—¿Todo bien? —Luxemburgo la mira cuando están en el pasillo.

—Yes, yes... yes. ¿Por? —ella le mira de reojo.

—No sé, pareces realmente... preocupada por Galia —se encoge de hombros.

—Pues desde luego que estoy preocupada por Galia, ella no estaba bien. Por más que ha dicho que ha sido ella quien ha dejado a Cymru, estaba triste y con el corazón roto...

—¿Y Cymru?

—Mis hijos son fuertes.

—Entiendo... ¿qué crees que debería hacer?

—Irse a su casa a pasarla mal... A sentirse mal por lo que ha pasado. En un tiempo quizás salir de la niebla y venir contigo. No es que me moleste precisamente que estés tú.

—No, no... Me refería a mí. ¿Qué crees que debería hacer yo?

—Pues dejar que Cymru se emborrache y lo pase mal. No intentar... no sé.

—¿De veras? ¿Por quoi?

—Pues si le ha roto el corazón a Galia... ¿Crees que quiere olvidarse de Galia?

—Ha dicho que... —se mira las manos—. Quería enamorarme.

Britania le mira de reojo y se sonroja.

—Así que... sinceramente no me apetece mandarlo a su casa a que beba y lo pase mal —admite.

—Ugh, mira, él no es particularmente... malo. Es el más... al que... siempre parece que... tiene, bueno, como un palo en el culo, ¿sabes? Como si tuviera que parecer... no hijo mío.

Luxemburgo la mira de reojo.

—Y algo pasó con él mientras yo no estaba, que lo hacen el más... tonto en cuanto a estar "enamorado" y hacer cosas ridículas para la gente... Ugh, yo no le enseñé eso.

—¿A qué te refieres?

—Pues a que es suavecito y muy... formal y siempre dice lo que debe de manera... cómo le llaman ustedes en estos tiempos? Diplo...

—¿Diplomático? —Luxemburgo va a pensar que estás loca si crees que él es el diplomático, parpadea varias veces con eso.

—Eso.

—No lo es. O sea... No digo que no lo sea en lo absoluto, pero... ¿sabes que le detuvieron esta semana? —abre la puerta del baño.

—¿A Cymru? ¿Con cuál de sus hermanos?

—Ecosse.

—Entonces seguro fue culpa de Alba... aunque la idea muy probablemente si fue de Cymru... bloody hell!

—Se rehusó a pedir disculpas todo el tiempo y tuve que tráemelo esposado.

Britania da una vuelta sobre si misma impresionada con el baño.

—¿Hizo eso para impresionarte?

—¿Impresionarme? —Luxemburgo sonríe, dejándola hacer.

—¡Es como una cueva de dragón!

—Seh, yo soy un dragón hecho persona, guardo el oro bajo mi lecho. Mira —le muestra el colgancito que Gales le ha dado antes.

Britania levanta las cejas y se sonroja un poco, repentinamente entiende qué es lo que Gales le ve a este chico. Luxemburgo sonríe de ladito.

—Ugh, C-Cymru te dio eso? —da un pasito atrás.

—Fue... un intercambio. Yo le di uno y él me lo dio de vuelta para que no me muriera.

—¿Qué tiene Cymru que te gusta?

Luxemburgo levanta las cejas con esa pregunta y... se sonroja un poco.

—N-No estoy muy seguro. Supongo que... sus bromas, su sentido del humor. Me cae bien y no me juzga demasiado por decir tonterías. Me hace hacer cosas raras... y... y dice lo de... Nunca antes nadie había estado interesado en enamorarme así.

Britania se recarga en el lavabo y le mira, tragando saliva.

—Lo siento, supongo que es un poco infantil por mi parte... igualmente solo somos amigos—creo que eso es para recordárselo a si mismo más que para Britania.

—Y-Yo c-creo que... —Ella se sonroja un poco.

Se pasa una mano por el pelo y la mira.

—C-Cymru merece una bonita historia de amor... y-y me parece que no ha sido con Galia...

—¿Por qué piensas que no? —Luxemburgo la mira interesado.

