Del amor y otras molestias

Historia 7

Un baile

Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Masashi Kishimoto, esta historia es de mi total autoría no está permitida su publicación en otros sitios sin previa autorización. -Azulen-

Ooc (Un poco, por el bien de la trama xD)

Nota: Esta es una colección de capítulos no lineales algunos largos, otros tipo viñeta, en este universo la masacre Uchiha y el ataque del zorro no ocurrieron.

•••

-¿Misión especial?

Atrapó la pequeña pelota entre sus manos con aburrimiento antes de lanzarla de nueva cuenta hacia la pared que tenía en frente haciéndola rebotar, sus ojos adormilados, el rostro arrebolado y el largo cabello rosa que caía hacia el suelo como un manto mientras reposaba relajada sobre el sofá donde solía dormir su maestra de vez en cuando si se le acumulaba el trabajo, a su lado sobre la mesita un vaso de sake a medio acabar y un par de botellas reposaban sin ningún cuidado.

-Algo así… enviaremos a un escuadrón ANBU contigo.

Tsunade repasó rápidamente el papel sobre su escritorio antes de colocarle su sello y sumarlo a la pila de papeles que había sellado ese día, le dio un trago profundo a la botella sintiendo los pasos pesados y apresurados de Shizune acercándose antes de abrir abruptamente la puerta sin llamar.

-¡Tsunade-sama! ¡Sakura!- exclamó indignada.

-Yo estoy haciendo mi trabajo- señaló los papeles sin voltear a mirarla- ella está aquí porque voy a asignarle una misión.

-¿Y la misión es beber con usted hasta el amanecer?- regañó la mujer de cortos cabellos negros dejando en el suelo a Ton-Ton.

-Lo siento Shizune-san… hay poco que hacer en el hospital y Tsunade-sama necesitaba una mano ¿No es así maestra?- sonrió con inocencia fingida dejando sobre la mesa la pequeña pelota antes de incorporarse en el sofá como una buena niña.

-Déjala en paz Shizune, si sigues tomándote tan en serio cada tontería te arrugarás muy pronto, siéntate un rato y charlemos bebiendo algo- rodó los ojos.

-Tsunade-sama… ¿Está trabajando ebria?

- ¿Y cuando no?- Sakura rio escandalosamente.

-¡Tú también!- la señaló de forma acusadora- ¡Es medio día Sakura y tú aún ni tienes edad para estas cosas!

La cara de Shizune parecía estar a punto de estallar de lo roja que estaba con una mezcla de vergüenza ajena y rabia.

-¿Tengo edad suficiente para rebanarle el cuello a la gente con un kunai pero no para beber sake con Tsunade-sama? Si que eres algo aburrida Shizune-san- sonrió ampliamente- relájate un rato y bebe con nosotras-hipó.

-Creo que tuviste suficiente querida- Tsunade se retiró las gafas de lectura masajeándose el puente de la nariz antes de voltear a mirar a la más joven de sus pupilas- necesito tomar aire vamos al jardín.

•••

-Ahhh que fresquita se está- sonrió tontamente sentándose en el borde de madera de la barandilla que rodeaba el pequeño islote de madera construido sobre la laguna del jardín de la mansión Hokage.

-Voy a preparar algo de té para quitarle a Sakura la embriaguez- suspiró Shizune- por favor, no más de esto para ella- sugirió llevándose las botellas de sake de la repisa donde Tsunade guardaba unas reservas para pasar el rato.

-¿Y de que va la misión?

-Tal parece que el hermano del señor feudal del País del Hierro está conspirando contra él y haciendo "negocios" a sus espaldas, este hombre es un excéntrico y pronto dará un enorme baile en su casa en la cual el hijo menor del Daimyo del país del fuego está invitado junto a su esposa, esta será tu primera misión de infiltración con un equipo ANBU aunque no te preocupes, será sencillo te harás pasar por la prima de la nuera del Daimyo y esposa del "general de la guardia del Daimyo" o sea Uchiha, robarán los documentos de la oficina del traidor y se los entregarán a Mifune-dono, estarás bien ya has hecho misiones bajo el mando de Itachi Uchiha anteriormente.

