- ¡Bienvenida, alma desafortunada N°46853! – exclamó una voz grave y masculina sacudiendo la plataforma en la que el recién arribado espíritu yacía. ¡Sé que te estarás preguntando el por qué estás aquí y no con las demás almas de camino al paraíso! Bueno, resulta que tu número de identificación ha sido seleccionado como participante del Proceso de Reencarnación o Transmigración de Almas (o PRoTA para abreviar) ¡Muchas Felicidades! – dijo la entidad, haciendo descender una lluvia de confeti. ¡Ahora! ¡Háblame un poco sobre ti! ¡Dime tu nombre!
El pequeño orbe de luz enfocó su atención en el enorme mural que seguía todos sus movimientos con la mirada y sintió un exotérico escalofrío.
- Etto… S-Sato Kenichi, Kami-sama.
- Mmm… Sato… Kenichi… - respondió la deidad, haciendo memoria. ¡Oh! ¡Eres ese actor que trabajó en Kamen Rider? ¡Demonios, amo esa serie! ¡Soy un gran fanático!
El alma del joven Sato sintió una gota de sudor imaginaria rozando su ya inexistente nuca.
- Eh… No, señor. No soy esa persona.
- Oh. Mmm… entonces, déjame pensar… Puede que seas, ¿Sato Kenichi, el exdirector ejecutivo de esa compañía que creaba juegos? Como se llamaba… ¡ah sí, Platimun Games!
- Uh… tampoco… soy ese hombre… Kami-sama… - atinó a decir el juzgado, con pena.
- ¿Eh? ¿Tampoco? Entonces… ¿qué has logrado en tu vida?
- Pues…
Algunos centímetros más tarde…
- ¿Un simple asalariado de 32 años?
- Pues… ¿sí?
- ¿Y me dices que la causa de tu muerte fue por atragantamiento durante una cena de fin de año?
- En mi defensa, no pensé que le pondrían champiñones a la pizza. Soy terriblemente alérgico a ellos y…
- ¡No interesa! – clamó la deidad, un tanto fastidiada. *Sigh* ¡Se supone que llegaría un alma interesante no un triste trabajador clase mediero con complejo de otaku! Como sea, acabemos con esto… - declaró la entidad plasmada en el mural, haciendo aparecer una gran ruleta como esas de concurso, acompañada de una consola con un gran botón rojo y una moneda de oro a un costado.
- ¿Qué es todo esto?
- Es la forma en que hacemos las cosas. ¡Hay que entretenernos con algo! Ahora bien, primero, ponte en tu posición, toma la moneda y lánzala. Si obtienes Cara serás reencarnado, si sale cruz, serás transmigrado. Así que adelante.
Kenichi observó la pieza de metal justo a su lado y volvió a mirar al Dios de voz grave.
- ¡Oe! ¿Qué te detiene? – protestó este último aún más molesto.
- Es que… no tengo extremidades, Kami-sama.
Una incómoda pausa permeó todo el sitio.
- *Cough* Si, claro, ya lo sabía… - dijo la figura del mural. Déjame hacer unos…
Con un tronar de dedos (que nadie supo de donde diablos salió) el alma del joven Sato se elongó, adoptando una forma más humanoide.
- Listo, con eso bastará, ahora, ¡tira!
El japonés hizo lo ordenado e hizo saltar la moneda.
- Mmm… CRUZ. Eso quiere decir que serás transmigrado.
- Si me permite, una pregunta, Kami-sama. ¿Cuál sería la diferencia?
- ¡Hmm! Transmigración es el proceso por el cual tu alma es llevada hasta otro tiempo y lugar. A diferencia de la Reencarnación, donde renaces como un nuevo ser dentro de ese mundo, cuando eres transmigrado, tu alma es colocada intacta y sin modificación alguna en un cuerpo o recipiente acorde. En ese caso, tendrás todos tus recuerdos de tu vida pasada, aún si ya no posees el mismo cuerpo. De haber sido reencarnado, tu alma hubiese sido alterada y adaptada al mundo que visites. En otras palabras, hubieses empezado una nueva vida como un infante.
El pelicastaño se sujetó la cabeza en lo que las implicaciones hacían click en su mente.
- De la que me salvé…
- ¡Prosigamos!
- ¿Mmm? Oh, ¡Hai!
- Presiona el botón que tienes en frente para iniciar la ruleta. Cuando estés listo, vuelve a presionarlo para que el aparato se detenga. El resultado que obtengas será tu próximo destino.
Kenichi se tomó unos segundos para observar los nombres escritos en cada categoría. Muchos de ellos eran nombres de Novelas Visuales, Animes y Mangas de su vieja vida. ¿Había elegido esos mundos sólo por que le había dicho que consumía dichas obras en su tiempo libre?
Sólo esperaba que la flecha no aterrizara en alguno de esos sitios donde muere gente en masa.
Con su mala suerte, sería una de las primeras víctimas.
A todo esto, ¿no era su situación algo similar a las tramas del género Isekai?
¿Le darían algún tipo de talento raro y estrafalario?
…
Haciendo presión sobre el luminoso interruptor, el mecanismo comenzó a rotar velozmente.
Al cabo de unos minutos, el oficinista detuvo la ruleta.
La entidad enfocó sus ojos en la palabra obtenida y comunicó el resultado.
- Yu-Gi-Oh! – se oyó recitar al ente con su voz de barítono.
El japonés celebró un poco por su intento.
Aquel era uno de los mundos menos apocalípticos en los cuales acabar. Todas las disputas se resolvían con un simple juego de cartas. Ni siquiera tendría que entrenar con poderes o practicar transformaciones.
Realmente, había tenido suerte.
- Antes de pasar a lo siguiente, debes de elegir una de las líneas temporales a la cual añadirte.
- ¿Líneas?
- El mundo de Yu-Gi-Oh! es amplio. Cada línea se limita a la historia de su correspondiente protagonista. Así que decide, cuidadosamente, tu destino – exclamó el Dios, mostrándole una serie de logos, perfectamente, alineados.
DM – GX – 5DS – ZEXAL – ARC-V – VRAINS
Una vez más, Kenichi se mostró pensativo, al observar las opciones.
Por un lado, estaba Duel Monsters y su protagonista Yugi Muto, podía ser enviado allí y comenzar desde el mismísimo principio.
Aunque… en esa época el juego era un completo desastre. Con un sinfín de reglas sin sentido que hacían todo demasiado caótico. Por lo que tendría que descartarlo.
El siguiente era GX, y su protagonista Judai Yuki. Honestamente, el ser puesto en el cuerpo de un estudiante de preparatoria le parecía un castigo horrible. No pasaría por el martirio que fue su educación una segunda vez en otra vida. Ni de broma. Descartado.
ZEXAL era… demasiado infantil para su gusto. Eso sin mencionar que cabía la posibilidad de que acabase en el cuerpo de un niño de 14 años con tal de ser parte del grupo de Yuma Tsukumo y compañía. Y eso, a sus ojos, era un destino peor que la dichosa Academia de GX. Descartado.
ARC-V… dos palabras: guerra dimensional. Ni estando ebrio. Descartado.
Las líneas restantes eran 5DS y VRAINS.
Para su desgracia, no había visto mucho VRAINS debido a su pesado horario de trabajo, así que no podía decir mucho. Lo único que sabía era que implicaba duelos dentro de un entorno virtual y, lamentablemente, la tecnología de avanzada no era su fuerte.
