Disclaimer: Nada de esto me pertenece, la saga crepúsculo es propiedad de Stephenie Meyer y la trama es del webtoon y la novela "La emperatriz divorciada" de Alphatart y con arte de Sumpul, yo solo busco entretener y que más personas conozcan esta historia.
Capítulo 292. Collar De Astoria (2)
Naturalmente, fruncí el ceño. Al mirarlo con los ojos entrecerrados, el temblor del funcionario se volvió más intenso.
¿Por qué temblaba así al hablar de algo tan relevante?
—Por supuesto, no creo en un rumor absurdo como ese, Su Majestad la Emperatriz, Su Majestad el Emperador.
Si no lo creyera, no estaría aquí mencionándolo.
—Pero se trata de un rumor muy espantoso e importante, así que sentí que debía preguntar a Su Majestad la Emperatriz si era verdad.
El noble, entrelazando sus dedos, me miró y preguntó como si fuera a llorar.
—Su Majestad la Emperatriz, ¿es cierto el rumor?
Si bien fue este noble quien se dirigió a mí, probablemente fue otra persona la que lo persuadió de hacer tal pregunta.
Naturalmente, mi mirada se posó en el Marqués Caius. El primo de Kate.
El Marqués Caius me miró con las comisuras de sus labios levantadas.
Cuando nuestros ojos se encontraron, su sonrisa se acentuó.
—Por supuesto que no.
Ante mi respuesta firme, su sonrisa se volvió aún más extraña.
Al contrario, Edward tenía una expresión helada.
Una vez terminada la reunión. Bajé de la plataforma donde estaban los asientos de los emperadores y caminé deliberadamente hacia el Marqués Caius.
Los nobles que estaban conversando con él me saludaron apresuradamente cuando me acerqué y se fueron al instante.
El Marqués Caius me saludó con tranquilidad y osadía.
—Su Majestad la Emperatriz.
Supongo que el Marqués no tenía intención de ocultar el hecho de que había pedido a un funcionario de bajo estatus que sacara a relucir el rumor de mi infertilidad. Su expresión facial parecía decir, 'Yo lo hice'.
¿Él sabía que tenía una sonrisa realmente malvada e insidiosa?
En vez de aceptar su saludo, declaré categóricamente y en voz baja.
—Incluso si fuera infértil, la próxima emperatriz no será de tu familia.
—¿Qué quiere decir...?
—No importa cuánto trates de aferrarte a falsas esperanzas, es inútil.
El Marqués Caius frunció el ceño. Parecía que no esperaba que hablara sin reservas.
Él también abrió la boca. Por su expresión, era evidente que quería decir algo que me hiciera enfadar. Está bien, estoy preparada.
Pero antes de que el Marqués Caius pudiera hablar, una lanza larga pasó a mi lado desde atrás.
El Marqués Caius extendió su mano rápidamente y agarró la lanza, deteniéndola justo antes de que le diera en la frente.
Fue un Caballero de la Guardia Imperial que estaba detrás de Edward quien arrojó la lanza.
El caballero se sorprendió y se apresuró a disculparse con Edward.
—Lo siento.
—No te preocupes. Es posible cometer un error.
Podría haber cometido un error, pero en este caso, ¿no sería el Marqués Caius, que estuvo a punto de ser alcanzado por la lanza, con quien debería disculparse?
Quizá pensando lo mismo, el Marqués Caius mostró una expresión de disgusto.
—Realmente te gusta vengarte como un niño, ¿no?
Finalmente, enojado, escupió algunas palabras que no sabía contra quién iban dirigidas, se despidió cortésmente y abandonó primero la sala de reuniones.
Mientras tomaba un baño, recordé lo que había dicho el Marqués Caius por medio de un funcionario.
Dejando de lado lo qué pretendía conseguir con sus palabras. ¿Realmente estaba circulando un rumor como ese? ¿Por qué no había escuchado nada?
Si tal rumor estuviera circulando, Tanya o mis damas de compañía me lo habrían dicho.
Entonces, ¿el Marqués Caius lo inventó? ¿Por qué el Marqués inventaría un rumor así? ¿Realmente lo inventó o alguien se lo contó?
¿Fue Irina o un noble del Imperio Oriental? Probablemente no sea Jasper.
El Marqués no habría inventado un rumor que no existiera del todo. Principalmente, porque el riesgo de hacerlo era muy grande.
Por eso, también creó dos medidas de seguridad, 'hablar por medio de otra persona' y 'hablar como si no creyera en el rumor'.
Creo que he pasado demasiado tiempo pensando. Antes de darme cuenta, el agua caliente se volvió fría.
Tras salir de la bañera, me sequé el cuerpo con una toalla, me puse una bata y dejé el baño.
Me paré frente al espejo para sacarme también el cabello mojado con una toalla. Mientras tanto, podía ver a Edward sentado en un sillón a través del espejo.
Tenía una expresión seria, con la cabeza inclinada y sin siquiera mover un músculo. Llevaba un tiempo así.
Me enrollé el cabello con la toalla, lo eché hacia atrás, y me acerqué a él.
—¿Qué estás haciendo?
Asomé la cabeza para comprobarlo, era una enciclopedia de peces.
... ¿Le gusta el pescado porque es un pájaro?
—¿Te gusta el pescado?
Le pregunté, encontrando adorable el hecho de que estuviera mirando de repente una enciclopedia de peces con tanta atención.
Edward tardó en volver en sí al estar inmerso en la enciclopedia, y sonrió misteriosamente,
—Ah. Me estaba preparando para pescar. Hoy vi un pez bastante grande merodeando.
—¿Te gusta pescar?
—Mucho.
¿Por qué parece tan malvado si está sonriendo dulcemente?
Extendí mi mano y toqué la mejilla de Edward. Entonces, él frotó su mejilla contra mi palma.
—Después de pescar, te cocinaré un delicioso pescado, Reina. Espero que el Marqués sea de tu gusto.
¿El Marqués?
