Inicialmente, salir de paseo con sus amigas había parecido una buena idea para Akane, con diecisiete años salir y compartir con las amigas era no solo divertido sino una necesidad. En especial, ahora que se acercaban los exámenes, todo había marchado bien ese día, principalmente por la ausencia del resto de las prometidas. Había avisado a Ranma que lo vería en un rato en casa, solicitándole avisar a Kasumi que llegaría tarde, él un poco reacio se había marchado solo a casa y ella había tenido una divertida tarde hasta que se despidió de sus amigas. Iba rumbo a su casa cuando una incipiente lluvia empezó a caer, definitivamente la lluvia siempre parecía un problema, aunque no tan grande como para Ranma y los malditos de Jusenkyo.
La menor de los Tendo suspiro resignada mientras se resguardaba como podía del diluvio que parecía haberse soltado de un momento a otro, diviso un jinja que si bien no resguardaba gran cosa en ese momento era lo más cercano, ella no recordaba haberlo visto antes o el templo que divisaba entre la lluvia. Miraba resignada las incesantes gotas caer cuando una figura inicialmente borrosa empezó acercarse más a ella, una vez que la vio cerca vio que se trataba en un anciano monje que la miro sonriente.
—Buen día, señorita —saludo el monje—. Parece que la lluvia nos ha atrapado.
—Eso creo —murmuro la menor de las Tendo— un poco confusa de que al monje le pareciera un buen día.
—Todos los días son buenos, son una oportunidad de algo nuevo —río el anciano y con cuidado saco un pañuelo que uso para secarse las gotas que habían alcanzado su rostro— ¿Quién no tiene deseos que desea cumplir? Incluso si el clima es malo.
Los ojos castaños brillaron divertidos y se sintió un poco avergonzada por la facilidad con la que el anciano parecía haber leído sus pensamientos. El monje entonces le extendió un curioso talismán a la joven y le dijo que le daría suerte en el día que lo necesitara. Akane leyó curiosa la inscripción escrita "Yarigai". No bien termino de leer cuando un rayo cruzo el cielo de Nerima ensordeciéndola por un momento.
— ¡Akane! —llamó la familiar voz de Ranma que se acercaba a ella con un paraguas y un abrigo que reconoció como el de ella—. Tu padre me envió a buscarte, nos empezamos a preocupar cuando vimos que no llegabas.
Ella iba a decir algo cuando se percató que solo estaban ella y su prometido que la miraba curioso, ¿A dónde habría ido el monje?
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EL TEMPLO DEL DESEO
PARTE I
UN FIC DE GAIASOLE
DEDICADO A LA QUERIDA PÁGINA FANFICS Y FANARTS DE RANMA LATINO POR OTRO AÑO MÁS DE #SEXTEMBER
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PERSONAJES DE RUMIKO TAKAHASHI
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"La lluvia es un problema solo para quienes no quieren mojarse."
Proverbio Japones
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Akane estornudo de nueva cuenta y se apresuró a meterse en la tina de baño donde un delicioso baño de agua caliente ya la esperaba. Empezó a retirarse la ropa cuando de su abrigo cayó el talismán dado por el anciano, la adolescente lo recogió y cuando leyó de nueva cuenta la palabra un destello inundo el baño de los Tendo si bien en la casa ninguna persona se percató de que algo ocurriera.
— ¡Familia la cena está lista! —anunció una animada Kasumi.
Ranma apago el televisor y vio a su padre llegar junto con el señor Soun, Nabiki bajo de las escaleras de su habitación y Kasumi desapareció por la cocina y reapareció con la deliciosa comida que solo ella sabía preparar. Fue Nabiki quien preguntó por su hermana menor y nada más, al terminar de preguntar por ella, una muy pálida Akane apareció por las puertas usando un pesado abrigo, calcetas y otras capas de ropa que dejaron a su prometido momentáneamente descolocado.
— ¡Akane! —fue el grito general.
