Había En una de las calles de los suburbios de Mistral, se podía ver como Kuroka y Koneko eran llevadas esposadas por las dos rubias que las encontraron. Kuroka se mostraba molesta por el hecho, mientras que Koneko parecía indiferente.

-'Sigo sin entender por qué nos dejamos capturar.' – La pelinegra susurro con molestia. Cuando esas dos aparecieron ella estaba dispuesta a enfrentarlas, pues no suponían un reto. Sin embargo su hermana simplemente levantó las manos y dijo "nos rendimos".

-'Por qué así podremos descubrir dónde está su base sin llegar al conflicto. Ya después nos liberamos.' – Koneko le contestó con su propio susurro, haciendo que Kuroka chasque la lengua.

-¿Qué cuchichean ustedes dos? – La rubia de pelo corto preguntó mientras le daba un leve empujón a la pelinegra que la vio feo.

-Que esa ropa te hace ver gorda nya. – Kuroka dijo con una sonrisa burlona que le sacó un gruñido a la rubia. – Ay qué carácter, si sigues así te saldrán arrugas.

-Yo la mató Vermillon.

-Jade, cálmate.

La llamada Vermillon trató de calmar a la chica llamada Jade. Esta solo dio un bufido mientras se cruzaba de brazos.

-Onee-sama deja de molestar a los demás. – Por su parte Koneko le llamó la atención a su hermana, lo último que necesitan es enfadar a los humanos que vinieron a ayudar.

-Como si tu fueras quien para decir eso Shirone. – Vio con fastidio a su hermanita, quien continuó con su rostro tranquilo. – Aún tenemos que hablar de la vergüenza que me hiciste pasar hace unos minutos nya.

-Tú eres la que intentaba tener sexo con Issei-senpai cada que podía. – Dijo de forma calmada, pero si eras observado se podía notar como fruncía el ceño al decirlo.

-¿¡Y eso que tiene que ver con hacerme quedar como una prostituta!?

-Por el cero aprecio que tienes por el amor y por tu virginidad. Aún recuerdo cuando el mono me dijo que intentaste seducir a Vali.

-Ese bastardo de Bikou… – Kuroka siseaba como un gato de lo molesta que estaba.

-Así que no tienes nada que reclamarme Onee-sama. – La vio con intensidad. – Si bien se que sigues virgen no quita que te creo capaz de meterte a la habitación de senpai y violarlo tú misma.

-¿¡Qué mierda te has creído que soy nya!? – Kuroka tenía todo el pelo crispado, así como que sus ojos parecían más felinos. – ¡¡Además yo ya no quiero tener nada que ver con ese tipo!!

-Una urgida que se iría con cualquiera que pareciera fuerte en sus estándares… Y eso es lo que más me preocupa. – Le contestó con una mirada aún más seria que de costumbre que sorprendió un poco a su hermana. –Además que no notes lo amable que es Senpai es tu problema… No todos son como él. Deberías de saberlo con solo ver a las otras, tú mejor que nadie debería ser capaz de sentir sus emociones.

Ahí Kuroka no supo qué contestar ya que… Era verdad. Había sentido el amor genuino que todas esas chicas procesaban había el castaño, lo cual era de bastante impresionante… Pero aun así no quería creer que él fuera diferente.

-¿Y a ti qué más te da lo que pueda sentir o no por él?

-...Quiero que seas feliz Onee-sama… Y que al menos estés con alguien que sí se preocupe por ti y no solo te busque por tu cuerpo. – Kuroka suavizó su mirada al ver como su hermana bajaba sus orejas, junto que su semblante se volvía uno de tristeza. – Puede que no te agrade Senpai, pero él es buena persona, al menos deberías conocerlo un poco más.

Kuroka se quedó en silencio, pues no sabía qué contestar. Ahora la parte que deseaba creer en él castaño sonaba igual de fuerte que la que decía lo contrario… Bueno, tal vez conocerlo más no le haga daño…

-(Podría… Ser una prueba para él. Si, eso es. Solo una prueba y nada más.) – Ella pensó en un intento de estar de acuerdo con ambas partes.

Por su parte ambas rubias no sabían qué cara poner ante la clara discusión íntima de hermanas. Por lo que mejor guardaron silencio y siguieron llevando a ambas chicas hasta lo que parecía ser una gran posada. Lo más llamativo de dicha posada era el cartel que tenía encima, con una araña sobre su tela dibujada en este.

-Qué lugar tan… Pintoresco.

-Ah nosotras tampoco nos gusta este sitio, pero en estos momentos menos es nada. – Vermillon habló con cierta negatividad en su voz.

-Ya entren, no tenemos todo el día… Además no es bueno que estemos fuera tanto tiempo.

Jade simplemente empujó a ambas chicas dentro del lugar. Al hacerlo, ambas hermanas vieron que este lugar se veía un poco mejor por dentro que por fuera. Parecía el típico bar donde se reúnen todo tipo de gente peligrosa, ese pensamiento se reafirmaba al ver que la gente que había dentro no parecía todo menos amistosa. Lo más curioso es que todos tenían un tatuaje con forma de araña sobre una telaraña. ¿A dónde demonios fueron a parar?

-Bueno bueno bueno, miren quienes regresaron. Y trajeron compañía.

Las hermanas Toujou vieron que quien habló era una mujer al otro lado de una mesa, teniendo dos guardaespaldas detrás suyo.

La mujer en cuestión era corpulenta y de mediana edad con piel clara y cabello rubio corto con un corte de pelo bob. Ella tiene una araña en su tela tatuada en su hombro izquierdo, un lunar debajo de su ojo derecho, lápiz labial en su labio superior y esmalte de uñas morado en sus uñas. La parte de arriba de su vestido es blanca y sin espalda, con mangas largas y detalles, como pedrería y tirantes, en color morado. Debajo hay un corsé morado y una falda larga plisada que es amarilla en su capa superior, morada en el medio y blanca en la capa inferior. Sus zapatos son marrones y están decorados con una cinta verde.

-¿De dónde sacasteis a estas gatitas tan lindas, señoritas Arc?

-Estaban merodeando cerca del parque Sakura. – Jade respondió con simpleza.

-Oh ya veo. ¿Y qué os trajo hasta ahí gatitas? – Camino hasta estar a unos pasos de ambas hermanas, las cuales guardaron silencio. – ¿Tenían alguna identificación cuando las encontraron?

Jade asintió mientras procedía a entregarles los Scrolls que le confiscaron a ambas hermanas.

-Bien veamos quienes son ustedes… Espera, esto es… – Varios alzaron una ceja al ver como la mujer miraba fijamente uno de los aparatos para luego revisar el otro. – No cabe duda… Este es su trabajo.

-¿De qué está hablando Lil' Miss Malachite? – Una de sus guardaespaldas preguntó sin tener muy en claro qué estaba pasando.

-Dadme un momento. – La mujer llamada Lil levantó la mano en señal de que guardarán silencio al mismo tiempo que sacaba su propio Scroll y marcaba un número.

- ¿Quién es? – Una voz masculina se pudo escuchar a través del aparato.

