¡Wassup gente! Kamen Rider Predator esta de vuelta con la continuación de "Monster Musume no Uzumaki" como se los prometí. Antes que nada, quiero disculparme por el retraso, tenía planeado en subir las cuatro continuaciones la semana pasada, pero este capítulo me tomo más tiempo de lo que te pensé. Para empeorar las cosas, me resfrié, tuve mucha fiebre y dolor de cabeza, lo que me dificulto pensar las reacciones de los personajes de Naruto.

Bien, con respecto al personaje de Octo, solo hubo un lector que adivino y ese es "Flarius" que adivino a la perfección con respecto a la temática de chica acuática. Bueno, esto seria todo lo que les tengo que decirles, así que… ¡DISFRUTEN DEL FUCKING CAPITULO!


"Blah blah blah" (Personajes hablando

'Blah blah blah' (Personajes pensando)


Capítulo 36: En búsqueda de la princesa.

El grupo de mujeres lideradas por Tsunade Senju finalmente llegó a la playa del país de las aguas termales. Después de un largo viaje desde Konoha, todas estaban ansiosas por disfrutar de unas merecidas vacaciones y dejar atrás los problemas causados por el programa de Naruto. Todas estaban emocionadas, menos Anko, quien seguía deprimida por el impacto de la revelación de Mero como una verdadera princesa.

Tsunade, Kagura, Yugao, Anko, Kurenai, Tayuya, Ino, Sasame, Temari y Misaki observaban la cabaña con los ojos bien abiertos. La cabaña, una de las más grandes de la playa, tenía tres pisos, habitaciones amplias y lujosas, servicio disponible y platillos de alta calidad. Todo lo necesario para un descanso perfecto.

"¿Qué les parece la cabaña que alquilé?" -pregunto una orgullosa Shion viendo las expresiones del resto de las mujeres del grupo-.

"Es impresionante, Shion-sama. Realmente nos has sorprendido" -respondió una asombrada Tsunade-.

"Es un lugar perfecto para relajarnos" -asintió Kagura-.

"Nunca había estado en un lugar tan lujoso" -confeso Yugao que luce muy emocionada-.

"Esto es justo lo que necesitábamos" -comento Kurenai agradecida de pasar sus vacaciones en la playa-.

"No está mal, supongo" -dijo Tayuya cruzada de brazos y con media sonrisa en su rostro-.

"¡Es increíble! No puedo esperar para explorar" -exclamo una entusiasmada Ino-.

"Es como un sueño hecho realidad" -dijo Sasame con los ojos brillando de la emoción-.

"Has superado nuestras expectativas, Shion" -expreso Temari-.

Mientras tanto, Anko seguía deprimida, con la mirada fija en el suelo, sin prestar mucha atención a la conversación. Misaki, notando su preocupación, se acercó a Shion y le preguntó en voz baja sobre el costo del lugar.

"Shion… ¿cuánto te costó alquilar esta cabaña?" -preguntó en voz baja la sirvienta a su mejor amiga-.

"Cerca de 10 millones de Ryō por un mes, más el servicio especial y otras cosas para nuestra comodidad" -respondió la sacerdotisa despreocupada por el dinero-.

Todas se quedaron boquiabiertas al escuchar el precio. Todas menos Anko que seguía sumergida en su depresión.

"¿¡10 millones de Ryō?! ¡Shion, has gastado demasiado dinero!" -exclamo Misaki que por poco se desmaya por el precio de la cabaña y otras cosas-.

"La cuenta irá directa a los ancianos del consejo del castillo. Después de todo, esos viejos me dan mucho trabajo y no puedo relajarme con tanta tensión. Es mi forma de vengarme de esos vejetes" -respondió Shion encogiéndose de hombros-.

Las demás no pudieron evitar reírse ante la actitud despreocupada de Shion. Aunque sorprendidas por el gasto, agradecían la oportunidad de relajarse y disfrutar de unas vacaciones sin preocupaciones.

"Bueno, chicas, ¿qué estamos esperando? ¡Es hora de disfrutar de estas merecidas vacaciones!" -declaro Tsunade queriendo ver el interior de la cabaña-.

Con esa declaración, el grupo se dirigió a la cabaña, listas para comenzar sus vacaciones de ensueño.

Las mujeres entraron a la cabaña y quedaron maravilladas con el interior. Vieron muebles lujosos, como los sillones, cuadros y adornos, que les hicieron sentirse como en un palacio.

Ino, Sasame, Temari y Tayuya miraban con asombro cada detalle, pero al mismo tiempo les preocupaba dañar o romper alguno de los adornos, que parecían bastante caros. Misaki también compartía esa preocupación, pensando en el costo adicional si alguien rompía algo.

"Esto se ve tan delicado. Espero que no rompamos nada" -dijo Ino mirando un adorno caro-.

"Sí, todo parece muy costoso" -asintió Sasame viendo los demás adornos-.

"Es increíble, pero tenemos que ser muy cuidadosas" -menciono Temari con cuidado de no tocar nada-.

"Nunca había visto algo así. Mejor me mantengo lejos de todo esto" -dijo Tayuya-.

"Si rompemos algo, podría costar una fortuna" -dijo Misaki preocupada- "Shion, ¿realmente vale la pena?" -pregunto a su amiga-.

"No te preocupes tanto, Misaki. Todo está bajo control" -respondió Shion sonriendo tranquilamente-.

Kurenai, Yugao, Kagura y Tsunade inspeccionaron las habitaciones. Cada una contaba con una cama amplia y cómoda, y lo que más les gustó fue que cada habitación tenía su propio baño personal, eliminando la necesidad de turnarse para bañarse.

Kurenai y Yugao aprovecharon para llevar a Anko a una de las habitaciones, esperando que el ambiente relajante le ayudara a recuperarse de su depresión.

"Vamos, Anko, necesitas descansar" -dijo Kurenai llevando a su amiga a una de las habitaciones-.

"Sí, este lugar te hará bien" -asintió Yugao-.

Mientras tanto, Tsunade se dirigió a la cocina y quedó impresionada al ver lo bien equipada que estaba. Había dos refrigeradores de gran tamaño y una nevera para congelar todo tipo de alimentos. La Senju se alegró de que el lugar contara con suficiente comida para más de diez personas. Su felicidad aumentó cuando descubrió botellas de vino y licores de marcas famosas en todo el mundo. Ante los ojos de Tsunade, cada botella era como el tesoro más grande del mundo. Deseaba que la noche llegara pronto para poder disfrutar de una de ellas.

Las mujeres comenzaron a instalarse en la cabaña, disfrutando de la atmósfera lujosa y preparándose para unas vacaciones que prometían ser inolvidables.

Las mujeres decidieron salir y disfrutar de la noche en la playa, gracias a los servicios especiales que pagó Shion. Disfrutaron de varios platillos en un restaurante cerca de la zona turística de la playa. Todas probaron platillos únicos, algunos desconocidos para ellas y otros extremadamente caros. Al regresar a la cabaña, satisfechas, se dispusieron a probar algunos de los licores que Tsunade había encontrado, aunque Yugao y Kagura se aseguraron de que la Senju no bebiera más de la cuenta para evitar posibles problemas.

Al día siguiente, las chicas fueron a una tienda que vendía trajes de baño para turistas. El grupo se dividió en dos: las jóvenes, compuestas por Ino, Temari, Sasame, Shion y Misaki; y las veteranas, compuestas por Tsunade, Yugao, Kurenai y Kagura. Anko decidió no ir, ya que no tenía ánimos para disfrutar de la playa y prefirió quedarse en la cabaña para relajarse. Yugao y Kurenai estuvieron de acuerdo en que su amiga se quedara, ya que parecía un poco menos deprimida desde su llegada, lo cual consideraron una buena señal.

En el grupo de las jóvenes, Ino fue la primera en salir de los vestidores, probándose un bikini de dos piezas color morado. Se miró en un espejo de cuerpo completo y, al verse con el bikini puesto, decidió que lo compraría. Temari fue la segunda en salir, eligiendo un modelo similar al de Ino, pero de color negro. Ambas rubias lucían muy atractivas ante los ojos de los turistas masculinos y provocaban envidia en sus parejas.

"Me encanta este bikini. ¡Definitivamente lo compraré!" -declaro la Yamanaka mirándose en el espejo-.

"Este también me gusta" -dijo Temari probándose su bikini negro- "aunque debo admitir, me encantaría que Shikamaru me prestara más atención."

"Yo también me arrepiento de algunas cosas, especialmente no haberme acercado más a Naruto" -expreso Ino suspirando-.

"De verdad? ¿Qué te detuvo?" -pregunto la rubia de Suna curiosa-.

"Hinata. Siempre supe que le gustaba, así que me mantuve al margen. Pero ahora, me arrepiento de no haber intentado" -respondió Ino con una sonrisa triste-.

"Te entiendo. Yo también me arrepiento de haber estado con Shikamaru. Pensé que cambiaría, pero sigue siendo el mismo perezoso de siempre" -dijo Temari comprendiendo a Ino-.

"Parece que ambas hemos aprendido de nuestros errores" -bromeo la Yamanaka, cosa que le saco una leve risa a Temari-.

Sasame fue la tercera en salir de los vestidores. A diferencia de las dos rubias, llevaba puesto un bikini de una pieza color verde. Era un modelo simple, pero resaltaba a la perfección la belleza natural de la chica. Ino la observó y le dijo a Sasame que había escogido un buen modelo, y Temari agregó que le quedaba excelente. Sasame se apenó un poco al recibir esos cumplidos. En su mente, la pelinaranja se imaginaba una escena en la que Naruto la elogiaba por su belleza y luego le pedía que fuera su esposa, cosa que Sasame aceptaba antes de saltar a los brazos del Uzumaki para besarlo. En la realidad, Ino y Temari observaban un poco preocupadas a su amiga, que tenía una sonrisa boba en el rostro.

"¿Qué le pasa a Sasame?" -pregunto Temari mirando a Sasame con curiosidad-.

"Debe estar soñando despierta con Naruto" -respondió Ino suspirando-.

Luego fue el turno de Misaki, quien salió del vestidor con un traje de baño estilo deportivo de color rosado. Misaki se sentía apenada de usar un traje de baño, ya que, a diferencia de Shion y el resto de las mujeres, no tenía una figura voluptuosa o grandes pechos.

"Te ves genial, Misaki. Ese traje de baño te queda perfecto" -fueron las palabras de apoyo de Ino a la mencionada-.

"Gracias, Ino. No me siento tan segura, pero tus palabras me ayudan" -dijo Misaki sonrojándose-.

"Sí, estamos aquí para divertirnos y relajarnos. Nada de preocupaciones" -agrego Temari para que Misaki se sienta más segura de sí misma-.

Mientras las chicas seguían conversando, Shion terminó de cambiarse y se reunió con las demás, anunciando con entusiasmo que estaba lista para ir a la playa. Misaki, Ino, Temari y Sasame voltearon a verla, y en ese instante sus quijadas casi cayeron al suelo, con los ojos bien abiertos de asombro. Frente a ellas, Shion llevaba puesto un micro bikini sumamente atrevido que apenas cubría lo necesario.

"¡Shion! ¿¡Qué demonios estás usando!?" -grito Misaki saliendo de su estado de shock-.

Shion, con una gran sonrisa en el rostro, les preguntó a sus amigas qué les parecía su bikini. Ino, Temari y Sasame no dijeron nada, todavía en estado de shock, mientras que Misaki, muy molesta, le reclamó a su amiga.

"¿En qué estabas pensando al usar algo tan desvergonzado y atrevido? ¿Acaso no tienes pudor? ¡Eres la sacerdotisa del País de los Demonios!" -fueron las palabras de la sirvienta más que molesta-.

Shion, un poco ofendida por el comentario de Misaki, se cruzó de brazos y respondió, aún sonriente.

"Estás exagerando, Misaki. Además, esta tienda no solo vende artículos para la playa y trajes de baño, también diseñan trajes o bikinis a pedido" -respondió Shion modelando su traje de baño frente al espejo-.

Misaki tardó unos segundos en procesar lo que Shion había confesado. Luego, con una expresión de indignación, la regañó.

"¡Lo tenías planeado desde el principio!" -grito ella dándose cuenta del plan de su amiga-.

Shion, cruzándose de brazos y fingiendo no tener idea de lo que su amiga estaba hablando, respondió con una sonrisa juguetona.

"¿De qué hablas? Yo no hice nada malo" -pregunto la sacerdotisa de forma inocente-.

"¡Planeaste estas vacaciones para poder usar ese traje de baño! ¡Es igual al que usó Rachnera en el episodio anterior del programa!" - Misaki señaló con el dedo a su amiga, acusándola directamente-.

