Maestro de la Oscuridad
Capítulo 7
Harry y Sirius estaban sentados en la sala de estar de Grimmauld Place, concentrados en una partida de Snap Explosivo. Las cartas volaban entre ellos con chispas y pequeñas explosiones, mientras ambos reían, tratando de distraerse de la inminente reunión con Voldemort.
—¡Te gané de nuevo! —exclamó Harry, viendo cómo una de las cartas de Sirius estallaba en una pequeña nube de humo.
—Eso no cuenta —protestó Sirius, riendo mientras sacudía las cenizas de su túnica—. La carta estaba defectuosa. Pero te concedo la victoria… por ahora.
Harry sonrió, disfrutando del raro momento de ligereza. Desde que habían empezado a prepararse para la reunión, la tensión había estado creciendo, y este juego parecía una buena manera de despejarse un poco.
Justo cuando estaban a punto de comenzar una nueva ronda, Kreacher apareció en la puerta, con una expresión más seria de lo habitual.
—Amo Sirius, una carta ha llegado para usted —dijo el elfo, extendiendo un sobre que llevaba el sello del Ministerio de Magia.
Sirius dejó caer las cartas y tomó el sobre, su sonrisa desvaneciéndose al reconocer el origen de la misiva. Rompió el sello y desplegó el pergamino, leyendo en silencio mientras Harry lo observaba, la expectación creciendo.
A medida que Sirius leía, sus ojos se abrieron con asombro, y luego una emoción profunda comenzó a iluminar su rostro.
—Es de Amelia Bones —dijo, con un tono que mezclaba incredulidad y esperanza—. Ha recibido la copia del testamento de tus padres y ha estado investigando desde entonces. Según esto, nunca se me dio un juicio, y ha encontrado muchas inconsistencias en mi archivo. ¡Ha presentado una solicitud al Wizengamot para un nuevo juicio, y fue aceptada! Tengo que presentarme el 5 de septiembre para la audiencia.
Harry sintió un torrente de emociones al escuchar esto. Su padrino, después de tantos años, finalmente tenía la oportunidad de ser libre. La oportunidad de limpiar su nombre y reclamar la vida que le había sido robada.
—¡Sirius, es increíble! —exclamó Harry, su rostro iluminado por una sonrisa amplia—. Finalmente tendrás justicia.
Sirius dejó la carta sobre la mesa y se acercó a Harry, sus ojos brillando con determinación.
—Lo es, Harry. Voy a luchar por esto con todo lo que tengo. Y cuando vayamos a la reunión con Voldemort, conseguiré un abogado. No puedo permitir que algo salga mal en esta oportunidad.
En ese momento, la puerta de la sala de estar se abrió, revelando a Remus Lupin, quien entró con paso firme. Aunque parecía cansado y un poco desaliñado, había una resolución clara en su mirada.
—Remus —dijo Sirius, sorprendido—. ¿Qué estás haciendo aquí?
Remus esbozó una sonrisa débil mientras avanzaba hacia ellos.
—He estado con los hombres lobo todo el verano, vigilando lo que están planeando. Pero necesitaba venir a verlos antes de que las cosas se compliquen aún más.
Harry se levantó para abrazar a Remus, pero notó cómo este se detenía un momento, frunciendo el ceño y olfateando el aire con disimulo.
—Harry, hueles… diferente —comentó Remus, con una expresión de curiosidad mientras sus ojos se fijaban en los de Harry.
Harry sintió una punzada de nerviosismo. Sabía que no podía ocultar más su herencia, especialmente a Remus, que también era considerado una criatura oscura por la sociedad mágica.
—Remus, hay algo que debo contarte —comenzó Harry, tomando una respiración profunda—. Este verano, después de cumplir 16 años, descubrí que tengo una herencia mágica oscura. Soy un Maestro Oscuro, no sé aún lo que significa para mí, pero estoy dispuesto a usar este poder para cambiar las cosas.
Remus lo observó en silencio por unos momentos, evaluando lo que acababa de escuchar. Luego, en un movimiento inesperado, se adelantó y lo abrazó con fuerza.
—Harry, eres mi cachorro, y nada cambiará eso. Todos tenemos nuestras propias sombras, pero lo que importa es cómo las manejamos. Estoy aquí para ti, como siempre lo he estado.
Harry sintió que una carga pesada se aligeraba dentro de él. Con Remus y Sirius a su lado, se sentía más fuerte, más preparado para enfrentar lo que viniera.
