¨¡Hachiman, vas a llegar tarde! ¡Termina de desayunar!¨
¨...¨
Wow... Esto es... ¿esto es lo que siente la gente que recibe el cariño de una madre? Que te cocine, que te aliente a que te apures y que se esfuerce lo posible en mostrar autoritaria pero conservando una esencia maternal que te calienta el corazón. Verla dándolo todo por ti pese a estar enferma es sin duda un espectáculo que emocionaría a cualquiera, que le haría querer abrazar a sus mamás.
¿Yo? Ni de chiste. Ya no soy un niño para que me emocione esta actitud y me faltan unos cuantos años para empezar a sentir la supuesta nostalgia que te dan momentos. También, siendo honestos, ver esa cara roja con liquido mucoso es tierno solo porque es ella: en realidad da asco y cuanto más lejos esté de mí, mejor estará mi salud. Por eso respondí con una cortante afirmación y seguí comiendo al mismo ritmo de siempre, sin prestarle atención.
[¿Pero qué tenemos aquí? ¡Él niño está entrando a la pubertad! Que tierno... O eso diría si no fueras un maldito mentiroso]
¿Mentiroso? ¿Yo? ¿Cómo te atreves a decir algo total y absolutamente correcto? ¿Desde cuando tienes derecho a decir cosas con sentido? Tu identidad se basa en ser un viejo verde mezclado con una Skynet que hace berrinches dignos de un mocoso porque John Connor no para de humillarlo.
[Ja. Ja. JA. Muy gracioso, chico con la misma inteligencia emocional que una IA. Pero ya hablando en serio, sé que tienes tus complejos con tus padres. Lo sé, tú lo sabes y el psicologo debería saberlo, pero tienes que admitirte a ti mismo el hecho fundamental de que tienes un problema con tus padres, más enfocado en tu mamá]
Claro, yo también tengo un problema con tu mamá. ¿Cómo contacto a Hatsune Miku?
[¡NO TE METAS CON MI DIOSA!]
TODO el mundo se ha metido con tu diosa. Tiene un sequito de fanáticos que hacen todo lo posible para profanarla y ella no puede hacer nada más que mirar. De hecho, conozco un doujinshi qu-
[¡PARA! ¡DETENTE! ¡NO DIGAS MÁS!]
¿Ah si? Pues entonces cállate al menos mientras estoy con ella presente. Dios me libre de que ella se pregunte porqué hago caras raras o qué diablos es lo que me quedo pensando.
Como no vi una respuesta inmediata ni en los segundos que siguieron, me permití saborear la satisfacción de esta pequeña victoria mía con el placer de comer un poco de salchichas. De verdad, por mucho que no me guste tener a madre cerca, por lo menos ella hace un desayuno glorioso. Más pesado que luchador de sumo, pero sabroso como pocas cosas en la vida. Y encima hacía una gran variedad.
Komachi es buena, pero al fin y al cabo todavía le falta porque no tiene tanta experiencia, aunque creo que eventualmente la superará si ella se esfuerza en esto. Komachi es así de grandiosa.
[¿Hola, Alabama? ¿Norte de Mexico? Si, quiero informarles que acaban de perder un habitante po-]
Todo empezó con un otaku que no trabajaba ni estudiaba obeso...
[¡BLASFEMIA!]
Se le llama fetiche... Y si, blasfemia también. ¿Por qué no?
Otra nueva victoria fue celebrada por una explosión de sabor mientras me emocionaba de lo que me tenía preparado madre para el medio día. Habría sido lindo que Komachi estuviera aquí, ver si podíamos compartir o intercambiar algunas cosas, ya sean buenas o malas, pero por desgracia para cuando me desperté Komachi se estaba yendo, todo por culpa de tardar en dormir debido a quedarme pensando en cómo actuar.
Komachi me despidió aun así, y dejando de lado su sorprendente frialdad por motivos que ya intuyo, pude sentir en ella todavía el cariño que nos tenemos. Eso me tranqulizó, confirmándome que todavía tengo algo de tiempo hasta que todo empiece a empeorar. Necesito acabar con este juego basura cuanto antes.
Y el primer paso es juntar a Miura y Hayama. Volveré a Hayama el héroe y a partir de ahí todo debería ir sobre ruedas.
[Ruedas cuadradas]
Mira que voy a buscar ese doujinshi.
... Si, eso creí.
¨... Hachiman, deja de hacer pausas y come¨
Diciéndomelo con un tono tranquilo, madre me recordó que todavía ni estoy en mi bicicleta. Dándole las gracias comencé a comer un poco más rápido. Madre, probablemente casi igual de cansada que otros días más saludables, se sentó en frente de mí y se me quedó mirando con cara de tener algo atorado en la garganta. Aun así, actué como si no lo notara y seguí comiendo a buen ritmo.
Si ella quería decirme algo pero no se atreve a decirlo, ese es su problema. Sé que soy un adolescente, pero de verdad ahora mismo no estoy para esos momentos incómodos entre familia. Aparte, si va a preguntar lo que me imagino, prefiero posponerlo todo lo posible. Ahora mismo soy un hombre demasiado ocupado para preocuparme por más cosas. Una cosa a la vez por favor.
[... Un hombre no deja que su mamá le limpie sus revistas porno]
Te juro que voy a descargar Vocaloid y escribiré la canción más ofensivamente pervertida que se me ocurra. Será tan lasciva que volveré a una súcubo en una monja.
¨...¨
¨...¨
¨Hachiman¨
De repente atreviéndose a abrir la boca, no resistí el impulso de mirarla con una velocidad que delataba un poco mi verdadero sentir. Viendo con lujo de detalle a una mujer cansada, algo desarreglada pero con una determinación a obtener sus objetivos, tragué duramente la comida mientras rezaba a los dioses por un milagro.