-Prrfff- el agua que hasta ese segundo había estado bebiendo con la mirada perdida escapó de su boca desparramada cual veneno.

Tsunade le lanzó una mirada cargada de escepticismo analizando aquella extraña reacción.

-¡¿Fingiré ser la esposa de Itachi-san!?- exclamó anonadada.

-¿Fue lo único que captaste?- suspiró decepcionada.

-Concéntrate Sakura, si te dejas llevar por tus amoríos adolescentes asignaré a una kunoichi que me demuestre más profesionalismo- aseveró con rectitud.

-N-no, lo siento Tsunade-sama, cumpliré mi misión- asintió- ¿Cuándo saldremos?

-Mañana por la mañana, acompañarás a la princesa haciéndote pasar por su prima para poder infiltrarte en la fiesta y les sea asignada una habitación dentro de la mansión, Shisui y Yami los acompañaran en calidad de guardaespaldas para distraer la atención de ustedes.

-¡Hai!- exclamó ya más compuesta.

Shizune apareció por el marco llevando una bandeja con tres tazas y una tetera depositándola con suavidad en la mesa de centro antes de sentarse en la silla disponible suspirando con cansancio.

•••

La estaban

matando

los nervios.

Jugó con sus manos inquieta viendo tres altas figuras de pie cerca del portón principal de la aldea, llegaba muy justa de tiempo y esperaba no se le notase que a duras penas había podido pegar el ojo en toda la noche, tomó aire y compuso la expresión más feria y fría que se podían permitir sus aún inmaduras facciones.

Ahora que lo pensaba tendría que hacerse pasar por la esposa de Itachi, habría preguntas sobre su evidente juventud, apenas había cumplido dieciocho el mes pasado, su ceño comenzó a arrugarse inevitablemente destruyendo aquella fachada de piedra que quería componer, pero no podía evitarlo estaba tan nerviosa.

Shisui pareció decir algo divertido e Itachi sonrió ampliamente para luego reír con disimulo.

Se veía tan adorable…

¡Basta Sakura!

Se dijo a sí misma al borde de un ataque cardiaco, ya ni siquiera estaba segura desde cuando tenía aquellos incómodos sentimientos hacia su amigo, compañero de entrenamiento y capitán, desde que regresó a la aldea Itachi y ella se habían vuelto algo así como cercanos, pero era tan frustrante que el la tratase constantemente como a una niña pequeña.

Como si fuese su hermanita.

¡Argh Itachi idiota!

Se tiró de los cabellos mentalmente y su ceño se profundizó en una expresión más severa y contrariada.

-Buen día a la flor de Konoha ¡Tan temprano y ya estás enfadada!- exclamó Shisui picándola.

Sakura lo fulminó con la mirada antes de relajar su ceño suspirando.

-Buenos días… me quedé leyendo un tomo de medicina hasta tarde y no dormí bien…- mintió rodando los ojos retomando esa seria expresión que trataba con toda fuerza de fingir.

Una suave sonrisa sincera iluminó el rostro de Itachi y sintió el calor ascender lentamente hacia sus mejillas sin que pudiera controlarlo y las comisuras de sus labios temblaron intentando retener esa tonta sonrisa de enamorada que se escapaba de vez en cuando.

Profesionalismo Sakura profesionalismo- se repitió internamente como un mantra.

•••

Tras breves minutos en los que Itachi explicó los detalles de la misión agregando algunas indicaciones adicionales partieron camino al castillo del Daimyio ubicado ventajosamente cerca de la aldea.

