Disclaimer: Nada de esto me pertenece, la saga crepúsculo es propiedad de Stephenie Meyer y la trama es del webtoon y la novela "La emperatriz divorciada" de Alphatart y con arte de Sumpul, yo solo busco entretener y que más personas conozcan esta historia.


Capítulo 117. Una Persona Que Difunde Rumores, Una Persona Que Se Aprovecha (2)

Decepcionado por el fracaso de las drogas abortivas, así como por las continuas molestias que sufría Bella, Jake estaba más decidido a desenterrar información sobre Irina por su cuenta.

Bella había dicho, "Incluso si eliminas a Irina, el Emperador traerá una nueva concubina." ¿Y qué? Era una cuestión de eliminarlas también. ¿Y si otra concubina apareciera de nuevo? Atacaría una vez más. Todos los emperadores tenían concubinas, pero ¿qué importaba? Los emperadores no se casaban con ellas.

Hubiera sido más fácil si su esposo no fuera el emperador.

Jake mantuvo los ojos fijos en la nuca del Vizconde Vulturi mientras lo seguía.

Después de varios días de investigación, Jake sabía que el Vizconde Vulturi estaba ayudando a Irina. De hecho, el Vizconde ni siquiera ocultó el hecho, alegando que debido a que su error había causado problemas a Irina, quería compensarla...

No puede ser.

Justo entonces, el Vizconde Vulturi entró en un bar. Jake esperó una cantidad moderada de tiempo afuera antes de entrar.

El bar estaba lleno de actividad y alboroto. La mayoría de sus clientes eran plebeyos, pero como era un establecimiento vintage, había algunos nobles dispersos.

El Vizconde Vulturi estaba sentado en una mesa, aparentemente disfrutando de la atmósfera. Tenía dos amigos más sentados frente a él. Su mesa estaba vacía, como si aún no les hubieran servido.

Jake trató de encontrar un asiento cerca, pero no había ninguno, por lo que se vio obligado a tomar una mesa en el segundo piso. No podía distinguir la voz del vizconde, pero era capaz de observarlo desde su nueva posición ventajosa.

—¿Qué le gustaría ordenar, señor?

Un mesero que no parecía mayor de dieciséis años apareció a su lado. Jake señaló hacia la mesa del Vizconde Vulturi.

—Lo mismo que ellos.

El mesero giró la cabeza hacia donde Jake estaba indicando.

—Sería mejor que te sentaras con ellos a conversar.

Jake le dio al mesero una pequeña joya, y los ojos del mesero se abrieron de par en par antes de guardar el pequeño tesoro. A veces recibía propinas en monedas de plata, y una vez una moneda de oro, pero esta fue la primera vez que recibió un pago tan grande.

—Por favor, espere. Traeré su pedido pronto.

El mesero inclinó la cabeza rápidamente y se apresuró al primer nivel. Mientras Jake observaba, podía ver al mesero deambulando por el grupo de Vulturi y sirviendo su orden.

Jake finalmente se relajó y se recostó en su silla. Comenzó a captar la conversación de los clientes de los alrededores.

Sin embargo, una vez que lo hizo, no pudo relajarse.

—Entonces, ¿Su Majestad la Emperatriz...?

—Si. La concubina del Emperador tuvo una fiesta de té, y la Emperatriz celebró una en la misma fecha a propósito.

—Vaya. No puedo creerlo. ¿Entonces la emperatriz la está acosando?

—Bueno, nadie asistió a la fiesta de la concubina.

—Una concubina es solo una concubina. Cosas así también suelen suceder.

—Por supuesto. Pero la concubina es una persona común como nosotros. Tal vez la menosprecian por eso.

—Si. Los nobles la atormentan y la ignoran.

—He visto a la concubina antes en un baile. Ella es un verdadero encanto.

—También he escuchado eso. Todos los nobles estaban actuando condescendientemente, y ella es la única que se llevaba bien con los plebeyos.

—Incluso sin verlo con mis propios ojos, es obvio cómo la tratan en el palacio.

—Yo estoy de su lado.

—Sí, la Emperatriz es precisamente una de esas personas.

Aunque sus oídos captaban conversaciones aquí y allá, estaba claro que la gente hablaba del Emperador, la Emperatriz y la concubina.

Jake estudió a las diversas personas que estaban hablando. Alrededor de la mitad de ellos se veían sospechosos. Algunos hablaban como si conocieran las intenciones de la Emperatriz, y difundían, astutamente, rumores de que era una acosadora. Sin embargo, rumores aún más desagradables estaban empezando a circular.

—El Emperador no tiene carácter y la Emperatriz es una mujer cruel.

—Si tienes una concubina, debes protegerla adecuadamente.

—¿Cómo pudo una plebeya como Irina convertirse en concubina? El emperador debe haberla forzado.

—Quizá. La Emperatriz parece no ser consciente de ello y solo atormenta a Irina... tch.

Al principio, Jake sospechó que estas personas fueron enviadas por la gente del Emperador, pero no parecía ser el caso, ya que también lo estaban despellejando.

¿Fue ella?

Jake apretó los puños.


Habían pasado cuatro días desde la fiesta de té. El Marqués Emmett vino a contarme los rumores que circulaban últimamente.

