ahí entra Luxemburgo, perfectamente vestido, peinado, rasurado y perfumado.
—Allò!
O sea ¿ven? Es Francia dos.
Nah
Gales, la verdad, le fulmina un poco y él se sonroja con eso pero le sonríe.
—Lamento la espera —sigue.
—Jum! —protesta Britania y Gales no sonríe del todo, cruzándose un poco de brazos. Roma sí que le sonríe a Luxemburgo.
—Me dijiste a la una —alega Britania.
—Oui... pero no son ni las doce —se defiende el flamenco.
Gales levanta la mirada y le mira.
—¿Quieres ir a bañarte y vestirte? —le ofrece, sonriendo.
—En mi casa si es la hora correcta —alega Britania.
—Sería bastante útil... pero quizás quieras tú que me quede aquí así —tan indignado.
—Pero este es el horario continental... —replica y mira a Gales con cara de "oh, vengaaaa"—. Puedes quedarte si es lo que quieres —Le hace un cariñito en el cuello/nuca con el pulgar.
—Te lo dije, Brit, te dije que íbamos pronto —sigue Roma.
—Quiero parecer un ser humano decente —responde, pero... Ugh, el cariñito ayuda a que deje de fruncir el ceño.
—No sé si una ducha vaya a arreglar también tu personalidad para eso —se agacha y le susurra al oído.
Gales da un saltito y le mira de reojo.
—Sh-Shut up —medio protesta, sonrojado.
Luxemburgo se ríe con eso y le suelta, yendo a sentarse. Gales vacila un poco, humedeciéndose los labios y... yéndose sin decir nada más a nadie. Sonrojado.
—¿Qué tal estáis? —pregunta Luxemburgo de buen humor.
—No mejor que ustedes.
—Oh, yo creo que sí. Gracias por venir, por cierto. Espero que os guste lo que comeremos —sigue, diplomáticamente.
—A ti por invitarnos, seguro nos encanta —Roma le sonríe.
—Bueno y tú ¿qué intentas con Cymru?
—Eeeeh... ¿qué intento de qué? —Luxemburgo parpadea con lo directo de la pregunta.
—¿Le estás sacando de su relación?
—¿Yo? Non, solo intento que... Bueno, no se sienta tan mal, hacerle la ruptura más soportable.
Britania mira a Roma de reojo.
—Eso desde luego... —interviene Roma riendo por lo bajo.
—B-Bueno, quiero decir... es lo que hacen los amigos —se sonroja un poco porque la acusación directa de nuevo.
—Él dice que solo hace una semana —sigue Britania.
—Ah, oui. Así es. Creo que empezamos a hablarnos justo el día que lo dejaron.
—Hum... eso es muy sospechoso. Si sabes que él estaba casado, ¿verdad?
—Oui, oui. De hecho nos vimos en... casa de Rome el domingo pasado, oui. Para la comida de los domingos, cuando Belgique y Ecosse anunciaron su compromiso.
—Sic, sic... he tenido que anularla hoy —Roma hace drama—. Pero verte dos domingos seguidos a ti, creo que no me había pasado nunca.
Luxemburgo se ríe con eso, igualmente un poco regañado.
—¿Por qué no? —pregunta Britania.
—Luxemburgo es un chico muy trabajador... y siempre está ocupado —explica Roma, vendiéndoselo. Cambiando al papel de consuegro ahora.
—Menos para Cymru —ella bufa.
—Ah, no creas. Cymru me riñe un montón con eso —asegura Luxemburgo—. Ha venido a buscarme todos los días a la oficina con dulces para obligarme a salir a una hora decente. No se lo digais, pero sí creo que mi equipo empieza a quererle a él más que a mí.
—Bueno, Cymru no trabaja. England se queja de eso todo el tiempo —Britania, el peor enemigo de Gales.
—Lo he notado —asiente Luxemburgo sonriéndole—. Aunque me estuvo ayudando con unos asuntos del Brexit y Allemagne estaba muy impresionado.
—Ya, claro.
—De verdad lo estaba, él mismo me lo dijo.
—Pues no te acostumbres demasiado... ¿tú no estabas con una chica?
—Ah, oui —traga saliva—. Mónaco... no estamos en nuestro mejor momento, desde luego.
—¿Por? —pregunta Roma que desde que Helena le enseño a tener una relación poli amorosa, lo rompió para siempre.
