Jadeando en busca de aire, Asia con piernas temblorosas se encontró tratando de levantarse, pero fallando en el intento, derrotada y sin posibilidad de levantarse se recostó en el suelo demasiado cansada para importarle que se ensucie con la tierra de bajo de ella.

-vamos Asia, puedes levantarte- Shiro bromeo a su lado con una sonrisa divertida mientras estaba de rodillas mirándola, ver a la indefensa monja tirada en el suelo le hizo esbozar una sonrisa divertida, Kuro que dormía en la cima de un árbol bajo donde Asia la cual apenas la noto cuando salto y aterrizo en su estómago sacándole todo el aire a Asia.

-vamos Asia ya es hora de irnos-

-lo siento, no puedo más me duele todo, mi cuerpo no responde- con los escasos rastro de aire, apenas logro hablar a Shiro.

Suspirando Shiro se inclinó agarrándola en sus brazos, levantándola en el aire estilo nupcial, Asia se sintió como un trapo sucio recién exprimido cuando fue cargada, pero aun sintiendo un frio recorrer su cuerpo cuando el viento de la mañana la saludo –te estas adaptando muy rápido Asia, antes te quedabas desmayada del cansancio o solo te quedabas vomitando- divertido miro el rostro avergonzado de Asia –apenas me estoy conteniendo de- con el aire abandonando sus pulmones Asia coloco sus manos en su boca para evitar vomitar, Shiro agarrándola de un brazo, saco una botella de agua dándole de beber, viendo que no podía calmar su agotado ser.

-vamos bebe un poco, necesitas refrescarte- sin que Asia pudiera hacer algo, Shiro le entrego la botella de agua como si fuera un bebe dándole un biberón, Asia en respuesta por el agua comenzó a beberlo con rapidez atorándose en el proceso y botando el agua a su cara –te dije que con calma- más calmada Asia miro a Shiro –no puedo levantarme, me duele todo- levantando una ceja Shiro sonrió –quieres que te cure-

-no, solo quiero que me ayudes a lavarme- Shiro sonrió divertido por el atrevimiento de Asia y lo que significaba sus palabras –vamos Asia que pasa, porque quieres que nos bañemos juntos-

Asia giro la cabeza avergonzada por sus palabras al imaginarse esa escena de ambos bañándose juntos, tocando sus cuerpos y limpiando las partes que no pueden alcanzar –no dije eso, yo solo quería que me ayudaras a bañarme ya sabes, además que ahorramos agua si nos bañamos juntos- comenzando a reír, Shiro movió sus brazos balanceando a Asia –pareces un bebe ahora, acaso la pequeña Asia necesita un cambio de pañal-

Las palabras de Shiro avergonzaron a Asia hasta el punto que se desmayó, sin decir nada continuaron su camino hasta la iglesia saludando el nuevo día.

.

Al llegar a las escaleras de la iglesia se encontró con Akeno la cual bestia un traje de monja algo revelador, no era que le gustara ese tipo de ropa tan atrevida, sino que no había ropa de monja de su medida.

Al verlo dio su típica sonrisa falsa lo cual molesto a Shiro, suspirando le entrego a Asia –ayúdala a tomar un baño y deja esa falsa sonrisa no me gusta- dejando a Asia a un lado se dirigió a la cocina de la iglesia, la hora del desayuno se acercaba y necesitaba preparar todo –como la tuya- Akeno comento en voz baja pensando que no lo escuchara –al menos no niego lo que soy- divertido por la cara de sorpresa de Akeno, Shiro se alejó del demonio que no dejaba de verlo.

.

-que te dije de que asaltes mi cocina demonio Blanco- Shiro señalo a Koneko la cual estaba agarrando una bolsa de galletas que había hecho el día anterior, desde que el ayudo a ese demonio callejera su actitud había cambiado a una más neutral, aunque talvez su relación fuese mejor si él no la hubiera obligado a usar un traje de monja como a todos en la iglesia, sin contar con Olga que siempre estaba en el sótano trabajando duro y siempre salía para comer.