Se reportaron con los guardias y se ubicaron cerca de la puerta

Pronto un carruaje llegó a ellos y una preciosa mujer joven ataviada en elegantes vestimentas tradicionales fue anunciada descendiendo con exquisita delicadeza del carruaje siendo ayudada por un hombre que aparentaba su edad y estatus.

-Mi nombre es Shiro Madoka y ella es mi prometida Itsuki- anunció alegremente.

La joven rio tímidamente ocultándose tras las mangas de su amplio kimono.

-Su esposa- corrigió- nos casamos hace dos meses y aún no se acostumbra, tu debes ser Sakura- le sonrió gentilmente.

-H-hai- asintió con una suave reverencia- Sakura Haruno- se presentó correspondiendo a su dulce sonrisa.

Itsuki se veía como una persona calmada, dulce y amable lo cual la relajaba mucho, estaba mentalmente preparada para encontrarse con una princesa caprichosa y altanera.

-Los datos de los integrantes de la misión deben permanecer confidenciales- dijo Itachi con voz firme pero controlada y su rostro completamente inexpresivo como era normal en cada misión, siempre portando su máscara profesional.

Sakura le imitó retomando la seriedad necesaria y asintiendo mientras acomodaba su postura a una más firme.

-Comprendo- asintió pasivamente la elegante joven sus cabellos cobrizos se balancearon suavemente cuando se dio vuelta y dos doncellas aparecieron para seguirle el paso de cerca- vamos, Sakura, necesitas prepararte- sonrió con amabilidad.

Algo en su andar, la delicadeza de su voz, o quizás en su mirada azul como el cielo le hizo percatarse a Sakura de cierto deje de tristeza o resignación transmitido por ella hacia su entorno, era gentil pero enigmática, su sonrisa era sincera, pero había algo en ella que la consternaba y la hacía sentir curiosa.

•••

Cuando le dijeron que tendría que fingir ser familiar del Daimyo por un par de días jamás imaginó que sería tan difícil, había tres reglas esenciales .

Se discreta.

Se modesta.

Se impecable.

Aunque con todo el conjunto de reglas sociales, modales y respuestas cordialmente evasivas a temas de conversación "no aptos" para una princesa casi podía comprender por qué esa pobre mujer estaba tan triste en el fondo de su corazón, que vida tan limitante y abrumadora.

Su cuerpo estaba envuelto en un gigantesco kimono de diseño floral para nada parecido a su cómodo y bonito kimono empacado "por si acaso" en su maleta, jamás se había sentido tan silenciosamente humillada y desde luego jamás había usado sobre su cuerpo algo tan absurdamente caro, no quería moverse por temor a rasgar esa fina pieza de tela, le habían recogido el cabello con accesorios que mejor ni pensar en su precio, el maquillaje ligero resaltaba sus facciones, sus preciosos ojos verdes se notaban más atrayentes que nunca.

-Eres muy hermosa Sakura-san- suspiró la princesa sentada en la cama contemplándola con ojos soñadores mientras las criadas ajustaban el kimono para que se le viera perfecto.

Salió de la habitación descendiendo las escaleras con cuidado de no endeudarse de por vida rasgando sin querer sus ropas, a su lado Itsuki sonreía satisfecha e incluso algo divertida contagiando a Sakura quien empezaba a comprender la naturaleza alegre y sociable de aquella chica que actuaba como un ave enjaulada.

En el vestíbulo Itachi, Shisui, Yami y Shiro revisaban un plano de la mansión informando a Shiro sobre el rol de distractor que tomaría durante la misión mientras los sirvientes de la casa se encargaban de subir todos los implementos necesarios para esos dos días al carruaje y designaban a las dos doncellas que las acompañarían, Sakura suspiró ligeramente nerviosa, prefería las misiones en las que tenía que luchar al menos en ese tipo de misiones solo tenía que poner la mente en blanco y lanzar golpes fríamente calculados, pero era su primera vez en una misión de esta clase ¿Qué si se había infiltrado antes? Por supuesto, era una kunoichi experimentada a su corta edad, pero no necesariamente actuando de algo tan alejado de su propia personalidad.