—B-Bueno... de algún modo... uhm... Bueno, peleamos ayer tarde.
—Oh, mi pobre... ¿Estás bien?
Britania levanta las cejas
—Oui, oui... Oui, oui, oui. No te preocupes —le sonríe un poco tristemente a Roma que abre los brazos para que vaya a abrazarle.
Luxemburgo suspira, pero ahí va.
—¡¿Cortaste a tu novia tú también?! ¡¿Por Cymru?!
Se sonroja con esa manera de ver las cosas y se esconde un poco en Roma ya que está ahí.
—Bloody hell, y él a Galia... ¿y quieres convencerme de que esto es nuevo?
—Ehm... de... de verdad es algo muy reciente. Solo somos amigos, así que yo no diría que... corté por él —explica Luxemburgo.
—¿Entonces?
Se encoge de hombros porque no quiere decirlo.
—¿Y cómo está ella? —cambia de tema Roma.
—Supongo que muy enfadada, no creo que me hable más si no le pido disculpas —explica el flamenco.
—¿Y vas a pedírselas? —pregunta Britania.
—No. Yo también estoy enfadado.
—Todo esto es... demasiado conveniente —sigue ella.
—¿Eh?
—Galia con Cymru y tú con la chica esta... todo a la vez y los dos retozando. Cymru viviendo de un día a otro en tu casa y pareciendo aquí como si fuera dueño del lugar, hasta... haciendo el ridículo.
—N-Non, non, Britania. No malinterpretes esto. Sé lo que puede parecer pero solo somos amigos —aclara de nuevo.
—¿No te habrá dado un intento de poción de amor o algo?
—¿Un... quoi? —se ríe pensando que es una broma.
Britania mira a Roma de reojo y frunce el ceño.
—Esas cosas nunca han servido, Brit —el latino, que ha tomado unas cuantas y lo sabe... aunque la verdad, ha tomado más de las que cree, se encoge de hombros.
—No me lo bloody tienes que venir a decir a mí. ¡Pero esto es raro!
—No es raro... o sea, sé que parece raro, pero... solo es un hombre pasando unos días duros en casa de un amigo para no estar... pues solo en su casa —sigue Luxemburgo.
—O sea no están... haciendo el... ¿No están juntos?
—Non, non...
Británica mira a Roma y este frunce un poco el ceño sin acabar de creerlo.
—Ya sé que... que es lo que parece, pero non.
—Pero no has dicho que... O sea no dijiste que... —le susurra a Roma, que la mira de reojo y ella frunce el ceño, pensando que todo esto es súper raro.
—Ya... ya sé que France puede haberos contado cosas que podrían hacer pensar que... esto va de otro modo, pero creedme. Podéis preguntarle a él si queréis —insiste Luxemburgo.
Britania se humedece los labios y se echa atrás en el asiento. Es decir, Gales creía que esto era una cosa y este chico la consideraba otra.
—No, no... bueno, ya sabes la imaginación de France... una cosa es lo que es y otra lo que quieres que sea —asegura Roma pasándole una mano por el pelo a Luxemburgo, que se sonroja.
—O lo que Cymru quiere que sea —comenta Britania.
—Bueno, Cymru necesita... que sea su amigo —explica Luxemburgo.
Britania asiente levantando una ceja porque le dio otra impresión del todo cuando hablaron con él.
—Con todo lo de Galia... parece bastante afectado, ayer que fuimos a su casa a por las cosas… Parecía alicaído mientras íbamos y cuando vio que no estaban palideció como un fantasma —sigue contando el flamenco.
—Es mejor así. Galia no necesitaba ir por ellas —replica Britania.
—Ya, pero aun así... creo que le vendría bien un poco de apoyo y consuelo de sus padres... por eso os he invitado a venir.
—De sus... padres —repite ella.
—Parece estar convencido que tú prefieres a tu amiga que a él —le explica a Britania—. Dice que no eres ni de lejos su hijo favorito y que no te importa... y tú... —se vuelve a Roma—. Contigo está súper enfadado. De hecho está casi más enfadado contigo que lo triste que está porque esto no le haya salido bien. Dice que tú se lo echaste todo a perder porque es tu hijo de segunda o así, de hecho no quiere que ni diga que eres su padre.
Luxemburgoooo!
—La verdad, estoy bastante preocupado por esos pensamientos y creo que necesita un poco de cariño y comprensión por vuestra parte —continua.
