Capítulo 07

La paz antes de la batalla

Confort, valor y desesperación

Habían pasado dos días desde que nos separamos de Leomon, dos días, en las que casi caí en una oscuridad sin fondo, pero gracias a Kudamon, pude superar mis traumas del pasado y seguir adelante.

- Dos días… en las que no hemos podido encontrar a los demás – pensé frustrado y suspiré cansado por toda la situación, mientras seguíamos caminando.

Cuando nos pusimos en marcha después de todo aquello, apenas había salido el sol, asi que, con renovadas energías decidimos darnos prisa en intentar alcanzarlos, pero cuanto más avanzábamos nosotros, más avanzaban ellos, cuando por fin llegamos al pueblo de los Pyocomon, ya era por la tarde, y ellos ya habían partido hace bastante, los Pyocomon estaban asombrados de ver a otro humano, después de hablar por un rato, nos ofrecieron su comida y agua, y entonces, decidimos seguir adelante, y gracias a las indicaciones de los Pyocomon, decidimos partir en la dirección que fueron ellos, hacia la fábrica de Andromon.

Cuando por fin llegamos a la fábrica, después de horas de caminar, nos encontrarnos con Andromon, nos dijo y descubrimos que ya se habían ido hace unas horas, yo estaba muy frustrado, pues no conseguíamos alcanzarlos, Andromon nos mostró el mismo túnel por el que partieron ellos, y asi continuamos con nuestro viaje, pero había un gran problema.

Y es que, estábamos agotados, aunque habíamos descansado cada varias horas, y comíamos y bebíamos con regularidad, no habíamos parado en ningún momento de caminar, y ni hablemos de dormir, Kudamon decía estar bien pero se la notaba muy cansada, y yo… ¿Cuánto tiempo llevaba sin dormir por más de 4 horas?, llevábamos ya dos días en este mundo, y en esos dos días, apenas había pegado ojo, no quería verme al espejo, pues sabía bien que debía tener un aspecto horrible, dos días sin apenas dormir, sin ducharme, sin descansar… me estaban pasando factura, y si las miradas de Kudamon significaban algo, era que estaba bastante peor de lo que yo pienso.

Cuando por fin salimos de aquel túnel, di gracias a una sola cosa, que los Numemons no nos persiguieran… dios, no soportaría el trauma de que me tirasen… bueno, que ellos me atacaran… sufrí un escalofrió de pensarlo, y al salir del túnel, después de lo que pareció media hora de trayecto desde la fábrica, pudimos ver por fin el exterior, me sorprendí al darme cuenta que era de noche.

- No puede ser… ya es de noche, pero si hace nada había sol… - me senté en el suelo cansado y agobiado – maldita sea… a este paso nunca los alcanzaremos – dije enfadado.

- No nos podemos rendir Touma – dijo una también agotada Kudamon, ya apenas podía volar a la altura de mi cabeza, y se encontraba bastante pegada al suelo – Estoy seguro de que pronto los encontraremos – dijo optimista.

Yo la mire fijamente y asentí cansado – Si, tienes razón, debemos seguir… - me levante del suelo como pude, el cansancio mental, el sueño, la pesadez, y la suciedad estaban carcomiéndome – No podremos aguantar mucho más asi… - pensé mientras nos dirigíamos a la ciudad de los juguetes, o como se llamase.

- Lo bueno es que es que a estas alturas, los chicos ya habrán sacado la rueda negra de Monzaemon, asi que podemos estar tranquilos estando allí… ¿o aún no han ido? – agarre mi cabeza con dolor, ya me dolía de solo pensar.

Y asi, por fin llegamos a la ciudad, aunque era de noche estaba muy bien iluminado, había digimon rondando de aquí a allá tranquilamente, pero sin quitarnos el ojo de encima sorprendidos.

Después de caminar un rato por la ciudad, nos encontramos con Monzaemon y nos miró fijamente.

- Ho… hola – dije yo preparado para correr por si nos atacaba.

- ¡Que alegría, otro niño vino al país de los juguetes! Yo soy Monzaemon el alcalde de esta ciudad – dijo sonriendo felizmente.

Yo suspire aliviado – es un placer, yo soy Touma, y ella es Kudamon – dije mientras nos presentaba, Kudamon asintió feliz – es un placer.

- Lo mismo digo, pero, os veis muy mal – dijo Monzaemon mientras no veía detenidamente – ¿porque no descansáis un poco?, en el país de los juguetes siempre hay sitio para los niños que tratan bien a sus juguetes – dijo sonriendo.

