Campanadas de Nieve y Piedra
9 d.C.
Sus majestades dracónicas finalmente habían llegado y Sharra no podía estar más agradecida por el pequeño tamaño del Eyrie. Gracias a eso no tenía que mirar a sus bestias escupefuego cada vez que se asomaba a la ventana.
Los dragones se habían quedado abajo, a las faldas de la lanza del gigante para ser alimentados con una vaca al día, encadenados para evitar que alzasen el vuelo y vigilados por cuatro docenas de soldados leales a los Targaryen.
Sería difícil pero no imposible asesinar a esas serpientes con alas.
Una parte de ella quería ordenar su muerte. Pero ya les había ofrecido pan y sal a los Targaryen y la reina Rhaenys todavía estaba en Desembarco del Rey junto con el heredero al trono.
No haría enfurecer a los dioses por romper las leyes de la hospitalidad ni se arriesgaría a que Rhaenys hiciera llover fuego sobre el valle a lomos de Meraxes, sin importar cuanto desease hacerlo.
Para alejar esos pensamientos insidiosos había decidido sumergirse más que nunca en que la boda fuese lo más perfecta posible. No permitiría que esos advenedizos folladragones le encontrasen un solo fallo. Ella era una Arryn(por matrimonio) no permitiría ser insultada en el castillo que había sido su hogar desde que se casó.
Sus hijos estaban demostrando ser los perfectos caballeros que eran. Ronnel se estaba comportando como el señor(y rey) que era, tan parecido a su padre que no podía estar más orgullosa. El valle estaría en buenas manos cuando el extraño se la llevase.
Durante esta semana había atendido a su prometida y a su grupo tal como le había educado. La joven ya estaba enamorada de su hijo, eso era obvio, pero en más de una ocasión había sacado a relucir un brillo de astucia que no estaba a simple vista.
Ese unicornio que había traído con ella solo era una muestra de lo que escondían esos ojos grisáceos suyos, la montura había subido todo el camino al Eyrie cargando a la joven, serían un gran negocio.
Pero eso podría ser peligroso solo esperaba que esa inteligencia suya fuese beneficioso para la casa Arryn.
Y Jonos finalmente había comenzado a prestarle atención a la pobre Kyra Redfort que desde su compromiso había estado desconsolada porque su hijo no parecía estar interesado en ella.
Las dos parejas, bueno tres si contabas al hermano de la joven Stark y esa Celtigar que exudaba misterio con sus palabras tranquilas. Habían pasado mucho tiempo juntos intercambiando historias sobre su infancia o sobre el estado del valle.
La última comida a la que ella también asistió habían hablado sobre las similitudes entre los clanes de las colinas del norte y los de las montañas aquí en el Valle. Las similitudes entre estos dos grupos a pesar de la distancia entre ellos habían sido inquietantes.
Hoy seguida por sus damas de compañía se encaminaba a las cocinas donde una vez más supervisaría que todo estuviese perfecto para el banquete que tendría lugar después de la boda en tres días. Aunque esto era más una excusa para no tener que reunirse con la reina Visenya.
Había decidido tomar un desvío por el bosque de dioses cuando se encontró con que sus hijos también estaban allí junto con un pequeño grupo de señores. Curiosa por esta reunión se acercó a ellos.
Fue notada rápidamente y le hicieron un camino para entrar al interior del grupo, sus damas se quedaron atrás. Hizo todo lo posible para controlar su rostro al ver que Brandrik, el hermano de la futura esposa de su hijo estaba haciendo algo en el suelo.
La estatua de Alyssa Arryn que se encontraba en el centro del bosque de dioses había sido hecha a un lado. Para que el norteño con la ayuda de nada menos que Jorah Royce, el hijo de lord Royce clavase unas estacas de hierro al suelo que eran enterrados cada vez más profundos siendo golpeados con un martillo.
Controlando su tono pero sin ocultar parte de su molestia se atrevió a preguntar. "Buenos días mis señores. ¿Les importaría explicar lo que están haciendo aquí todos reunidos en el bosque de dioses?"
