibiste una copia del contrato.

Harry estaba disfrutando ver las emociones que cruzaban el rostro de Dumbledore; la principal era la rabia que se reflejaba en sus ojos. Había superado a Dumbledore y no hay nada que él pueda hacer durante los próximos tres años que era cuando alcanzaba la mayoría de edad en el mundo mágico. También sabía que el hombre no iba a dejar pasar esto y que haría lo que fuera necesario para tenerlo de vuelta bajo su control.

Severus también observaba de cerca a Dumbledore que estaba a punto de perder los estribos, y decidió darle un empujoncito.

—Será solo por tres años y viajaremos a diferentes lugares durante las vacaciones para experimentar sus estrategias de defensa. Será una experiencia muy interesante para Potter. Yo aprendí mucho cuando mi maestro hizo lo mismo y disfruté practicar diferentes hechizos, estilos de lucha y las opiniones sobre cómo usar tu entorno en un duelo. Creo que voy a hacer lo mismo que él. En las vacaciones navideñas iremos a Italia ya que ahí fue el primer lugar que visitamos.

Severus no podía creer que acabara de crear ese plan. Dumbledore iba a perder el control.

—Harry debe regresar con su familia porque la protección sanguínea es importante. Es necesario que se quede aquí en el colegio o con su familia.

Dumbledore apretó su mandíbula y, si pudiera, su boca habría soltado llamas.

Harry y Severus sabían porque Dumbledore quería que Harry regresara con la familia Dursley; era para que Vernon le enseñara a ser sumiso, que Petunia lo insultara y que Dursley jugara a Cazando a Harry.

—Lo siento, pero ellos ya no son mis tutores. Renunciaron a mi custodia para evitar ser acusados de abuso por las autoridades muggles. Incluso mandaron una carta donde exigían que encontraran a alguien de nuestro mundo que se hiciera cargo de un monstruo como yo.

Ironclaw arregló que un nacido de muggles los visitara, los amenazara con iniciar una investigación por abuso y negligencia, y que sugiriera amablemente que enviaran una carta renunciando a la custodia de Harry Potter. También organizó que el investigador fotografiara la alacena de Harry y del segundo cuarto, eliminara los recuerdos de Petunia y Vernon, que les advirtiera que si intentaban recuperar la custodia de Harry entonces él le entregaría las fotografías a los aurores, y los encantó para evitar que Dumbledore pudiera encontrar algo si intentaba investigar qué pasó. Ellos solo podrían decirle que renunciaron a la custodia de Harry para evitar ser arrestados por las autoridades muggles.

—Sí, Potter me preguntó si me convertiría en su tutor cuando creamos el contrato de aprendizaje.

Severus no iba a mencionar que estarían viviendo en el castillo o la mansión —dependiendo de las habilidades de los elfos para hacerlos habitables— de los Prince. Habían acordado con Ironclaw para que mantuviera sus asientos en secreto. Severus no estaba seguro qué tipo de estrategia utilizaría Dumbledore cuando se diera cuenta de que ya no podría usar los asientos de Harry.

—Salió muy bien. No podría pedir un mejor instructor. Puede que no nos llevemos bien, pero él es muy talentoso y respeto eso.

Harry también deseaba trabajar en sus habilidades de transformaciones y pociones.

—Estarás en peligro si te mudas a las mazmorras.

—No será nada comparado a lo que ya he vivido. ¿Qué te hace pensar que estaré a salvo en los dormitorios de Gryffindor después de la escena de Ron en la cena? Me trató horrible en mi segundo año y no quiero pensar en lo que me hará ahora.

Harry no deseaba regresar a los dormitorios de Gryffindor y había planeado algunas cosas en caso de que no tuviera opción al respecto.

—Él es mi aprendiz y mi pupilo. Estará más a salvo en las mazmorras que en Gryffindor luego de la escena que Weasley hizo en el Gran Comedor, y la de Granger y él en mi salón de clases. Ambos están castigados por su actitud durante mi clase.

Severus ansiaba quitarles más puntos cuando los viera. Después de su escena en el Gran Comedor, se dio cuenta de que Minerva no lo iba a detener.

—Voy a permitir que ayudes al profesor Moody y que dirijas el club de duelo, pero debes regresar a tu dormitorio en Gryffindor.

—No, me gusta descansar sin temer por mi vida.

Harry sabía que Severus aún podía ver el humo metafórico que salía de las orejas de Dumbledore. Ambos sabían que Weasley y Granger harían de su vida un infierno en los dormitorios, y él no sería capaz de sentarse en la sala común sin que Ginny Weasley intentara subirse a su regazo o algo igual de molesto. Granger regañaría a Harry para intentar que le permitiera ayudarle en sus tareas mientras que Weasley trataría de evitar que las hiciera, y él no iba a permitir que eso sucediera. Si decidían dejar de fingir ser amables con él entonces Ginny seguiría intentando conseguir que Harry fuera su novio mientras que Granger lo sermonearía sobre obedecer a Dumbledore y Ron se esforzaría por alejarlo del resto de los estudiantes.