¨¿Qué pasa?¨
Corto y al grano al mismo tiempo que manteniendo un intento de neutralidad con una cara que trataba de mostrarse confiada por más que internamente esté gritando a todo pulmón lo injusta que pueden ser las madres. Mi madre pareció querer decirme algo apenas terminé de hablar, pero el impulso murió un poco antes. Luego intentó seguir tratando de buscar qué decir, pero cada vez las palabras desaparecían antes de salir.
Y así, mientras su ánimo bajaba a la vez que el mío se erguía victorioso, terminó soltando la confirmación de que podía posponer este drama un poco más.
¨Tú... Te dejé un poco de tomate para que lo comas. No es bueno ser tan quisquilloso con la comida. Comételo todo¨
¨... Si, madre¨
Ugh. Creo que voy a vomitar todo lo que he comido hoy y hace dos días. Dios, me has dado lo que quería, ¿pero a qué costo? Los tomates son rojos por una razón, ¿sabes? Te advierten con su color que son un peligro.
¨Y apúrate. Vas a llegar tarde¨
¨... Mn¨
Pero bueno, mejor que vivir este drama, supongo. Al menos es solo un poco
Esta vez no saboreando como debería mi victoria ante el kusoge y mi salvada de la incomodidad, traté de mantener una apariencia de normalidad. Con una madre que casi parecía querer leer mis pensamientos con el poder de la presión materna, seguí comiendo a un ritmo acelerado pese a que el hambre se me había pasado.
Mientras ansiaba en irme de esta casa y no pasar por nada de esto hasta dentro de varias horas, no pude evitar preguntarme por qué este sistema de porquería me eligió.
De verdad: ¿Por qué?
Al final terminé llegando un par de minutos tarde y Hiratsuka-sensei, como buena maestra que es, me recibió con un golpe, porque los espartanos se enorgullecen de darles a todos una educación a la altura. Claro, tal vez no debí ser tan respondón cuando me increpó por tardar, pero en mi defensa, ¿quién la manda a hacer referencias a mangas de los 90 en pleno discurso? Prácticamente me estaba rogando por hacer humor.
Pero si, dolió, pero se ve que no me dolió lo suficiente para mostrarme patético, así que todos mis compañeros solo se quedaron hablando de lo bien que había recibido el gancho y la cara de chico malo que estaba poniendo. Eso último claramente vino después de las reacciones, pero bueno, en este punto mi reputación no caería tan fácil. Necesito hacer algo demasiado grande que, ahora mismo, no tengo tiempo de hacer.
Prestando atención a las clases como un perro que se esfuerza mucho en entender qué quiere decirme un dueño que no para de señalar mi excremento y reteniendo lo enseñando como solo un pez lo haría, pasó el tiempo hasta la hora del almuerzo. Apenas sonó la bendita camapana, me levanté incluso antes de la despedida del profesor y me dirigí hacia el campo de guerra, sin importarme las miradas que recibí.
Ya frente a la fuente de todo mal, me permití saborear la amargura para recordar de donde vengo y pronunciar las palabras prohibidas, aquellas que de solo pensarlas un gatito se muere. Por mis manos.
¨¿Podemos... ir a hablar un rato solos, Hayama?¨
Su reacción facial a mi propuesta es la misma que yo hice: de completo asco. El silencio que le siguió al salón de clases fue bastante apropiado considerando que esta escena no merecía tener sonido de fondo. Manteniendo pese a todo una cara seria para demostrar que hablaba en serio, estuve dispuesto a tratar de convencer a Hayama de que pasaramos un tiempo solos por más dolor que me cause.
¨¡Mi OTP se está haciendo canon!¨
... Y entonces, por supuesto, Ebina tuvo que venir a gritarle al mundo que ella es de las chicas raras que seguro buscan fanfics yaoi de Naruto y Gaara, porque con Sasuke es 'sobrevalorado'. Mi cara actuó en consencuencia y perdió años de vida en un instante mientras Hayama pareció haber chupado el limón más agrio de la existencia. Yuigahama solo miró hacia su amiga con simpatía inmerecida, con Tobe haciendo ruidos de mono sorprendido.
Miura solo nos miró un par de segundos, pero enseguida volvió a sumergirse en su miseria autoinflingida. Agradecí eso último, ya que en realidad Miura es la única que puede estropear mis intenciones aparte de yo mismo. Fue el impulso ganado con eso lo que me impidió retroceder en la oferta, así que me planté firme hacia el príncipe mientras el bastardo empezó a tener una expresión renuente.
¨... Si tú quieres, Hikigaya-kun¨
Así, al ritmo de la hiperventilación de Ebina, el intento de calmarla por parte de Yuigahama y la depresión hecha persona que era Miura, nos largamos, yo con mi lonchera, tratando de lo posible de ignorar las miradas que me daban varios estudiantes que parecen centrarse mucho en sus estudios si yo soy su tema diario. Amargado, no dejé que se viera y caminé a ritmo veloz seguido por un Hayama que no se quiso quedar atrás.
En el mar que eran los estudiantes de Sobu yendo a hacer sus vidas, un pesado ambiente se gestó entre nosotros. Era la primera vez que nos acercábamos mínimamente luego de que yo le diera otra paliza. No he ido al club de fútbol ni tampoco me he acercado a Miura o Yuigahama en general. Llegamos a ese bello momento en que se acaba un capítulo de nuestras vidas.
Es una lástima que tenga que crear otro volumen.
¨¿La azotea?¨
¨Si. Ahí no sube casi nadie y menos a esta hora¨
Luego de responder la duda de Hayama nos quedamos en silencio mientras un pequeño gramo de expectación se empezaba a volver fuerte en mí. Ansioso de que todo salga bien, aceleré aún más el paso mientras subí las escaleras finales. Antes de que Hayama siquiera estuviera tocando mi sombra, abrí con fiereza la puerta y dejé que el viento primaveral me embriagara. Por un segundo olvidé todos mis problemas en pos de disfrutar de la naturaleza.
¨¿Hikigaya? ¿Qué haces aquí?¨
... ¿Oyen eso? Es la naturaleza golpeándome con un camión.