Sus hijos parecían culpables(como deberían) y varios señores a su alrededor se miraron incómodos entre ellos.
Ronnel finalmente se armó de valor. "Deseamos verificar una sospecha que Brandrik me trajo, madre"
"¿Y qué podría ser eso?" Se atrevió a preguntar.
Aliah Stark dio un paso adelante. "Si me permite explicar, lady Arryn" Pidió permiso como toda una dama educada,dirigiendo sus ojos hacia Ronnel quien después de todo era el señor del castillo. Cuando su hijo asintió, Aliah habló.
"Verá lady Arryn, en mi deseo por conocer más sobre las tierras de mi futuro marido le escribí a lord Royce en busca de información" Ronnel sonrió al escuchar eso, parece que no era el único enamorado. Hablaría con él más tarde.
Aliah continuó. "En sus cartas me habló sobre la belleza del valle y de los valientes caballeros que allí habitaban. Pero lo que más me llamó la atención fue saber que el Eyrie carecía de un arciano. Al parecer debido al duro suelo, lo cual me extraño"
Eso era verdad, durante mucho tiempo se había intentado plantar un arciano en el Eyrie para de esta forma que aquellos habitantes del valle que todavía sentían una conexión a los antiguos dioses mirasen a la casa Arryn con una mejor luz. Habían fallado debido al duro suelo.
"¿Le extraño, por qué sería eso?"
"Porque los arcianos son capaces de arraigarse en el duro suelo de las heladas montañas del norte, mi señora. Y por tanto deberían ser capaz de hacerlo también aquí"
Si eso era verdad deberían haber sido capaces de plantar un arciano aquí en el Eyrie "Eso todavía no explica que están haciendo" Señaló echándole una mirada al joven Stark y al heredero Royce, el joven debería saber mejor que meterse en cosas como estas. Pero si Ronnel había estado de acuerdo, entendía porque no se había negado.
Fue el joven Stark quien respondió. "Lady Arryn, el problema no es el suelo, sino el lugar. Según lo que Ser Jonos me dijo este lugar fue antes un septo y este sitio exacto"
Lord Brandrik señaló el círculo de piedra con interior de césped sobre el que había estado situada la estatua de Alyssa y se había intentado plantar los arcianos. "Es en realidad una losa de piedra mucho más profunda de lo que pensaba, lo que limitaría las raíces del arciano y le impediría crecer. Entiendo que plantar el arciano en el centro sería lo más agradable a la vista pero creo que ese lugar"
Señaló una zona algo alejada del jardín. "Sería más adecuado, el suelo parece no tener obstáculos que impidan al arciano crecer"
Era irritante que la razón por la que no habían podido plantar un arciano fuese el deseo continuo de dejar el jardín lo más estéticamente agradable, pero podía meter eso profundo e ignorarlo.
Especialmente si eso significaba que finalmente tuviesen uno de esos malditos árboles y que sus abanderados que seguían a los dioses antiguos no pudiesen quejarse de que la casa Arryn era parcial.
La mayoría de los nobles seguían a los Siete, pero muchos plebeyos mezclaban los Siete con los antiguos, sobre todo aquellos que tenían relaciones más cordiales con los clanes de la montaña.
"¿Está seguro de eso Lord Brandrik?"
"Estabamos comprobandolo en este mismo momento, mi señora"
"No permitan entonces que yo les interrumpa, continúen pues" El joven Stark asintió y reanudó su tarea con la ayuda del heredero Royce bajo la atenta mirada de los presentes.
"Siento no haberte avisado madre" Se disculpó Ronnel en voz baja una vez que se movió a su lado. Ella negó restando importancia. Su hijo era el Señor del Valle si los señores le viesen informando todo a su madre lo tacharían de débil.
"Hiciste bien, nuestra casa ha intentado plantar un árbol aquí por más de mil años. Poder plantar uno finalmente sólo traerá cosas buenas." Su hijo sonrió y volvió a mirar al chico Stark.