—L-La historia de amor de Galia es demasiado complicada... —Britania suspira y se sonroja más, mirándose las manos—. Cymru no pudo romper con todo eso aunque quiso. E-Es... es un poco triste, pero es lo que es.

—Pero se casaron y todo.

—N-No la dejamos ir.

—Pero tenían hasta una casa juntos —insiste.

—No digo que no hayan intentado se verdad, pero Galia... es más nuestra que de él —Britania se encoge de hombros y traga saliva otra vez —. Esto no fue solo Rome... Y él sí está pudiendo dejarla ir...

—¿Y quién no puede? —Parpadea con eso.

—N-Nosotros —se mira las manos.

—¿Y qué vais a hacer ahora?

—Poner las cosas como debieron estar desde el principio —aprieta los ojos—. Esto no debía haber pasado.

—¿Cómo debieron estar?

—Eso no es relevante —se sonroja un poco más.

—Oh, venga. Yo te estoy contando esto de Cymru...

—Vas a irse lo a contar a Cymru, aunque yo creo que en el fondo, lo sabe —Britania aprieta los ojos.

—Puedo no hacerlo.

—Hum... probablemente Galia debía haber estado con alguien más.

—¿Con quién?

—De verdad que e-es irrelevante —aprieta los ojos y se sonroja más aún sin mirarle.

—Germania, ¿verdad?

Niega con la cabeza

—¿Entonces?

—Bloody hell... Conmigo, ¿vale? —le mira con cara de circunstancias.

—Oh... pero ¿No es tu mejor amiga?

—Es... mi... Ugh! No voy a hablar de esto contigo —aprieta los ojos—. Es Galia.

—¿Por qué no quieres hablarlo conmigo?

La verdad, porque no quiere hablarlo con nadie porque le da vergüenza. De hecho, es bastante más fácil hablar contigo por ser un poco desconocido que con Germania o mucho menos con Roma.

—P-Pues porque ¿qué te importa a ti...?

—Bueno, tengo que ir a hablar con ella e intentar ayudar... quiera o no estoy metido en esto así que... tal vez así podría entender mejor qué decirle.

—Ella y yo tenemos una relación... particular, ¿vale? Quizás debería ser una relación más... cercana aún —Britania se humedece los labios.

—¿Y por qué no la tenéis?

—C-Creo que yo no... estaba propensa a mirar a Galia a-así —Britania se sonroja.

—¿Por qué no?

—Creo que estaba ahí enfrente de mí la solución a todo... siempre. Yo no... no alcanzaba a verla. Quizás e-es que estaba... ehm... ¿c-celosa de... Cymru? UGH! No, ¡no dije eso!

—¿Por qué no la veías?

—P-Pues porque... Galia estaba ahí siempre. N-No sé, ella... es como... la otra mitad de... todo.

—¿Y la quieres?

—¿A Galia? M-Más que a mi vida.

—¿Así que le dirás que sea tu pareja?

—Ugh... —es que le pone los pelos de punta este tema.

—¿Qué pasa?

—N-No lo sé... sí... sí. No sé si quiera o no... no lo sé. Me ha dicho que hablaremos a su vuelta.

—Pero ¿tú que quieres?

—C-Creo que la quiero a ella —admite con la boca pequeñita.

—¿Pero la quieres como tu amiga o la quieres como una pareja?

—Quizás podría hacerte a ti la misma pregunta de Cymru.

—No sé a dónde irá esto —Luxemburgo se sonroja, apartando la mirada.

—¿A dónde quisieras que fuera?

—Bueno... tal vez dentro de unos meses, cuando esté mejor de la ruptura...

—Ajá...

—Pues... no sé, veremos cómo va —se pasa una mano por el pelo.

Britania hace pff.

—Q-Quoi?

—Nada, nada, solo me parece que... vamos, es que solo pareces inseguro cuando no estás hablando con él.

—¿Eh?

—Están los dos y están... ahí sonriéndose bastante idiotas...

—Bueno, pero... —se sonroja y no la mira—. Es que no sé si...

—¿Si te gusta tanto?