Yo sonreí por ello – gracias Monzaemon, pero no podemos para aunque queramos… debemos encontrarnos con nuestros amigos, los llevamos siguiendo 2 días, pero no podemos alcanzarlos – explique mientras detallaba que hablaba de 7 niños con sus digimons.

- Ooh, hablas de Mimi y sus amigos – dijo Monzaemon sorprendido – temo decirte, que partieron de aquí hace unas horas, pero seguramente se dirijan hacia la parte del hielo, pues pude ver que partían a esa dirección – dijo mientras señalaba una dirección – pero no debes preocuparte, pues es de noche, y seguramente se vayan a dormir como los buenos niños que son – dijo sonriendo felizmente – aprovecha este momento para hacerlo tú también, no te ofendas, pero os veis horribles, y aquí en el país de los juguetes, dormirás mejor que en cualquier otro lado – dijo Monzaemon sonriendo con buena intención.

Yo estaba dudando sobre esto, si decidíamos seguir adelante, seguramente podríamos encontrarnos con ellos… pero no podíamos seguir viajando horas y descansar veinte minutos, mire a Kudamon, la cual estaba mirando como otros digimon se metían en sus casas a descansar.

Suspiré con cansancio y sonreí – Gracias Monzaemon, aceptamos tu oferta… creo que nos vendrá bien descansar unas horas.

Monzaemon sonrió felizmente - ¡Bien! En ese caso seguidme, os dejare una habitación para que podáis relajaros tranquilamente.

Y asi lo seguimos hasta una de las múltiples casas de la extraña ciudad, era una casa de dos pisos - muy europea – pensé mirándola.

- Bien chicos, espero que descanséis bien, podéis usar y quedaros con lo que encontréis dentro de la casa, y si os vais temprano, que tengáis un buen viaje – dijo Monzaemon despidiéndose – Ah, y si veis a Mimi saludadla de mi parte – dijo mientras sonreía feliz.

Yo asentí sonriendo – Lo haremos – y asi entramos en la casa.

La casa por dentro estaba amueblada, para mi sorpresa, pero casi todo, como todo aparato eléctrico, eran de juguete o no útil, subimos al segundo piso y al abrir una de las puertas encontramos un baño, los dos nos sorprendimos por verlo, yo por darme cuenta de que el baño era real, y Kudamon porque nunca había visto algo asi antes.

- … No pierdo nada por intentarlo – me acerque a la bañera, y accione la manivela, y me sorprendí mucho al darme cuenta que salía agua del grifo, ¡y caliente! – creo que voy a llorar – dije impactado mientras empezaban a caerme lágrimas de felicidad.

- Una bañera… con agua… por los dioses, como he podido olvidar los maravillosos que son – dije con lágrimas aun cayendo de mí.

- Touma, ¿qué es esto? – pregunto mirando como la bañera se iba llenando de agua caliente.

Yo la miré y sonreí – esto es una bañera Kudamon, los humanos nos bañamos en ellas para quitarnos la suciedad y estar limpios.

Ella me miro sorprendida - ¿no os limpiáis en ríos? – pregunto curiosa.

Yo me reí por ello y negué con la cabeza – No, hace muchos, muchos años si lo hacíamos, pero nuestro mundo ha evolucionado – dije mirándola – creo que te gustaría nuestro mundo Kudamon, y algún día espero que puedas verlo junto a mí.

Ella me miro impactada y luego sonrió feliz - ¡Si! ¡Me encantaría ver tu mundo! – dijo feliz.

Yo le sonreí, y luego mire la bañera de nuevo – Esto es un lujo que dudo que pueda volver a pasar… - dije mirando la bañera y el resto de la casa – deberíamos aprovecharlo – dije asintiendo, asi accione al máximo la manivela del agua, y el agua empezó a caer a máxima potencia llenando poco a poco la bañera.

Me levante, mis energías habían vuelto un poco, solo por el hecho de pensar en tomar un baño, y poder descansar, salimos del baño, mientras la bañera se llenaba, para ver el resto de la casa, había varias habitaciones con camas y muebles y cosas por el estilo.

Me tumbé boca abajo, en la cama más grande que encontré, el solo hecho de hacer eso, me hizo querer dormirme y olvidarme del mundo, sonreí feliz – hay que disfrutar de las pequeñas cosas.

Me levante de nuevo - ¡Bien Kudamon! – ella había estado mirando la cama donde me tumbe, y luego me miro a mi – esto es lo que haremos, nos tomaremos un baño, comeremos algo, y descansaremos por unas horas, y luego, a seguir nuestro viaje – dije mirándola, ella me miro y luego asintió sonriendo.

