Del amor y otras molestias

Historia III

¿Conoces ese sentimiento?

Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Masashi Kishimoto, esta historia es de mi total autoría no está permitida su publicación en otros sitios sin previa autorización. -Azulen-

Ooc (Un poco, por el bien de la trama xD)

Nota: Esta es una colección de capítulos no lineales algunos largos, otros tipo viñeta, en este universo la masacre Uchiha y el ataque del zorro no ocurrieron.

•••

-Casi lo olvido, la quinta quiere vernos a primera hora pasado mañana.

La voz profunda de Sasuke llegó a sus oídos lejana apartándola de su ensoñación y elevó la mirada encontrándose con sus ojos negros escudriñándola con seriedad.

- ¿Qué estás haciendo ahí? Pareces un mono…- se limitó a responder y se dejó caer contra el tronco del árbol del que Sasuke la observaba de cabeza, sujeto a la rama más gruesa con sus pies envueltos en chakra.

-Hn… Es una buena forma de entrenar mi control de chakra- se dejó caer como si nada aterrizando de pie en su delante con la gracia de un felino acechando a su presa.

El comentario le provocó una suave risa que fue arrastrada por el viento vespertino, la noche comenzaba a caer regalándoles una brisa refrescante en ese intenso verano.

-Ven aquí- sonrió y le llamó con un movimiento suave de su mano pidiéndole acercarse más a ella, a lo que Sasuke respondió acuclillándose a su lado con una mirada interrogante- te ves más lindo sin todo este pelo cubriéndote el rostro ¿sabes? – sintió las manos femeninas acomodarle los cabellos con delicadeza casi maternal, el vuelco que dio su corazón ante el contacto activó sus alertas como si un rayo le hubiera alcanzado y se alejó bruscamente de un salto tratando de ocultar el tenue sonrojo que quiso marcarse en sus mejillas.

-Entonces va siendo hora de cortarlo un poco- se sacudió ligeramente la ropa destrozada por el entrenamiento para disimular el extraño nerviosismo que le había invadido ante su tacto.

Sakura lo escaneó rápidamente con la mirada sintiendo la incomodidad instalarse entre ellos- ¿Te pasa algo? No tiene gracia bromear contigo si no te hago rabiar- rio suavemente para romper esa extraña tensión en el aire.

-Supongo que me estoy volviendo inmune a tu veneno, Haruno.

-O tal vez te gustan mis halagos, guapo- adelantando unos pasos frente al Uchiha volteó sobre su hombro guiñándole un ojo de forma juguetona con una enorme sonrisa antes de empezar a correr para huir del Uchiha como dos niños pequeños- ¡Alcánzame, Sasuke!

La imagen del rostro ofendido de Sasuke y el ligero sonrojo cubriéndole las mejillas se quedó en su retina, hace años jamás hubiera creído tener si quiera una amistad con el chico que la había hecho pedazos, pero el perdón es algo que existe y el tiempo te vuelve más sabio, ayudaba el hecho de que Sasuke aún no lograba vencerla en ninguno de sus entrenamientos de taijutsu gracias a su fuerza descomunal y eso le elevaba el ego a los cielos.

Se detuvo abruptamente dando profundas bocanadas para recuperar el oxígeno, el calor del verano y la brutalidad de sus entrenamientos con Sasuke la había dejado exhausta y sin aliento, vio a Sasuke a lo lejos acercarse caminando como si nada.

Ella había corrido de él como una idiota.

-Espera… estoy muerta…- le dijo cuando él se acercó a su lado.

- ¿No somos muy mayores para jugar a las carreritas? – se burló pasando lentamente por su lado con una sonrisa arrogante.

Lo estaba disfrutando.

-Intento ser tu amiga, pero eres un imbécil- espetó furiosa aun tratando de recuperar el aire, la alta figura de Sasuke se detuvo por un momento y volteó hacia ella para contemplarla en el suelo totalmente vencida, genial, pronto saldrían de misión y ella estaba inusual y completamente agotada, ni siquiera tenía fuerzas para levantarse del suelo, luego iría con Shizune para que la revisara.

El pelinegro se le acercó en silencio y suspirando se acuclilló ofreciéndole su espalda.

- ¿Te volviste loco? No vas a cargarme Sasuke- un profundo sonrojo cubrió sus mejillas, indignada y apenada de que la vean de esa forma por la aldea, paseando sobre la espalda de Sasuke Uchiha…

Como si fuera una damisela en apuros…

Oh bueno… quizás no era tan malo…

Sacudió su cabeza espantando los intrusivos pensamientos.