-tengo hambre- pensativo se colocó una mano sobre su mentón –parece que tu pecado como demonio es la gula, eso explicaría tu insaciable hambre, lastimosamente para ti no tenemos los recursos para comprar comida infinita como los demonios, así que tendrás que aguantarte hasta la hora del almuerzo a menos que quieras comerte a ese pervertido, hablando de ese imbécil donde esta-

-él está en el baño, no sé porque se está tardando tanto- suspirando Shiro chasqueo los dedos llamando a Karawarner –me llamo maestro- asintiendo con la cabeza señalo a Koneko –busca más harina para galletas, tendremos que hacer muchas para este glotón y de paso ve al baño, Asia está bañándose y no quiero ver que ese pervertido la mire-

-si maestro-

-gracias- Koneko susurro sentada en la mesa, su mente vagando en cada utensilio de cocina, suspirando Shiro la miro con una ceja levantada –nada de gracias, si quieres tus galletas tendrás que hornearlas yo solo te ayudare un poco, la vida no te da nada gratis, además que tienes que aprovechar tu tiempo libre en algo, desde que llegaste apenas sales de la iglesia, acaso ocurre algo que no sepa-

-nada, solo no sé qué hacer-

-ya veo, pero bueno, hasta que Karawarner traiga la harina limpia el techo de la iglesia, sé que Akeno limpia las gradas y casi toda la iglesia, pero se le olvida el techo, me pregunto si esas alas que tienen son de adorno-

-aaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhh-

Un fuerte ruido llamo la atención de Shiro que, al voltear la mirada, salió corriendo destruyendo el suelo por el impulso, sus instintos en alerta máxima hicieron que sus manos fueran reemplazadas por garras listos para matar, siguiendo a Shiro Koneko fue tras él, como su cuidador y rey tenía que obedecerlo.

.

Cuando Akeno llevo a Asia al baño para bañarla, Asia se aferró al cuello de Akeno inconscientemente rodeando sus brazos sobre su cuello, su fuerza humana hizo poco para que Akeno sintiera alguna molestia en el cuello, pero aun recordaba como ella había partido un gran pedazo de concreto de una patada, algo llamativo para ella al ver el cuerpo frágil de la monja.

Sin nada que perder y sabiendo que tenía que tomar una ducha, decidió tomar una ducha con la chica en sus brazos evitando despertarla, quitándose la ropa y las prendas deportivas de Asia, ambas quedaron desnudas entrando en una pequeña regadera.

Aún estaba acostumbrándose a vivir en una iglesia de tamaño mediana, cuartos pequeños y duchas para máximo una persona, fueron realmente extraños para ella que, si bien vivió en su niñez como humana en un templo, sus baños nunca fueron tan reducidos, incluso el baño que solían tener en el club de lo oculto era más grande, pero ahora limitada solo pudo arrodillarse y bañar a la delicada niña.

Mientras dejaba caer el agua, su respiración se obstruyo cuando el frio la cubrió, realmente odiaba que el agua fría sea lo primero que saliera de la regadera, pero aun así no se quejaría por miedo a morir o solo fue el temor que sentía hacia su nuevo rey.

La única forma de que el peerage de Gremory se salvara de las garras de Raiser, fue que otro demonio los intercambiara por sus piezas malignas, pero para Rias no había alguien digno o confiable para hacer algo así, incluso pensó en dejárselos a Sona, pero ella no tenía las piezas suficientes como para el intercambio justo, así que desesperada acudió a su hermano que preocupado busco una solución, más que todo para satisfacer a su hermana.

Ella no dijo nada del motivo por el cual abandono el mundo humano, pero el rey demonio tubo algunas teorías que fueron confirmadas cuando los demonios que mando en secreto, nunca volvieron al inframundo, temeroso de que encontraran un enemigo fuerte, Sirzechs acepto que Rias se quedara en el inframundo aun sabiendo que su boda seria pronto, pero no podía hacer nada sin comprometer su posición de Maou.

Gracias a eso, el Maou uso al peerage de Rias como sacrificio para la iglesia, una forma de entregar un tipo de ofrenda de paz al no poder proteger la ciudad de Kuoh, siendo este resguardado por los demonios en un comienzo, viéndolo más como un movimiento político los uso para declarar una paz reforzada al entregar miembros del clan Gremory a la iglesia, la ciudad de Kuoh se podía declarar neutral en esos momentos, pero desde que los demonios enviados a la ciudad desaparecieron, las tenciones crecieron en el inframundo, llegando a incluso la desconfianza de estos al o pensar que estaban siendo atacados, ya que la iglesia no rebelo quien era el exorcista que vivía actualmente en la iglesia, pero con Sona Sitri las cosas se calmaron al saber que ella estaba bien.

