¡Hola de nuevo corazones! Aquí les caigo con un nuevo mini compilado de desafío sacado de Twitter. Pues ante la desesperación y angustia del estreno del próximo episodio de Helluva Boss, "Full Moon", una usuaria de Twitter y creadora de contenido Stolitz ( zero_lawliet) creó el desafío "Full Moon Countdown Kiss", un desafío que empezó el día Lunes y que involucra temática de besos. No tenía contemplado participar, pero después de ver tanta maravilla de fanart y fanfic participando en este desafío, decidí aportar con mi granito de arena a la causa. Así que aquí van 3 capítulos de golpe y los dos últimos serán publicados mañana; el día del estreno de "Full Moon" (¡TENGO MIEDO!).
Así que sin más aclaraciones que dar... ¡A leer!
01- Cheek Kiss
Llegar tarde a trabajar era una constante en la vida de Stolas después de seis meses de citas con Blitz y un año en una relación oficial como novios. No de parte suya, sino del diablillo, quien rara vez hacía caso de la alarma de su celular para poder levantarse a tiempo y al final siempre terminaba corriendo y maldiciendo a medio infierno mientras luchaba por vestirse sin enredarse con las mangas o masticar el desayuno sin ahogarse. Al inicio, el príncipe siempre se preocupaba de que ocurriera un infortunio como que su novio se cayera en las escaleras o que se quemara la lengua con el café de la mañana, pero después de tanto tiempo simplemente se había habituado a ello como parte de su rutina, interviniendo ocasionalmente para recordarle en donde había dejado las llaves del auto o ayudándolo a buscar el par que le faltaba a su zapato, además de preparar el desayuno para su querido Blitzy. Un pequeño gesto amoroso que había aprendido a costa de demasiados fallos recopilados en anécdotas vergonzosas en la cocina. Aún si Stolas era un príncipe y contaba con servidumbre a su servicio, el acto de preparar algo de comer para Blitz era tan íntimo que prefería mil veces hacerse cargo por su cuenta. Por suerte en el presente, tanto el diablillo como Octavia siempre halagaban su comida con honestidad. Podía no ser lo más delicioso de todo el infierno, pero era un gesto demasiado amoroso como para no decir nada al respecto.
Esa mañana la rutina de caos se volvía a repetir, a lo que Stolas simplemente soltó una risa cansada mientras se levantaba de la cama y se abrigaba con su bata bermellón, caminando en dirección a la cocina para preparar algunos panqueques y café cargado para su novio. Su actividad se vio condecorada con los griteríos y maldiciones de Blitz en el dormitorio mientras se quejaba de su propia incapacidad de escuchar la alarma. Sonrío con ternura ante esos berrinches mientras servía el desayuno y se servía una porción propia de panqueques y una taza de té caliente, buscando leer alguna novedad en su celular.
Demasiado pronto escuchó a Blitz bajando de forma apresurada por las escaleras mientras se terminaba de poner la chaqueta y ajustar de forma correcta su broche de calavera alrededor de su cuello, ya sin más groserías que exclamar.
- ¡Buenos días, Stols! – lo llamó con prisa mientras se sentaba de golpe en la mesa y comenzaba a devorar su desayuno con apuro.
- Querido, te vas a ahogar – mencionó Stolas mientras apoyaba sus dedos finos en el antebrazo de su novio – Come despacio.
- ¡Prisa, hambre y un buen desayuno no son buena combinación! – contestó Blitz tras conseguir tragar su primer bocado enorme – Por cierto… sigues mejorando con los panqueques.
- Te lo agradezco, Blitz – se sonrojó Stolas mientras acariciaba los hombros del diablillo.
No le tomó ni cinco minutos al susodicho terminar su comida, sostener el plato y la taza de café ya vacía y llevarlos al fregadero.
- Cariño, yo me encargo – lo interrumpió el príncipe al verlo empezar a lavarlos – Ve a trabajar con calma.
- ¡Te debo una, plumas! – aseguró Blitz mientras iba por sus llaves y regresaba hacia su novio – Prometo que esta noche te lo compenso ¡Adiós, pajarito!
Su despedida fue sellada con un cálido beso en la mejilla del príncipe mientras lo abrazaba por detrás. Demasiado breve antes de que el asesino saliera corriendo hacia la puerta en dirección a la entrada del palacio donde estacionaba su camioneta.
Stolas se quedó sentado en el mismo sitio donde permaneció desde el desayuno, saboreando aún la sensación cálida de aquel beso en su mejilla. Un aroma a café y almíbar se mezclaba en el ambiente mientras el príncipe se tocaba la mejilla acariciada y cerraba los ojos en expresión soñadora.
Atesoraba cada gesto de Blitz como si fuese un regalo de las estrellas. Había sido tan difícil para ambos finalmente estar juntos, que cada pequeña acción de su querido diablillo era conservada con la más pura devoción como si el mañana se lo fuese a arrebatar.
Stolas sonrío ampliamente antes de levantarse de la mesa y dirigirse hacia su siguiente tarea, pensando en si acaso Blitz guardaba con fervor esos gestos con la misma devoción que él.
Acertando totalmente en su interrogante; porque Blitz también conservaba esas memorias como lo único que valía la pena llevarse consigo para siempre.
Sí, voy a ser una completa empalagosa en estos capítulos, porque "Full Moon" me quitará la estabilidad mental que me queda XD