Aún no ocurría nada y ya estaba temblando de miedo ante la idea de que su mal carácter se soltara sin querer y levantar sospechas en esa fiesta, además para colmo de todos su males, no tenía ni la más mínima idea de cómo bailar, Itsuki había improvisado una pequeña clase mientras se arreglaban para el largo viaje, pero no parecía tener demasiado talento en ello, en algo tendría que ser mala ¿no? y esperaba con toda sinceridad no tener que hacerlo en toda la noche.

Itsuki carraspeó con delicadeza llamando la atención de los Shinobis sumidos en su conversación con su esposo y en automático tres cabelleras oscuras y una castaña voltearon hacia ellas expresando su opinión sobre su renovada apariencia de diferentes particulares maneras.

Los ojos pardos de Yami la escanearon velozmente de pies a cabeza ampliándose con un sonrojo apareciendo discretamente en sus mejillas y desviando la mirada avergonzada hacia otro lado.

La mandíbula de Shisui casi cae al suelo y sus ojos casi se salen de sus orbitas de la impresión llevándose una mano directamente a su pecho antes de fingir que iba a desmayarse, acto que provocó a Sakura relajarse automáticamente para aproximarse apresuradamente a intentar golpearlo.

-S-Sakura, recuerda la compostura- le recordó Itsuki tímidamente.

Sakura exhaló relajando su ceño fruncido y deshaciendo sus poderosos puños con un movimiento delicado.

-Lo lamento- expresó con voz suave y cristalina como Itsuki le había indicado antes.

Se encontró con los ojos de Itachi que la observaban con intensidad con un brillo casi travieso en sus ojos y una pequeña sonrisa misteriosamente satisfecha.

Se sonrojó y volteó su rostro apenada comenzando a avanzar hacia afuera a paso rápido.

-Sakura, pasos pequeños- le recordó nuevamente la mujer con suavidad riendo con disimulo.

Menudo desastre estaba hecha…

-Hinata habría sido mejor para esta misión…- se lamentó dejando escapar el pensamiento en voz alta.

-¡Qué dices! Se apresuró Shisui llegando a su lado con una sonrisa ladina- eres perfecta Sakura, te ves preciosa- un brillo juguetón saltó en sus ojos y Sakura le tiró ligeramente del cabello arrugando el ceño.

-No trates de ligar conmigo aún puedo matarte a golpes Shisui- amenazó tenebrosamente haciendo que un escalofrío recorriera la espina del pelinegro quien saltó hacia atrás alejándose.

-¿Por qué las bonitas siempre están locas?- se encogió de hombros bufando resignado y sintió una mirada afilada sobre su nuca volteando hacia atrás contemplando a Itachi mirándolo fijamente con su rostro aparentemente inexpresivo pero sus ojos reflejando muy malas intenciones.

Sonrió de forma pícara intensificando la mirada de Itachi sobre su faz.

-Oye Sakura…- llamó, pero ella ya se había adelantado y entrado al carruaje junto con Itsuki.

•••

Tardaron más de un día en llegar haciendo pausas en elegantes posadas dos veces para que Sakura e Itsuki puedan asearse y cambiarse.

-¿Por qué es necesario que yo use esto? ¿No era mejor usar mi ropa y luego cambiarme en la última posada antes de llegar a la casa del hermano del feudal? Esto es agotador… -suspiró.

-Es por esa razón- rio con gracia la joven de cabellos color cobre- necesitas acostumbrarte un poco a esto, para que no luzcas tan incómoda cuando estemos con esas personas- le acomodó con gentileza el cuello del Kimono-además las personas que nos acompañan creen que eres una prima lejana que decidió ser kunoichi-susurró solo para ellas- fue idea de Uchiha-san para evitar filtraciones.