Por lo tanto, su única opción restante era… 5D's.
La serie considerada como la más seria y "realista" de entre todas.
El sitio tenía un poco de todo: racismo, pelea de clases, duelos en motocicletas y una especie de deidad Maya que marcaba adolescentes con actitud como si fueran ganado… ¿o era, tal vez, Inca? Recordaba, también, que no había conseguido mucho rating durante el tiempo que la emitieron.
¿Por qué sería?
Nunca olvidaría las incontables horas que le había dedicado a los juegos World Championship entre 2009 y 2011. Si bien contaban una historia similar y paralela a la del anime, la mayoría de personajes eran, prácticamente, los mismos. Sin mencionar que eran adultos y mucho más serios que los anteriores.
Además, tuvo una moto Yamaha cuando joven, por lo que… calzaría sin problemas en aquel lugar… ¿cierto?
Si, creo que iré por esa.
- Elijo la línea de 5D's – declaró el pelicastaño.
- Muy bien. Entonces, tu alma será puesta en un cuerpo perteneciente a esa historia. Te deseo suerte… Kenichi Sato – anunció el ser muralístico, abriendo un gran portal sobre el "suelo" de la plataforma que lucía, cuando mucho, jodidamente ominoso.
- ¡Matte Kudasai! – clamó el joven. ¿No recibiré nada especial de su parte? ¿Alguna bendición, arma o talento bizarro?
La entidad pareció meditar aquellas palabras.
- No.
- ¿Eh…?
- Ahora, largo – pronunció, haciendo que el portal succionara, violentamente, a su "cliente". *Sigh* Vaya elegido me termino tocando… pero bueno, todo lo que me queda es volver a mis…
- ¡Ejem!
En ese momento, la caricaturizada deidad, sintió un potente instinto asesino a sus espaldas.
Al darse la vuelta, justo allí, estaba otro gran mural como el que le daba forma, sólo que este tenía otro retrato plasmado en su estructura.
- ¡Cariño! – exclamó el Dios, intentando apaciguar a la deidad, quien no era otra que su querida esposa. ¡Llegaste t-temprano…!
- No me vengas con esas, Phil… vi lo que le hiciste a esa pobre alma indefensa.
- P-Pero, ¡no es mi culpa! – protestó el ser identificado como "Phil". ¡Me prometieron un alma heroica y todo lo que obtuve fue a un… bueno, lo que sea que era él!
- Eso no te da derecho a desquitarte con el pobrecillo – replicó la figura del muro con tono maternal. Así que, como castigo, ¡ayudarás al muchacho en cuanto su espíritu se adapte a ese otro mundo!
Los ojos de la primer deidad se ensancharon.
- ¡Ni hablar! ¡Me niego!
- Hazlo, Phil… ¡o nuestro matrimonio se termina! – declaró la molesta Diosa, provocándole una expresión de horror a su cónyuge.
- P-Pero, Pochi…
- ¡NADA DE POCHI, PHIL! ¡Hazlo o le contaré a los suegros sobre tu comportamiento!
- ¡No! ¡A Mamá y Papá no! ¡Todos menos eso!
- ¿Lo harás entonces?
- *Sigh* Si, cariño, haré lo que tu digas… - respondió, más que derrotado, el dibujo en el muro, mientras se acercaba al portal de antes.
- Así me gusta. Oh, una cosa más, Phil – agregó la Diosa haciendo voltear a su marido. Si tienes éxito y esa persona termina volviéndose alguien reconocida en su nueva vida, yo…
El Dios, al instante, reconoció la sugestiva sonrisa en el rostro de su esposa.
La cual solamente podía significar una cosa… y, esta vez, no era peligro.
Con determinación renovada y una sonrisa más radiante que 100 soles, el ente no perdió tiempo y saltó a la vorágine dejando salir un particular grito de batalla que hizo reír a su dama.
Mientras tanto, en otros sectores de aquella dimensión, las demás deidades no pudieron evitar mostrarse confundidas y un tanto perturbadas al oír a uno de los suyos gritando "SEXOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO" a viva voz, mientras parecía estar descendiendo hacia el mundo de los humanos.
Sin duda alguna, había sido un día bizarro para todos los involucrados.
Capítulo 1 – ¡Kenichi yanai, KENYoU da!
Kenichi despertó sintiendo la tosca suavidad de un viejo colchón maltrecho debajo de su persona.
Un rápido vistazo le hizo ver que se encontraba recostado dentro de una habitación bastante vieja y en ruinas perteneciente a algún tipo de apartamento.
No reconocía el sitio exacto, por lo que decidió, rápidamente, explorar el complejo.
Varios minutos más tarde, aquel paisaje gris y desolado, junto con un maltratado mapa de la zona que halló sobre una mesa en la cocina, le hizo entender la gravedad de su dilema.
Había terminado en algún lugar de "Satélite", antes conocida como La Ciudad de Domino.
Con algo de temor, Kenichi fue hasta el baño, donde había un pequeño espejo partido en una de las esquinas.
Expectante, se acercó y contempló su nuevo rostro.
Era el de un joven de entre 20 y 25 años, corto cabello castaño, ojos marrones tan oscuros que parecían negros y una camiseta del mismo tono con pantalones bombachos que hacían juego.
Pero, el detalle que más le causó impacto, fue la distintiva marca de color amarillo brillante que yacía bajo su mejilla izquierda y que ocasionó que se le hiciera un nudo en el estómago.
- Soy… un criminal – murmuró abrumado.
O al menos, ese cuerpo lo era.
Las implicaciones de aquella revelación eran terroríficas para el pobre asalariado.
Tal vez era más joven que antes, sí, pero esa cosa en su rostro daba a entender a todo mundo que había estado involucrado en actividades delictivas.
Con esa marca, a donde sea que fuese, lo tratarían como a un paria, un apestado.
Aquella conclusión, provocó que un profundo sentimiento de odio se generara en el frustrado nipón pelicastaño.
Toda su vida intentando convertirse en un miembro útil para la sociedad, sólo para morir de forma patética y resucitar convertido en un triste criminal, tal vez, de la peor calaña.
- ¡Kusoooo! – clamó en lo que agrietaba el cristal del lavatorio de un puñetazo, causando un pequeño hilo de sangre bajase por sus nudillos.
¡¿Tanto sufrimiento sólo para terminar de la única forma que no deseaba?!
¡¿Tantos abusos laborales sufridos sólo para acabar en una pocilga?!
Era evidente que la furia del oficinista había alcanzado su pico más alto.
Como si todo ese enojo reprimido durante años, hubiese sido liberado en un fugaz estallido.
¿Por qué seguía teniendo la peor de las suertes, aún después de muerto?
Ya más calmado y con el disparo de adrenalina dispersándose poco a poco, Kenishi decidió revisar sus nuevas pertenencias.
En sus bolsillos, halló dinero, un encendedor funcional y una reluciente navaja de esas que se retraen fácilmente.
En su pequeño armario, hinchado por la humedad, no había mas que una chaqueta de un color rojizo decolorado, además de un par extra de pantalones café y unas botas.
Al menos tengo un arma y ropa "limpia" – se dijo, no muy satisfecho con su hallazgo.
Más allá de botellas vacías, bolsas de un extraño polvo blanco y pilas de revistas que oscilaban entre temáticas de duelos y para adultos, el japonés no divisó nada que despertase su curiosidad en absoluto.
Para acabar, ni siquiera conocía el nombre de la persona cuya identidad estaba suplantando.