-Sube antes de que me arrepienta y te deje tirada Sakura, me curaste los cortes en el brazo y la espalda y te quedaste sin chakra no te podrás mover en un rato- habló con voz monótona, restándole importancia a todo el asunto.

Touché.

A regañadientes subió a su espalda con un suspiro resignado, la espalda de Sasuke era amplia y cálida, habían entrenado toda la tarde con 35 grados y estaban sudando, pero su cabello y su cuerpo desprendían un aroma agradable, masculino pero fresco, como cuando hueles la tierra mojada al empezar a llover, se relajó enredando los brazos alrededor de su cuello sin ejercer ninguna presión.

Sasuke maldijo a sus hormonas cuando todo su cuerpo se tensó como la cuerda de una guitarra al sentir el contacto de los pechos de su compañera sobre su espalda, no era un pervertido, por supuesto que no era un pervertido, pero habían "sensaciones" en la vida de un adolescente que eran inevitables incluso cuando eres aparentemente un cubo de hielo con pies.

Las miradas curiosas de unos y algunas miradas celosas de parte de una que otra fan de Sasuke por la aldea no se hicieron esperar, pero a Sakura no podía importarle menos cuando aventajada por el silencio de Sasuke estaba más bien luchando por no quedarse dormida sobre su compañero ¿o quizás iba a desmayarse de cansancio?

-Vamos a mi casa, mamá quiere que cenes con nosotros- más que una petición sonó como una orden, pero Sakura no tenía energías para replicar.

¿o sí?

-Es sábado de Ichiraku… Naruto va a matarnos…- murmuró- además estoy sucia y cansada…- se quejó.

-Kakashi y Sai existen ¿sabes? Y por si no te enteraste hay baños en mi casa…- rodó los ojos.

-Oh Sasuke… eres tan romántico e indecente…- le abrazó por el cuello exagerando un suspiro con claras intenciones asesinas dándole un doble sentido a su oración y en respuesta Sasuke frenó a raya su caminata e hizo amague de dejarle caer de sentón, pero antes de que se deslizara del todo por su cuerpo volvió a acomodarla sobre su espalda con agilidad.

-No me tientes, sabes que puedo dejarte aquí a medio camino- murmuró con un evidente mal humor apoderándose de él.

-Solo era un broma… que gruñón…- murmuró de mala gana contra su espalda aligerando el abrazo de forma cómoda.

•••

-Ahh… que gustito…

Escuchó el suspiro satisfecho de su pelirosa compañera desde el pasillo y puso los ojos en blanco.

Que molestia.

-Sakura tienes ropa y una toalla en la puerta.

- ¡Gracias Sasuke-kun! - exclamó contenta desde el interior del baño.

¿En qué momento habían adquirido este nivel de confianza? Empezaba a sentir que pasaba más tiempo del necesario con Sakura, misiones, entrenamientos, salidas esporádicas, encuentros casuales e invitaciones a comer, parecían ser los mejores amigos, ella le fastidiaba el día entero con sus comentarios indecorosos y su forma extrovertida de ser, siempre tan molesta.

Su cuerpo se relajó y sonrió involuntariamente perdido en sus recuerdos.

Pero era necesario.

Una sonrisa arrogante y maliciosa se deslizó por las comisuras de sus labios al imaginar la cara de decepción de su hermano cuando viera a Sakura en la cena usando su ropa, era la cereza sobre el pastel después de haber conseguido frustrar varios de sus encuentros, todo marchaba a la perfección.

•••

- ¡Gracias Sasuke-kun!

¿En qué momento habían adquirido este nivel de confianza? Empezaba a sentir que pasaba más tiempo del necesario con Sasuke, misiones, entrenamientos, salidas esporádicas, encuentros casuales e invitaciones a comer, parecían una pareja…

Algo dentro de ella comenzó a dudar, la vida daba giros extraños, hace mucho que había vuelto al equipo, habían pasado tantas cosas juntos, pasó de sentir que detestaba a Sasuke Uchiha a… apreciarlo, como un amigo de verdad ¿Era una forma de redimirse? O era un elaborado plan de venganza para hundirla otra vez.

¿Sasuke era así de cruel?

Se deslizó por la bañera hasta que el agua le cubrió la mitad de la nariz soplando burbujas en el agua exasperándose con sus propios pensamientos.