Las demás chicas salieron de su shock al escuchar las palabras de Misaki. Voltearon a ver a Shion, que desvió la mirada, fingiendo inocencia mientras se ponía a silbar.

"¿En serio, Shion? ¿Todo esto por un bikini?" -dijo Ino levantando una ceja, sorprendida-.

"Eso sí que es dedicación... o locura" -menciono Temari cruzándose de brazos-.

"Bueno, al menos se ve que te gusta el programa" -señalo Sasame intentando no reírse-.

"¡Está bien, lo admito! Quería probar algo nuevo y atrevido, ¿qué tiene de malo?" -Shion finalmente rindiéndose y encogiéndose de hombros-.

Luego, Tayuya se unió al grupo de chicas, preguntándose por qué estaban haciendo tanto alboroto. Ino, Temari, Sasame y Misaki, por segunda vez, se llevaron una gran sorpresa al ver que Tayuya llevaba puesto el mismo traje de baño que Shion, pero en color rojo. Para empeorar la situación, Tayuya tenía una figura aún más impresionante que el resto de las chicas, dejando en ridículo a Ino y Temari. Misaki quedó tan afectada que palideció, sintiendo la enorme desventaja en medidas. Ino, Temari y Sasame también no pudieron evitar sentir una punzada de envidia ante la figura de Tayuya, lo que hizo que la pelirroja se sintiera incómoda bajo sus miradas.

"¿Por qué me están viendo de esa manera?" -pregunto Tayuya con el rostro sonrojado y algo incomoda-.

"¿Por qué estás usando ese tipo de bikini tan... pervertido como el de Shion?" Temari fue la primera en hablar con celos evidentes-.

"¡No es pervertido! Es llamativo y único" -protesto Shion más que ofendida-.

Tayuya, todavía sonrojada, explicó su situación.

"Shion-sama me compró este modelo para que lo probara. Al principio, me rehusé, pero luego... bueno, lo probé. Y tengo que admitir que, aunque apenas cubre lo necesario, es un buen traje" -fue la explicación por parte de la pelirroja-.

Shion sonrió con satisfacción al escuchar la aprobación de Tayuya.

"Sabía que te quedaría bien, Tayuya. Por eso pedí dos modelos del bikini de Rachnera. Tu figura es... ardiente" -confeso la sacerdotisa-.

Tayuya solo rodó los ojos, algo abrumada por los cumplidos, mientras las demás chicas continuaban en su mezcla de shock y envidia. Shion, entusiasmada, decidió aprovechar el momento.

"¿Alguna más está interesada en que les consiga este bikini? ¡Puedo pedir más!" -antes de que Shion pudiera continuar, Ino, Temari, Sasame y Misaki respondieron al unísono, rechazando profundamente la idea-.

"¡No, gracias!" -respondieron las cuatro al mismo tiempo-.

"Ya es suficiente con ver a dos de ustedes luciendo tan... atrevidas" -expreso Ino aún con envidia, pero con un toque de humor-.

"Sí, creo que paso" -dijo Sasame riendo nerviosamente-.

"Definitivamente no es para mí" -respondió Temari suspirando-.

"Yo... prefiero algo más discreto" -rechazo Misaki todavía pálida-.

Shion simplemente se encogió de hombros, sin perder la sonrisa, aceptando que no todas compartían su gusto por lo atrevido. Tayuya, por su parte, todavía algo avergonzada, decidió no comentar más al respecto, pero en el fondo, se sentía un poco más confiada gracias a las palabras de Shion.

Con la situación finalmente calmada, las chicas decidieron terminar de probarse los trajes de baño que ya habían escogido, listas para disfrutar de un día soleado en la playa.

Al pasar los días, las chicas disfrutaron de unas increíbles vacaciones gracias a la planificación de Shion. Finalmente, llegó el viernes, y todas se reunieron en la sala de la cabaña frente a un televisor de pantalla grande y alta definición, otro de los lujos que poseía el lugar. Estaban cómodamente instaladas cuando Shion, vestida con ropa casual, rompió el silencio.

"¿Están seguras de que es una buena idea que Anko vea el programa? Dada su condición mental, no quiero que algo la afecte" -pregunto la sacerdotisa-.

"Anko está mucho mejor que antes. No tienes de qué preocuparte" -explico Tsunade con seguridad en su voz-.

Antes de que Shion pudiera responder, Anko intervino con una sonrisa tranquila.

"No se preocupen por mí. No pienso dejar que una tonta sirena obsesionada con el drama arruine mi vida" -declaro Anko mostrando una gran mejoría en su estado-.

Sus palabras fueron un gran alivio para el resto de las mujeres, especialmente para sus viejas amigas, Kurenai y Yugao, quienes intercambiaron una mirada de alivio. Ino también se alegró al ver que su sensei estaba volviendo a ser la misma de antes.

"¡Me alegra que estés volviendo a ser la misma Anko de siempre! Esa maestra en la tortura, desorganizada, mala para cocinar, adicta a los dangos y… que tiene mala suerte en las citas" -expreso Ino sonriente y aliviada-.

En cuanto esas palabras salieron de la boca de Ino, Anko comenzó a fruncir el ceño y su expresión se oscureció, volviendo a hundirse en una especie de depresión instantánea. Ino, dándose cuenta de su metida de pata, se cubrió la boca con las manos, claramente arrepentida de su comentario.

"¡Oh no! Lo siento, Anko-sensei… no quise decirlo así…" -dijo la Yamanaka apenada y preocupada-.

El resto de las mujeres, que estaban relajadas hasta ese momento, soltaron un gruñido colectivo de frustración ante la torpeza de Ino. Tsunade le lanzó una mirada de advertencia mientras Kurenai y Yugao suspiraban, preguntándose por qué su joven amiga no tenía filtro.

"Ino, por favor, piensa un poco antes de hablar" -pidió Kurenai resignada, pero tratando de mantener la calma. "

"Definitivamente no era el momento para recordar sus… defectos" -dijo Yugao con un tono un tanto exasperado-.

"A veces me pregunto cómo sobrevives, Yamanaka" -Tayuya murmuro con ironía-.

Anko, aunque aún un poco afectada por las palabras de Ino, intentó recuperarse y forzó una sonrisa para calmar a sus amigas.

"Tranquilas, no pasa nada. Estoy bien. Sólo... evitemos hablar de citas, ¿de acuerdo?" -dijo Anko con un tono que intenta ser despreocupado-.

Las chicas asintieron, sintiendo el ligero cambio en el ambiente, y decidieron centrarse en el programa que estaban por ver, esperando que la distracción ayudara a mantener el buen ánimo que habían logrado construir durante las vacaciones.

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"¿¡Mero ha sido secuestrada!?" -la noticia del secuestro de la princesa dejo en shock a todos, en especial a Naruto que se acercó a un alarmado Sebasstian- "¿Por qué? ¿Cuándo?"

"No lo sé…" -declaro el mayordomo- "lo más seguro es que haya pasado durante el alboroto con las rayas y los cangrejos…" -dedujo para entrar en un estado de pánico- "¡o-o-oh cielos, ¿q-qué debemos hacer?! ¡como mayordomo principal, la culpa recaerá sobre mí, y…!" -comenzó con espuma saliendo de su boca sin dejar de temblar. Todo ante la mirada de las chicas que pensaron que Sebasstian está exagerando demasiado-.

"¿¡A quién le importa eso, saben quién pudo haber sido!?" -exclamo el rubio- "¿¡creen que fue la mujer que mencionaron en la limusina!?" -pregunto tanto a Potemkinmen como Sebasstian que recordaron sobre aquella conversación-.

"¡SÍ! ¡LA SCYLLA, OCT!" -grito un furioso Sebasstian que sostiene la nota que dejo la secuestradora-.

((N/A: Resulta que el nombre de la Scylla que secuestro a Mero termina con "O". Así que no es Oct, sino Octo para aclarar las cosas y que no haya confusión con el capítulo anterior))

"¡LA QUE SECUESTRÓ A NUESTRA PRINCESA NO ES OTRA MAS QUE ELLA!" -señalo Potemkinmen molesto- "había rumores de que ella podía usar sus poderes de bruja para invocar criaturas peligrosas…"

"¡Los cangrejos y las rayas debieron ser obra suya!" -comento Sebasstian- "¿¡pero por que querría secuestrar a nuestra princesa!?" -le reclamo a Potemkinmen que se enfadó-.

"¿¡Como voy a saber!?" -respondió el otro mayordomo, dando inicio una discusión con Sebasstian-.

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Tsunade fue la primera en reaccionar, su expresión endureciéndose mientras veía a los dos mayordomos comenzar a discutir. Se cruzó de brazos, su rostro mostrando una mezcla de desaprobación y enfado.

"¿En serio? ¿Esos dos están más preocupados por su reputación y sus cargos que por la vida de Mero? ¡Es increíble! Si esto es lo que tienen como seguridad, no me sorprende que las cosas hayan salido tan mal" -expreso la Senju con un tono seco y crítico-.

Shion, sentada junto a Tsunade, asintió enérgicamente, compartiendo la misma frustración. Sus ojos reflejaban la incredulidad ante la ineptitud de los mayordomos.

"Tienes toda la razón, Tsunade-sama. Ver esto me hace agradecer que tengo a mi mejor amiga como sirvienta. Al menos Misaki sabe cómo mantener la cabeza fría y actuar en situaciones de crisis" -dijo la sacerdotisa un suspiro aliviado, pero con un toque de ironía-.

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"¡Oigan, pueden pelear después!?" -grito Miia que no quería escuchar las tonterías que dicen ambos mayordomo- "¿y quién es esta dama Octo de todas formas?" -pregunto ella que no estaba informada del asunto-.

"¿Por qué están tan a la cautela de ella?" -pregunto Centorea que también quería saber sobre la secuestradora-.

"B-bueno…" -por alguna extraña razón, Sebasstian se puso muy nervioso por las preguntas de las chicas-.

"Es una larga historia…" -dijo Potemkinmen que no tuvo más opción que contar la verdad- "ahora mismo la sociedad sirena está lidiando con un serio problema de fugas."

"¿Fugas?" -pregunto Miia que no entendió nada-.

"¿De qué están hablando?" -pregunto Centorea a los mayordomos-.

"Como sabrán, todas las sirenas aman el romance trágico… especialmente el romance trágico que involucra a otras especies" -explico Potemkinmen-.

"Y tarde que temprano, van tras humanos. El número de mujeres jóvenes que conocen humanos por la playa y que se fugan con ellos está incrementando drásticamente" -señalo Sebasstian- "de hecho, el rey del reino de las sirenas es un humano que se fugó con una sirena…" -confeso este avergonzado-.

"Como resultado, las relaciones entre humanos y sirenas no están yendo muy bien…" -menciono Potemkinmen igual de avergonzado de revelar el gran secreto que oculta el reino de las sirenas-.

'¿QUÉEEEEEEEEEEEEEEE?'-fueron los pensamientos de Miia y Centorea al escuchar la verdad de lo que pasa entren humanos y sirenas-.

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Anko se quedó boquiabierta, sus ojos abriéndose de par en par mientras procesaba la información. La sorpresa fue tal que casi dejó caer el tazón de dango que tenía en las manos.

"Qué...? ¿Así que no es solo Mero? ¿Todas las sirenas están obsesionadas con esa idea del romance trágico?" -decia la pelivioleta con asombro-.

Tayuya, siempre directa y sin filtro, soltó una risa sarcástica, cruzándose de brazos con una expresión de desdén.

"Ja, qué montón de frikis. Obsesionadas con el drama como si fuera lo único que les importa en la vida. Es ridículo" -dijo Tayuya con tono burlón-.

Ino asintió, compartiendo la incredulidad de las demás. La idea de una especie entera centrada en esa fantasía romántica le parecía algo más que extraño.

"Definitivamente, las sirenas deben ser la especie más rara que existe. ¿Cómo pueden todas estar tan metidas en algo así?" -pregunto la Yamanaka con una mueca de confusión-.

Kurenai, observando la reacción de Anko, puso una mano tranquilizadora en el hombro de su amiga. Con una sonrisa suave, trató de aliviar la tensión que Anko sentía.

"Anko, ya no tienes que preocuparte tanto. Parece que esto es común entre ellas, no es algo exclusivo de Mero. No es que ella esté más loca que el resto de su especie" -menciono Kurenai con calma a su amiga-.

"Exacto. Ahora que sabemos que esto es una obsesión generalizada entre las sirenas, no necesitas sentirte tan mal por lo que pasó. Es solo parte de su naturaleza" -agrego Yugao-.

Anko, aunque todavía sorprendida, se sintió algo aliviada por las palabras de sus amigas. La realidad de que Mero no estaba sola en su obsesión hizo que Anko empezara a ver la situación desde una perspectiva diferente.