¿Debería mantener su viejo nombre por si acaso?
Pero, ¿qué tal si alguien del vecindario lo reconocía?
No es como si pudiesen acusarlo de asesinato, ¿cierto?
Tomándose un momento para analizar el tipo de vida que llevaba aquel individuo, comprendió que, muy probablemente, éste hubiese muerto por sobredosis de drogas o de alcohol mientras aún dormía sobre la cama.
Algo muy común teniendo en cuenta como se daban las cosas en aquel pozo séptico conocido como "Ciudad Domino".
Por lo que, al menos, la sensación de haber robado el rostro de un fallecido y no de una persona viviente, hacían mas a mena su pesadumbre.
A todo esto, aún había una pregunta que el transmigrado no había traído de debate…
¿Cuál sería su plan de juego?
Tenía una nueva oportunidad de existencia, sí, pero siendo un "Satelital", sus opciones estaban horriblemente limitadas.
Si la memoria no le fallaba, el protagonista, Yusei Fudo, escapaba de Satelite en su motocicleta con el fin de derrotar al tal Jack Atlus y recuperar su carta insignia.
¿Cuándo, precisamente, es que so ocurriría?
O quizás, ¿ya había tenido lugar?
El innombrado Dios que lo había traído a ese sitio no especificó nunca a que punto de la línea lo arrojaría.
¿Estaba en el principio de la trama o en el final?
*Sigh*
Supongo que sólo hay una forma de averiguarlo – se dijo.
Tendría que recorrer los alrededores por su cuenta.
Seguro que no le pasaría nada malo si daba un paseo, ¿cierto?
Treingta Minugtos Mas Tagde…
*Siren Noises*
- Tenía que abrir la boca…
- ¡Sujeto N°025041, Kenyo Sato! – dijo una voz amplificada por megáfono. ¡Somos del cuerpo de Seguridad de Satélite, entréguese ahora y no saldrá lastimado!
- ¡Ni siquiera sé de qué diablos me acusan! – gritó para sí, Kenichi, ahora, Kenyo, intentando no ser descubierto por el agitado grupo de policías motorizados.
Sabía que la persona a la que había reemplazado era un maleante, pero no tenía idea de que también era estaba siendo buscado por las autoridades locales.
¿Cómo diablos iba a salir de esta?
En el anime, esas condenadas marcas que le ponían a los criminales también funcionaban como un GPS. Nunca iban a dejarlo tranquilo.
- *Sigh* Debí elegir la línea de GX… – se lamentó el pelicastaño, al mismo tiempo que oía como los patrulleros intentaban forzar su ingreso al edificio que usaba como escondite.
¡Maldición!
¡Se le acababa el tiempo!
¿Qué podía hacer?
Justo en ese momento, como oyendo sus plegarias, una voz grave y familiar hizo eco.
- Parece que has estado ocupado, humano…
¡Era la Deidad que lo había transportado!
- ¡Tú! – clamó Kenyo, mostrándose, sumamente, molesto. ¡¿Dónde estás?! ¿Has venido a ver cómo me arrestan?
- Aunque eso sería bastante divertido… la respuesta es no. He venido a brindarte mi ayuda.
El pelicastaño arrugó la cara en una clara señal de confusión.
- ¿Tú… vas a ayudarme?
- Es lo que dije.
- Pero… ¿por qué? Dejaste MUY en claro que no era lo que esperabas.
- Lo sé, lo sé… – respondió la deidad con aplomo. Sé que dije cosas hirientes durante nuestro primer encuentro pero… he venido hasta aquí para remediar mis errores. Claro… si me lo permites.
El (ex)oficinista estaba que no se la creía.
¿Realmente, aquella entidad le brindaría su apoyo?
¡¿Por fin tendría su verdadero despertar como todo un protagonista del género Isekai?!
- De acuerdo, ¡acepto! – declaró el transmigrado, viendo que no tenía mucha alternativa posible dado su caso.
- ¡Excelente! – exclamó el ser abstracto dentro de la mente de Kenichi, segundos antes de guardar absoluto silencio. Cosa que dejó perplejo al pelicastaño.
- Etto… ¿no vas a ayudarme a salir de mi predicamento?
- Sólo soy una voz en tu cabeza, ahora mismo, chico.
- ¿Eh…?
- Preciso del recipiente indicado para poder manifestarme. Hasta que lo encuentres, no creo que pueda hacer mucho.
- ¿¡EEEEEEEEEEEHHHHHHHH?! ¿Para qué rayos viniste, entonces?
*Blam*
De repente, la "amistosa" conversación fue interrumpida por un fuerte estruendo proveniente de la planta baja.
Seguridad había logrado ingresar al complejo.
¡Tenía que alejarse lo antes posible!
Kenyo/Kenichi comenzó a correr por una serie de escaleras, dirigiéndose, a toda velocidad, hacia los pisos superiores.
- No creo que sea la mejor de las ideas – opinó Phil. Tarde o temprano llegarás al tejado y allí, ya no te quedará mas que saltar. Sin mencionar que pueden rastrearte por medio de tu marca.
- ¡¿Sabías de eso?!
- He vivido más tiempo que tú, humano. ¿Crees que no investigaría sobre los mundos que superviso?
- ¿Qué sugieres que haga entonces? ¡No es como si pudiera quitármela con jabón y agua!
- Para tu información, existen dos formas de anular sus efectos – explicó la deidad con cierto tono ominoso. La primera es a través de un disruptor de frecuencias… un aparato que interfiera con las señales que el tatuaje le envía al comunicador de esos polizontes.
- Si… creo que tendré que pasar de esa – contestó Kenichi, ya casi llegando al sector más alto. Dudo mucho que haya uno tirado en este sitio y en buen estado.
- Jeje, bueno… luego está las más complicada pero, a la vez, la más simple entre ambas… revisa tu bolsillo derecho…
El joven japonés así lo hizo, topándose con un objeto que le provocó un fuerte escalofrío.
Allí en sus manos, yacía aquel cuchillo tipo navaja que había encontrado en aquel apartamento.
- Estoy seguro que entiendes a lo que me refiero…
- No… ¡No! ¡Dioses, NO! ¡No voy a mutilarme el rostro! – clamó el oficinista en estado de pánico.
- Vamos ya estás grandecito – le reprochó Phil. Con una simple "intervención quirúrgica" pasas de fugitivo… a libre y sin preocupaciones. ¿No suena tentador, muchacho?
Kenichi tragó saliva sonoramente, sabiendo que no le quedaban muchas opciones.
¡Maldicioooón!
- ¿C-Como lo hago…?
- Búscate un espejo para ver mejor, algo que puedas morder con fuerza y calienta la hoja con tu encendedor. Yo te guiaré durante el proceso. Ya verás, con esto seguridad ya no será un problema.
En cuanto el cuerpo de policías inundó el último piso, se sorprendieron al hallar el perímetro completamente vacío.
Cosa extraña, puesto que la señal no se había movido de ese sitio.
Con cautela, los oficiales revisaron cada rincón y escondrijo, en busca de su fugitivo.
Terrorífica fue su sorpresa, cuando uno de ellos, llamó al resto para que viesen una cosa.
Allí, en un pequeño lavatorio, manchado de sangre, yacía… la marca criminal de aquél sujeto.
- No puedo creerlo… el bastardo se la arrancó – dijo el capitán de escuadrón, bastante horrorizado. No pensé que llegaría tan lejos.