Le pedí a Kudamon que volviese al baño, y que estuviese atenta a la bañera, para que cerrase el grifo de agua cuando estuviese llena, mientras tanto, yo exploraba el resto de la casa, y encontré una bata de baño en uno de los armarios, -¿una bata de baño?, eso es raro – pensé confundido de por qué habría ropa humana aquí, pero lo descarte rápidamente al pensar en todas las cosas raras de este mundo, me probe la bata, y me quedaba bastante grande, sin darle muchas vueltas decidí usarla, cuando iba a cerrar el armario, encontré algo curioso, era una tela de color rojo con detalles negros, al agarrarla y desdoblarla, vi que parecía una especie de bufanda, entonces me fije que había caído otra tela, al agarrarla, vi que era una tela más pequeña, un pañuelo, pero en este caso, era de color morado, pero con detalles dorados, me quede mirándolas fijamente, pensando en que hacían estas cosas aquí, pero entonces oí que alguien me llamaba.

- ¡Touma, ya está lista! – dijo Kudamon desde el baño, deje ambas cosas encima de la mesa de la habitación, agarre la bata de baño, y me dirigí hacia el baño.

Antes de meterme en la bañera, decidí lavar mi ropa y tenderla, por la misma razón que el bañarme – hay que aprovechar el bug – pensé mientras me reía por lo bajo.

- Agh, siento que he renacido… de nuevo – dije mientras estaba dentro de la bañera, miré a Kudamon que estaba aún fuera, mirando entre mí y la bañera sin saber que hacer exactamente.

Yo le sonreí y le dije que entrase conmigo, ella me miro dudosa, pero finalmente entro, y al hacerlo, sus ojos se cerraron por el gusto del agua caliente, y soltó un suspiro de satisfacción, yo me reí por ello.

- Se siente bien ¿verdad? – pregunte mirándola, ella simplemente asintió.

Estuvimos ahí cosa de treinta minutos, sentía que el cansancio y el malestar se iban lentamente, y como el sueño me iba abordando, y según veía a Kudamon, ella estaba igual. Y asi, decidimos salir, yo salí primero, de espaldas a Kudamon, no tanto por vergüenza de que me vea, si no, por el hecho de que siempre he sido el tipo de persona, que prefiere secarse o cambiarse de ropa, y hacer ese tipo de cosas en privado – no me va el exhibicionismo, ni cuando era/soy niño, ni cuando era un adulto joven – pensé.

Asi, al secarme el cuerpo, me puse la bata, y puse otra toalla sobre mi cabeza para secármelo, entonces mire a Kudamon, la cual seguía metida en el baño, el cual ya estaba templado – Kudamon, si no sales, te vas a resfriar – dije mirándola, ella me miro y asintió, asi salió del agua y floto hacia a mí, dejando un charco de agua detrás de ella, su pelaje corto como el de un gato, ahora estaba todo mojado, y antes de que hiciera una locura como menearse para quitarse el agua, decidí secarla, ella parecía indecisa sobre que la secara con la toalla, pero cuando le dije que estaría bien, accedió, después de que estuviésemos secos, quite el tapón de la bañera, para que se vaciara y nos fuimos a la habitación, para por fin, descansar.

Cuando llegamos, me fije de nuevo en aquella bufanda y el pañuelo, pensando en que se veían geniales, y si estaría bien llevármelos, pero con todo el cansancio y sueño que tenía, opte por pensarlo cuando despertara, asi, sin modales, sin tapujos, ni educación, como un simple niño, me tire a la cama de un salto, solté un suspiro de satisfacción, no era mi cama ni mucho menos, pero era muy cómoda, podría dormir aquí por días, pensé felizmente.

Me di la vuelta, estando boca arriba y vi que Kudamon se había tumbado a mi lado y me miraba.

- ¿Ocurre algo? – pregunte.

- No, es solo que te ves feliz – dijo ella.

Yo la mire con curiosidad - ¿Ah sí?, bueno siempre se ha dicho que el agua sana la mente y el cuerpo, y hemos pasado por tanto, en tan poco tiempo… - mire al techo fijamente y cerré los ojos.

- Todo estará bien Touma, nos ayudaremos mutuamente – dijo ella, yo sonreí y giré mi cabeza hacia ella, abrí mis ojos para mirarla.

