¡Hola chicos! Me paso el día de hoy a dejaros un capítulo nuevo de esta historia que con tanto mimo y cariño voy escribiendo poco a poco. También estaré haciendo algunas correcciones hoy en los otros capítulos para que queden a la perfección. Espero que os esté gustando tanto como a mí. Decidme qué opináis de este capítulo nuevo. Nos leemos :)

Había pasado un mes desde que Ran había descubierto la verdad de su pasado. Se encontraba muy perdido con todo lo relacionado con su nueva vida y la antigua. No sabía que pensar, ya que todavía seguía indagando sobre sus supuestos padres y el por qué le habían ocultado que no era su verdadera hija todo este tiempo. Llevaba unas semanas que apenas salía de casa después de volver de la escuela, cosa que comenzó a preocupar a sus padres ya su mejor amiga Jun, por lo que según estaban saliendo por las puertas del instituto el día de hoy, su amiga le preguntó qué le pasaba.

-No me pasa nada Jun, solo estoy un poco cansada últimamente, eso es todo.

-No te creo Ema, ¿no confías en mí para poder decirme que te preocupa?

-Claro que confio en ti, pero en serio estoy bien.

"No puedo decirte de buenas a primeras que en realidad tengo 10 años más que tú y que estoy intentando descubrir por qué mi familia me había ocultado esa clase de información todo este tiempo. Además que… no sabría explicarte por qué echo tanto de menos a Shinichi si apenas para el mundo nos conocemos hace poco más de un mes" pensaba la joven encogida mientras seguían andando.

-Bueno, ya que no te ocurre nada…- dijo y sonriendo pícaramente a su amiga- ¿te apetece ir a una pequeña reunión esta noche? Me han invitado unos amigos y no quiero ir sola.

-¿Enserio? Que pereza Jun, no me apetece nada salir esta noche.

-Venga vamos Ema, nos lo pasaremos genial, además me lo debes, ya que te conseguí una cita con el detective que tanto te gusta- farfulló haciéndose la víctima finciendo que lloraba.

-Vale vale, vayamos a esa reunión. ¿A qué hora nos vemos?

-En tu casa a las 18. Por cierto, ¿qué pasó con el detective?

-No pasó nada, nos vimos unas cuantas veces hace más de un mes, pero no hemos vuelto a hablar.

-¿No te gustaba?

-Si, pero no tiene nada que ver con el hecho de que nos hayamos dejado de hablar.

-Pensaba que tú también le gustabas a él – musitó más para sí misma, pero Ran había logrado escuchar sus palabras, por lo que su corazón latía erráticamente en estos momentos.

Horas después, las adolescentes se encontraban de camino a la "pequeña" reunión de la que habían hablado a la salida de la escuela, pero cuando llegaron al lugar, los ojos de la joven Ran no pudieron evitar agrandarse de la sorpresa al darse cuenta de que se encontraban frente a la casa de su antiguo mejor amigo, por lo que quedó petrificado.

-Oh vamos Ema- habló su amiga sin tener en cuenta lo que ésta pensó o sintió en esos momentos- nos lo pasaremos bien, ¡vamos!

-No se yo si será buena idea Jun…

-¡Venga!- dio por finalizada la pequeña charla tirando de ella hacia el interior.

Jun llamó al timbre mientras sonreía pícaramente a Ema, que se encontró incómoda por ver de nuevo a su detective. Genta abrió la puerta con una sonrisa de oreja a oreja, ya que había sido él quien había invitado a las chicas a esa cita. Mientras ambos adolescentes pasaban al interior y se dirigían a donde se escuchaba algo de murmullo, Ran podía sentir como su corazón latía a toda potencia, otra vez.

-Mirad quienes acaban de llegar- anunció Genta agarrando a las chicas por los hombros.

-¡Hola chicos!- enunció Jun con alegría a las 4 personas que tenía delante.

-Hola chicas, ¿qué hacéis aquí?- preguntó sorprendido Mitsuhiko.

-Nos invitó Genta a esta reunión- contestó mirando ahora al grandullón- es preciosa esta casa, muchas gracias.

-Oh genial- farfulló la científica rodando los ojos en otra dirección.

"¿Por qué le caeré tan mal a la pequeña Ai? Nunca fue tan descortés conmigo aunque claro… tal vez no sepa que soy yo"- pensaba confundida la ex karateca.

-Un placer volver a veros chicos, estaremos un rato corto y nos marchamos. No queremos molestar.- musitó agarrando a junio de vuelta del brazo para que no se fuera demasiado lejos. Se encontró algo incómodo ya que cierto detective no paraba de mirarla fijamente con sus enormes e impenetrables ojos azules.

-No Ema espera- dijo intentando escaparse su agarre- quiero hablar un rato con Genta, ¿por qué no vas a hablar con Conan un rato mientras?- inquirió mientras le guiñaba el ojo.

-Espera Conan- lo interrumpió Ayumi mientras el joven comenzaba andar dirigiéndose a la castaña- ¿puedes prestarme un libro de tu biblioteca por favor? Me encantaría leerme el libro que llevabas el otro día en la cartera.

-Eh… claro, vamos.

"Uf, menos mal que la pequeña Ayumi me ha ayudado, aunque no sé por qué, pero creo que tampoco le agrado demasiado, ¿tal vez sea la nueva novia de Shinichi? ¿Entonces a pesar de seguir buscándome durante 10 años, ha podido olvidarme? ¿Puede ser que solo me buscara porque se sentía culpable por lo que sucedió con la Organización?"- cada pregunta ponía cada vez más triste a la chica.

