Gracias Señor Jesús por tanto amor.
El hijo sabio alegra al padre… Proverbios 15:20
Historia dedicada a todos aquellos que aún recuerdan mis historias y me han dado su apoyo ahora que volví. Dios los bendiga mucho.
Naruto no me pertenece, los personajes e historia son una creación de Masashi Kishimoto.
Capítulo 4. La encontré.
Apenas se estaba recuperando de la incomodidad que las palabras de Kakashi le dejaron cuando la secretaria les informó que había llegado Sakumo. Él entró muy contento, acompañado de Naruto y Sakura.
—Hola Kakashi sensei, Gai sensei—, saludaron los dos shinobis.
—Yo.
—¿Qué tal chicos? — Dijo Gai
—¿Qué te parece hijo?, no tarde mucho, comimos un delicioso ramen en Ichiraku, por cierto, ¿ya comieron?
—Si, Sakumo san, no se preocupe.
—Que bien.
—Kakashi sensei —habló Sakura, él asintió—, Tsunade shishuo me pidió venir, Sakumo san me comentó que era para checarlo a él, espero que no le moleste que me vine antes, es que Naruto me invitó a comer y me pareció buena idea venir para acá.
—No hay problema Sakura chan, pero, te ves cansada, mucho trabajo aún, ¿verdad?
—-Y que lo diga sensei. Oh, hablando de eso, ya me comuniqué con Ino, viene en camino, no creo que tarde mucho, espero no interferir con su agenda
—Hoy no hay mucho que hacer por aquí, la verdad— contestó Gai —y siempre es bueno tener visitas.
—¡Sin mucho que hacer! —Gritó Naruto. La pila de documentos era bastante agobiante si se consideraba como "sin mucho que hacer" —, cuando sea Hokage cambiaré eso, mejoraré el sistema, de verás.
—Ojalá no tardes mucho Naruto—, dijo Kakashi completamente sincero —, si fuera por mí, hoy mismo te dejo el puesto.
—¿En serio? — dijo con los ojos brillantes, más que dispuesto a aceptar.
—Cállate Naruto, — dijo Sakura, dándole un codazo — Ya llegará tu turno, además Kakashi sensei hace un gran trabajo.
—Oh— murmuró Naruto
—Gracias Sakura chan, no es para tanto.
—Ne Kakashi sensei, Sakura chan dice la verdad, Konoha tiene una gran inversión en infraestructura y tecnología, además de que nuestras relaciones comerciales con otras aldeas son muy buenas, nuestra aldea está creciendo mucho, está haciendo un trabajo impresionante—. Todos miraron sorprendidos a Naruto, jamás lo habían oído hablar así. —¿Que? Yo también leo. Si seré hokage creo que debo ir investigando ese tipo de cosas, ¿no?
De alguna manera todos sonrieron y asistieron
—Creo que serás un gran hokage — dijo Gai —, aunque con tu padre como el cuarto y tu maestro como el sexto, todos tienen grandes expectativas en ti, si me lo preguntas, de ser yo estaría un poco agobiado.
Naruto se hinchó lleno de gozo —yo no, de verás, toda mi vida he soñado ser hokage, seré el mejor de todos, no es ofensa sensei.
—Hum, para nada — dijo Kakashi, sentándose cómodamente en la silla.
—Pues si sabes manejar la aldea — comentó Sakumo— como dar pelea, serás imparable. Tremenda batalla la que me diste hoy. No me sorprende que seas el héroe que salvó al mundo de la guerra — y Naruto sonrió con arrogancia y alegría —Aunque es una pena que no pudieras mostrarme ese jutsu especial que mencionaste, a la verdad que si me gustaría saber de qué se trata.
—Naruto, —murmuró Sakura —-, espero y no sea el que estoy pensando.
Sinceramente Naruto, después de aquel trago amargo que se llevó cuando regresó a sus sentidos y al verse con ese bonito vestido amarillo de Sakura, no le quedó de otra mas que sentirse un poco menos "estimulado" en la frecuencia que usaba el jutsu sexy, así que decidió ser más precavido. Cuando volvió a su anatomía normal tuvo que regresar el vestido amarillo, obviamente agradeciendo la comprensión de Sakura y prometiendo comprarle otro en compensación por estrenarlo, aunque al ver el costo de los vestidos se hizo el que no se acordaba, por supuesto.
¡Por qué la ropa de chicas era tan cara! ¡Que eran hilos de oro o qué!
Claro que después de regresarle la prenda, Sakura se puso delante de él, en esa pose de poder que ponía cada vez que le esperaba un sermón moral y empezó diciéndole que era el "karma" por hacer uso de semejante técnica denigrante para comunidad femenina de Konoha y otro tanto de "argumentos". Finalmente, Naruto llegó a la conclusión de tener mayor precaución en el uso del jutsu, y, a diferencia de lo que pensaba Sakura, no fue por su hermoso y estimulante discurso, o por usar ropa de mujer (aunque ese vestido, a pesar del color amarillo que no le favorecía tanto, se le veía mejor a él que a su amiga, obviamente), sinceramente a Naruto poco le importó aquel discurso político sobre la dignidad de la mujer, a él solo le influenciaron las risas y burlas de Sasuke y Sai.
Y por supuesto que cuando le mencionó a Colmillo Blanco de los jutsus que había creado lo pensó un poco, pues si le pasaba algo, no quería quedar en ridículo frente al legendario shinobi, y no precisamente por andar desnudo "disfrazado" de una voluptuosa y hermosa chica, sino más bien para no andar gimoteando gritando a los cuatro vientos en busca de alguna prenda con que cubrir su hermosa y bien trabajada silueta femenina.