—¿Eh? Non, non, o sea... oui, pero tampoco sé él.

—Hmmm... No creo que él sea idiota

—¿Idiota?

—Pues con la cara de idiota que tiene... Ya lo sé, quizás pareciera que va a ser un idiota, pero... ugh, sí parece emocionado contigo.

—No sé si va a seguir así cuando ya no se sienta solo.

—Hmmm... No creo que se sienta más solo ahora de lo que se sentía hace... seis u ocho meses.

—Pero si estaba con ella.

—Hmm... quizás deberías hablarlo con Alba.

—¿Con Alba?

—Él tenía una idea muy particular...

—¿Cuál?

—Bueno, creo que... Él es el más cercano a Cymru, creo que puede explicarte que no es que estuvieran... Ehm... bien.

—Oh... uhm... bueno, igualmente quisiera que pudiera estar bien con Galia y no sentirse culpable antes de esto.

—Eso... Bueno, supongo que tarde o temprano pasará. Espero. No sé cómo vaya a seguir lo de Galia.

—¿Crees que... crees que ella pueda volver a por él? —aprieta los ojos.

—Well... ugh... yes.

—P-Por eso... —le mira todo desconsolado y luego se mira las manos—. Pero si dices que tú vas a empezar a salir con ella...

—No quiero que vuelva con él —susurra ella, también mirándole desconsoladita. Bonito par.

—Pues si tú la convences a ella yo le convenzo a él —le tiende la mano.

Britania le mira y sonríe. (Y Bélgica hace LA MADRE de los ojos en blanco)

—¿Es un trato?

—It's a deal —Estira la mano y se la toma. Él se la aprieta y sonríe. (Bélgica sigue rabiando, WTF)

—Bien... vamos de regreso entonces no sea que estos dos se maten —pide ella, sonriendo un poquito ahora con este chico que no parece tan terrible.

Él asiente a eso.

Gales toma su copa de la mesa y le da un trago no muy largo, mirando a Roma de reojo.

—¿Qué... tal? —pregunta el latino.

—Well... ahí vamos —Gales se encoge de hombros.

—Parece que te lo has montado bien.

—¿A qué te refieres? —entrecierra los ojos.

—Lux. Es un buen chico.

—Yes, creo que sí lo es... —Gales suspira—. Aunque... preferiría haberlo encontrado en otro momento.

—Vas a tener que esforzarte para llamar su atención. Aún más que con Galia.

—¿Crees que con Galia no me esforzaba? —pregunta no especialmente agresivo.

—No es eso lo que he dicho.

—¿Crees que Lux requiere más esfuerzo? —Gales levanta las manos.

—Sic, de otro tipo.

—¿A qué te refieres?

—El trabajo... —suspira.

—Ah, eso... Hasta ahora es muy fácil, pero sé que en algún punto va a ser más complicado.

—Mónaco se queja mucho de ello —le explica Roma—. Ella me gusta, pero la verdad, se veía que era un arreglo un poco... ficticio.

—¿Te lo parece? No creo que fuera del todo ficticio. Lux estaba bastante triste ahora que han peleado... sin embargo sí que creo que...No era precisamente la mejor pareja para él, por algunas cosas que cuentan. Desde afuera no se veían mal.

—Bueno, supongo que llevaban mucho mucho tiempo y las relaciones largas tienden a funcionar de este modo, pero igualmente se siente cuando... falta algo.

—Seguramente... —Gales suspira otra vez—. Corta o larga, uno siente cuando en una relación falta algo... yes. Creo que yo puedo darle ese algo.

—Eso parece —le sonríe—. Aun así...

—Yes, sé que tengo que poner atención... de hecho seguramente sí, tenía que ponerle aún más atención a Galia. Lo cual... por cierto, me lleva a... —Le mira a los ojos y Roma le mira también—. Vas a tener que esforzarte más.

—Quid?

Gales toma aire y se humedece los labios, porque esta conversación no es en lo absoluto simple, si no quiere que se le llenen los ojos de lágrimas.

—Quizás es verdad... que yo no fui todo lo que debía ser. Y genuinamente lo lamento, pero Galia no es feliz ahí dentro tampoco y tú y yo lo sabemos.