Mientras Hayama subía los últimos escalones como el segundón que es, yo miré a la chica de cabello celeste plateado que se encontraba apoyada contra la pared de forma algo genial, que me miraba curiosa. Mientras mil y un pensamientos me hacían querer saber cómo diablos esta chica llegó antes que nosotros y encima le dio tiempo a comer la mitad de su lonchera. ¿Tan rápido come?
O acaso... ¡Tch! No tengo tiempo para esto.
¨Hola, Kawa... saki...¨
¿Lo dije bien? Lo dije bien, ¿no? Digo, no parece haberse ofendido, así que creo que lo dije bien. Juro que creí que era Nissan o algo así, pero por suerte mi memoria no es tan mala. Sonriendo internamente, me permití encarar de mejor manera a un Hayama al lado mío que no está siendo humillado mientras Kawasaki se paraba con una cara que esperarías de una matona, una genial, pero matona al fin y al cabo.
¨No esperaba que estuvieras aquí, Kawasaki-san. No te vi en clases, así que pensé que habías faltado¨
Hayama, como siempre, le habló a todos con su falsa máscara de chico amable. Rodé los ojos ante el intento obvio de sacarle información sin parecer estarlo pidiendo mientras Kawasaki tuvo la decencia de mostrarse avergonzada, no pudiendo mirarnos de frente, encantada muchísimo más con sus pies.
¨Si... Eso... Surgieron cosas y...¨
Por muy genial que sea Kawasaki y por mucho que ella en cierto modo sea la versión definitiva de mí, es incapaz de responder con la misma soltura a Hayama. Su reputación, su apariencia y lo que dice le hace ganar puntos con cualquiera que no vea más allá. Es... decepcionante, pero esperable. Yo también he caído en las garras de este tipo de gente, así que solo puedo desear que Kawasaki no pase por mi mismo dolor.
[No sabría decir si estás celoso o traumado]
Sigue hablando y te juro que te arruinaré tanto que no sabrás ni decir el abecedario.
[Ugh, subtexto homosexual. De verdad te hace falta besar a una chica. O dos. Quizás tres empiecen a cambiar algo en ti]
No me hagas pensar en Totsuka.
¨... Eh, ¿él está... bien?¨
¨No te preocupes. Él siempre hace eso. Es inofensivo... aunque un poquito extraño¨
Ese tono no es uno que usarías hacia alguien que solo es un poquito extraño, Hayama: queriendo transmitirle eso, me enfoqué en mirarlo de frente, buscando que mis ojos asquerosos hicieran el trabajo de amedrentarlo. Pero como unos ojos podridos no pueden hacer nada contra un corazón podrido, su respuesta al mirar mis globos oculares fue sonreír de forma tan arrogante que ni Gilgamesh podría lograr.
Chasqueé los labios, pero no dije mucho más. Ahora mismo no es el momento de empezar una pelea que, aunque definitivamente voy a ganar, a la larga puede costarme caro si quiero la cooperación de Hayama en esto. Mirando a Kawasaki en cambio, preferí ver a una chica que me miraba como si me conociera mejor de lo que me siento cómodo antes que al príncipe.
¨Ustedes de verdad son una cosa...¨
Si ahora sonara una musical ambiental, se habría cortado tan abruptamente que hasta el más efusivo podría pasar a ser un fanático de Ghibli viendo cualquier otro tipo de anime.
¨... Kawasaki, sé que no lo dijiste con esa intención, pero venimos de una chica podrida con deseos de hacerme vomitar. Por favor no digas nada que se pueda malinterpretar¨
¨...¨
Hayama, como no defendió a su amiga, claramente está de acuerdo conmigo.
Kawasaki nos miró a ambos sin entender muy bien a qué nos referíamos, pero fue el correr de los segundos los que lentamente la hicieron comprender. Se quedó mirándonos a uno y luego al otro como si buscara confirmar algo que no entendíamos. Luego, sorprendentemente, una sonrisa comenzó a formarse en su rostro y luego... una pequeña, baja pero existente risa que ocultó pobremente con sus manos me recordó porque no quería hablar con chicas.
¨De verdad son un duo de idiotas¨
No tenías que decirlo con tanto gusto...
[Has ganado +3 Puntos de Afecto con Heroína Kawasaki Saki]
Genial. Ahora se ve que hacerla reír me da puntos de afecto. De verdad esto es una estafa: la cantidad de veces que una chica se rió de mí y me tuvo el mismo aprecio que ellas le tendrían a una cucaracha. Asqueado por esa comparación que trajo recuerdos que prefiero olvidar, puse una cara amarga mientras veía de reojo a Hayama tensar de más su sonrisa.
Nuestra evidente incomodidad solo hizo que se riera un poco más, y por más linda que fuera esa risa, por más que ver a una chica tan linda feliz me calentara la parte idiota del corazón, salvo por un leve sonrojo, mantuve mi cara de desagrado total. Por más linda que sea Kawasaki, el asco de la insinuación y el recuerdo del pasado me pueden más.
Se rió un poco más antes de detenerse y mirar justo en medio de nosotros dos, al más allá, con una expresión satisfecha, como si le acabaran de quitar un peso de encima, al menos de forma temporal. Sin pensar mucho en ello, rápidamente pensé en las palabras correctas a decir sin provocar una mala reacción. Las chicas enojadas dan mucho miedo.
¨... Kawasaki, Hayama y yo tenemos que hablar de algo importante, así que s-¨
¨Hikigaya-kun, no creo que sea necesario que se vaya¨
Con una Kawasaki que no entendía del todo qué estaba pasando y yo igual que ella, miré a Hayama como si le hubiera salido otra cabeza. Me recuperé enseguida.