—Oh… bueno, Sakura chan… verás, es un jutsu que tengo que pulir en algunas cositas.
Y por un momento Sakura le susurró lo mismo que le había recomendado antes —, recuerda, debemos tratar de no quedar en ridículo, o al menos retardo un poco, ¿sí?
Sakura quería dar una buena impresión, y es que recordar todo aquello que Tsunade le habló sobre el padre de Kakashi le llevaba a desear dejar una buena primera impresión, como cualquier otra persona más en toda la aldea.
—Oye, Sakura chan, ¿por qué no inicias de una vez con el chequeo? —recomendó Naruto deseoso de cambiar de tema.
—¿Ya? — preguntó Sakumo —la otra doctora aun no llega y, la verdad, yo me siento muy bien.
—Esa es muy buena noticia —dijo Sakura, bostezando.
—Que bien— mencionó Sakumo —, apuesto que no será necesario más chequeos, después de todo Tsunade y Shizune san comentaron que estaba perfecto así que…
—Habrá que checar el expediente—. Comentó rápidamente sin dejarlo terminar, Sakumo solo se sorprendió, pero accedió, la chica tenía su carácter, tal cual su maestra —¿Kakashi sensei, podría pasarme el expediente que Tsunade shishuo le dio?, por favor. — el Hokage hurgó ente el papeleo y pronto extrajo una carpeta. Sakura la tomó y empezó a leer la casi ilegible letra de su maestra, lanzando un profundo y sonoro suspiro.
—Si, yo tampoco le entiendo nada —dijo Kakashi, rascándose la cabeza.
—En realidad no es por eso, solo es cansancio— dijo Sakura sonriendo —¿Pero lo decía por la letra o por los tecnicismos?
—Ambos — dijo sincero —, pero en serio ¿si entiendes eso?
—Claro sensei, soy una experta descifrando la letra de Tsunade shishuo — dijo divertida —, si quiere puedo venir y ayudarlo a usted y Gai sensei a descifrar algunos de los archivos que le dejó — le comentó dándole con la carpeta en el hombro, bromeando.
—Oh si, fuera de broma — dijo Gai —, nos serviría mucho un traductor, la letra de Shizune tampoco es muy sencilla.
—¿Y eso de que serviría? —preguntó Naruto —la letra de Sakura es tan horrible como la todos los doctores, vendría a dar lo mismo, ¿no? Hasta creo que estaría peor, porque la de Sakura es más terrible que la de la vieja.
—¡Hey! — gritó Sakura olvidándose de aquella propuesta de "no hacer el ridículo", tal vez era la costumbre o el cansancio, porque terminó por arrojarle un horroroso jarrón.
—Pagaré eso, sensei— dijo avergonzada, Kakashi solo asintió con resignación.
—Y ahí va el ultimo jarrón…— dijo Gai y sacó una pequeña libretita con la portada de una tortuga con el título de "cuentas por cobrar", luego anotó un jarrón más en la larga lista que llevaba el nombre de "Sakura Haruno".
Había sido una recomendación de Shizune, por supuesto, que gracias a su amplia experiencia como asistente de la hokage tenía bastantes consejos que darle; Gai, como todo hombre comprometido y apasionado por su trabajo, rápidamente obedeció y no paraba de sorprenderle lo mucho que la agradable Shizune tenía por enseñarle.
Sakura aborrecía la libreta, y, al igual que todos los shinobis que estaban en la famosa libretita (que no eran tantos en realidad), de solo verla se le revolvía el estómago, era como con la de Shizune, no distaban mucho una de otra, a excepción de la portada, porque la de Shizune tenía a Ton-ton y en la letra, la de Gai sensei era bastante hermosa y clara, a decir verdad.
Sakura volvió a suspirar, toda intención (y esperanza) de permanecer sin hacer el ridículo y/o parecer una histérica que aún le quedaba se fue tan rápido como el grito que le salió al mirar la cifra y el monto acumulado del adeudo que llevaba.
—¡Tan caro! ¡es ridículo, ni era tan bonito!
—Era de colección— mencionó Gai —, regalo del Kazekage.
—Pues siempre fueron horrendos— dijo Sakura con completa sinceridad —por muy de colección o gusto "exquisito" — dijo con sorna, imitando a Temari, quien fue la que los escogió y dio tal descripción —, de seguir así no podré ni salir a comer mañana.
—¡Ja! Y ni siquiera me diste — se burló Uzumaki —¡Te lo mereces! A ver si con eso te preocupas más por entrenar que andar como zombi todo el día en el hospital asustando a medio mundo con tus ojeras, tu mal humor y tus "métodos médicos".
—¿Qué es lo más barato del escritorio? — preguntó ella con insano interés.
— ¿Y sabes que es lo más triste? —, siguió Naruto sin escuchar a Sakura—, que apenas te alcanza para pagar todos los destrozos de tu humor del demonio, en serio debes aprender a controlarte, que a este paso…
Naruto siguió hablando riéndose de ella y Gai señaló el pisapapeles, era pequeño y negro, así que Sakura se lo arrojó con la firme idea de no golpearlo, sino solo asustarlo y callarlo, pero con tan mala fortuna que le dio justo en el estómago.
—¡Oh! —vocifero Naruto, —ahora si… me diste…me sacaste el aire…— dijo dando grandes bocanadas.
—En realidad solo quería asustarte— dijo apenada, tapándose la cara con la carpeta del expediente de Sakumo —, lo siento, no era mi intención. Tal vez si estoy cansada.
