- . My Hero Academia 180 grados. -
4. Donde Midoriya y Uraraka tiene una cita, Kachan intenta golpear a Deku y se encuentran con el portador de un quirk terrible
"¿Y entonces que paso?" Uraraka iba sentada en el tren de regreso a casa, con el celular en su mejilla.
Izuku usaba sus manos libre mientras terminaba de hacer la limpieza del salón de clase, dado que era su turno para hacerlo.
"Bueno. Después de la cena, el señor Yagi nos llevó afuera a mi y a Todoroki con la escusa de continuar con el proyecto de limpiar la playa.
Resulta que Todoroki huyo de su casa y su padre lo había estado buscando"
"¿Y como sabía eso el señor Yagi?"
"Al ser amigo del jefe de la policía, puede enterarse de ese tipo de cosas"
"Y entonces Todoroki regresó a su casa?"
"El señor Yagi prometió darle unos días a Todoroki para pensar que quiere hacer y eso incluye solicitar su emancipación si lo desea. En tanto se quedará en mi casa"
"Pobre Todoroki. Su padre debe de haberlo presionado demasiado, si está considerando hacerlo"
"Si" reconoció Midorya con algo de tristeza, recargándose por detrás en uno de los escritorios, y pensando por primera vez que tener un padre también sonaba complicado.
¿Sería que su padre se había ido porque no tenía un quirk? ¿O por alguna otra razón?
"¿Sigues ahí?" lo llamó Uraraka aún en la línea.
Izuku parpadeó, sacudiéndose de sus pensamientos. "Ah, sí... lo siento" dijo rápidamente, tratando de sonar más animado "Por cierto me gustaría presentarte al señor Yagi, me dijo que podías acompañarnos mañana a conocer a una chica aspirante para el área de ingeniería de la UA. Inventó unos guantes y zapatos que me han ayudado mucho para mis entrenamientos"
"En serio? Suena interesante. Entonces es una cita"
"¿C-cita?"
"Oh es mi parada. Entonces nos vemos mañana" colgó de pronto Uraraka.
"¿Cita?" repitió Izuko solo en el salón.
...
Izuku continuaba jugando con sus dedos mientras bajaba las escaleras del segundo piso de la escuela hacia la salida.
¿Cita? No. Definitivamente Uraraka no se refería al sentido romántico de la palabra. Además le había especificado que el señor Yagi los acompañaría, por lo que estaba más que claro que por "cita" se refería a que era un hecho que los vería mañana. Aunque por otro lado está sería la primera vez que se verían en fin de semana.
Izuku se sonrojó ligeramente.
¿Sería buena idea llevar algo de dinero extra por si Uraraka quería ir a una cafetería después de ir a conocer a la aspirante de ingeniería? ¿Debería preguntarle a su mamá que usar?
Muchas ideas atormentaron su cabeza, cuando de pronto casi tropieza en el último escalón hacia los casilleros y tuvo que retroceder un paso para no caer.
"Me gustas!"
Izuku se cubrió la boca con ambas manos.
Al parecer una chica se le estaba confesando a alguien en los casilleros.
"Me gustas mucho Bakugo"
Midorya reafirmó sus dos manos en su boca para evitar hacer el menor de los ruidos, pero su mente estaba gritando "Kachan?!"
"AH? A quien le hablas?"
Frente a Bakugo estaba una chica haciendo una reverencia y ofreciéndole una carta, con los brazos muy estirados.
"Te he estado observando y pienso que eres un chico muy profundo. Puedo verlo en tu mirada"
Bakugo vio su reflejo en el espejo de su casillero y sólo se vio a él cansado de tener que lidiar con estás tonterías.
"Escucha. Yo no soy la persona correcta para ti" respondió, su tono seco y desinteresado.
La chica hizo un ruido que indicaba que iba a comenzar a llorar.
"¿Eso lo dices por qué te gusta alguien más?" preguntó la chica con voz temblorosa.
Al ver su patética cara en expectativa, se imagino a su madre dándole un golpe en la cabeza. Sabiendo que esa era la repuesta que esperaba para justificar su rechazo.
"Si, por qué no" dijo descuidadamente.
"Entiendo"
Los ojos de la chica se humedecieron aún más y salió corriendo de ahí llorando
"¿Qué demonios está pasando con estas extras?!" se quejó Bakugo cargándose la mochila.