¨¿A qué te refieres, Hayama? Ni siquiera sabes de qué quiero hablar¨
¨No me lo has dicho, es verdad, pero creo que me puedo hacer una idea. Y Kawasaki-san no supone un problema. No es de las que van soltando información por ahí y hasta donde he visto no tiene ningún amigo al que contarle¨
¨Auch¨
Por mero impulso acabé soltando eso por Kawasaki. Incluso a mí me dolió la manera en que se expresó y si bien la propia Kawasaki es una chica demasiado genial para verse muy afectada por las palabras de cualquiera, sí que se mostró un poco más incómoda, con su anterior felicidad totalmente desaparecida. Y aunque eso me debería alegrar, la forma en que se fue es un poco...
¨... Lo siento si te ofendí, Kawasaki-san, pero solo quiero tranquilizar a Hikigaya-kun con la verdad. No es que me equivoque, ¿o lo hago?¨
¨... No, no lo haces¨
De repente mi desprecio a este príncipe falso se acrecentó. El cómo es capaz de usar su apariencia y habilidades sociales para decir lo que quiera mientras la otra parte solo ofrece un acuerdo tácito. Es una habilidad que me daría asco obtener, la falsedad encarnada, aquella que te impide obtener cualquier tipo de genuinidad. Es sin duda una maestría propia de Hayama Hayato, aquel que es mi nemesis en todo sentido, mi opuesto al que quiero aplastar.
Mirándolo con asco, me puse en guardia cuando sus ojos que ocultaban mil y un verdades me miraron para arriba, denotando que Hayama es la peor clase de humano. Uno que me dio el impulso de devolverlo a su lugar, de hacerlo caer con mis palabras... no obstante, pese a mis deseos, tomé unas cuantas respiraciones profundas para calmarme. Una vez hecho eso, lo miré más tranquilo, con ira todavía en mis ojos, pero contenida por el bien del futuro.
De mi futuro.
Tratando de no prestar atención a una Kawasaki que nos miraba con recelo, decidí dar el primer paso.
¨... Miura es tu amiga, Hayama, y por muy mal que piense de ti, todavía creo que valoras lo suficiente tus vínculos: sino no los tendrías. Entonces, ¿por qué no haces nada para arreglar esto?¨
Hayama no reaccionó al instante. Luego, cerró los ojos, dando una cara que casi parecía de lamento, de uno genuino. Luego abrió los ojos y ahí apareció la máscara que tanto odio. Me respondió la falsedad hecha persona.
¨... ¿Te importa, Hikigaya?¨ Los ojos que ahora me miraban eran viles, llenos de sentimientos que no supe describir porque, para empezar, nunca me importó ahondar en la psique del príncipe. ¨¿De verdad te importa esta situación? ¿Es genuino? ¿O tienes motivos ocultos para querer meterte?¨
... No respondí de inmediato. De hecho apenas me centré en el mundo que me rodeaba una vez Hayama terminó de hablar, de repente mucho más interesado en tratar de entenderme a mí mismo. Porque soy muchas cosas y quiero muchas cosas consideradas viles para muchos, pero quiero al menos ser honesto conmigo mismo, con el mundo que me rodea. Por eso esas palabras de Hayama me hicieron empezar a cuestionar mis acciones y deseos, si eran realmente genuinos.
Lo ideal sería decir que sí, que mi intención es ayudar a Miura por beneficio personal, pero... ahora que tengo a los ojos de Hayama cuestionándome, no pude evitar tambalear un poco. Temí que él viera a través de mí cuando ni yo puedo hacerlo y descubriera eso que se oculta, que no puedo ver. Ese temor, ese orgullo a no querer perder, me forzó a querer dar una respuesta salida de mí.
Pensé en qué decir y en cómo decirlo. Pensé en que fuera propio de mí y que no traicionara mis deseos. Traté de descubrir si mis creencias son ciertas o si algo se esconde en lo profundo de mí. Y al final, cuando llegó la hora de contestar, solo hay una respuesta.
¨... No es genuino. Si ella quiere ayuda y tú quieres ofrecerla, ¿por qué entonces permiten que todo esto ocurra? Eso va en contra de mis principios, y no me gusta¨
Fue la mejor respuesta que pude dar, la más sincera. Hayama se me quedó mirando uno segundos largos hasta que, por alguna razón, abrió mucho los ojos. Pero eso fue solo un segundo: finalmente los cerró al completo, suspiró y me miró con una cara cansada, una más cercana a quien es Hayama Hayato, el hombre que debe ponerse cien máscaras para interactuar con los demás.
Si vio algo más o no, no lo dijo.
¨Tienes razón en que quiero ayudarla, y también tienes razón que una parte de Yumika quiere mi ayuda, pero te equivocas en una cosa. O más bien, hay algo que no ves¨
¨¿A qué te refieres?¨
La cara de Hayama Hayato se volvió amargada hasta un punto casi aterrador, una llena de insatisfacción, molestia e impotencia: una cara muchísimo más apropiada para alguien como yo.
¨Yumiko no quiere mi ayuda. Una parte de ella sí, pero la otra no. Ella está sufriendo y quiere que la salvemos, pero está tan afectada por todo esto que cree que no la merece. Lucha para evitar recibirla, creyendo que se merece este sufrimiento. La opinión de nuestros compañeros no ayuda: creo que debes saber que Yumiko le da mucha importancia a lo social¨
¨En realidad eso es algo que caracteriza a todo tu grupo de amigos, pero entiendo la esencia. Miura básicamente cedió a la presión social debido a su estatus previo¨
Es una estupidez, y por ende, algo que haría un raijuu. Yo ya pasé ese punto en que me importa lo que la gente piense de mí. Perder tantas batallas terminó por afectar mi psique hasta el punto óptimo. Pero es evidente que Miura, una chica que seguramente fue siempre la reina de la comarca, una chica que nunca sufrió rechazo, de repente se vea agobiada tanto por el odio social que terminé cediendo ante él.
... Aunque soy de los partidarios que cree Miura todavía se impondría si no fuera por este juego basura haciendo de las suyas. Sé que ella no es ni de chiste tan débil para caer ante un odio tan inocuo: esto no es nada comparado con el mío.