—No solo te ves terrible, sino además te falla la puntería, me pregunto que otra cosa harás mal. Sakumo san, yo que usted…
Sakura le entregó el expediente a Kakashi y corrió con Naruto, ayudándolo a sentarse en el sillón, disculpándose una y otra vez.
—Curiosos tus alumnos — dijo Sakumo, sonriendo.
—Hum…— asintió —No tengo nada que ver. Son así desde que recuerdo.
—Si— dijo Gai anotando el costo del pisapapeles —, no se preocupe, Naruto está acostumbrado y estará bien en, 3, 2, 1.
—Estoy bien, Sakura chan — Naruto se levantó y Sakura lo siguió. Gai le mostró una vez mas la cuenta y Sakura suspiró otra vez.
—¡Dijo que era barato, Gai sensei!
—Que era lo más barato.
—Kakashi sensei, ¿por qué todo lo de su oficina es tan caro? —preguntó ella bastante preocupada del adeudo, con un gracioso puchero, había regresado a tomar el famoso expediente para darle otro vistazo —, debe ganar muy bien para tener gustos tan caros.
—Hum… en realidad todo lo que has tomado son obsequios de mi acenso, mi gusto no es tan "exquisito", soy más bien sencillo. Yo creo que la del buen gusto eres tú, mira que tomar siempre lo más caro. A este paso creo que me quedaré sin decoración en un par de semanas —bromeó palmeándole la espalda, Sakura hubiera sonreído, o se hubiera disculpado, pero solo bufó ante la cuenta que Gai le había pasado.
—Pues con lo "sencillo" que es, yo creo que sí — dijo Naruto —, según Gai sensei no ha comprado ni un lápiz con su sueldo.
Gai carraspeó y Kakashi solo bufó. Maito Gai era un total bocaza de vez en cuando, seguramente su padre tendría todo en bandeja de plata si no se ponía firme con su rival —Hum… en mi defensa, vienen en el presupuesto, Naruto.
La pobre Sakura seguía angustiada, pensando en pedir otra expansión más con los pagos semanales —Pues yo creo que la próxima vez usaré los lápices.
—Tal vez deberías dejar de aventarme con las cosas —gruñó Naruto.
—Tal vez deberías cuidar tus palabras, Tontoruto— dijo Sakura.
Sakumo estaba tan tranquilo (y satisfecho de posponer todo chequeo médico) que pensó sería buena idea tomar unas galletas y comer, había pasado observando todo y analizando cada detalle de toda esa dinámica que los shinobis tenían. Era bastante entretenida e informativa. Pero se le arruinó la tarde cuando Sakura retomó lo del chequeo, provocando que casi se atragantara con la galleta.
—¿Papá, sigues teniendo miedo a los doctores? — preguntó con diversión Kakashi, pasándole un poco de agua.
—¿Qué? No, claro que no, nunca le he tenido miedo a los doctores hijo.
—Hum… pues aun tengo mis dudas, si mi memoria no me falla eras bastante renuente con ir al doctor. No te debe dar vergüenza admitirlo padre.
— No es eso Kakashi, aún hay tiempo, creo que podemos esperar un poco más.
—Pues si tiene miedo no lo culpo — dijo Naruto —, yo tendría mucho miedo si me atendiera Sakura, de por sí ya da miedo en sus sentidos, imagínese ahorita.
—Gai sensei, ¿cuánto cuesta un lápiz? —preguntó Sakura provocando que Naruto cerrara la boca (esta vez si la escuchó). Ciertamente la oportunidad de dar una buena impresión ya se había ido, y no dejaría que Naruto la insultara, por muy shinobi legendario que fuera Sakumo Hatake. —No se preocupe Sakumo san, puedo atenderlo bien, créame, además Ino hará lo más difícil —Gai le mostró el costo y ella asintió al ver que efectivamente optaría por los lápices.
—Pues esperemos a que llegue —insistió Sakumo, Sakura solo suspiró y Kakashi sonrió entretenido.
—Papá, no tienes que temer nada, Sakura es una excelente kunoichi médico— Sakura sonrió un tanto sonrojada y él solo siguió — además, es importante que atiendas las indicaciones de los doctores, ¿no?
—Cuidado sensei, no vaya a morderse la lengua— bromeó dándole con la carpeta en el costado, bastante divertida ante lo irónico que era escuchar eso del ninja copia.
—¡Hey! — contestó él, apenado —, yo no tengo miedo a los doctores.
—Oh, ya lo sé, usted no me tiene miedo ni a mí, ni a ningún colega— dijo ella, él asintió.
—En realidad es cierto, Kakashi no les teme a los doctores — dijo Sakumo, comiendo otra galleta —, pero, no puedo decir lo mismo de los payasos.
—No le temo a los payasos, padre.
—Oh, vamos, ¿quieres que cuente la vez que tu clase de la academia fue a ese circo ambulante? —y Gai no pudo evitar reírse, por mucha mirada matona que le mandara Kakashi.
—Hum… bien, ya no les temo —corrigió.
—Ya veremos — dijo Sakumo, pasándole una galleta a Naruto.
—¿Payasos? — preguntó Sakura con diversión.
—Solo son… extraños— dijo Kakashi —, no me agradan mucho, siempre buscándote, acosándote, queriendo que te rías, a veces te dejan en ridículo, son impredecibles.
—Solo quieren ser divertidos, sensei.
—Pues yo apoyo a Kakashi sensei —, murmuró Naruto, estremeciéndose por dentro al recordar aquel payaso que lo correteó por toda la aldea el festival pasado —, y ni mencionar los mimos.