Dejando escapar un suspiro agarro un jabón, no era como los que ella estaba acostumbrada a usar, pero cumplía el funcionamiento de mantenerlas limpia, mientras se enjabonaba el cuerpo, escucho un pequeño gemido en las paredes.

Ella se mostró confusa por un segundo antes de continuar, estaba segura que el baño estaba vacío cuando entro o eso creyó cuando levanto la mirada por instinto. En el techo con una mirada pervertida y desnudo estaba Issei el cual las estaba mirando, mientras él se tocaba.

-Issei que haces aquí-

El grito de Akeno asusto a Issei que cayó al suelo, avergonzado no dejo de ver los cuerpos desnudos de ambas chicas hasta que la puerta se abrió revelando a Karawarner –esto tiene una explicación- Issei trato de cubrirse con una pequeña toalla que le habían prestado sus compañeras, pero poco hizo para cubrir sus miserias, invocando una lanza de luz, Karawarner se la lanzo a Issei el cual trato de escapar, hasta que la lanza se clavó en su pierna derecha haciendo que grite con fuerza.

.

Cuando Shiro llego al baño se encontró con la sorpresa de ver a una Akeno y Asia desnudas, verlas a ambas como dios las trajo al mundo fue extraño en muchos sentidos, Asia la cual había estado dormida se despertó por el grito de Issei, al verse desnuda y enfrente de Issei se cubrió con sus brazos haciéndola pareces más delicada y a la vez olvidando su adolorido cuerpo.

Cuando Asia lo vio corrió a su lado no importándole que el la viera completamente desnuda, Akeno apenada solo se cubrió con sus manos mientras Karawarner sujetaba del cabello a Issei mostrando sus miserias, Koneko solo desvió la mirada no queriendo ver a Issei –Shiro yo lo lamento el me vio desnuda, ya no soy pura, no tendré la oportunidad de casarme contigo- entre llantos Asia se aferró a su ropa hasta que dando un suspiro Shiro se quitó el abrigo que tenía puesto lanzándoselo a Akeno quien lo agarro confundida por como Shiro evito mirarla cuando levanto la mano de sus pechos.

Agachándose se quitó la polera y cubrió a Asia, ella lo miro confundida antes de avergonzarse por como quedo Shiro con la parte superior sin ropa, cargando a Asia, se alejó caminando hacia su habitación –llévate al pervertido al medio del bosque con su ropa, queda castigado hasta nuevo aviso- alejándose Karawarner asintió llevándose a Issei a otro lado dejando a Akeno y Koneko.

-estas bien- Koneko pregunto confundida por como Akeno dudaba en usar el abrigo para cubrirse, Akeno la miro y un poco temblorosa se cubrió el cuerpo con el abrigo, su ropa estaba sucia y posiblemente mojada por cómo había salido de la ducha.

Al ver a Issei siendo atacado solo pensó en retroceder con Asia que aún estaba dormida, cuando salió del baño con sus pies mojados logro caerse y a la vez despertando a Asia que no le tomo mucho tiempo descubrir que estaba pasando.

Dejando escapar un suspiro, Akeno logro sentir el calor del abrigo que la cubría, si bien no cubría su amplio pecho, cubrió lo más importante, pero la mirada del exorcista la confundió, el las consideraba seres asquerosos que deberían ser eliminados, pero el mostro algo más que asco en su mirada y fue la preocupación.

-Akeno deberíamos limpiarlo- Koneko hablo agarrando la ropa de monja que tomo prestado, asintiendo con la cabeza ella quiso ayudarla, pero Koneko la detuvo –termina de bañarte y cambiarte, yo limpiare- Akeno iba a protestar, pero Koneko comenzó a limpiar, derrotada solo asintió entrando una vez más en el baño.

.

Koneko se recostó en el techo de la iglesia, quien diría que limpiar un techo sería algo complicado, aun con la falta de conocimiento en la magia para usarlo en la limpieza, tuvo que limpiar todo con sus propias manos e irónicamente la ropa de monja la ayudaba perfectamente a moverse.

Cuando fue destinada a vivir en la iglesia, solo tenía un objetivo claro, era buscar a ese gato que irónicamente tenía el olor de su hermana, ella nunca lo olvidaría su olor y no se olvidaría de algo tan importante como su traición, por eso no le importo abandonar a su rey en su momento más vulnerable, su cabeza estaba completamente echo un desastre al no poder encontrar al gato cuando piso la iglesia, después de que comenzó a vivir en la iglesia, noto que el gato se alejaba de ella alzando sus sospechas, como si ocultara algo.