"Kachan! Eso no estuvo bien! La hiciste llorar!"
Tanto Bakugo como Izuku se miraron con sorpresa por un momento. Y el primero en reaccionar fue Bakugo.
"Qué rayos?! Métete en tus asuntos! Qué no te enseñaron a no escuchar conversaciones ajenas!"
Por algún motivo sus palabras fueron recibidas por una expresión alegre de Midoriya.
"Kachan"
"AH. Por qué sonríes?! Te estás burlando?!"
Deku negó con la cabeza.
"Desde el incidente con el monstruo de lodo había notado que tú actitud había cambiado un poco y llegué a pensar que habías enfermado o sufrías un trauma subsecuente" explicó Deku, bajando considerablemente la voz con la siguiente oración "Aunque también llegue a pensar qué habías dejado de meterte conmigo porque habías notado que la brecha entre ambos se había hecho más amplia y que ya no estoy a tu nivel"
Bakugo lo miró fijo por un largo rato con total seriedad. Y Deku temió que lo estuviera mirando con pena.
"Demonios! ¡Dos declaraciones seguidas! Lo que me faltaba! ¡Lo único que quiero es llegar a casa para darme una ducha!" cerró de un portazo la puerta de su casillero y caminó totalmente enojado hacia la salida.
Deku quedó pasmado con ojos parecidos a los de un pescado frito, ante la idea de habérsele declarado a Kachan de alguna forma.
"Jajajajaja" reía a carcajadas Uraraka "Y entonces que hiciste?"
"No pensé que fuera tan gracioso" se avergonzó un poco Deku.
"Lo siento, lo siento, pero es verdad que entre ustedes dos hay cierta tensión que fácilmente puede ser malinterpretada" continuó riendo Uraraka.
Detrás de ellos caminaba Toshinori que veía la tierna escena entre los jóvenes, pensando que sin duda hacían una bonita pareja.
De pronto noto tres detalles en particular: el cabello, las mejillas abultadas y los ojos de la joven eran muy parecidos a los de la madre del joven Midorya.
Muy obvio, pensó.
Y tuvo que apretar los dientes y cubrirse un poco la boca para evitar reír.
"Usted también señor Yagi?" se quejo Midoriya al notarlo.
"No. Es sólo que me acordé de un chiste"
Los tres se miraron unos a otros y, finalmente, no pudieron contenerse y estallaron en risas.
"Y por cierto, a qué tipo de lugar es al que vamos señor?" preguntó Uraraka al fin terminando de reír.
"Es un pequeño taller mecánico"
Uraraka dejo escapar un suspiro de alivio.
"Por un momento pensé que me había equivocado de atuendo, siendo que ustedes dos vienen de traje"
Deku y el señor Toshinori se miraron mutuamente.
"Yo suelo vestirme así gran parte del tiempo" contestó el señor Toshinori sin darle importancia.
"Tú también te sueles vestir así, Deku?" preguntó viéndolo de pies a cabeza con un traje rojo formal y camisa negra que contrastaba muy bien con su cabello y sus ojos verdes "Por cierto que te ves muy apuesto"
"G-gracias" dijo poniéndose rojo, del mismo tono que el traje "T-tú también te ves muy bien"
Uraraka se miró a sí misma; llevaba unos shorts de mezclilla a la cintura y una blusa blanca sencilla. Su atuendo no era nada especial, pero sonrió ante la amabilidad de Deku.
Era tan lindo.
Como si Deku leyera sus pensamientos le sonrió de una manera muy cálida, como nunca le había visto antes y Uraraka tuvo que parpadear dos veces para corroborar que fuera el mismo Deku, al que conocía hasta ahora principalmente por su expresiones de estar a punto de llorar o avergonzado por algo.
Sin embargo esa bonita sonrisa se perdió ante una repentina explosión que hizo volar a Deku directo al suelo.
"¡Ya estoy harto de ti Hatsume! Renuncio!" casi gritó un chico de cabello negro y gafas saliendo del taller seguido de una cortina de humo.
Al despejarse un poco, lo primero que vieron Toshinori y Uraraka fue a una chica de cabello rosa con los pechos a la altura de la nariz de Midoriya, que hacía lo posible para mirar lo más alejado de su nariz y no moverse ni un milímetro.