Lo cierto es que se divertía mucho más de lo que hubiera esperado en compañía de Sasuke, aún seguía pareciéndole extraño que él eligiera libre y voluntariamente pasar su tiempo libre con su equipo de vez en cuando, y por supuesto una que otra vez tener sesiones de entrenamiento con ella y luego tomar algo en una casa de té o un bar de forma tan natural, como si estuvieran saliendo…

Se sonrojó.

No entendía que se traía ese Uchiha entre manos.

Se levantó con lentitud y cuidado de no resbalar, ese baño había sido reparador, aún se sentía cansada pero el hambre comenzaba a apoderarse de su cuerpo en búsqueda de renovar energía por lo que abrió la ducha para restregarse mejor con la esponja quitando todo rastro de mugre que pudiese quedar.

- ¡Estoy en casa!

La presencia de Itachi hizo eco en toda la propiedad, sintió un escalofrío cuando puso un pie fuera del baño secando su largo cabello rosa con una toalla y usando una camiseta de Sasuke y unos capris que había dejado en casa de los Uchiha semanas atrás, después de un "accidente" en el estanque, los colores subieron por su rostro al percatarse de la forma en la que podría interpretarse esa situación.

-Sakura, ven un momento- la voz de Sasuke sonó demandante desde su habitación cortando el tenso silencio que se había formado en el pasillo.

-Hola Sakura, me da gusto verte- saludó con una pequeña sonrisa relajada el Uchiha mayor antes de perderse por la puerta que llevaba al salón principal.

Sakura seguía congelada en su sitio sin saber en donde esconderse, como pudo olvidar algo TAN importante como la existencia de Itachi en esa casa, se mortificó internamente y sus ganas de asesinar a Sasuke se intensificaron, entró a la habitación del pelinegro menor convertida en un tornado de furia.

- ¡Tu planeaste esto! Ni se te ocurra negarlo - exclamó furiosa, empujando al chico por el pecho para descargar en algo su resentimiento.

¿Como no lo vio venir? Solo era otra de las tretas de Sasuke para joder a Itachi, solo estaba usándola, crearía en Itachi ideas equivocadas sobre ellos para alejarlo, estaba "marcando territorio" o pretendiendo hacerlo, era evidente, maldito Sasuke idiota.

Debió haber visto venir algo así, desde hace meses que Sasuke se interponía en cada pequeño paso que parecía dar para acercarse a su hermano, estaba completamente segura de que no lo hacía porque ella le gustase, lo hacía porque era un energúmeno egoísta que aprovechaba cualquier señal de interés de su hermano en lo que sea para intentar fastidiarlo.

Su maldita obsesión con ganarle en algo.

¿Qué esperaba conseguir con eso? Si ella a él ni siquiera le importaba, solo quería joderlos a ambos, era su forma de vengarse de ella por ganar en los combates de entrenamiento, por dejar el equipo hace años y por entrenar con Itachi, por hacerle sentir menos.

- ¿Planear el qué? - fingió total inocencia y desinterés ante la acusación aparentemente vacía.

- ¡Planeaste que Itachi me viera de esta forma! ¡Me trajiste a cenar a tu casa solo para desquitarte de Itachi por lo que sea que te haya hecho! ¡Me estás usando para tu venganza infantil!

- ¡Joder Sakura! Te sientes demasiado importante cuando se trata de Itachi ¿no?

- ¡¿Y a ti por qué te jode eso?! – Su grito probablemente se escuchó en todo el distrito Uchiha. Lo aceptaba, esa acusación le había dolido, la estaba reduciendo a un insecto, era una clara afirmación de "tú no importas" que se había sentido como un puñal en su pecho.

- ¡Y a ti por qué te importa tanto! Solo es el maldito Itachi ¡¿Tanto te gusta?! No tienes oportunidad con él, entiéndelo de una vez ¡Tonta! - No levantó de más la voz como ella lo hizo, pero sin dudas su rabia era aún más palpable que la propia.

- ¡Y a ti que más te da si me gusta tu hermano! - Exclamó ofendida y furiosa, sus rostros enrojecidos por la ira estaban cada vez más cerca, Sakura levantó su brazo lista para asestarle su mejor puñetazo.

-Oigan chicos que está pasan…do.

Todo ocurrió demasiado rápido, la puerta corrediza se deslizó en el momento en el que Sasuke tiró con fuerza de la muñeca con la que planeaba golpearlo y la arrastró hacia su cuerpo estampando sus labios violentamente contra los suyos en un beso improvisado y furioso.

Itachi solo acertó a murmurar un pequeño "oh la juventud" antes de cerrar la puerta y marcharse por donde vino.