-Ha pasado tiempo Roman. ¿Sigues siendo el mismo cobarde de siempre?

- ¿¡Li-Lil!? Es raro que me llames. ¿Q-qué pasa? – Todos pudieron notar que al parecer el tipo tras el Scroll estaba algo temeroso de oír a la mujer, la cual rodó los ojos. Al parecer sigue siendo el mismo cobarde.

-Iré al grano Roman. ¿Hiciste un trabajo para dos Faunus gato? ¿Una de pelo negro y otra de pelo blanco? Y más vale que me respondas con la verdad. Puede que esté lejos de Vale, pero aun tengo mis contactos.

- ¿Faunus gato? Yo no hice tal cosa.

-No trates de engañarme Roman. Podría reconocer tu trabajo entre cientos de estos.

- ¡Lo digo en serio! – Todos notaron el miedo en la voz del otro lado. – ¡Es más estoy reformado…! Espera, ¿De casualidad una es una mujer corpulenta con ojos ámbar y la otra es una enana con cara de poker?

Ambas hermanas tuvieron un tic en uno de sus ojos al escuchar la forma en la que ese hombre se refirió a ellas… No lo conocen en persona, pero ya está en su lista negra.

-Entonces si las conoces.

- Si bueno… Ellas técnicamente no son Faunus. – La mujer alzó una ceja al oír eso. Roman pareció entender el silencio de la mujer como que no entendía, así que prosiguió. – Es una larga historia. ¿Por qué no le preguntas a Neo? Ella debería estar con ellas, ¿No?

-Pues no, solo son ellas dos. – Contestó Lil con algo de exasperación. Esto estaba siendo más complicado de lo que parecía a simple vista.

-¿La enana de color rosa y café adicta al helado? Si la conocemos nya. – Kuroka se encogió de hombros. – ¿Quién pensaría que una muda sería tan vocal?

-Cuidado con lo que dices prostituta barata. – El insulto de Lil no le cayó en gracia a la pelinegra que le siseo.

- Esperen. Si solo están esas dos, ¿Dónde está el Sekiryuutei y su grupo?

-¿Quien? – Fue la pregunta de varios de los presentes al no reconocer ese nombre.

- ...El Demonio Rojo de Beacon. Ya saben, ese tipo que desnudo a un Team de Vacuo en el festival Vytal, venció a esos Faunus dementes y se encargó él solo de un Grimm Clase Gaea. Además que ahora es mi yerno ya que Neo es su pareja.

El sonido de un disco rayado se escuchó por todo el lugar, lo cual le dio cierto dramatismo a la escena. Todos estaban con la boca y ojos abiertos, en especial Kuroka y Koneko quienes…

-Issei-senpai… Es de lo peor. – Koneko fue quien rompió el silencio del lugar y se le notaba molesta. – Sigue siendo el mismo pervertido de siempre.

-Es un chico de lo más raro nya… – Kuroka por su parte ya no sabía qué pensar del castaño.

-...Te llamaré en otro momento Roman… – Fue todo lo que dijo la rubia antes de colgar. Unos segundos pasaron antes de que diera un fuerte manotazo a la mesa que sobresaltó a todos. – ¿¡Qué hacen ahí paradas par de idiotas!? ¡¡Quitarles las esposas a esas dos!!

-¡No nos lo diga dos veces! – Vermillon se apresuró a quitarle las esposas a ambas Nekoshou quienes se vieron extrañadas.

-No es que me queje pero… ¿Por qué ese cambio de actitud nya? – Preguntó mientras se sobaba las muñecas, si que son incómodas estas cosas.

-¿¡Hablas en serio!? – Jade habló como si no creyera lo que oía. – ¡¡Ese chico es famoso a nivel mundial!! Y no, no lo digo porque parece ser un pervertido… Bueno, también por eso. – Ella dijo con cierta gracia eso último.

-Senpai es de lo peor… – Koneko habló con algo de enojo en su voz, pero dejará eso de lado por el momento. – Pero si no es por ser un pervertido, ¿Porque es tan famoso?

-Niña… Ese tipo derrotó no solo a uno, sino a dos de los criminales más infames del mundo. ¡Hasta los dejó inválidos de alguna forma! – Vermillon recordó cuando escuchó que le cortó un brazo al mismísimo Adam Taurus y si con eso no fuera suficiente, también dejó paralítico a Tyrian Callows.

-Sin contar que él solo peleó contra ese Wyvern, un Grimm que sólo debería poder ser derrotado con un ejército. – Jade se unió a la charla, luciendo emocionada. – Ver cómo a pesar de estar contra las cuerdas no se daba por vencido y la forma en que hizo aparecer esa armadura… ¡Fue genial!

-Ya Jade, ya sabemos que el chico te excita. Lástima que parece tener ya pareja.

-Vete a la mierda Vermillon. – La insultada sólo le sacó la lengua a la rubia de pelo corto, la cual tenía una vena hinchada.

-¡¡Cállense las dos!! – Lil le alzó la voz a las dos rubias quienes sólo se apartaron la vista la una de la otra con un "¡Hmp!" – En fin… Si realmente son compañeras del Demonio Rojo, Sekiryuutei o como se quiera hacer llamar, entonces tal vez puedan ayudarnos.

-A eso vinimos. – Koneko habló ignorando el fastidio que le dio al escuchar como a una de esas humanas parecía… Emocionarse con su Senpai. – Estamos para ayudarlos con ese White Fang.

-Es más, ya tenemos espías recabando información por todo el reino nya. – Kuroka habló con cierta soberbia, lo cual hizo que Koneko pusiera los ojos en blanco.

-Vaya, si que trabajan rápido. No me importaría contratarlas. – Lil dijo eso con cierta gracia, aunque se podía notar cierta verdad en su voz.

-Por ahora centrémonos en salvar este reino. ¿Ustedes son todos los humanos que ellos no lograron capturar?

-No todos. – Lil contestó antes de ver a uno de sus lacayos y asentir con la cabeza.

El tipo entendió y bajó por unas escaleras que había cerca. A los pocos minutos el tipo volvió acompañado de un grupo grande de personas, siendo los más destacables un grupo de rubios.

-¿Nos llamó Miss Malachite?

El que preguntó era un hombre de ojos azules con el cabello rubio corto y ordenado, a la vez que tenía barba, además de portar una ligera armadura y una espada.

-¿Pasó algo?

Junto a él estaba una mujer rubia. Al verlos bien, puedes notar la diferencia de colores de cabello. Ambos eran rubios. Pero el del hombre era un rubio claro, casi dorado y el de la mujer un rubio oscuro. Además que la mujer tenía ojos de color marrón claro y a pesar de que vestía como civil, ella mostraba tener entrenamiento para pelear, dado el como estaba parada.

-¡Oh, Jade y Vermillon…!

-¡Han vuelto y no están solas!

Las dos que hablaron en sincronía eran un par de rubias, aunque una tenía el pelo recogido en una cola en el lado izquierdo de su cabeza y la otra en el lado derecho. Ambas vestían un estilo punk, pero se notaba que tenían gustos diferentes. Una usaba muchos accesorios y la otra prefería más estilo en su ropa.