"Supongo que tienen razón. Es un alivio saber que no es solo Mero. Aun así... qué locura" -expreso Anko sintiéndose más relajada-.

Las chicas intercambiaron miradas, compartiendo un momento de comprensión mutua mientras la pantalla seguía mostrando la conversación entre los personajes del programa. El ambiente en la cabaña se relajó un poco más, ahora que Anko parecía estar finalmente recuperándose de su desánimo.

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"¿Entonces esto que tiene que ver con Octo?" -pregunto Naruto que no comprendía la relación de los problemas entre humanos y sirenas con la secuestradora-.

"¡TODO ES POR SU CULPA!" -grito Potemkinmen que apretó con fuerza su puño- "¡ella es la que está engañando a esas parejas para que se fuguen! ¡Ella es como la bruja en la Sirenita! ¡Engañando a aquellos preocupados por el amor!"

"¡Esa es la mujer que robo a nuestra princesa! ¡Debe estar planeando algo horriblemente malvado!" -dijo Sebasstian igual de furioso- "así que, ustedes… ¡por favor salven a la princesa!" -le pidió a Naruto y a las chicas que no esperaban que les pidan ese tipo de favor-.

"¿¡Qué!? ¿¡Nosotros!?" -exclamo el rubio atónito al igual que Miia, aunque en el caso de Centorea, ella lucia emocionada- "bueno, no es como que no queramos salvarla, ¿pero acaso saben dónde se esconde Octo?"

"¡Por supuesto que lo sabemos! ¡Al bote entonces!" -respondió Sebasstian, cosa que no esperaban el grupo-.

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En la cabaña, las chicas estaban atentas a la escena en la pantalla, cada una procesando la nueva información sobre la secuestradora Octo y los desesperados mayordomos.

"¿Cómo es que esos dos mayordomos inútiles saben exactamente dónde está esa tal Octo? Algo no cuadra aquí" -señalo Temari con tono sarcástico-.

"Sí, estoy de acuerdo. Es raro que sepan tanto y estén tan seguros. Algo me dice que Sebasstian y Potem... o como se llame el otro, no nos están diciendo todo" -señalo Sasame con una mueca de duda-.

"Exactamente. Esto huele a que saben más de lo que están dejando ver. Quizás tienen un motivo oculto, o están involucrados de alguna manera" -dijo Kagura con seriedad-.

"Habrá que esperar y ver qué pasa. Pero, sobre todo, espero que Naruto no se meta en más problemas por esto. Siempre termina en medio de todo... aunque supongo que eso es inevitable" -dijo Tsunade resignada-.

El grupo compartió una mirada de entendimiento, todas conscientes de que la situación en el programa estaba tomando un giro inesperado y potencialmente peligroso. Sin embargo, conociendo a Naruto, sabían que no se mantendría al margen si alguien necesitaba ayuda.

Temari, en particular, no pudo evitar preocuparse un poco más por el rubio, aunque trató de mantener la calma.

"Espero que este idiota no termine en un lío más grande de lo que ya es…" -expreso la rubia de Suna murmurando para sí misma-.

El ambiente en la cabaña se mantuvo tenso, mientras las chicas esperaban ver cómo se desarrollaría la situación en la pantalla, cada una con sus propias sospechas y preocupaciones sobre los mayordomos y su verdadera relación con la misteriosa Octo.

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-Minutos después-

"¡Esa es la cueva de Octo!" -Ahora mismo el grupo de Naruto llegaron en un bote lujoso a una cueva marina que se encuentra lejos del hotel.

"Espera, espera, ¿Cómo sabían dónde se encontraba, chicos?" -pregunto el Uzumaki el cómo los mayordomos conocían la ubicación de la secuestradora-.

"Bueno… nosotros queríamos que Octo nos transformaran en hermosos tritones mayordomos…" -confeso un apenado Sebasstian imaginando a si mismo con una apariencia mucho más atractiva-.

"Así que fuimos a verla en secreto…" -hasta el mismo Potemkinmen confeso-.

"… ¿Qué?" -fueron las palabras de Naruto al escuchar lo que ambos mayordomos confesaron-.

"Que rayos, chicos" -dijo Rachnera incrédula de lo que acaba de escuchar-.

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En la cabaña, todas las chicas estaban viendo atentamente el desarrollo de la situación en la pantalla. Cuando los mayordomos confesaron que habían ido a ver a Octo en secreto para que los transformara en tritones más atractivos, todas se quedaron en silencio por un momento, tratando de procesar la información.

Tsunade fue la primera en romper el silencio con un suspiro exasperado, cruzando los brazos y sacudiendo la cabeza.

"Esos cabezas de pescado son unos vanidosos. Deberían aceptar su apariencia actual en lugar de buscar ser más atractivos" -menciono la Senju con tono de desaprobación-.

Sin embargo, en el instante en que Tsunade pronunció esas palabras, todas las chicas en la sala intercambiaron miradas discretas y rápidas, tratando de no reírse ni comentar nada directamente, pero cada una tenía sus propios pensamientos.

'Tsunade-sama no tiene derecho a decir esas cosas cuando usa ese Jutsu para verse joven. Es algo contradictorio…' -pensó Kagura en ese momento-.

'Es bastante irónico que ella diga eso, considerando que oculta su verdadera edad con ese Jutsu' -pensó Yugao viendo de forma discreta a Tsunade-.

'No puede estar hablando en serio… decir eso cuando tiene más de 60 años, pero se ve como de 30. Tsunade-sama es toda una cínica' -pensó Anko que tuvo que contener las ganas de reírse al escuchar a la Senju-.

'Tsunade-sama debería pensar dos veces antes de decir algo así, especialmente cuando ella misma oculta su verdadera edad. Es un poco hipócrita' -fue el pensamiento de Kurenai en lo contradictorio de las palabras de Tsunade-sama-.

'Vaya, la vieja es toda una cínica. Hablar de aceptar la apariencia… ¿en serio?' -pensó Tayuya mirando a Tsunade de reojo con una expresión de incredulidad-.

'Tsunade-sama tiene que aceptar que ya es toda una anciana. No puede seguir pretendiendo que tiene 30 cuando es mucho mayor' -pensó Ino al respecto-.

Por otro lado, Sasame, Shion y Misaki compartieron pensamientos similares, aunque mantuvieron una expresión neutral mientras miraban a Tsunade.

'Tsunade-sama debería dejar de aparentar ser joven... Es evidente que ya es una anciana' -pensaron las tres al mismo tiempo-.

La tensión en la sala se mantuvo por unos momentos más, hasta que Tsunade notó que todas las chicas estaban extrañamente calladas. Alzó una ceja, pero decidió no decir nada, volviendo su atención al televisor mientras las demás chicas compartían una sonrisa cómplice entre ellas.

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"Aunque no logramos verla…" -agrego Sebasstian mientras Naruto y las chicas bajaban del bote a unas rocas cercanas-.

"…Solo para checar, pero… si les contaron a todos lo que está pasando, ¿cierto?" -pregunto el rubio a los mayordomos-.

"¡S-sí! ¿Qué no usualmente la Srta. Smith y MON se encargan de este tipo de cosas?" -volteo Miia al instante de preguntar a los mayordomos… quienes se fueron a bordo del bote-.

"¡Gracias, chicos!" -se despidió Potemkinmen mientras el bote se alejaba del lugar-.

"¡OIGAN!" -exclamaron la lamia y el Uzumaki viendo como los mayordomos se alejaban-.

"¡Por favor traten de resolverlos sin tanto alboroto!" -dijo Sebasstian- "¡si les contamos lo que estábamos haciendo, descubrirían que tratamos de ir a ver a Octo! ¡Podríamos perder nuestros trabajos!" -dicho eso el barco se alejó hasta perder de vista, dejando atónitos a Naruto y Miia-.

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En la cabaña, las chicas seguían observando la escena en el televisor, y no pudieron evitar reaccionar ante lo que acababan de presenciar.

Tayuya fue la primera en estallar, visiblemente molesta por la actitud cobarde de los mayordomos.

"¡Esos idiotas de mayordomos son unos cobardes! Dejan que esa cabeza hueca de Naruto haga todo el trabajo, ¿y así dicen preocuparse por la princesa? ¡Por favor!" -fueron los gritos por parte de la pelirroja-.

"Totalmente de acuerdo, Tayuya. Esos dos no merecen ser llamados mayordomos. Deberían darles su merecido por ser unos cobardes. Dejan que otros hagan el trabajo sucio mientras se escapan" -señalo Temari con los brazos cruzados y una expresión de disgusto-.

Mientras tanto, Shion reaccionó de una manera completamente diferente. Sus ojos se llenaron de lágrimas y, de repente, se lanzó sobre su amiga y sirvienta Misaki, abrazándola con fuerza, casi aplastándola con su desesperación.

"¡Misaki, por favor, nunca, nunca, nunca te vuelvas como esos cabezas de pescado que tiene Mero como mayordomos! ¡No lo soportaría!" -suplico la sacerdotisa con voz llorosa y dramática-.

Misaki, sintiendo el abrazo de Shion cada vez más fuerte, intentó respirar y responder al mismo tiempo, mientras su rostro se volvía un poco pálido por la falta de aire.

"N-no lo haré, Shion-sama, ¡pero…por favor…suéltame…no puedo respirar!" -decia la sirvienta con voz entrecortada-.

Al escuchar eso, Shion se dio cuenta de su fuerza y rápidamente soltó a Misaki, alejándose con una expresión de preocupación y disculpa.

"¡Lo siento, lo siento mucho, Misaki! No quería hacerte daño" -se disculpó Shion apenada, inclinándose hacia Misaki-.

Misaki, recuperando el aliento y con una sonrisa débil, asintió mientras se recomponía.

"Está bien, Shion-sama. Solo… ten cuidado la próxima vez" -pidió la sirvienta a su amiga-.

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"Parece que no tenemos opción… avancemos, Aruji-dono" -sugirio Centorea, tratando de ignorar lo que acaba de pasar-.

"Papi, tú tienes una visión nocturna terrible, así que quédate aquí afuera. Estará demasiado oscuro como para que veas en la cueva" -dijo Rachnera a la harpía que no le gustó la idea, pero tenía que obedecer-.

"Habrá un montón de agua ahí, y no sabemos que esperar, ¿así que por que no te quedas también aquí fuera, Suu?" -dijo Naruto a la Slime que solo obedeció-.

Naruto junto con Miia, Centorea y Rachnera entraron al interior de la cueva. Por suerte del grupo, cada uno trajo una linterna para guiarse en la oscuridad y no perderse. Dentro de la cueva, también hay agua, por suerte solo llevaba hasta los tobillos. Es una suerte que Suu se quedara afuera en caso de problemas.

"Sí que está oscuro aquí" -dijo Rachnera observando a su alrededor. Apenas se puede ver, incluso usando una linterna-.

"El suelo está muy resbaladizo, Dārin" -señalo Miia-.

"Aruji-dono, por favor cuide donde pisa. Es peligroso para gente bípeda" -advirtió Centorea al Uzumaki-.

"Sí que la tienen fácil, chicas…" -respondió Naruto al escuchar la advertencia de Cerea-.

De pronto algo se acercó por detrás del grupo, cosa que ellos no se percataron hasta alcanzar a todas a una de las chicas que le causo un gran miedo.

"¡EEK!" -grito Miia al sentir que algo la toco- "¡iugh, Dārin, algo toco mi cola!" -de inmediato abrazo a Naruto y abrazarse a uno de sus brazos- "¡hay algo en el agua!" -uso su linterna tratando de buscar 'aquello' que la toco, pero no lo encontró- "… ¿eh?" -luego Miia noto que el brazo de Naruto está completamente empapado con agua- "¿por qué estas tan mojado, Dārin? ¿te caíste?"

"¿Uh, Miia? Estoy justo aquí" -dijo el Uzumaki que se encuentra detrás de Miia-.

"¿¡EEH!?" -exclamo de sorpresa viendo que su Dārin está detrás suyo- "espera, eso significa…" -en ese momento Miia tuvo un mal presentimiento. Dirigió la luz de su linterna para ver a quien está abrazando. Para horror de la lamia, se trata de una extraña criatura con tentáculos- "¡EEEEEK! ¿¡qué demonios es esto!?"

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La escena en la cabaña se volvió tensa y caótica al ver lo que ocurría en la cueva. Cada una de las chicas reaccionó de manera diferente ante la aparición de la extraña criatura con tentáculos, pero todas compartieron un sentimiento común: miedo y asco.

"¿¡Qué diablos es esa cosa?! ¡Nunca había visto algo tan repugnante!" -grito Ino viendo a la criatura en televisión-.

