- Entonces, ¿Qué tienen planeado este fin de semana?

Esa era la típica pregunta que el patriarca de la casa Loud realizaba cada viernes en la cena, era una tradición que se remontaba casi al nacimiento de Lucy cuando su primogénita mostraba los primeros deseos de independencia con peticiones de salida a jugar con sus amigas, algo que con los años se convirtió de pequeños sucesos casuales con amistades a eventos propiamente dichos donde la camada se desenvolvía en su talento, glorificando el apellido y enorgulleciendo a los cansados padres mientras aquella pequeña vitrina seguía almacenando prueba tras prueba de ello.

- Bueno, mañana tengo un certamen, uno pequeño y simple, les juro que me causan un poco de lastima las demás (Voz dramática) Solo pensar en que deben enfrentarse a la grandiosa Lola. - Oculta sus ojos en un gesto dramático con su brazo. - Pobre de ellas.

- Si, pobre de ellas que tienen que escucharte chillar. - Fue la respuesta inmediata de su gemela, observándola con una expresión de burla.

- (Furiosa) ¡¿Cómo te atreves?!

- Ya, ya, tranquila cielo, ¿Y tú Lana? ¿Algo?

- Naa, solo entrenaré a Charles para que use el inodoro.

- Eh... que... ¿Bien?

- Papá, yo tengo un pequeño torneo en el campo de minigolf, ¿Me puedes prestar la van?

- ¡Oye! ¿Si te llevas a vancilla como llegare a mi concurso?

- Tienes tu cochecito, no te quejes.

- Niña, tranquilas, revisemos el horario y veamos si se puede con ambas, ¿Alguien más tiene algo mañana?

Las chicas simplemente negaron con la cabeza, a excepción de un pequeño peliblanco que tímidamente intento levantar la mano, recalcando la palabra intento ya que el fuerte aplauso del adulto al no ver más participación le hizo desistir antes de que está lograra elevarse.

- Bien, nadie más, conversemos sobre el horario de cada concurso chicas...

Y la cena continuo como si nada, con algunas dando charlas casuales mientras el tema principal era la discusión entre Lola y Lori por el uso del vehículo familiar en sus respectivos eventos.

Lincoln simplemente negó con la cabeza y continuo con sus alimentos, tampoco era que le diese mucha importancia sabiendo que su padre no le dedicaría atención cuando se trataba de actividades.

Había intentado muchas veces conseguir algún trofeo por pequeño que fuese, su último y desesperado intento fue al grabar a sus hermanas para ganar el concurso de video de quinto grado, agradecía haber preguntado a Luan por lo que tenía antes de enviarlo o hubiese humillado a sus hermanas quien sabe por cuanto tiempo aunque una parte de él se imagino haciéndolo, quizás hubiese ganado fácilmente al chico del video del hámster pero también existe la posibilidad de que sus hermanas lo hubiesen asesinado, realmente no lo sabía y ya no importaba, su zona ya ni siquiera era suya pues algunas cinta de Lola y medallas de Lynn comenzaban a acumularse allí.

Vio su platillo a medio terminar, ni siquiera se percato que gran parte de su familia ya había terminado y su comida estaba casi fría, por lo que antes de que llamaran su atención decidió dar unos últimos bocados antes de retirarse y dejar su plato en la cocina. Realmente no tenía deseos de comer en ese momento y que sus padres se molestaran con él por eso era lo último que necesitaba en ese momento, por lo que mientras aún escuchaba a Lori y Lola discutir subió en calma la escalera, preparándose para el gran día que se supone podría ser ese sábado.

Ya recostado en su cama observo el techo de su habitación, había fallado en casi todo lo que había intentado y pudo notar como sus padres se rindieron con él hace mucho, los veía sentirse orgullosos por sus hermanas y dedicados a estás, pero él simplemente era dejado de lado, no le faltaba techo ni comida pero unas palabras de aliento jamás venían mal, por más que no recordase la última vez que sintió esa clase de cariño por parte de sus padres. Por eso necesitaba un trofeo, necesitaba que sus padres se sintieran orgullosos de él, quería dejar de ser "hermano de" y ser "Lincoln" a ojos de otras personas, quería sentirse especial de alguna forma, no como la sobra de su "talentosa" familia.