— ¿¡Qué te ha pasado!? —preguntó Kasumi acercándose preocupada a la menor de los Tendo que parecía tiritar a pesar de ir bastante abrigada— creo que la lluvia te ha enfermado, será mejor que llamemos al doctor Tofu.
— ¡No! Será que mejor yo la lleve con él—se apresuró a decir Ranma y en menos de un suspiro el artista marcial ya recorría las calles de Nerima llevando a su prometida entre sus brazos. El semblante usualmente relajado y despreocupado había desaparecido del todo, un mal presentimiento parecía hacer estragos en el joven que gritó a pleno pulmón en cuanto diviso el consultorio—. ¡Doctor, doctor Tofu, apresúrese!
El doctor parecía genuinamente preocupado al empezar a revisar a la chica que para entonces tenía los labios azules:
—Esto es muy extraño, no parece haber nada anormal en Akane aparte de la frialdad de su cuerpo —el doctor reviso el termómetro y sus ojos miraron asombrados que la temperatura de la hermana menor de Kasumi marcaba los treinta y seis grados— No logro entender esto... creo que nos enfrentamos a una maldición.
A lo largo de esa noche Ranma tuvo una larga vigilia, su prometida no parecía mejorar y con la llegada de Kasumi el doctor Tofu se había vuelto del todo un inútil. Akane permanecía cubierta por un pesado edredón y la habitación era calentada, pero eso no parecía mejorar su condición. En la habitación solo se escuchaba el gotero del suero puesto a Akane. Y los sollozos silenciosos de Soun Tendo.
—Akane, ¿Acaso Shampoo o su abuela te hicieron algo?
Ella negó en voz baja, la misma respuesta obtuvo de las otras dos prometidas. Eventualmente, ella perdió el sentido. Mientras la familia entera entraba en crisis, él le daba vueltas al asunto, ¿Quién podría haber hecho este daño a Akane? La amargura llenaba la boca del muchacho pensando que de nueva cuenta no había logrado protegerla, la mujer que amaba siempre parecía estar en peligro desde que él había llegado a su vida. Y en la última época el mismo había visto la amargura de ella cuando su última boda no se realizó. Aunque claro, ella no le había dicho o reclamado nada. Tímido como siempre cuando vio que una de las manos de Akane escapo del edredón, dudo en tomarla entre sus manos.
—Te prometo que buscaré a quien te impuso, está maldición y se arrepentirá de lo que te hizo.
Al decirlo tomo la mano de su prometida y algo extraño pasó, sintió que algo dé calor regresaba a ella. Pero fue apenas un segundo. A lo largo de esa noche la chica no mejoro. Al día siguiente el clima parecía acorde al clima de desesperanza en la familia Tendo y Saotome, fue un día lluvioso y por muchas averiguaciones que hacía el doctor e incluso la abuela Colagne, nadie parecía entender qué había sucedido con ella.
—Ranma —le llamo Yuka— lamento que Akane este así, tal vez si no hubiera salido ayer con nosotras, nada de esto habría pasado, en serio, lo lamento.
El chico de trenza tranquilizo a su compañera de clase y a lo largo de ese día hubo múltiples visitas de otras personas. Pasaron dos días más sin cambios, Akane era una especie de Blancanieves que en apariencia estaba sana, pero no despertaba y su temperatura era fría. Para el tercer día, Kasumi había obligado al chico a regresar a casa a dormir, ya que el artista marcial estaba fuera de sí. Incluso el resto de sus prometidas se mantenía a distancia, nadie había visto la faceta del artista marcial, angustiado y enojado; sin expresarlo, él ya había elegido. Tanto Shampoo como Ukyo e incluso Kodachi estaban desalentadas por el giro de los acontecimientos.
—Ve a casa Ranma nosotros cuidaremos de ella como hemos hecho los últimos diecisiete años —le señalo Kasumi con un tono maternal que termino por convencerlo.
—Tranquilo, yo estaré aquí para controlar al doctor Tofu, regresa tus pasos a casa cuñadito.