- Si, lo sé, dormiremos unas cinco horas, y nos pondremos en marcha – dije mientras agarraba mi reloj, que había dejado en la cómoda al lado de la cama, y programé para que sonase una alarma para dentro de cinco horas, lo volví a dejar en la cómoda, y gire mi cuerpo hacia Kudamon, hablamos por un rato, pero sin darme cuenta, me había quedado dormido, y asi, sin saberlo, dormiríamos algo más de lo planeado.

POV: Niños elegidos Inicio

Mientras tanto, lejos del país de los juguetes, siete niños y sus digimons, debatían sobre qué hacer a continuación, y hubo un tema en concreto, que llamo la atención de todos ellos.

Todos estaban sentados frente a una fogata, después de pasarse los efectos del "ataque" de Monzaemon en ellos, partieron rumbo a una gran montaña, pero ahora era de noche, y por la mañana quizás llegarían, por eso, prefirieron acampar, los digimons estaban descansando tranquilamente, mientras que los chicos hablaban entre sí, sobre lo ocurrido estos días.

- Parece que cada vez hace más frio – dijo Sora mirando hacia la montaña, la cual cada vez tenían más cerca.

- Es normal, nos estamos acercando a la montaña, y Gabumon nos dijo que esa zona siempre está congelada – respondo Koshiro mientras miraba al cielo, pensativo.

- ¿te pasa algo Koshiro? – pregunto Taichi que había estado "hablando", o lo que ellos llamen hablar, con Yamato, ante esa pregunta todos miraron a Koshiro.

Este al notar todas las miradas en él se puso algo nervioso – Bueno… he estado pensando en algo desde que salimos de aquella fabrica donde estaba Andromon.

- ¿Y qué es? – pregunto Joe ajustándose sus gafas.

- Si, cuéntanos – dijo Mimi sonriente.

Koshiro miro a todos con algo de seriedad – He estado pensando… antes de llegar al DigiWorld, nosotros estábamos en el campamento ¿verdad? – los demás asintieron, y Koshiro siguió hablando – luego de eso nevo de la nada, y apareció ese remolino de agua antinatural, y nos tragó – volvió a hablar, ahora con más seriedad, los demás asintieron de nuevo.

- ¿Adónde quieres llegar? – pregunto Yamato sin entender.

Koshiro los volvió a mirar a todos y luego dijo – Nosotros… no estábamos solos cuando nos refugiamos en ese templo ¿recordáis? Alguien más estaba con nosotros…

Todos abrieron sus ojos sorprendidos al darse cuenta de lo que intentaba decir.

- No puede ser… - dijo Taichi con shock – Koshiro… ¿tú crees que…?

Koshiro asintió y con seriedad dijo – estoy bastante seguro… de que Touma ha llegado también ha este mundo, y puede estar en algún lugar de este sitio… solo…

Esas palabras dejaron a todos preocupados y asombrados.

- Como… como no hemos pensado en ello antes – dijo Joe, que se veía muy afectado – él estaba con nosotros cuando paso todo aquello.

- Pero… si está aquí en el Digiworld, ¿Por qué no está con nosotros? – pregunto Sora mirando a los demás – ¿Por qué no llego al mismo lugar que nosotros? – pregunto ahora al aire.

Nadie dijo nada por unos segundos, hasta que Joe hablo – Chicos – dijo en voz alta para llamar su atención – si Touma está aquí, debemos encontrarle, tanto como para saber si se encuentra bien, como para que este con nosotros, es nuestro deber – dijo con firmeza.

Los demás le miraron y asintieron.

- Pero… ¿Cómo vamos a encontrarle? – pregunto Takeru – llevamos tres días aquí, y solo hemos visto Digimons.

Esa pregunta dejo en silencio al grupo de nuevo, entonces Tai miro a la montaña que se dirigían, entonces se levantó y miro al resto.

- Subiremos la montaña – dijo con determinación, los demás le miraron impactados.

- ¿La montaña? ¿Por qué? – pregunto Yamato.

- Es el sitio más alto que hemos visto hasta ahora, quizá si subimos ahí arriba, podamos encontrar algo desde lo alto, y con suerte algo que nos ayude a encontrarle – dijo Taichi mientras miraba al resto.

- Chicos, no quiero ser pesimista pero… ¿y si Touma no está? – dijo Yamato, el resto le miro – Quiero decir, esa montaña es muy alta, y parece difícil de subir, ¿qué pasa si hay enemigos ahí? ¿Y si subir ahí arriba no nos sirve de nada?.