"¡Esa cosa parece salida de esas películas de ciencia ficción! ¡Qué horror!" -exclamo Sasame con el rostro pálido y los ojos abiertos de par en par, se encogió en su asiento, completamente asustada-.

"Esa cosa parecen sacada de las peores pesadillas... ¡Qué asco!" -expreso Tsunade, aunque trató de mantener la compostura, no pudo ocultar su expresión de asco al ver las criaturas en la pantalla-.

"Más bien, parece salida de un manga hentai... No puedo creer que algo así exista en la vida real" -expreso Yugao con una mueca de repulsión, hizo un comentario un poco más específico, pero no menos perturbador-.

"No quiero ver esa cosa en la vida real, ¡es horrible!" -exclamo Kurenai, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda, se estremeció al ver las criaturas en la pantalla-.

"Qué es esa criatura? Esto es realmente espeluznante…" -dijo Kagura un poco asustada, no pudo evitar preguntarse qué demonios eran esas criaturas, aunque parte de ella no quería saber la respuesta-.

"No quiero saberlo, y mucho menos verlas de cerca. Esto es demasiado para mí" -dijo Temari con una mezcla de miedo y disgusto, hizo un esfuerzo por alejar la mirada de la pantalla-.

"¡Es tan aterrador! ¡Espeluznante! ¡No quiero ver más!" -dijeron Shion y Misaki completamente aterradas. Ambas se abrazaron con fuerza, temblando mientras murmuraban entre sí-.

Anko, quien parecía ser la única que no estaba realmente asustada, observó la escena con un interés curioso y un toque de ironía en su voz.

"Este tipo de criaturas son las que ves en los hentai... ya saben, en esas escenas con tentáculos" -señalo Anko con una sonrisa traviesa-.

El comentario de Anko hizo que todas las demás chicas en la sala sintieran un escalofrío inmediato, y varias de ellas le lanzaron miradas de reprobación mientras se estremecían ante la idea.

"¡Anko, por favor, no digas esas cosas!" -exclamaron todas las demás mujeres con expresiones de horror y disgusto-.

La tensión en la sala se mantuvo alta mientras las chicas trataban de recuperarse del susto y procesar lo que acababan de ver.

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"¡Miia!" -grito Naruto que uso su linterna para iluminar la zona, y lo que junto con Centorea los helo la sangre- "qu… ¿Qué es todo esto?" -lo que vieron es que la cueva está llena de esas extrañas criaturas con tentáculos-.

"¡NO!" -Miia volvió a gritar cuando la extraña criatura la captura con sus tentáculos- "¡AU! Qu… ¿¡qué!?" -de pronto sintió varios pinchazos sobre su cuerpo que comenzó, de paso sentirse algo rara- "¡mi cuerpo esta…hormigueando…!" -exclamo ella mientras los tentáculos comenzaron a frotar todo su cuerpo- "¡n…nunca había… sentido algo como esto antes!" -por alguna extraña razón… parece que Miia estaba disfrutándolo-.

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La atmósfera en la cabaña se volvió completamente tensa y aterradora cuando la escena mostró a Miia siendo atrapada por las criaturas con tentáculos. Todas las mujeres quedaron paralizadas por el miedo, sus rostros pálidos mientras observaban la aterradora escena en la pantalla.

Tsunade sintió un nudo en el estómago, su rostro se tornó de un pálido mortal, y por un momento, perdió completamente la compostura.

Kagura, normalmente tranquila y serena, no pudo evitar llevarse las manos a la boca en un intento de reprimir un grito, su rostro reflejando una mezcla de horror e incredulidad.

Yugao, quien había sido bastante directa antes, ahora se quedó sin palabras, sus ojos abiertos de par en par mientras veían la perturbadora escena, completamente inmóvil.

Kurenai sintió un escalofrío recorrerle todo el cuerpo, y se quedó sin aliento, incapaz de apartar la vista de la pantalla mientras su mente intentaba procesar lo que estaba viendo.

Tayuya, quien normalmente tenía una actitud fuerte, ahora estaba completamente aterrorizada. No pudo evitar retroceder un poco, sus ojos fijos en la pantalla con una mezcla de miedo y repulsión.

Ino, normalmente tan segura de sí misma, se encogió en su asiento, su rostro pálido y sus manos temblorosas mientras trataba de no mirar, pero sin poder evitarlo.

Sasame, con el corazón latiéndole a mil por hora, sintió que las fuerzas la abandonaban mientras veía la escena. Su mente estaba en un completo estado de pánico.

Temari, normalmente tan valiente, estaba completamente paralizada, su rostro reflejando puro terror mientras intentaba mantenerse firme.

Shion y Misaki, abrazadas fuertemente, estaban en un estado de puro pánico, ambas llorando y temblando mientras se aferraban la una a la otra.

Anko, por otro lado, parecía ser la única que no estaba asustada en absoluto. En lugar de sentir miedo, observaba la escena con un extraño interés, casi analítico.

"Esto es exactamente como en los mangas hentai donde la chica es atrapada y…" -señalo Anko con tono despreocupado-.

Pero antes de que pudiera terminar su comentario, todas las demás mujeres se giraron hacia ella, sus expresiones llenas de horror y desesperación, gritando al unísono.

"¡AN-KO, CIERRA EL PICO! ¡NO QUEREMOS SABER MÁS DE ESO!" -gritaron todas las demás mujeres gritando con miedo y enojo-.

El grito colectivo de las chicas resonó en la cabaña, interrumpiendo a Anko, quien finalmente guardó silencio, aunque con una pequeña sonrisa en los labios, como si disfrutara del caos que había causado. Mientras tanto, las demás mujeres intentaban recuperar la compostura, aunque la escena seguía causando un profundo impacto en ellas.

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Luego la criatura libero a Miia que cayó al suelo, completamente exhausta y agotada por… las cosas que le hizo aquella extraña criatura. Naruto corrió de inmediato a ayudar a la lamia que no se puede levantar.

"Da… Dārin… no puedo moverme…" -dijo la lamia completamente paralizada, dejando preocupado al Uzumaki que en ese momento su teléfono recibió una llamada y de inmediato respondió-.

-Lejos de la cueva…-

"¿Se encuentran bien?" -la persona que llamo a Naruto se trata de Potemkinmen bebiendo te junto con Sebasstian- "¡bueno! Hay algo que se nos olvidó mencionarles…" -dijo el mayordomo-.

-De regreso con Naruto y las chicas-

[Esa cueva está llena de anemonas gigantes de mar. Sus tentáculos son venenosos, y les causara perdida de la sensibilidad en brazos y piernas si las tocan, sean cuidadosos por favor. Es por eso que no pudimos ver a Octo…] -explico Potemkinmen para molestia del Uzumaki-.

"¡PUDIERON HABERNOS DICHO ESTO ANTES DE QUE ENTRÁRAMOS EN LA MALDITA CUEVA!" -grito furioso el rubio que corto la llamada-.

"Juro que ahogare a esos tipos cuando regresemos" -dijo Rachnera molesta con los dos mayordomos-.

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"¡Esos idiotas son los peores mayordomos que he visto en mi vida! ¿Cómo pueden ser tan incompetentes? ¡Ni siquiera se molestaron en advertirnos sobre las anémonas!" -grito una molesta Temari

"Esto es inaceptable. Esos dos son un peligro para cualquiera que confíe en ellos. Ni siquiera pueden hacer su trabajo correctamente, y ponen a todos en peligro" -dijo Yugao en un tono severo-.

"Realmente podemos confiar en esos cabezas de pez? Cada vez demuestran ser más inútiles…" -suspiro Tsunade con irritación-.

Mientras tanto, Shion estaba una vez más en un estado de pánico, abrazando a Misaki con tanta fuerza que parecía que no la soltaría nunca. Sus lágrimas caían abundantemente mientras suplicaba que su sirvienta no se convirtiera en alguien como esos mayordomos.

"¡Misaki, por favor, prométeme que nunca serás como ellos! ¡Nunca, nunca te vuelvas tan incompetente!" -pidió la sacerdotisa llorando de forma exagerada-.

Misaki, a pesar del dolor que sentía por el fuerte abrazo, trataba de calmar a Shion, aunque claramente estaba sufriendo.

"¡Lo prometo, Shion-sama! Pero… por favor… ¡suéltame! ¡Me estás… rompiendo… las costillas!" -pidió la sirvienta con voz ahogada por el dolor-.

El caos emocional entre las chicas reflejaba perfectamente la frustración y el terror que la situación había provocado, dejando claro que la incompetencia de los mayordomos había llevado la paciencia de todas al límite.

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"¡No se preocupe, Aruji-dono! ¡Yo cortare un camino hacia Mero!" -exclamo Centorea desenvainando su espada- "¡yo soy Centorea Shianus, una miembro de la estimada raza centaura! ¡No me permitiré ser derrotada por simples anemonas de mar!" -declaro ella-.

-Tres doritos después…-

"¡NOOO!" -al igual que Miia, Centorea fue capturada fácilmente por los tentáculos de las anemonas de mar- "no… no mis orejas…" -los tentáculos de la criatura empezaron a jugar con las orejas de la centauro- "… ¿¡qué es esto!? Esta… fuerza exquisita… ¡esta…técnica!" -luego los tentáculos empezaron a jugar con los pezones de Centorea. Solo basto unos segundos para que Centorea caiga rendida al ataque de las anemonas-.

"¡CEREA!" -grito el rubio viendo que la mencionada fue derrotada fácilmente-.

"Sip, me lo imagine" -dijo Rachnera sabiendo que Centorea terminaría en la misma situación que Miia-.

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"¡Vaya 'caballero' que resultó ser! Ni siquiera duró un minuto antes de ser atrapada" -señalo Tayuya riendo con sarcasmo-.

"Y pensar que ella misma se declaró invencible contra unas simples anémonas. Qué forma tan patética de caer" -declaro Temari sonriendo con ironía-.

"Creo que Centorea subestimó por completo la situación. No se puede confiar solo en la fuerza cuando hay tantas criaturas peligrosas alrededor" -comento Sasame sacudiendo la cabeza en señal de negación-.

"Es cierto, parecía que pensaba que su espada sería suficiente, pero claramente no consideró lo complicado que sería enfrentarse a tantas anémonas al mismo tiempo" -dijo Yugao pensativa-.

"Ser valiente es importante, pero también lo es reconocer los peligros reales. Centorea no fue cuidadosa, y pagó el precio" -señalo Kagura con una expresión seria-.

"Definitivamente me mantendré lejos de las cuevas marinas… esas cosas son demasiado repulsivas" -comento Tsunade con gesto de asco-.

"¡Misaki, no quiero ni pensar en estar cerca de esas criaturas de nuevo!" -exclamo Shion aterrada y abrazando a Misaki-.

"Estoy de acuerdo, Shion-sama. Mantenernos alejadas de lugares así es lo mejor" -respondió Misaki con tono preocupado, tratando de calmar a Shion-.

Finalmente, Ino mostró una gran decepción por la caída de Centorea, alguien a quien admiraba.

"Centorea-sama… esperaba más de ti. Es decepcionante verte caer tan fácilmente…" -suspiro Ino profundamente decepcionada-.

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"¡EEK!" -grito el Uzumaki percatándose que sería la siguiente víctima de las anemonas- "¡oye! ¡yo soy un chico! ¿¡acaso no les importa!?" -trato de razonar con las criaturas, pero es inútil viendo como los tentáculos se le acercaban- "¡el Yaoi con tentáculos es una realidad nicho, ¿saben?!"

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"¡Naruto, no te quedes ahí parado! ¡Muévete antes de que sea demasiado tarde!" -grito Tsunade con tono autoritario y preocupación-.

"¡Naruto-san, corre! ¡No dejes que esas cosas te atrapen!" exclamo Kagura angustiada-.

"¡No es momento para bromear, Naruto! ¡Escapa ahora!" -grito Yugao con seriedad, pero claramente preocupada-.

"¡Naruto, sal de ahí inmediatamente!" -dijo Kurenai con voz firme, pero mostrando su preocupación-.

"¡Naruto-kun, por favor, huye! ¡Esas cosas no son normales!" -grito Sasame alarmada-.

"¡No te quedes ahí, corre! ¡No dejes que te toquen!" -grito Temari igual de preocupada-.

"¡Naruto, por favor, huye antes de que sea demasiado tarde!" -grito Shion asustada y abrazando nuevamente a Misaki-.

"¡Naruto-sama, no te quedes ahí! ¡Tienes que escapar!" -exclamo Misaki con tono alarmado-.

Mientras todas se preocupaban por el rubio, Tayuya fue la única que no mostró preocupación y, en su lugar, animó a las anémonas para que le dieran un "castigo" a Naruto por lo que le hizo años atrás.