-¿Lograsteis sacarles algo interesante a estas dos faunus?

La chica que habló era otra rubia de ojos azules que vestía una blusa celeste y unos jeans. Esta se acomodó los lentes que llevaba. Tenía un aire de ser intelectual.

-No creo que ellas puedan saber algo hermana. No usan el uniforme de White Fang o siquiera tienen su símbolo en algún lado.

El último rubio del grupo habló. Este era un chico joven de piel clara, cabello rubio y ojos azul oscuro. Este usa una sudadera con capucha negra de manga corta con mangas de color naranja rojizo separadas. Cubriendo su sudadera con capucha, hay una placa de pecho blanca en forma de diamante cortada sobre la parte inferior de su abdomen, y colocadas sobre sus hombros hay un par de hombreras blancas con refuerzos debajo de ellas. A continuación, usa jeans azules con un parche blanco colocado en la rodilla izquierda y zapatillas negras que tienen "izquierda" y "derecha" escritas en negro en las suelas de los zapatos respectivos. También tiene protectores de codo con cuerdas que los atraviesan y usa tops negros altos. Tiene dos cinturones que se entrecruzan en su cintura, ambos de diferentes tonos de marrón, con un par de pequeñas bolsas en ellos. Usa guantes marrones hasta la muñeca con las yemas de los dedos expuestas y pequeñas placas de metal en la parte posterior. Por último se podía ver una espada atada a su cadera izquierda en una vaina blanca.

-Creednos, nos os imaginareis con quien están aliadas estas dos. – Lil habló con gracia, cosa que le extrañó a los recién llegados.

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De vuelta en la cabaña. Todos se encontraban haciendo todo tipo de cosas para distraerse mientras esperaban la llamada de las hermanas Nekoshou.

-¿Ellas realmente estarán bien? Las mandamos a pleno territorio enemigo. – Penny se mostró insegura. Aún sabiendo de las capacidades de ambas, las estadísticas siguen siendo bajas.

-Tranquila chica de metal. – Bikou, que estaba echado en el sofá, habló despreocupadamente. – Si en algo es buena Kuroka es en infiltrarse en lugares, además Koneko está con ella. De las dos ella es la que tiene mejor cabeza.

-Lo peor es que no puedo decir nada en contra de eso. – Ravel se encontraba haciendo figuras con fuego. – No creo que tarden mucho en contactarse.

-Eso espero… – Ruby se mostró algo preocupada, pero recuperó su ánimo de siempre después de sentir como el Sekiryuutei le acariciaba la cabeza.

-Si su propio grupo confía en ellas creo que nosotros no somos quienes para dudar. Lo mejor y único que podemos hacer por el momento es esperar.

-A todo esto, ¿Dónde está Raven-sama? – La pequeña bruja preguntó despegando su vista de un libro que estaba leyendo. – Hace rato que no la veo.

-Ella regresó a su campamento a la espera de que Cinder la contacte. – Blake habló mientras dejaba a un lado su libro, pensando que después de todo esto podría usar lo de la página 100 con su Alfa. – (Mmm~... La sola idea me prende fufufu.)

-Blake, deja de pensar en cosas subidas de tono con Ise. – Yang vio como la pelinegra ya tenía un hilo de sangre escurriendo desde su nariz.

-¡No puedes probar nada!

Algunos de los presentes tenían una gota de sudor en sus cabezas ante lo obvia que era esa chica con sus pensamientos. Pero en eso un círculo mágico apareciendo en el oído de Issei llamó la atención general.

-¿Koneko-chan? ¿Todo en orden? – Issei preguntó una vez respondió la llamada. – Bien… Entiendo… Muy bien, estaremos ahí lo más pronto posible y buen trabajo ustedes dos. Sabía que podía contar con ustedes… ¿Eh? ¿¡Cómo qué soy de lo peor!? ¿¡A qué viene eso!? ¿Hola? – En eso la llamada acabó. – ¡¿Y ahora qué hice?!

-De seguro algo pervertido. – Ravel lo vio con los ojos entrecerrados. – En este poco que te conozco sé que eres un pervertido de primera, aunque las que están aquí no se quedan atrás.

-¡Hey!

-Como sea, es hora de irse. ¿No? – Si bien Qrow debía admitir que disfrutaba del sufrimiento del mocoso, ahora no era tiempo para eso.

-Asi es viejo y repito nada de alcohol hasta tener a Mistral y la Reliquia a salvo.

-Si si, ya lo se mocoso. No soy idiota para no recordarlo. – Rodó los ojos ante lo dicho por el castaño, pero alzó una ceja al ver la mirada entrecerrada de los nativos de Remnant. – ¿Por qué esas miradas?

-¿Tenemos que recordar el como casi te peleas con mi hermana durante el festival? – Weiss se cruzó de brazos con la mirada plana.

-Antes incluso que eso. ¿Cuando viniste a recogerme al hospital tras lo ocurrido con Tyrian? – Él aún recuerda cuando lo vio por primera vez… Que mala primera impresión.

-También, ¿Tengo que mencionar todas las veces que papá tuvo que recogerte cada que salías a un bar? – Yang estaba igual que la heredera y el Sekiryuutei, a lo que el hombre solo tosió en su puño.

-Mi 10 Cumpleaños… El como te desmayaste sobre mi pastel.

-¡¡¡YA ENTENDÍ!!! – Qrow finalmente mostró algo de dignidad al apenarse por las palabras de esos mocosos. – Solo vámonos ya por favor…

-De acuerdo entonces. ¿Te importaría hacer los honores Fay?

-Será un placer Issei-san. – Respondió con una sonrisa en el rostro, a la vez que todos se acercaban listos para partir.

-Por cierto viejo, quizás quieras esto. – Issei le pasó una bolsa de papel al pelinegro.

Este estaba por preguntar, pero en eso el círculo de teletransporte se activa y tras un destello de luz todos desaparecieron de la cabaña.

--

Paralelamente en la tienda de Raven, está junto a Vernal se alistaban para hacer su parte en este plan. Saben que tienen que ser precisas, no pueden cometer ningún error.

-¿Recuerdas tu parte del plan?

-¿Después de habérmelo repetido por lo menos 10 veces? No, para nada…

-No era necesario el sarcasmo. – Raven le dio una mirada plana a la chica que solo se encogió de hombros.

-Relájate Raven, todo saldrá bien. Tu futuro yerno se encargará de que así sea.

-Esto es serio Vernal… Pero sí creo que estoy exagerando un poco. – Dio un suspiro para tratar de relajarse un poco. – Solo no quiero que nada te pase… Eres la única amiga que tengo.

-...Me siento conmovida y asustada al mismo tiempo ahora mismo. ¡Ay! – La pelinegra le dio un zape bien fuerte en la cabeza. – ¿¡Qué!? ¡No eres la más sentimental del mundo! ¿¡Cómo esperas que reaccione!?

-Vale… Pero entiende que te aprecio idiota.

-Esa es la Raven que conozco, ya me habías asustado.