- ¡¿Qué demonios estás haciendo?! ¡Era mi primer beso, maldito psicópata! - prácticamente lloriqueó golpeando a Sasuke con manotazos mientras este se cubría torpemente con los antebrazos mientras reía por lo bajo extrañamente satisfecho con sus acciones, sintió los ojos arder.

Había valido la pena.

¿O no?

Una pizca de culpa se instaló en su pecho cuando observó el rostro furioso, triste y decepcionado de Sakura, acribillándolo con esos ojos verdes vidriosos y llenos de rencor, está bien se había pasado, tal vez su tonto plan de venganza si había sido algo infantil, pero Sakura lo detestaba, ella no volvería a enamorarse de él solo por un montón de tonterías como pasar algo más de tiempo juntos entrenando además estaba enamorada de su hermano…

La gracia de todo esto era precisamente quitarle algo a Itachi, sabía que de algún modo ella era importante para ese tonto.

No mostraba interés en nadie más, y parecía ser la única persona además de Shisui en quien confiaba.

Estaba seguro de que él estaría molesto si ella lo elegía al final, la rechazaría y su venganza culminaría… entonces cayó en cuenta de que ella acaba de admitir abiertamente lo mucho que le gustaba su hermano, sin ninguna clase de anestesia…

Lentamente la espiral de satisfacción que había desatado su pequeña travesura vengativa se transformó en una espiral de culpa y decepción, no había tenido en cuenta los sentimientos de su compañera, no pudo despegar los ojos negros de los verdes que parecían estar a punto de llorar de rabia ¿Tan malo había sido? Solo fue un estúpido beso, ella estaba exagerando como siempre… Cualquiera en esa maldita aldea estaría dando brincos si la hubiera besado.

¿Tanto lo detestaba Sakura en el fondo?

Oh, Sasuke, no aprendes la lección…

Hace solo unos años ella habría explotado de felicidad por un beso suyo, entonces ¿Por qué estaba tan enojada? Se sintió repentinamente ofendido e incómodo, en serio para ella él era tan malo, Itachi era tan importante que él no era más que un idiota infantil ladrón de besos para ella.

Le dirigió una mirada avergonzada y rencorosa.

-No sabía que me detestaras tanto…- murmuró.

-No te detesto, pero cómo te sentirías si te utilizaran para herir a alguien más, me estás tratando como si fuera un objeto que puedes robar a Itachi, tu obsesión por superarlo ha llegado demasiado lejos Sasuke- sentenció.

- ¿En serio? Maldición piensas que es solo eso, una maldita obsesión, eres una idiota Sakura.

- ¿Y qué más puede ser? ¿Ahora me vas a decir que lo haces porque estás enamorado de mí mágicamente? Definitivamente no es la manera, idiota.

- ¿En serio sería tan malo? ¿Soy tan detestable para ti? ¡¿En serio sería tan catastrófico si tuviera sentimientos por ti?!- apretó los puños y desvió el rostro sonrojado intentando recuperar su forma de ser indiferente.

- ¡Si realmente te gustara no me tratarías así en primer lugar! Uno no lastima a quien aprecia, Sasuke y estoy harta de que me utilices como si me importara tu estúpida e imaginaria competencia contra Itachi.

Con esa última afirmación salió de la habitación furiosa, sus pasos pesados retumbaron por toda la casa, Itachi la observó en silencio a través de la puerta abierta del salón mientras se calzaba en la entrada dispuesta a salir de la casa.

- ¡No puedes largarte así Sakura! – exclamó Sasuke saliendo de la habitación con claras intenciones de continuar la discusión.

- ¡Oh no! Esto está más que acabado Sasuke Uchiha y no te atrevas a seguirme porque te daré la paliza de tu vida si das un paso más o te atreves a seguirme, háblame cuando puedas declarar tus sentimientos como un hombre normal- amenazó cargando chakra en su puño antes de lanzarle una última mirada furiosa y desaparecer por la puerta de entrada.

La cara de Sasuke ardió con indignación y vergüenza ante la afirmación nada discreta de la pelirosa en presencia de su estúpido hermano mayor.

Itachi sorbió su té con calma.

-Todo esto es tu maldita culpa Itachi- murmuró Sasuke calzándose para ir tras su compañera de equipo e intentar arreglar las cosas incluso si ella necesitaba usar los puños para sentirse mejor.

- ¿Y ahora yo que hice? - pensó en voz alta- No puedes responsabilizarme de cada cosa que haces mal con tu vida Sasuke, supéralo.