"Y por qué necesitaría a un ayudante tan quejumbroso si ya tengo al que quiero?!" entonces bajo la vista hacia Midoriya que continuaba aplastado bajo sus pechos.
Ante la bizarra visión de perversión de alguien tan inocente como Izuku, ni Uraraka o el señor Toshinori supieron que decir.
'Por favor perdóname joven Midoriya. Esto pasó debido a mis descuidos' se disculpó internamente Toshinori.
Ya dentro del taller, Izuku seguía afectado por lo ocurrido, Uraraka parecía aún procesarlo y el señor Toshinori se aclaraba la garganta.
"Bueno como pueden ver es aquí donde ocurre la magia" anunció Hatsume con entusiasmo, extendiendo los brazos para mostrar su taller. El lugar estaba repleto hasta el techo de aparatos, herramientas y cables que colgaban de las paredes "Pero claro, espero tener mucho más espacio para mis bebés cuando estudie en la UA"
"Perdón. Dijiste bebés? Te refieres a tus masco o o..." preguntó Uraraka, su curiosidad superando la confusión. Sin embargo, antes de que pudiera obtener una respuesta clara, sintió a Hatsume muy cerca de su espalda, invadiendo su espacio personal.
"¿Y que tenemos aquí?" preguntó Hatsume, examinando a Uraraka con una intensidad que hizo que la chica se estremeciera.
El señor Toshinori, previendo el siguiente movimiento de Hatsume, tuvo la prudencia de cubrir los ojos de Midoriya y los suyos propios, anticipando lo que podría suceder a continuación.
"Basta, basta, me haces cosquillas Hatsume" pudieron escuchar ambos y mejor se voltearon de espalda. Digno de dos caballeros.
"Bueno" concluyó Hatsume, soltando a Uraraka tras un momento "Me hago una idea de tus medidas. Y cuál es tu quirk?"
"Puedo eliminar los efectos de la gravedad de los objetos que..."
"Es muy complicado trabajar con gravedad. Paso" dijo esquivándola sin dejarla terminar "Mejor pasemos al siguiente"
Viendo las intenciones de Hatsume, Uraraka se interpuso con todo su cuerpo entre ella y Deku que seguía de espaldas e indefenso.
"Espera. Vas a ensuciarlo!" dijo y murmuró muy bajo: "en más de un sentido"
"Bueno. Y cuál es tu quirk nuevo ayudante?"
El señor Toshinori le dio un pequeño codazo a Deku.
"Yo no tengo un quirk" Deku se dio la vuelta con el rostro muy serio.
Uraraka notó eso y estuvo a punto de decir algo pero fue interrumpida.
"¡Qué?!"exclamó Hatsume con un grito de entusiasmo "¡El premio mayor!"
"Ah?" Izuku parpadeó, sin entender a qué se refería.
"Claro! Eres una hoja en blanco sobre la que se puede escribir infinidad de cosas! Es una molestia tener que adaptar a mis bebés en su etapa de desarrollo a un quirk y luego tener que modificarlo para otro para su presentación" Sin esperar una respuesta, Hatsume tomó a Izuku de la mano y comenzó a jalarlo hacia el fondo del taller "Ven conmigo hoja en blanco y te prometo que te haré brillar más que a nadie"
"E-esta bien. Pero no sé si me acostumbré a lo de hoja en blanco" señaló Deku mientras se alejaba de la vista de Uraraka y Toshinori.
"También podría llamarte virgen de quirk, si te parece mejor" propusó Hatsume.
"¡Ese es mil veces peor!" Izuku se ruborizó intensamente "Creo que prefiero hoja en blanco... o mi nombre"
"Deja de parlotear hoja en blanco, te estás pareciendo a mi viejo ayudante" dijo Hatsume con un tono de impaciencia, aunque sin perder su buen humor.
"P-perdón!" se disculpó Izuku rápidamente.
"Así me gusta"
Izuku se puso aún más rojo mientras le ayudaba a quitarse el saco de su traje, sintiéndose extrañamente expuesto en medio de todos los aparatos y el bullicio del taller.
De reojo,Toshinori pudo observar a la joven Uraraka algo preocupada por lo que estaba ocurriendo entre el joven Midoriya y Hatsume y no puedo evitar sonreír un poco. Que envidiable esos sentimientos de la juventud.