Raven estaba por decir algo más, pero en eso noto un sentimiento familiar. Frunció el ceño y eso hizo que Vernal también lo hiciera.

-Ya está aquí, ¿No?

-Así es. Prepárate. – Fue todo lo que dijo la pelinegra antes de ponerse su máscara y caminar hasta la salida de la tienda.

Vernal la siguió de cerca y al momento en que ambas estuvieron fuera, se encontraron con Cinder, Emerald y Mercury. Los tres con una mirada sería, aunque Raven juro que por un segundo pudo ver algo que no pudo descifrar en la mirada de la morena de pelo verde.

-Hora de irnos, Raven.

-Genial. Ya me estaba cansando de esperar. Andando Vernal.

-A la orden.

En eso ambas caminaron hasta estar cara a cara con Cinder y su grupo. Con Vernal viendo fijamente a la pelinegra tuerta por si se le ocurre hacer algo en este momento.

-¿Salem al fin se digno en decirnos que podemos ir por la reliquia? – Raven preguntó con desgana en su voz mientras tenía una mano en su espada.

-Si. Y supongo que sabrás que significa eso. – Si bien Mercury trató de mostrarse fuerte, se pudo notar como sus manos temblaban levemente.

-Si que al fin no tendremos que verles las caras nunca más. – Vernal habló con sorna y una sonrisa burlona en el rostro. – Vámonos, mientras más rápido mejor para todos.

-En eso estamos de acuerdo. – Emerald también habló con burla, recibiendo una mirada seria de Vernal.

Así el ahora grupo de 5 salieron de la aldea y tras una pequeña caminata llegaron a una pequeña nave.

-(Ahora entiendo como hacen para moverse tan rápido hacia distintos puntos.) – Raven pudo notar que, a pesar de su pequeño tamaño, esa nave parecía muy rápida.

Los 5 procedieron a abordar la nave con Mercury tomando el asiento del piloto. Sin más la nave se elevó con un solo rumbo, la Academia Haven. En todo el trayecto Raven solo pudo pensar que espera que todo salga según lo planeado, ya que esta puede ser su última oportunidad para hablar con su hija.

Vernal por su parte observaba disimuladamente a esos tres. El chico se notaba que tenía formación de asesino o similar dada la forma en que siempre parece estar alerta. Las otras dos sin duda tenían el físico de buenas guerreras, pero le llamó la atención que ambas parecían estar metidas en sus propios mundos. Curioso…

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De vuelta con Kuroka y Koneko, estas se encontraban sentadas en espera de que el resto de sus compañeros aparezcan. Aunque algunos se mostraban algo escépticos a que realmente llegarán tan rápido esos aliados suyos.

-Nos pueden repetir, ¿Cómo es que entraran al reino si todo está cerrado? – Celeste preguntó mientras se ajustaba sus gafas.

-Ya se los dijimos nya. Se teletransportaran aquí. – Kuroka contestó mientras se miraba las uñas como si estas fueran lo más interesante del mundo.

-Muy bien… – La que se notaba la menor de las rubias vio a las dos rubias que habían traído a las Nekoshou al lugar. – ¿Seguras que no las golpearon en la cabeza? Considerando lo poco delicadas que son…

-Jodete Mag. – Jade le sacó el dedo medio a la chica al decir eso. – Aunque si que es cierto que eso suena a… Bueno, ciencia ficción.

-No pensaréis lo mismo cuando lleguen. – Koneko estaba comiendo una galleta que le ofreció la que parecía ser la madre de las rubias.

-¿Y exactamente cuándo…? – Celeste no pudo terminar de hablar al ver como, de la nada, un círculo apareció en medio de la sala. Tras un brillo un grupo de personas aparecieron en el lugar.

-Justo ahora nya. – Fue la respuesta de Kuroka quien hacía todo lo posible para no caerse al suelo de la risa al ver las caras desencajadas de todos esos humanos. – Bienvenidos nya.

-Gracias Kuroka-sama. Oh, creo que a Qrow-sama no le sentó nada bien el viaje. – Fay vio como el mencionado no tardó en hundir su cabeza en la bolsa y empezar a sacar el contenido de su estómago.

-No es el único… *Burf*. – Blake intentaba mantener su desayuno en su estómago. – Como odio estas cosas…

-Vamos compañera, esto no es nada. Es más, hasta es ventajoso. – Yang tenía una sonrisa burlona a su amiga quien le bufó con molestia. – Uy alguien está de malas pulgas el día de hoy. ¿Eh? ¿Nadie? Oh vamos, esa era buena.

-Yang… No. – Issei se llevó la mano a la cara. – Ahora no es el momento para-.

-¡¡Es el Demonio Rojo!!

-¡¡El de verdad!! ¡¡Genial!!

El castaño casi se cae de espaldas cuando de repente un par de gemelas rubias aparecieron delante de él.

-¡Somos tus-!

-¡Fans! ¿Nos darías tu-?

-¿Autógrafo?

-¡Por favor!

Issei parpadeó un par de veces al ver como una terminaba las palabras de la otra para al final terminar de hablar juntas.

-Pues… ¿Supongo?

-¡¡Hurra!! – Ambas alzaron los brazos alegres por escuchar eso y… 83 ambas. Curioso pero aceptable.

-¡¡Lin, Gris, ya paren ustedes dos!! – Jade tomó a ambas del cuello sus camisas y las alejó del castaño. Al estar frente a este, no pudo evitar ponerse algo nerviosa y un poco roja. – Ho-hola Demonio Rojo. ¡Quiero decir Sekiryuutei!

-Ammm… Hola. – El le sonrió un poco nervioso ya que aún estaba sorprendido por lo de las gemelas. Aunque eso no le impidió darle un vistazo fugaz a la chica delante suyo. 84, nada mal.

-Tengo que decir que realmente me emocione el ver cómo atravesabas a ese Wyvern. Te viste tan heroico.

-Oh pues gracias, aunque creo que no hice la gran cosa.

-Vamos, esta bien que presumas un poco. – La sonrisa de la chica se ensanchó más al ver lo humilde que era. – No todos los días alguien vence a un Grimm como ese.

-Supongo… – Dijo mientras se rascaba una mejilla con una sonrisa nerviosa. – Pero solo quería mantener a Vale y a mis amigos a salvo, nada más. Y no dudaría en hacerlo de nuevo.

Esto último lo dijo con una sonrisa alegre y sincera, haciendo más veraces sus palabras.

Esto obviamente hizo que Jade y las nombradas Lin y Gris lo vieran con gran admiración y algo de emoción… Aunque ese leve sonrojo decía algo más y eso fue más que suficiente para que a las chicas le saltarán las alarmas.

-Fuerte, amable y humilde. Una rara combinación en alguien de tu edad muchacho. Pero agradable de ver sin duda. – El hombre rubio se acercó hasta el castaño y le extendió la mano. – Soy Nicolás Arc, es un placer conocer a una joven promesa de cazador como tú.

-Oh, el placer es mío Sr. Arc. – Issei contestó con algo de sorpresa mientras estrechaba su mano con la del hombre. Parecía bastante simpático.