- ¡¿Qué lo supere yo?! ¿Qué diablos se traen todos hoy? ¡No es culpa mía que Sakura sea una maldita neurótica!

-Ya estoy en casa… ¿Ahora qué pasó? Vi a Sakura-chan salir muy enojada…

-Tienes diecisiete años Sasuke no es el fin del mundo si te sientes atraído por una chica- suspiró cansado.

- ¡Argh! ¡Te desteto maldición! - abrió la puerta ignorando por completo a su madre y salió de la casa con claras intenciones asesinas.

-y Sasuke acaba de dar un portazo- completó su madre confundida por la actitud de los más jóvenes.

- Bueno… creo que se ha enamorado de Sakura, pero no quiere aceptarlo y ahora ella lo detesta porque es un idiota- resumió antes de sorber su té.

Una sonrisa radiante cargada de ternura se extendió por el rostro de Mikoto Uchiha a medida que sus ojos adquirían un brillo ilusionado, suspiró profundamente.

- ¿Y crees que ella corresponda a sus sentimientos? - preguntó con ilusión- oh, mi Sasuke-chan está en esa edad…-suspiró antes de perderse tras las puertas de la cocina.

•••

- ¿Sigues enojada? – Kunai en mano desvió la lluvia de shurikens dirigidas hacia él sin ningún esfuerzo.

-Tu hermano me saca de mis casillas- respondió cortante antes de lanzarse contra un árbol derribando un tramo del bosque, se dejó caer en el suelo destrozado sin más, ahora si que estaba genuinamente agotada, había acabado con el poco chakra que había recuperado, pero casi sentía toda la rabia drenada de su cuerpo.

-Es casi media noche y el lunes tu equipo partirá a una misión de reconocimiento, deberías descansar- le extendió una cantimplora y se sentó a su lado con cuidado de no provocar más a la bestia.

- ¿Qué estás haciendo aquí Itachi-san? Tu también deberías de estar descansando.

El pelinegro se encogió de hombros antes de responder:

-Me gustan las caminatas nocturnas de vez en cuando, y si te sirve de consuelo Sasuke está castigado por ser grosero con nuestra invitada - trató de disimular la risa con un bufido, pero no funcionó y en respuesta Sakura también rió con suavidad, Sasuke siempre era el problemático, el que su padre castigaba, la pequeña oveja insufrible del clan Uchiha, siempre persiguiendo el sueño de superar a su hermano mayor.

-No sé cuál es su obsesión contigo…

-Para él se siente como por fin vencerme en algo, el problema es que ni siquiera él se da cuenta de sus verdaderos sentimientos.

- ¿Crees que ese idiota tiene sentimientos? ¡¿Por mí?! – cuestionó incrédula- repito, si alguien te gusta no eres grosero ¿no? - dio un sorbo a la cantimplora.

Era la cantimplora de Itachi ¿Eso fue un beso indirecto?

Se sonrojó.

-Sasuke no tiene idea de como expresar sus emociones, los Uchihas somos muy cerrados con esas cosas, la mayor parte del tiempo no tenemos que preocuparnos por cortejar a nadie, ni siquiera estamos en la obligación de amar a nuestras esposas puesto que nuestros matrimonios se arreglan dentro del clan, mis padres son la excepción no la regla- explicó con algo de aburrimiento impregnado en su voz- pero ustedes tienen diecisiete están en la edad de encontrar sus sentimientos y encaminarse hacia quienes serán, es como… si estuvieran evolucionando hacia la adultez- sonrió.

-Hablas como si lo hubieras vivido- rio sin ganas.

-Yo también lo viví- sonrió amablemente- solo soy un hombre como todos, no la máquina ninja asesina que muchos creen- rio para sus adentros.

- Pues que afortunada es la dueña de los suspiros y hormonas de Itachi Uchiha el hombre normal – pronunció de mala gana intentando reprimir los celos que quisieron asomarse entre las palabras y apoyó la cabeza sobre las rodillas abrazándose a sí misma, la brisa nocturna le estremeció el cuerpo.

Itachi la miró con ternura, Sakura siempre era tan transparente.

Pasada la rabia llegó la frustración y luego el peso de la decepción e Itachi con sus declaraciones sobre amores del pasado y matrimonios arreglados no estaba ayudando en nada a su agrietado corazón.

Un suspiro apesadumbrado escapó entre sus labios. Él solo estaba aprovechando el momento para desairarla, no tenían ninguna oportunidad y mucho menos con el futuro líder del clan Uchiha ¿Una relación con ella? Obviamente era imposible, se casaría con una mujer Uchiha, fuerte y digna de él.