- Si está herido, aún podemos hallarlo, mi capitán – declaró otro. ¿Quiere que envíe al resto del pelotón?
El oficial al mando notó las manchas de sangre en el suelo que parecían conducir hasta una ventana abierta. Al mirar, se percató de que éstas acababan su rastro en una vieja y oxidada escalera para incendios.
- No, déjenlo – ordenó. Aún si ya no podemos rastrearlo, no llegará lejos. La herida tuvo que ser profunda. Si usó algún objeto cortante para efectuar su improvisada cirugía, morirá de alguna infección o algo peor. Volvamos a la base.
- ¡Señor!
Dicho esto, todos los involucrados, regresaron a la planta baja donde varios de sus compañeros habían elegido quedarse para cuidar los vehículos.
Si bien no habían podido capturar a su sospechoso ese día, sabían que tarde o temprano, el destino los haría cruzar caminos de nuevo.
Mientras tanto, en una parte alejada de esa zona, Kenichi no había dejado de correr desde su casi intento de arresto en aquella estructura.
Sus piernas le dolían como el infierno.
La cara le ardía como los mil demonios.
Lágrimas frescas aún brotaban de sus ojos.
Su cuerpo estaba en shock y sus manos tiritaban a lo loco.
Era lo peor.
Para alguien como él, que estaba tan acostumbrado a la monotonía, todo este conjunto de bruscas experiencias, lo habían abrumado a niveles insospechados.
Había sido perseguido por la policía.
Se había arrancado un "tatuaje" al mejor estilo del japón feudalista y, para colmo, el sol pronto iba a ocultarse y tenía hambre.
¿Podían las cosas ponerse aún peor?
- Oe, humano, no te irás a morir luego de nuestro brillante escape, ¿cierto?
Quizás, ya lo eran…
- No podrás ser el héroe con una actitud tan derrotista como esa.
Aquella apreciación detuvo a Kenichi en seco.
- ¿Héroe? ¿Quién dijo que quiero ser un héroe?
- ¿No es lo que todos los de tu mundo desean? Poder, fama, mujeres lanzándose hacia ellos como si fueran agua en el desierto. ¿No es lo mismo contigo?
- ¡No! – gritó el japonés. ¡Todo lo que quería era una vida tranquila, sin tener que besarle las nalgas a algún CEO bastardo o tener que trabajar 16 horas diarias por una misera paga!
- Oh… eso complica las cosas…
- ¿Qué quieres decir?
- Mira, chico, mi única razón de venir aquí es que le prometí a mi bella esposa que te convertiría en alguien heroico. Si no lo cumplo… mi Pochi va a dejarme o peor, ¡SE LO DIRÁ A MIS PADRES!
- Wow… vaya tragedia… - soltó el nipón con sarcasmo.
- ¡Tú no los conoces! – protestó Phil, asustado. ¡Son seres inaguantables! ¡Fue una de las razones por la que abandoné el nido cuando pude valerme por mí mismo! ¡Tengo que volverte un héroe como sea!
- Si… nop, lo siento. Paso.
- ¡¿Uhh?!
- Mira, acabo de mutilarme la cara…
- Es sólo un corte no seas exagerado….
- Con un cuchillo… únicamente por que tú, no quisiste ayudarme cuando debías. Pudiste haberme mandado a otro cuerpo, uno con una vida mucho más cómoda, pero NOOOOOO desperté en el cuerpo de un jodido traficante. Pues sabes qué, ¡púdrete! ¡Espero que tus padres te den el castigo que mereces!
Kenichi comenzó a alejarse, aún sabiendo que eso no acallaría la voz de aquel ser abstracto.
- ¡Vamos, chico! ¡No puedes irte así nada más!
- Sólo déjame tranquilo…
- Puedes lograr grandes cosas, sólo mira al protagonista de esta línea, vivió aquí toda su vida y alcanzó la gloria.
- Si mal no recuerdo Yusei Fudo es un Signer, un genio en mecánica y un experto duelista, sin mencionar que tiene amigos, una moto y al jodido guion de su lado. Yo no tengo nada de eso… tu argumento es inválido.
- Hey, ¿te olvidas que me tienes a mí? ¿Una verdadera Deidad sólo para tu deleite?
- Ojalá pudiera… El Crimson Dragon también es una Deidad y él puede atravesar dimensiones, el espacio tiempo y evitar catástrofes, tú, ahora mismo, eres peor que mi psicólogo con resaca. No hay nada que puedas ofrecerme que me haga seguir con tu estúpido juego…
- Ni siquiera… ¿un sistema?
Sus pies se detuvieron de nuevo.
- ¿Un… sistema?
- Ya sabes, ese conjunto de números y estadísticas que todo protagonista de isekai tiene y adora subir con ahínco.
- En verdad… ¿puedes hacer eso?
- Jajajaja… no.
- Me largo.
- ¡Espera, déjame acabar la idea!
Kenichi, una vez más, aguardó la explicación de su tan intrusivo "pasajero".
- No puedo darte ese tipo de sistema puesto que, en esta dimensión, la fuerza dominante siempre será el Duelo de Monstruos. Si te vuelves alguien tan poderoso como para nivelar ciudades de un puñetazo, estoy seguro que ese estirado de Quetzalcoatl haría todo lo posible por erradicar tu existencia.
- ¿Quién es Quetzalcoatl? – preguntó el joven confundido.
- Es a quién conoces como Crimson Dragon.
- ¡¿Ehh?! ¿El Dragón Carmesí es la entidad más poderosa del panteón azteca? ¡No puedo creerlo! Aunque… eso explicaría muchas cosas…
- Si, si, él es fabuloso – aportó Phil con cierto desdén bajo su sarcasmo. Sólo intenta no ponerte en su camino.
- Espera, tú y él… ¿se conocen?
- Venimos de la misma mitología, chico.
- A todo esto, nunca me dijiste tu nombre…
- ¡Fufu! Estaba esperando que hicieras esa pregunta… ¡regodéate, humano! Porque estás en presencia del gran Piltzintecuhtli, la Deidad del Sol Naciente, la sanación y las visiones. Algunos hasta me llaman "El Gran Príncipe" jeje.
En lo que el Dios se regodeaba en su propio ego, Kenichi aún tenía problemas para pronunciar la palabra.
- Puri… Pituzin… Purit…
- Vamos, ¡no puede ser tan complicado…!
- ¿Sabe lo difícil que es para alguien con acento japonés, el aprender un idioma antiguo? Pirutozin… Ahh, olvídelo, me referiré a usted como Kami-sama.
- *Sigh* Supongo que tendrá que bastar por ahora…
- Entonces, ¿qué me decía del sistema?
- ¿Mmm? ¡Oh! Cierto. Decía que no puedo brindarte un sistema de crecimiento convencional de los que sólo brindan fuerza, por lo que mi oferta es… darte algo más próximo a la interfaz que se da en los simuladores de duelo que tanto solías disfrutar de joven.
Esta proposición sorprendió a Kenichi.
- Simuladores de… ¿te refieres a los juegos de Yu-Gi-Oh! allá en casa?
- Seh. Ese mero.
El joven nipón hizo memoria.
Si se basaba en los WC de la misma era, entonces, gozaría de un sistema con inventario, DP, customización y, tal vez, hasta Tienda de Cartas integrada.
Realmente, era un buen trato, teniendo en cuenta que tener un mazo en esa ciudad, era como poseer un órgano extra.
Con todo lo bueno y malo que eso implicase…
- Bien, acepto.
