La Hija de Voldemort
AVISO LEGAL: HP pertenece a JKR. El argumento, todos los nuevos personajes, el desarrollo 'de nuevos personajes, y los nuevos acontecimientos son de mi propiedad intelectual. Glorioux
A/N Un drama. Una historia de viajes en el tiempo. Hermione tendrá que decidir cuánto está dispuesta a ceder para evitar la tragedia que podría haber causado. Final feliz. s. Este será un romance de tríada/
Gracias a muchos críticos leales y dedicados cuyos comentarios me han ayudado tanto. Y gracias a todos los que leen mi trabajo, en particular a los que se suscriben.
Capítulo 1: La convocatoria
Malas decisiones-1998
El profesor Snape los había encontrado y pasado el mensaje de Voldemort. "Señorita Granger, el Señor Tenebroso quiere hablar con usted. Tiene una oferta para usted. Auque tengo que darsela, no le recomiendo que me ponga atención, ¿entendido?"
Hermione se quedó perpleja escuchándole, estaban sentados en Grimauld 12, la Batalla era inminente; entonces, ¿por qué le traía mensajes? "Adelante".
"Dijo que si te presentas libremente ante él, sin hacer preguntas, y aceptas sus condiciones para lo que sea que haya planeado para ti, no ejecutará a los 20 rehenes que tiene. Son los Malfoys, varios de tus compañeros, y sí, yo incluido. No, me importa lo que pase destino; haga lo que sea correcto para usted". Profesor Snape le explico.
"¿Por qué quiere que yo vaya?" Hermione preguntó.
"Ni idea, pero sospecho que no es nada nefasto, actúa diferente cuando habla de ti". Bella está furiosa. Creo que ella sabe algo. ¿Quiénes son sus padres Srta. Granger?"
"Seguramente está bromeando. Los doctores Robert y Jean Granger eran mis padres antes de que los mortífagos los encontraran en Australia, a mi padre lo encontraron muerto y no sé nada de mi madre, desapareció, eso me dijeron". Respondió ella, "Dile que, aunque fuera mi hermano perdido no lo veré. No te preocupes profesor Snape solo te está asustando para que le sirvas de mediador".
Fue el peor consejo de su vida. Voldemort no mentía, lo había dicho en serio, cada palabra.
Pérdidas y oraciones.
La batalla estaba terminando, había visto morir a uno por uno de sus amigos. ¿Qué sentido tenía? En pocos momentos ella sería la única que quedaba. ¿Cómo podía haber salido tan mal? Snape torturado y asesinado delante de todos, tanta crueldad incluso delante de los primogénitos, luego el gore, la sangre.
La ejecución de la familia Malfoy tuvo que ser la peor, ¿qué sentido tenía hacer que Lucius matara a su propio hijo? Luego la mitad de la casa Slytherin que había estado indecisa, fueron todos asesinados, uno por uno.
Decían que Voldemort era un loco. "Dile que es su culpa, es su culpa..." Decía antes y después de cada ejecución. Él tenía razón, ella lo sabía.
Entonces vio a Hagrid cargando a Harry, caminando hacia ellos, y ambos se quemaron con fuego de Fyend. "Harry, Harry mi amor, no tú Harry". Después de eso ella sólo quería morir. Sus esperanzas de un futuro juntos, sus futuros bebés, sus sueños y ambiciones todo se había ido, bueno no todo, ella todavía tenía a Ron su mejor amigo, y tal vez futuro amante ya que él quería formar una tríada. Pero no por mucho tiempo, fue partido desde el pecho hasta la ingle al ser golpeado por un hechizo calibrador. "Ron, no, por favor tú no, tú también no".
Vio a los nuevos discípulos del Señor Tenebroso, Percy Weasley, y algunos rostros que no reconoció, Bellatrix, los hermanos Lestrange no aparecían, probablemente muertos. Habían estado peleando con ella, extraño. Ocurrió después de que los Malfoys fueran ejecutados, decían que Bellatrix enloqueció cuando Narcissa murió.