"¡Vamos, anémonas, denle lo que se merece a ese rubio idiota!" -exclamo Tayuya con una sonrisa maliciosa-.

Esto provocó una reacción de molestia en Ino, quien no pudo contener su indignación.

"¿Qué rayos estás diciendo, Tayuya? ¿Por qué te alegras de que Naruto esté en peligro? ¡Él no te hizo nada para merecer esto!" -exigió saber la Yamanaka molesta y confusa-.

La pregunta de Ino causó que Tayuya se sonrojara profundamente, sorprendiendo a todas. La pelirroja, visiblemente incómoda y tartamudeando, trató de evitar la pregunta y cambió de actitud de forma abrupta.

"¡No es eso…! Es… ¡Quiero decir, Naruto debe escapar de las anémonas, eso es todo!" -decia la pelirroja sonrojada y nerviosa-.

Este cambio repentino de actitud hizo que todas las mujeres en la cabaña se mostraran muy sospechosas del comportamiento de Tayuya, intercambiando miradas entre sí, intentando descifrar lo que realmente estaba pasando.

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Para la buena suerte del Uzumaki, los tentáculos de las anemonas fueron detenidos a tiempo que tocaran al Uzumaki. Todo gracias a Rachnera que uso sus hilos de telarañas para retener los movimientos de las anemonas.

"¡Humpf! Estas pequeñas cosas no me pueden retener. Yo soy la que está a cargo aquí. No hay pero que valga, ¿de acuerdo?" -declaro la peliblanca al detener a las anemonas-.

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"Menos mal que Rachnera actuó a tiempo. Naruto tuvo suerte esta vez" -expreso Tsunade con un suspiro de alivio-.

"¡Gracias a Kami! Rachnera lo salvó justo antes de que esas cosas lo atraparan" -dijo Ino aliviada, pero aún con preocupación en su voz-.

"Rachnera fue increíble, llegó justo a tiempo para salvarlo" -dijo Sasame con una sonrisa de alivio-.

"Estoy tan aliviada… esas anémonas no pudieron tocarlo gracias a Rachnera" -dijo Shion con sus ojos brillantes de gratitud-.

"Esa peliblanca tiene agallas. Fue bastante valiente en detener a esas cosas" -comento Temari impresionada-.

"Rachnera fue increíblemente valiente. No cualquiera se atrevería a hacer lo que ella hizo" -dijo Misaki con respeto en su voz-.

"Esa araña tiene valor, lo admito. Detener a esas anémonas así no es cosa fácil" -expreso Anko con una sonrisa satisfacción-.

"Definitivamente, Rachnera tiene más valor del que parece" -menciono Kagura asintiendo con aprobación-.

"¿Ves, Kurenai? Rachnera no es tan mala como pensabas" -señalo Yugao a su amiga-.

"Sí, lo admito… por primera vez, empiezo a respetarla" -admitió Kurenai a regañadientes-.

Tayuya, por otro lado, estaba visiblemente molesta porque las anémonas no lograron atrapar a Naruto.

"¡Tch! ¿Por qué tuvo que salvarlo? Hubiera sido divertido ver al idiota en problemas" -reclamo la pelirroja frustrada-.

Esta actitud provocó miradas molestas de las demás mujeres. Tsunade fue la primera en reaccionar, lanzándole una advertencia que dejó a Tayuya alarmada.

"Tayuya, si no te callas en este momento, les mostraré a todas… 'aquello'" -amenazo Tsunade con una voz autoritaria y peligrosa-.

Al escuchar esto, Tayuya se alarmó visiblemente, entendiendo perfectamente a lo que se refería Tsunade. Su rostro se tornó pálido, y de inmediato se disculpó, prometiendo guardar silencio.

"¡Lo siento, lo siento! ¡Me callo, no diré más nada, lo prometo!" -prometió la pelirroja asustada-.

Este comportamiento desconcertó aún más a las demás mujeres en la cabaña. Sasame, Shion, Misaki, y Kurenai intercambiaron miradas confusas, tratando de entender por qué Tayuya había reaccionado con tanto miedo ante la mención de "aquello."

"¿Qué crees que sea 'aquello'?" -pregunto Sasame susurrándole a Shion-.

"No lo sé, pero parece que Tayuya tiene mucho miedo de ello" -respondió Shion susurrando de vuelta, con curiosidad-.

"¿Qué será eso que asustó tanto a Tayuya?" -pregunto Misaki mirando a Tsunade, tratando de descifrar lo que había pasado-.

"Esto es… muy extraño. ¿Qué es lo que Tsunade sabe que la asusta tanto?" -comento Kurenai observando a Tayuya con curiosidad-.

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"Sabía que podía contar contigo, Rachnee…" -dijo al rubio agradecido de traer a la mencionada a la cueva. Pero en su descuido, algo se acercó a él por debajo del agua y lo agarro de uno de sus brazos- "¡BUWAH!"

"¿¡Hanī!?" -Rachnera se preocupó que algo le haya pasado al Uzumaki. Luego alguien apareció detrás de la peliblanca, quien volteo de inmediato para ver si se trata de otra criatura aparte de las anemonas-.

Rachnera vio a una chica extraña, con tentáculos que actúan como piernas desde las caderas hacia abajo. Lleva puesto ropa suelta, aunque un poco reveladora, y su aparente atuendo principal consiste en una capa suelta que se abre por la cintura, donde lleva un micro bikini blanco con tirachinas debajo.

Su cabello parece estar formado por tentáculos más pequeños, con dos más grandes que cuelgan de los lados de su rostro. Su apariencia general es bastante atractiva, aunque misteriosa debido a la cantidad de ropa que usa para cubrirse. Sus ojos parecen no tener pupilas a la distancia, pero de hecho tienen pupilas gruesas y horizontales, no muy diferentes a los ojos de un pulpo.

El color de la piel de la desconocida es un tono azul violáceo, aunque sus tentáculos son de un púrpura mucho más oscuro, y su cabello comienza más cerca del blanco antes de oscurecerse a medida que avanza hacia abajo. No cabe duda que esa chica debe ser Octo, la secuestradora de Mero.

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Tsunade, Yugao, Kurenai, y Kagura quedaron impactadas al ver finalmente a la secuestradora de Mero. La sorpresa se intensificó al darse cuenta de que se trataba de una interespecie similar a un pulpo.

"Así que esta es la secuestradora… No esperaba que fuera una interespecie parecida a un pulpo" -señalo la Senju con una expresión de sorpresa, mirando fijamente a Oct-.

"No me lo puedo creer… ¿Mero fue secuestrada por una interespecie como esta?" -comento Yugao aún en shock-.

"Nunca imaginé encontrarme con alguien como ella…" -expreso Kurenai mirando a Octo con una mezcla de incredulidad y curiosidad-.

"Es impresionante, pero… también es inquietante" -comento Kagura frunciendo el ceño mientras observa a Oct-.

Temari, Sasame, Shion, y Misaki estaban más sorprendidas por la apariencia de Octo, especialmente por su figura y el atrevido bikini que llevaba.

"Esa es la secuestradora? Vaya, no esperaba que tuviera una figura así… y ese bikini…" -comento Temari sorprendida, pero también impresionada-.

"¡Es increíble! No puedo creer que alguien con ese tipo de apariencia sea la secuestradora" -dijo Sasame con una expresión de asombro-.

"Esa mujer… es realmente hermosa, pero… también peligrosa, ¿verdad?" -dijo Shion parpadeando con incredulidad-.

"Es como si estuviera viendo una especie de sirena exótica… pero mucho más… atrevida" -menciono Misaki tocándose la barbilla-.

Anko e Ino quedaron boquiabiertas al ver a Octo, inmediatamente notando el parecido con Isaribi.

"¡Espera un momento! Esa chica… ¡se parece a Isaribi!" -señalo Anko impactada y con los ojos muy abiertos-.

"No puede ser… Es casi idéntica a Isaribi. ¿Será una coincidencia?" -pregunto Ino mirando a Octo, asombrada-.

Cuando Tsunade escuchó el nombre de Isaribi, también comenzó a observar a Octo con más detenimiento y confirmó el parecido.

"Sí… Se parece mucho a Isaribi. Esto no puede ser solo una coincidencia" -señalo Tsunade frunciendo el ceño mientras observa a Octo más de cerca-.

Temari, intrigada por lo que se estaba diciendo, preguntó sobre quién era Isaribi y su conexión con el Programa.

"¿Quién es Isaribi? ¿Y qué tiene que ver con todo esto?" -pregunto Temari con curiosidad-.

Anko tomó la palabra para explicar, mencionando la misión en el País del Mar, mientras que Ino complementó la explicación, recordando el pasado de Isaribi como un sujeto de prueba de Orochimaru.

"Hace años, durante una misión en el País del Mar, conocimos a Isaribi. Era una chica que había sido transformada por Orochimaru en un experimento" -explico Anko con seriedad-.

"Sí, Isaribi fue uno de los sujetos de prueba de Orochimaru. La convirtió en una criatura marina para sus experimentos" -añadió Ino-.

Tayuya, al escuchar esto, recordó los experimentos de Orochimaru y mencionó su conocimiento sobre el laboratorio en el País del Mar.

"Ahora lo recuerdo… Orochimaru tenía un laboratorio en ese país, donde hacía experimentos genéticos. Su objetivo era crear un ninja capaz de sobrevivir en cualquier entorno, incluso bajo el agua" -menciono la pelirroja frunciendo el ceño, con un tono pensativo-.

La noticia impactó a varias de las mujeres en la sala, dejándolas con una mezcla de asombro y horror.

"¿Orochimaru… realmente hizo algo así?" -pregunto Sasame con los ojos muy abiertos-.

"Es increíble hasta dónde llegaba su crueldad…" -negó Kagura con la cabeza con incredulidad-.

Finalmente, Tsunade explicó que ella misma se encargó de curar a Isaribi, aunque el tratamiento fue largo y doloroso.

"Yo misma me encargué de curar a Isaribi. Fue un tratamiento largo, duró más de un año, pero al final, logramos que volviera a ser normal. Ahora vive en el País de las Olas, llevando una vida tranquila" -explico Tsunade con un tono serio, pero reconfortante-.

La revelación dejó a las demás mujeres en un estado de reflexión y admiración por el esfuerzo que se hizo para salvar a Isaribi, mientras que el misterio de Octo seguía pesando en sus mentes, aumentando la tensión de lo que podría venir.

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"Bueno, bueno, bueno… debes ser muy habilidosa para amarrar a mis mascotas de ese modo" -dijo la secuestradora- "pero mientras estabas ocupada con eso…" -en ese momento, Octo atrajo al Uzumaki a su lado, sujetándolo de uno de sus brazos- "he tomado a tu pequeño noviecito."

"Así que tú eres la Scylla Octo, ¿eh?" -pregunto Rachnera observando a la secuestradora-.

"Así es. Pero para que tu sepas eso… eso significa que estas por aquí por la princesa, ¿sí? Seguro, está bien, adelante" -decia Octo acercando a Naruto contra su cuerpo- "pero mientras te vas y haces eso, yo me divertiré con este de aquí" -sugirio mientras se apegaba bastante al rubio, cuyo rostro quedo entre los pechos de la secuestradora-.

Las palabras de Octo solo provocaron que Rachnera se enfadara e iba a darle su merecido con sus hilos de telarañas. Pero en ese momento, Rachnera bajo la guardia y un par de tentáculos rodearon su cuerpo, impidiendo moverse en absoluto.

"¡KH…! ¡Maldición…!" -maldijo la peliblanca al descuidarse. Luego Oct la callo al meter la punta de su tentáculo- "¿¡MGH…!?"

"Tendré que ser un poco más ruda para encargarme de este dolor de trasero" -dijo Octo usando sus tentáculos sobre el cuerpo de Rachnera, causando que estos rocen en ciertas partes del cuerpo de su presa que soltaba gemidos ahogados-.

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Las reacciones de las chicas ante la escena que se desarrolla entre Octo, Naruto, y Rachnera están llenas de sorpresa, sonrojo, e incomodidad, especialmente debido al enfoque tan sugerente y pervertido que utiliza Octo para controlar la situación.

"Esto es… definitivamente un método… único para controlar a alguien" -menciono Tsunade con las cejas fruncidas, tratando de mantener la compostura-

"Nunca había visto algo como esto… Es bastante… diferente" -agrego Yugao con las mejillas encendidas, pero intentando mantenerse tranquila-.

"¿Qué demonios…? Esto es tan… raro, pero efectivo" -dijo Ino cubriéndose la boca con una mano mientras su rostro se pone rojo-.

"No puedo creer lo que estoy viendo… Es una forma muy extraña de detener a alguien" -decia Sasame mirando con ojos muy abiertos y sonrojándose-.