¨Hikigaya, soy muy bueno comprendiendo a las personas, aunque admito que tú has sido un reto importante. Aun así, me enorgullezco de mis habilidades y por eso me doy una idea de lo que estás sintiendo... Y está mal¨
¨...¨
Me quedé callado, no tanto por la presión que intentó generar Hayama con sus palabras, sino porque estaba un poco interesado en lo que iba a decir. Comprender los pensamientos genuinos es una cosa, pero verlos de frente y sin filtro es un espectáculo que hasta a mí me intriga.
¨Has sufrido mucho, Hikigaya, probablemente mucho más de lo que todos nos imaginamos. Pero has crecido con él: no podrías estar tan podrido si esto no fuera algo que arrastras desde hace años. Quieras o no, te has acostumbrado al dolor. Eso te ha convertido en el tipo insensible que eres¨
¨...¨
Eso es... cierto. No es tampoco algo que he querido ocultar ni algo que me averguense. Todo lo que he aprendido de la juventud se lo debo a mis molestas experiencias intentando encajar. Cada corte no es motivo de pena, sino de orgullo. Me enorgullezco de la conclusión a la que he llegado.
Podrá haber sido doloroso, pero fue un dolor necesario.
¨Pero Yumiko no: ella ha tenido una infancia normal, una secundaria decente y una preparatoria buena antes de esto. Ella no está acostumbrada al odio. Ella nunca fue rechazada. El dolor de ser rechazado por primera vez no conoce límites. ¿Acaso no recuerdas la primera vez que fuiste rechazado incluso ahora?¨
¨... Mis compañeros de segundo grado prefirieron jugar con uno menos antes de dejarme jugar por mis germenes¨
No me duele. He pasado por cosas peores y fue hace tanto tiempo que ahora solo puedo pensar en lo molestos que eran esos niños. Pero... todavía lo recuerdo, y eso demuestra un poco el punto de Hayama.
¨Es así: la primera vez en que eres rechazado te afecta permanentemente aunque luego sigas adelante. Nunca lo olvidas. Yumiko tuvo la fortuna de nunca experimentarlo porque era así de afortunada... y luego tuvo que pasar esto...¨
Hayama dejó de mirarme con cara de sabelotodo para lentamente bajar su mirada y apretar sus manos en puños que deseaban fuertemente golpear algo. La frustración era evidente en él y eso me alegró. Estoy genuinamente alegre de que Hayama esté dispuesto a romper su máscara, así sea solo conmigo, debido al aprecio que le tiene a Miura. Me demuestra que él puede convertirse en el héroe de esta historia.
Que puede salvarme de esta basura.
Extendí mi mano hacia él, llamando su atención. Dando mi mejor cara mientras trataba de dar mi mejor impresión de una sonrisa de negocios, declaré mis intenciones.
¨Salvemos a Miura, Hayama. Sé el héroe y déjame ayudarte¨
¨...¨
No respondió, pero al menos pareció mostrar interés en mis palabras. Rápidamente comencé a explicarme de la forma más genuina posible mientras omitía los detalles que me harían entrar en un centro psiquiatrico.
¨Admito con gusto que mis intenciones no son tan empáticas como las tuyas. De cierta forma estoy buscando beneficiarme con esto. Pero quiero ayudar y estoy dispuesto a idear la mejor forma en que tú salgas bien parado mientras Miura esté feliz. Sé que no nos soportamos, pero estoy seguro de que si trabajamos juntos, podr-¨
¨Hikigaya¨
¨¿Si?¨
¨... ¿Cómo quieres salvar a Yumiko? ¿Cuáles son tus planes? ¿Y en cuantos de ellos acabas con tu reputación dañada?¨
¨...¨
Con lentitud mi mano extendida fue perdiendo fuerza conforme el interés de Hayama en mis palabras se iba apagando. Cuando mi mano terminó cayendo sin vida como si le hubieranu cortado las cuerdas, Hayama comenzó a hablar.
¨Estás podrido, Hikigaya. Quieres ser un asocial que odia a todo el mundo y es odiado igual. Prefieres ser un solitario por el resto de tu vida que decir una mentira piadosa para tener un amigo. Alguien como tú, que piensa lo peor de la gente, seguro ve esto como una oportunidad para destruir lo que se ha construido y que todo vuelva a 'como tiene que estar'. Eres así¨
¨...¨
Si... Soy así. Así fue como crecí y en esto me he convertido. ¿Entonces por qué mierda lo estás diciendo como si fuera algo malo, Hayama? Son ustedes, raijuus de porquería, los que en realidad están cometiendo errores. Precisamente para no cometer más errores es que terminé como estoy ahora: soy la antitesis de los errores, lo creado para no cometerlos nunca más.
El hecho de que me traten como si todavía tuviera errores en mí me repugna. Invalidan todo lo que he aprendido. Y aunque sé que la sociedad está mal, que la juventud es una mentira que todos deciden creer, el hecho de que reniegen de mí me da asco. Hace sentir que todas mis experiencias tienen aún menos valor.
Como si no hubiera aprendido nada...
¨Y si soy honesto... me parece bien. No me importas de esa manera y si tanto quieres arruinar tu vida, ¿quien soy yo para impedirlo?¨
¨¡Entonces...!¨
¨Pero Yui se pondrá triste¨
¨¡!¨
Ese nombre... ese maldito nombre me generó algo fuerte en mí. Si era bueno o no, eso es algo que sabré una vez lo procese.
¨Puedo intuir qué piensas de ella ¿y honestamente? No te culpo. Entiendo por qué alguien como tú es tan renuente a aceptar los sentimientos de una chica, sobretodo de una tan linda. Es natural desconfiar y por eso no voy a recriminarte nada. Tómate tu tiempo para aceptar qué quiere ella y luego toma la elección que mejor te parezca¨
¨...¨
¨No pienso imponerme... Pero aun así quiero cuidar de mi amiga. Podré no ser una buena persona ni el mejor amigo, pero doy mi mejor esfuerzo. Me niego a recibir tu ayuda, por más necesaria que sea, si eso lleva a que una amiga mía llore¨
...