Después de soltar a Harry, Remus se sentó en uno de los sillones cerca de la chimenea, y Sirius le ofreció una copa de whisky de fuego.
—¿Qué tal ha sido tu verano, Remus? —preguntó Sirius mientras se sentaba a su lado, con Harry acomodándose también, deseoso de escuchar.
Remus suspiró, tomando un sorbo del whisky antes de responder.
—Complicado, como siempre. Los hombres lobo están cada vez más divididos. Fenrir Greyback ha estado tratando de reclutar a más seguidores para Voldemort, pero no todos están convencidos. Hay muchos que solo quieren vivir en paz, pero con las tensiones crecientes, es difícil mantenerse al margen.
Remus se detuvo un momento, observando el fuego en la chimenea, antes de continuar.
—Sin embargo, no todo ha sido malo. He estado hablando mucho con Tonks cuando he podido. Es una mujer increíblemente valiente y con un sentido del humor que logra sacarme una sonrisa incluso en los peores momentos. Hemos pasado bastante tiempo juntos, y… bueno, creo que podría ser algo más en el futuro.
Sirius levantó una ceja con una sonrisa de satisfacción.
—Tonks, ¿eh? Siempre me ha caído bien. No podría imaginarte con alguien mejor, Remus.
Remus sonrió, un poco sonrojado.
—Todavía es pronto para decir, pero… sí, me gustaría ver a dónde podría llevarnos esto. Aunque, con todo lo que está pasando, no quiero ponerla en peligro.
—Si alguien puede manejarse en este caos, es Tonks —dijo Harry, recordando las veces que la auror había demostrado su habilidad en situaciones difíciles—. Me alegro por ti, Remus. Te lo mereces.
Remus asintió, agradecido, antes de cambiar de tema.
—¿Y ustedes? ¿Cómo ha sido su verano?
Harry y Sirius intercambiaron una mirada, sabiendo que no podían evitar más la conversación sobre la reunión.
—Ha sido… interesante —comenzó Sirius, con un tono serio—. Harry y yo hemos estado investigando su herencia mágica, y bueno, como mencionó, ha descubierto que es un Maestro Oscuro. Eso nos llevó a Gringotts, y después de algunas investigaciones, contactamos a Narcissa Malfoy. Ella arregló una reunión con el Señor Oscuro, y está programada para el 25 de agosto.
Remus frunció el ceño al escuchar esto, su preocupación evidente.
—¿Una reunión con Voldemort? —repitió, claramente preocupado—. ¿Qué están planeando?
—Queremos aprovechar la posición de Harry como Maestro Oscuro para cambiar el equilibrio de poder —explicó Sirius—. En lugar de simplemente luchar contra Voldemort, Harry podría, en teoría, controlarlo. Pero esto es un territorio nuevo para todos nosotros, y debemos ser cautelosos.
Remus guardó silencio por un momento, procesando lo que había escuchado.
—Entonces, si hay una posibilidad de cambiar todo esto desde adentro… quiero estar allí para ayudar —dijo finalmente, con una determinación en su voz—. Los acompañaré a la reunión. No voy a dejarlos enfrentar esto solos.
Sirius y Harry intercambiaron una mirada de alivio. La presencia de Remus siempre había sido una fuente de apoyo, y saber que estaría con ellos en este momento crucial les daba una sensación de mayor seguridad.
—Gracias, Remus —dijo Harry con sinceridad—. Tenerte a nuestro lado significa mucho.
—Somos una familia, Harry —respondió Remus—. Y las familias se cuidan entre sí, sin importar cuán oscuras sean las sombras que enfrentamos.
El día de la reunión, los tres se dirigieron hacia Gringotts. Griphook los estaba esperando para llevarlos a la sala que habían solicitado. El ambiente dentro del banco era pesado, y cada paso que daban parecía resonar en la quietud. Llegaron a una sala oscura, iluminada solo por algunas antorchas parpadeantes, y Griphook les indicó que entraran.
—Por aquí, señores. El Señor Oscuro estará con ustedes en un momento —dijo el duende con un tono respetuoso, reconociendo la gravedad de la situación.
Harry, Sirius y Remus tomaron asiento, la tensión palpable en el aire. El silencio se alargó, llenando la sala de anticipación, hasta que la puerta se abrió lentamente, revelando una figura envuelta en sombras…
Perdón por el cliffhanger, pero creo que la reunión con Voldemort se merece un capítulo completo y aunque lo prometí para este capítulo me pareció que aún no habíamos mencionado el posible juicio de Sirius ni a Remus. Espero que les haya gustado el capítulo.