- ¡Así me gusta!
- ¿Qué debo hacer para obtener este sistema?
- Primero, debemos visitar un lugar en específico – explicó la deidad.
- ¿Cómo un templo o lugar de culto?
- Ehhh… no. De hecho, es algo menos glamoroso pero que te ayudará a integrarte más con la dinámica de este mundo.
- No me engañará como lo hizo antes en el departamento, ¿verdad? – presionó Kenichi con tono peligroso.
- ¡Para nada! ¡Te doy mi palabra, humano!
- *Sigh* De acuerdo, confiaré – dijo, sin otra salida. ¿Dónde queda ese sitio?
- Tu déjame las indicaciones a mí…
Para cuando la noche ya había dominado los cielos de satélite, el dúo por fin arribó a su destino.
El lugar no era nada místico o de otro mundo, sólo un viejo almacén igual de escabroso que el resto de edificios.
- ¿Qué hacemos aquí?
- Lo entenderás cuando entres – contestó el Dios sin dar detalles.
Kenichi, viendo que no obtendría respuestas de su compañero, caminó hasta la entrada, notando un candado que trancaba la puerta.
- Está cerrado.
- Tienes la llave… - fue la respuesta que le dio el ser abstracto.
El (ex) asalariado buscó, entonces, el set de llaves que traía en el bolsillo.
Probó algunas. La tercera destrabó el seguro, permitiéndole el ingreso.
Luego de unos segundos de tantear los muros, pudo dar con un interruptor que iluminó el sitio.
Era un viejo garaje que, a diferencia de otros puntos que había visto de reojo, se encontraba, medianamente, bien cuidado.
- No lo entiendo, este lugar se ve mucho más acogedor que aquella habitación del otro barrio, ¿por qué no habitarlo?
- Continúa y entenderás los motivos…
El muchacho de rojiza chaqueta así lo hizo.
Revisó cada rincón y recoveco de aquella cochera pero… no halló más que viejas herramientas olvidadas y oxidadas.
Al menos, hasta que decidió ingresar a la pequeña oficina en la planta alta, cuya puerta, también estaba asegurada con llave.
Ya dentro, se percató que el cuarto aún se mantenía estable, su único defecto era la gran cantidad de polvo pero, eso se arreglaba fácil.
Husmeando un poco entre los cajones, Kenichi se detuvo frente al gran escritorio.
De fondo: Devil May Cry 5 OST – Legacy Piano Cover.
Un portarretrato yacía ahí, aún de pie sobre su superficie, adornado por lo que parecía una corona de flores marchitas y una dedicatoria.
En la fotografía, 4 personas eran visibles. 2 de ellas con marcas de ilegalidad adornando sus mejillas y todas del sexo masculino.
"Sin importar nuestras raíces, nuestros credos o las cosas que hayamos experimentado en el pasado, sabemos que nuestros lazos, se volverán el puente hacia un mejor futuro"
Kenyo Sato, Hideyuki Takahashi, Seichiro Yoshimitsu & Shuji Maruyama, Team Foreigners
- Kami-sama… ¿quiénes fueron ellos? – preguntó Kenichi, no pudiendo evitar sentir un pequeño apretón de pecho y unas cuantas lágrimas escapándosele de manera silenciosa.
- Tus mejores amigos y compañeros de equipo – dijo éste. Bueno, al menos, lo fueron, de la persona llamada Kenyo Sato.
- ¿Qué les pasó?
El ser hizo una pausa.
- Satélite es un lugar oscuro, muchacho… los animes sólo muestran las historias esperanzadoras y atractivas… jamás aquellas que no logran pasar el corte.
Para este punto, Kenichi se encontraba llorando en silencio.
- Ese cuerpo aún los recuerda… su lazo debió haber sido muy grande…
Luego de frotarse los ojos, el japonés colocó la foto de vuelta en su sitio.
- ¿Por qué me trajiste aquí?
- Lo hice para que comprendieras un hecho necesario. Ya no eres Kenichi Sato, el oficinista que se dejaba pisotear para ya no tener problemas. Ahora eres Kenyo Sato, criminal, duelista y leal compañero. ¿Querías una nueva oportunidad, ¿cierto? Honestamente, pienso que ésta es la mejor que tienes. No le debes nada a nadie, chico. Puedes hacer caso omiso a lo que voy a decirte si lo deseas pero, ¿no crees que… perseguir el éxito, sería una excelente forma de honrar a los fallecidos?
- …
- ¿Sabes lo más gracioso de todo? Ninguno de ustedes nació, realmente, en Satélite.
- ¿Uh? ¿No?
- No… por algo el nombre de su equipo significa "Forasteros". Hideyuki - dijo el Dios mencionando al duelista de cabello fucsia. Y Seichiro – el de cabello azulado – fueron duelistas amateurs dentro de Ciudad Neo Domino. Tenían sueños de volverse profesionales pero… algo pasó que los afectó tanto, que jamás volvieron a ser los mismos. Huyeron a Satélite, días después del incidente. El tal Shuji, tampoco era un mal sujeto. De hecho, de entre todos allí, fue el más optimista y amistoso. Siempre dispuesto a dar todo por sus compañeros. Vino a este basurero buscando inspiración para escribir nuevos libros. Kenyo, por otro lado…
- ¿Vas a decirme que era un gran tipo y que salvaba abuelas y orfanatos?
- Era un imbécil.
- *Cough* *Cough* ¿Eh?
- Si, aunque uno leal y afectuoso. El sujeto jamás se esforzaba, trabajó los últimos años en una tienda de conveniencia, sólo para tirar todo por la borda en el momento en que creyó que, al venir a esta isla, podría vivir como un eterno desempleado sin complicaciones.
¡El maldito era mi antítesis! – gritó Kenichi desde lo más profundo.
- Si, era un perezoso en toda regla. Totalmente opuesto a tu persona.
- Ya veo… Será difícil imaginarme como ese tipo de persona – rio un poco el japonés, ya más calmado.
- Tal vez… dicen por ahí, que aceptar el pasado, ayuda a desbloquear un mejor futuro. Así que… te pregunto, humano… ¿quién eliges ser ahora?
El pelicastaño, tomó aire y respiró profundo. Transcurridos unos segundos, observó la habitación con ojos llenos de determinación renovada.
- No seré Kenichi Sato, ni mucho menos Kenyo Sato. A partir de hoy, seré conocido como… KENYoU – dijo con una sonrisa de orgullo en su rostro, cosa que descolocó un poco al Dios del Sol Naciente.
- Je… un poco raro, pero… que diablos, ¡lo apruebo!
*PACK INICIAL ACTIVADO*
¡BIENVENIDO, HONORABLE TRANSMIGRADO!
NOMBRE ELEGIDO: KENYoU
CONFIGURANDO SISTEMA...
CARGANDO...
ESTADO...
TIENDA...
INVENTARIO...
SLOTS HABILITADOS: [3]
- Esto…. Esto es…
- Mi parte del acuerdo – completó Piltzintecuhtli satisfecho. Este sistema representa nuestro nexo y tácita promesa – dijo señalando la etérea pantalla con mouse y teclado que había aparecido justo sobre el escritorio.
- Es igual que los juegos WC… - murmuró KENYoU anonadado. ¿Incluso tengo una Tienda?
- Si, podrás comprar sobres allí usando los Duel Points que obtengas de tus duelos.
El pelicastaño se enfocó entonces, en la última línea de la columna.