En ese momento se estaba batiendo en duelo con Mulciber, estaba tan cansada que su brazo estaba a punto de caer, "Remus cuidado", se giró para salvarle de la luz verde que se acercaba. Se puso delante de él, Mulciber tenía la orden de atraparla viva, todos la tenían. El Señor Tenebroso quería una novia joven, o eso les habían dicho, y había elegido a la Sangresucia por su magia. Había estado obsesionado con ella desde que la vio en la Mansión Malfoy.
Voldemort había enviado un grupo para traer a los padres de Hermione, vivos sin lastimarlos, vivos. Habían desobedecido las órdenes, ya que la madre era hermosa y habían decidido compartir su cuerpo antes de llevársela al Señor Tenebroso. Uno había matado a su padre cuando salió con un arma Muggle. Mientras que se descuidaron, y no vigilaban a la mamá de Hermione bien, ella se había apuntado con una varita y se había suicidado; la Sangresucia no era una Sangresucia, todos en el círculo íntimo lo sabían ahora.
Decían que el Señor Tenebroso había ido a ver a la señora Granger y cuando la vio muerta la había tenido contra él, rugiendo como un loco. La trajo de vuelta y había llamado a un Nigromante, todo por nada. Mató a todos los de aquel día y a muchos desde entonces, y ahora quería a la bruja.
"Si alguien la toca, o si recibe un solo arañazo lo sabré, y tú y tu familia seréis borrados a latigazos de la faz de la tierra. No quiero oír a nadie insultándola, ¿me oís y lo entendéis?" El Señor Tenebroso había advertido a todos el día anterior.
Oyó a Voldemort gritar: "Ella no, ella no, no, no las dos, no lo único de mi vida, "NOOOOOO". Había visto lo que Mulciber vio demasiado tarde.
"No, no", Mulciber trató de apartarla, pero fue demasiado tarde, la luz verde la golpeó justo en medio del pecho. Hermione sintió que la luz se apagaba, y su Giratiempos, el cual ya no funcionaba, más nunca se lo quitó y mantenia colgado, sobre su pecho, como símbolo de tiempos mejores, se derritió con el impacto.
Oyó el rugido de ira y desesperación del Señor Tenebroso. "No, no, idiotas". Justo en ese momento, el suelo implosionó; todo estaba cambiando de golpe; ya no había batalla. Sintió como si cayera en un precipicio, una caída libre que se prolongaba eternamente.
Tanta gente había muerto por su culpa, que si hubiera aceptado verlo todos estarían vivos. Si me dieran un chance le obedecería. Sí, obedecería incluso a Voldemort, diantres, yo sería su bebé, su hija, su esposa, su lo que sea, Dios concédame esto. Dios de los cielos escúchame. Hermione rogó, muriéndose.
Úsalo bien, úsalo bien, esta es la última oportunidad. El que la escuchó, repitió varias veces. Ya no puedo hacer más, es lo último.
Ella oyó a Jiminy Criket, el ser imaginario de un cuento favorito, diciéndole que cumplíera su promesa.
¿Estaba muerta? Seguía sintiéndose sucia y adolorida; el sol brillaba demasiado. Cerró los ojos, si estaba muerta, sólo debía cerrar los ojos; habría una eternidad para abrirlos después. "Harry, Harry, espero que me estés esperando. Ojalá hubiéramos estado juntos al menos una vez; Ron, Ron debería haberte escuchado, sólo una vez, nosotros tres, sólo una vez. Ya voy". Repitió su oración: Si me dieran un chance le obedecería. Sí, obedecería incluso a Voldemort, diantres, yo sería su bebé, su hija, su esposa, su lo que fuera, Dios concédame esto. Dios de los cielos escúchame.,
Despertar - ¿dónde?