Ema se encontraba buscando algo de beber en la cocina, ya que no sabía qué hacer. Su amiga seguía hablando con el pequeño Genta, aunque ya no era tan pequeño, ahora era un hombrecito grande, alto y bastante apuesto, por lo que entendía que a su amiga le gustara aquel chico que conoció teniendo tan solo 7 años. Seguía divagando en sus pensamientos cuando una mano rozó la suya torpemente, intentando agarrar lo mismo que ella a la vez, dándose cuenta de que era el detective.

-Hola- musitó con precaución el joven ya que no sabía cómo iba a reaccionar su amiga después de la última vez que se vio.

-Hola Shinichi, veo que ya no estás tan ocupado.

"Espera… ¿está celosa?"- pensó el adolescente aturdido.

-Ayumi quería que le prestara el nuevo libro de mi padre que salió hace unas semanas.

-Me alegra mucho por tu padre y su nuevo libro- contestó saliendo de la habitación, ya que se encontraban solos y peligrosamente cerca el uno del otro.

-¿Vas a seguir ignorándome a Ran? No entiendo nada.

-No te estoy ignorando, de hecho, estamos hablando ahora mismo.

-Joder Ran, que difícil me lo pones muchas veces…- susurró frustrado frotándose el pelo dejándoselo despeinado.

"Hasta despeinado sigue siendo guapo. Incluso a pesar de haber vuelto a sufrir la maldita pubertad, sigue siendo igual o más guapo que cuando vivimos nuestra verdadera adolescencia"

-¿Ran? ¿Estás bien?- preguntó confundido al notar que ella se encontraba observando de arriba abajo su cuerpo.

-Si, solo estaba pensando- farfulló sonrojándose mientras que Shinichi se acercaba a ella.

-¿Y en qué pensabas, Ran?- susurró acercando su cara a la de ella.

-Te has vestido muy guapo para la fiesta que has hecho con tus amigos y tu nueva novia- musitó alejándose rápidamente- espero que estés portándote bien con la pequeña Ayumi, que si no te daré una de mis patadas de Karate.

-¿Qué? No estoy con Ayumi. Además… he echado de menos esas patas mortales tuyas- habló volviendo acercándose, dejando a Ran encerrada contra él y la barra de la cocina.

-¿Por qué me seguiste buscando a Shinichi?- inquirió comenzando a tener la miraba algo nublada.

-Perdonad, ¿interrumpimos algo?- preguntó Ayumi con Haibara posicionándose entre los falsos adolescentes.

-No para nada, yo ya me iba- respondió Ema mientras se iba a buscar a su amiga para marcharse.

-No puedes irte tan pronto Ema- dijo Mitsuhiko que había escuchado la conversación desde el marco de la puerta- ahora íbamos a jugar a un juego todos juntos ¡y cuantos más seamos mucho mejor!

Ran no podía decirle que no a Mitsuhiko y menos después de los ojos llenos de alegría que le había mostrado mientras le comentaba respecto al juego que iban a tener en unos momentos. Se había sentado enfrente de su antiguo detective en el salón que tanto conocía, a su lado derecho tenía su amiga, quedando a su izquierda el chico que le había propuesto el juego, Haibara al lado de éste, Ayumi al lado derecho junto a Shinichi y Genta entre su amiga de la infancia y la chica nueva.

-Vamos a jugar a atrevimiento o verdad- propuso el de pecas sonrojado.

-¿Qué típico no?- preguntó el detective con pesadumbre en sus palabras.

-¿Por qué no entonces jugamos al yo nunca?- inquirió Genta.

-¡Genial! Empiezo yo- contestó Jun.

La sala estuvo durante unos segundos en silencio total mientras la adolescente de Haido pensaba en lo que iba a decir.

-Yo nunca he soñado con besar a alguien de esta habitación.

-Empezamos fuerte- replicó Haibara comenzando a tomarse el primer chupito de la noche. Mitsuhiko, Genta, Ayumi, Ema y Conan agarraron también unos vasos.

-Yo nunca he traído a alguien a casa para que conozca a mis padres-indaga Genta.

Ayumi y Mitsuhiko volvieron a beber de nuevo.

-Yo nunca he dado mi primer beso- husmeó Ayumi mirando de reojo a Conan.

Shinichi se inclinó a coger de nuevo un vaso, mientras que Ran hacía lo mismo, dejando a la joven Ayumi con el corazón desolado.

-Yo nunca he cantado en un karaoke.

En esta ronda todos comenzaron a beber y la liga juvenil de detectives comenzó a reírse al recordar lo mal que canta Conan en los karaokes.

-Yo nunca he probado las drogas- farfulló aburrida Haibara.

Shinichi muy a su pesar tuvo que beber, dejando a todos sorprendidos, ya que el veneno APTX 4869 era una droga que tomó en varias ocasiones. Haibara bebió también mientras que Ran comenzaba a agarrar de nuevo un vaso.

-No sabíamos que habíamos tomado drogas. Conan-inquirió muy sorprendido Genta.

-No fue por decisión propia, no la primera vez al menos… susurró para sí mismo, pero su amiga la científica había logrado escucharle.

-Yo nunca me he fantaseado con alguien, sexualmente hablando- puntualizó Mitsuhiko.

-Esas preguntas son las que más me gustan- dijo Jun alegremente mientras ésta bebía. El resto de la sala también bebió.

-Yo nunca me he enamorado- masculló Ran.