...
¨Eso es... una estupidez¨
¿Y qué si Yuigahama acaba sufriendo? Es lo mejor para ambos. Ella finalmente verá la realidad y dejará de tener sentimientos raros hacia alguien que no lo merece y yo al fin podré tener un descanso de ella. Todos ganaríamos si Yuigahama dejara de ser una chica tonta y viera la maldad que se esconde en mí.
Ahora fue mi turno de apretar los puños con ganas de desquitarme con algo, preferiblemente la cara de alguien rubio y falso. El tipo rubio y falso me dio una mirada que solo pude interpretar como lastima mientras comenzaba a retroceder hasta la salida, como si todo hubiera terminado. Como si yo permitiera que terminara.
¨Entonces...¨
Ante de que Hayama se fuera a ser un infeliz a otra parte, grité
¨¡Miura va a sufrir!¨
¨...¨
Se detuvo y me miró, sin cambiar su expresión. Ya más calmado, traté de hacerle entrar en razón sin ponerme a actuar como un loco.
¨Ustedes, los raijuu, son unos estúpidos que prefieren quedar bien con todos incluso si eso lastima a alguien. Miura no necesita estos entrecijos sociales, sino un golpe en la mesa que la despierte. Necesita que seas un héroe, el tipo que va a romper toda esta mierda sin pensar en las consecuencias por su bien¨
¨...¨
No contestó, pero su expresión se volvió cada vez más lamentable. Lo tomé como una señal de que mi mensaje estaba llegando y redoblé mis esfuerzos, ansioso porque este grupo de amigos encontrara paz para que yo también lo haga.
¨Conmigo de tu lado, puedes ser ese hombre sin romper tu máscara de perfección. Conmigo ahí para guiarte, estoy seguro de que podemos encontrar un final en el que todos ganamos. Si siguen así, sin hacer lo suficiente para proteger sus imagenes, Miura va a segur sufriendo. Me necesitas: sé que quieres salvarla pero no te atreves a hacer lo necesario. ¡Si estoy yo para tomar esa elección, entonce-¨
¨Ojalá fuera así, Hikigaya¨
¨¿Eh?¨
Mirándome con esa misma cara lastimera de antes, me dijo palabras en un tono tan inequivocamente mal que solo pude retroceder un paso del puro shock. Nunca, jamás, habría imaginado a Hayama Hayato sonando tan derrotado. Ni cuando lo humillé se mostró así de sombrío.
No me gusta. Ni un poco.
¨Ojalá yo fuera la mitad del hombre que crees que soy¨
¨...¨
¨Querer cambiar las cosas pero temer las consecuencias. Querer salvar a una amiga pero no atreviéndome a dejar que la otra sufra... Demostrar que tengo razón en mis creencias y por eso rechazo la ayuda de mi posible salvador: no soy nada tan grandioso, Hikigaya. Incluso si ves a través de mi máscara, todavía crees que soy algo más¨
¨...¨
¨Yo... haré mi mejor esfuerzo. Trataré de darme valor. Trataré de... que eso no vuelva a ocurrir¨ Una sonrisa desagradable me dio el príncipe de las cien máscaras antes de mirar escaleras abajo. ¨No dejaré que te involucres por mi culpa. Si vas a hacer algo, hazlo tú mismo o busca a otro¨
Y con eso Hayama empezó a bajar hasta desaparecer de mis vista, el sonido de sus pasos siendo su único remanente dejado, e incluso eso desapareció a los segundos. Un silencio desagradable invadió el lugar, conmigo siendo un manojo de un montón de sentimientos que no sabían quién tenía que tomar la delantera.
Finalmente, terminó entrando en vigor el sentimiento más lógico en esta situación. Yendo rápido, golpeé con fuerza moderada mi puño contra la pared mientras dejaba que la ira tomara el control en mí.
¨¡Hijo de puta!... ¡Así no salvarás a nadie!¨
Si Hayama quiere jugar al héroe, él está en todo su derecho, ¿pero entonces por qué mierda no se esfuerza más? Debe darlo todo por su amiga si tanto la quiere, pero prefiere seguir con su mediocre modus operandi porque es un mediocre con aspiraciones mediocres que solo obtendrán resultados horribles.
[Perdiste la oportunidad de una buena frase]
Contigo cada momento es una perdida.
¨...¨
Mierda, ¿ahora qué hago? O sea, si, es obvio cuál es mi siguiente paso, ¿pero cómo llevarlo a cabo si el bastardo se niega a cooperar? Hayama es el único medio que se me viene a la mente que puedo usar para escapar de esta situación sin ser un héroe para Miura. Obtener el mejor resultado con mi imagen manchada es lo ideal, pero solo con que Hayama se lleve los proyectores sería suficiente.
Necesito a Hayama haciendo su labor. Es eso o de algún modo volverme un mago. ¿Pero cómo lo convenzo de meterse en el plan? O más bien, ¿cómo puedo meter en mi plan a Hayama, lo quiera o no? ¿Cómo lo voy a manipular? Pienso en mil escenarios, pero ninguno tiene un buen resultado. Porque no importa si Hayama es un raijuu incapaz de ser genuino, sigue siendo intelectualmente de los mejores en esta escuela. Solo Yukinoshita es más.
Yukinoshita... No, no servirá. Ella definitivamente no va a estar de acuerdo con nada de lo que proponga, mucho menos si incluye de algún modo mi visión del mundo. Hiratsuka-sensei seguro me va a dar una golpiza de solo sugerirle la mitad de mi plan y en cuanto a otros candidatos, brillan por su puta ausencia. Estoy solo en esto, así que necesito yo solo buscar la ayuda de Hayama, obligarlo a seguir mi plan.