—Para que ese rumor esté circulando...

No fue una historia agradable de escuchar. Me miró a los ojos con simpatía mientras tomaba un sorbo de café, luego dejó la taza y confesó.

—Jake lo escuchó.

—Mi hermano…

Cuán molesto debe ser para él escuchar tales calumnias en contra de su hermana menor. Me dolió el corazón.

El Marqués Emmett continuó con voz vacilante.

—No te enojes tanto, Isabella. Jake escuchó los rumores, pero no hizo nada.

—… No estoy enojada. Estoy triste.

—¿Oh?

—De verdad.

El Marqués me miró, perplejo, y habló cuidadosamente.

—¿Quieres que haga algo al respecto? Puedo hacer que Irina parezca una mujer malvada.

—Eso me carcomerá.

—¿Cómo así?

—Algunos creerán en nuestras palabras, pero otros creerán en las palabras de Irina. Si eso continúa, luego surgirá la idea de que 'ambas son iguales' y la Familia Imperial se convertirá en un hazmerreír.

El marqués se estremeció y se quejó.

—Pero no estarás jugando en sus manos.

—La gente se fijará en las acciones, no en las palabras.

—Y tus acciones hablan por sí solas. Pero Su Majestad, la gente no cree en la perfección. ¿Siempre te admirarán si haces lo correcto? No. Aunque la gente ama a los héroes, lo que más les gusta es un héroe caído.

—Emmett. 'Esa mujer' puede manipular la opinión pública para su propio beneficio, pero yo no. Soy la emperatriz y debo pensar en mi país y en mi gente.

No sabía si Irina estaba detrás de esta nueva ola de rumores, o si era el Duque Riddle o el Vizconde Vulturi. Sospechaba del Duque Riddle. Sin embargo, sin importar quién lo hizo, los tres eran tontos.

—Ya sea que se me considere la villana o a Irina, al final el Emperador será visto como un hombre sin carácter que se doblega con demasiada facilidad ante los demás. Dañaría su dignidad. Una mala opinión pública dificulta la gobernanza.

—¿Te preocupas por Su Majestad en medio de esto?

—Es una perspectiva a largo plazo.

¿Yo brillaría si Jasper se convirtiera en un emperador incompetente? No. Si lo removieran de su cargo, me convertiría en una emperatriz depuesta. No importa lo horrible que fuera, tenía que cuidarlo mientras estuviera en el trono. Incluso si eso me causaba daño ahora mismo. Por otra parte...

—Vigila al Duque Riddle.

—¿Te refieres al playboy?

—Si.

Causaría ya suficientes problemas que Irina manipulara la opinión pública para sus propias ambiciones personales, pero...

Sería absolutamente peligroso si el Duque Riddle estuviera involucrado. Era un extranjero que no tenía interés en la fuerza del Imperio Oriental.

El propio Duque Riddle dijo que el Príncipe Edward lo había llamado aquí y había estado planeando algo. No había nada de malo en ser cuidadosa.


Al mismo tiempo.

El Rey Edward I era el monarca recién coronado del Reino Occidental. La gente bailaba con música animada a modo de celebración, mientras que las delegadas extranjeras lanzaban miradas de interés a ese joven rey soltero.

Edward sonrió e hizo todo lo posible por relajarse mientras recibía y agradecía a sus invitados. Escuchó el emocionado parloteo de la multitud, pero la sonrisa que flotaba en sus labios era solo una línea fina.

Su estado de ánimo fue aún más pronunciado cuando vio al Gran Duque Hale, el enviado del Imperio Oriental. Edward se sintió abatido cuando supo que la Emperatriz no acudiría a su coronación, pero no reveló su desilusión al Gran Duque Hale.

El Duque estaba encantado con la hospitalidad de Edward y se rió alegremente durante su conversación. Sin embargo, cuando el Gran Duque Hale sacó a relucir el tema de la potencial reina, Edward no pudo evitar sentirse molesto.

—Todavía no has encontrado una reina. ¿Es por la Señorita Irina?

—… ¿Por qué piensas eso?

—Jajajaja. Toda la nobleza en mi país lo cree así.

Hale se rió a carcajadas, todavía creyendo que Edward estaba enamorado de Irina. McKenna, que estaba de pie detrás de Edward, casi chasqueó su lengua en desaprobación.

Mientras tanto, Edward seguía sonriendo rígidamente, una hazaña que podría considerarse impresionante. Sin embargo, cuando el Gran Duque insultó a la Emperatriz Isabella para elogiar a Irina, McKenna se sorprendió tanto que quedó boquiabierto.

—La Emperatriz ha estado tratando a Irina como arroz sobrante desde que la concubina quedó embarazada. Si viera la forma en que la Emperatriz Isabella acosa a la Señorita Irina, Su Majestad, su corazón se rompería.

McKenna estaba a punto de bloquear los oídos de Edward, cuando el rey dio una respuesta inesperada.


NOTA:

Les traigo los dos nuevos capitulos, espero les gusten.

He visto que alguien en reviews preguntaba que era webtoon. Webtoon es una aplicacion donde se suben novelas graficas, mangas o manwas, La Emperatriz divorciada es uno de ellos aunque lo que estoy adaptando es la novella.

PD. Gracias por sus reviews.