Roma se humedece los labios, vacilando.

—¿De verdad crees que esto lo hice yo?

—No —Gales niega con la cabeza y se echa atrás en la silla, mirándole seriamente—. Lo que sí hicieron todos ustedes es que Galia buscara conmigo lo que no tenía en casa... ella necesita MÁS.

—Lux dice que me culpas a mí.

¡Lux es un bocazas!

—Bueno, pero ahora mismo estamos hablando de otro tema. Ella va a volver ahí y va a... volver a algo de lo que intentó salirse una vez por algo.

—La verdad, me interesa más este tema.

—Creo que no ayudaste, no. Ni tú, ni Germania ni my mother. Esto es exactamente lo que querían que pasara... y ya está, ya ha pasado, no ha salido bien.

—Porque las cosas en casa van a cambiar por lo que sé, así que analizarlo ahora con lo que sabemos me parece un poco absurdo, sin embargo...

—¿Ajá? —Gales frunce el ceño porque no entiende a qué se refiere.

—Sí me que preocupa este asunto de la culpa sea tan importante para ti.

—¿La culpa? ¿Tú culpa? ¿Que yo sienta culpa?

—Que sientas que es mi culpa.

—Me parece perfectamente claro que si yo hubiera sido alguien más, las cosas habrían sido diferentes. Tampoco creo que pensaras en ningún momento que esto iba a funcionar peor de cómo funciona contigo... sí que creo que esto fue un sabotaje.

—Te equivocas... Y sé que no me vas a creer a mí, pero esto no fui yo. Y desde luego, no fue porque fueras tú.

—Quizás no fuiste exclusivamente tú, pero desde luego, de los involucrados, tú eres el más consciente de lo qué haces.

—Ahí es justo donde te equivocas.

—Aclárame, entonces.

—Ni siquiera soy el que juega más sucio, chaval, esto... esto es una carrera de fondo. No niego mi participación, pero desde luego, yo no soy bueno en picar piedra. Estás subestimando al real enfocado en el cometido, que era lo necesario para que esto saliera así.

Gales hace un poco los ojos en blanco cuando le llama "chaval"

—Hablas de Germania, deduzco.

Él asiente

—Mmmm... ya. Bueno, eso no te exime a ti de tener pésimas intenciones. ¿O vas a decirme que tú aceptaste que Galia se había ido por su propia voluntad conmigo y accediste a concederle que dejaras de venir tras ella?

—Yo... En realidad hemos hablado de esto en más de una ocasión, mucho de lo que yo hacía tenía que ver con lo que Galia quería que hiciera.

—Así que los responsables son Germania y la propia Galia. No tú.

—Non, non, por supuesto que tengo parte de responsabilidad... —suspira—. Pero esto no habría acabado así de estar solo yo.

—Es que, Rome... se vino conmigo buscando ALGO. Algo que no tiene en casa. Y está volviendo a eso mismo.

—Insisto con que las cosas serán diferentes en casa. Aun no sé cómo.

—Eso espero. Y espero que si se quiere ir otra vez, quien se la lleve sea alguien a quien si se lo concedas.

—Está bien, Galles, lo tendré en cuenta —Suspira porque Gales parece no haber entendido ni querer entender.

—¿Cómo habría terminado esto de ser... no conmigo, sino con Spain or Italy? —El británico frunce el ceño.

—Dímelo tú.

—No se puede hablar contigo.

—¿Solo por qué te estoy contando que las cosas no fueron como tú crees?

—Y te estoy escuchando, solo intento hablar de la parte que sí fue tu responsabilidad y solo por eso consideras que estoy ignorando la parte que no lo es.

—¿Y qué es lo que quieres oír? Lo que te estoy contando responde a esa pregunta, pero por lo visto según tú no lo hace, por eso me la repites. Así que... dímelo tú.

—Vale —Gales suspira—, ahora tú no tienes influencia en Germania ni haces equipo con él, entonces.

—Es que este no era mi cometido. Yo estaba ayudándole a él, no al revés. Igual que yo estaba complaciendo a Galia.