-No fui informada de ese detalle- murmuró algo disgustada.

-Es normal, es para que seas lo más natural posible, todos aquí tienen la idea de que eres de la nobleza, pero no estás acostumbrada a esto-le sonrió dulcemente.

-Bien-asintió suavemente- lo haré lo mejor posible.

-Esa es la actitud-felicitó Itsuki sujetándole las manos amigablemente.

El carruaje se detuvo frente a una ostentosa construcción tradicional con exorbitantes jardines decorados exquisitamente, Itsuki le hizo una pequeña señal para que colocara sus manos adecuadamente y recompusiera su postura antes de que la puerta del vehículo se abriera anunciándolas, del segundo carruaje descendieron Shiro e Itachi quien ya estaba "disfrazado" con la elegante vestimenta tradicional de la nobleza y se movía a la perfección desprendiendo un aura aristocrática que opacaba al mismísimo hijo del Daimyo y arrancaba discretos suspiros a las doncellas.

Itachi parecía haber nacido para ser un príncipe, suspiró desanimada recobrando rápidamente la compostura preocupada de que alguien le hubiese notado, por fortuna Itsuki descendiendo del carruaje la había cubierto, trató de imitar la elegancia de los movimientos de Itsuki al descender del carruaje y casi tropieza con el filo.

Ya estuvo.

Hasta aquí llegó la misión.

Unos fuertes brazos la sostuvieron con delicadeza y una risa encantadoramente cristalina flotó en el aire mientras era salvada de caerse de bruces contra el suelo.

-Me disculpo, mi esposa está un poco nerviosa- pronunció con firmeza y propiedad sin dejar de sonar gentil.

¿Cómo demonios podían hacer eso?

¡Santo Dios Itachi debería de ser actor!

El sujetó su manos entrelazando sus dedos y dedicándole una suave sonrisa cargada de ¿cariño?

Se sonrojó profundamente titubeando al responder al toque de su mano sobre la suya, se sentía hipnotizada por esos ojos ónix mirándola de esa manera, embelesados.

Parecía tan genuinamente enamorado.

Como si realmente fueran una pareja de recién casados.

Sus manos se soltaron y Sakura comenzó a extrañar su calidez, no podía parar el acelerado palpitar de su corazón sintiéndose al borde del desmayo.

Seguramente tenía la cara más roja que un tomate, pero al menos aquella reacción tan natural le ayudaba a disimular y sustentar la anterior afirmación de su "esposo".

•••

Bien, estaba hecho, todos en sus posiciones.

Itachi y Sakura vigilarían la posición del hermano del feudal y sus lacayos desde la fiesta mientras Shisui se infiltraba en la oficina y robaba el pergamino, Yami comprobaría el perímetro, las trampas de genjutsu estaban colocadas para alejar a cualquiera que se acerque al lugar, en cuanto Itsuki finja el desmayo y Shiro empiece a pedir ayuda toda la atención recaerá en ellos, Shisui robaría los documentos originales y colocaría un genjutsu en la oficina para que nadie note el robo hasta que estén todos muy lejos de ahí y sería misión cumplida.

-¿Lista?- preguntó Itachi parado en el arco de la puerta mirándola expectante.

-S-si… mi señor…- respondió tímidamente cuidándose de usar el tono de voz indicado por el protocolo y mirando de reojo a la doncella que le daba unos últimos ajustes a su peinado.

Se puso de pie y tomó la mano que le era ofrecida caballerosamente por su acompañante, se sonrojó al tomarla, se veía irresistiblemente guapo y estaba segura de que no sería la única en babear por tal visión esa noche, pero al menos podía tener la certeza de él era todo suyo en ese momento, aunque sea un matrimonio fingido.

Miradas indiscretas se ciñeron sobre ellos, hombres y mujeres envidiando la gracia y belleza transmitidas por aquellas dos personas que acababan de entrar al salón, si supieran que ni siquiera pertenecían a su estatus se morirían en ese momento de la deshonra.