-Solo llame Nicolás, no soy de formalidades. – Dijo con una sonrisa a lo que el castaño asintió con una sonrisa propia. – Y tengo que decir que el método en que llegaron, es… Peculiar.

-Y que lo digas querido. – La mujer llegó al lado del hombre que al parecer era su esposo. – Juniper Arc. Encantada de conoceros a todos.

-Arc… Momento. ¿Ustedes son de esa familia tan famosa? – La sorpresa de Pyrrha se contagió en algunos de sus compañeros quienes también reconocieron el apellido.

-Amm… ¿Arc? – Issei se rasco la cabeza confundido y no era el único, la mayoría del grupo de vali estaban igual.

-¿No conocéis nuestro apellido? Eso es nuevo. – Vermillon se mostró algo sorprendida de que algunos de ellos no los reconocieran.

-No soy de saber de las celebridades, además yo juzgo a las personas al conocerlas y no me dejo guiar por su estatus o apellido. – Issei dijo con un poco de pena por su ignorancia. – Así que perdón si los ofendí por no saber de ustedes.

-Jajajajaja, no te preocupes muchacho, no nos enoja en absoluto. Es más, me agradas bastante. – La mujer abrazó con un brazo al castaño mientras usaba su mano libre para sacudir su cabello… 87, genial.

-Si, eres mas genial en persona. – Otra de las rubias se le pegó. – Mi nombre es Vermillon por cierto, un placer. – Terminó con una sonrisa mientras apretaba sus pechos en el castaño. 85, es un número nada despreciable.

-Además algo lindo. Eso siempre es de apreciar. – Otra de las rubias levantó la barbilla de Issei con un dedo y le daba una sonrisa. – Magenta, encantada dragoncito. – Dijo antes de darle un golpecito en la punta de la nariz de manera juguetona… 82, buen número.

-Yo tengo interés en saber cómo apareció esa armadura de la nada junto a que recuperara su brazo. – La de lentes vio con intensidad al castaño que se puso algo nervioso por eso. – Me llamo Celeste, un placer. – Ella dijo sin dejar de verlo directamente… 82 también, no se queja.

-Oigan… – La voz de Lil llamó la atención de las rubias. – Siento interrumpir su coqueteo, pero tenemos cosas más importantes que atender… Además que estáis generando mucha hostilidad. – Esto último lo dijo mientas veía ese manto negro y siniestro en el que se habían convertido algunas de las chicas del grupo del castaño.

-Y ya nos están dando miedo. – El otro hombre rubio dijo temblando un poco.

-Dejando de lado que mi rival es un playboy sin remedio.

-¡Hey!

-Estamos aquí para ocuparnos de esos tipos de White Fang o como se hagan llamar. – La mirada de casi todos se centraron en el peliblanco que estaba con las manos en los bolsillos. – Díganos, ¿Cual es la situación?

-Pues bastante mala cara bonita. – Lil fumó de su pipa tras decir esto. – White Fang controla prácticamente todo Mistral. La mayoría de habitantes fueron asesinados al tratar de resistirse y los que no murieron ahora son esclavos.

-Y después estamos nosotros. – Juniper se mostró sería al decir eso. – Nuestra familia fue la única que logró reaccionar lo suficientemente rápido como para evitar una confrontación directa, además que fuimos recogiendo a cuantos pudimos en nuestra escapada. – Los que los acompañaban asintieron con pesar.

-Desde entonces hemos tratado de salvar a cuantas personas podamos, pero nos superan en número y armamento.

-La situación es muy desfavorable entonces. – Weiss se llevó la mano al mentón al decir eso.

-Pero al menos Shirone consiguió algo útil nya. – Todos pasaron a ver a Kuroka con curiosidad. – ¿Enserio no revisaron lo que hay en el Scroll de Shirone?

Lil la vio por un segundo con una ceja alzada antes de ponerse a revisar más a fondo el Scroll de la peliblanca. Fue tras unos segundos de revisión que los ojos casi se le salen de las cuencas.

-¿¡El horario de cada cambio de guardia!? ¿¡De dónde sacaste esto!?

-Mi querida Shirone engaño a una de esas terroristas. – Kuroka estaba acariciando su mejilla con la de la peliblanca quien tenía un tic en el ojo junto a un sonrojo. – No pensé que sería una gran actriz y una buena ladrona… Estoy tan orgullosa nya.

-No tiene gracia Onee-sama.

-...Pensar que la gata floja te corromperia Koneko… Qué vergüenza. – Ravel se llevó una mano al rostro mientras negaba con la cabeza. – Al menos esto nos ayudará a coordinar mejor nuestros siguientes movimientos.

-Ciertamente. – Ren asintió a esas palabras. – Ahora sólo falta que nuestros Familiares nos traigan la información que necesitamos.

-¿Los que? – Fue la pregunta general de la familia Arc y antes que pudieran responder, vieron cómo varias criaturas aparecieron de la nada. – ¿¡Eh!?

- *Meow*.

-¡Buen trabajo Blanc! – Weiss tomó a su familiar entre sus brazos y lo acarició con ternura.

-¿Qué información nos traes Hunter? – Blake acarició también a su familiar quien aceptó el gesto con gusto.

Así todos los animales empezaron a emitir sus característicos sonidos mientras sus dueños asentían. Todo bajo la mirada confusa de los presentes.

-Ammm… – La menor de las hermanas levantó la mano llamando la atención de los dueños de las criaturas. – No se si está mal preguntar pero… ¿Cómo es que parecen entender lo que están diciendo?

-Por el contrato amo/familiar. – La respuesta de Arthur sólo hizo que todos lo vean incluso más confundidos. – Oh cierto, olvidaba que en este mundo esto no existe.

-¿¿Mundo?? – Los presentes cada vez estaban más perdidos. ¡Qué alguien les explique!

-Ya veo. Gracias Liu Bei. – Ren le ofreció unas pipas de girasol a su familiar, al cual le brillaron los ojos antes de ponerse a comer desesperadamente. – Ya sabemos donde están los prisioneros. Están en una casa no muy lejos de Haven.

-Así que quieren tenerlos cerca. – Nicolás sonó serio.

-Pero si eso es verdad tenemos que llegar a las partes altas de la ciudad. – Weiss se llevó una mano al mentón al pensar el cómo se abrirán paso hasta llegar a la academia. – Creo que tendremos que usar el plan B para esta situación.

-Hay algo más. – Ciel levantó la mano llamando la atención de todos. – Cronos dice que su armería está en la parte baja de Haven, en el campo de entrenamiento.

-Hasta eso pudieron averiguar… Increíble. – El otro rubio dijo con asombro en su voz al ver lo útil que resultaron ser esas criaturas. – Aún no entiendo lo que está pasando, pero gracias a que se tienen los horarios de cambio de guardias junto a la ubicación de los prisioneros y las armas podemos idear una estrategia.

-Tú lo dijiste amigo. – Issei le sonrió al rubio, para luego verlo con duda. – Por cierto, creo que no escuche tu nombre.