Roma aprieta los ojos con eso y Britania mira a Luxemburgo como si tuviera dos cabezas, que la mira a ella, muy serio.
—¡Que va a necesitar cariño y comprensión!
—¿Cómo va a no necesitarlo? Está débil y vulnerable, como es lógico al atravesar un divorcio, ¿qué va a necesitar si no? —insiste el flamenco.
—No está débil ni vulnerable, estaba aquí riéndose. Ha aparecido en pijama, tan tranquilo. Ni siquiera parece estar borracho.
—Desde luego, pretendo llevarme el mérito de eso. ¿Cómo crees que lo he conseguido, Britania?
—Acostándote con él.
—Pardon? —levanta las cejas.
—Es lo que... pensamos todos —la secunda Roma, asintiendo.
—O sea... ¿En serio pensáis que a una persona se la consuela con sexo? No digo que el sexo no pueda ayudar, pero... ¿de veras crees que si ahora mismo se acuesta con alguien así por las buenas no va a despertarse al día siguiente sintiéndose además tremendamente culpable y que ha cometido un error al dejarla, al acostarse con alguien más y al intentar rehacer su vida? Si algo hace que no esté desmoronándose, desde luego, NO es el sexo.
—Si tú has dejado hasta a tú novia para esto y él parece decir incluso que este es un mal momento para encontrarte... No me dirás que es para hablar.
—Y-Yo no he dejado a mi novia para... esto —Luxemburgo se sonroja un poco.
—Lleva una semana viviendo aquí, ha entrado... Tú le has visto, ¿verdad? —se gira con Roma, que aprieta los ojos y asiente.
—Y-Yo... — Luxemburgo vacila sin saber cómo explicarse y se sonroja porque sabe de lo que hablan.
—Yo creo que él se está imaginando otra cosa —asegura Britania.
—J-Justamente eso prueba mi punto. Si me estuviera acostando con él no habría estado así. Lamento el inconveniente, soy perfectamente responsable de ello. Yo le he insistido en salir a recibiros para no hacer la descortesía de que no apareciéramos ninguno de los dos.
—¿Y qué estaban haciendo? —sigue preguntando ella.
—Dormir. Ayer vimos una película hasta tarde —asegura sonrojándose, sin mirarla a los ojos.
—¿Y se acostaron a dormir juntos y ya? Insisto, creo que deberías explicarle a él. Me parece que se está haciendo otra idea y no me extraña.
—No, no... O sea, solo... estábamos viendo una película en la sala de audiovisuales y nos dormimos ahí. Pero ese no es el tema, lo que necesito es que hables con él y que no se sienta que no le quieres. ¿Lo harás?
—Pero es que no le quiero —asegura Britania apretando los ojos.
—Q-Quoi? —el momento en que a Luxemburgo se le parte el corazón—. ¿P-Por qué... no?
—L-Lux... —Roma vacila sin saber que decir porque... Es que, no es que Britania no le quiera, o tal vez no lo haga, ¿quién sabe? Pero es que es tan difícil sentir que ella... o sea, solo Galia. Y ni siquiera sabe cómo lo logra. Él mismo A VECES duda si Britania le quiere de veras o no.
—¡Pues claro que no! Es imposible, fastidioso y bastante estirado. Desde chiquito. Los cuatro son imposibles, ¡debí ahogarles en el río!
—P-Pero...
—Lux, Lux... —Roma le detiene y le abraza, negando con la cabeza—. No pasa nada, así es como se expresan ellos.
—Q-Quoi?
—Es su manera de decir... que se quieren, no son como nosotros, no tienes que entender esto como si yo te lo dijera a ti.
—Pero cómo va a ser... cómo... ¡es horrible que diga esas cosas de su propio hijo!
—No, no. Es que mira que drama haces —Britania hace los ojos en blanco.
—Bueno, ya sabes qué cada uno expresa los sentimientos como puede, a ellos simplemente no se les dan las palabras de afecto —sigue Roma.
—Pero Cymru no es así. No... no es así... —se detiene antes de decir "conmigo"
—Ugh, porque él es ridículo y está haciendo cosas raras —protesta Britania—. Es así todo suavecito con Galia.
—Tal vez es contigo como es con Galia —propone Roma sonriendo.
—Pero es que Ecosse tampoco es así de horrible con Belgique. Ni Irlande. Seychelles me lo habría dicho. De hecho, más bien Seychelles es así con él.