Ahora que lo miraba de cerca, no eran estacas de hierro lo que clavaban en el suelo, sino barras de bronce que se iban introduciendo en el suelo hasta que había que conectar otra a través de un mecanismo de giro, que curioso, nunca había visto algo así.
Con un escalofrío se dio cuenta de que esto no había sido algo imprevisto, esto había sido preparado. ¿Acaso habían planeado esto para mejorar la posición de la futura lady Arryn? Pero todavía había otra pregunta, Aliah Stark había participado en esto o había sido solo un plan de su hermano. La joven no parecía sorprendida, debía de haberlo sabido.
Conectaron otra barra de bronce, esta era la tercera y la empujaron hacia abajo pero solo se enterró un palmo antes de detenerse. Brandrik y Jorah intentaron meterla más profunda pero no lograron nada.
"Alguien nos da una mano?" Pidió Brandrik a la multitud de señores.
"Voy" dijo Ronnel, junto a lord Elys Moore. Los cuatro hombres presionaron la barra hacia abajo pero no lograron nada.
"Probemos en otro sitio" Sacaron con facilidad la barra de bronce y la volvieron a meter a dos palmos del lugar. Una vez más la barra se detuvo cuando la enterraron. "Se ha detenido a la misma altura" Juzgó Brandrik. "Hagámoslo una tercera por si acaso"
Repitieron el proceso y se detuvo. Ella misma podía decir que la barra se había quedado a la misma altura.
"Parece que tenías razón" Reconoció Ronnel dándole unas palmadas en el hombro al joven Stark.
"Eso parece" Brandrik dijo y anotó algo en un papel que un niño que vestía la librea Coldwater le entregó. Lord Royce no tenía hijos jóvenes pero la casa Coldwater eran sus vasallos, parece que Brandrik Stark había conseguido un paje, aunque ayudante parecía ser la palabra adecuada.
"Dijiste que ese otro lugar parecía más adecuado, deberíamos intentarlo" Sugirió su hijo menor mirando hacia la zona alejada.
"Tienes razón hermano" Reconoció Ronnel. "Lord Brandrik, ¿qué le parece?"
"Ya que tenemos el material aquí sería lo mejor, cuando usted lo ordene lord Arryn"
"Llamame Ronnel. Hermano, lord Alys por favor ayuden a Brandrik mientras yo termino aquí" Los dos asintieron y por una vez Jonos se despidió de lady Kyra besándole la mano en vez de ignorarla, la joven parecía realmente feliz por ello.
Ronnel se acercó a Aliah tomando su mano y dándole un beso. Sus dedos permanecieron en su muñeca más tiempo del aceptable. Si no estuviesen en público lo reprendería, todavía no estaban casados debían guardar esa cercanía para entonces. "¿Tenías planeado unirte a mi madre en sus tareas, no es así?"
Aliah asintió. "Así es, deseo aprender sobre las complejidades del castillo de su propia mano, qué mejor que aprender de aquella que sabe más." La joven dirigió su vista hacia ella. "Si a lady Arryn no le importa"
"Por supuesto que puedes venir y por favor llamame Sharra. Dentro de poco serás como mi hija." La joven era inteligente y estaba dispuesta a darle la oportunidad siempre que usase esa inteligencia para el beneficio de la casa Arryn y le diera hijos a Ronnel por supuesto.
"Me siento halagada, Sharra. Espero poder mantener el castillo a los estándares que usted haya impuesto"
"No tengo ninguna duda de que lo lograrás"
"Entonces me despido, debo ayudar en esta tarea" Ronnel dijo y se alejó.
"Lady Kyra, ¿se unirá a nosotras?" Preguntó a la joven que miraba con ojos soñadores en dirección a Jonos. Lady Kyra tardó en reaccionar con sus mejillas volviéndose rojas por haberse quedado congelada pero asintió con ahínco. Ah, doncellas enamoradas, que recuerdos.
"Bien entonces sígueme Aliah lo primero que debes de saber es…" Si hubiese mirado atrás habría visto a Ronnel mantener la mirada en Aliah hasta que se adentraron en el interior.