Al menos después de conversar tanto con Clyde y el apoyo de este creyó encontrar el problema, nunca lo intento con aquello que tanto el apasionaba, incluso muchas veces se pregunto como fue que ni siquiera lo había visto antes, intento tantas cosas probadas a medias mientras que el único talento que cultivo como lo era dibujar era aplazado por burdos intentos de cosas que había practicado semanas. Así que ahora estaba seguro, el día de mañana iría al museo y vería como su cuadro se alzaba triunfante, aquella pasión que llevaba años practicando le daría lo que tanto ansiaba y estaba completamente seguro de ello, sería algo triste dado que por aquella discusión que se alzaba en la mesa sabría hubiese sido ignorado o alguna de sus hermanas le hubiera dado un pésame prematuro en vez de confirmar su compañía y apoyo pero no importaba, tendría a sus amigos con él y finalmente ganaría algo.

Necesitaba ganar algo.

Pensando en ello ni siquiera se dio cuenta cuando cayo rendido quedando dormido.

Al día siguiente

Tal como se lo espero nadie de su familia estaba allí, tal vez se encontraban en casa o tal vez se encontraban acompañando a alguna de las chicas en sus respectivos concursos, no puso atención a la hora de cada actividad y realmente no podía importarle menos, tenia la suerte que algunos de sus amigos estuviesen allí, al menos casi toda la pandilla estaba con él, en su mente esperaba que Zach no hubiese sido secuestrado por agentes del gobierno junto a sus padres.

Pasados unos minutos con todas las familias de los concursantes expectantes es que dio inicio la ceremonia de anuncio, era un pequeño concurso local de pintura para edades entre 6 a 15 años, nada importante más allá de una pequeña conmemoración, un pequeño premio en efectivo y que el cuadro estuviese expuesto en ese lugar durante una temporada, y aun así la emoción del niño era incapaz de contenerse al punto que Clyde intentaba calmarlo con técnicas de respiración hasta que finalmente comenzaron los nombres de los primeros lugares y menciones especiales.

Un niño de 8 y una niña de 13 años para las menciones especiales.

Tercer lugar para una chica castaña de 15 años.

Segundo lugar para un chico pelinegro de 10 años.

Primer lugar para una chica de pelo naranja de 11 años.

Ninguna mención sobre el trabajo de Lincoln.

Sus compañeros se miraban incomodos sin ser capaces de coordinar palabras con su amigo, sabían lo importante que era aquel concurso para el muchacho, lo había conversado más de una vez y soñado con lo que haría al punto de mentalmente ya haber gastado esa pequeña recompensa en una salida del grupo a lactolandia, pero ahora solo podían ver a su amigo observando en silencio a los ganadores recibir sus premios mientras sus familiares vitoreaban eufóricos a sus respectivos hijos/hermanos, sintiendo como aquel ambiente comenzaba a sofocar al pequeño quien todavía en trance no sabía como tomárselo.

No era un concurso cualquiera, era algo en lo que había depositado mucho esfuerzo, era algo en lo que si llevaba mucho tiempo practicando, era algo que realmente le gustaba, y aún así...

Para la sorpresa de todos Lincoln sin decir ni una palabra se encamino hasta los que habían sido presentados como jurado, no era el único que se había acercado a ese lugar más todos los que lo hacían eran padres o madres furiosas por que sus hijos no ganasen, gracias a ello uno de los jurados pudo notar al pequeño quien no lucia furioso, sino más bien, serio, algo que le llamo la atención e ignorado al enfurecido adulto se acerco a este.

- Hola pequeño, ¿Vienes a retirar tu cuadro?

- Más que eso quería saber, ¿Qué fallo? ¿Qué tiene de malo mi dibujo?

- Mmm, ¿Así que quieres saber que mejorar eh? Dime tu nombre muchachito.

- Lincoln Albert Loud.

- Ok, dame un momento.

En ese momento se dirigió a una mesa cercana, evitando a los molestos padres que seguían insistiendo a sus compañeros hasta que da con una carpeta azul, la cual ojea hasta dar con cierto nombre y volver con Lincoln quien seguía con la misma estoica expresión.

- Veamos. - Comienza a observar los apuntes dentro de la carpeta. - Tú cuadro llamado "caos familiar", principalmente el estilo que usas es muy simple, casi como si hubieses calcado, además de que la mezcla de colores también es muy vaga, no representa lo suficiente para ser debidamente expresivo y esta demasiado definido para ser algo abstracto, asumo que empezaste hace poco pero no te preocupes, solo sigue practicando y seguro que un día podrás encontrar un estilo que se acomode a ti, déjame ir por el cuadro para que puedas llevártelo.

El chico lo escucho todo con atención, no había rastro de malicia en la voz del adulto y en todo momento parecía usar un tono gentil, como si intentase animarle pese al contenido de sus palabras, algo que realmente tenía el efecto totalmente opuesto en el muchacho.

- (Pensando) ¿Empecé hace poco? ¿Encontrare un estilo? Pero... si llevo practicando tanto...