—Pero Angleterre sí lo es con Franciae —explica Roma.
—¡Eso es porque la loca esa le ha lavado el cerebro a Alba! —chilla Britania.
—Quoi? —se detiene de repente con eso, casi le pone la mano en la boca a Roma para que se calle.
—¡Y lo tiene controlado del cerebro!
—¿Cómo has llamado a mi HERMANA?
—Loca.
—No puedes decir esas cosas de ella en esta casa —frunce más el ceño.
—¿Tú eres ahora TAMBIÉN el defensor oficial de la loca? —Britania hace los ojos en blanco.
—¡Esa "loca" es mi HERMANA y desde luego que soy su absoluto defensor!
—Ya, ya... siempre es la hija de bloody alguien o la novia de alguien más. She's a bitch.
—Si vuelves a hablar así de ella voy a tener que pedirte que te vayas —replica Luxemburgo muy serio.
—Bloody hell... ¡Si se lo he dicho a ella directamente y nunca me ha echado de ningún sitio!
—Pues aquí las normas son estas —se cruza de brazos.
Britania se cruza de brazos también, tan fastidiada
—Lux, venga... vamos a calmarnos un poco —pide Roma.
—Sigo sin entender cómo es que todos la defienden —refunfuña.
—Porque te pasas un poco...
Luxemburgo la mira pensando que Gales ha dicho que ella odia a Bélgica porque Escocia es su favorito.
—¡Es que ella le tiene controlado!
—T-Tal vez si tan mal la consideras a ella, deberías pensar lo mismo de mí —suelta Luxemburgo.
—Tú lo que estás haciendo es robarle el marido a Galia —la lógica de Britania.
El flamenco parpadea con eso y... sonríe un poquito
—Lo cual me parece... incomprensible. What? ¿Por qué sonríes?
—Por nada.
—No entiendo —ella frunce el ceño.
—Tú... habla con él, si'l vous plait.
—¿Con Cymru para decirle que le quiero? Pff...
—Oui.
—No creo que Cymru requiera escuchar eso para nada más que para morirse de risa. No voy a caer en eso —Britania se sonroja un poco.
—No sé cómo se lo tienes que decir, solo quiero que se lo hagas saber.
—Vale, le diré que no le odio… Tanto —Britania hace los ojos en blanco.
Luxemburgo suspira suponiendo que tendrá que conformarse con eso
—Aún así, tú deberías decirle que tus intenciones no son las suyas.
—¿Cuáles son su intenciones?
—Pues... parecen ser distintas.
—¿Cuáles son?
—Ehm... no lo sé —Britania mira a Roma
—¿Entonces por qué dices que son distintas?
Roma la mira pensando "tú te has metido en este lío".
—O-O sea... ¿t-tú que...? —Le da un codazo a Roma.
—¿Yo qué? Contéstale al chaval.
—Pues parece como que él... o sea ¿no ha dicho que le había conocido así como... más románticamente el asunto?
—¿R-Románticamente? —es que es la misma sensación de cuando le dice que le va a enamorar.
—Bueno, Cymru e-es muy... enamoradizo y... no sé... es así todo estirado, quizás... no... quizás solo sea la forma en la que... o sea pero no lo hace con todos, pero Galia... Ugh.
Luxemburgo se sonroja un poco y sonríe tontamente.
—No sonrías así!
—Q-Quoi? —la mira, porque no estaba notando que sonreía de alguna forma.
—¿Ves? ¿VES? —le alega a Roma, señalándole.
—Quid? Yo también sonreiría así si alguien me dijera que estás enamorada de mi.
—¡No estoy enamorada de ti! —chilla ella sonrojándose.
—Ya, claro... —Roma pone los ojos en blanco y Luxemburgo se ríe un poquito con eso.
—¡Que no! —insiste ella.
—No, no... lo sé —Roma la "calma" suspirando y sonriendo.
—¡No creas lo que él está diciendo! ¡Lo dice porque es tonto! —Britania se sonroja más y mira a Luxemburgo.
Él se ríe un poco más porque parece Inglaterra.
—No podrías ser más obvia... —sigue Roma.
—¿¡Obvia de dónde?! —protesta ella.
—Pues que te veo hacer cosas de enamorada.
—Whaaat? —la boca súper abierta.
—Súper obvias además.