—Él es mi aprendiz y parte de eso significa que debe estar disponible para mí a cualquier hora del día. Recuerdo que mi maestro solía despertarme a las tres de la mañana, esperando que ya estuviera listo para luchar.

—¿Tu maestro te despertaba a las tres de la mañana? Interesante.

Harry ya tenía unas formas de enseñarle a Severus que no intentara eso con él, pero iba a dejar que lo descubriera por sí mismo.

—Sí, es muy eficaz para enseñarte a responder inmediatamente a cualquier tipo de amenaza real o imaginaria.

Severus no podía esperar para dar algunas de esas lecciones.

—Me gustaría saber por qué nadie me habló sobre esto —pidió Dumbledore, cambiando de táctica.

—Bueno, fue porque no era tan importante. Dado que mi nombre fue sacado del cáliz, eso significa que la magia me aceptó como un adulto. Sin embargo, me di cuenta de que aún no estoy preparado para esa responsabilidad y decidí preguntarle al profesor Snape si podría convertirse en mi tutor después de acercarme a él para hablar sobre mi maestría en Defensa.

Le mintió, pero pensó que Dumbledore había mentido lo suficiente sobre su vida e iba a impedir que ese hombre volviera a estar a cargo.

—Bueno, me entregarás de inmediato su custodia, Severus.

—Lo siento, director, pero no puedo hacer eso. Juré proteger a Harry por Lily. Además, es parte de nuestro contrato. Si no tengo su custodia entonces Harry se convertirá en un menor emancipado. Supuse que es una gran amenaza permitirle estar sin supervisión.

—Gracias, siempre dices las cosas más bonitas —habló Harry con sarcasmo.

Dumbledore los miraba con furia, pero creyó que aún podía controlar a Harry a través de Severus; después de todo, él aún era un estudiante, por lo que decidió seguir el consejo de Severus sobre que podría atraer más moscas con miel que con hielo.

—Voy a permitir lo del contrato, que ayudes al profesor Moody y que dirijas el club de duelo, pero Hermione te va a ayudar con él.

—No, no me va a ayudar. Eso significaría que ella podría decidir qué hechizos se van a enseñar y cuando sucederá eso, y no lo voy a permitir. Yo seré el asesor del club.

Severus se preguntó si el hombre le ponía suficiente atención a las protecciones. Él sabía que debían estar diciéndole que Moody era un mortífago.

—De acuerdo —profirió al fin Dumbledore, infeliz.

Él tenía que asegurarse de que sus peones estuvieran haciendo su trabajo y hablaría con Ron sobre su actitud.

Harry y Severus se levantaron y salieron de la oficina. Una vez que estuvieron en sus aposentos, Harry esperó para hablar hasta que Severus pusiera las protecciones.

—Va a perder la cabeza cuando se entere que me han devuelto el dinero que sus peones y él me robaron.

—Casi perdió el control un par de veces. Necesitamos decidir cómo nos encargaremos de Barty.

Severus también hizo planes para vengarse de Dumbledore de manera sutil.

—Tienes razón. ¿Deberíamos esperar hasta que hable con Voldy o lo hacemos antes?

—Puede que ya haya hablado con él. Pero creo que sería mejor esperar unos días y encargarnos de él el próximo domingo en la noche en caso de que use los sábados para hablar con el Señor Tenebroso.

—Voy a reunir información y me aseguraré de hacer suficientes copias y guardarlas en diferentes bóvedas.

Harry quería mostrarle a Voldemort lo que sucedía y descubrir por qué intentó asesinarlo.

—¿Sabes por qué mató a mis padres e intentó asesinarme?

Severus palideció.

—¿No lo sabes?

—No, todo lo que me han dicho es que soy demasiado joven para saberlo. Aunque Hagrid me contó que él nos quería muerto y que me gané mi título por haber sobrevivido.

—Oh, Harry. No estoy seguro de cómo explicar esto, pero debes de sentarte para poder hacerlo.

Severus observó a Harry tomar asiento, decidió que necesitaba una poción calmante y fue por una.

—Bebe un poco de esto. Yo ya lo hice.

Severus se sentó enfrente de Harry y trató de iniciar varias veces.

—Hay una profecía —explicó.

Cuando terminó, Harry lo miró.

—Déjame ver si entendí. ¿Todos creyeron la profecía de esa charlatana?

—Sí. Como dije, solo escuché una parte. Creo que Dumbledore sabe que hay una copia en la Sala de las Profecías del ministerio.

—Este fin de semana vamos a ir al ministerio.

Harry se reclinó.

—Es imposible que esa mujer haya profetizado algo real. Todo esto huele mal.

—Hace unos años revisé mis recuerdos y llegué a la conclusión de que es otra trampa.

—Te lo dije, es leones contra serpientes, y él trata de asegurarse de que los leones ganen.

—Estoy completamente de acuerdo.