Fue en esos momentos cercanos al medio día que volvió a sentir el aroma de su hermana, ella se levantó y busco con su cabeza en todas direcciones, hasta que la vio echada en la cima de una rama, sus ojos se llenaron de lágrimas y su cuerpo se volvió pesado, cayendo al techo de rodillas ella levanto la mirada triste –así que eras tú-

Mirando de frente a una chica con kimono negro, levanto sus manos para limpiarse los ojos llorosos que se asomaban, pero sus manos estaban formando un puño cuando los recuerdos volvieron a ella, su cautiverio en una prisión siendo una niña, los maltratos de los soldados y la molestia presencia de Rias que la trato como una mascota desde que era pequeña, tantas deseos y emociones solo pudieron explotar.

-hola Shirone, me buscabas- Koneko se atraganto con su saliva al ser llamada por ese nombre que ya había olvidado, tantos recuerdos y sentimientos resurgieron de ella, tantas preguntas que quería decir, pero ella no logro formular alguna pregunta, solo su mirada baja fue una señal para la mujer que tenía en frente.

.

-te has vuelto muy adorable Shirone, me gusta tu ropa- a pesar de que ella le gustaba bromear al decir Nya al final de cada palabra, sabía que no era el momento adecuado cuando su hermana estaba en frente con ojos llorosos –por qué- Koneko solo pudo formular dos palabras antes de que levantara la cabeza, sus ojos rojos y llenos de lágrimas estaban a punto de estallar.

-a que te refieres Shirone-

-tú lo mataste- frunciendo el ceño, ya se dio cuenta a que se refería, recordando un punto en su vida que lo cambio todo –después de tantos años me preguntas eso, acaso no te lo dijeron- aun cuando ella trato de negar la pregunta, tuvo que saltar de la rama del árbol, evitando que Koneko la golpeara cuando Koneko salto sobre ella, sin descanso y furiosa Koneko salto entre los arboles tratando de golpear a su hermana la cual evitaba usar sus poderes.

-ven aquí Kuroka- el ser llamada por su querida hermanita hizo que su corazón se acelerara con varios recuerdos asomándose a su mente, sin darse cuenta en su escape llego al borde de la barrera, Kuroka se paró asustada a las orillas de la barrera –espera Koneko, no me obligues a pelear contigo- ella trato de tomar la delantera, pero su hermana con sentimientos retenidos salto sobre su hermana la cual trato de escapar, pero fue sujetada de la cola haciendo que gritara como un gato.

Agarrándola del gato la movió como si fuera un saco y luego la estampo contra el suelo, tirada en el suelo, Koneko saltando sobre ella, Koneko teniéndola donde quería comenzó a golpearle la cara, Kuroka derrotada solo se dejó golpear por su hermana, aun cuando ella lo negara, sabía que su pequeña Shirone estaba sufriendo desde hace muchos años en silencio cuando ella la abandono, creyó erróneamente que si dejaba a Koneko con los demonios tendría una mejor vida, pero fue todo lo contrario, ella aun cuando era la más buscada en ese tiempo, busco la forma de salvar a su hermana que estaba en prisión, solo viendo como era maltratada.

Siempre trato de acercarse a la casa de los Gremory con la intención de salvar a su hermana, pero no lo consiguió, mientras la veía a lo lejos crecer sola y triste, pensó en salvarla cuando tuviera la oportunidad, sin embargo, su nuevo grupo impedía que ella volviera al inframundo o si quiera pudiese acercarse a ella ya que no tenía los recursos para seguir esperando por su hermana, después de mucho tiempo al final solo pudo ver como ella hacia su vida como una esclava de los Gremory, ella no tenía el derecho a separarla de esa nueva vida a la cual parecía gustarle así que la abandono una vez más.

Pero todo pensamiento desapareció cuando sintió un líquido rodar por sus mejillas adoloridas, abriendo lo mejor que podía sus ojos hinchados, vio a su querida hermana llorar sobre ella, el rostro estoico que siempre la vio usar, había desaparecido por completo mostrando el dolor que había estado guardando en su interior por varios años.