—¡¿Qué cosas obvias?!
—Pues como me miras y cómo te ríes.
—Ehm... Sí, bueno, vale pero podemos volver al tema, si'l vous plait? Merci —interviene Luxemburgo que esto es como ver pelear a Francia e Inglaterra.
—¿De cómo Cymru está... enamorado de ti?
Asiente, tan cínico.
—Pues a mí me dio la impresión de que él... tenía intenciones contigo —explica ella.
—Tal vez sí las tenga... —valora él.
—Y considerando que Cymru siempre es así ridículo y enamoradizo —sigue Britania justo al momento en que Gales, con sus nuevos jeans y tenis, entra a la sala otra vez.
—Wh-What the hell! —protesta él—. Mum!
—Así que tú crees... —Luxemburgo se detiene con eso y se gira a mirarle—. Ah, ya estás... —le sonríe
La carita de agobio: "¿Qué te ha estado diciendo mi madre?" Se sonroja solo de verlo.
—¿Veees? Estás muy guapo vestido de obrero —asegura el flamenco.
—E-Estoy... y-yo... —se sonroja más metiéndose las manos en los bolsillos y Luxemburgo se ríe un poquito, mirándole.
Britania mira de reojo a Roma, que mira a esta con las cejas levantadas.
—Pensé que te gustaría y... Bueno, no que lo merezcas pero... —se sonroja más proque se ha tardado porque ha tenido que... bueno, hacer lo que se ha tenido que hacer dado que Luxemburgo lo dejó a medias.
—Anda, ¿no me lo merezco? ¿Ni un poquito? —sonrisita y se le acerca.
Gales se pasa una mano por el pelo. Luxemburgo le pone una mano en la cintura y con la otra le hace un cariñito en la cara, porque la verdad, le besaría pero...
—Considerando cómo has sido hoy conmigo... ni un poquito —vale, Gales se ha olvidado de su madre y de Roma, sonriendo un poquito.
—Oh... Bueno, tal vez podamos llegar a un acuerdo para compensarte luego. ¿Quieres que les enseñemos la casa?
Gales sonríe un poquito más e inclina la cabeza, sonrojándose sin poder evitarlo.
—¿Y sí vas a cumplir el acuerdo?
—No lo sé... —baja la mirada y le pone las manos en el pecho—. Veremos.
—Quizás sí que deba arriesgarme... —levanta ahora él las manos y le abraza de la cintura.
Luxemburgo le mira otra vez y sonríe.
—Al menos te parece que me veo bien, por una vez... quiere decir que la polo elegida no fue tan desastrosa —le mira los labios queriendo besarle.
—De hecho quería ver cómo te quedan... de atrás. Ahora que sí vas completamente y correctamente vestido —susurra
—A-Ahora que les enseñemos la casa... —Gales se sonroja con eso.
—¿No te va a incomodar saber que te estoy mirando? —se muerde el labio y le mira a los ojos
Britania es que está mirando a Gales... con cara de WTF, creo que nunca te había visto así tan... ASI con Galia. La verdad, Roma también está tentado a carraspear un poco.
—Incomodar... no. Me gusta cómo me ves —susurra.
Luxemburgo sonríe de ladito mirándole a los ojos todo el rato y se mueve un poco de lado a lado.
—Me haces sentir... un poco... menos feo —admite Gales, acariciándole un poquito la cintura.
Se ríe con eso y Gales sonríe un poco.
—¡Bloody hell con ustedes dos! —protesta Britania. Gales se sonroja y le suelta casi de golpe.
—Mum! —protesta pasándose las manos por el pelo.
—Ehm... ¿queréis... ir a ver la casa? Podemos... ir a la piscina o... —piensa en que podría impresionar a Britania y recuerda lo que le gustó a Gales—. A ver la Biblioteca.
—¿Tienen una biblioteca aquí dentro? —noten el plural.
—Oui —sonríe Luxemburgo.
—Ni tú tienes una casa de este tamaño, eh? —Britania mira a Gales de reojo.
—Siempre que estoy aquí me haces pensar en mi casa en Roma —comenta Roma mientras van para allá, tomando a Luxemburgo de los hombros para dejar que los otros dos hablen. Igualmente Luxemburgo les mira de reojo y
—¿Cómo está Galia? —Gales mira a su madre de reojo.
—Mal. Con France. Yo qué sé.
—I'm sorry —Gales traga saliva.