¿Sería que había sido atrapada por el Señor Tenebroso? Después de todo, la había andaba persiguiendo desde que Bellatrix la atormentaba. Tal vez debería haber escuchado a su madre hacía dos años, recordaba cuando Jean Granger le había propuesto: "Cariño, por favor, deja esto. Tengo un mal presentimiento. Vámonos a vivir a la finca solariega que legaron los padres de tu padre. Sabes que le dejaron una gran fortuna. No podemos hacer nada; aléjate del mundo mágico, ya tendremos bastante".
¿Dónde estaba? En una habitación en penumbra. Podía ver que varias personas estaban a su alrededor. Sabía quiénes eran, las personas que habían muerto por su culpa. No podía aguantar a abrir los ojos, y verlos. Lo que primero pensó era que todos los muertos estaban alrededor de su cama dispuestos a juzgarla. Así que no quería abrir los ojos.
"Señorita, jovencita, ¿está bien?" Era una mujer, su mano era suave.
Y de fondo: "Nunca había visto a alguien como ella. Qué ropa tan extraña, ropa de hombre Muggle, pero está claro que es una bruja, la capa, la varita. Y una magia poderosa la rodea, su piel y su pelo está cargado de magia, flotando, nunca he visto nada igual".
"¿Dónde la encontraste?" Otra voz.
"Justo delante de la entrada principal, lo extraño es que no estuviera allí unos minutos antes de que fuéramos a recoger las hierbas". Dijo la voz de un joven.
"Ella es un sueño. La estoy reclamando ahora mismo. Su cara es tan delicada; su cuerpo tan ágil y tan firme, sus pantalones son, casi ajustados a la piel, mira lo fuerte que parece, es una diosa Guerrera", esa era una voz, que casi reconoció.
"No reclames nada, es igual para todos". Dijo otra voz.
"El que la encuentra se queda con ella", dijo otra voz.
Y, "Jóvenes, todos fuera, está enferma y no es un juguete", era una mujer la que hablaba.
"No, yo no me me voy, me quedo", habló una voz diferente, profunda y suave. "Fui yo quien la encontró y la dejé un momento mientras entraba a buscar ayuda. Como estaba claramente herida, no quise moverla. Espero a que abra los ojos. Además, si no se habla por ella, la encontré en mi terreno; por lo tanto, yo diría, que tengo la primera oportunidad. Ella es increíble, además de toda esa magia, incluso sucia y enferma".
"¿Por qué debería estar en los terrenos de Malfoy? No lo entiendo. Parece haber estado en alguna refriega, apesta a muerte y a golpes de magia oscura. ¿Una joven en una pelea? Que tal sus ropas, tan finos materiales y extraños colores. Hmm, mira su anillo, ¿reconoces el sello?"
"Espera, Oryon ven aquí", ahora podía oír el arrastrar de diferentes pies.
"No puede ser el anillo de mi madre; se lo he visto en el dedo esta mañana, ¿y este otro? ¿Ves la P pequeña? ¿Es de la casa Potter? Sí, lo es, si es así, ¿ella tiene los anillos de compromiso de las casas Black y Potter? ¿Cómo puede ser?" Su voz sonaba anticuada, rica, un acento, aunque no de un Malfoy.
"Nadie la toca. Es mía... espera, me es familiar", era una voz rica y melodiosa.
"Espera, ¿qué es eso alrededor de su cuello?" Otro dijo.
Demasiado pronto, demasiado pronto. La voz del ser invisible dijo.
Alguien tocó su arruinado Girador de Tiempo, y ella cayó a través de un vórtice una vez más.
Mayo- 1979
Esta vez abrió los ojos y se encontró con un entorno totalmente extraño. Miró a su alrededor y no reconocía dónde estaba. Estaba muy cansada y quería dormir.
"¿Dónde dijiste que la encontraste?"
"Por la puerta principal", respondió otra persona.
"No puede ser, es la misma chica de hace 26 años. ¿Es un fantasma?" La misma voz de antes, pero más profunda.