"Es tan… inapropiado…" -dijo Shion a Misaki, completamente sonrojada-.

"Sí… Esto es bastante… único" -respondió Misaki con el rostro rojo, asintiendo lentamente-.

Kagura, Temari, y Tayuya están más enfocadas en el hecho de que Octo parece usar tácticas similares a las de Rachnera, notando el aspecto de bondage en su técnica.

"Vaya, parece que Rachnera y Octo tienen algo en común… Ambas saben cómo utilizar el bondage" -comento Kagura con los brazos cruzados, sonriendo con ironía-.

"Sí, definitivamente tienen la misma forma de atrapar a sus víctimas. Aunque… Octo parece un poco más… directa" -menciono Temari suspirando y sonriendo de lado-.

"Es como si estuvieran compitiendo por el título de la reina del bondage. Esto es simplemente ridículo…" -agrego Tayuya: Con una sonrisa burlona, mirando la situación-.

Finalmente, Yugao nota que Kurenai parece haber quedado en shock por la escena y trata de animarla.

"Kurenai, ¿estás bien? No te preocupes, es solo una táctica… un poco… extrema" -explico Yugao con una expresión preocupada, tocando el hombro de Kurenai-.

"Esto… es simplemente… demasiado…" -decia Kurenai con los ojos muy abiertos y una expresión de incredulidad-.

La situación deja a todas las mujeres en un estado de mezcla entre incomodidad y fascinación, con cada una tratando de asimilar lo que acaban de presenciar mientras Octo demuestra su poder sobre Rachnera y pone a Naruto en una posición comprometida.

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"Rach… ¡MGH!" -Naruto se preocupó por la mencionada, pero se calló viendo como el rostro de Octo se acercaba al suyo-.

"Ahora es un buen niño" -decia la secuestradora abrazando al Uzumaki- "me encargare de ti… justo después de que termine de encargarme de esa princesa…" -justo cuando se acercó para robarle un beso a Naruto, Octo sintió algo raro en su mano- "¿eh? ¿Qué es esto?" -pregunto ella viendo detenidamente lo que está en su mano- "¿hilo?" -menciono mientras se pregunta cómo es que un hilo llego a la cueva-.

De pronto noto que no se trata de un hilo, sino que hay cientos de ellos a su alrededor que se tensaron y atraparon a la Scylla sin la posibilidad de moverse.

"Jejejeje… bajaste tu guardia" -declaro Rachnera que logro liberar su brazo izquierdo, el cual sostenía los hilos de telaraña que apresaron a Octo-.

"Kh… ¡No! ¿¡Sabias que haría esto desde el inicio, así que pusiste una trampa!?" -exclamo Octo que no esperaba este tipo de trucos. Por otro lado, Rachnera tenía una expresión de no entender nada para luego sonreí presumidamente-.

"¡Jeje! ¡Así es!" -declaro Rachnera sin dejar de sonreír. Pero la verdad es que ella no había preparado ninguna trampa, simplemente monto los hilos para bromear con los demás mientras examinaban la cueva-.

"¿Qué fue esa mirada de ahora?" -pregunto Naruto dándose cuenta de las expresiones de Rachnee-.

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Ante la escena en la que Rachnera logra atrapar a Octo con sus hilos, revelando que la situación se debió a una trampa que inicialmente no había previsto, las mujeres en la sala reaccionan de diversas maneras, pero todas con un toque de seriedad y, en algunos casos, frustración.

Tsunade, Kagura, Yugao, Ino, Sasame, Temari, Shion, y Misaki mantienen expresiones serias, sin mostrar sorpresa alguna. Parecen estar acostumbradas a las tretas de Rachnera, comprendiendo que siempre tiene algo bajo la manga.

"Era solo cuestión de tiempo antes de que Rachnera hiciera algo así. Siempre tiene que hacer las cosas a su manera" -dijo Tsunade suspirando profundamente-.

"Lo imaginé desde el principio. Rachnera nunca pierde la oportunidad de hacer algo así" -menciono Kagura asintiendo con la cabeza-.

"Sabía que no podía ser tan fácil… Rachnera siempre encuentra la forma de tomar ventaja" -comento Yugao con una expresión seria pero ligeramente divertida-.

"Es tan típico de Rachnera. No puede evitar bromear, incluso en momentos como estos" -dijo Ino rodando los ojos, pero sonriendo ligeramente-.

"Parece que Rachnera tenía todo planeado… O al menos lo hizo parecer así" -señalo Sasame sonriendo un poco, pero con una expresión algo resignada-.

"Esta chica… Nunca pierde la oportunidad de divertirse a costa de los demás" -opino Temari cruzando los brazos y negando con la cabeza-.

"Al menos… atrapó a Octo. Pero Rachnera siempre tiene que hacerlo de una manera… única" -menciono Shion a Misaki, con una mezcla de alivio y exasperación-.

"Es muy típico de Rachnera hacer algo así. Solo espero que esta vez no se salga de control" -agrego Misaki sonriendo ligeramente, pero claramente cansada de las travesuras de Rachnera-.

"Lo sabía. Desde el principio pensé que Rachnera estaría tramando algo con esos hilos" -declaro Anko con una sonrisa astuta, cruzando los brazos-.

Las demás chicas asienten, recordando los incidentes pasados donde Rachnera utilizó sus habilidades para bromear y molestar a los demás.

Kurenai, por su parte, está claramente molesta. Con un tic visible en uno de sus ojos, toma uno de los cojines y lo presiona contra su rostro para ahogar los gritos y maldiciones hacia Rachnera.

"¡Esta araña demoníaca…!" -los gritos de Kurenai se oye ligeramente a través del cojín mientras libera su frustración-.

Las demás mujeres, al ver la reacción de Kurenai, no pueden evitar mirarla con comprensión, sabiendo que Rachnera siempre parece encontrar la manera de exasperar a todos, especialmente a aquellos que no están acostumbrados a sus travesuras.

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"Muy bien, seguro, ¿Cuál es tu plan? ¿esperar y ver quien cae primero?" -pregunto Octo que mantuvo la calma-.

"¡Me gustaría verte intentarlo!" -respondió Rachnera que no tenía miedo de perder ante la secuestradora- 'eso digo, pero ella tiene la ventaja aquí…' -pensó ella sabiendo que Octo tiene la ventaja por terreno- 'tengo que encontrar algo para…' -de pronto salió de sus pensamientos cuando escucho las pisadas de alguien que se acercaba. A pesar de la oscuridad del lugar, pudo ver por la silueta de quien se trata- "¡Suu!" -exclamo al reconocer aquella silueta-.

"¿¡Qué!? ¿¡Tenias a alguien más contigo!?" -exclamo Octo ante este giro de eventos, de paso soltó a Naruto que cayó al agua-.

"¡Justo a tiempo, Suu! ¿Puedes ayudarme aquí?" -Rachnera le pidió ayuda a la mencionada-.

"…" -Suu no respondió, simplemente camino a paso lento hacia donde esta los demás- "¿ayudar? Jeje… seguro" -dijo en un tono completamente distinto. Con una voz más madura y con aire de sensualidad-.

"¿Suu? Estas actuando un poco raro…" -decia el Uzumaki que le pareció sospechoso la forma en que se comporta la Slime-.

Luego sus sospechas se hicieron realidad en el momento que Suu se acercó lo suficiente al grupo, de paso causo un gran shock a Naruto y Rachnera notando que la Slime se ve completamente diferente. Lucia como su forma crecida, pero con la diferencia que tiene una figura esbelta y curvilínea, con una estatura alta. Su físico es bien proporcionado, con una cintura delgada y caderas pronunciadas. Tiene una presencia imponente y una postura grácil. Además, el traje de buzo se ajustaba bastante a su nueva apariencia y un escote bastante revelador debido a que el cierre bajo hasta llegar a su estómago.

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Cuando Suu aparece con su nueva y sorprendente apariencia, las reacciones de las mujeres en la sala varían desde la sorpresa hasta la confusión y la envidia.

"Esto es… completamente diferente a lo que vimos antes! Suu nunca se vio así, ni siquiera en su forma adulta" -señalo Ino con los ojos muy abiertos y una expresión de asombro-.

"¡Sí! Es como si se hubiera transformado en otra persona… pero sigue siendo Suu" -menciono Sasame asintiendo con incredulidad-.

"¿Qué diablos le pasó? Es como si Suu hubiera pasado por una transformación completa… y ahora es… ¡wow!" -expreso Temari sorprendida, con una mano en la barbilla-.

Misaki está impactada y siente una punzada de envidia al ver la nueva apariencia de Suu. Aunque trata de mantener la compostura, no puede evitar comparar la figura esbelta y curvilínea de Suu con la suya propia.

"¿Cómo… cómo puede Suu verse así? ¡Es… injusto! ¡Incluso su traje de buzo le queda perfecto!" reclamo Misaki mordiéndose el labio, con una mirada de envidia-.

Tsunade, Kagura, Yugao, Anko, Kurenai, Tayuya, y Shion están más desconcertadas que otra cosa, tratando de entender qué es lo que está ocurriendo con Suu.

"Esto no tiene sentido… ¿qué le ha pasado a Suu para que se vea de esta manera?" -pregunto la Senju frunciendo el ceño, tratando de analizar la situación-.

"Esto es completamente inesperado… ¿cómo puede cambiar de apariencia así? Hay algo más aquí…" -dijo Kagura confundida, con una expresión de preocupación-.

"¿Es esta realmente Suu? O algo más está controlando su forma…" -pregunto Yugao mirando fijamente a la pantalla, intentando comprender lo que ve-.

"Esto no es normal, ni siquiera para una Slime. Hay algo raro en todo esto… y no me gusta" -señalo Anko con los ojos entrecerrados, intentando no perder la compostura-.

"Esto está más allá de cualquier lógica… ¿es posible que algo la haya afectado para que se vea así?" -pregunto Kurenai frotándose las sienes, visiblemente estresada-.

"Esto es ridículo. Primero Rachnera con sus trucos, y ahora esto… ¿qué sigue?" -decia Tayuya con una expresión de incredulidad-.

"¿Qué está pasando con Suu? ¡Esto no es normal! ¿Por qué se ve así?" -pregunto Shion apegándose a Misaki, con una mezcla de confusión y temor-.

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"S… ¿Suu? ¿Eres tú?" -se cuestionó Rachnera por la nueva apariencia de la mencionada. Por otro lado, Octo no entendía nada de lo que está pasando ni tampoco sabía de la recién llegada-.

'¿¡Esto es a causa de que absorbió todos los nutrientes y agua del mar!?' -analizo Naruto viendo la situación y apariencia de Suu, sin mencionar su extraño comportamiento maduro- ´'así que ahora ella está actuando más madura… ¡no! ¿¡Justo como el mar es la madre de la vida, ella se ha vuelto como una madre!?' -su deducción lo llevo a un hecho que le causo escalofríos-.

((N/A: En pocas palabras, se volvió una Milf. Suu Modo Milf como lo llaman los fans del manga))

"Bueno, pues…" -decia Suu mientras sus cabellos/tentáculos se movían y se acercaban a las indefensas Rachnera y Octo- "Suu te ayudara~" -finalizo ella mientras sus tentáculos capturaron a las chicas que quedaron ante su merced-.

"¡Oye, Suu! ¿¡P-por qué vas tras de mí también!?" -exigió Rachnera entre gemidos mientras los tentáculos de la Slime acariciaban cada parte de su cuerpo-.

"¿¡Q-que es esta cosa!? ¿Y que esta hacieee…? ¡WAAH!" -grito Octo siendo otra de las víctimas de Suu-.

Luego de algunos minutos, Rachnera y Octo quedaron tiradas en el suelo mojado, completamente agotadas mientras que Suu se mantenía de pie como la ganadora de este 'enfrentamiento', mientras que Naruto se limpia su nariz debido a una hemorragia nasal por lo que acaba de ver.

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La escena donde Suu "derrota" a Rachnera y Octo con su nueva apariencia y comportamiento causa una mezcla de sorpresa, sonrojo y confusión entre las mujeres en la sala.

Anko es la primera en reaccionar, y lo hace de manera muy directa, gritando su comprensión repentina de la nueva forma de Suu.

"¡Ahora lo entiendo! ¡La nueva forma de Suu es como la de una Milf! ¡Por eso está actuando así!" -exclamo la pelivioleta que se levantó de su asiento con una expresión entre sorpresa y diversión-.

Esta observación de Anko provoca una serie de reacciones y comentarios de las demás, que intentan asimilar lo que acaban de presenciar.

"Eso explica su comportamiento… ¡pero no pensé que Suu podría ser aún más peligrosa que Rachnera y Octo juntas!" -señalo Ino aún sonrojada, se lleva una mano a la frente-.