-¡Oh! Claro jajaja. Soy Jaune, encantado Sekiryuutei. – Le extendió la mano algo nervioso.

-Solo llamame Issei. Al igual que tu padre no me gustan las formalidades. – Issei le estrechó la mano al llamado Jaune, quien sólo asintió con algo más de confianza. – Bueno ya que estamos aquí, ¿Qué tal si repasamos el plan y de paso vemos que tenemos a nuestra disposición?

-Entonces estoy segura de que os gustará ver lo que tenemos. No es mucho, pero está bien.

Lil chasqueó los dedos y dos hombres dieron unos pasos al frente.

Uno de ellos es completamente calvo, pero tiene unas cejas y una barba muy tupida. De ojos color grises y bastante alto y musculoso. Llevaba un par de botas y guantes de cuero, además de un mandil sobre una camisa de manga corta y pantalones oscuros. Lleva del lado izquierdo un bolso algo desgastado de color marrón.

El otro era hombre alto y muy delgado. Tiene cabello lavanda y ojos azul grisáceo. Tenía un cuello de tortuga verde con una bata de laboratorio sobre la parte superior de su camisa. Viste pantalones y zapatos negros y tiene anteojos muy grandes que cubren la mayor parte de su rostro. También tiene una sonrisa en su rostro, aunque Issei podía notar que era falsa. Le recordó en algo a Pyrrha cuando la conoció, parecía un gesto ensayado.

-Gunmetal, Bisque. Enseñarles nuestros juguetitos.

-Como Guste Mis Malaquita. – El hombre fornido respondió y en eso su mirada se enfocó en una persona. – Que me parta un rayo… Es la mocosa de Roman.

-"Hola viejo. ¿Qué tal te trata la vida?"

-¿Se conocen? – Nora vio a la chica multicolor quién asintió.

-"Él fue quien fabricó mi arma, Hush." – Dijo mientras hacía girar su paraguas en su mano.

-¿Quién diría que te vería de vuelta en Mistral? – Soltó una pequeña risa a lo que Neo solo sonrió de lado. – Y al lado del Demonio Rojo de Beacon nada menos. Al parecer es verdad eso que dicen que el amor cambia a la gente.

Neo puso los ojos en blanco por un momento por la broma para luego acercarse al castaño y atrapar su brazo izquierdo entre sus pechos y dejaba descansar su cabeza en su hombro.

-Yo también te quiero Neo… Pero creo que no es el mejor momento. – El castaño estaba algo tenso al sentir las miradas celosas de las demás chicas. Aunque le pareció raro que algunas de las chicas de la familia Arc lo vieran algo tristes. – Oye Ruby, ya que tu eres la experta en armas aquí, ¿Qué tal si ves lo que Miss Malachite tiene para ayudarnos?

-Hmmm. Está bien pero… – La caperucita se le acercó y le habló al oído solo para que él pudiera escucharla. – 'No creas que no pediré mi compensación luego de esto Issei.' – Ella le dio una última mirada coqueta antes de empezar a seguir a los dos hombres.

-*Glup* En-entiendo. – Contestó mientras veía a la chica irse. – (Parece ser que Ruby poco a poco está empezando a volverse pervertida…)

-( Me pregunto, ¿De quién será la culpa?) – Mejor vuelve a dormir lagartija – ( ¿Y perderme el como todo tu harem y esas rubias te matan con la mirada? Ni pensarlo compañero.) – Definitivamente no necesita enemigos teniendo a este maldito dragón como compañero…

-¿Puedo ir con la amiga Ruby? Tengo curiosidad por ver esas armas.

-No veo porque no. – El castaño le sonrió a la androide que se alegró y sonrojo un poco por la sonrisa. – Solo ten cuidado de no tocar nada que no te digan… Suficiente tenemos con Ruby que se parezca Nora después de beber café con todas las armas que deben de tener.

-¡Recibido amigo Issei! – La pelinaranja se acercó rápidamente y le dio un fuerte abrazo al castaño antes de salir disparada junto con su amiga.

-Cuánta energía… Y cuanta fuerza. – Magenta vio complicada como el castaño parecía sobarse la espalda del dolor.

-Bien. Mientras tanto, ¿Qué tal si nos cuentan cuál es su plan? – Juniper preguntó, a lo que el grupo de jóvenes asintieron. Tenían poco tiempo.

--

Unas horas después. Todos tenían ya conocían el plan al cual le hicieron varios retoques al ver todo el armamento, así como robots que podían usar. Algunos se vieron un poco complicados al ver como Weiss y Ciel parecían indignadas al ver como los de Mistral habían hecho ingeniería inversa con algunas de sus armas, Atlesian Knight, Paladins y otros tipos de maquinaria de Atlas.

Y cuando quisieron encarar al tal Bisque en cómo pudo hacerlo él solo respondió…

- "Porque me pareció entretenido y fascinante."

Un sujeto interesante sin duda… Pero yendo a lo central, Issei se encontraba en una parte algo oculta fuera del local. Estaba sentado viendo su Boosted Gear con cierta curiosidad.

Aún recuerda cuando le preguntó a ambas IAs acerca de esa nueva armadura que obtuvo en su batalla con el Necroverno. Creyó que esto pudo deberse al "Generador de Comandos", pero ellas respondieron que esto fue más debido a un antiguo funcionamiento de las "Evil Piece" que era la base de DAVS.

-(Si esa "Promotion" me dio una nueva armadura en base a las habilidades de la pieza Knight del ajedrez sumado a mi deseo de ser más rápido… ¿Significa que podría tener más armaduras?) – Issei se cuestionó a sí mismo. Estaba tan sumergido en sus pensamientos que no notó la llegada de alguien más.

-Oh perdón, no sabía que había alguien más. – Dijo la nueva voz mostrándose algo apenado.

El castaño se giró y pudo ver que se trataba de ese chico… Juane si su memoria no le fallaba. Notaba que traía una espada y un escudo el cual tenía un logo que le recordaba a la luna. Negó con una mano restándole importancia.

-Descuida, solo me gusta alejarme de vez en cuando de los demás para poder pensar y aclarar mis ideas. – Le dijo con una sonrisa amistosa. – Y veo que no soy el único. ¿Vienes a entrenar o a hacer guardia?

-Yo… Vengo a entrenar. – Issei alzó una ceja al ver como soltaba un suspiro y parecía desanimarse un poco. – Verás, es que… Yo soy el menos hábil de todos en mi familia y lo último que quiero es ser una carga, en especial en una situación como esta.

-Es entendible, se lo que es querer ser más fuerte para no preocupar a los demás. – Tenía una pequeña sonrisa recordando cómo fueron sus primeros días en este mundo. – Pero, ¿No es que tu familia es una de Guerreros de renombre? No tienes que responderme si es algo personal. – Se apuró a decir al ver como Juane parecía algo incómodo por la pregunta solo para que este niegue con la cabeza.

-La cosa es que… De todos nosotros yo fui el único que apenas si le enseñaron a usar un arma y curiosamente yo soy el único que quería ser un cazador… Un héroe.

Alzó una ceja a las palabras del rubio.

-¿Por qué no recibiste entrenamiento?