-porque hermana- Koneko susurro, sus puños ya no trataban de golpearle el rostro quedándose a medio golpear con su brazo elevado en el aire, sin poder aguantarlo y aun adolorida por los golpes en el rostro Kuroka se levantó dándole un abrazo y aferrándose al pequeño cuerpo de Koneko que se estremeció por su toque, cuando Koneko sintió los brazos de su hermana rodeando su cuerpo, comenzó a resistirse dando golpes simples a su pecho y estómago, pero su hermana mayor no se defendió y solo la abrazo, ese maldito abrazo con varios sentimientos mostrados comenzaron a destruir la ira de Koneko, tanto dolor reprimido que acumulo estaban desapareciendo en los cálidos abrazos de su hermana mayor que para rematar comenzó a tararear una melodía que usaba ella para hacerla dormir, cuando eran niñas y tenían hambre al no poder conseguir nada de comer en todo el día después de buscar en la basura.

Sin poder aguantarlo más Koneko comenzó a llorar con más fuerza, no reteniendo sus gritos de dolor y la emoción de volver a estar con su hermana, sin darse cuenta, ella le devolvió el abrazo rodeando las caderas de su hermana mayor comenzando a soltar su dolor.

.

-vamos pervertido no te resistas a tu destino- agarrando con fuerza la pierna derecha de Issei, se lo arranco de un tirón, Issei cayendo al suelo grito sosteniendo su extremidad faltante, sin darle descanso le dio una patada en la cara haciendo que rodara por el suelo.

-maldito, me vengare- apretando los dientes y con mocos chorreando por su cara Issei lo miro molesto, Shiro en respuesta le dio una patada más en la cara, esta patada logro destruir la nariz haciendo que cayera mucha sangre de sus fosas nasales sobre su mugroso cuerpo, su brazo derecho apretado en un puño sufrió una trasformación haciendo que fuera cubierto por un guantelete rojo y una gema verde que irradiaba un gran poder.

-tu veras…- poniéndose de rodillas, Issei trato de darle un golpe, pero no sirvió de nada cuando cayó al suelo con su brazo extendido de forma estúpida –mira chico, no me agradas, pero tampoco puedo matarte, Asia está muy deprimida porque la viste desnuda así que para calmarla le prometí que te daría un escarmiento-

Pisando el brazo de Issei, Shiro agarro la cabeza de Issei quien no dejo de llorar y de un fuerte golpe lo dejo noqueado –para ser un demonio, sí que eres fácil de noquear- suspirando agarro el brazo de Issei –oh vaya, que interesante- sonriendo levanto el brazo de Issei hasta que sujetando su brazo se lo arranco de un golpe.

Issei que estaba desmayado despertó gritando de dolor revolcándose en el suelo esparciendo su sangre en el suelo, mientras que Shiro miro el guante rojo –mi brazo…..AAAAAAhhhhh…. mi brazo….- entre llanto y maldiciones Issei se giró buscando su brazo el cual estaba siendo sostenido por Shiro –tu….-

-me sorprendes que no me sigas insultando, eso es un avance, pero no lo suficiente- agarrando del cabello a Issei lo levanto hasta su altura lanzándolo contra un árbol donde su cabeza se atoro en las ramas, por la fuerza del impacto y de las ramas, su cuerpo quedó paralizado en el árbol –eh querido probar esto mocoso desde que escuche de las Longinus- Issei a penas consiente comenzó a parpadear, pero Shiro notando como el sacred gear comenzaba a desaparecer le dio una patada en los huevos, haciendo que Issei volviera a gritar –no te duermas ya que no puedo probar esto si te duermes, a diferencia de los demonios callejeros comunes, los demonios con sacred gear poseen algo único y quiero probar algo que me comento cierto ángel caído pervertido-

Aun adolorido Issei trato de mantener su ojo bueno mirando, ya no quería sentir dolor, incluso creyó que era una pesadilla cruel –veamos qué pasaría si- el guante rojo que portaba una gema verde junto con todo el brazo de Issei fueron devorados por Shiro quien abrió su boca como si fueran las fauces de un animal, su boca se alargó y sus colmillos parecieron ser miles cuando las abrió, comenzado a masticar el brazo de forma grotesca, Issei miro aterrado moviéndose en su lugar mientras veía su brazo ser devorado.

-vamos no trates de escapar- sonriendo con la boca llena se tragó el brazo de Issei, escupiendo un poco de saliva al suelo se acercó a Issei –te curare de tu perversión Issei Hyodo- dando una sonrisa diabólica pensó en que hacer, hasta que su celular comenzó a sonar, curioso de quien podría ser agarro su celular notando un numero extraño.