- ¿Qué función cumplen esas 3 ranuras?
- Esos son espacios en los que puedes colocar algún tipo de atributo que definirá tu camino como duelista.
- ¿Mi camino…?
- Es correcto – expresó el dios. ¿Nunca te has percatado, que los personajes en este mundo, casi nunca cambian de baraja o estrategia? Toma al tal Yusei, por ejemplo, desde el comienzo lo venden como un personaje cuyo mazo fue formado de cartas halladas en los desperdicios, de allí que sean tan situacionales. Un jugador de tu mundo anterior, probablemente, intentaría hacerlo lo más META posible para no ser aplastado por otros pero, Yusei no. ¿El porqué de esto? Porque su estilo de juego se basa en ser un personaje que confía en lo que cada carta puede traer al tablero y al ser tan firme en sus convicciones, los naipes le responden, dándole lo que necesita.
- Ohhh, eso explica porque es capaz de hacer funcionar cualquier baraja, sin importar lo poco sinérgicos que sean sus efectos. Es porque esos atributos hacen a su formación como duelista.
- Exacto. Ya vas entendiendo *Smile*
- Entonces… ¿qué tipo de Duelista era Kenyo Sato? – decidió preguntar el (ex) oficinista, intrigado. Antes de todo esto, quiero decir…
- Pues…
- …
- …
- ¿Chaos? ¿Era un META player? – clamó KENYoU con extrema sorpresa.
- Sep. Debido a su naturaleza holgazana, siempre usaba un mazo potente para no tener que analizar demasiado sus jugadas.
KENYoU no hizo más que desplomarse sobre la vieja silla giratoria de su estudio/oficina al oír esto.
- *Sigh* Hubiese sido muy práctico que aún tuviera sus cartas consigo… pero bueno, lo hecho, hecho está. ¿Cómo puedo conseguir atributos?
- Oh, olvidé decirlo. Los obtienes a través de un gacha. Sólo tienes 3 intentos, así que lo que te salga, se queda. No hay llanto, quejas ni devoluciones.
- Mmm, suena justo supongo. ¿Puedo intentar mis tiradas ahora?
- Claro. Sólo tienes que decir "Desplegar GACHA".
Al hacerlo, el joven de traje rojizo, observó como el traslúcido ordenador se transformaba en una maquina tradicional de gachapones.
- Recuerdas como usar una, ¿cierto? *Grin*
- Como hábil (ex)coleccionista que fui, ¡mi mano ha tocado más de 1000 palancas!
Por alguna razón, Phil estaba conteniéndose para no explotar de la risa.
- ¿Qué es lo gracioso? – preguntó KENYoU confundido.
- Nada *Pff* nada, olvídalo – contestó el Dios, recomponiéndose. Centrémonos, mejor, en esto. El primer atributo que obtengas determinará el tipo de duelista que serás.
- ¿Tipo?
- Es correcto. Si obtienes el de "Genio Duelista" tendrás la capacidad de dominar cualquier estrategia.
- Wow, eso suena bien.
- Pero también, podría tocarte algo malo como "Duelista Fracasado"
- ¿E-Esa que hace?
- En el caso de que te salga ese atributo… vete despidiendo, porque no serás capaz de ganarle un duelo ni a un recién nacido.
El pelicastaño sintió un fuerte escalofrío recorrerle la médula.
- ¿H-Habla enserio? ¿Puede tocarme algo así de peligroso?
- Mmm… la probabilidad es baja pero… quién sabe. Tu intenta.
Con el corazón en la garganta, KENYoU se acercó a la perilla y la rotó 3 veces, sintiendo sus latidos acelerarse. Pasados breves segundos, una pequeña esfera salió desde la ranura.
La Deidad notó el premio obtenido y lo incentivo a que viera su contenido.
- "MIND MASTER" – leyó en voz alta. "Tu Poder Mental supera los límites. Eres, ahora, un Duelista Psíquico Maestro" - Los Duelistas Psíquicos son capaces de materializar los monstruos que residen en las cartas, volviéndolos tangibles. La duración de los mismos en forma física, depende del talento y nivel de control del usuario. Con el suficiente entrenamiento puedes llegar a afectar la mente de otros individuos.
Se produjo un inusual silencio, luego de leer aquello, uno que fue interrumpido por la estrepitosa carcajada del Dios Azteca.
- ¡Si, nena! ¡Felicidades, chico! Obtuviste una muy buena.
KENYoU tan sólo miró el papel con desconcierto e incertidumbre.
- Duelista… Psíquico… - murmuró. Con esto soy igual que Aki Izayoi, quizás hasta mejor...
- ¿Mmm? ¿Hablas de esa sexy pelirroja con la que deseas casarte?
- Si, de hecho… *Blush* ¡Hey! Un minuto, ¡no deseo casarme con ella! ¿De dónde sacó eso?
- De tu cabeza, ¿de donde más? Aquí dice que Aki Izayoi es una de tus "waifus"… ¿no es, técnicamente, el japonés de wife, o sea esposa?
- ¡No! – clamó el oficinista muy avergonzado y rojo como un tomate. O sea, sí, parte de esa rama del lenguaje pero, es sólo un término para referirse a un personaje femenino ficticio con el que querrías tener una relación si existiera realmente.
- ¿Cuál es el problema, entonces?
- ¿Huh?
- Lo que digo es que, aquí, en esta vida, ella es una persona de carne y hueso. ¿Qué te detiene de perseguirla como interés amoroso?
- No lo sé, tal vez el hecho de que ella fue pensada para ser: ¡la pareja de YUSEI! – clamó KENYoU exasperado. Sin mencionar que soy un hombre de 32 años y ella tiene… ¿cuánto? ¿14?
- 16, de hecho, edad que según la constitución de tu viejo mundo la vuelve totalmente legal a ojos del gobierno. Y, además, ¿tengo que volver a recordarte que ya no eres Kenichi Sato, sino KENYoU? Físicamente, tienes 22 años. Ambos son mayores y responsables de sus propias decisiones. Así que, repetiré mi pregunta… ¿QUÉ TE ESTÁ DETENIENDO?
El transmigrado desvió la mirada al no saber cómo responder eso.
- *Sigh* Honestamente, creo que, es más el miedo al rechazo. Quiero decir, en mi vida pasada, jamás salí con alguien. Nunca exploré esa parte. Me avoqué a mi trabajo pensando que aquello se daría naturalmente, pero… bueno, pasó esto – dijo señalándose de cuerpo completo. Además… ella terminará con Yusei, él se la merece más. No lo has visto, el sujeto es mecánico, buen duelista y salva el mundo los fines de semana. ¿Cómo esperas que compita?
- Que tal… ¿siendo tú mismo?
- ¿Eh?
- A diferencia del chico del cabello cual cangrejo, tú tienes la ventaja de que la conoces mejor que nadie. Sabes lo que ella necesita. Contéstame esto, el amor que la tal Aki le tuvo a Yusei durante su travesía… ¿le fue correspondido en algún momento?
KENYoU se detuvo un momento y reflexionó.
- Pues… siendo sincero, Yusei no mostró demasiado interés en Izayoi hasta el final, donde los escritores quisieron dar a entender que se besaron, pero… durante toda la trama, su romance parecía ser algo más uni-lateral que otra cosa. Incluso me atrevo a decir que el Fandom lo emparejaba más con Bruno o hasta Sherry.