-Esas tradiciones me parecen anticuadas- continuó hablando y robando la atención de la joven con su repentina afirmación- Nunca le he dicho esto a nadie pero para serte sincero quiero enamorarme perdidamente de una mujer y luego casarme con ella y tener una familia, no quiero compartir el resto de mi vida con alguien por quien no siento nada más que respeto, quiero estar con una persona en quien pueda confiar, tener una compañera y una amiga antes que solo una mujer que me dé un heredero como una frívola misión de vida, supongo que hablar de estas cosas siempre es más fácil con una chica, no me veo hablando de esto con Shisui ¿sabes?

El calor llegó a sus mejillas aún desde su posición sin poder despegar la mirada del perfil del hombre que admiraba el firmamento mientras revelaba sus sentimientos más profundos con total libertad junto a ella.

Se sintió especial.

Sintió que podía tener una parte de Itachi Uchiha que nadie más podía tener, porque era su amiga, porque ella era quien le escuchaba y apreciaba.

- ¿Itachi-san? – le dirigió una mirada cautelosa desde su posición.

El volteó a mirarla con la serenidad que lo caracterizaba.

-En pocas palabras… Entiendo la marea de sentimientos por la que está pasando Sasuke, no sabe lidiar con tanto, puede que te busque para disculparse, intenten aclarar las cosas y sigan llevándose tan bien como siempre, después de todo Naruto y tú son sus únicos amigos, Sai no parece agradarle del todo así que… ¿Lo harás? – amplió su sonrisa.

-No me pidas que corresponda sus sentimientos, por favor- suspiró- yo… estoy muy confundida- forzó una sonrisa.

-Oh no, al contrario, Sakura- le dio un pequeño toque en la frente obligándolo a mirarlo a los ojos- tu eres la única dueña de tus sentimientos, así que eres quien tiene la decisión final- sonrió.

Un cosquilleo inquieto revoloteo en la boca de su estómago, quiso reír, quiso llorar, quiso sonreír como una tonta, y también quiso gritar de emoción.

Pero simplemente se quedó en blanco.

Y siguió en blanco mientras veía la espalda de su amor imposible desaparecer entre la espesura del bosque.

Esa noche en su cama no pudo dejar de compararlos en su mente, quería dormir con todas sus fuerzas, pero aún con los ojos cerrados el rostro amable de Itachi y el serio de Sasuke no paraban de aparecer en su mente.

Itachi la hacía sentir cómoda, escuchada, respetada… pero también la hacía sentir pequeña, no la trataba como a una mujer si no más bien como si fuera una hermana menor, aparecía para consolarla en la tristeza y aconsejarla en sus momentos de conflicto interno como lo haría un buen amigo, un hermano o un mentor, obviamente no podía hacer lo mismo con Sasuke, porque Sasuke jamás tomaría un consejo suyo, así que quizás encontraba en ella esa hermana pequeña y obediente que Sasuke no era.

Por otra parte Sasuke era un idiota, discutían, la volvía loca y no podían estar ni cinco minutos sin tratar de sacarse los ojos, por alguna extraña razón después de su cumpleaños Sasuke la había marcado como una rival digna, al principio se sintió un escalón, alguien a quien superar antes de enfrentarse finalmente a Itachi, eso la alegraba porque la hacía sentir reconocida, pero al mismo tiempo era irritante y ella no era una persona paciente, pero Sasuke tenía gestos pequeños, como esa tarde que la cargó en su espalda aunque haya sido para llevarla a su casa excusándose con la cena, o aquella vez de misión cuando hicieron guardia juntos y hablaron de tonterías tumbados en el suelo mirando las estrellas, de las pocas veces que pudo tener una charla tranquila con él sin discutir, se llevaba mejor con Sasuke de lo que creía, él había cambiado, seguía siendo el niño engreído hambriento de reconocimiento que siempre fue pero era más… atento e incluso amable… a veces, en invierno solía dejarle su abrigo si tenía frío, y pasaba por ella a su casa antes de sus salidas de equipo.

¿Desde cuándo Sasuke era tan cercano?

