Disclaimer 1: Fanfic sin ánimos de lucro. The Loud House es creación de Chris Savino, propiedad material de Nickelodeon Intl, y está bajo licencia de Viacom International Media y Jam Filled Entertainment.

Disclaimer 2: Los materiales referidos y/o parodiados son propiedad intelectual y material de sus respectivos creadores.

Disclaimer 3: basado en los sucesos del universo de Tierra de Sombras, de El Caballero de las Antorchas

Fiat tenebris

Introducción

La luz que se desvanece

En algún lugar de Michigan

Otoño de 2021

La vida se abre camino

-Michael Crichton, escritor estadounidense

La última cosa que aquella mujer pudo haber visto era del todo desconocida. Colgada del techo, con el cuerpo laxo y la mirada vidriosa, el mentón luce más rechoncho, como si hubiese vuelto la calma de años precedentes. Y esto habría sido tomado como algo normal si no estuviera en su situación actual.

¿Qué es lo que llevó a una persona a tomar su propia vida? ¿Quién puede saberlo, realmente?

Los únicos testigos de ello habían sido una familia de ratas. Estas, cada vez más famélicas por la falta de comida y de seres humanos que la proveían, vieron en todo el mundo que, para ellos se reducía a poco más que el perímetro del paradero, sus números fueron mermados de forma anormalmente brutal, quirúrgica. Como si algo azotara a la fuente de numerosas plagas y desastres, y para decir eso ya son palabras mayores. Cualquier experto habría dicho que los roedores podrían ser incluso los últimos mamíferos supervivientes en cualquier situación en un periodo tan largo como incluso cien millones de años, en situaciones climáticas adversas. Pero esto no fue un enfriamiento ni mucho menos un calentamiento global.

Una de las ratas, una cría de tal vez semanas, está de suerte. Encontró una provisión de comida que a su familia le tomaría bastante tiempo agotar si sus padres o hermanos no se reproducen. Hace mucho que no se ven humanos en el lugar, capaces de lo indecible para acabar con sus vidas de mil y una formas, y la que está colgando era la joya de la corona. Eso podría ser un gran conveniente, de no ser porque los tiempos han cambiado mucho. Más para mal que para bien para todas las especies, incluso las más numerosas que hoy están contra las cuerdas en la carrera evolutiva.

Dentro de su infantil y animalesco razonamiento, la cría ve con curiosidad su hallazgo. En lo poco que está aprendiendo del nuevo mundo uno de los ejes de su vida es uno muy simple que la rudeza de los tiempos recientes llevó a una escala mucho más infernal, más drástico, de lo que estaba acostumbrada su especie. Sobrevivir a costa de lo que fuera, así sea tener que comer de un cadáver que luce como si sus últimos segundos fueran pavorosos.

Trepando sobre la viga de donde colgaba la cena, todavía vio algo de agitación, aunque ya fuera un esfuerzo inútil y patético. El hambre debía ser extrema si obliga a una cría a aventurarse un tanto lejos de su cubil, aunque la suya fuera una especie que en otras condiciones y ambiente tendría una mejor vida que la de haber recurrido, cosa común para maximizar sus propias posibilidades de aumentar su esperanza de vida, al canibalismo y el carroñeo una vez fuera destetada.

De la nada, la puerta de la habitación donde estaba nuestra rata se abre. Uno de los humanos que había traído la comida tal vez se dio cuenta. Todo cuanto les queda a los roedores es esconderse mientras veía al humano recién llegado soltar un aullido que rompía la calma previa, seguido en cosa de segundos por una pequeña tropa, casi todos tan altos como los dos primeros.

Presurosa, la rata trepa tan rápido como puede. Es mudo testigo, sin saberlo, de una consecuencia directa de lo que podría ser un drama más de los que había en días que ya eran solo una memoria colectiva, y contra su natural reflejo al estar a una mayor altura, la rata podría tener que presenciar el final de toda una tragedia familiar.

~o~

20 de junio de 2024

Solsticio de Verano

Lamento mucho mi silencio desde hace meses, señores, pero entre varios de los proyectos que tengo pendientes este es uno que ya no podía postergar.

Damas, caballeros... esto ya puedo decir que es de esos proyectos añejos que por fin verán la luz al final del tunel. Como El Caballero de las Antorchas dijo en El canto del Cisne, no suelo dejarle reviews en algunos de sus trabajos (concretamente su universo para la línea de Tierra de Sombras), pero hablamos de ello en privado. En una de esas ocasiones, salió que estaba trabajando en algo que partía de una interrogante. Si en Royal Woods las cosas se fueron al demonio en cosa de pocos meses, ¿qué ocurriría en Great Lakes City? ¿Cómo afrontarían los Casagrande el colapso de la sociedad, la máxima hecatombe?

Palabras más, palabras menos, cedo un poco la palabra. Caballero...

Hola a todos, y gracias por estar en esta historia que he esperado por mucho tiempo para ver publicada.

Cómo Sam mencionó y como seguro ya habrán visto antes, los dos solemos hablar mucho de la historia y suelo estar atento a sus consejos. Pero entre charla y charla, surgió en un momento la idea de los que pudo haber pasado a los Casagrande.

Es verdad que ya tenía en mente las muertes de ciertos personajes, el embarazo de Carlota y el abandono de Carl. Pero una cosa era pensar en puntos que se podían mencionar o desarrollar con facilidad en el interludio, y otra hacer toda una historia de varios capítulos.

Yo, no soy fan de los Casagrande. No seguí su serie y no me llamaron la atención sus fics. Sin embargo, quiero destacar que Sam The Stormbringer, hizo un gran trabajo haciendo esta historia.

Sí es o no canon del Shadowverso, eso lo dejo para mí. No quiero arruinarles nada confirmando o negando. Cómo dije, hay puntos que están en Tierra de Sombras, pero lo que va entre ellos es algo que vale la pena leerse.

Así que disfruten de esta historia, tanto como disfrutan de Tierra de Sombras y tal como lo hicieron con Flechas y trofeos, Horizonte oscuro y Era de cenizas.

Una última recomendación. Para tener una idea más o menos general, recomiendo encarecidamente el interludio Paraíso perdido del ya referido fanfic, y de una vez advierto que esto será una suerte de viaje. No uno épico como imaginaron muchos otros, no tan catastrófico como Robert Swindells retrató en un holocausto nuclear ni mucho menos uno alegre como en El Mago de Oz. No esperen a que esto tenga un final feliz. No de mi parte espero) cada siete o quince días, dependiendo del ritmo que tome para editar lo realizado y escribir lo pendiente.

Extremen precauciones

Sam the Stormbringer