—Hum… ¿qué dices? Ellos son geniales— dijo sincero, todos, excepto Naruto, asintieron.
—Entonces, Kakashi sensei, si no tiene miedo a los doctores, como Sakumo san— dijo Sakura y Colmillo Blanco dejó de sonreír para avergonzarse, esta vez Kakashi fue el que sonrió ante la vergüenza de su padre, no era que fuera irrespetuoso, pero su padre ya le debía varias, había que aprovechar —, aún está la incógnita del motivo de su aversión a atenderse.
—Solo no me gustan los hospitales, es todo.
Sakura sonrió —¿en serio? — arrastró cada palabra, con tinte burlón —, que va, no lo sabía, como siempre ha sido muy propenso a estar ahí encerrado, pensé que era de sus lugares favoritos.
Naruto soltó tremenda carcajada —, si, es verdad, ¿recuerdas que antes no salía de allá?
Gai sonrió y asintió, Kakashi lo miró entrecerrando los ojos y él solo fingió estar anotando algo.
—¿Estuviste enfermo hijo? —, preguntó preocupado. —Kakashi, espero y no descuides tu salud, recuerda que tu madre se ponía bastante estricta con eso desde que naciste, no quiero que cuando pueda estar con ella me dé tremenda tunda por tu culpa — lo apuntó Sakumo, tajante —, no quiero que me arruines mi esperado momento poniendo de malhumor a tu madre a causa de eso.
Kakashi solo rodo los ojos — nunca te he "arruinado" tus "momentos" con mi madre.
—No los que viste —murmuró Sakumo, riendo.
—Ah… papá, ya no hables más de eso, por favor— murmuró Kakashi, tallándose la cara con pesadez, tratando de no pensar mucho en aquellas palabras, eso de tener memoria fotográfica a veces no era tan bueno.
—Pero en serio, de verdad que estoy preocupado, ya vez que desde bebé fuiste muy difícil con eso, no pueden ni imaginar todo lo que se armaba cada vez que teníamos que llevarlo a su chequeo de "niño sano"
—Pues no es tan difícil imaginármelo — contestó Sakura riendo, Naruto y Gai también rieron, Kakashi solo bajó el rostro, avergonzado.
—Mi amada esposa se preocupaba mucho por él, fue un bebé regordete y lo pusieron a dieta — Sakura solo lo vio e imagino aquel bebé robusto de cabellos grises y no pudo evitar soltar un "ah" tierno que lo avergonzó más —Y a partir de ahí su madre nunca descuido su salud.
—No se preocupe por eso, si bien sigue siendo bastante testarudo, como su médico de cabecera puedo asegurarle que Kakashi sensei está en excelentes condiciones y sin sobrepeso— bromeó, pero Sakumo no rio, se lo tomaba bastante en serio—, solo eran heridas, secuelas, cosas así, como cualquier otro shinobi después de una misión, no se preocupe.
—Pues no como cualquier shinobi, yo no me la llevaba tanto allá, ni tampoco tardaba tantos días en recuperarme—, presumió Naruto.
—Naruto, tú eres un caso medico especial, ya sabes.
—Hum… al menos algo bueno salió de perder el sharingan — dijo Kakashi —, no se agota mi chacra tan rápido, lo cual aumenta mi resistencia en batalla, además de que hay menos peligro por desgaste y mi recuperación es bastante más rápida.
—Exacto— dijo Sakura —, aunque su heterocromia ya era icónica, ya estábamos acostumbrados, sinceramente ya es extraño verlo con los dos ojos descubiertos, y más aún, de igual color.
—¿Tuviste un sharingan? —preguntó Sakumo con aparente interés, queriendo alargar más el tiempo de espera y obtener más información —¿cómo fue eso? —Y era aparente interés, pues ya había leído todo el expediente de su hijo, pero había que despistar todo.
—Larga historia — mencionó Kakashi, luego echó la cabeza para atrás, Sakura se paraba de puntitas frente a él, tratando de observarle la cicatriz —¿qué haces? — y le tomó una mano antes de que alcanzará a tocarle la mejilla izquierda.
—Es que con lo del sharingan recordé algo.
Kakashi la soltó y ella entrecerró los ojos, poniéndose una vez más de puntitas.
—¿Cómo sigue su ojo? ¿ya recuperó bien la vista?
—Hum… si— dijo incomodo, Sakura se había acercado mucho —, si te parece mejor me sentare, si no te caerás.
—O puede simplemente agacharse, no se porque todos ustedes son tan altos.
—Tal vez tu eres la pequeña— dijo él, sentándose.
—Mi estatura es promedio, déjese de cosas.
—Pues aquel banco que tenías no era "muy promedio" —bromeó —, lástima que lo arrojaras aquel día por la ventana.
—Era el banco o los tontos de Sai y Naruto— recordó.
Naruto solo se hizo el desentendido, obviamente que seguía sin pagar "su parte", Gai, ni tardo ni perezoso sacó la libretita en la sección de "Naruto Uzumaki" y la señaló insistentemente, provocando que el rubio solo asintiera girando los dedos índices uno sobre otro en señal de "después, después".
—Eso les pasa por hacerme su tonta broma—, después siguió con su escrutinio, haciéndole preguntas sobre si tenía irritación, perdía la vista, veía borroso y otro tanto más de cosas técnicas.
—Estoy bien ¿sí? Creí que el paciente aquí era mi padre, no yo.
—"Es importante que atiendas las indicaciones de los doctores", ¿quién acaba de decir eso, ¿eh? Siga sus propios consejos si quiere ser confiable, por favor. Ni que fuera para tanto. Pero tiene razón, todo aparentemente está bien.