... Pero hacerlo solo yo es un poco... No importa cómo lo veas, no tengo madera de manipulador. Creo que Isshiki-san podría ayudarme en eso, pero de ser posible prefiero no interactuar con ella.
Eso me deja con... bueno, nadie.
¨...¨
¨... U-Um, ¿H-Hikigaya? ¿Estás bien?¨
Dejé de presionar como si no hubiera un mañana mi cabeza contra la pared para mirar de reojo a la chica que, al parecer, llevaba todo este tiempo aquí. Difícil saberlo cuando la estupidez de Hayama es tan densa que opaca mi visión. Estaba a punto de enviarle un sonido afirmativo mientras pensaba en irme de aquí... pero entonces se me ocurrió algo.
Miré de nuevo a esta chica, esta vez con mucho más interés. Ella retrocedió un poco ante mi mirada asquerosa, sonrojándose del puro asco al parecer. Doloroso para cualquiera, pero para Hikigaya Hachiman es un martes. Con decisión avancé hacia ella y, una vez en frente, apoyé mis manos en sus hombros, sin importarme que ella me pateara en consecuencia: así de decisivo quiero verme a sus ojos.
No me seguirá ni de chiste si me muestro tan nervioso como me siento.
¨Tú... eres como yo, pero mejor, ¿verdad? Hayama dijo que no tienes amigos, y en mi experiencia quien no tiene amigos en esta edad a duras penas cuenta con conocidos¨
Esperaba una mirada mortal por mis palabras seguido por tal vez un golpe a mi entrepierna. Afortunadamente ella estaba demasiado sorprendida por mi confianza para hacer nada más que mirarme, con su sonrojo siendo el único indicativo de su ira. No buscando aplacarla, sino direccionarla hacia donde corresponde, continué.
¨E-Eh... Decir eso es un poco...¨
Negué con la cabeza mientras le daba una sonrisa comprensiva, dignas de un vendedor bien establecido en el fino arte de estafar.
¨No hace falta avergonzarse. No pongas excusas cuando no las necesitas: no te miro menos por eso. De hecho eso me gusta. Admito que me gustas un poco, Kawasaki¨
... Se llamaba Kawasaki, ¿verdad?
¨¡!¨
¿Hm? De repente su sonrojo se hizo más pronunciado. ¿Tanto le disgustaron mis palabras?... No, no seamos tan negativos, Hachiman. Es probable que solo esté un poco avergonzada de mis palabras. Admito que me cuesta un poco decirlas, no por nada yo también estoy un poco rojo, pero si no me averguenzo un poco, ¿cómo planeo vencer al avatar de la verguenza encarnada en ceros y unos que quiere faltarle el respeto a Hatsune Miku?
[¡Basta con eso! ¡Tú también piensas igual que yo!]
Que me haya gustado una chica con cosplay de Miku no es lo mismo que querer irrespetar a un conjunto de datos que cantan con la misma humanidad que padre cuando va al baño luego de comer un chile.
¨Eres increíble tal y como eres, Kawasaki. Ya eres perfecta. Eres todo lo que quiero ser. De lo poco que te he visto desde que hablamos ese día, puedo confirmar que eres la mujer más genial que he visto¨
¨P-Para...¨
No voy a parar, Kawasaki. ¡Todo sea por el plan!
¨Por eso necesito que me ayudes con la información: solo eso. Investiga, date cuenta de qué sucede en nuestro salón y me dejas a mí pensando en qué hacer. Solo eso te pido, Kawasaki. Nada más. Hazlo, por favor, porque solo puedo contar contigo. Tengo las manos atadas debido a mi reputación, pero tú eres perfecta. Eres increíble. Eres hermosa. Er-¨
¨¡Y-YA PARA!¨
¨¡COUGH!¨
Q-Quizás me pasé con los elogios. Creo que... creo que a las chicas no les gustaban los hombres que se arrastraban demasiado, ¿verdad? Creo que... m-mierda, quiero vomitar. ¿Por qué siempre me golpean?
A-Al menos no fue en mis huevos de pascua. Por lo menos Kawasaki no es tan mala.
Mientras yo estaba pensando seriamente en que iba a visitar a San Pedro y que él me acusara de ser un sucio ateo japonés, por alguna razón Kawasaki seguía aquí y no se estaba desquitando físicamente conmigo. Seguía ahí, balbuceando palabras que no puedo llegar a entender del todo más allá de algunos sonidos.
Mientras me iba a recuperando de a poco y salvaba el increíble desayuno de madre de un final lamentable, escuché un sonido peculiar por parte de Kawasaki. Mirando hacia arriba, me encontré con unos ojos que me miraban con sentimientos varios que no llegué a determinar, la mayoría estando lejos de ser negativos.
Rápido, kusoge, tomale una foto.
[*Click*]
Finalmente, varios de esos sentimientos complicados se esfumaron, dando paso a una tenue determinación que podría volar si le daba un soplido. Con mi nariz.
¨Acepto...¨
Mientras un bello sentimiento de esperanza me invadía, el sonreí genuinamente, escuchando como ella se atragantaba del asco ante mi cara horrible. Con esto podré comprobar si mi presentimiento es cierto.
¨Gracias. Eres la mejor¨
Como, incluso cuando hizo sonidos raros de extrema ira, aun así no me golpeó, demostró mi punto de que Kawasaki es la mejor chica.
[Has ganado +20 Puntos de Afecto con Heroína Kawasaki Saki]
[Felicidades, galán]
¿Eh? ¿Pero por qué? Si solo la he hecho enojar.
[...]
[...]
[... Dios da y dios quita, supongo]
Sin entender nada todavía, ya empecé a maquinar cuál sería mi siguiente paso. No un paso directo, sino uno que esperaba me diera más libertad de movimiento.