Los demás pensaron en ello, pero Tai miro con enojo a Yamato y mientras se acercó a él dijo - ¿Pero qué diablos dices Yamato? ¿Es que no te importa Touma?.

Yamato se enfadó por esto y se levantó - ¡Claro que me importa Touma! ¡Yo solo digo, que quizá no valga la pena subir esa montaña! ¿¡Y si no encontramos nada!?.

Taichi se enfadó más y agarro a Yamato de su camiseta – ¡Si no lo intentamos no lo sabremos! ¡No podemos dejarle solo! ¡Sus padres me pidieron que cuidase de él! – dijo ahora Tai aflojando la camiseta de Yamato, con una mirada de tristeza – Que les voy a decir si le ha pasado algo?... como podre mirar a sus padres si… – pregunto con la cabeza gacha y frustración en su rostro.

Yamato lo miro con lastima y todos los demás pensaron en sus palabras.

- Tienes razón… lo siento Tai – dijo Yamato – lo importante ahora es encontrar a Touma, si es que esta aquí.

Asi ambos se calmaron y se pidieron disculpas por lo ocurrido, y después se relajaron para intentar dormir, pues al día siguiente acordaron subir todos a la montaña, para ver que podían encontrar, sin saber que tendrían que superar más obstáculos hasta llegar a la cima.

POV: Niños elegidos FIN

Los rayos de luz del sol se reflejaban a través de la ventana, los cuales apuntaban sobre mi directamente, y con molestia me gire para evitar la molesta luz, pero había algo en eso que me molestaba, y no entendía por qué.

- Espera… ¿luz del sol? – pensé aun medio dormido, abrí mis ojos lentamente por la confusión y mire mi reloj que había dejado en la cómoda la noche anterior, después de enfocar los ojos, vi que eran pasadas las once de la mañana, yo mire la hora y luego me volví a girar cerrando los ojos – ah bueno, solo son las once… - dije en voz baja.

Mis ojos se abrieron de golpe - ¿¡LAS ONCE DE LA MAÑANA!? – grite exaltado mirando el reloj, sin saberlo, mi grito hizo que todo en la ciudad de los juguetes se detuviera por un momento mirando en todas direcciones por el grito.

- ¿Touma..? ¿Por qué gritas? – pregunto Kudamon bostezando, que se había despertado por mi grito y me miraba aun medio dormida.

Yo la mire fijamente con un rostro de incredulidad y preocupación – Kudamon… ¿tu oíste algún sonido sonar saliendo de mi reloj? – le pregunte mientras le mostraba dicho objeto.

Ella miro al reloj y luego a mí, negó con la cabeza – creí escuchar algo, pero tenía tanto sueño que no le preste atención – dijo mientras volvía a apoyar la cabeza en la almohada.

Me quede mirando al vacío por unos segundos, sin saber bien cómo reaccionar, al final solo suspire cansado, y me volví a tumbar en la cama – maldita sea – dije simplemente.

Después de levantarnos, nos aseamos en el baño, yo agarre mi ropa ya seca, y me la puse, cuando volví a la habitación, vi como Kudamon estaba mirando por la ventana, me acerque a ella y acaricie su cabeza, ella me miro y sonrió, yo le devolví la sonrisa, y miramos por unos segundos la calle, que ahora estaba de nuevo, llena de vida, con muchos digimons y juguetes pasando de aquí para allá – me recuerda a Floatia, pero más simplista – pensé, luego gire mi cabeza y de nuevo, me fije en las extrañas prendas que encontré ayer y deje en la mesa, agarre la más pequeña, que parecía un pañuelo, que era de color morado, y tenía unos extraños patrones dorados en ella.

- Bueno… Monzaemon dijo que nos podíamos quedar con lo que encontráramos – asi doble el pañuelo y me gire hacia Kudamon.

- Kudamon – llame, ella se giró hacia mí y miro al pañuelo con curiosidad – encontré esto ayer y… creo que te quedaría lindo… ¿te gustaría probártelo? – pregunte con nerviosismo, era la primera vez que hacía algo asi.

Ella se quedó mirando entre mí y el pañuelo – S.. si no te gusta no hace falta, pero… creí que te quedaría bien – dije más nervioso.

Kudamon sonrió felizmente asintiendo – Claro, pónmelo – dijo ella irradiando felicidad.

Yo me sorprendí por esto, pero igualmente me acerque a ella, puse el pañuelo justo debajo del anillo sagrado de su cuello, cuando termine de acomodarlo vi el resultado – esta tan linda como imaginaba – pensé sonriendo.