Y ella sonrió y bostezó, Kakashi solo asintió —¿y qué hay de Gai?
—¿Qué yo qué? — comentó Gai, no muy contento de ser el foco de atención de Sakura.
—¿Cómo sigue su pierna?
—Bien, no hay mucho de novedad desde la semana pasada, Sakura.
—Siga los ejercicios que le recomendaron— mencionó muy contenta.
Fue justo ahí cuando tocaron la puerta. La secretaria anunció a Ino y la hermosa rubia entró saludando cortésmente, no pudiéndose sino sorprenderse de ver aquel hombre tan parecido a su líder de la aldea.
—Señorita Yamanaka, mucho gusto, soy Sakumo Hatake, su paciente.
—Oh, mucho gusto.
—Es el papá de Kakashi sensei —murmuró Sakura, contestando la pregunta muda de Ino —, larga historia, luego te cuento.
Ino estaba bastante sorprendida, y curiosa, pero solo tomó el expediente que Sakura le extendió (bastante estrujado y arrugado, por cierto), tenía muchas dudas, pero después las aclararía cuando no hubiera tantos hombres ahí que pudieran juzgarla de entrometida.
A excepción de Sakumo, que era entrevistado y analizado por las chicas, los otros hombres se dedicaron en sus afanes. Naruto de vez en cuando se acercaba a uno u otro grupo, hacia preguntas interesantes, aparentado total concentración, luego veía al frente, se removía inquieto y regresaba con los otros
—Ya veo — dijo Ino, sin tener ni un solo problema en comprender la letra de Tsunade, también era experta en ella. —Solo tengo una duda —Sakumo asintió —, ¿seguro que ésta es su edad? — preguntó sincera.
Sakumo leyó el expediente —sí, es correcto, por qué, ¿me veo mayor?
—¡No! — dijo ella rápido, tanto que se apenó —, es que… pensé que era más joven, al menos ocho años menos.
—¡Verdad que sí! — agregó Sakura, contenta de poder hablar de eso con la libertad que deseaba desde que se enteró.
Naruto, muerto de aburrimiento, se acercó solo para pasar el rato, y también opinó que se veía más joven. Sakumo rio.
—Pues me alegro. Supongo que es de familia. ¿Puedes creer que Kakashi tiene 32?
Kakashi, que estaba concentrado en un reporte sumamente aburrido, escuchó su nombre y levantó la vista.
—Hum… ¿me hablaste, papá?
—No hijo, no. Sigue en lo tuyo. ¿Verdad que se ve más joven?
Los chicos lo observaron, ciertamente no tenían mucha experiencia en eso de andar averiguando la edad de Kakashi, no era algo que les robara el sueño, por decirlo de alguna forma.
—En realidad nunca me lo había preguntado — dijo Naruto.
—Pero es cierto — dijo Ino —Hokage sama esta muy bien conservado — dijo entre risas.
—Ino…— murmuró Sakura, dándole una palmadita en las manos.
—Ah, cálmate si, Sakumo san preguntó y yo solo conteste, ¿o no es cierto o qué?
Sakura parpadeó y miró a su sensei —sí, es cierto. Debe ser algo de familia.
—Pues deberían pasar la receta— alegó Ino —, siempre quise la eterna juventud de Tsunade shishuo, pero no podré dominar tan bien ese jutsu, tú la tienes fácil con eso Sakura, ¿pero yo? Ya, en serio, ¿cuál es su secreto?
—En realidad nada —dijo él bastante divertido, Ino era muy simpática.
—Ino, ¿ya podemos continuar? —dijo Sakura en un largo bostezo, con la mano en la mejilla. Ya quería terminar y a Ino se le ocurría ponerse a cotillear y "coquetear" con el padre de su maestro. Vaya mujer que era, pero no le sorprendía nada, Yamanaka era coqueta desde que lo recordaba.
Naruto se dejó caer en el gran sillón —¡Que aburrimiento! —dejó al estirar las piernas—, pensé que sería más interesante —y por un momento resolvió que se pondría a dormir, total, que todo mundo estaba tan ocupado en sus cosas que nadie le tomaría importancia.
—Ino, inicia tu parte, por favor —, pidió Sakura, la rubia asintió y activó su jutsu.
Observó a Hatake y las redes de chacra aparecieron tan claras que casi podía tocarlas, repentinamente se sonrojó —Todo bien, Sakura.
Sakura solo anotó el dato y quiso preguntar porque se sonrojaba, pero ya habría tiempo para el chismorreo, además sabía que con ese jutsu su amiga podía percibir la esencia de las personas, e invariablemente, causaba reacciones en ella, en ocasiones se indignaba, en otras sonreía, se asustaba, preocupaba, o en algunos casos, simplemente se sonrojaba, como hoy
—Frentona, procederé con el siguiente paso—. Lo siguiente era entrar en la psiquis del paciente, Tsunade había recomendado el procedimiento por los antecedentes psiquiátricos —, no esté nervioso Sakumo san, se sentirá con un poco de frio y un tanto mareado, pero todo es normal.
Sakumo asintió sin tener más opción e Ino entró y se encontró en un lugar hermoso, observando escenas de la infancia y juventud de Sakumo, y pronto se encontró con Sakumo acompañado de la que seguramente era la madre de Kakashi, parecían pasear juntos en un parque, muy jóvenes, y se sonrojo aún más, había una sensación muy fuerte de amor que la dejó muy feliz.