Mientras tanto, en el fondo del taller, Hatsume comenzó a hablar rápidamente sobre sus invenciones, sus ideas fluyendo como un torrente incontrolable. Izuku escuchaba con atención, aunque un poco sobrecogido por su entusiasmo.
"Ah que alivio, por fin aire fresco" Uraraka estiró los brazos hacia el cielo, contenta de por fin haber salido del taller de Hatsume.
"Perdón si no resultó como habíamos pensado" se disculpó Toshinori, rascándose la nuca con una sonrisa incómoda"Nunca creí que está chica Hatsume fuera tan temible.
Tanto Deku como Uraraka negaron amablemente.
"Al fin de cuenta fue algo divertido" dijo no muy convencida Uraraka. Sus pensamientos aún rondaban en sus maneras poco convencionales de evaluar a las personas.
"Si, además a ella no le importó que no tuviera un quirk" añadió Midoriya, mirando ambas manos con una pequeña sonrisa en su rostro" Y tal vez Hatsume tiene razón en que soy una hoja en blanco para las posibilidades"
"Me alegra que pienses eso joven Midoriya" El señor Yagi lo tocó suavemente en el hombro "Tú eres el único que debes poder elegir su camino y no dejes que nadie limite tus posibilidades. Ni siquiera yo. Entiendes?"
"Si!"
Uraraka los observaba con ternura. De verdad eran como padre e hijo.
"¿Y que deberíamos hacer ahora?" se atrevió a preguntar ella.
"Yo debo ocuparme de algunos asuntos" respondió Toshinori, mirando su reloj de manera distraída "pero ustedes deberían aprovechar para pasear. Hay una plaza cerca de aquí" comentó Toshinori señalando la dirección correcta.
"En definitiva me sentaría muy bien un malteada de fresa, que dices tu, Deku?"
"C-claro" aceptó Midoriya.
"Bueno, entonces nos vemos más tarde en la noche para seguir con la limpieza de la playa y los otros ejercicios" se despidió Toshinori "Un gusto, jovencita"
"Le preguntaré a Todoroki si quiere acompañarnos!" le anunció Midorya alcanzando a ver qué el hombre agitaba la mano mientras continuaba alejándose.
Eso le pareció extrañamente familiar a Deku.
"Vamos?" preguntó Uraraka jalándolo de la mano, cosa que por supuesto lo puso muy nervioso pero intento controlarse.
"S-si"
Ambos visitaron puestos, tiendas de ropa, vieron los aparadores y hasta entraron a una tienda de mascotas, dónde por casualidad se encontraron con la heroína Mirko con la que aprovecharon para tomarse una selfie junto a los conejitos y casi al final Deku compró un balón de fútbol. Todo el tiempo conversando de cosas interesantes y disfrutando de la compañía del otro. Hasta que llegaron a una linda cafetería con vista hacia la fuente principal de la plaza dónde decidieron entrar.
"Entonces, al igual que Hatsume, tu también quieres entrar en la UA?" preguntó Deku emocionado.
"Si" reconoció Uraraka intentando deshacer la incomodidad que sentía al reconocerlo sobando su nuca "pero en el curso de héroes"
"Eso es asombroso!"
"Si, pero aún no se si pueda"
"¿Pero de que hablas? ¡Tu quirk sería definitivamente muy útil para ser héroe! ¡Incluso tu nombre podría ser Uravity!"
"Oye, me gusta ese!" reconoció Uraraka con un gesto divertido, aunque de nuevo su semblante se torno algo triste "Pero no tiene que ver con mi quirk o mi nombre"
Deku espero pacientemente a qué Uraraka continuara.
"Si bien, la colegiatura y las matrículas son relativamente accesibles para cualquiera que desee entrar a la UA, mi familia no está pasando por un buen momento"
La declaración sorprendió a Deku. Siempre había pensado que todo iba bien en la vida de Uraraka, dado que ella sonreía todo el tiempo y siempre parecía tan optimista.
"Mi padre tiene una pequeña empresa constructora y hasta ahora todo había ido bien, pero hace poco uno de sus puentes se cayó"
Deku se cubrió la boca de la impresión.
"Si bien, la policía investigó y demostraron que no habían fallas estructurales, el proceso demoró lo suficiente para que mi padre perdiera a la mayoría de sus clientes"
"¿Y alguien resultó herido?"