- ¿Y bien? – pregunto impaciente - ¿Qué tal me veo? – pregunto ella nerviosa.

La acerque al espejo que estaba en la habitación, y ella se quedó flotando en el aire mientras se miraba fijamente, giro y dio vueltas, mirándose en muchas posiciones, hasta que al final dio un giro en el aire y me miró fijamente.

- ¿Te gusta? – pregunte mirándola – sinceramente, creo que te ves muy linda asi – dije sonriendo.

Ella sonrió feliz y con un pequeño sonrojo asintió – me encanta, ¡muchas gracias Touma! – dijo mientras me abrazaba.

Yo acaricie su cabeza felizmente – me alegro – dije mientras miraba a la otra prenda, me acerque a ella y la estuve mirando por unos segundos.

- Pruébatela – dijo Kudamon aun flotando al lado del espejo, me giré a verla y vi cómo me miraba con ilusión – seguro que te queda bien e iríamos a juego – dijo mientras hacia una pose, sacada del capítulo más normal de los Power Rangers.

Sin más, me acerque al espejo y desdoble la bufanda, entonces note que era muy larga, era casi de mi tamaño – bueno, las bufandas de por si suelen ser largas – pensé mientras la observaba, finalmente me la puse alrededor del cuello, me mire al espejo, pero no me gusto el resultado, entonces la acomode con un nudo alrededor del cuello, haciendo que una parte de la bufanda fuera mucho más larga que la otra, coloque la parte larga por detrás de mí, quedando asi en mi espalda, y la parte corta la guarde por dentro del cuello de la misma bufanda, luego comprobé si podía subir el cuello de la bufanda hasta mi rostro, para evitar molestias como la arena en mi cara en el futuro.

Al confirmarlo, asentí y me mire de nuevo al espejo – Me gusta, vendrá bien en el futuro, pasaremos por zonas heladas y desérticas… – pensé mientras me miraba, luego mire a Kudamon a través del espejo y me miraba fijamente.

- ¿Me veo mal? – pregunte algo nervioso.

Ella pestañeo y luego negó con la cabeza – ¡No! Te ves muy bien Touma, me sorprendí de lo genial que te ves – dijo emocionada que hasta podías ver brillos salir de sus ojos.

Yo sonreí algo avergonzado – creo que nunca me acostumbrare a los elogios – pensé mientras acariciaba la cabeza de Kudamon agradecido, ella me miro felizmente – Gracias Kudamon, significa mucho para mí que digas eso – mire mi reloj – son casi las 12 pm… tenemos mucho terreno que recuperar – dije mirando a la ventana - ¿estas lista, Kudamon? – ella asintió con una mirada decidida, camine hasta la mesa, agarre mi mochila, me la acomode, y sin más que hacer salimos de la casa que tanto descanso y confort nos dio.

Cuando estábamos por salir de la ciudad en la dirección que Monzaemon nos dijo, vimos como de lejos el mismo Monzaemon se despedía de nosotros con su gran sonrisa y moviendo su brazo en señal de despedida, nosotros hicimos lo mismo, y con paso rápido partimos hacia el Monte Mugen, donde esperaba encontrar con suerte a mis amigos.

Unas horas después

Ya habían pasado un par de horas desde que emprendimos la marcha, por el camino encontramos los restos de una fogata, que no podía ser si no de ellos, ya no salía humo, asi que debieron salir hace bastante, después de otro rato, llegamos a una zona con un rio largo que subía desde lo alto de la montaña, y llegaba al ancho mar.

- Ya llevamos cuatro días aquí, dentro de poco Leomon ira a la Montaña Espiral, y Devimon le pondrá la rueda negra… si no doy con ellos hoy mismo, iré directamente a la Montaña Espiral, y me encontrare con ellos ahí – pensé mientras caminábamos a un ritmo rápido.

- ¡Touma agáchate! – sin pensarlo me agaché de inmediato, y vi como una especie de onda circular pasaba al lado nuestro y se estrelló contra una roca.

Giré mi cabeza hacia la dirección que provenía el ataque, y pude ver una especie de delfín, aunque parecía más un tiburón, estaba atascado entre dos grandes rocas, y estaba en un estado de furia completa, y fue fácil ver el porqué.

- ¡Kudamon! tiene una especie de rueda clavada en la espalda ¿lo ves? – dije a Kudamon desde una posición segura.

- Si, lo veo, ya las había visto antes, parecen volver locos a los digimons – dijo ella.