- ¿Lo ves? ¡Ahí lo tienes! Esa es la prueba que necesitas – declaró el ente. Yusei Fudo jamás mostró interés romántico por Aki Izayoi. La pelirroja se apegó a él, por ser el único que intentó ver más allá de sus traumas y mecanismos mentales de defensa. Ahora tú, con este atributo, puedes empatizar más con ella. Puedes darle lo que "La Estrella Fugaz de Satélite" no pudo darle: ¡Afecto genuino de pareja! ¿Quién mejor para ella que alguien que comparte sus mismos poderes? ¡Tienes todas las de ganar, muchacho!
- Lo pensaré – concluyó el pelicastaño. No digo que haré el intento pero, no descartaré la posibilidad tampoco. Quiero ver como se dan las cosas primero.
- Je, me funciona. Ahora, continuemos con tus tiradas. El atributo que obtengas determinará el tipo de mazo con el que serás más afín durante tu estadía. Podrás usar otros pero, recuerda, el que te toque será con el que tendrás tu mayor vínculo.
- Entiendo – respondió el asalariado, sintiéndose un poco mas confiado debido a su resultado de antes.
Repitiendo el proceso indicado, una nueva esfera fue eyectada por la máquina.
KENYoU la abrió y procedió a leer el contenido.
- "PRIDE OF THE WEAK" - "Eres de los que creen, firmemente, que el fuerte vive hasta que el débil quiere, tal vez… demasiado" – Cada vez que construyas una nueva baraja, al menos el 90% de los monstruos en el Main Deck deben tener 1500 pts de ATK o menos impresos en su texto. Afinidad pasiva con monstruos considerados como débiles.
Habiendo leído esto, el corazón del pelicastaño casi se detiene de golpe.
¡¿Menos de 1500 pts de ATK?!
¡Es una limitación enorme!
¡¿Qué tipo de baraja armaría con eso?!
Lo único que se me viene a la mente es la baraja "Synchron" de Yusei.
¿Tendré que armar algo similar…?
Phil viendo el estado de su compañero, tomó la palabra.
- Veo que te tocó una problemática, muchacho.
- Si… podría decirse – fue lo único que atinó a decir el pelicastaño, en tono alicaído. Muchos monstruos, pertenecientes a arquetipos de esta era, sobrepasan los 1500 pts de ATK y/o DEF. Lo que implica que la tendré difícil… A propósito, Kami-sama… ¿ya que no tengo cartas en mi posesión, recibiré algunas primero?
- Si, luego de definir tu último atributo, tienes el derecho a recibir un mazo de inicio (Starter Deck) como los de tu viejo mundo.
- Con que Mazo de Inicio, ¿eh? ¿Cuáles serían mis opciones?
La deidad azteca hizo una pausa y, al instante, manifestó 4 pequeñas cajas muy familiares.
- Puedes escoger de entre éstas – declaró Piltzintecuhtli.
KENYoU no perdió el tiempo y analizó los dorsos de cada caja.
Los empaques correspondían a los mazos de inicio de Héroes (2006), Neos (2007), Synchro 1 (2008) y Synchro 2 (2009)
Siendo sinceros, todos los mazos eran terribles como para atraer novatos al juego pero, en este momento, para él, eran como un Oasis en el desierto.
- Bien, puedes llevártelos, ya me informé lo suficiente – declaró el oficinista.
- ¿Qué decidirás, entonces?
- Por como lo veo – dijo el muchacho, cruzándose de manos. Mis dos mejores opciones, son las de: por un lado, improvisar un mazo de criaturas mixtas o bien… copiar la baraja temática de Yusei.
- ¿Por qué la de Yusei, en particular?
- Su línea de monstruos es conocida por ser débil. Combina sus monstruos de bajo nivel con el fin de crear synchros fuertes para distintas ocasiones. Los Starters de 2008 y 2009, me aproximarían lo más posible a ese camino. No me gusta copiar a otros, pero es lo más practico que tengo a la mano. Eso sí, tendré que trabajar duro para conseguir copias de las demás cartas de su Mazo Extra, puesto que sólo Junk Warrior sería posible de hacer.
Por varios segundos, el ser de grave voz guardó silencio.
- ¿Kami-sama? ¿Está todo bien?
- Mejor haz tu última tirada de atributo. Quizás amplíe tu perspectiva…
- ¿Se…guro? – asintió el joven no comprendiendo el tono ominoso de su esotérico guía. ¿Qué definirá este tercer tiro?
- Aquí obtendrás lo que vendría a ser la cualidad que te hace único – explicó Phil.
- ¿Huh? ¿Qué el ser un Duelista Psíquico, no llena ya esa categoría?
- No – respondió el ente. Ser un Duelista Psíquico es un don raro más no exclusivo de un solo individuo. En las sedes del denominado "Movimiento Arcadia" hay decenas y decenas de duelistas con esos poderes. Lo que, de cierta forma, lo vuelve algo mucho más común y posible.
- Okay, entiendo. ¿Lo intentamos?
- Me ofendería si no lo hicieras *Grin*
KENYoU asintió y le dio las últimas 3 vueltas a la perilla de la máquina.
La esfera emergió y la anticipación escaló de repente.
El pelicastaño abrió el premio con un "Pop" y enfocó su atención en la fortuna que yacía dentro…
"AWAKENING OF THE SACRED BEASTS" – leyó. "Eres el legítimo dueño de las legendarias criaturas conocidas como Bestias Sagradas/Phantasm Demons" - 1 copia de Raviel, Lord of Phantasms, 1 copia de Hamon, Lord of Striking Thunder y 1 copia de Uria, Lord of Searing Flames estarán disponibles en tu inventario. Las cartas sólo te obedecerán a ti y nadie más. Las cartas siempre aparecerán a tu lado si las extravías y no pueden ser intercambiadas. Una vez retiradas del inventario, deberán ser alimentadas con energía de duelo una vez al mes o éstas se revelarán absorbiendo la fuerza vital del usuario diariamente hasta matarlo. Al ser criaturas divinas están exentas de otras limitaciones. El portador tendrá una mejora de salud física y mental debido al lazo con éstas. Todo el soporte correspondiente será desbloqueado en la tienda alcanzado cierto Nivel como Duelista.
La habitación quedó en total silencio por unos momentos.
Silencio que fue quebrantado por el disonante cuasi-grito del joven transmigrado al notar como una débil luz lo envolvía, borrando todo rastro del corte que se había realizado en el rostro varias horas antes.
- ¡¿NAAAAAANIIIIIIII?! ¿¡E-Estoy curado?!
Si.
En efecto, todo el dolor que venía sintiendo en su mejilla izquierda, se disipó por completo.
La piel se sentía tersa, como si nunca hubiese existido una herida o el recuerdo de una marca criminal siquiera.
Si su tiro de antes había provocado que sus expectativas bajasen, éste nuevo desenlace, acabó lanzando por la borda dichas expectativas.
¿Los 3 Demonios Fantasmales?
Las criaturas más poderosas de la línea de GX…
¿Y eran todas para él?
Esto tenía que ser un sueño.
Literalmente, había pasado de un mero morro mortal a convertirse en el Kagemaru del mundo de Yu-Gi-Oh 5D's.
Eso sin mencionar el último trozo del texto, que le otorgaría acceso a todo el jugoso soporte que había salido en los últimos años.
Sin duda alguna, ¡éste si podía considerarse un regalo de los mismos dioses!
- Bueno, tengo que decirlo, humano. Obtuviste el premio gordo.