Uraraka negó con la cabeza. "Dado que el puente estaba recién inaugurado, le pedí a mi padre que me llevara a verlo después de la escuela y de su trabajo. Y como ya era muy tarde, sólo un auto pasaba en esos momentos. Afortunadamente cuando paso todo pude hacer levitar el auto y ponerlo a salvo" una clara imagen vino a su mente sobre lo ocurrido "Dentro iban un hombre con un cubrebocas gracioso y su hija pequeña que parecía muy asustada"
"Que bueno que nadie resultó herido" dijo Deku aliviado "tuvieron suerte de que estuvieras ahí para salvarlos como a mi"
De nuevo la linda sonrisa de Deku se hizo presente, y Uraraka no pudo evitar ruborizarse levemente, abanicándose con la mano para tratar de disipar el calor en sus mejillas.
"El punto es que mi mayor deseo era convertirme en heroína para algún día aligerar los gastos de mis padres, pero ahora seria hipócrita de mi parte no preocuparme por ser una carga para ellos, hasta que pueda trabajar de manera profesional"
"Ya veo"
Esto dejo reflexionando a Deku. No pudo evitar acordarse del rostro preocupado de su madre el día que había intentado acabar con su vida.
Seguro que había sido el más grande tonto y egoísta de todos, pensó presionando sus puños sobre su regazo.
Uraraka notó el cambio en su expresión e intentó animarlo "Pero no te lo dije para que te sintieras mal por mí" trató de reír, aunque sonaba un poco incómoda.
"No, no siento pena por ti! Te lo prometo!" se apresuró a aclarar Deku "Es sólo que pensaba, que debería ser más como tú. El día que nos conocimos no pensé bien las cosas. Sólo pensé en mi mismo, y no me detuve en considerar las consecuencias y lo que podría sentir mi mamá después"
Uraraka sonrió en respuesta.
"Pues ya sabes lo que dice Hawks: a veces por querer salvar el mundo, olvidamos a los que están más cerca"
"Oh, lo mismo le dije yo a mi mamá el otro día" respondió Deku, sorprendido por la coincidencia.
"En serio?"
"Y sabes? Entrenando en la playa con el señor Yagi tuve la oportunidad de conocerlo"
"De verdad?! se emocionó Uraraka "A pesar de tener apenas 24 años, Hawks le está pisando los talones a Best Jeanist y a Endeavor" dijo ante el asentimiento de Deku también admirado por sus logros "Pero es cierto que quedó en primer lugar el año pasado como el de la sonrisa más encantadora"
"¿Por encima de All Might?" preguntó Deku, incrédulo.
Ambos rieron ante lo ridículo que sonaba eso, y en medio de sus risas, Uraraka se detuvo de nuevo a mirar la linda sonrisa de Deku. Era tan sincera, tan pura.
"Pero no es que me guste Hawks ni nada" intentó aclarar Uraraka, agitando los brazos frente a ella como para cubrirse un poco.
"Te pusiste roja Uraraka"
Ambos estallaron en carcajadas nuevamente. En ese momento, mientras la luz del sol se reflejaba en el agua de la fuente y el bullicio de la plaza continuaba alrededor de ellos, se sintieron como si estuvieran en su propio pequeño mundo, disfrutando simplemente de estar juntos.
Después de salir de la cafetería, Izuku y Uraraka se encontraron de nuevo caminando por la plaza, disfrutando del suave resplandor del sol que comenzaba a descender en el horizonte. La brisa era fresca y agradable, y las luces de la fuente danzaban sobre el agua. Ambos caminaban en silencio, disfrutando de la tranquilidad del momento.
"Uraraka, Crees que puedes esperar aquí sólo un momento?" preguntó de repente Deku, deteniéndose justo frente a la fuente "Recordé que quería comprar algo"
"¿Eh? Claro" respondió Uraraka, algo extrañada de que Deku no le pidiera que lo acompañara. Se preguntó si era algo que él prefería hacer solo, alguna cosa de chicos que ella no debía saber. Decidió no darle demasiada importancia y asintió con una sonrisa.
Deku sonrió de vuelta, agradecido, y se alejó con su bolsa del balón de fútbol colgando de su hombro. Uraraka lo observó mientras se dirigía hacia una de las tiendas al otro lado de la plaza, su paso ligero y su cabello verde moviéndose suavemente con la brisa.