Shinichi la miró a los ojos por primera vez en toda la partida, dejando a Ran petrificada.

"Tal vez no debería haber dicho eso"- pensó al ver como Shinichi comenzaba a sonrojarse y bebía de nuevo.

-Ema, tú también debes beber- dijo Jun riéndose al ver que el detective del que estaba enamorada su mejor amiga había bebido mirándola a los ojos sin dudarlo.

Shinichi esperaba impaciente a que ella respondiera a la propia pregunta que había hecho, pensando que tal vez nunca llegó a enamorarse de él en el pasado.

"Tal vez solo confundió los sentimientos que tenía hacia mi..." reflexionó el detective decaído, hasta que vio a Ran beber.

-Vale chicos, esta ronda ha sido de calentamiento, vamos a subir las cosas de tono- musitó junio de nuevo intentando animar la reunión.

Tras pasar varias rondas, los 7 adolescentes comenzaban a sentirse algo ebrios, por lo que el juego comenzaba a llegar a su fin. Genta y Jun se acababan de marchar a otra zona de la casa para hablar a solas, Haibara y Mitsuhiko hablaban demasiado cerca el uno del otro, Ayumi intentó acercarse a Conan para apoyar su cabeza junto a la suya, pero el detective se puso tenso. en cuanto notó las intenciones de su amiga, por lo que Ayumi descartó lo que quería hacer, y Ema siguió en el mismo sitio que al comenzar el juego.

-Yo nunca he tenido un amigo con derecho a roce- preguntó Ayumi mirando directamente a su amor platónico.

Ninguno de los tres que seguían jugando bebieron esta vez.

-Yo nunca he tenido sexo- investigó el dueño de la casa esperando que su amada no hubiera estado todavía con ningún chico.

Ran le miró a los ojos, sabiendo que Shinichi tenía ganas de hacer esa pregunta desde el principio del juego. Ayumi contestó que ella no había tenido relaciones probando a ver si le prestaban atención.

-Yo tampoco.

-¿Y tú Conan?- preguntó Ayumi volviendo a mirarle.

-No.

-Bueno- comenzó a hablar Ran encontrándose incómodo con la profunda mirada que le dedicaba su amigo- voy a buscar a Jun ya es tarde y debemos marcharnos. Haber si podemos pilar el último tren a Haido.

-Al final os quedasteis bastante tiempo- musitó Ayumi fingiendo una sonrisa.

-Siento haber sido una molestia para ti o tus amigos, ya nos marchamos.

Ema se dispuso a ir en busca de su amiga cuando una mano la frenó en seco. Al darse cuenta la vuelta vio a su detective mirándola a los ojos con duda.

-¿Pasa algo Shin… Conan?

-Ya es bastante tarde, y el resto de los chicos van a quedarse en casa a dormir esta noche… ¿Por qué no os quedáis también vosotras?

-No hay tantas habitaciones. Conan interrumpió rápidamente. Ayumi acercándose otra vez a los chicos para separarlos.

-Bueno, ahora veremos cómo las organizamos Ayumi, no te preocupes por eso. Además, está la casa del profesor Agasa al lado- contestó malhumorado el joven.

"No entiendo el comportamiento de Ayumi hacia Ran, ya la expliqué hace un tiempo que lo nuestro no podía ser y pareció entenderlo, ¿que ha cambiado?" Pensaba el detective fastidiado.

-No os preocuparéis por el espacio, voy a buscar a mi amiga y nos marchamos.

-Si buscáis a Genta y Jun se marcharon a la habitación en la que va a dormir hoy éste hace un buen rato- masculló Mitsuhiko incorporándose y ayudando a su acompañante a levantarse también.

-Mierda...

-Os toca quedaros entonces…- habló Shinichi sonriendo de nuevo.

-Vale…- contestó mientras se enfadada con su amiga- ¿y cómo vamos a dormir?

-Yo me voy a casa, no me gusta dormir en cama ajena- dijo Haibara.

-Vale, pues yo la acompaño a casa y regreso de vuelta.

-Pues entonces hacemos como habíamos acordado antes de que viniera Jun con Ema, Mitsuhiko en la habitación del fondo del pasillo y Ema y yo en la habitación de la izquierda, frente a la tuya.

-Vale… ¿Estaréis cómodas las dos durmiendo en esa cama? Es bastante pequeña para dos personas.

-Claro, no te preocupes Conan, Ema y yo nos lo pasaremos genial. ¿Verdad?

"No se por qué pero no me da buena espina esto que está proponiendo Ayumi, ¿no le dirá nada raro a Ran verdad?" Pensaba el detective con desconfianza.

Habían pasado 20 minutos desde la última conversación que tuvo lugar en la mansión, por lo que ahora se encontraban Ema y Ayumi en la habitación que les había tocado dormir durante esa noche.

-No se que es lo que estará sucediendo entre Conan y tú, pero está claro que le estás haciendo daño y no me gusta ni un pelo.

-¿Perdón? No entiendo que te estás refiriendo a Ayumi.

-Lleváis un mes sin hablaros, un mes en el que Conan volvió a su antiguo mal humor y estado de ánimo decaído después de alguna de las "citas" que tuvisteis juntos ¿y ahora que ya está bien de nuevo apareces? Pero quién te crees que eres- reclamó furiosa.

-No sabía que Conan había estado mal durante este mes y sí, hemos estado un tiempo sin hablarnos, pero no creo que eso a tí te deba de importar o deba de darte explicaciones, ya que no te interesa.