-Eso es por que soy el menor de todos… Crecer con 7 hermanas mayores no es fácil… – Verlo estremecerse le hizo ver que hay una historia ahí… Mejor no indagar. – Y no ayudó que sea el único varón de todos, eso hizo que tanto mi padre como mi madre fueran más protectores conmigo. Y tampoco ayudó en nada lo que hice a inicios de año.

-¿Tan grave fue lo que hiciste? – Issei lo miró confundido.

-...Falsifique unos registros míos para poder entrar a Beacon y de esa manera poder convertirme en un cazador. – Desvió la mirada avergonzado por lo que dijo, ya que en retrospectiva era una pésima idea ya que no duda que todos notarian su falta de habilidad.

Por su parte el castaño abrió la boca por la sorpresa. No se esperaba que fuese tan grave, pero en eso su mente hizo click y recordó algo que Ozpin y Glynda le dijeron hace meses.

-Espera. ¿Fuiste tú quien mandó esa solicitud? Vaya, esto sí que es una casualidad… Y embarazo a la vez…

-¿Cómo sabes eso? – El rubio lo vio con asombro a lo que el castaño rió algo apenado.

-Soy muy cercano tanto al director Ozpin como a la subdirectora Glynda y además… Yo soy el que ocupó tu lugar. – Ya se esperaba la cara de sorpresa por lo que le acaba de relevar. – Según me dijo Ozpin tenía planeado dejarte entrar porque creía que tienes potencial, pero Glynda no estaba muy feliz con eso y por ciertas circunstancias muy difíciles de explicar terminaron aceptandome y déjame decirte que casi no la cuento en la iniciación.

-¿¡En serio!? – Jaune lo vio con miedo. – ¡Pero si tú acabaste con un Grimm Clase Gaea! ¡¿¡QUÉ CLASE DE PRUEBA PASASTE!?!

-Fue más cosa de suerte en ese momento… Ahora que lo pienso he tenido mucha suerte. Pero creeme al inicio apenas si sabía dar un golpe. Con decirte que casi me convierto en el almuerzo de una jauría de Beowolf, también de un Nevermore… Y como olvidar esa vez que un Goliat me pisoteo.

-...Bromeas, ¿Cierto?

-Para nada, en la iniciación casi caigo al suelo desde un acantilado luego de ser lanzado. Luego de eso Pyrrha y yo nos topamos con un Petragigas que me mandó a volar de un puñetazo… Luego un Nevermore casi nos devora a todos. – Soltó un suspiro algo nostálgico ese día parece tan lejano.

-Pero aún así eres fuerte ahora y todos te llaman héroe. En cambio yo… Soy en parte la razón por la que mi familia esté aquí ya que me atraparon y tras ver lo que hice nos vinimos a Mistral.

-Ya veo. – Dijo mientras se acercaba al rubio y ponía una mano en su hombro llamando su atención. – No creo que sea tu culpa. Si bien hiciste una locura, lo hiciste para cumplir tu sueño. ¿Fue extremo? Sin duda, pero es una muestra de lo importante que es para ti.

Juane estaba sorprendido por las palabras del castaño ya que esperaba que le dijera que fue estupido lo que hizo o algo así.

-Y con eso de que soy un héroe… Yo no me llamaría uno ni mucho menos quiero serlo. – Dijo con cierta gracia en su voz aunque también se le notaba algo de cansancio.

-Pero… Has vencido a dos de los criminales más buscados del mudo sin contar que salvaste a Vale.

-Lo único que hice fue proteger a mis amigos. Ni más ni menos. – Se separó del rubio y alzó la vista para ver el cielo. – Como te dije no me considero un héroe y como lo veo esa palabra tiene más peso de lo que todo el mundo cree.

-¿Qué quieres decir?

-Que esas historias de héroes no cuentan lo que se sufre para hacerse fuerte o el peso de sus decisiones y acciones… – Cerró los ojos al recordar a los que no pudo salvar durante su estadía en Menagerie o el cómo por poco Blake pierde a su madre. – "Héroe" solo es un título que la gente te da, así de simple.

-Yo… Nunca lo había visto de ese modo… – Jaune también pasó a ver al cielo.

-Si… Muchos creen que ser un héroe es solo vencer al malo y salvar a la princesa… Pero la realidad es mucho más complicada. Imagino que durante todo este golpe de estado lo has visto, ¿No?

Juane guardó silencio un momento al recordar todo lo que había visto. Los gritos de las personas, el cómo suplicaban por sus vidas… El cómo se preocupa por su familia cada que alguno tiene que salir. Solo asintió a las palabras del castaño.

-Al parecer mi visión era muy… Infantil y algo egoísta ya que solo quería mostrar que si podía ser un cazador, pero ahora…

-Solo quieres ayudar a que esta situación termine y que las personas puedan recuperar su ciudad, ¿No?

-Si… Es justo como lo dices.

-Bien. – Vio con curiosidad el cómo caminaba unos cuantos pasos para quedar a una buena distancia de él. – Puedes empezar con practicar un poco y con gusto te ayudaré en eso.

-¿Hablas en serio? No tienes que tomarte las molestias, ya te incomode con contarte mis cosas. – Negó con la cabeza y las manos, mostrándose algo nervioso cosa que le sacó una pequeña risa a Issei.

-Tonterías. Si algo aprendí en estos meses es que se llega más lejos con la ayuda de las personas que te rodean. – Dijo mientras se ponía en una posición de batalla y sacaba la hoja de la Boosted Gear. – También aprendí que cualquiera puede hacer la diferencia, solo se necesita la voluntad para no rendirse. Así que vamos.

Juane se sorprendió por esas palabras y no pudo evitar dibujar una sonrisa en su rostro, por lo que desenvainó su espada y tomó su escudo con su mano libre y se lanzó contra el castaño que apenas se movió para esquivar el ataque.

-No solo corras hacia tu enemigo, busca una apertura en su postura y aprovecha… De esta manera.

Fueron sus palabras antes de lanzar un tajo con su cuchilla que Juane apenas pudo bloquear con su escudo. Apretó los dientes debido a la fuerza que ejercía el castaño. Pero en un movimiento logró separarse del castaño, a lo que comenzó a buscar un mejor ángulo para poder atacar. Lanzó primero un golpe con su escudo al rostro como distracción para luego intentar asestar un corte, pero ambos movimientos fueron bloqueados por el castaño.

-Eso está mejor, trata de confundir a tu oponente para de esa manera crear una ventana de oportunidad. – Felicito con una sonrisa y luego fue él quien se lanzó al ataque dando un corte descendente que pasó muy cerca del rostro de Juane.

Este comenzó a dar una serie de cortes tratando de abrumar al castaño que tenía que ser sincero, lo estaba haciendo mejor de lo que espero.

-Eso es, mantente siempre en movimiento, nunca te detengas y no te olvides de mantener tus ojos en tu enemigo.

-¡Si! – Jaune respondió con energía, así como teniendo una pequeña sonrisa en su rostro.