Aprovechando el momento de soledad, Uraraka se sentó en el borde de la fuente, sintiendo el fresco rocío del agua que salpicaba suavemente su rostro. Sacó su celular del bolsillo y lo desbloqueó, buscando la foto que se habían tomado con Mirko más temprano. Sonrió al ver la imagen; allí estaban, los tres posando junto a los conejitos, Mirko con su sonrisa enérgica, y ella y Deku sonriendo con esa alegría juvenil que parecía iluminar toda la foto.
Sin embargo, sin darse cuenta, sus dedos comenzaron a hacer zoom en la parte de la imagen en la que aparecían ella y Deku. Su corazón latía un poco más rápido al observar cómo se veían juntos. Deku estaba sonriendo con esa sonrisa cálida y genuina
"Es una buena foto" pensó en voz baja, sin darse cuenta de que sus ojos comenzaban a brillar un poco más mientras observaba la imagen.
...
"Oye viejo por qué estás tan molesto?" preguntó Kirishima, esforzándose por seguir el paso furioso de Bakugo mientras se alejaban de la zona de videojuegos del centro comercial. La música y las luces parpadeantes quedaron atrás, y la intensidad del rostro de Bakugo parecía absorber toda la atención a su alrededor.
"Maldición!" espetó Bakugo, sin aminorar el paso "¿Qué uno ya podía jugar tranquilamente sin que se le declaren a uno?! ¡Ya estoy harto de las declaraciones!"
Kirishima apenas contenía una risa. Sabía que Bakugo, con su personalidad explosiva y su carácter intimidante, atraía a muchos, pero nunca imaginó que también recibiera tantas confesiones amorosas. Para Kirishima, la idea de que Bakugo fuera visto como un potencial interés romántico era tan extraña como hilarante.
"Oye, muchos matarían por tu suerte, ¿lo sabías?" comentó, tratando de suavizar la situación con una sonrisa.
Bakugo se detuvo en seco, haciendo que Kirishima casi chocara con él. El pelirrojo apenas pudo frenar a tiempo, parpadeando sorprendido.
"¡Oye!" exclamó Kirishima, pero su voz se quedó en el aire cuando vio hacia dónde miraba Bakugo.
Era un chico con un traje rojo corría en dirección a las tiendas,
"Ya sé lo que me pondrá de buen humor. Hacer papilla a un nerd siempre me reanima" caminó con decisión.
"Oye no te desquites con alguien inocente!"
Lo persiguió de nuevo Kirishima, preocupado por lo que podría pasar.
Uraraka veía su reflejo en el agua de la fuente cuando de pronto una sombra detrás de ella se aproximó. Sorprendida, Uraraka se giró rápidamente, esperando ver a Deku. Sin embargo, se encontró con un joven con sudadera negra y zapatos rojos, su rostro en parte cubierto por la capucha. A través de la sombra que proyectaba su gorro, notó cicatrices que cruzaban su piel pálida, y un escalofrío recorrió su espalda.
Al intentar ponerse de pie, Uraraka dejó caer su celular al suelo. El dispositivo golpeó el borde de la fuente antes de caer en el pavimento, la pantalla mostrando brevemente la foto que había estado mirando.
En otro lado del centro comercial, Bakugo fruncía el ceño mientras miraba a su alrededor, claramente molesto.
"¿Dónde se habrá metido?" gruñó, cerrando los puños con frustración.
"Oye, ¿qué acaso no te pusieron tu inyección hoy o que pasa?" preguntó Kirishima, tirando suavemente del brazo de su amigo para calmarlo.
"JA! Cómo si esa basura pudiera conmigo" se burló Bakugo, sacudiéndose del agarre de Kirishima "Debo reconocer que los primeros días me ocasiono algunos problemas pero ya estoy de vuelta!"
Kirishima lo miró con incredulidad.
"Me estás diciendo que te pusieron una sustancia específicamente creada para disminuir tu testosterona y aún así tu cuerpo de nuevo produjo un exceso" se impresiono Kirishima "Sabes que eso es lo más masculino que escucharé nunca?!"
Bakugo dejó escapar un bufido de satisfacción, pero justo en ese momento, vio a Deku corriendo por el corredor opuesto.
"Ahí estás" dijo Bakugo con una sonrisa feroz, lanzándose tras él.
"Espera!" gritó Kirishima, siguiéndolo de cerca "¿Me harás perseguirte así todo el día?"