Apenas unos instantes avanzó el tiempo, era el mismo parque, pero ahora había un niño corriendo junto a su padre y su madre, era muy pequeño, obviamente era Kakashi.
El recuerdo cambió, el pequeño tendría ya unos 5 años, la figura de la madre no estaba, y, aunque en el ambiente había algo de añoranza, Sakumo jugaba alegremente con el tirando al blanco con unas estrellas ninjas.
Un cambio de escenario más, Kakashi estaba en la academia, Sakumo recibía felicitaciones por su hijo, todo un prodigio.
El agradable ambiente cambió por completo, Ino se sintió un tanto inquieta, escuchó sobre una misión, Sakumo hablaba con varios hombres, eran sombras desagradables que lo maldecían, señalaban y se burlaban de él; finalmente se fueron dándole la espalda.
Aquel niño, un poco más crecido, solo lloraba y le hablaba, pero Sakumo parecía no estar presente, sin poder moverse o hablar. Ino sintió una terrible desesperación, una profunda tristeza y un gran agobio, y de pronto fue como si toda la luz se hubiera apagado de pronto, estando entre tanta oscuridad que por un momento se olvido de como era la luz. La voz de Kakashi se opacaba en un eco lejano, desapareciendo.
A partir de aquí todo empeoró, el ambiente se enrareció e Ino pudo sentir como si su corazón se parara y el filo cortante, frio y metálico de una espada le atravesaba el estómago.
—Ino, Ino, ¡Ino! — Sakura interrumpió su concentración al notar como lloraba.
—¿Sí? —murmuró abriendo los ojos y limpiándose las lágrimas.
—Jovencita —murmuró Sakumo temblando ligeramente, tenia frio, tal cual dijo Ino —¿te encuentras bien?
—Si, no es nada.
—Si quieres podemos dejarlo hasta aquí, Ino —. Sakura sabía que ese jutsu siempre dejaba alterada a su amiga, no todos los Yamanaka se especializaban en eso, se debía tener un temple muy controlado y fuerte para resistir.
—No— mencionó la rubia —, creo que puedo continuar.
Haruno asintió no muy convencida, pero sabía que su amiga era muy terca.
Ino entró de nuevo, buscando entre sus pensamientos, recuerdos y cualquier otro proceso mental, rastros de algún desequilibrio psicológico o bioquímico que indicara posible depresión o secuelas de la misma. Para su descanso, aquello estuvo descartado.
Y pronto el "lugar" donde estaba volvió a ser tan agradable como al inicio, eso la dejó sumamente aliviada. Inhaló profundamente y abrió los ojos, y con una gran sonrisa dijo —Todo bien, descartada toda depresión o sus secuelas.
Aunque Kakashi estaba algo lejos, y ocupado, había estado al tanto, así que suspiró contento de escuchar esas palabras. Ciertamente Tsunade y Shizune habían dado un pronóstico favorable, pero escucharlo de boca de otros era más reconfortante, además claro de que el jutsu de Ino era más confiable, por no decir infalible.
Después de beber un poco de agua Ino tomó el expediente. Sakura haría ahora su parte.
—Sakumo san, empezaré el examen, puede ser un poco invasivo al inicio, un poco punzante, sentirá un poco de ardor, pero después no sentirá nada.
—Si como no, siempre dicen eso— murmuró Naruto, despertaba de su segunda siesta del día.
Sakura lo fulminó con la mirada —Eres un llorón.
—Y tú una mentirosa. ¿Verdad Kakashi sensei?
Kakashi se hizo el sordo y no contestó.
—Pues para tu información, Kakashi sensei jamás se ha quejado de nada, a diferencia de ti.
—Si, porque si no lo mandas a volar, yo soy el único valiente que te dice tus verdades.
—O el único tonto— corrigió Ino. Y todos, excepto Naruto, sonrieron. Sakura bostezó y se talló los ojos, era ya la cuarta vez que lo hacía desde que llegó a la oficina.
—Sakura san—dijo Sakumo Hatake, justo antes de que iniciara su jutsu —debería descansar, si todo está bien, mañana podría hacer el resto.
—No se preocupe Sakumo san—, dijo ella con amabilidad —terminaré en unos momentos y todo estará bien, para usted, y para mí, ya verá
—Creo que papá tiene razón—, dijo Kakashi, acercándose y tocándole el hombro —, luces muy cansada, ¿podrás con el jutsu?
—Claro que sí. Lo he hecho en peores situaciones, además no estoy tan cansada — y bostezó de nuevo.
—¿No tanto?, has bostezando por 5 veces ya y si esas ojeras no indican cansancio no sé qué.
—Estoy bien, el jutsu es de rutina, no será muy pesado, además así termino y me voy a casa, un buen baño y a dormir. No es para tanto
—Pues la verdad que te ves terrible Sakura—, dijo Naruto, Ino asintió confirmando.
—Gracias Naruto, ya es la sexta vez que lo dices, gracias por recordármelo otra vez. Guarden silencio, por favor, tengo que concentrarme.
Sakumo iba a comentar algo, pero la kunoichi inició el trabajo robándole toda posibilidad de hablar.
A pesar de su cansancio Sakura inició rápidamente y su chacra verde pronto invadió el cuerpo de Sakumo, éste solo sintió como si una aguja pequeña y ardiente le atravesara la piel, con un dolor punzante e intenso, luego el ardor le recorrió todo el cuerpo, pero el dolor inicial fue disminuyendo hasta quedar en un agradable calor.
La chica era buena, intensa y fuerte, claro, como Tsunade.