El chico de trenza llego a casa y tomo un largo baño de agua caliente, luego se acostó en su cuarto y durmió algunas horas antes de despertar asustado. Un sueño intranquilo se había apoderado del chico, en él se veía a un hombre, un monje. Lluvia caía a su alrededor, cerca del monje se mostraba Akane usando su uniforme escolar.
— ¿Quién no tiene deseos que desea cumplir? Incluso si el clima es malo.
La voz del anciano profunda parecía hipnotizar a Akane. Los ojos chocolate que el conocía también parecieron apagarse y entonces en la escena apareció el mismo y un brillo tenue y fugaz cruzo la mirada de Akane. Entonces despertó.
"Regresa tus pasos…"
Las palabras de Nabiki hacían eco en la mente del muchacho. Tal vez debía regresar, pero a los pasos de Akane, no había habido nada fuera de lo normal el último día que ella estuvo sana, pero el lugar en el que la había encontrado parecía una pista importante. Un templo. Sin pensarlo mucho, el chico se vistió rápidamente con su ropa china tan característica en él y se dirigió primero al hospital. Deslizo la ventana e igual que un ladrón tomo lo que quería. Arropo como pudo a Akane, aunque la ropa no hacía cambios en su estado, la cargo en su espalda y con la noche como único testigo fue saltando de techo en techo hasta llegar al templo.
Una luna llena iluminó el camino de Ranma hasta llegar a un tradicional templo japonés, no había murmullo de insectos o sonido alguno que perturbara una calma aparente. Era un templo antiguo con puertas de papel y madera, el techo tradicional era de colores oscuros y era bastante amplio. Entonces la figura del monje de su sueño se materializo frente a él que miraba con enojo al hombre de yukata oscura y un gran sombrero.
—Has tardado mucho jovencito, también el día que te vi por primera vez llegabas tarde.
— ¿Qué le hizo a Akane? —pregunto Ranma con furia contenida.
— Nada en realidad, ella solo alcanzó su destino, yo no poseo poderes, solo soy el cuidador de este lugar. Verás, fue ella quien llego al templo, tal como debía ocurrir. Era necesario, yo no hice nada, fue el templo y es el templo quien te ayudara a recuperar a la mujer que amas.
Ranma se sintió nervioso por las palabras del anciano, como siempre que se mencionaban sentimientos hacia su prometida, el chico se sentía pisar minas, ¿Por qué era tan difícil? Solo cuando Akane parecía tener roces con la muerte, él lograba abrir sus sentimientos, parecía cruel que ahora mismo que estaba tan cerca de ella no hubiera forma de hacerla saber lo importante que era para él.
—Que tengo que hacer.
—Debes entrar en el templo —dijo el viejo viendo al rostro de Ranma por primera vez —Encontrarás tres habitaciones en el interior y en ellas verás los deseos más profundos de tu amada, solo uno de ellos es real. Cuando reconozcas cuál de ellos es, deberás decir cuál es real frente a la estatua al final del corredor y pronunciar "Yarigai" pero cuidado, no debes apresurarte, de equivocarte tú podrás regresar, pero ella no.
El artista marcial sintió que su corazón latía desbocado para entonces. Con los nervios a flor de piel iba a entrar, pero el anciano le detuvo de nuevo:
—Debes dejarla conmigo.
— ¿Pero no acaba de decir que ella…?
—Cuando salgas ella estará aquí, eso no significará que haya regresado, ¿Pero eso ya lo sabes, no Ranma?
Lo sabía, ella no regresaría incluso si cuerpo estaba ahí con él. Debía recuperarla.
Continuará…
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¡Hola, hola! Bueno he aquí la primera parte del fic. Espero que les haya gustado y me dejen un bonito comentario, lo agradecería mucho, la próxima semana estaré subiendo la segunda y última parte. Gracias :)
Palabras Japonesas usadas:
Jinja = Edificaciones de un santuario
Yarigai= El valor de hacer y el valor de trabajar
Yukata= Vestimenta tradicional japonesa
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