"Ella es de carne y hueso". Otro asintió.
Sintió que una mano iba a por su girador de tiempo fundido. Y fue a por la mano, conteniéndola con todas sus fuerzas. "No lo toques". Murmuró el mismo.
Hermione abrió los ojos, y frente a ella vio a Draco, bueno Draco no, era más alto y corpulento. A su lado había un joven de aspecto exótico con unos increíbles ojos violetas, ¿y Lucius? No, no era Lucius alguien apenas unos centímetros más bajo, no mucho, era un Malfoy, hermoso como todos ellos. Más aún porque parecía carecer de la mirada cruel del Lucius de años atrás.
"Hola, señorita", dijo el mayor de los Malfoy. ¿Dónde has estado tantos años? ¿Eres un fantasma o qué o quién eres?".
En cuanto a él, nunca había olvidado su belleza. En 1953, había estado dispuesto a batirse en duelo por ella con los Black y los hermanos Lestrange. Todos estaban dispuestos a matar para reclamarla. Todos menos ese Tom, que se quedó atrás, les prohibió a todos volver a hablar de la bruja fantasma. Les advirtió que si alguna vez aparecía, él decidiría. Todos entendieron que él la había reclamado, o eso parecía en ese momento.
"¿Y tú quién eres?" Preguntó.
Rápidamente escondió las manos bajo el mazo que la cubría, movió el mazo hasta su cuello y, con magia sin varita, movio los anillos y el Giratiempo a su cinturón a los bolsillos ocultos de su cinturón Muggle.
"Mi nombre es Abraxas Malfoy; este es mi hijo Lucius, y un amigo que pronto será familia, Rabastan Lestrange", el Malfoy desconocido dijo.
Hermione no podía apartar los ojos de Rabastan. Parecía tener más o menos su edad, Lucius, si era él, era más joven que cuando lo conoció, pero mayor que ella, unos veinticuatro años; se parecía a un Draco mayor; y era muy guapo. Nunca había visto a nadie como ellos. Tal vez eran ángeles, eran hermosos.
Estaba muerta y se encontraba en otro lugar en otro tiempo. ¿Cómo podía ser? El Giratiempos estaba daña, ya no funcionaba, pero ¿por qué había avanzado al tocarlo? Estaba segura de que había muerto. El Aveda la golpeó en el pecho, y nadie sobrevivia a eso. Recordó la religión alternativa de una amiga de su madre: en realidad no mueres, sino que te despiertas en otra parte de tu vida, o en un universo alternativo. Sin embargo, esta no era su vida, ¿o era por la magia?
Un estallido y apareció un elfo. "Caballero Malfoy, el Señor Oscuro quiere verle".
"Mipzy, el Señor Tenebroso, por favor, recuerda que se ofende", todos apretaban los labios para no sonreírse.
Hermione se puso más pálida aún, e iba a decir algo cuando la puerta se abrió. Vio a un hombre de unos treinta años, cuarenta y pocos, extremadamente guapo, su cara le resultaba familiar, oh Dios, pensó casi llorando. Se sentía como un ratóna, lista para ser devorada por un gato.
"Abraxas, oh, discúlpeme jovencita", parecía haber visto la muerte en vida. "Tú, tú... tú eres la chica de hace tantos años. Así que la Sangresucia me estaba diciendo la verdad, realmente lo era. Debería haber sabido que su pelo no era el mismo, cómo es posible, lo averiguaré".
"Milord, ¿qué quiere decir? Y sí, parece ser la misma chica que vimos en 1953, tienes razón. ¿Pero a qué Sangresucia se refiere?" El Malfoy preguntó.
"Primero, yo uso la palabra Sangresucia, pero tú dices Nacida de Muggles, ¿entendido?". Sus ojos se clavaron en Abraxas, que asintió. Estaba acostumbrado a la idiosincrasia de Lord Voldemort. ¿Qué estaba ocurriendo?
A/N Efectivamente, ¿qué está pasando?
