Disclaimer: Nada de esto me pertenece, la saga crepúsculo es propiedad de Stephenie Meyer y la trama es del webtoon y la novela "La emperatriz divorciada" de Alphatart y con arte de Sumpul, yo solo busco entretener y que más personas conozcan esta historia.


Capítulo 116. Una Persona Que Difunde Rumores, Una Persona Que Se Aprovecha (1)

Hace unos días, le prometí a Jane y a otras jóvenes que celebraría una fiesta de té pronto. Envié invitaciones a todas las asistentes ese día honrando mi promesa. Por lo general, celebraba una fiesta de té para todos los nobles de las cercanías en esta época del año, por lo que tener a Jane presente no daría motivos para que Jasper se enoje. Irina no era un miembro de la nobleza, así que no la invité.

El día de la fiesta de té, Jane fue ligeramente objeto de burlas por haberse vestido como si fuera a un baile, pero en general se llevaba bien con los demás nobles. El ambiente de la fiesta fue brillante y agradable en todo momento.

Cuando la fiesta terminó y la mayoría de los otros nobles se fueron, le sugerí a Jane que me acompañara a caminar un rato.

—¿E-Enserio?

La voz de Jane tembló, y rápidamente se puso a mi lado con un grito de alegría. Caminamos por el sendero que comienza en el palacio del oeste y conduce hacia el Jardín Plateado. No le pregunté sobre Irina o la finca Rimwell. Si el Vizconde Vulturi le había advertido a Jane con antelación, no me gustaría que subiera la guardia.

—T-Tengo un retrato de usted, Su Majestad.

—¿Un retrato de mí? ¿De Verdad?

—Si. Lo... lo compré.

—¿Venden ese tipo de cosas?

—Son muy populares. Los tengo organizados por tipo.

—Si los compraste por tipo, entonces, ¿tienes más de uno?

—Oh, bueno…

—¿Cinco?

—…

—¿Diez?

—…

Sus mejillas se tornaron rosadas y las lágrimas de vergüenza amenazaron con derramarse de sus ojos.

—T-Treinta.

—¿Realmente tienes treinta retratos de mí?

Jane sintió y se sonrojó hasta la punta de sus orejas.

—No soy rara.

—Nunca dije que lo fueras.

Los hombros de Jane cayeron en alivio y se rió. Sin embargo, todavía parecía lamentar haber hecho su embarazosa confesión.

—No llores porque creas que eres extraña, ¿hmm?

—Yo... sí. Está bien.

—Todavía hay lágrimas. ¿Segura que estás bien?

—Sí... es solo que no creo que el retrato sea tan maravilloso como la Emperatriz.

Mientras caminábamos por el sendero, vi a Irina salir del palacio del sur. A su lado estaba el Duque Riddle. Ella no estaba muy lejos, y nuestros ojos se encontraron.

El buen humor de Jane se oscureció en cuanto vio a Irina. Jane notó que la miraba y rápidamente ajustó su expresión a una más agradable, pero ya había visto la hostilidad en sus ojos. Sobreviviría bien en la alta sociedad.

Irina y el Duque Riddle se acercaron.

—No esperaba verla de nuevo, Su Majestad.

El Duque Riddle esbozó una sonrisa y luego miró a Jane a mi lado. Ella se estremeció bajo sus agudos ojos y se inclinó más cerca de mí.

—¿Quién es esta bella dama a su lado, Su Majestad?

El Duque Riddle me miró con una sonrisa radiante. No parecía un cumplido hecho con buenas intenciones.

Mientras tanto, Irina miraba a Jane con abierto disgusto. Estaba a punto de presentar a Jane como "la hija del Vizconde Vulturi," pero cuando vi la cara de Irina, cambié de opinión. Recordé cómo la concubina había querido llamarme antes.

—Ella es una nueva joven dama aquí.

Deliberadamente elogié a Jane, luego le di mi más dulce y gentil sonrisa.

—Me agrada tanto que desearía que fuera mi hermana menor.

Jane había estado mirando a Irina, pero luego saltó y se sonrojó cuando la llamé mi hermana.

—Su Majestad…

Jane habló con asombro. Mi sonrisa se amplió.

—Si no es una carga demasiado pesada para ti, ¿podrías llamarme hermana?

Los ojos de Jane se abrieron de par en par cuando los pensamientos de Irina desaparecieron por completo de su mente. La reacción de Jane fue realmente linda. Ajusté su capa y acaricié sus hombros de una manera familiar.

Aunque mis acciones fueron deliberadas, Irina parecía mucho más herida de lo que esperaba. De hecho, me sorprendió internamente.

La relación entre Irina y Jane podría ser mucho peor de lo que pensaba...


Esa noche, Irina se quejó a Jasper de que nadie había asistido a su fiesta de té excepto el Duque Riddle, y todos los demás nobles habían ido a la fiesta de la Emperatriz.

—Deberías haberla celebrado otro día.

A Jasper le pareció extraño, pero abrazó a Irina con simpatía.

—Irina no sabía que nadie vendría.

—Si alguien recibiera una invitación de usted y de la Emperatriz, por supuesto asistiría a la fiesta de la Emperatriz.

—No creo que ella haya invitado a todos los nobles.

Irina infló sus mejillas e hizo pucheros. Aunque el Duque Riddle le había dicho que no vendría nadie, había asumido que al menos uno o dos de los nobles que no habían recibido una invitación de la Emperatriz habrían asistido. Pero incluso aquellos que no fueron invitados por la Emperatriz no vinieron a su fiesta. Según el Duque Riddle, no querían parecer estar en conflicto con la Emperatriz. Aun así, las heridas dejadas en el corazón de Irina no desaparecieron.

Y luego, estaba Jane. ¿Cómo podría la Emperatriz tratar a esa odiosa y miserable Jane como una linda hermanita ...?

—No te preocupes demasiado por eso. El Duque Riddle vale por diez hombres.

—¿La Emperatriz odia mucho a Irina?

—La Emperatriz es... es como la madera.

—¿?

—Es indiferente a sus propios sentimientos, mucho más a los de otras personas.