Capítulo 18
Twilight y Anya estuvieron caminando en el bosque durante lo que parecieron horas, cruzando de un extremo a otro, incluso cuando parecía que iban a salir a campo abierto. En cierto momento, el estómago de Twilight comenzó a gruñir.
—Papi tiene hambre —comentó Anya, bostezando y aferrándose al espía.
—Tú también tienes hambre —le señaló él—. Pero no podemos detenernos.
—¿No puedes hacer algo de espía para la comida? —preguntó Anya.
El espía sacudió la cabeza. A pesar de haber estudiado la zona antes, la explosión y la carrera descontrolada lo habían confundido. Se sentía nervioso; nunca se había sentido tan perdido desde sus días como soldado en el campo de batalla, cuando las circunstancias lo exigían. Dio gracias a su experiencia en la naturaleza por permitirle sobrevivir.
Un pequeño estremecimiento nostálgico golpeó a Twilight. Su mente aún podía recrear la voz de Yor hablándole sobre la exploración con claridad, incluso más de una década después.
—¿Quién es Yor?
—¿Eh…?
—Papi pensó muy fuerte en Yor—le dijo Anya, notando la expresión confundida de Twilight y sonriendo—. ¿Quién es?
Twilight soltó un suspiro resignado. Aún no se acostumbraba a que Anya pudiera leer sus pensamientos. Incluso los que guardaba sobre Yor, a quien no veía desde hacía mucho tiempo.
—Ah, bueno, es una chica que conocía —murmuró, sintiéndose nervioso cuando se llevó la mano detrás de la cabeza.
—¿Y qué pasó con ella? —preguntó Anya, curiosa.
Se quedaron mirándose durante lo que pareció una eternidad. Y antes de que la niña pudiera decir algo sobre sus pensamientos, él suavizó su mirada.
—Me gustaría saberlo —admitió en voz alta antes de continuar caminando y encontrar un refugio en el bosque hasta que todo terminara.
Anya suspiró, viendo a su padre recordando su pasado de manera. Al principio estaba confundida, pero cuando se dio cuenta de que los pensamientos sobre Yor eran felices, supo que eso era algo bueno.
—¿Te gustaría ver a Yor? —le preguntó, sintiendo como el espía se detuvo ante su consulta.
—No lo sé —respondió Twilight con suspiro nostálgico. Sin embargo, la mirada de la chica lo hizo pensarlo—. Supongo que sí —y mirando con su primera sonrisa de la noche, añadió—. Sí, me gustaría verla.
—Anya también quiere verla, papi —expresó Anya—. ¡Yor es buena!
Twilight la observó. Se había resignado a que lo llamara de esa manera. Salvarla de ese científico había despertado en Anya la necesidad de tener una figura protectora positiva.
—Sí, Yor es buena —dijo el espía, y continuó caminando—. Vamos, Anya. Busquemos un lugar seguro.
Haberla rescatado lo había convertido en su padre, y de alguna manera, la idea no parecía mala.
Nota de la autora: El clima ha cambiado mucho en los últimos días, así que estoy entre taparme o no. Pero bueno, acá seguimos actualizando.
Ciao.