Él había recibido esa clase de tratamientos antes y, aunque siempre eran dolorosos, mucho tenía que ver con el usuario del jutsu, similar a aquello que se decía con "tener la mano pesada" al inyectar. Era una sensación muy similar a la de Tsunade, intensa, enérgica. Pero pocos segundos después todo calor se dispersaba dejando solo una agradable sensación de cosquilleo.
Cuando terminaron Sakumo agradeció que Naruto no le preguntara nada, porque no quería mentir, si bien no era algo terrible, tampoco era algo que le agradaba pasar o recordar. Por un momento se preguntó si Sakura también usaba esa super fuerza. Seguramente sí.
—Todo bien Ino— Murmuró ella, y después de su verborrea médica dio otro bostezo.
—Por lo que veo estuvo divertido el turno de 12 horas, he frentona— soltó Ino con diversión, firmando el informe
—Si. Ya lo notaras cuando sea tu turno —Ino casi le tira con el informe, Sakura lo tomó con bastante entusiasmo para fírmalo —A ver cómo te las arreglas sin mi esta vez, cerda
Ino sopló de desgano y su cabello rubio se levantó mostrando su otro ojo azul que generalmente estaba oculto, era verdad, en unos días más le tocaría a ella
—No te preocupes frente, si tu pudiste hoy, yo también podré, por cierto, espero y no hayas dejado un tiradero en mi oficina.
—Nuestra oficina, Cerda, nuestra.
Naruto rio. —¿Es su oficina? Yo pensé que era un comedero de emergencia—, y se puso a reír —, como esta tan pequeño.
—Pues ahora que lo mencionas tienes razón, ese lugar es muy pequeño para las dos.
—Por favor Ino, para ti nada es suficiente.
—Pues como tu gran trasero abarca casi todo el lugar.
—Ay, por favor, tú y tu ego enorme no cabrían ni en un océano.
Sakumo rio y ambas callaron, un tanto avergonzadas —Tsunade no mencionó su sentido del humor, ni que eran grandes amigas. Konoha sigue siendo una gran mata de mujeres talentosas, fuertes y muy hermosas, si me permiten decirlo.
—Gracias— dijeron las dos.
Kakashi carraspeó llamando la atención—Gracias chicas. En cuanto a lo de su oficina, veré que puedo hacer, la verdad que, con las remodelaciones del hospital por la guerra, solamente estaba disponible ese espacio.
—Oh no, Kakashi sensei, no se preocupe—, dijo Sakura — en realidad estamos muy agradecidas.
—Si, es cierto, —corrigió Ino un poco apenada —, fue un milagro que consiguiera ese espacio para nosotras. No quiero imaginar todo lo que tuvo que hacer para lograrlo.
—Hum... No fue nada
—¿Nada? ni Tsunade sama pudo lograrlo —, mencionó la rubia.
—¿En serio? —preguntó Gai —, nunca mencionaste qué fuera tan complicado Kakashi.
—Hum, no tengo porque decirte todo Gai
—Oye, soy tu mejor amigo, rival y asistente, tengo que saber esas cosas.
—No es tan importante. No es para tanto.
—Kakashi sensei, no diga eso, claro que es importante, Ino y yo estábamos desesperadas por eso desde hacía meses, al menos ahí podemos comer y descansar un poco más, ¿verdad Ino?
—Si. Fue un gran detalle.
—Hum, bueno, es lo menos— dijo él—, después de todo desde la guerra no han dejado de trabajar.
—Hey, sensei, —interrumpió Naruto — ahora que lo dice es verdad, ¿no le da pena que Sakura chan este tan mal?, mírela nada más, toda ojerosa, doce horas trabajando, eso no es de Dios.
—Naruto— dijo Ino—, todos los que nos dedicamos a esto en algún momento pasamos por turnos de doce horas, siempre ha sido así.
—Pues no estoy de acuerdo… — y tomó aire para continuar su frase, para sorpresa suya todos le corearon —"Cuando sea hokage cambiaré eso"— dijeron cansados de la misma frase una y otra vez —Hum, pues lo haré, eso y muchas cosas más, de verás. Una reforma laboral de salud, es una gran idea.
—Independientemente de eso, algo lleva de razón Naruto— opinó Gai —, ya llevan bastante tiempo con esto, ¿cómo van los avances del retorno de los otros médicos, Kakashi?
—Oh, cierto—, mencionó Kakashi, tratando de encontrar la información, las chicas se acercaron por lo más interesadas, Naruto y Sakumo (que no entendían tanta explotación laboral), deseaban preguntar a que se referían con eso, pero sólo el rubio se atrevió a hacerlo.
—Recordaras que después de la guerra hubo bajas y heridos en todas partes, pues bien, una de las medidas para estrechar lazos fue mandar médicos a las aldeas para atender a los heridos y capacitar en los jutsus médicos a los suyos— contestó el hokage.
—Konoha es un importante y reconocido aliado en eso desde que Tsunade llegó como Hokage— habló Gai.
—Entonces, ¿por qué no se fueron la vieja, Shizune, Sakura e Ino?
—¿No pensarías que dejaríamos desprotegida la aldea?, ¿verdad? —, preguntó Gai.
—No puedes mandar toda tu caballería en el primer ataque— dijo Sakumo
—Sobre todo si son los mejores de su ramo— continuó Kakashi. Ino y Sakura agradecieron con cortesía.
—Pues en eso lleva razón sensei— opinó Uzumaki —Pero debe admitir que algo se tiene que hacer para ayudarlas.