- ¡Y que lo diga, Kami-sama! – respondió KENYoU entusiasmado. ¡Con esto puedo hacerle frente a lo que sea!
- Mmm… yo en tu lugar tendría cuidado.
- ¿Huh? ¿Por qué lo dice?
- Como sabes, los 3 Demonios Fantasmales son seres nacidos del folclore Hebreo. Son tan poderosos como peligrosos. Su mera presencia podría llamar la atención de personajes indeseables o del mismo Quetzalcoatl. Como su portador, tendrás que fortalecer tu espíritu. Recuerda que esas 3 Bestias no obedecen a un corazón débil e inseguro.
- *Sigh* Si creo que tiene razón – concordó el joven, haciendo a un lado su infantil entusiasmo. Eso nos deja de nuevo en la casilla de inicio.
- Hablando de inicios… ¿Has pensado en que baraja vas a elegir?
- Mmm… antes de eso, ¿podrías decirme que Booster Packs se venderán en la tienda?
La deidad pensó la solicitud por un momento.
- Los únicos packs a los que puedes acceder por el momento serían Beginner's Edition N°1 y Beginner's Edition N°2. Como bienvenida, se te regalará una caja del set elegido, totalmente, gratis.
Con que… los clásicos regresan…
Perfecto.
- ¿Y se me permitirá comprar y/o craftear Singles como en Master Duel?
- A la larga te serán mas costosas que comprar un Booster regular, pero sí, si podrás adquirir cartas individuales de esa forma en la tienda.
- Bien, eso era todo lo que necesitaba saber – expresó KENYoU, sonriente y muy decidido.
- ¿Entonces… tu elección va a ser…?
- Me llevaré el Starter Deck Synchro de 2009 y la caja de B.E. N°1 – contestó el muchacho con entusiasmo.
Si recordaba las cartas que allí salían tan bien como creía, podría armar un mazo que burlaría, perfectamente, las limitaciones…
- Oh, una última cosa, Kami-sama – dijo el pelinegro, mientras comenzaba a abrir sus últimas adquisiciones.
- ¿Qué podría ser?
- ¿Me dará, también, un disco de duelo o debo conseguirlo por mi propia cuenta?
Piltzintecuhtli hurgó un momento en las memorias del fallecido.
- De acuerdo a los recuerdos del tal Kenyo, debería de haber uno de esos, guardado, en alguna parte de esta oficina. Si lo encuentras te lo puedes quedar.
- Entiendo. Agradezco todo lo que ha hecho por mi – agregó KENYoU con una reverencia.
- No es necesario. Sólo recuerda nuestro pacto, chico. No descanses hasta lograr tu marca en la historia.
- Lo haré, señor.
- Así me gusta… oh, ¡por cierto! ¡Casi lo olvidaba! Me parece que he encontrado el recipiente perfecto que albergará mi persona.
Al oír esto, el transmigrado se detuvo en seco.
- ¿Hontoka? ¿Dónde? ¿Quién es?
- ¿Ves el retrato que sostuviste antes? Está en él.
KENYoU acercó la fotografía y escaneó a las 3 personas que acompañaban a Kenyo.
- Espere, ¿no dijo que todos habían perecido?
- No hablo de ellos, chico.
- ¿Entonces?
- *Sigh* Desarma el retrato y mira detrás de la imagen.
El pelicastaño así lo hizo, topándose con la sorpresa de que una carta adherida con cinta se hallaba al dorso del marco.
- Esto es…
- Jaja, ¡sí! Mi boleta de salida. Sin ofender, muchacho pero tu cabeza está llena de basura – dijo Phil, abandonando el cuerpo del oficinista para ingresar, directamente, en el naipe rescatado.
El duelista se quedó observándolo en silencio para ver si algo pasaba.
Al cabo de unos segundos, una imagen traslúcida apareció, dándole un susto de muerte.
- ¡Jajaja! ¡Al fin un cuerpo propio! – declaró la entidad.
KENYoU se reincorporó y miró la figura de su compañero con incredulidad y, un atisbo de asco.
- Etto… Kami-sama, su nueva forma es…
- ¡Exacto! ¡La de un hongo!
Había adoptado la forma del naipe "The Mushroom Man #2"
- ¿Por qué diablos elegiría un hongo?
- ¿No lo sabes, chico? Uno de mis títulos es el de "Seven Flower", un experto en plantas alucinógenas de todo tipo. Además… los hongos son la onda.
No, no lo son… - quiso protestar el transmigrado pero, lo toleraría si eso significaba tener al Dios alejado de sus pensamientos más íntimos.
- De modo que, ¿ahora puede moverse a sus anchas, kami-san?
- Mas o menos, funciono igual que un espíritu de duelo tradicional. Permaneceré siempre a tu lado y sólo tú serás capaz de interactuar conmigo de manera directa. Así que tranquilo, ninguna otra persona normal notará mi presencia.
- Bueno, creo que eso, oficialmente, nos hace compañeros.
Aunque odie los hongos…
- Jaja, descuida, estoy al tanto de tu rechazo hacia el sagrado organismo que son los Hongos. Así que, para compensarte, mi lazo contigo te dará una mejora que te será muy útil.
- ¿En serio? ¿Cuál es?
El diminuto hongo de casco azul se acercó al oído del joven y le susurro unas palabras.
De un momento a otro, el rostro del mismo se tornó muy rojo.
- ¡¿Por qué me dará algo así?!
- Soy el esposo de una Diosa de la Fertilidad, humano – respondió el Dios con una sonrisa. Necesitarás toda la ayuda posible, dentro y fuera de los duelos.
KENYoU se cubrió el rostro con las manos.
- Por favor… deme un respiro…
*SISTEMA TIPO "PRoTA"*
NOMBRE: KENYoU
EDAD: 22
NIVEL DE DUELISTA: 1
ESTADO: ?
DP: 0000
EQUIPAMIENTO:
[?]
TIENDA:
Beginner's Edition 1 - [Available]
Beginner's Edition 2 - [Available]
Sacred Beasts Legendary Pack - [Unlock at Higher Level]
INVENTARIO:
[1 Raviel, Lord of Phantasms]
[1 Hamon, Lord of Striking Thunder]
[1 Uria, Lord of Searing Flames]
SLOTS DE ATRIBUTOS:
[Duelista Psíquico - Rango: Maestro]
[Mazo Limitado / Amigo de los Débiles]
[Guardián de los Demonios Fantasmales]
Nota de Autor:
Si, se lo que están pensando... Wey ya, ¿otra historia más de Yugioh?
Y si, tienen razón, pero bueno, la facultad me tiene hiper estresado y ésta es mi única forma de liberar tensión.
Escribiendo la primer historia sin sentido que me sale de las narices xD
Lo cierto es que siempre quise hacer una trama de OC en 5D'S pero no sabía como empezarla.
De paso, quiero arreglar un poco algunas cosas que, para mí, el anime las hizo como el ojete.
Pero bueno, para eso está fanfiction xD
Respecto a los otros fics - tengo 3/4 de un capitulo de "Lobos y Hombres" y 1/4 del de Danmachi, tengo ideas pero estoy bloqueado de como armarlas.
En cuanto desenrede mi mente un poco, prometo que la cosa se pondrá potente. Incluso introduciré un pj que tengo en el tintero y que con Marina van a hacer desmadres a diestra y siniestra xD (y ya no quiero dar mas OMAKES porque siento que los estoy trolleando xD)
En fin, paz, mi gente. Los leo luego :)