-Pues claro que me interesa si le estás haciendo daño a un amigo mío.

-¿Amigo o algo más?- preguntó ya cansada Ran de tantos desplantes que le había hecho a lo largo de la noche.

-Eso a ti no te importa.

-¿Pero yo a ti si tengo que darte explicaciones de lo que pasa entre nosotros?

-No hay un vosotros Ema, no puede haberlo ya que Conan está enamorado de mí. Lleva años estando enamorado de mi, pero ha estado quedando contigo solo porque tu amiga se lo pidió y él es demasiado bueno como para decir que no. Deja de hacerte ilusiones y de meterte en una relación.

(Conan está enamorado de mí, lleva años enamorado de mí… )

"Shinichi si que está enamorado finalmente de la pequeña Ayumi y yo he estado metiéndome entre ellos dos, ¿entonces por qué me ha buscado? ¿Tan culpable se sintió por mi culpa? ¿He estado toda su vida molestando también? ¿Realmente pudo haber estado enamorado de mí en el pasado? Yo a pesar de no recordarle estuve enamorada de él en su versión como Conan Edogawa, que tonta he sido, en mi primera vida y en la segunda… Debo marcharme de aquí."

-Siento haberme metido dentro de vuestra relación, no volveré a molestaros.

Mientras Ran salía de la habitación, se encontró con Mitsuhiko dirigiéndose a su habitación. Cuando se miraron a los ojos pudo notar dolor en su mirada y algo más que no pudo descifrar, ya que sus ojos comenzaban arder y tuvo que apartar la mirada de él. Comenzó a bajar las escaleras cuando una voz en lo alto de las escaleras la pararon de vuelta.

-No sé qué es lo que habrá pasado en esa habitación Ema, pero no creo que sea cierto lo que te ha dicho Ayumi.

-¿Lo has escuchado?

-La última parte si, siento ser entrometido, pero creo que deberías hablar con Conan para que te explique lo que está pasando aquí entre ellos dos y entre vosotros…

-No te preocupes Mitsuhiko, siempre has sido muy considerado conmigo, pero perdí mi oportunidad hace mucho tiempo, o no… tal vez nunca tuve esa oportunidad- respondió volviendo a girarse para marcharse.

-¿A dónde vas a ir? Ya no hay trenes de vuelta a Haido.

-No lo sé, solo sé que debo irme de aquí- musitó siguiendo en su camino, pero de pronto se paró y susurró mirándolo a los ojos de nuevo- gracias pequeño Mitsuhiko, espero que volvamos a vernos algún día.

Ran se acaba de marchar de la casa, dejando al joven adolescente inmóvil en la escalera en la que había charlado momentos atrás. Cuanto más se alejaba de la casa no podía dejar de pensar en que tal vez cuando fue secuestrada por la Organización hacía 10 años atrás, debía de haber muerto como el destino tenía predestinado para ella, antes de que aquella mujer que cuando la veía y la llamaba ángel, le diera el veneno que la encogió e hizo olvidar toda su vida.

A la mañana siguiente Shinichi se levantó temprano y empezó a hacer el desayuno. Mientras que el detective se encontraba haciendo el café unas cuantas voces le sacaron de su ensoñación, devolviéndole a la realidad.

-Que bien he dormido- habló Jun a Genta y Mitsuhiko entrando por la puerta de la cocina.

-¿Habéis dormido mucho?- preguntó pícaramente el de pecas a su nueva amiga.

-¿No habréis hecho nada en mi casa no?- inquirió incómodo el dueño de la casa.

-Claro que no, solo hemos dormido- contestó molesto Genta alcanzando unas tostadas para él y Jun.

-Bueno, ¿os apetece café?

-Buenos días chicos, ¿quedan algunas tostadas todavía?

-Tienes tostadas en la encimera- respondió molesto Mitsuhiko.

-¿Te pasa algo Mitsuhiko?- interrogó el detective extrañado por su comportamiento.

-No, nada.

-¿Dónde está Ema?- consultó Jun mirando a Shinichi y Ayumi.

-Debe de estar aún durmiendo- respondió Shinichi echándose el café recién hecho.

-No, Ema no ha dormido aquí- dijo de nuevo el de pecas.

-¿Como que no ha dormido aquí?- preguntó desconcertado el adolescente encogido.

-Se marchó anoche después de una conversación algo acalorada con Ayumi.

-Ayumi… ¿qué le has dicho?

-¿Por qué piensas que ha sido culpa mía? Es increíble.

-Ayumi, dímelo.

-Yo me voy de aquí. Me parece muy mal que pienses así sobre mí después de tantos años juntos Conan, cuando recapacites, hablamos- dijo marchándose de la cocina para salir de la mansión.

-Mitsuhiko, cuéntame tú qué es lo que sabes.

-¿Podemos hablarlo a solas?

Shinichi salió malhumorado de la habitación en la que se había producido la conversación y se dirigió con su amigo a la biblioteca para hablar más tranquilamente.

-No se apenas que fue lo que pasó anoche entre ellas dos, pero lo único que llegó a escuchar es que Ayumi le dijo a Ema que erais pareja y que se estaba metiendo en medio, por lo que ella le pidió perdón y se fue de casa. . Intenté que se quedara a dormir ya que cuando todo esto sucedió no había trenes de vuelta a Haido, pero no quiso escucharme.

-Debiste haberme despertado, maldita sea Mitsuhiko, ¡podría haberle pasado algo!