Midoriya se detuvo casi al llegar a la fuente del centro comercial, y tuvo que darse unos segundos para analizar lo que estaba pasando unos metros más adelante.
Vio a Uraraka, tal como le había pedido, sentada en la fuente. Pero junto a ella, un hombre con una capucha oscura le devolvía el celular que había dejado caer. Algo en la forma en que el hombre se comportaba, rascándose insistentemente el cuello y murmurando algo, hizo que Deku sintiera que algo no andaba bien.
"¡Deku!" gritó de imprevisto Kachan jalándolo del cuello de la camisa, y aunque eso lo tomó por sorpresa, Izuku procuro no despegar la vista de lo que continuaba sucediendo en la fuente.
"¡Ya déjalo, él no tiene la culpa de tu exceso de masculinidad!" protestó Kirishima, llegando finalmente hasta ellos.
"Quieres callarte!" gritó Bakugo, pero Deku apenas lo escuchó. Su atención seguía fija en Uraraka y en el hombre sospechoso.
Vio cómo el extraño pasaba una mano por el hombro de Uraraka y sus dedos, largos y delgados, se movían en el aire. El estómago de Deku se tensó.
"Ayer dijiste que pensabas que había dejado de golpearte porque creías que la brecha entre los dos se había hecho más amplia y que ya no estás a mi nivel, pero hoy estás de suerte" dijo jalándolo hacia arriba aprovechando la ligera diferencia de estaturas "Te dejare probarte a ti mismo. ¡Tú y yo aquí, sin quirks!"
"No es un buen momento Kachan!" respondió Deku, sus dientes apretados por la tensión. Quería ir con Uraraka cuanto antes; ella se veía incómoda, cada vez más nerviosa.
"¡Ja! ¡Lo ves! ¡Eres un cobarde!" Bakugo lo levantó un poco más y con el puño listo preparándose para golpearlo.
El límite de la paciencia de Deku llegó cuando el hombre extraño colocó cuatro dedos en el cuello de Uraraka.
Deku apretó muy fuerte los dientes y al soltar su bolsa de compras, el balón de fútbol salió rodando.
"¡Ya no dejaré que me uses como tú saco de boxeo Kachan! Nunca más!" dijo con una patada voladora directo al costado de Bakugo, logrando liberarse y tirándolo al suelo.
Intentando reincorporarse lo más rápido posible, lo primero que vio Deku fue el balón de fútbol.
"OYE TÚ! QUÍTALE TUS SUCIAS MANOS DE ENCIMA!"
El hombre encapuchado, Shigaraki, tuvo sólo un segundo para ver que un balón se aproximaba con mucha fuerza hacia su cara y quitando la mano del cuello de la joven, puso sus cinco dedos al frente.
El balón se desintegró al instante, convirtiéndose en polvo ante los ojos atónitos de todos.
Uraraka jadeó, retrocediendo en un reflejo. El miedo en sus ojos era palpable. Esos dedos habían estado en su cuello hace apenas unos segundos.
Deku no perdió tiempo. Corrió hacia Uraraka, y la tomó por la cintura y la alejó rápidamente del alcance de Shigaraki.
"Una distracción" comprendió Shigaraki poniéndose de pie y ocultando sus manos en los bolsillos del pantalón.
"¿Qué rayos fue eso?" preguntó Kirishima a la distancia "¡Policía!"
Bakugo, aún en el suelo, se sostenía el costado adolorido, observando la escena con una mezcla de rabia y sorpresa.
Una pequeña distracción fue todo lo que Shigaraki necesitó. Aprovechó la confusión y rápidamente se desvaneció en la multitud del centro comercial, desapareciendo entre los pasillos llenos de gente.
Midoriya y Uraraka salieron de la jefatura de policía cuando el cielo ya se había oscurecido. Las luces de la ciudad comenzaban a encenderse, y una suave brisa nocturna agitaba sus cabellos. La tensión del día todavía estaba presente, pero había una sensación de alivio al haber salido finalmente de aquel lugar. Sus pasos resonaban en la acera mientras caminaban hacia la salida, seguidos de cerca por Bakugo y Kirishima.
Al encontrarse los cuatro afuera, Bakugo lanzó una mirada cargada de rabia hacia Deku, sus ojos reflejando el fuego de su frustración contenida.
"¡Kacchan! Perdón por lo de antes... Es sólo que yo…" comenzó Deku, su voz insegura, pero sincera.