Gales traga saliva discretamente con ese asunto de complacer a Galia que le quema cada vez.

—¿Y le habrías ayudado igual de ser cualquier otro de tus hijos?

—¿Por qué crees que esto es personal contra ti?

—¿No lo es? —Gales le mira un par de segundos

—¿Quisieras que... lo fuera? —pregunta lentamente, escrutándole y se humedece los labios porque los británicos y los asuntos de los enemigos siempre son muy delicados.

Gales frunce el ceño un poquito, porque esa es suficiente respuesta.

—No, no lo es —suspira.

El británico vacila notando que, en efecto, Luxemburgo tenía razón. Lleva años peleando apasionadamente contra alguien que ni siquiera le considera un rival... real.

—Pero podría serlo.

—Vale —responde un poco plano, a la vez.

—¿Vale?

—Me rindo... es lo que quieres, ¿no? Que deje ir esto. Ya está.

—En realidad... no. Pero por tu bien, no vuelvas a acostarte con ella.

—¿Disculpa? —frunce el ceño

—No quiero que te rindas del todo, pero no cruces esa línea. Es un consejo.

—¿No quieres que me rinda del todo?

—No, si puedes evitarlo. Es complicado y te va a traer problemas, tienes que ser muy muy taimado.

—Whatever —el británico suspira.

—No, escúchame bien esto —le señala con un dedo y él le mira con cara de póker—. Ella... Ella va a querer que hagas esto, va a querer que hagas drama. Esto de Lux va a destrozarla aun más. Querrá que... estoy seguro que querría que fueras a por ella otra vez a intentar recuperarla, porque ella... es así. Es lo mismo que quería que hiciera yo. Y... la verdad, si no vas con cuidado... Luxemburgo...

—Ugh... —Gales traga saliva con eso, porque no parece del todo un consejo descabellado.

—Lo sé. La verdad, yo que tú intentaría complacerla siempre que Luxemburgo no se sienta mal. O... tal vez debas hablarlo con él. Si sabe lo que ocurre probablemente no se sienta tan amenazado.

—Con quien voy a hablar es con ella

—Hazlo, pero... sabes cómo es —Roma se humedece los labios—. Se va a hacer la fuerte y te va a decir que todo está bien, pero me temo que no va a estarlo.

—Es imposible estar bien... pero no, Galia no puede hacerme eso. No a mí.

—Esto no es a malas, Galles. Ella no parece resentida, pero... Esto... ya viste lo que hacía, ella se valora a si misma en relación al valor que le dan los demás, por eso nos traía a todos locos con este asunto.

—¿Me estás diciendo que quería que fueran tras ella para sentirse bien consigo misma, y yo estaba impidiendo que ella se valorara al pedirle que parara? —Gales aprieta los ojos.

—Sí y no. Sí ella nos pedía que la persiguiéramos por eso. Para... llamar nuestra atención y sentir que no éramos capaces de soltarla. Pero no, lo que tú hacías era tirar del otro lado, eso la hacía sentir bien también. En realidad es cuando tú dejas de intentar tirar hacia el otro lado que te rindes con ella. Eso es lo que la hará sentirse mal.

—Este es un juego perverso —Gales suspira.

—Lo es, por eso te digo que debes tener cuidado y... pensar primero en lo que te interesa a ti. Lux... esto creo que tiene potencial, pero aun es frágil. Tienes que ir con cien ojos, por eso te aviso de que la parte difícil justo acaba de empezar.

Gales traga saliva, porque ahora debe tenerle miedo a Galia. Y eso es difícil.

—No te voy a decir lo que tienes que hacer, ni a quien debes elegir, eso es cosa tuya, pero... ten en cuenta lo que implica tanto una cosa como la otra y que jugar a dos bandas... nunca es fácil y nunca acaba por satisfacer a nadie del todo.

—No voy a hacer esto un infinito juego a medias con ella, ni a jugar a las bandas. Es horrible ser la víctima de ello. Aun así, en teoría esto es lo que ustedes querían, ¿no? Ya lo tienen. Cualquier cambio que pretendas hacer ahora en tu casa... quiero asumir que será para evitar que ella se quiera ir otra vez.