Yo asentí con nervios – Debemos destruir esa rueda negra, quizá asi vuelva a la normalidad – dije – esta atascado y no puede salir, y en su estado actual no debería ser un peligro.

- Bien – dijo ella en pose de batalla, y asi, se lanzó hacia el digimon atrapado, cuando estaba a punto de atacar, el otro digimon en su estado de colera, golpeo a Kudamon enviándola lejos.

- ¡No lo ataques directamente!, ¡en su estado actual ataca sin pensar, busca una forma de distraerlo! – le dije mientras me mantenía alejado.

Ella asintió y miro fijamente al digimon delfín, entonces se acercó rápidamente al enemigo y grito - ¡Zekkou Shou! – y una luz cegadora salió de ella, cegando momentáneamente al digimon.

- ¡Bien! ¡Ahora destruye la rueda! – grite mientras me acercaba por el otro lado.

- ¡Dangan Senpū! – dijo al tiempo que giraba en el aire y ataco con fuerza a la rueda negra, partiéndola en pedazos.

La rueda desapareció en partículas, y aproveche ese momento para sacar el digimon aun aturdido de las rocas y cayó al agua.

Kudamon voló rápidamente hacia mí, y vimos como del agua salía el digimon ahora libre, nos miró fijamente por unos momentos, estudiándonos con la mirada.

- Gracias por salvarme – dijo – soy Dolphmon – nosotros asentimos.

- Yo soy Touma, ella es Kudamon – dije – ¿cómo acabaste asi?.

Dolphmon negó con la cabeza – no lo recuerdo, ni siquiera sé cómo acabé aquí, yo estaba nadando por las cercanías de la isla, y entonces sentí que algo me ataco por la espalda – dijo de forma elocuente.

- Interesante, incluso la versión delfín de los digimons son inteligentes – pensé – entiendo, bueno me alegra que ahora estes bien.

- Gracias joven humano, dime, ¿puedo hacer algo por ti? – pregunto – no me gusta deberle nada a nadie.

- Eeeh… - Kudamon y yo nos miramos de reojo sin saber que contestar – No se me ocurre nada ahora mismo – dije finalmente.

Dolphmon asintió y dijo – Estaré rondando por la parte sur de la isla unos días, es buena época de caza, si necesitas algo, estaré por ahí – dijo y sin esperar respuesta, se zambullo dentro del agua y desapareció.

- Que digimon más… singular – dije mirando el agua ahora vacía.

- Si, hay muchos digimons diferentes por ahí – dijo Kudamon, a lo que yo asentí entendiendo.

- Continuemos – dije y asi seguimos caminando rumbo al monte Mugen – No llegaremos a tiempo para encontrarnos con los demás cuando lleguen a lo alto de la montaña pero… quizás con algo de suerte, pueda encontrarlos antes de que se encuentren con el poseído Leomon, o en el peor de los casos que no entren en aquella maldita mansión…

- ¡Kudamon! - llame, ella se giró y me miro – tengo un mal presentimiento, demoños prisa.

Ella asintió, y asi corrimos lo más que pudimos para llegar a la montaña, y luego a la difícil subida.

Cuando por fin llegamos a la base de la montaña, ya había atardecido, y apenas habíamos empezado a subir, yo corría con rapidez, sabiendo lo que se avecinaba, pero por mucho que corriese, la montaña era el punto más alto y grande de la isla, había muchos caminos y amplios arboles como para encontrar una mansión, o algo en específico.

- Maldita sea.. – dije mientras me paraba agarrando aire buscando por todos lados desesperadamente – maldita montaña enorme, porque no puedo encontrarlos.

- Touma, tranquilízate, el monte Mugen es enorme y recorre toda la isla… no podemos encontrarlos asi de fácil – dijo Kudamon también cansada.

Yo la mire con cansancio, respire profundo y dije – Lo se… pero tengo un muy mal presentimiento, debemos encontrarlos antes de que anochezca – dije mirando de nuevo a nuestro alrededor.

Ella asintió entendiendo – lo sé, pero debemos pensar y actuar con calma, he oído rumores de que en lo alto de esta montaña vive un digimon muy malvado – dijo ella con preocupación.

- ¿Enserio? ¿Dónde? ¿sabes el lugar exacto? – pregunte esperanzado.

Ella negó – No… y no entiendo porque querrías ir hacia el – dijo preocupada.

- Aaagh ¡maldita sea Ramnesis! Porque no me dejas contarle a nadie sobre las cosas que se - pensé frustrado, cogí aire y lo solté para tranquilizarme.

