Aquí Saint Ninja 11 reportándose.

Es 12 de septiembre y como es sabido, es cumpleaños de Kotori por lo que le toca su OS. Sé que hice uno para el 1 de septiembre, pero dije que haría uno para su cumple por lo que, lo prometido es deuda.

Como parte de los OS de la Corriente Cyanad, vamos allá.

Sin más, comencemos…

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Japón estaba atravesando una época de frio bastante extraña, era como si fuera algún tipo de ataque extraterrestre, pero solo fue una ventisca proveniente del polo norte.

En un lado, Kotori había salido por un fin de semana junto con su novio. Ambos habían decidido hacer un pequeño viaje a unas aguas termales las cuales eran en parte propiedad de la familia de su novio.

Su pareja era de una familia millonaria, su nombre era Saraha Rei y aunque él poseía bastantes recursos, respetaba a todo el mundo por igual, haciéndolo un tipo muy querido y según él, afortunado de haber conseguido alguien tan linda como Kotori como pareja.

No le importaban otras chicas del mismo estatus económico ni nada, él amaba a Kotori y el sentimiento era mutuo.

Como se había dicho, ambos chicos planearon salir a unas aguas termales, esto era mejor gracias a la época de frio que estaba haciendo.

- Hemos llegado Rei-sama – el chofer que llevaba la limosina estacionó frente al recinto el cual era una posada algo grande y lucía lujoso.

- Muchas gracias.

Los dos chicos bajaron y fueron hacia la posada en donde la recepcionista reconoció al peli negro y los llevó a una de las habitaciones para que pudieran estar mejor.

- Vaya, no sabía que te conocía.

- Me ha visto crecer, así que me conoce muy bien – los dos dejaron las maletas a un lado y procedieron a despojarse de sus ropas.

No había ninguna pena mirando el cuerpo desnudo del otro ya que no era la primera vez que ambos estaban así, pero sin perder más tiempo, ambos fueron hacia la zona de las aguas termales.

Como era al aire libre, el calor del vapor hacía que el frio se despejara un poco. Ni que decir de ambos amantes los cuales suspiraron tranquilos.

- Esto es lo mejor.

- Sí, realmente amaría venir aquí más seguido cuando haga frio – la peli gris exclamó sonriendo mientras que las manos de su novio iban hacia los pechos de Kotori amasándolos.

- Lo haremos cuando haga frio, solo que tu madre nos dé permiso – el juego de los pechos continuó y eso le sacaba unos cuantos suspiros a la musa y solo dejó que siguiera con eso.

El pene de Rei no pudo quedar fuera por lo que siguiendo su fisiología, se fue poniendo duro hasta que Kotori lo sintió tocando su trasero lo que le dio el indicio de lo que su hombre quería.

La mano derecha de la oji dorada fue hacia el falo de carne, tomándolo y empezó a masturbarlo algo que le gustaba, pero Rei no se quedaría quieto y contraatacaría también.

El peli negro también metió sus dedos en la vagina de la chica peli gris, algo que le gustaba mucho. El acto de masturbación continuaba y no parecía que fueran a detenerse por el momento y todo fue hasta que la presión en los dedos de Rei hizo saber que estaba por correrse, incluso en los gemidos de Kotori se notaba.

Sin hacer mucho ruido, los dos adolescentes sentían la tensión crecer dentro de ellos hasta que Kotori se corrió. En el caso de Rei, se levantó y masturbándose él mismo, lo puso frente a la cara de la peli gris, disparando su semen en su rostro.

- Lo siento… pero es que no pude evitarlo.

- No te preocupes… me encanta tu semen – la musa se limpió un poco los restos del jugo de hombre de su cara.

- Que linda te ves. Realmente me gusta estar contigo – Rei decía sentándose al borde la piscina de aguas termales, Kotori hizo lo mismo.

- A mí también, amo estar contigo.

Kotori se sentó a su lado, los dos disfrutando del paisaje que tenían. Ninguno decía nada, aunque la tensión era palpable y más cuando notaron como el pene del peli negro se ponía erecto.

- Rei-kun, ¿quieres hacerlo aquí?

- No te sabría decir – el chico exclamó en tono sarcástico, aunque era más que obvio lo que quería.

- Pues ¿Qué esperas? Hazme tuya.

Aquellas palabras fueron el detonante para que Rei se pusiera de pie, decidido a calma su lujuria con su sexy novia.

Lo siguiente que vieron fue a la pareja en posición de cucharita, mirando hacia la entrada de las aguas termales. El pene de Rei estaba entrando y saliendo de la vagina de Kotori mientras que la joven estaba con la pierna levantada, gimiendo por la sensación tan buena que experimentaba.

Una de las manos del chico fue hacia los pechos de la peli gris, amasándolos. Rei no podía dejar de jugar con los pechos de Kotori y es que le parecían suaves y cómodos, algo que lo volvía loco cuando los tocaba.

- Ah… ah… que rico… ah… Rei-kun – el brazo de Kotori pasó por el cuello del peli negro, algo que aprovechó para besarlo, causándole más placer a la pajarita.

El joven no dejaría que las cosas para su novia quedaran así, ocupaba darle más placer por lo que tomó su pierna levantada y la elevó un poco más para seguir penetrándola con más fuerza.

- Kotori… joder… me voy a… – las embestidas del peli negro se hicieron más fuertes.

- Córrete… ah… ah… ¡la quiero adentro! – con esa petición, Rei no pudo aguantar más y con una última estocada, terminó liberando su esperma dentro de su útero.

El gemido de Kotori fue ruidoso, pero fue callado cuando unió sus labios con los de Rei, por lo que no fue mucho el ruido de voz.