-hola, con quien hablo- hubo un silencio incomodo de unos segundos y cuando estaba listo para colgar la llamada una voz se escuchó –Profesor Kotomine, podemos hablar- tardo unos segundos en darse cuenta de quién era –oh Sitri eres tú, que desea un demonio como tú de un inocente siervo de dios como yo- con una sonrisa divertida logro escuchar varias voces de incredulidad del otro lado –quería pedirte un favor y-

-me niego-

-pero no sabes- sin esperar más colgó la llamada –en que íbamos- convirtiendo su mano en garras, su celular volvió a sonar, molesto contesto una vez más la llamada –por favor es importante-

-estoy en algo importante, puede esperar-

-no- suspirando Shiro miro a Issei –te salvaste esta vez- dando una sonrisa despiadada miro a Issei que se estaba orinando en los pantalones –donde nos vemos- tras meditar un segundo Sona hablo del otro lado de la llamada –podemos vernos en la escuela- tras meditar un segundo negó con la cabeza –sé que no puedes verme, pero estoy negándome con la cabeza, nos vemos en un café en el centro de la ciudad tipo cuatro, tengo que cocinar para mi grupo-

Sin esperar confirmación colgó la llamada y guardo su celular -bueno necesitamos hacer esto rápido así que aprieta los dientes- con sus grandes garras siendo cubiertos por líneas azules, la diversión comenzó.

.

-lamento que la comida no fuera tan detallada como en otras ocasiones, pero estuve ocupado con el adiestramiento de un insecto, sentados en la mesa, Shiro miro a sus invitados y a Koneko que estaba con ojos rojos –puedo preguntar demonio blanco porque tus ojos están rojos, parece como si hubieras llorado- divertido miro el rostro de los demás en busca de alguna culpa.

-donde esta Issei- Akeno hablo llamando la atención de Shiro quien sonrió de forma divertida e imitando las acciones de Akeno, se cubrió la boca con una sonrisa –dije que estaba castigado hasta nuevo aviso, lo único que necesitas saber que sigue vivo-

Akeno lo miro y entrecerró los ojos, no le gustaba que la imitaran, pero no podía hacer nada, Asia por su lado se aferró a su brazo izquierdo y agarrando una cuchara con arroz se lo extendió a la boca –di ahhhh- Shiro un poco curioso solo abrió la boca recibiendo la comida de Asia que sonrió al ser aceptada.

-cierto no viste a Kuro- Asia hablo buscando a su gato y Shiro noto como Koneko se estremecía en su lugar al escuchar la palabra gato, asomándose entre las piernas de Koneko, la cabeza del gato miro a Asia –que demonios, Kuro quien te ataco- Asia corrió rápidamente agarrando al gato en sus brazos, Koneko se estremeció y trato de sujetar al gato, pero la mirada de Shiro la congelo.

-parece que tuvo una pelea de gatos muy fea, dame al gato Asia- revisando los golpes del gato Asia le entrego a Shiro en sus manos al gato, agarrando el gato le mordió la oreja del gato haciendo que maullara con fuerza y que rápidamente sus heridas se curaron.

-ya está Asia, no tiene nada malo, pero para la próxima ayuda al gato en su pelea- con una sonrisa divertida agarro al gato negro girándolo en su lugar como si fuera un juguete –bueno a comer que se enfría- dando un poco de comida en un plato, echo a Kuro al suelo para que almorzara con ellos.

Mientras todos comían en silencio, la puerta de la habitación de Olga se abrió revelando a una despeinada Olga –Shiro necesitare que me prestes a tus servant- Shiro la miro confundido por como uso ese término en frente de los demonios –claro, puedes usarlos- Shiro trato de seguir comiendo, pero Olga continúo hablando –no me refería a eso, quiero me pe prestes un sello de comando-

-Shiro la miro y entrecerró los ojos, a diferencia de la Olga que conocía, su actitud pareció cambiar cuando ella no lo miro a los ojos –hay algo que deba saber Olga-

-no, nada-

-está bien, después de comer, únetenos- con una actitud despreocupada, Shiro continúo comiendo mientras Olga desviaba su mirada, algo ocultaba Olga y Shiro descubriría que era.

.

Lamento la mala ortografía espero que se entienda.