"¿Así que todo esto fue porque absorbió nutrientes del océano? Eso la convierte en una amenaza completamente diferente…" -menciono Temari con una expresión incrédula, cruzada de brazos-.

"Nunca pensé que Suu pudiera transformarse de esta manera… pero ahora que lo veo, tiene sentido. ¡El mar realmente la cambió!" -señalo Sasame asombrada y todavía un poco sonrojada-.

"¡Es increíble cómo Suu puede cambiar así! Pero también es aterrador… es como si se hubiera vuelto otra persona completamente" -decia Shion apegándose a Misaki, con una mezcla de asombro y temor-.

Tsunade, Kagura, Yugao, Kurenai, y Tayuya están igualmente sorprendidas, aunque sus reacciones son más analíticas, tratando de entender la transformación de Suu.

"Así que el océano es lo que la transformó… y la hizo actuar de manera tan extraña. Esto es preocupante. Suu podría ser más peligrosa de lo que pensamos si tiene acceso a suficiente agua" -dijo Tsunade frunciendo el ceño, pero también sonrojada-.

"Nunca habíamos visto a Suu actuar de esta manera… El océano debe haberle dado un nuevo tipo de energía o habilidad" -señalo Kagura con una expresión pensativa, aunque sonrojada-.

"Es posible que el contacto con el océano haya desencadenado alguna transformación en su comportamiento y apariencia. Pero esto la hace mucho más peligrosa…" -explico Yugao con la mirada fija en la pantalla, intentando racionalizar lo que ha visto-.

"Esto es completamente inesperado… Suu siempre fue impredecible, pero esto es un nuevo nivel de… peligro" -dijo Kurenai todavía impactada por lo que acaba de ver, pero tratando de mantenerse serena-.

"¡Maldita sea! ¡No puedo creer que la Slime se haya vuelto tan fuerte! Ahora es más pervertida que Rachnera…" -se quejó Tayuya con una mezcla de enojo y sorpresa-.

Misaki, por su parte, sigue impactada y un poco envidiosa de la nueva figura y poder de Suu.

"¿Cómo es posible que una Slime pueda tener esa figura y ese poder solo por el agua del mar? ¡Es… es demasiado injusto!" -reclamo Misaki para sí misma, todavía con una expresión de envidia-.

Las mujeres en la sala quedan impactadas por la transformación de Suu, conscientes de que su nuevo poder la hace más peligrosa e impredecible, y no pueden evitar sentirse un poco intimidadas por la nueva presencia de la Slime.

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"Umm, ¿Qué están haciendo todos?" -dijo una voz familiar detrás de Naruto y Suu que voltear y se sorprendieron de ver a Mero, quien se encuentra sana y salva- "¿¡Danna-sama!? ¿Por qué esta aquí?" -pregunto ella viendo a varias de las chicas en el suelo, entre ellas esta Octo- "¿¡Srta. Octo!? ¿¡Que ha pasado!?" -pregunto bastante preocupada por la mencionada-.

"P… princesa… retroceda…" -advirtió la secuestradora a Mero para que no se acercara-.

"Yo también ayudare a Mero…" -dijo Suu mirando fijamente a la sirena, mejor dicho, su siguiente victima-.

"P… por favor detente, Suu…" -pidió Naruto a la Slime y evitar más problemas-.

"Q… ¿Qué está pasando?" -se preguntó Mero viendo al resto de sus amigas desmayadas. Mientras tanto, con Papi…-.

"¿¡Suu!? ¿¡Donde estas!? ¡No puedo ver! ¡Esta tan oscuro!" -gritaba la harpía que finalmente alcanzo a los demás a pesar de su pésima visión nocturna. Cerca de ella, Miia y Centorea se encuentran medio flotando en el agua-.

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"¿Mero está bien? Eso es un alivio... pero, ¿por qué parece tan preocupada por su secuestradora? Esto no tiene sentido" -dijo Tsunade frunciendo el ceño, claramente sorprendida pero también aliviada al ver a Mero sana y salva-.

"Algo no cuadra aquí… Mero no debería estar tan tranquila con su secuestradora. Hay más en esta historia de lo que parece" -menciono Yugao con una expresión seria, observando cuidadosamente la interacción entre Mero y Oct-.

"¡Qué demonios...? ¿Por qué está tan preocupada por Octo? ¡Ella es quien la secuestró! Algo raro está pasando" -exclamo Anko con una mezcla de sorpresa y desconfianza mientras levanta una ceja-.

"Mero no parece estar asustada en absoluto. ¿Por qué actuaría así con alguien que la secuestró? Hay algo más en juego aquí…" -señalo Kurenai notando la preocupación de Mero por Octo, su rostro se llena de sospechas-.

"¿Qué tipo de princesa se preocupa por su secuestradora? Esto es ridículo" -dijo Tayuya con una expresión confundida, y su habitual tono sarcástico-.

"¿Es posible que Mero no vea a Octo como una amenaza real? Esto es muy extraño…" -dijo Ino mirando a Mero y luego a Octo, tratando de entender la situación-.

"¿Será que Mero no estaba en peligro real? ¿O hay algo más que no sabemos? Esto es realmente confuso" -pregunto Sasame con una mirada llena de duda-.

"¡Y encima, Papi está completamente perdida en la cueva! ¡Eso no ayuda para nada! Pero en serio, ¿qué está pasando con Mero y Octo?" -se quejó Temari con una expresión mezcla de sorpresa y frustración-.

"Mero está bien, pero… ¿por qué está actuando así? ¿Qué está pasando aquí?" -pregunto Shion igual de confundida que las demás-.

"Esto no tiene ningún sentido… ¿Por qué estaría Mero tan tranquila después de ser secuestrada?" -cuestiono Misaki mirando a Mero y luego a Oct mientras su mente corre con muchas preguntas-.

Las mujeres se sienten desconcertadas y preocupadas por lo que están viendo, especialmente por la aparente relación entre Mero y Octo. La preocupación de Mero por su secuestradora y la confusión sobre el verdadero motivo de todo lo que ha sucedido las deja llenas de preguntas e inquietudes sobre lo que realmente está ocurriendo.

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Octo guio a los demás hacia el otro lado de la cueva, en ese lugar hay una cabaña de playa de gran tamaño. En ese lugar es donde vive la supuesta ´secuestradora´ que tenía ´capturada a Mero.

"¡Viejo, lo siento! ¡Yo pensé que estaban con las sirenas! ¡En verdad lo siento!" -se disculpó Octo que preparaba Takoyakis a sus invitados- "¡pero maldición, todas son bastante impresionantes! ¡Nunca había hecho Bondage con sogas antes!" -expreso la Scylla-.

"Tus tentáculos también son bastantes asombrosos. No puedo creer que hayas logrados atraparme de esa manera" -dijo Rachnera igual de impresionada. Por otro lado, Miia y Centorea observaban a Octo con desconfianza mientras que Papi disfrutaba de los Takoyakis-.

"¿Qué hay de Suu?" -pregunto la Slime que seguía en su forma madura-.

"Por favor… no entres al océano de nuevo…" -dijeron Rachnera y Octo. Ambas miraban con miedo a Suu-.

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"Esto no tiene ningún sentido… ¿Por qué Octo, la supuesta secuestradora, está actuando como una perfecta anfitriona? Algo está muy mal aquí" -señalo Tsunade con el ceño fruncido, claramente desconcertada por el comportamiento de Octo-.

"¿Estamos seguros de que esta es la misma persona que secuestró a Mero? Esto es demasiado extraño" -pregunto Kagura observa con sospecha, sin poder creer lo que está viendo-.

"No puedo entender por qué Octo estaría siendo tan amable. Es como si toda esta situación fuera una especie de malentendido... pero ¿cómo es eso posible?" -cuestiono Yugao con una expresión seria, tratando de analizar la situación-.

"¡Primero nos la presentan como una secuestradora, y ahora está cocinando para ellos! Esto no tiene ni pies ni cabeza" -exclamo Anko cruzada de brazos y levanta una ceja, claramente molesta por la situación-.

"No entiendo nada de esto… Primero pensamos que era una amenaza, y ahora están compartiendo una comida como si nada hubiera pasado" -comento Kurenai visiblemente confundida y frustrada, comenta con incredulidad-.

"¿¡Qué rayos es esto!? ¿Primero los secuestra y ahora les cocina? Esto es ridículo" -se quejó Tayuya: Rodando los ojos con frustración-.

"Esto es tan… surrealista. ¿De verdad ella es la misma persona que secuestró a Mero? Todo parece una gran confusión" -dijo Ino mirando la escena con incredulidad-.

"No sé qué pensar… Parece tan amable ahora, pero no podemos olvidar lo que hizo antes" -señalo Sasame con una mezcla de confusión y preocupación-.

"Esto es tan absurdo… ¿Y por qué todos están actuando como si esto fuera normal?" -dijo Temari sacudiendo la cabeza en incredulidad-.

"No entiendo nada… Primero era la villana, y ahora es la anfitriona. ¿Qué está pasando?" -comento Shion claramente desconcertada-.

"Una cosa es segura… Suu no debe acercarse al océano otra vez. Es demasiado peligrosa en esa forma" -señalo Misaki mirando a Suu con preocupación-.

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"Oct, ¿Por qué secuestraste a Mero?" -pregunto Naruto queriendo saber los motivos para raptar a la sirena-.

"¡Sí, ¿por qué?! ¡También fue una molestia encargarnos de las rayas y los cangrejos!" -menciono Miia uniéndose a la conversación-.

"Bueno… había algo que tenía que decirle absolutamente a la princesa" -respondió Octo- "¡yo nunca quise hacer nada de esto!" -grito desesperada-.

"¡Y no fue un secuestro! ¡Fue mi elección venir con Octo!" -declaro Mero para sorpresa de todas-.

"¿A qué te refieres?" -pregunto Centorea confundida al igual que Miia-.

"¡El rumor de que la señorita Octo está engañando sirenas para que se fuguen con los humanos es una mentira descarada!" -explico Mero a los demás- "es verdad que las fugas son un problema serio en la sociedad sirena, pero la señorita Octo no tiene nada que ver con ello. Todos se fugan porque ellos mismos se quieren fugar" -el resto del grupo se llevó una gran sorpresa cuando Mero termino su explicación. Pero eso no era todo lo que ella tenía que decirles- "esa es la verdad, pero este rumor sin fundamentos aún sigue circulando. Otros aun la siguen malentendiendo, diciendo que puede usar magia para hacerlo imposible. Ellos dicen que puede 'encantar a alguien para que se fugue', o volver a alguien humano o apuesto…"

"Aah…" -Naruto, Miia y Centorea se sintieron como unos tontos. Habían creído las palabras de Sebasstian y Potemkinmen-.

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"No puedo creer que hayamos juzgado mal a Octo por algo que nunca hizo. Estos rumores han causado más problemas de los que imaginamos" -expreso Tsunade suspirando profundamente, sintiéndose un poco culpable por haber caído en la trampa de los rumores-.

"Deberíamos haber investigado más antes de llegar a conclusiones. Ahora todo tiene más sentido, pero es frustrante pensar en cómo todo fue malinterpretado" -dijo Kagura con una expresión seria, asintiendo-.

"Todo este caos por rumores infundados… Esto demuestra lo peligrosas que pueden ser las mentiras, especialmente cuando involucran a personas inocentes" -opino Yugao sacudiendo lentamente su cabeza, visiblemente molesta-.

"¡Sebasstian y Potemkinmen deberían recibir una buena lección por causar todo esto! No puedo creer que hayamos creado en sus mentiras" -reclamo Anko frunciendo el ceño, claramente enojada por haber sido engañada por los rumores-.

"Esto es ridículo… Todo por un malentendido. Me siento tonta por no haberlo visto antes" -expreso Kurenai cubriendo su con una mano, sintiéndose avergonzada por haber creído los rumores-.

"Esos malditos chismosos… Deberían pagar por hacer que todos creyeran en esas tonterías" -se quejó Tayuya con desprecio, claramente molesta-.

"No puedo esperar para darles un pedazo de mi mente a esos dos mayordomos. Esto es lo que pasa cuando la gente no se molesta en verificar la verdad" -dijo Ino cruzando los brazos y asiente con una expresión determinada-.

"Por lo menos ahora sabemos la verdad, pero qué desastre tan innecesario" -señalo Sasame con una expresión de alivio, pero también de frustración-.

"Esto es completamente ridículo… todo por rumores. No puedo creer que hayamos caído en esto" -se quejó Temari apretando los puños con enojo-.

"Esto solo demuestra lo destructivos que pueden ser los rumores. Tenemos que asegurarnos de que no vuelvan a suceder cosas así" -sugirio Shion mirando a las demás, claramente indignada-.