En eso Issei usando su otro brazo le lanzó un gancho a Juane que no pudo hacer nada para esquivarlo y terminó de espaldas algo aturdido por el impacto.

-También recuerda que tu oponente no jugará con tus reglas. Tienes que estar atento en todo momento. ¿Puedes continuar?

-Auch… Creo que si. – El rubio se puso de pie algo tambaleante. – Vamos allá.

-Bien, ese es el espíritu. – Contestó con una sonrisa desafiante que el rubio regreso. – Tenemos tiempo antes de que tengamos que ejecutar el plan y vamos a aprovechar ese tiempo.

Y con eso dicho ambos prosiguieron con su práctica, desconociendo que estaban siendo observados por cierto grupo de rubias que estaban algo…

-*Snif* Ese es mi hermanito.

-Pensar que se sentiría de esa manera…

-Pero también hay que decir que se nota que se vio motivado por Issei.

-Bueno sabes lo mucho que Juane lo admira, después de todo para él representa todo lo que un héroe es.

-¡Y con razón! ¡El…!

-¡Es tan genial y varonil!

-¡Y guapo!

-Ya ustedes dos, recuerden que está con esa chica de rosa y café.

Las gemelas hicieron un puchero a las palabras de Celeste.

-Es una pena… Pero bueno, está ayudando a nuestro hermanito y eso que apenas lo conoce.

-Cierto. – Todas le dieron la razón a Magenta y así continuaron viendo como los dos seguían entrenando con Issei dándole uno que otro consejo a Juane quien los aceptaba con una sonrisa y se le notaba lo motivado que estaba.

-Aunque ahora que lo pienso… – Jade se mostró pensativa, a lo que sus hermanas pasaron a verla. – ¿Por qué de entre todas las chicas hermosas que lo acompañan va y elige a una criminal?

-No se… ¿Tal vez le va el arquetipo de chica mala? – Vermillon se encogió de hombros, era lo único que se le ocurre.

-Puede ser… Pero aun así es raro que las demás se muestren tan celosas.

-No es tan raro, ya que sale con todas ellas.

Las seis rubias se taparon las bocas las unas a las otras para evitar el grito colectivo, después pasaron a ver quien fue la que les hablo y se vieron con cierta pelinaranja bombardera.

-Hola.-Saludo con una sonrisa mientras levantaba la mano.

-¿Hola? ¿¡Hola!? ¡¡Casi nos provocas un infarto pedazo de-!! – Magenta no pudo terminar su oración ya que Jade le tapó la boca.

-Olvídate de eso Mag. Y tú, ¿Qué fue lo que dijiste? – Vermillon pasó a ver a la pelinaranja con atención, así como las demás.

Nora por su parte solo sonrió de manera maliciosa… ¿Qué? Ella es un agente del caos. Vive para el caos. ¿Esperaban que no aproveche esta oportunidad? Ilusos.

--

Ya en el atardecer, la nave que transportaba a Cinder y al resto estaba llegado a la entrada de Haven. Al momento de aterrizar se vieron con varios miembros de White Fang, así como a la misma Sienna y a Hazel esperándolos a unos metros.

-Habéis tardado un poco. – Hazel vio a sus aliados, los cuales tenían una expresión de enojo.

-Échale la culpa a la señorita "vejiga floja". – Mercury señaló a Vernal quien lo vio feo.

-Besame el culo imbécil. A menos que les agrade la idea de limpiar el interior de esa nave de orina cierra la boca. – Vernal le respondió a Mercury lista para saltarle encima.

-Ya basta. Los dos. – Emerald vio a los dos con enojo. – El caso es que ya hemos llegado y cuánto hagamos lo que venimos hacer, antes podremos irnos cada uno por nuestro lado.

-Le doy la razón a la chica. Hagamos esto de una vez. – Raven dijo mientras mantenía su mano cerca de su espada.

-Salem quiere esperar a que el Sekiryuutei y ese Hakuryuukou lleguen antes de hacernos de la reliquia… Aconsejo hacerle caso.

-Por mi vale. – Vernal se cruzó de brazos, pero en eso notó algo raro. – Oigan, ¿Ella está bien?

Señaló a Sienna, quien estuvo todo el tiempo en silencio. Si uno se fijaba podía notar que estaba algo pálida, además que en sus ojos se podía ver reflejado el horror mientras miraba a la nada.

-Yo… Parece que subestime a vuestra ama… – Sienna vio a los tres jóvenes delante suyo. – Ahora veo que la advertencia que nos dio el grandullón… No eran sólo palabras…

-¿De qué está…?

-Ella vio a Leonardo. – Hazel habló con seriedad. – O por lo menos… Lo que queda de él…

-...Entiendo… Debió de ser un shock. – Mercury habló con miedo filtrándose en su voz y cierto deje de simpatía no muy propia de él.

-Tengo miedo de preguntar de qué habláis…

-Creeme, mejor que no lo hagas. – Emerald le aseguro a Raven quién sólo pudo asentir.

En eso tanto ella como Vernal sintieron como una mano tocaba sus espaldas, aunque lo raro es que no había nadie detrás suyo. Esa era la señal que esperaban.

--

-Ok. ¿Todo listo? – Arthur le habló por un círculo mágico en su oído.

- Todo en posición Arthur. ¿Qué hay de tu lado? – Se escuchó la voz de Issei del otro lado.

-Todos listos. – El rubio pasó a ver a sus compañeros y a Qrow, quien estaba con ellos como sustitución de Ravel. – ¿Qué hay por parte del resto?

- ¡Afirmativo! – La voz de Penny se escuchó a través del círculo mágico.

- Cuando digáis. – Ahora fue la voz de Ravel la que se escuchó.

- Ok entonces. ¡Vamos a ello!

A las palabras del Sekiryuutei, todos se alistaron en sus posiciones. Hora del espectáculo.

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Otra de las razones por las que Lake Matsu era conocido, aparte de Labyrinth Island, era por su leyenda de un monstruo marino que sólo fue fotografiado una vez hace 50 años y la imagen sólo mientras una silueta algo difuminada… Pero esa leyenda era cierta. Y prueba de ello era que esa misma criatura estaba surcando las aguas del lugar.

El "Monstruo de Lake Matsu" se trataba de nada más y nada menos que de un Grimm enorme con apariencia de un plesiosaurio de color negro, solo que este tenía un caparazón enorme decorado todo tipo de vegetación marina. Tenía placas de hueso repartidas por el borde de sus aletas, así como en la parte superior de su cuello donde sobresalen algunos picos también. Su cabeza estaba cubierta por la típica máscara de hueso, pero en la frente tenía un orificio por donde salía una especie de antena como la de los peces rapen.

Este enorme Grimm se encontraba nadando en dirección a Mistral, ya que debía transportar y ayudar en lo que pudiese al que había sido creado para acabar con la "bestia roja" y la nueva "bestia blanca".

Y sobre el esta criatura estaba el nuevo ser que tenía esa misión. Sus ojos brillaban ansiosos por poder librar al mundo de esas dos anomalías que se atrevieron a alterar el equilibrio del mundo y nada ni nadie se meterá en su camino para lograr su cometido.