"Ran debe estar bien ¿verdad? No va a volver a desaparecer, Ran está bien, Ran esta bien…"

-Pasó una cosa un poco rara…

-¿Qué cosa?

-Tal vez sea una tontería, pero… antes de marcharse definitivamente me dijo algo que me recordó a Ran… - susspiró y miró hacia otro lado de la biblioteca- definitivamente es una tontería, no te preocupes.

"No es ninguna tontería Mitsuhiko, no te imaginas lo perdido que me sentí todos estos años hasta que la encontré, y lo confundido que estuve al principio de volver a reencontrarnos" pensaba el detective.

-¿No te comentó a donde iba al marcharse?

-No, lo siento. Tal vez regresó a casa en algún taxi o algo.

-No lo sé, preguntémosle a Jun, tal vez le mandó algún mensaje cuando se fue.

-No tengo ningún mensaje Conan- dijo su amiga apoyada en el marco de la puerta mientras los dos adolescentes se daban la vuelta para mirarla- y él llamó a su casa, pero me han dicho sus padres que no llegó a dormir.

-Joder, Ran donde estas…- susurró preocupado el detective.

El joven detective se había marchado de su casa para buscar él mismo a Ran, ya que si no había regresado a su nueva casa, debería tal vez seguir por el barrio de Beika, por lo que se encontraba recorriendo todas las calles y lugares en los que creía o pensaba que podría encontrarse.

Al cabo de una hora y media, ya se estaba quedando sin lugares a los que acudir en su búsqueda, por lo que se dirigió a uno de los últimos destinos que tenía en mente.

-Buenos días Azusa, ¿ha pasado por casualidad aquí una chica joven de mi edad?

-Buenos días Conan, no, no he visto a nadie desde que hemos abierto esta mañana, ¿le ha pasado algo a alguien?

-Eh, no, bueno, más o menos. Es algo complicado.

-¿Quieres que avise a Rei? Está arreglando algo en la trastienda.

-No gracias, no quiero molestar. Seguiré buscándola un rato más.

Shinichi salió desesperanzado del Poirot, ya solo le quedaría por ir a ver si se encontraba en el mirador al que habían ido varias veces en su primera adolescencia, cuando aún podían ser dos tontos enamorados, por lo que se disponía a dirigirse allí, pero antes. de ponerse en marcha, captó por el rabillo del ojo a dos siluetas en lo alto de las escaleras de la agencia de detectives Mouri.

-Gracias por haber venido- habló la señora Mouri con lágrimas en los ojos- espero que podamos volver a vernos pronto cariño.

-Claro mamá, pero primero debes hacer unas cuantas cosas, dejar zanjado todo este asunto.

-¿Ran?

Los mencionados y su madre se separaron del abrazo que compartían y se miraron a los ojos antes de dirigir la mirada a la persona que la había llamado.

-Oh Shinichi, qué susto nos has dado- respondió Eri sin entender el por qué su hija seguía inquieta a su lado.

-Lo siento, no fue mi intención.

-No te preocupes, yo ya debía marcharme de todas formas. ¿Puedes cerrar cuando te marches cariño?

-Claro, no te preocupes mamá.

-Divertíos- les dijo a ambos sonrientes mientras se marchaba rumbo al trabajo.

-Oye Ran…

-No deberías estar aquí Shinichi, márchate.

-¿Qué? No quiero irme de aquí, tenemos que hablar.

-Vale, pero yo no quiero hablar contigo, por lo que será mejor que te vayas ya. No te preocupes a los chicos que seguramente deben de seguir en tu casa ¿verdad?

-Si que siguen allí, pero la que me preocupa aquí eres tú. ¿Tu sabes lo preocupado que he estado durante estas horas mientras te buscaba? ¿Te has parado a pensar en lo desesperado que me encontraba al saber que te habías marchado tan tarde de mi casa sin dar señales apenas a nadie?

-¿Y tú te has parado a pensar que tal vez no quería que me buscaras esta vez, Shinichi?

Esas palabras le habían dolido muchísimo al detective, lo que le hizo retroceder un paso, pero cuando vio el arrepentimiento de lo que acababa de decir en los ojos de ella, avanzó cuatro pasos más, para posicionarse cara a cara.

-Ran… ¿Qué pasó anoche?

-Nada que no supiera ya Shinichi, ¿puedes dejarme sola?- preguntó mientras intentaba cerrar la puerta de la casa sin resultados, ya que el joven había avanzado lo suficiente para poder colarse con facilidad hacia el interior del domicilio- ¿que haces?

-No me voy a ir de aquí hasta que no hablemos de lo que pasó anoche entre Ayumi y tu, Ran, y no espero un no por respuesta.

-Pero yo no quiero que me des explicaciones de lo que haces o deja de hacer con tu vida.

-Ya, pero yo si quiero darte esas explicaciones- finalizó el detective tirando de ella hasta llevarla a la habitación de ésta y sentarse ambos dos cara a cara y mirarse a los ojos- vamos a hablar de todo lo que ha sucedido con Ayumi en este tiempo y lo que te ha dicho.