- Si ese digimon oscuro es real… seguramente querrá quitarnos de en medio – dije lentamente – y lo más probable, es que les tienda una trampa, en algún lugar donde puedan sentirse seguros.

Ella abrió los ojos entendiendo – Ahora que dices eso… una vez me hablaron de una especie de estructura como la de la ciudad de los juguetes, pero deteriorada, casi llegando a la cima, en un claro lleno de árboles.. pero no sé si sea real.

- ¡Debe ser ahí! Guíame, Kudamon – dije con rapidez.

Ella asintió – no será una subida fácil, y nos tomará tiempo.

- No importa, debemos ir ahí sí o si – dije decidido.

Asi, empezamos la subida, la cual no fue fácil, había caminos imposibles, desprendimientos, zonas inaccesibles, pero poco a poco conseguíamos subir, lo malo era, que había anochecido.

- Llegaremos a tiempo – me repetía mentalmente.

Cuando por fin conseguimos llegar, ya era de noche, no se podía oír, ni ver nada, pero en la oscuridad más profunda, cuando solo la luna llena brillaba en lo oscuro del bosque, pudimos verlo, la mansión, corrimos, pero aún estaba lejos, de repente, la hermosa mansión de ensueño cambio, y se convirtió en nada más que ruinas.

- ¡NO! – grite mientras corría con todas mis fuerzas, pero al estar distraído corriendo, no vi una enredadera y caí al suelo, reprimí el grito del dolor y mire a la mansión fijamente, pude ver en lo alto, a lo que solo podría describirse como "un demonio oscuro" con grandes cuernos y alas negras – No, no, no ¡no! – grite mientras me levantaba y corrí hacia la mansión.

- ¡Touma! – grito Kudamon detrás de mí, pero no pare a escuchar.

Entonces ocurrió, desde lo lejos, vi 6 camas flotar en el aire, eran mis amigos, gritando por el miedo y la confusión, y la montaña, no, la isla entera tembló, tembló como si la tierra misma rugiera.

- ¡Mierda! – grite con frustración, busque por todas partes a mis amigos, que se estaban separando rápidamente.

- ¡Touma debemos irnos! – dijo Kudamon con preocupación.

Yo asentí con rapidez, sabiendo bien que hacer, y sin dudarlo, corrí hacia una de las partes de la isla, antes de que terminara de partirse, y salte con todas mis fuerzas, llegando justo para agarrarme al saliente ahora partido de la isla, Kudamon me ayudo a subir, y con pánico en nuestros ojos, pudimos ver como cada uno de mis amigos, era separado el uno del otro, y a lo lejos pude ver a Leomon decir unas palabras que apenas pude escuchar.

Y asi, la isla File, fue partida en pedazos, separado de nuevo de mis amigos cuando por fin iba a encontrarlos, pero en esta ocasión, estaba en una parte de la isla con uno de mis amigos, y aun sabiendo como acabaría todo, no pude si no sentir angustia y miedo por la batalla contra aquel demonio, aquel digimon de maldad pura, que había destruido la isla File solo con su poder, Devimon, el primer gran enemigo.

FIN CAPITULO 07

¡Hellouda! Este capítulo es de los más largos hasta ahora (casi 5.800 palabras), la verdad debo decir, que gran parte de este capítulo fue saliendo sobre la marcha, (de hecho en un principio este capítulo iba a ser mucho, mucho más largo, demasiado para mi gusto, por eso he decidido partirlo en dos [Ya soy todo un director de cine, partiendo películas en dos con tal de ganar más dinero Muajajajaaja]).

Nah, pero ya hablando enserio, ame escribir este capítulo, toda la parte de la ciudad de los juguetes, esta descrito como yo la imagino una vez que Monzaemon volvió a ser normal, no creo que fuese una ciudad donde el este solo con puro juguete, eso suena muy turbio, por eso preferí hacerlo una especie de ciudad llena de digimons y vida (como Flotatia en Digimon World Next Order [amo este juego]). También, puede parecer forzado que Touma no llegue nunca a encontrarse con los demás, pero tiene un porque para los futuros capítulos, además, si simplemente hubiera hecho que estuviese con los demás en todo momento, sería como describir cada capítulo con Touma en medio, y no me va eso, prefiero marcar un camino separado, para darle trasfondo a Touma y Kudamon, nada ocurre por accidente, dijo algún sabio maestro.

Sin nada más que decir, ¡Espero que hayáis disfrutado leyendo este capítulo, tanto como yo de escribirlo!, os mando un saludo a todos, ¡Y nos vemos en la próxima!.