Itachi era un caballero, Sasuke era una bestia, pero a final de cuentas, aunque sea para hacerlo enojar últimamente solo tenía recuerdos graciosos con Sasuke, y muchas veces al ver algo interesante se encontraba a sí misma deseando contárselo después, no era la clase de hombre que te consolaría y te aconsejaría con cariño y delicadeza, pero cuidaba de ella en las sombras y se vengaba por ella si alguien quería propasarse, Sasuke era un ninja, un ninja que protegía a sus amigos en silencio, Itachi era dulce y diplomático, la impulsaba a ser mejor, a ser más fuerte a defenderse con su propia voz (y puños), confiaba en ella y la apoyaba pero nunca intervenía en su individualidad, nunca la trató desde su debilidad, ni siquiera cuando eran niños, el siempre vio por ella desde su potencial no desde sus defectos y al mismo tiempo revivía en ella la ingenuidad, se sentía pequeña a su lado, anhelaba su calor y la suavidad de su trato. Sasuke por el contrario la impulsaba a ser fuerte a través de la rabia, la indignaba su actitud arrogante, la obligaba a ser fuerte, la hacía olvidar que era una mujer porque nunca la había tratado como algo más que un estorbo, siempre subestimándola, ella era mejor porque él le recordaba cuánto odiaba ser la persona a la que debían proteger, le recordaba la meta, quería tener su respeto, no quería que la siga mirando de esa forma, como cuando eran niños, no importaba cuanto probase su fuerza, para Sasuke ella siempre sería Sakura la llorona.

Había jurado nunca jamás volver a tener sentimientos por una persona como él, con ese trato despectivo y subestimándola todo el tiempo, después de todo si lo pensaba bien, todo había sido un acto, Sasuke no tenía ningún sentimiento por ella como siempre su única finalidad era lastimar.

A él solo le importaba él mismo y lo más sano era no volver a caer en sus tretas.

¿Amigos? Si claro…

Con ese último pensamiento dio vuelta en la cama y se obligó a dormir.

•••

El domingo llegó y como todos los días despertó a las 4:00AM en automático, sin levantarse de la cama observó su cuerpo agotado, no había dormido más que unas tres horas y eso no era muy saludable considerando que al día siguiente tendría una misión de reconocimiento lo que se traducía en largas horas corriendo y no podía permitirse estar en tal estado de agotamiento, suspiró fijando la mirada en el blanco techo de su habitación y cerró los ojos obligándose a volver a dormir, no opuso demasiada resistencia puesto que pronto volvió a quedarse dormida las siguientes diez horas.

Pasado el medio día la voz de su madre llamando a la puerta la despertó.

-Buen día bella durmiente ¿Noche difícil? - le preguntó recogiendo su cesta de ropa sucia.

Bostezó largamente antes de responder un escueto "Algo así…"

Se levantó de la cama para asearse.

Recogió su largo cabello en una coleta alta y ajustó su protector sobre su cabeza formando una diadema.

Se calzó en el genkan y partió hacia el hospital buscando que hacer un domingo en la tarde.

¿Por qué siempre estaba trabajando?

•••

A todas luces ese había sido el día más corto de su vida, se suponía que tenía que descansar para su misión de mañana pero bueno, nunca estaba de más algo de entrenamiento ligero.

Para no perder las buenas costumbres.

A penas había calentado cuando el sol empezó a esconderse, no quería encontrarse con Sasuke, así que había elegido ocultarse en el otro extremo de Konoha, muy lejos del distrito Uchiha.

Siguió golpeando al muñeco de entrenamiento hasta que uno de sus brazos salió volando.

Ni siquiera estaba golpeándolo con fuerza.

Afortunadamente ese día ningún conocido había tenido que sufrir de su ira contenida, y afortunadamente para ella no había necesitado mediar tantas palabras, solo trabajar y trabajar en completo silencio.

Casi era su forma de meditar.

•••

Olía a ella.

Sakura tenía un perfume muy curioso, muy suyo, era fácil reconocer su presencia solo por esa fragancia que desprendía al pasar o cuando el viento le movía el cabello, era algo que había notado desde que iban a la academia, ese aroma a flores de cerezo y dulces que tanto lo empalagaba de niño, solía ser insoportable, incluso llegó a pensar que era contraproducente en sus misiones de genin, su aroma tan característico podía delatarlos.

Pero un día se dio cuenta de que parecía ser el único que notaba eso, parecía ser el único a quien le importaba algo tan trivial, como si nadie más pudiera notar su perfume.

.

-El perfume de Sakura es demasiado fuerte para ser un ninja, ese hedor va a delatarnos algún día- torció el gesto molesto viéndola acercarse saludando con la mano a lo lejos.

- ¿De qué hablas? - olfateó al ambiente sin hacerle mucho caso- yo solo huelo el ramen- se relamió Naruto observando su plato y preparando sus palillos sin percatarse de la presencia de su pequeña compañera acercándose a paso calmado y feliz.