-No yo…

-No estoy con Ayumi Ran, ni lo he estado nunca ni lo estaré. No estoy enamorado de ella y nunca lo estuve de nadie más que no hayas sido tú. He estado enamorado de ti desde hace más de 20 años y no quiero que pienses que te he olvidado o he estado con otras en tu ausencia, porque aunque no hubieras aparecido en mi vida de vuelta hace casi dos meses atrás, yo hubiera seguido buscándote hasta el fin de mis días. He pasado 10 años investigando qué te sucedió porque te amo Ran, porque no podía creerme que ya no estuvieras aquí a mi lado y no me daría por vencido hasta que volviera a verte aunque fuera una vez más. Te amo Ran, te amo más que a nadie y más que nada en este mundo, pero comprendo tu situación, entiendo que hasta hace poco más de un mes no recordabas tu verdadera identidad y que tal vez tu si hayas rehecho tu vida o estés enamorada. de otro hombre, y estaré feliz de ello si tu eres feliz, pero no podía dejarte que pensaras que amaba a otra persona que no fueras tú, ya que eso sería imposible.

Ran se había quedado sin palabras después de la confesión que le había hecho el hombre que tanto amaba, por lo que el detective al ver que su amada no respondía a sus palabras comenzó a incorporarse para irse de allí.

-Shinichi espera.

-No es necesario que me respondas, entiendo que tal vez tu no sientes lo mismo por mi que yo por ti.

-Te parecerá curioso pero… si me enamoraré de otro en tu ausencia.

Esas palabras habían herido el corazón del joven, por lo que dejó de mirarla una vez más.

-Espero que seas muy feliz Ran.

-Ese hombre del que me enamoré fuiste tú, Conan Edogawa. En mi primera vida me enamoré de ti como Shinichi Kudo, y en mi segunda vida me volví a enamorar de ti, solo que esta vez como Conan Edogawa.

-¿En… en serio?- preguntó Shinichi sorprendido y feliz de lo que escuchaba.

-Claro que sí. Hemos tenido dos vidas diferentes, pero un único destino.- respondió sonrojándose y sonriendo a su vez.

-Te quiero Ran- habló acercando su cuerpo al de ella para darle un abrazo- no te imaginas lo feliz que me hace saber que no te perdí hace 10 años, que finalmente volviste a mi lado y pude encontrarte.

Ran al escuchar la mención de lo que pasó hace 10 años bajó la mirada y se tensó en los brazos de su detective, cosa que no pasó desapercibida por éste.

-¿Estás bien Ran?

-Si, perdona es solo… cuando has mencionado lo sucedido hace 10 años me has hecho recordarlo…

-¿Quieres contarme qué fue lo que sucedió?

-…

-¿Qué te hicieron?- susurró con tristeza.

Escucharon un sonido que provenía de la entrada de la casa, lo que hizo que ambos adolescentes se separaran de inmediato.

-¡Ran!- gritó Kogoro mientras buscaba desesperado a su hija por toda la casa.

-Papá estoy aquí- dijo saliendo de la habitación donde se encontraba junto con el detective.

-Oh cariño- dijo cuando la vio y le pudo dar un abrazo fuerte- te he echado tanísimo de menos…

-Yo también, papá.

-Bueno, creo que debería irme y dejaros hablar.

-Mocoso espera.

-¿Sigues llamándole mocoso? Papá eso está muy mal.

-Nunca dejará de llamarme así- respondió Shinichi rodando los ojos.

-Gracias por encontrarla Shinichi, muchas gracias- habló el mayor de los tres con los ojos llorosos- gracias a ti mi pequeña ha vuelto a casa.

-No hay de que tío, te dije que la encontraría, me costara lo que me costara. Te llamo después Ran- finalizó dándole un casto beso en la mejilla antes de marcharse de la agencia de detectives.

-Oye, por mucho que hayas encontrado a mi hija no te da derecho a que le des besos – chilló Kogoro al joven mientras éste se marchaba.

Mientras iba paseando dirigiéndose a su casa, le llegaron unos cuantos mensajes al móvil provenientes del detective del Oeste.

-*Hola Kudo ¿has vuelto a saber algo de neechan?*

-*Hola Hattori, si, tengo novedades*

-*¿Qué ha pasado?*

Shinichi estuvo conversando con su amigo hasta que llegó a su casa, donde se encontró solo a su amigo el de pecas sentado en una de las sillas de la cocina. El joven estaba mirando el móvil escribiéndose con alguien por mensajes, hasta que se percató de la presencia del dueño de la casa.

-¿Encontraste a Ema?

-Sí, seguía aquí en Beika.

-Me alegra mucho- dijo suspirando de alivio.

-¿Dónde están Genta y Jun?

-Se marcharon hace un buen rato, yo me quedé porque estaba preocupada por Ema. Ayumi se pasó de la raya con ella anoche.

-Lo sé, tengo que hablar con ella, no entiendo qué es lo que le ha pasado.

-No lo sé, nunca me imaginé que podría hacer una cosa así.

-Yo tampoco, y menos después de que le explicase hace un tiempo que nunca tendría nada con ella,

-¿Lo habéis hablado y aun así le dijo esas cosas a Ema?

-Si…

-Deberías entonces llamarla y que te explique ese cambio. Yo me marcho ya, no quiero ser molestia, si necesitas algo o vuelve a ocurrir algo como lo de anoche puedes contar conmigo- musitó mientras pasaba por su lado para irse de la casa.

-Gracias Mitsuhiko, lo tendré en cuenta- contestó mientras veía marcharse a su amigo.

"¿Qué voy a hacer contigo Ayumi?" Pensaba el adolescente frustrado.

Shinichi se había pasado durante toda la tarde leyendo en la biblioteca de su casa, cuando escuchó el ruido de la puerta de su casa cerrarse, por lo que se levantó y fue a quién mirar podría haber entrado en su propiedad, ya que no esperaba a nadie.

-Shin Chan- habló una voz femenina familiar acercándose cada vez más por donde iba él andando- ¿estás en casa?