Las palabras del juez seguían resonando en su mente, repitiéndose una vez tras otra mientras el solo se quedaba allí, quieto, algo que Clyde noto en el momento que se acerco.

- H..Hey, Lincoln ¿Estás bien amigo?

- ¿Eh? Si Clyde, solo... (Suspiro) solo espero que devuelvan mi dibujo.

- Sabes, creo estuve conversando con los chicos y creemos que, ya que ya habíamos ahorrado para celebrar en Gus, no usar ese dinero sería un desperdicio, así que podríamos ir a por algo de pizza y jugar un rato.

- No lo sé.

- Vamos Linc. - Rusty gentilmente puso su mano en el hombro de Lincoln, mirándole con una sonrisa algo incomoda. - Es dinero que igualmente gastaremos, y una pizza de doble pepperoni no es una mala oferta.

- O si no quieres podríamos ir a otra parte, quizás hoy podrías arrebatar el primer puesto en el DDR. - Liam lo dijo con las mejores intenciones, pero eso no evito que Stella le diese un golpe en la nuca. - ¿Qué? Se supone que intentamos animar a Lincoln.

- (Molesta) Pero no hables sobre...

- Chicos. - Antes de que la tensión entre sus amigos por las palabras de Liam escalase a una pelea fue Lincoln quien calmo los ánimos. - No es necesario que se compadezcan, en serio, yo estoy bien. - La cansada sonrisa que Lincoln les dio en ese momento no hizo sino preocupar más todavía a sus amigos. - Además era obvio que no iba a ganar, no se preocupen, era algo que ya sabía, simplemente no tengo ningún talento.

Desde ese punto todos aguardaron en silencio hasta que el peliblanco recibió su cuadro y se marcharon de ese lugar y no fue hasta que se habían alejado un par de cuadras del lugar que lograron convencer al muchacho de salir a despejar su mente, convenciéndolo con mucha dificultad de ir al arcade, después de todo el Dance Dance Revolution era por lejos el juego favorito del muchacho. El plan en sus mentes era bueno y probablemente hubiese funcionado a la perfección si no fuese por el inconveniente de que al poco de empezar a jugar una familia llego al lugar, más concretamente era la celebración de una muchacha que acababa de ganar un concurso de pintura.

Aún así el grupo se dedico en cuerpo y alma a que Lincoln no entrase en contacto con la muchacha, barajaron incluso el salir de ese lugar pero el muchacho parecía lentamente más animado conforme los juegos se iban acumulando hasta que llegaron al favorito del muchacho, momento en el que no pudieron evitar que la muchacha ostentara el puesto de segundo jugador con Lincoln.

Al momento de empezar la partida ambos se miraron de reojo, la chica solo le dio una sonrisa antes de centrarse en el juego pero Lincoln por su parte sintió como si fuera una burla, no solo ella había sido quien le había arrebatado aquel día algo por lo que tanto soñó sino que ahora tenía que observarla casi burlándose de él, mofándose de su miseria mientras le restregaba su victoria por lo que él no se dejaría vencer, no esta vez.

Con una expresión molesta se centro en el juego, estaba totalmente focalizado en el juego y en sus pasos, veía de reojo el puntaje de su contrincante y podía notar como estaban igualados, ella solo le devolvía entre resoplidos cansados miradas desafiantes las cuales respondía de la misma forma.

Las señales en la pantalla estaban por acabar y pudo notar como la chica se parecía cansada, lo cual fue una mala idea pues termino equivocándose en el final.

- Buen juego chico, no muchos logran oponerse a mi y dar tanta pelea.

Con esas palabras la cansada chica levanto su mano para darle un apretón de manos, Lincoln por su parte solo la observo fijamente.

- ¿Qué haces?

- (Extrañada) ¿A qué te refieres? Solo quiero felicitarte por como jugaste.

- ¿Acaso crees que ne...

- Hey Linc, creo que te ves cansado, mejor...

- Cállate Clyde. - Ni siquiera volteo a ver a su amigo, solo estaba enfocado en la chica frente a el que había rompido su sueño esa misma mañana a la cual ahora se dirigía. - ¿No te basta con humillarme esta mañana en el concurso sino que ahora vienes aquí a dejarme en vergüenza con mis amigos?

- ¿Eh? Pero si yo...

- ¡Nada de peros! ¡¿Qué acaso me seguiste solo para burlarte más de tu superioridad?

- (Molesta) Oye, pero si eres tu el está haciendo un drama por todo esto, ni siquiera sabía que habías participado en ese concurso, ¿Además que importa si ganaste o perdiste? Es solo un concurso, habrán muchos más.

- ¡Pero necesitaba este para sentirme querido con mi familia!