"Tenemos que dejar claro a esos dos mayordomos que no pueden andar difundiendo rumores sin pruebas. Esto no debería haber pasado" -dijo Misaki con una expresión seria y decidida-.

Todas las mujeres están de acuerdo en que Sebasstian y Potemkinmen deben recibir su merecido por causar tanto caos con sus rumores sin fundamento. Se sienten frustradas por haber sido engañadas y están decididas a evitar que algo así vuelva a suceder.

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"En serio… todos vienen a mí por mi consejo… piensan que soy alguna bruja salida de un cuento de hadas que puede resolver todos sus problemas…" -comento Octo llorando de forma graciosa. Todos los días, venían sirenas y tritones para pedirles que use su magia para volverlos humanos o más apuestos. Otros querían ver si en verdad puede hacer hechizos, y otros querían perder peso- "¡maldición! ¡Yo no soy una bruja y estoy segura que no puedo usar magia!" -luego se echó al suelo, toda deprimida- "yo solo quiero que me dejen en paz. Rayos, incluso el rey vino a verme. ¿acaso no puede lidiar con sus propios problemas?" -gimoteo la pobre Scylla de su situación-.

"¿Entonces porque se está esparciendo el rumor?" -pregunto Centorea a Mero que le responde que ni ella misma desconoce la verdad-.

"Y como saben…"-luego Octo tomo la palabra- "no podía sólo secuestrarla, así que cause un gran alboroto con las rayas y los cangrejos. Use esa distracción para escabullirme y ver a la princesa y para resolver este malentendido… pero no había manera de que pudiéramos sentarnos y hablar tranquilamente, así que huimos del hotel" -explico ella, dejando en claro que, si tuvo que ver con el problema de las rayas y cangrejos, todo con el objetivo de hablar con Mero- "y deje una nota amistosa, ¿no la leyeron?" -pregunto ella-.

"… ¿Una nota amistosa? Se leía como una carta de rescate…" -señalo Naruto recordando la carta que dejo Octo, la cual todo creían que era una de secuestro-.

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"Pobre Octo... no me puedo imaginar lo agotador que debe ser lidiar con todos esos malentendidos y personas esperando milagros de ella. Es increíble cómo los rumores pueden distorsionar la realidad de esa manera" -dijo Tsunade sintiendo una profunda pena por Octo-.

"Entiendo ahora por qué actuó como lo hizo. Todo ese estrés y la presión de las expectativas de los demás... es suficiente para volver loca a cualquiera. Y encima, su intento de arreglar las cosas fue malinterpretado" -dijo Kagura con comprensión-.

"Es una situación triste y frustrante. Claramente, ella solo quería solucionar las cosas, pero todo se salió de control. Realmente la han puesto en una posición injusta" -dijo Yugao con un tono reflexivo-.

"¡Una nota amistosa que parecía una carta de rescate! Vaya, Octo necesita definitivamente mejorar sus habilidades para redactar mensajes. Pero no puedo evitar sentir pena por ella. La pobre solo quería hablar" -dijo Anko riéndose un poco de la situación-.

"No podemos culparla por querer aclarar las cosas, aunque su método dejó mucho que desear. Estos malentendidos han causado tanto dolor... es injusto que ella tenga que cargar con todo eso" -expreso Kurenai con una mirada de comprensión y algo de culpa-.

"Malditos rumores... han hecho que la pobre Octo pase por todo esto. La gente debería pensar dos veces antes de creer en tonterías sin fundamento" -dijo Tayuya negando con la cabeza, con algo de enojo hacia la situación, no hacia Octo-.

"Realmente lo ha pasado mal... y todo porque la gente no para de venir a pedirle cosas imposibles. Ahora entiendo por qué se sintió tan desesperada" -dijo Ino con una expresión comprensiva-.

"Debe ser terrible ser acosada por gente que espera cosas que no puedes dar. Es como vivir en una pesadilla continua..." -murmuro Sasame sintiéndose mal por Octo-.

"Es ridículo que Octo tenga que lidiar con las expectativas absurdas de todos. Al menos ahora sabemos la verdad... pero deberíamos haberla entendido desde el principio" -dijo Temari cruzándose de brazos y pensativa-.

"Nadie merece pasar por eso... y todo por rumores sin sentido. Debemos asegurarnos de que se haga algo para que esto no continúe" -dijo Shion mirando a Octo con pena-.

"Pobre Octo... no me extraña que haya terminado actuando así. Tiene que haber sido horrible lidiar con todo eso. Y encima, la nota fue malinterpretada... solo empeoró todo" -dijo Misaki con una expresión de tristeza-.

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"Bueno, olvida lo que paso, ¿Por qué Mero no usa su autoridad real para aclarar este malentendido de una vez por todas?" -sugirio Miia para resolver el problema de Octo-.

"¡POR FAVOR, PRINCESA!" -suplico la Scylla que ya no soportaba que las demás sirenas y tritones vinieran a pedirle tonterías-.

"Perdón… aunque soy la princesa, yo no tengo ningún poder. La reina es la que tiene todo el poder" -se disculpó Mero que no podía hacer nada en absoluto. Su madre, la reina, es la única que tiene el poder entre todas las sirenas-.

"Entonces… eso significa…" -decia Miia mirando a una preocupada Octo-.

"No tenía caso secuestrar a Mero…" -agrego Centorea sintiendo pena por la Scylla que causo la plaga de rayas y cangrejos por nada-.

"¡Puede que quieras pensar sobre salir a ocho patas de aquí!" -bromeo Rachnera, cosa que enfado a Octo-.

"¡Oye, tú también tienes ocho patas, zorra arácnida!" -se quejó Octo que se lanzó sobre Rachnera y darle su merecido-.

"Aunque en serio…" -hablo Naruto para que Octo y Rachnera dejen de discutir- "si ellos piensan que la razón de que tomamos a Mero de repente con nosotros fue porque se estaba fugando, eso realmente no ayudaría al estado actual de las relaciones entre sirena y humanos, ¿cierto?" -señalo el rubio, cosa que todas están de acuerdo- "si no lidiamos con eso, Mero realmente podría ser forzada para regresar a casa…" -dicho eso, Papi exclamo que Mero no puede irse- "es por eso que debemos resolver el problema con Octo, y hacer que la gente deje de fugarse."

"¡Y no tendrán que llevarse a Mero!" -exclamo Miia comprendiendo el plan de su Dārin-.

"Ya veo… ¡excelente punto!" -señalo Centorea igual de impresionada-.

"¡Eres tan asombroso!" -exclamo Octo recuperando los ánimos mientras abraza a Naruto- "te daré una agradable recompensa más tarde, ¿de acuerdo?" -sugirio ella abrazando la cabeza del rubio contra sus grandes pechos. Eso causo que Miia y Centorea la miren como una nueva amenaza o rival-.

"Ugh, dios santo, podemos por favor seguir con la historia?" -pidió Rachnera igual de disgustada con las palabras de Octo- "¿entonces cómo vamos a resolver el problema de Octo?" -pregunto ella, pero nadie tenía una idea de cómo hacerlo-.

"Bueno…" -Mero tomo la palabra- "¡yo llevare las falsedades sobre Octo ante mi madre! ¡Entonces la convencerá de que le diga a todo el pueblo sirena la verdad! ¡Ella es la reina, así que seguro escucharán!" -declaro más que determinada-.

"¿Pero eso en serio va a funcionar?" -cuestiono Octo- "quiero decir, la reina parece una mujer madura bastante seria, pero escuche que ella es bastante testaruda y estricta. ¿en serio escuchara a lo que tengas que decir?"

El comentario de Octo hizo que Mero comience a cuestionarse, ¿sería capaz de convencer a su madre? Incluso ella tenía sus dudas al recordar la conversación que tuvo con la reina y sus últimas palabras.

Sin peros, Meroune…

Esto es todo, puedes irte ahora…

En el castillo, en una de las habitaciones se encuentra la reina que observaba el exterior por la ventana con una expresión serena a pesar de haberse enterado que su hija fue secuestrada.

'Meroune fue tomada por Octo… pero que ella no está peligro' -pensó la reina calmada y con los ojos cerrados- 'incluso si Meroune descubre la verdad… todo proseguirá según lo planeado' -luego abrió sus ojos y mostro una sonrisa maliciosa- '¡Sí, todo va a mi manera…!'

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La revelación de que la reina es la verdadera instigadora detrás de los problemas en la sociedad de las sirenas deja a todas las mujeres en la sala en estado de shock. Las reacciones varían desde la incredulidad hasta la indignación, mientras intentan procesar esta nueva información.

"Esto cambia todo. Si la reina está detrás de esto, las cosas son mucho más complicadas de lo que pensábamos. No puedo creer que una madre actúe así contra su propia hija…" -expreso Tsunade con una expresión grave y serena-.

"La reina… ¿Qué clase de plan retorcido tiene para involucrar a su propia hija de esta manera? Esto no tiene sentido" -dijo Kagura frunció el ceño, claramente perturbada-.

"Esto es más profundo de lo que parecía. ¿Qué estará buscando la reina con todo esto? No parece que lo haga por el bien de Mero…" -señalo Yugao con una mezcla de sorpresa y preocupación-.

"Vaya, vaya… y pensar que todo este lío fue provocado por la reina misma. Esto se pone interesante, pero también mucho más peligroso" -dijo Anko dando un silbido bajo, impresionada por la revelación-.

"Si la reina está moviendo los hilos, entonces Mero está en mucho más peligro de lo que pensábamos. No solo está en riesgo por los rumores, sino también por su propia madre" -dijo Kurenai con una expresión seria-.

"¡No puedo creerlo! ¡La propia madre de Mero es la culpable! ¿Cómo puede alguien ser tan fría y manipuladora con su propia hija?" -grito Tayuya claramente enojada-.

"¡Qué podría querer la reina con todo esto? No tiene sentido arriesgar la seguridad de su propia hija por un plan tan oscuro…" -pregunto Ino mirando a las demás, tratando de entender los motivos de la reina-.

"Esto es terrible… Mero ha sido una víctima todo este tiempo, y ni siquiera lo sabía. ¿Cómo puede alguien tan cercana ser tan cruel?" -murmuro Sasame en estado de shock-.

"Esto huele a manipulación y poder. La reina está jugando con las vidas de otros, incluida la de su propia hija, para cumplir con su agenda. Es despreciable" -expreso Temari con los brazos cruzados, muestra una expresión de disgusto-.

"Si la reina está tan dispuesta a sacrificar la felicidad de Mero, entonces estamos lidiando con alguien verdaderamente peligrosa. Esto no se puede tomar a la ligera" -señalo Shion tratando de calmarse-.

"Esto es… simplemente inconcebible. Mero podría estar en un peligro mayor del que imaginamos. No es solo un malentendido, es un plan bien calculado" -dijo Misaki con los ojos abiertos de par en par-.

"Tsunade-sama, con la revelación de que la madre de Mero es la verdadera villana, ¿esto no traerá problemas a Konoha si Tsukino-sama ha visto el episodio del programa?" -pregunto Yugao que se acerca a Tsunade con un rostro preocupado-.

"Hmm… Es una buena pregunta" -respondió la Senju pensando por un momento, con los brazos cruzados-.

Las demás mujeres en la sala guardan silencio, conscientes de la gravedad de la situación. La relación entre el País del Fuego y Tsukigakure, bajo el liderazgo de Tsukino, es crucial. Un conflicto podría tener serias repercusiones para la aldea.

"Sabemos que el Daimyō y Tsukigakure tienen un contrato comercial. Si ese contrato se rompe, Konoha podría ser visto como el mayor responsable y enfrentar la ira del Daimyō" -continuo Yugao, con una expresión de creciente preocupación-.

"Eso no es mi problema. Kakashi es el Hokage ahora, y él debe encargarse de resolver cualquier emergencia que surja. Yo estoy de vacaciones y no pienso preocuparme por eso" -declaro Tsunade alzando los hombros con indiferencia-.

Con esa declaración, Tsunade se levanta y se dirige hacia la salida de la sala.

"Voy a descansar. Ustedes verán cómo manejan esto" -declaro Tsunade con un tono decidido mientras se aleja-.

"¿¡EEEEEHHHHHH!?" -gritaron todas las mujeres al escuchar las palabras por parte de la Senju-.

-Fin del capítulo-

De esta forma termina el capitulo 36 de "Monster Musume no Uzumaki" con la revelación que la culpable de estos falsos rumores es la misma reina del reino de las sirenas y madre de Mero. Para el próximo capitulo se viene el enfrentamiento entre madre e hija y muchas sorpresas más. Gracias a todos los que se toman su tiempo de leer esta historia y nos leemos pronto.