-¿Mamá? ¿Qué hacéis aquí?- preguntó extrañado, puesto que cuando hablaron hacía un par de días atrás no le habían mencionado su viaje de vuelta a Japón.

-Hemos venido a verte a ti, y a Ran.

-¿A Ran? ¿Pero qué…?- inquirió mirando en dirección a su padre mientras éste se encogía de hombros.

-Oh vamos, ¿crees que no nos íbamos a enterar? Nos lo dijo Jodie la última vez que estuvo en casa.

-Maldita Jodie…

-¿Dónde está?- volvió a hablar sacando al detective de la retahíla de insultos mentales dirigidos a su amiga traidora.

-No está aquí si es lo que estás preguntando mamá, la última vez que la vi estaba en casa del tío.

-¿Lo saben ya sus padres?- habló esta vez Yusaku.

-Kogoro nos vio hace más de un mes a ella ya mí en el Poirot una tarde junto con el resto, pero por aquel entonces Ran no recordaba nada.

-Tuvo que pasarlo fatal al recordarlo- dijo apenada la mujer.

-Si, tuvo un colapso mental cuando le ayudé a recordarlo todo… no te imaginas lo mal que me sentí al infligir yo ese dolor de nuevo…

-Oh Shin-chan…

-Estuvo más de un mes sin querer hablar conmigo- reconoció encogiéndose de hombros al recordarlo- pero anoche nos volvimos a ver y hablamos las cosas.

-¿Y…?- interrogó ansiosa por las pausas que no paraba de hacer su hijo.

-Y nada mamá- replicó sonrojado- no te voy a contar todo lo que hablamos Ran y yo.

-Ahhhhh- gritó Yukiko emocionada- Han vuelto Yusaku, ya volvemos a tener a la joven Ran de vuelta en la familia.

-No vayas tan rápido Yukiko, acaba de decir que ayer hablaron las cosas, eso no significa que automáticamente hayan vuelto al punto de partida donde se quedaron la última vez.

-Oh- parloteó malhumorada ahora- que ingenuo cariño.

-¿Habéis vuelto Shinichi?- cuestionó el mayor

-No, vamos eso creo…- susurró aunque Yukiko si logró escucharlo.

-Ahhh- volvió a gritar- te lo dije Yusaku, ¿cuándo vamos a verla Shinchan? Tráela a casa más tarde, que tengo muchas ganas de volver a verla.

-No vayas tan rápido Yukiko- expresó su marido sabiendo que era imposible que su mujer se quedara quieta.

-No sé si podrá venir hoy mamá, anoche no durmió en su casa en Haido así que no creo que a sus padres les haga mucha gracia que llegue hoy tarde también.

-¿Habéis dormido juntos?- interrogó más emocionada.

-Claro que no mamá, ella iba a dormir con Ayumi, pero discutieron y se fue de la mansión.

-¿Qué pasó?- preguntó ya más tranquila mirando como su hijo se comenzaba a enfadar.

-Le estaba diciendo mentiras a Ran, para que se alejara de mí.

-¿Qué clase de mentiras, hijo?

-Le estuvo metiendo en la cabeza que estamos saliendo, que estoy enamorado de ella y ese tipo de cosas mamá.

-Ay, pobre Ran…

-Si… le pidió perdón incluso mamá, ya que le dijo que se estaba metiendo en medio de una relación, y después se fue sola a altas horas de la noche.

-¿Y no pudiste detenerla?

-No, yo no me enteré hasta hoy en la mañana, cuando Mitsuhiko me lo contó. Él sí la vio antes de que se fuera, pero no pudo detenerla de todas las formas.

-Deberías hablar con la pequeña Ayumi, tal vez deberías contarle lo que sientes por Ran.

-Lo hice mamá, hace más de un mes, tuvimos una conversación en la escuela unos días después de que la encontrara. Le dije que nunca sentiría nada por nadie que no fuese Ran, bueno, para ella y el resto de la gente es Ema, me dijo que lo entendía y estuvimos bien todo este tiempo, hasta que ayer cuando nos vimos volvió a meterse en medio de nuevo.

-Tal vez ya sea hora de que le cuentes a tus amigos tu verdadera identidad Shinichi- replicó su padre, que hasta ahora había permanecido callado escuchando- así Ayumi entenderá el por qué Ran es tan importante para ti, ahora de adulto y de pequeño.

-No es mala idea- afirmó mamá volviendo a mirarme.

-No puedo hacer eso por el momento papá, lo que sucedió hace tantos años no sólo me concierne a mi, los secretos de Ran quedarían a la luz también, incluso los de Haibara… no es una decisión que pueda tomar por mi solo.

-Lo entiendo, pero tanto Ran como Haibara son adultos, y sabrán lidiar con ello. No te estoy diciendo que le cuentes al mundo entero ya quien eres en realidad, solo a un círculo reducido de gente, a esos chicos con los que te empezaste a juntar después de empequeñecerte.

-No lo sé papá, lo hablaré primero con Ran y tomaré una decisión.

Mientras seguían hablando los tres en la cocina de la casa, el teléfono de Shinichi comenzó a vibrar en su bolsillo.

-*Hola Shinichi*

-*Hola Ran, ¿qué tal estás?*

-*Bien, acabo de llegar a casa. En Haido me refiero ¿y tú?*

-*¿Qué te han dicho tus "padres"? Yo bien, estoy en la cocina hablando con los míos que acaban de llegar de Estados Unidos*

-*No me han dicho nada, no me suelen prestar mucha atención. ¿Qué tal están tus padres? Les echo de menos*

-¿Con quién hablas Shinchan?- cuestionó Yukiko mirando a su hijo hablando por el móvil.