La chica al escuchar eso más que continuar con su discusión quedo ligeramente extrañada, eso no tenia mucho sentido, tú familia no te va a querer más o menos por ganar cosas... ¿No?

- Oye, ¿No crees que estas exagerando?

- Seguro has escuchado hablar de los Loud.

- Si pero... - No tenía que ser un genio para atar los cabos, no eran un pueblo demasiado grande y los rumores sobre esa familia no eran pocos. - Espera, ¿Eres el hermano de las Louds?

- ¿Ves a lo que me refiero? Si fuera una de mis hermanas me hubieras preguntado por mi nombre, pero en vez de eso me preguntaste si era su hermano (Decaído) Siempre es así.

- De hecho realmente vinimos aquí porque esa razón, mi amigo no la ha pasado bien en un tiempo, de hecho te pido disculpas por su parte, generalmente es una de las personas más agradables que podrías conocer.

- Clyde, eso no era nece...

- Linc, se que ese de recién no eras tú, todos lo sabemos, pero tampoco es excusa para ser así de grosero.

- Pero...

- Sabes, creo que aquí hay otra cosa importante que están olvidando. - La chica en este momento puso ambas manos en su cadera, mostrando una expresión seria contra el peliblanco quien retrocedió instintivamente. - Si competimos y yo gane, ¿Qué importa? Es solo un tonto trofeo que en un par de años no servirá de nada, claro, tenía una recompensa pero fue incluso menos de lo que gaste en materiales, y realmente no soy diferente antes o después de esa ceremonia por lo que creo que te lo estás tomando demasiado en serio, deberías relajarte y disfrutar, digo, posiblemente podamos jugar el resto de la tarde, eso si que me importa más, además somos niños, un trofeo no significa nada a largo plazo.

Lincoln escucho con atención aquellas palabras, no fue la mejor forma de expresarse e incluso si lo comparaba con los discursos motivaciones de Lori quedaban muy por debajo, pero había entendido el mensaje. Lo que le hizo pensar en lo que acababa de hacer con la muchacha hace unos pocos momentos.

- (Avergonzado) B..Bueno, tienes razón. - Levanta su mirada solo para encontrarse con los celestes ojos de la chica mirándole fijamente. - Perdón por todo... eh...

- Paige, Paige Campbell.

- Eso, discúlpame Paige, creo que estaba algo frustrado.

- Pues si juegas así estando frustrado quiero la revancha cuando estés concentrado eh... ¿Lincoln verdad?

- Lincoln, Lincoln... (Suspiro) Loud.

- Bueno, bueno amigo, esta bien que estemos aquí para hacerte sentir bien pero es injusto de tu parte reclamar a todas las chicas para ti ¿Eh? - Rusty se acerca a Paige, mirándola mientras intenta hacer una expresión "galante". - Nena, aquí esta Rusty Spokes para animar el ambiente.

- (Tono cansado) Rusty, ¿En serio debemos sentir vergüenza por ti nuevamente? - Fue lo único que pudo contestar Stella al ver aquel "intento" de ligue por parte de su amigo pelirrojo.

Aquellas acciones fueron hechos nacidos inconscientemente, ni siquiera tenían el animo para recuperar la felicidad del peliblanco, pero aún así logro que esbozara una pequeña risa en el muchacho. Los presentes solo miraron eso y no opinaron, sino que disfrutaron del ambiente que lentamente se había recuperado.

Con eso las horas pasaron y Lincoln tuve que inevitablemente volver a su hogar, en su medida había sido un día agotador y pensaba seriamente en saltarse la cena, pues era prácticamente seguro que sería un momento donde sus hermanas se jactarían de sus nuevos trofeos, si se acordaban de su existencia sería un milagro por lo que descansar era la mejor opción.

Al llegar pudo notar las risas y vítores incluso desde el exterior, ni siquiera se molesto en abrir con cuidado la puerta pues contaba con que estuvieran tan concentrados en la repetición de como ganaron sus "talentosas" hermanas que no estarían mirando en aquella dirección, algo que para su propio desgano conocía tan bien que haber sido ignorado no le molesto mucho.

Siguió su camino mientras escuchaba fragmentos del noveno hoyo donde Lori pudo sobrepasar a su rival, era algo que no le interesaba así que simplemente continuo hasta su habitación.

La posición en la que termino era la misma del día anterior, mirando el mismo punto en el techo, encima de la misma cama y con la misma atención de su familia que el día anterior, la única diferencia es que había un cuadro sin ningún valor reposando en un muro y un silencio parcial interrumpido por los comentarios de los miembros que se hallaban cenando.

- Supongo que fue otro sábado más en la casa Loud.

Y con un suspiro se acurruco para dormir.

Dejándose llevar por aquello que era su inevitable realidad.