Connor IV

Había intercambiado pocas palabras con Gavin, pero sabía que era un humano bastante hostil y cínico con los androides. Lo comprendía, el propio teniente… Hank también le había tratado con cierta hostilidad en sus primeros encuentros. Pero con Gavin se sentía más vulnerable, como con los humanos del parque. No porque creyese que le fuera a ganar en una pelea, la última que tuvieron demostraba que las dotes de combate de Connor eran muy superiores, sino que Gavin parecía que sacaría su pistola en cualquier momento, como una granada sin anilla. Los humanos eran muy difíciles.

—Mi detective de plástico favorito —dijo Gavin cogiéndole del hombro en señal que el androide reconocía como amistosa entre humanos, pero que a él le estaba resultando incomoda en esos momentos.

—¿Qué caso vamos a investigar, teniente Reed? —preguntó Connor obviando la camaradería impostada de su compañero.

No sabía por qué, pero notaba que algo no encajaba cuando llamaba «teniente» a Reed. Por supuesto que ahora lo era, sin embargo, no podía evitar que las palabras no casaran. El teniente era Hank.

Un pensamiento le sobrevino de repente.

¿Por qué le había mentido Hank? ¿Consideraba que no era lo suficientemente humano como para decirle la verdad?

—¿No se supone que eres un superordenador o algo así? —dijo Gavin con gesto como si algo le oliera mal—. Me dijeron que te enviarían los datos del caso a esos circuitos tuyos.

—Al teniente Anderson le venía bien hablarlo.

—Ese poli desgraciado —dijo Gavin—. Me sorprende que no le quitaran la placa antes. Pero bueno, ahora tengo su juguete.

Connor aguantó todos los comentarios hirientes que Gavin fue soltando durante todo el camino. Parecía buscar nuevas formas de tratarle como un objeto y que se sintiera mal. Y lo cierto es que Connor no respondía a ninguno de ellos. Le daban igual. Aunque sí pensaba mucho en que Hank se hubiera enfadado de haberlos oído. Puede que incluso hubiera sacado el tema del delito de odio.

El caso resultó fácil. Habían desconectado a un divergente en las afueras de la ciudad, cerca de una bolera donde ahora solo se vendía droga. Apenas quedaban cuatro circuitos y una carcasa que ya no era funcional, pero lo suficiente para que Connor pudiera establecer contacto con él y averiguar quién lo había hecho. Gavin parecía cabreado con todo el asunto y pateó la carcasa del divergente cuando este se apagó del todo.

—No entiendo por qué nos llaman a nosotros, habría que avisar al camión de basura para que se lo llevaran y ya.

—Teniente Reed, lo hacemos porque a día hoy se le considera a un divergente con los mismos derechos que un humano —repitió Connor las mismas palabras que ponía en el reglamento nuevo que le habían pasado—. Esto es un delito igual.

Gavin se río.

—Estás diciendo que tú y yo somos iguales, comprendo —dijo guiñando el ojo izquierdo y chasqueando la lengua como si compartieran la misma broma.

—Sí —dijo Connor—. Eso mismo dice la ley.

Gavin le propinó una patada que estampó a Connor contra una pared. Había algunos miembros del CSI cerca de ellos, pero ninguno hizo amago siquiera de levantar la cabeza para ver lo que sucedía, como si aquello no fuera con ellos o como si le dieran la razón a Gavin con lo que estaba haciendo.

—Mira, maldita marioneta a pilas, tú eres nada. Un puto juguete que no sirve más que para ayudar a los humanos de verdad. Y no entiendo por qué tenemos que investigar que rompan a uno de los tuyos cuando con un pendrive se puede pasar la información a otra marioneta.

—Lo siento, teniente Reed —dijo Connor poniéndose de pie y arreglando su traje antes de continuar hablando—. Este divergente tiene su memoria tan dañada que no creo que pueda arreglarse. Tampoco creo que su software suba los datos a la nube como el mío. Y los cuerpos son lo suficientemente caros como para no permitirse uno.

Gavin le agarró con fuerza del pelo y le dio un rodillazo en la cara que hizo que Connor empezara a sangrar. Podría haberle detenido. ¿Pero no había él pegado a Gavin con anterioridad? Lo mismo sí se merecía aquel golpe.

—Y si te destrozo. ¿Te darán un cuerpo nuevo? —susurró Gavin a su oído agarrándolo todavía del pelo.

Connor sabía que sería así, él mismo se lo había dicho a Hank, que daba igual que muriera porque podía trasladar su información a otro cuerpo. Pero el teniente no quería que ocurriera eso y él no quería decepcionarle. Había un pensamiento en los humanos y en algunos divergentes de que aunque los datos no se hubieran dañado, el nuevo androide no sería exactamente el mismo. Y aunque Connor no creyese en ello no quería que Hank lo pasara mal.

—Te odio muchísimo —escupió las palabras Gavin soltándole.

Connor se llevó la mano a donde el thirium empezaba a salir. Otra vez estaba perdiendo líquido, con lo caro que era.

—Que sepas que no te he denunciado porque pretendo acabar contigo mientras trabajamos. No sé cuándo será, ni lo que haré, pero pienso hacerte sufrir hasta que supliques.

—Si es lo que quiere —respondió Connor.

Gavin le empujó y desapareció de su vista. Parecía que no volverían juntos a la comisaría. Aunque a Connor no le hacía falta pasar por allí, podía enviar su informe desde allí mismo.

¿Por qué a Gavin le había molestado tanto su respuesta? Se había dejado pegar y le había dicho que aguantaría sus ataques. ¿Por qué le molestaba si eso era lo que quería? Connor solo quería hacer el trabajo bien, había aceptado que Hank ya no sería su compañero, pero había encontrado cierto consuelo en que Gavin le diera órdenes, en que alguien que no tuviera sentimientos como Hank le dijera lo que tenía que hacer y resultaba que aquello también estaba mal.

El androide fue caminando hacia su casa…

No.

Hacia la casa de Hank.

Connor tenía que recordar que estaba viviendo de prestado.

Se iba a centrar en su trabajo. La orden era que siguiera trabajando. Esa era la orden.

Se llevó una mano a la cabeza.

Esa era la orden.

Un gato se cruzó en su camino, un gato callejero con una oreja cortada y pinta de haber ganado más de una pelea.

Connor creyó que se llevaría fatal con Sumo. Y con ese pensamiento fue hacía la casa de Hank.

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¿Y qué hago actualizando un fanfic sobre un fandom que solo me interesa a mí a las 4 de la mañana después de 5 años sin subir un capítulo? Pues no tengo ni idea. Pero si estás leyendo esto y te gusta , deja un mensaje.