Bakugo lo interrumpió con un gruñido.
"¡No te disculpes!" espetó, con los puños apretados "¡Porque te lo voy a devolver por mil! ¡¿Está claro?!"
Deku, en lugar de amedrentarse, mostró una sonrisa desafiante.
"Ya lo veremos" aceptó el reto, su determinación brillando en sus ojos verdes.
"Deja de sonreír! Me enfermas!" gruñó Bakugo, claramente irritado.
"L-lo siento"
Kirishima se acercó a Uraraka, con una sonrisa amigable en su rostro.
"Se que ya te lo han preguntado muchas veces pero, estás bien?" inquirió, su tono lleno de preocupación genuina.
Uraraka asintió con una sonrisa tranquilizadora.
"Si. Si no fuera por Deku, tal vez ya no estaría aquí" admitió, su voz firme pero con un matiz de agradecimiento.
Kirishima se rió, aliviado.
"Es cierto, ese tiro fue asombroso!" exclamó, dándole una palmada en la espalda a Deku "Se nota que has estado practicando! Un día deberíamos reunirnos para jugar todos juntos!"
Deku asintió con entusiasmo, su sonrisa iluminando su rostro.
—¡Claro! —respondió, su ánimo elevándose al pensar en un futuro más brillante y divertido con amigos.
"La patada que le diste a Bakugo también estuvo muy bien!" dijo colocándole la mano en el hombro al rubio que se le sacudió de inmediato "Conocí a este rufián en un curso de inducción para ser héroes. El propio Best Jeanist me encargo que lo llevara por el buen camino y eso intento.
"Hablas demasiado" gruño Bakugo comenzando a caminar en dirección a la estación.
"Ah por cierto. Lamento que su cita se haya estropeado así al final. Pero bueno, nos vemos después" se despidió Kirishima, yendo tras de Bakugo.
Deku y Uraraka se miraron, un poco avergonzados. Ambos desviaron la mirada al suelo, sus rostros ligeramente sonrojados. Había algo en la forma en que Kirishima había dicho "cita" que les hizo sentir un cosquilleo incómodo y, al mismo tiempo, agradable.
"Es verdad" se animó Deku sacando una caja de la bolsa que llevaba en la mano "Con todo lo que sucedió casi olvido darte esto. E-espero que te guste!"
Uraraka lo miró con sorpresa, sus ojos brillando bajo la luz de las farolas.
"¿Ah? ¿Por qué? Ay, me siento mal. Yo no te compré nada" dijo, apenada mientras tomaba el regalo con cuidado.
Deku negó rápidamente con la cabeza, tratando de tranquilizarla.
"Quería agradecerte apropiadamente por haberme salvado el día que nos conocimos. Por un tiempo no tuve la fuerza para hacer las cosas bien pero quiero cambiar a partir de ahora" explicó, bajando la cabeza en una reverencia sincera "Muchas gracias Uraraka"
Ella sonrió alegremente, conmovida por las palabras de Deku, y levantó su puñito frente a él en un gesto de complicidad.
"El día de hoy tu me salvaste, así que no hay nada que agradecer. Pero prometamos que seguiremos cuidándonos mutuamente"
Deku sonrió, ligeramente sonrojado, y respondió al gesto de Uraraka, golpeando suavemente su puño con el de ella. En ese momento, los padres de ambos salieron del departamento de policía, observándolos con ternura desde la distancia.
La madre de Deku, Inko, sonrió al ver la escena, sus ojos llenos de orgullo y cariño. Mientras tanto, los padres de Uraraka intercambiaron una mirada cómplice, sabiendo que había algo especial entre esos dos jóvenes.
Bajo el cielo estrellado, con el murmullo de la ciudad como telón de fondo, Deku y Uraraka se quedaron allí, compartiendo un momento silencioso, pero significativo. Habían pasado por mucho, y ambos sabían que este era solo el comienzo de muchas más aventuras juntos, siempre cuidándose y protegiéndose mutuamente.
El aire de la noche era fresco y lleno de promesas, y mientras caminaban hacia sus respectivos hogares, ambos sentían que, después de todo lo que había pasado, todo estaba exactamente donde debía estar.
Notas de la autora.
Gracias si leen hasta aquí. Espero traer un nuevo capitulo pronto. Como siempre sus comentarios son bienvenidos! Saludos!