-Con Ran, dice que os echa de menos- musitó mientras seguía escribiendo una respuesta para ésta.

-*¿No te hacen caso?*

-Ohh dile a mi nuera que venga a vernos cuanto antes.

-*Siempre están muy ocupados, la verdad que hay veces que me pregunto por qué me cogieron hace 10 años*

-*¿Todavía no sabes nada de eso? ¿Quieres que te ayude a investigar? Por cierto, mi madre pregunta cuándo vas a venir a casa a verla. Está un poco pesado desde que se enteró de que te encontré.

-*Me encantaría que me ayudaras, tal vez tu si que consigas encontrar algo. Esta noche estoy sola en casa, ¿quieres que me acerque y cenemos todos juntos?

-Me está preguntando Ran que si queréis que cenemos todos juntos hoy.

-Pues claro, voy a preparar una buena cena para mi nuera.

-Yukiko... No molesta a los chicos.

-No les voy a molestar.

Ran llegó a casa 40 minutos después de que le dijera que si viniera a cenar. Cuando sonó el timbre estaba muy nervioso, por lo que tardé unos segundos en abrir la puerta una vez me encontré sujetando el pomo. Según abrí la puerta pude ver a Ran con un precioso vestido azul, lo que hizo que mi corazón comenzara a ir más rápido todavía y que mis mejillas se tiñieran levemente, al igual que a ella.

-Estás preciosa.

-Gracias Shinichi, tú también estás muy guapo.

-¿Ya ha llegado Ran? – se escucha una voz detrás de nosotros.

-Sí, mamá.

-Hola Ran – musitó alegremente mientras la abrazaba– te he echado mucho de menos. Al igual que mi Shinchan.

-Yo también os eché de menos.

-Yukiko, te dije que no debías decir esa clase de comentarios – farfulló Yusaku mientras me daba un abrazo rápido– me alegre de volver a verte Ran.

-¿Quieres algo de beber? – preguntó Shinichi algo incómodo a mi lado, supongo que esto para él también le debe de resultar un poco extraño. Siempre he conocido a los padres de Shinichi, pero nunca habíamos estado juntos los cuatro desde que años atrás habíamos decidido formalizar nuestra relación.

-Sí, claro.

Mientras nos dirigimos a la cocina pude notar unas cuantas veces como

Shinichi me miraba de reojo, pero cuando le miraba a los ojos apartaba la mirada.

"¿Siempre fue tan vergonzoso conmigo?" se preguntaba la chica, aunque no tenía ninguna respuesta, puesto a que las pocas veces que se habían visto después de hacerse novios habían sido 0.

-Shinichi, ¿sucede algo?

-No, ¿por qué preguntas?

-No sé, apenas me miras, por lo que pensé que tal vez te pasaba algo conmigo…

-No me pasa nada Ran, en serio, estoy nervioso.

-¿Nervioso?

-Si.

-¿Por qué?

-¿Podríamos hablar después de la cena?

-Claro.

Después de la pequeña conversación que tuvieron los jóvenes de la casa, los cuatro adultos se sentaron a cenar ya conversar entre ellos.

-Y dinos Ran, ¿qué ha estado haciendo estos años?

-He estado viviendo en Haido con mis padres, bueno, con Haru y Hana, las personas que me adoptaron estos años.

-¿Te dijeron que no eras su hija antes de reencontrarte con Shinichi? – preguntó Yusaku.

-No, descubrí que no eran mis padres después de que Shinichi me lo contase todo. Estuve un mes dando vueltas al porque no me lo habían dicho, intenté hablar con ellos incluso, pero siempre me respondían con evasivas.

-No tuvo que ser fácil descubrir la verdad después de tantos años, y enterarte de que la vida que habías vivido durante 10 años había sido una mentira.

-Si, fue un mes muy duro, ya que tuve que asimilar mucha información de golpe.

-Lo siento, Ran – habló Shinichi extendiendo su mano a la de ella para darle un suave y leve presión.

-No te preocupes, no te culpo de nada de lo que sucedió.

"Espera, ¿se refiere a cuando la secuestraron por mi culpa o por haberle contado que vivía en una mentira?" Pensó el detective.

-Por todo – confesó de nueva ella, sabiendo lo que su mejor amigo pensaba en esos momentos. Shinichi la miró a los ojos con asombro y algo de culpa y remordimientos, pero le lanzó una leve sonrisa en respuesta.

-Gracias – susurró mientras seguían mirándose el uno al otro.

-… – tosió el mayor de la mesa– será mejor cariño que nos vayamos a dar un paseo por el barrio, para evitar el jet lag después del vuelo.

-Ehh, sí, claro.

Así fue como los mayores de la casa salieron a recorrer las calles por las que tantas veces habían ido juntos desde que eran niños. Los adolescentes en el interior de la casa se cambiaron de lugar, a la sala de estar, para hablar más cómodos de la conversación que todavía tenían pendiente.

-¿De verdad no me culpas por tu secuestro, Ran?

-Claro que no Shinichi, tú no habrías podido evitarlo de todas maneras…

-¿Quieres hablarme de ello?

-No lo sé Shinichi, es algo duro de digerir…

-Estoy listo para escucharlo Ran, llevo queriendo saber qué fue lo que te sucedió hace 10 años.

-… – suspir– de acuerdo.