-Te ves hermosa- la halagó Itachi con una sonrisa sincera que la azoró ¿Era parte del papel o se lo estaba diciendo de verdad?

-U-usted también t-tai- mi señor- se corrigió rápidamente con su inocente nerviosismo carcomiéndola en el interior.

-¿También me veo hermosa?- bromeó algo risueño, fue entonces que Sakura se dio cuenta de que Itachi actuaba de manera completamente natural, era tan difícil distinguir si todo era parte del acto que estaban montando o simplemente se lo decía de verdad, parecía una genuina interacción casual entre un esposo cariñoso y su mujer.

Su mirada se llenó de determinación decidida a entrar correctamente en el papel que le correspondía.

-Te ves encantador esta noche, cariño- sonrió dulcemente ganándose un par de miradas nada disimuladas de una pareja a su lado y un tenue sonrojo se adueñó de las mejillas del Uchiha ligeramente perturbado con la repentina declaración.

El ambiente había cambiado totalmente, los rosados cabellos de Sakura, su distinguida belleza llamaban la atención de personas que empezaban a notarse con intenciones de acercarse a hablar con ellos, no era buena idea interactuar con aquellos que podrían reconocerlos o recordar sus rostros en algún momento de iniciarse una investigación, por lo que tomó a Sakura de la muñeca arrastrándola discretamente hacia la pista de baile.

Sakura se resistió disimuladamente, absolutamente aterrada ante la idea de tener que bailar y entonces Itachi la atrajo hacia su cuerpo dejando una de sus manos apoyada en su hombro mientras el aferraba una de sus manos entre su cintura y caderas y entrelazaba su mano libre con la propia en la típica posición de baile de salón que Itsuki le había estado enseñando momentos antes en la habitación, intentó relajarse y él se acercó su oído.

-Tranquila Sakura, esto es como entrenar taijutsu ¿bien? Solo sigue mis movimientos- la sensación de su aliento rozando su oído estremeció su cuerpo notoriamente, Itachi casi se sintió orgulloso y satisfecho del efecto que tenía sobre ella y comenzó a moverse despacio, por fortuna la canción que tocaban los músicos en ese momento era muy lenta y elegante por lo que no les hizo falta moverse demasiado, Sakura se veía nerviosa moviéndose en sincronía con él.

-B-bien…-susurró exhalando casi un jadeo.

-Mírame a los ojos

-¿Q-qué?

Y lo hizo, se quedó prendada de esos ojos negros tan profundos como el mismísimo universo, tan cercanos y lejanos como el cielo nocturno, hipnotizada se sonrojó con más intensidad si era posible al percibir su rostro tan cerca que podía sentir su respiración acariciarle la piel, la intensidad de su mirada le provocaba ser inapropiada, abusar de su posición en aquella misión, culpar a la tentación de sentir su piel tan cerca que tan solo debería impulsarse un par de centímetros con las puntas de sus pies para alcanzar sus labios hasta fundirse en un beso e Itachi no parecía tan ajeno a sus pensamientos puesto que el también se acercó solo un poco más inspirando muy cerca de ella pero tan solo dejó que su frente descansara brevemente sobre la suya creando un ambiente de intimidad que desairó por completo a las personas que se aproximaban con intención de interrumpirlos queriendo intercambiar parejas.

Su estómago dio una voltereta cuando en medio de su accionar intencional o no los labios de Itachi se rozaron con los suyos, un toque mínimo, etéreo, un roce que ni siquiera podía contar como roce pero que aún así desencadenó la sensación de un rayo recorriendo todo su cuerpo y quiso, realmente deseó mandar todo al carajo y sellar esa distancia inapropiadamente.

Deseaba tanto sobrepasarse.

Aunque Tsunade le prohibiera ir en más misiones con Itachi.

Aunque la descartaran de servir en el ANBU.