—No soy yo quien va a hacer el cambio —le sonríe.

—Vale, voy a preguntarte por el bloody cambio.

—No lo sé, no sé cómo va a ser —igual se ríe, porque las palabrotas—. Sé que tu madre y Germaniae tienen... planes. No estoy seguro de cuales sean. Pero parecen contundentes. Aun así, desde luego, espero que sean lo suficiente para que ella se sienta mejor.

—Vale, tendré que confiar en ustedes —el británico le mira, entrecerrando los ojos.

—Lo que nunca te ha gustado hacer —se ríe un poquito. Gales suspira, negando con la cabeza, derrotado—. Anda, basta de drama. ¿Qué vas a hacer con el muchacho? —se sirve un poco más de vino

—Tratar de evitarle este drama en la medida de lo posible. Y mira que es difícil, hasta va a hablar con Galia. ¿Siempre han sido todos ustedes así de complicados?

—Ya lo he oído, eso va a ser tenso... no sé si yo en tu lugar quisiera o no estar ahí.

—Lux es muy diplomático y Galia... —se humedece los labios—. Confío en ella.

—Ya, pero... siento que Galia va a estar emocionalmente comprometida en la situación y a querer que le reafirmes y a pedirte apoyo y consuelo, porque es lo que está acostumbrada a que le des y no creo que a Lux le guste ver que no eres capaz de ser duro y distanciarte... y negárselo a ella.

—Bueno, todos creen que soy horrible. Quizás lo demuestre —bromea un poco.

—Lo que digo es que yo no te culparía si el día que se encuentren te da un fuerte dolor de estómago repentino —Se encoge de hombros y Gales se ríe con eso.

—Creo que me va a dar un fuerte dolor de estómago repentino, lo quiera o no.

—Es posible —Roma se ríe, asintiendo—. La parte buena es que va a estar tu madre, espero que sepa cómo ayudarte.

—Claro, como es su costumbre habitual...

—O... puedes utilizarla tú en tu favor.

—Hmmm...

—¿Sabes a qué me refiero? Si Galia te pide consuelo... haz que se apoye en tu madre. No se lo niegues completamente y la destruyas, solo... redirígela. Eso es menos duro, pero lo bastante tajante para que Luxemburgo no pueda reclamarte nada.

—La verdad dudo que mi madre me deje acercarme a Galia. Es complicado no ser... malo con Galia, ciertamente.

—Ella... no te odia, lo sabes ¿verdad?

—My mother?

Asiente.

—Nah, no creo que tenga nada especial contra mí, en efecto. Es Galia la que le pone especialmente nerviosa.

—Es difícil elegir entre una pareja y un hijo.

—Sorprendentemente todos parecen elegir a la pareja. Aunque en este caso es mejor amiga.

—Bueno, yo creo que ellas dos no tienen muy claro lo que son.

Gales le mira con curiosidad y Roma se encoge de hombros.

—Bueno, ellas dos tienen... si, tienen una relación... hmmm particular.

—Exacto.

—Pero no me parece que de pareja.

—¿Por qué no?

—Pues... no sé. No me ha parecido nunca que ninguna de las dos se busque de esa forma.

—Tal vez no.

—Por alguna razón, a ti sí.

—No sé, me da esa sensación, tal vez me equivoco.

—Y dices que las cosas van a cambiar. Supongo que algo han hablado.

—No exactamente, ya sabes cómo es tu madre con estas cosas.

—¿Entonces?

—Pues fueron con Germania a tu casa todo el día, es lógico que ellos dos... dijeran cosas.

—Ah, vaya, tú también lo sabes, entonces. Porque Galia me dijo que no sabía.

—No le dijeron a Galia que irían, pero lo hablaron en casa.

—Ya le he dicho a mi madre que no puede volver a hacer eso. ¿Qué dijeron?

—Cosas sobre Galia, sobre hacerle la vida más fácil.

—Todos tienen muy buenas intenciones.

—Sic.