The Deserter Angel:
El drama va a comenzar, si, y de hecho ya vimos avances en ese frente. El camino de Hachiman es... complicado de describir. No lo es en cuanto a lo que hay que hacer, pero en lo emocional... si, no es bonito. Y la mamá de Hachi meterá un poco de presión en varios aspectos y de hecho un momento muy importante del Volumen será con ella. Espero hacerlo.
Me alegra que te guste lo que cocino en mi mente. Es algo que llevo dentro de mí desde hace años y es bueno finalmente producirlo en vez de que solo me lo guarde para mí. Gracias por comentar y espero leerte de nuevo. Cuídate.
Sebas602:
Si, el comienzo del capítulo ya reveló un detalle crucial que nunca me digné en explicar y de paso tenemos la vuelta de la Hachimamá tras tanto tiempo. Sé que ella apareció antes, lo recuerdo, pero no sabría decir cuándo fue. Lo que sí sé que hizo su debut fue el padre y él... es curioso. Suele ser una figura extraña de escribir para mí: en general ambos padres lo son, pero siento que sé aún menos de Hachipapá. Espero hacerlos lo suficientemente simpáticos, ya que mi intención no es demonizarlos como otras historias. Son... complejos, por así decirlo.
Avanzando, el tema de Shizune es uno algo complejo: ella no es real, pero afecta como si lo fuera, y auqnue no exista una verdadera Shizune haciendo estas cosas, no quita que haya por ahí una chica que pudo ser Shizune pero no se animó/no quiso. O puede que no. El Sistema juega con los miedos de las Heroínas y es algo que planeo explorar para cada una de las importantes. No todas, porque sino esto no terminará nunca, pero sí a las principales. Y ya adelanto que no todas serán necesariamente NPCs que no existen. Ya lo verás en el siguiente Volumen.
Hachiman siendo el héroe... es un rol que él odia y para el que no está capacitado. En el canon él, si bien suele ayudar, está lejos de ser un héroe o salvar el día. Al contrario, por lo general no termina ayudando a nadie salvo quizás Sagami, y eso es solo si hablamos de su reputación, ya que nunca pudo ayudarla de ninguna manera. Será un viaje largo para que Hachiman logre convertirse en un héroe o algo más de lo que es hoy: espero que cuando llegue ese día, haya hecho un buen trabajo. De momento, tendremos que lidiar con Hachiman luchando contra/¿queriendo que le hagan? NTR. Veamos como resulta.
Continuando, en general los padres de Hachiman son... padres asiáticos, en pocas palabras. No conozco TAN a profundidad la cultura japonesa, pero sí he superado esa etapa de idealizarla. He leído, visto y descubierto un montón de información e historias que me hicieron reflexionar un poco sobre todo lo que consumo. De paso también me hizo apreciar más a Oregairu en cuanto a sus temas de lo genuino y el hecho de que nadie diga lo que quiere: siento que es una historia que le llega mucho a esa sociedad y creo es la razón por la que es tan querido en Japón.
Pero al caso, los padres de Hachiman no son malos. Son de hecho bastante progresivos en ciertas cuestiones como el hecho de que la madre pueda tener una vida laboral sin estar anclada a ser ama de casa. Pero son... no muy conocedores del drama de sus hijos. Son ausentes emocional y por mucho tiempo hasta físicamente, porque eso es lo que se espera de su sociedad. Me gustaría escribir algo que pueda llegarle un poco a un niño japonés que nunca leerá esto, y de ahí nace la idea de meter la crianza de ese país, de la que me he informado más allá de los memes. No demonizarlos, sino entender que son productos de unos valores que afectaron a su hijo y que, incluso si que ambos trabajen es bueno para su relación, no lo es tanto cuando tienes un niño acomplejado como el pequeño Hachiman.
Espero hacer un buen trabajo ¿y quién sabe? Tal vez le llegue a alguno de ustedes. Lo dudo, pero eh, se vale soñar.
Para terminar e irnos a algo más ameno, si, planeo incluir peleas. No tantas y algunas no es que sean muy importantes, pero se me vienen a la mente tres peleas que quiero escribir, todas aún bastante lejos. De momento mantendré el aura de 'comedia romántica típica'. Y Komachi será un misterio hasta casi la recta final, como dije, pero a partir de ahora me gustaría dar algunas pistas para que se formen una idea.
Gracias por siempre estar presente. Cuídate, te deseo lo mejor y espero que la historia de mañana sea de tu interés. Será sin duda una... peculiar pero a la vez. Aprovechando el 'hype' pero no usándolo para lo que algunos esperarían. En fin, nos leemos mañana con suerte.
Pablo Zapata:
Y supones bien XD. Sé que me gane esa presunción y esta historia no hará nada para desmentirlo. Es verdad que de momento son solo plantar semillas, pero la familia Hikigaya es un drama cocido a fuego lento... y no hay nadie en casa para asegurarse de que no se que queme. Llegará el día en que todo le explotará a Hachiman en la cara.
Juan Sebastian Salazar Pupiales:
Me alegra que te gustara. Gracias por comentar.
...
Bueno, como dije en mi otra historia, mañana publicaré la nueva historia de Oregairu. Es un Crossover con otra serie. Será una historia... no sabría decirlo, pero de todas las que tengo de Oregairu, es junto con Sagami de las más 'normales' en el sentido de que, salvo un elemento narrativo que planeo explorar a fondo, será una historia muy tranquila... más o menos.
Luego se viene una historia corta de Genshin y luego tengo una historia de Pokémon x Oregairu que... bueno, si bien quiero hacer, me está resultando difícil planear todo. Pero quiero hacerla. Planeo hacerlo.
En fin, con esto quiero decir que, lo más probable, Eroge pase a actualizarse cada dos semanas o un poco más en el futuro. La de Genshin es una historia más corta y solo la quiero escribir porque de verdad me encanta el juego y quiero subir algo de ese mundo antes de volver a la vida adulta como corresponde, así que no durará mucho. Pero si, esperen actualizaciones menos constantes a partir de ahora.
En fin, gracias por leer. Nos vemos un poco menos pronto.