Los gritos de las personas a su alrededor les alertaron de que el robo había oficialmente comenzado, se acercaron mezclándose entre los curiosos para ver a Itsuki fingiendo su desmayo en medio del aturdimiento y correr de las masas.

Bastaron solo unos segundos para recibir la señal acordada por Shisui, eso era todo el robo había sido efectuado exitosamente.

Excelente.

•••

Sakura suspiró profundamente guardado el dichoso pergamino por el que había que tenido que soportar toda aquella humillación en forma de miradas juzgadoras y envidiosas en un protector para luego hacer una invocación inversa sobre él.

-Entonces… ¿Misión cumplida?- dirigió una mirada aburrida hacia su capitán que se veía muy concentrado contemplando el equipamiento ninja disperso sobre la cama, la joven pelirrosa ya se había soltado el cabello liberándose de apretado peinado que le había formado salvajes ondas en la cabellera y quitado la capa exterior del kimono mientras las doncellas ayudaban a Itsuki a prepararse para dormir.

Tres suaves golpes en la puerta la alertaron y elevó su guardia al tiempo que Itachi activaba su sharingan.

-¡Mierda! Es una de las doncellas de Itsuki-sama- susurró ahogadamente mostrando el ligero atisbo del pánico en sus facciones imperturbables.

-Sakura-sama, Itsuki-sama solicita su presencia ¿Puedo pasar?- se escuchó el llamado.

Los golpes en la puerta fueron insistentes y el pestillo se movió un poco, no podían guardar todo el equipamiento a tiempo y tampoco tenían una excusa para eso.

-Itachi empujó el cabezal de la cama contra la pared suavemente haciendo un ruido sincronizado- ¡grita Sakura!- ordenó con voz entrecortada.

Sakura se sintió perdida.

-¿Qué?

-¡Grita!- insistió.

-¡Ah! ¡Ah! ¡Cariño!

-¡Perdón!- se escuchó de fuera de la puerta y los pasos de alejaron apresurados.

Itachi comenzó a reírse a carcajada suelta entre divertido y nervioso y Sakura se sonrojó violentamente por la escena que acababan de montar, se sentía completamente estupefacta.

-¿En serio es lo único que se te ocurrió?- reclamó con las mejillas encendidas e indignada- que sucio…

-Se supone que somos una pareja de recién casados- se encogió de hombros sonriendo divertido por la reacción tan decorosa de Sakura.

-¿Y crees que los recién casados solo se dedican a eso?- rodó los ojos.

-Uhm…- se llevó un dedo al mentón fingiendo estar pensativo- de poder casarme con el amor de mi vida quizás no la dejaría ni levantarse de la cama- sonrió de medio lado sintiéndose victorioso cuando Sakura comenzó a boquear como un pez y casi pudo ver humo saliendo de su cabeza por lo roja que estaba.

Fue inevitable reírse abiertamente teniendo una vista tan adorable.

-Taichou, eres un pervertido de clóset- regañó nerviosa y se perdió tras las puertas del baño.

Itachi negó con la cabeza entretenido con la escena.

-¡Ahora voy a poner el pestillo cuando me duche!- exclamó desde dentro.

-Te recuerdo que tengo un sharingan Sakura- respondió a media voz para que ella pueda escucharlo.

-¡Pervertido!- gritó.

¿Itachi le había coqueteado?

.

.

.

.

Notas de la autora:

Holaaaa… ¡Otra vez yo por aquí! Creo que este es de los capis más cortos, pero espero les haya gustado un montón, como siempre muy agradecida con sus reviews, follows y favoritos, los adoro, me hacen muy feliz por darle tanto apoyo a esta preciosa historia *-*

Quiero hacer un sondeo, tengo curiosidad sobre algo así que porfa dejen su respuesta en los comentarios ¿Son team Itachi o team Sasuke? JAJAJAJA Los leo abajo!

Con cariño,

Azulen.