El pene de Rei no salió del interior de Kotori ya que deseaba seguir sintiendo el placer hasta que se agotara, por lo que cuando eso pasó, sacó su falo el cual desbordó algo del semen atrapado en el útero de la musa.

- Hicimos un desastre – río el peli negro a lo que Kotori también lo hizo notando las manchas de semen en el borde de la piscina.

- Pero lo has disfrutado ¿no?

- Obvio, contigo siempre lo puedo pasar genial – ambos volvieron a besarse y las cosas parecían que volverían a ponerse sexuales ya que la mano de la peli gris fue al pene de su novio, masturbándolo.

Los dos se emocionaron ante la idea de volver a hacerlo ahí, aunque no se decidían dónde. Lo pensaron un buen rato hasta que sus cabezas les dieron la solución.

Tenían suerte de que no hubiera nadie cerca, merodeando por los pasillos de la posada ya que por lo que escuchó Rei, solo había unas cuantas personas con reservación y todavía no llegaban.

Justo en el pasillo, Rei tomó a su amante y se frotaba su pene contra el trasero de la peli gris la cual también estaba caliente y correspondía al movimiento de su novio.

Sin perder más tiempo, el miembro viril del peli negro ingresó en Kotori quien gimió por eso y sin pensarlo más, empezó el bombeo de sus caderas contra las de su amada.

Hacerlo en el pasillo era arriesgado ya que podría aparecer un miembro del staff de la posada, pero por el momento no pararían, solo querían disfrutar eso.

Kotori estaba en 4 mientras trataba de no gemir duro para que pudieran seguir con lo suyo sin ser interrumpidos, algo que le gustaba a Rei debido a la vista que tenía en ese momento. Las cosas subieron un poco de tono cuando el peli negro jaló del cabello a Kotori haciendo que se levantara un poco y las embestidas fueron más duras.

Aprovechando la posición en la que estaba Kotori ahora, Rei pasó una de sus manos hacia sus pechos, tocándolos y tomó uno de ellos, apretándolo y jalando su pezón, algo que la excitó mucho.

Pasando a otra posición, Rei hincó ahora a su novia y las embestidas eran cada vez más fuertes y rápidas. El sonido de sus cuerpos chocando era música para los oídos de ambos amantes, a pesar de eso, la peli gris amortiguaba sus gemidos, pero le costaba hacerlo ya que el placer era demasiado.

Al cabo de unos minutos, el final estaba llegando y eso era lo que les gustaba a ambos, pero las rodillas de Kotori fallaron por lo que cayó al suelo, pero sin que Rei saliera de ella, el cual continuó con el bombeo a su vagina.

- M-Me corro Kotori – al mencionar eso, el chico dejó caer suavemente su peso sobre su chica mientras que con una última estocada, liberó su semen que fue transportado hacia el útero de la Idol.

La mano de Rei logró tapar el grito placentero que Kotori emitió, por lo que al final no dio algún ruido fuerte que llamara la atención.

Ninguno de los dos decía nada, solo la respiración de ambos tratando de calmarse mientras que los últimos espasmos estaban llegando.

Ya cuando todo se calmó, Rei pensó en salir de Kotori, pero recordó que si lo hacía, podría derramar algo de semen y eso sería visible para el personal de aseo y habría problemas.

- Tenemos que volver al cuarto Kotori.

- Sí… déjame levantarme.

- Espera, te diré algo. No saldré de ti, esperemos hasta que estemos en el cuarto ya que si lo hago, causaremos un desastre con el semen – la pajarita lo pensó un poco y se dio cuenta que era verdad por lo que con cuidado, se levantó sin separarse de su novio.

Para evitar problemas, Rei cargó a Kotori cuando se dio la vuelta sin sacar su pene de su vagina. La posición era muy comprometedora, pero esto ayudaría hasta que llegaran al cuarto, incluso Kotori pasó sus piernas alrededor de la cintura de Rei.

Cuando por fin llegaron al cuarto, los dos entraron, pero por alguna razón, Kotori no bajó.

Y no se quedaría quieta ya que ella empezó a moverse, algo que calentó al peli negro el cual supo que su amada no quería otra cosa que su pene dentro.

Acostándola sobre el futón, el chico inició el bombeo, algo que su novia amaba y fue más cuando las piernas de la peli gris llegaron a los hombros de Rei y la penetración se volvió más profunda.

Ver a su novia en esa posición realmente hacía feliz al chico. Gemía por su pene en su interior, así mismo, sus pechos se movían de arriba abajo gracias a las embestidas que le daba, eso solo lo hacía seguir con lo suyo.

- M-Me voy a correr… Kotori – exclamó el peli negro aumentando sus movimientos de cadera.

- E-En mi… cara… ah… en mi cara, córrete – la petición fue rara, pero Rei la obedeció y justo cuando estaba por eyacular, sacó el pene de su interior y lo dirigió hacia la cara de su amada.

El esperma salió disparado hacia el rostro de Kotori quien sol abrió la boca para tratar de tragar algo de la sustancia blanca. Cuando todo acabó, la cara de la musa estaba con chorros de semen y no le molestaba.

- Me encanta esto Rei-kun, sabe rico.

- Me alegra… yo también estoy exhausto – el peli negro se acostó en el futón. Unos momentos después, Kotori se limpió el rostro y cuando quedó sin rastros de semen, fue a acostarse con su novio.

Ninguno dijo nada. La peli gris solo se acostó sobre el pecho de su novio el cual la envolvió con sus brazos y ambos pudieron estar tranquilos mientras que el sueño los invadía.

Fue una noche muy placentera para ambos amantes y no sería la única vez ya que la familia Saraha tenía hilos en esa posada y Rei y Kotori podrían venir las veces que desearan.