—Todos ayudamos, hacemos lo mejor que podemos —contestó Gai —, y afortunadamente la semana entrante estas lindas jovencitas tendrán más tiempo libre; la mayor parte de los elementos médicos, civiles o shinobis, regresarán—. Ino y Sakura aplaudieron emocionadas, y de poder bailarían de dicha, pero lo dejaron para después.
—Pues eso es un alivio, de veras—, dijo Naruto rompiendo el agradable momento —, ya me estaba preocupando, porque a este paso envejecerían prematuramente, siempre andarían de amargadas y nadie se va a casar con ellas
—¡Oye! — gritaron las dos chicas, e Ino fue quien le pegó esta vez
—Gracias por preocuparte por nosotras. Pero me vas a disculpar, quizá hoy no pueda defender a Sakura, pero lo que soy yo, estoy espectacular y para que lo sepas, tengo bastantes propuestas para este fin de semana.
—Que lastima—, agregó Sakura —, porque con lo ocupada que vas a estar no tendrás tiempo de ninguna.
Ino berreó y se cruzó de brazos —pues al menos yo diré que no puedo, pero, ¿y qué tal tu? ¿Cuántas citas llevas desde la guerra?, ¿dos?
—¿Y tú cuantas?, ¿cuarenta?
Si las miradas mataran, aquellas mujeres estarían muertas, lo que llevo a preguntar a todos los varones como era que aquel par de mujeres compartían una pequeña oficina en un lugar tan ocupado como el hospital de Konoha, y no quisieron imaginar la suerte de sus otros compañeros de trabajo, definitivamente no era muy conveniente ir en estos días, por lo menos hasta la semana siguiente, cuando todo se normalizara y anduvieran menos "propensas" al mal humor.
—Bien, me gustaría quedarme otro poco— dijo Sakura, tallándose los ojos —, pero como he terminado y quiero dormir por diez horas, creo que mejor me voy.
—¿Quieres que te acompañe? —dijo Ino —, así me aseguro de que no te quedes dormida en la calle.
—Estoy de acuerdo— dijo Kakashi y Naruto asintió apoyando.
—¡Ah, son unos exagerados! — gruñó Sakura —, de Naruto y Kakashi sensei no me extraña, pero ¿desde cuándo te preocupas por mí, cerda; no andarás enferma?, ¿o sí? Mira que ya terminé por hoy.
—No te preocupes por mi Frentona, estoy muy bien, tan bien que con las horas que me quedan antes de volver a casa bien puedo ir a tu departamento y buscar en tu closet todas las piezas de ropa que te he prestado y siempre se te olvida regresarme.
—Ya decía yo que eso de buena gente no es lo tuyo.
Los dos Hatake les agradecieron y las dos chicas se despidieron, Naruto resolvió que lo mejor era marcharse también, cuando salieron la secretaria aprovechó y llamó a Kakashi para un asunto administrativo, así que Gai y Sakumo tuvieron por fin la oportunidad de hablar.
Gai se acercó con todo el sigilo que poseía (que era casi nulo, ciertamente) luego en voz baja susurró —¿necesitará los otros expedientes? — Sakumo negó, esto sobresaltó a Gai —¿ha leído todos ya? —Sakumo negó una vez más, ya llevaba un gran avance y aún faltaba una pequeña parte, pero algo bueno había salido de todo ese asunto del chequeo médico, se ahorró algo de tiempo —, no me diga que… ¿ha terminado ya con la lista, Sakumo san? — preguntó completamente curioso.
El día anterior, mientras Kakashi estuvo hablando con Naruto y uno de los concejales, Gai aprovechó para enterarse que el Colmillo Blanco se había infiltrado, Dios sabe cómo, al archivero restringido de la aldea, obteniendo los perfiles de los de Konoha (especialmente de mujeres), entre otros tantos secretos que valía mejor no averiguar.
Sakumo le comentó de una supuesta lista que estaba elaborando de las posibles candidatas, cuando lo supo Gai casi perdía el "incognito" que tanto le habían pedido ambos Hatake (qué había sido lo mas difícil que le habían pedido hacer), y obviamente, desde que se enteró de la lista la curiosidad lo estaba matando, y no era porque fuera un chismoso y entrometido de lo peor, si no, que ¡caray! ¿quién no querría saber algo así?
Sakumo no había dicho palabra alguna, solo asentía o hacia gestos o señas en respuesta a Gai, trataba de ser lo más discreto posible, y su compañero no lo ponía sencillo, y dudó mucho en sacar aquel diminuto papel, para su fortuna Gai supo controlarse muy bien cuando la sacó.
—Quisiera echarle un vistazo, si me lo permite —, pidió con amabilidad, mirando a la puerta, para asegurarse que Kakashi no fuera a entrar. Y, ante su gran sorpresa y decepción, Sakumo la encendió con uno de sus dedos y vino a simplemente desaparecer como si nunca hubiera existido, ni siquiera había rastro de humo ni cenizas.
—No hará falta —dijo con un susurro —, ni más expedientes — y sonrió, aquello hizo temblar a Gai, esa mirada intensa, profunda, decidida, segura y terrible lo estremeció —, bueno, solo uno —, Gai asintió corroborando brindarle todo aquello que le pidiera —, quiero toda información posible sobre Haruno Sakura.
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Saludos desde Sinaloa, México.
14-08-24
Hola:
Espero estén muy bien, me alegra traerles ya otro episodio más de este fic, quiero terminarlo lo antes posible, ya llevo varios capítulos, pero como regreso a trabajar pues me quiero apresurar.
Este fic es completamente nuevo, con él he retomado la escritura, y eso me hace sentir muy bien. Dejen sus comentarios, Dios les bendiga y que estén bien.
¡Cristo vive!