.

Entonces lo entendió.

Era el único que podía notar ese aroma tan sutil, porque no podía quitar su atención de su existencia, lo irritaba, lo confundía, no la soportaba.

Nunca lo hizo.

Con todo el tiempo que pasaba con ella había aprendido de sus manías más extrañas, su comida favorita, lo que más le disgustaba y su necesidad de destrozar algo cuando estaba furiosa y por eso supo que aunque casi era media noche ella seguiría entrenando, incinerando sus últimas fuerzas irresponsablemente porque era una testaruda, con suerte para estas alturas ya casi lo habría perdonado, sonrió ladinamente, estaría los suficientemente cansada como para no darle la paliza que le prometió y solo se comería su ofrenda de paz sin dirigirle la palabra para al día siguiente volver a la normalidad y fastidiarlo con sus bromas insulsas como siempre.

Como si nada hubiera pasado.

Olía a ella.

Entonces lo vio y su sonrisa se desvaneció, apretó la bolsa en su mano derecha cuando cerró los puños hasta enterrarse las uñas en las palmas, porque vio la forma en la que él se acercó con cuidado, la forma en la que se sentó a su lado con total calma y parsimonia, como le ofreció su cantimplora, como sonrió para ella, lo relajado que estaba a su lado y como le tocó la frente con delicadeza, como si pudiera romperse en cualquier momento, como la porcelana más valiosa.

Observó todo desde lejos, parado como una estatua en la puerta metálica del campo de entrenamiento 08, su sonido chirriante al ser ligeramente movida por la brisa sonaba lejano, ajeno, era una noche preciosa, inusualmente estrellada, la luna estaba en todo su esplendor iluminándolos y aún así no lograba opacar a los astros, la luz bañándolos a los tres como actores en un perfecto escenario.

Susurrándole en el oído que la historia habría sido completamente diferente de no ser por él.

Otra vez su hermano se le había adelantado.

Itachi no la entendía como él, nunca la vería como él lo hacía, él sabía que Sakura no necesitaba ser protegida, que no era frágil porque Sakura era la más fuerte entre todas las chicas de Konoha porque era la que más se había esforzado por ser quien era, por eso lo apaleaba en cada entrenamiento de fuerza, él nunca las subestimaría ni la trataría con esa estúpida delicadeza porque sabía que no iba a romperse, porque Sakura era fuerte, no era de porcelana, era de hierro.

No era una mujer débil.

Sakura era Sakura.

Entonces vio como repentinamente el rostro de Sakura se iluminó, se iluminó más que la luna y sus ojos brillaron como estanques, y le miraban con una admiración y cariño con los que nunca más volverían a mirarlo a él, el viento meció su cabello rosa llenando el ambiente con ese perfume y suspiró con anhelo sin querer hacerlo, reteniendo el recuerdo de esos ojos, aunque no le mirasen a él.

Ella tampoco lo entendía.

Estaban en mundos completamente diferentes, Itachi lo sabía, sabía que él nunca podría estar con ella, los ancianos del clan jamás lo permitirían, él sería el líder del clan Uchiha en cuanto se casase entonces ¿Por qué?

¿Por qué le quitaba a la única persona que lo había visto a él primero?

Que lo amó a él primero…

Que siempre lo puso primero…

Si no fuera por ese maldito día.

Tiró el anmitsu, el favorito de Sakura, en un bote de basura cercano, ese que había comprado para compartir y hacer las paces. Se guardó las manos en los bolsillos de la chaqueta alejándose de la escena a paso lento, no tenía prisa pues ya conocía el resultado.

La respuesta era clara.

Ella nunca más volvería a correr tras de él.

¿Conoces ese sentimiento?

Cuando sabes que has perdido sin haber tenido la oportunidad de intentarlo.

Suspiró.

Aún olía a ella.

.

.

.

.

Notas de la autora:

Ouch pobre Sasuke, me dio mucho feeling eso del final, pero esta historia tiene su razón de ser, hay una moraleja detrás de todo esto.

En fin, espero les haya gustado, esta es la primera parte de esta mini historia porque quedó demasiado larga así que en los próximos días estaré subiendo la otra partecita.

Intenté jugar con ciertos elementos en la narración por eso en algunas partes ellos parecen pensar exactamente lo mismo y notar las mismas cosas el uno del otro.

¡Gracias por sus dulces comentarios! ¡Los amo!

Azulen.