La habitación de Ryou estaba sumida en un pequeño silencio. No era pesado, tampoco era incómodo. Al contrario, era cálido y pacifico para los dos chicos que estaban recostados en la cama de Sakurai, solamente disfrutando de la compañía mutua. De estar con ellos ya no solo como compañeros de equipo, ni de salón.

La forma en la que sus labios se buscaban mientras oían la música del iPod de Aomine perdido entre las arrugas de las sabanas de la cama. Esa tarde era diferente a todas las anteriores de conocerse siete meses atrás, debía ser diferente.

Ese era el pensamiento de Aomine que no dejaba un momento los labios de Sakurai. Sus ojos azules veían el comportamiento ya no tan temeroso de Ryou con él, especialmente estando en la intimidad de la habitación de Ryou. El castaño seguía manteniendo sus ojos cerrados cuando Aomine iniciaba un nuevo beso, no se atrevía a verlo a los ojos.

Y eso es lo que volvía loco a Aomine.

-Ryou...- llamo en un susurro a Sakurai que mantenía sus manos en el pecho vestido de Aomine, Daiki sonrió levemente acomodando el cabello que impedía ver el rostro de Ryou atrás de la oreja de Sakurai que hasta ese momento se atrevió a abrir los ojos, Aomine mantuvo su diestra en la mejilla izquierda de Sakurai provocando que los ojos caramelos vieran inocentemente sus ojos azules -si no nos controlamos ahora, pasara algo más entre nosotros. Algo que quiero vivir contigo cuando tú lo quieras así- con su pulgar acaricio la mejilla de Ryou.

Sakurai parpadeo un par de veces confundido, tomo con cariño y lentamente las mejillas de Aomine con sus manos mientras acariciaba la morena piel con cuidado -quiero seguir besando a Aomine-san así- respondió en un susurro bajito Ryou acomodando los cabellos de Aomine -por favor- lentamente volvió a besar a Aomine, sin soltar su rostro, sus labios chocando con los contrarios con suavidad, sin intenciones de jugar con Aomine como en ocasiones pasadas.

Solo quería estar así un rato más con Aomine.

-Me volverás loco un día de estos, Ryou- expreso Daiki acomodando el cuerpo de Ryou sobre la cama, cuidando que su cabeza descansara correctamente sobre la almohada -me pones cada día más difícil no saltarte encima, no quiero hacerlo hasta que seas mi novio formalmente- capturo los labios de Ryou que ahora rodeaba su cuello con sus suaves manos, jugando con los cabellos de su nuca.

Iniciando uno de los besos que Aomine empezaba a gustar debido a que se trataba de Ryou, de nadie más.

-A-Aomine-san- Ryou puso sus manos sobre los hombros de Aomine que ahora besaba su cuello descubierto, manteniendo sus manos en la cintura de Sakurai por encima de la ropa -e-eso se siente cálido-

Aomine soltó una pequeña carcajada varonil estremeciendo con esa acción a Ryou -se sentirá mejor el día que quieras pasar a la segunda etapa de esta relación, Ryou- volvió a soltar besitos sonoros y calientes en la piel que hubiera disponible en el cuello de Ryou -quiero que seas mi novio, Ryou. Quiero que seas mío, quiero tanto de ti pero por ahora me conformo con ser el dueño de tu corazón y sentimientos. Se mío, por favor- abrazo el cuerpo de Ryou con suavidad sin perder detalle del rostro de Sakurai.

-¿E-esa es una confesión de amor, A-Aomine-san?-

Aomine no detuvo su carcajada por la pregunta de Ryou, adoraba ver el rostro de Ryou sonrojado y avergonzado, las dos cosas por su culpa. Su bendita y maldita culpa.

-Puedes tomarlo como confesión de amor- respondió Daiki besando las mejillas de Ryou sin intenciones de soltar el cuerpo de Ryou -una de las tantas que te diré hasta que digas que si, Ryou-

Las mejillas de Ryou se sonrojan hasta un color escarlata intenso, Aomine sonrió besando los labios de Ryou que no le rechazaba y que al igual que él se buscaban mutuamente.

-Y-yo también amo a Aomine-san- respondió bajito Ryou una vez se separaron de ese íntimo beso, un hilito de saliva los estaba uniendo y Aomine siendo como es, limpio los labios rojos de Ryou con su pulgar -l-lo amo, mucho-

-Gracias, Ryou- beso la frente de Sakurai al mismo tiempo que Ryou abrazo a Aomine por el pecho -gracias por esperarme- abrazo de igual forma a Sakurai, asegurándose de que fuera refugiado correctamente con su cuerpo.

Un trozo de su alma había dejado de pesar luego de esa tarde.

72 horas antes del partido de Too vs Seirin.

Harasawa Katsunori alzo la ceja intrigado mientras veía de reojo los papeles que Momoi le había entregado esa tarde.

Además de que discretamente buscaba a-

-¿Alguien ha visto a Aomine y a Sakurai?-

Wakamatsu recibió un balonazo en el pecho cuando Susa lo golpeo sin querer por la interrogante del entrenador.

Demonios.

-Dai-chan y Ryou-chan tuvieron una emergencia, Harasawa-sensei. Mañana le explicaran con detalle lo que ocurrió que por eso no pudieron avisarle ahora- respondió Satsuki dándose una idea de donde estaban Aomine con Ryou.

-Veo que la relación de ese par mejoro- exclamo Katsunori regresándole los papeles que Momoi le había dado -solo espero que Aomine no sea una bestia con Sakurai. Necesito que Sakurai de todo de sí en este partido y si empieza a cojear me la cobrare con Aomine-

Imayoshi esculpió el trago de agua que tenía en los labios por lo que insinuó Harasawa.

Susa soltó una pequeña risita, definitivamente ese semestre sería interesante.


Sakurai ahogo un pequeño gemido en cuanto Aomine coloco sus caderas encima de sus piernas. El movimiento inquieto de ambos estaban poniendo en una encrucijada a los dos, pero ninguno quería pensar con seriedad las acciones que estaban haciendo.

-Relájate Ryou, no haremos nada que no quieras- explico Aomine quitándole a Ryou su playera, arrojándola en alguna parte de su habitación. Sakurai se mantenía con los ojos cerrados, completamente sonrojado pero apoyándose tímidamente en el pecho descubierto de Aomine. Entre los dos se estaban quitando la ropa, explorando el cuerpo contrario sin prisas, cuidando que la sensación que provocaban en cada uno se grabara en la piel del otro -abre los ojos, no pasara nada si me ves un momento-

-Lo siento, Aomine-san- pronto Daiki se acomodó en medio de su cama, doblando sus piernas en forma de indio, sentó a Ryou encima de él sin dejar de verse a los ojos -e-es la primera vez que veo de esta forma a Aomine-san-

-No tengas miedo, haremos esto con calma- acomodo los cabellos de Ryou dejando en libertad el rostro del castaño que veia y tocaba con curiosidad sus pectorales marcados -sigue tocándome, no me enojare contigo-

-E-eh, yo...- las mejillas de Ryou se sonrojaron al notar que seguía tocando el pecho de Aomine -n-no quería incomodar a Aomine-san-

-Está bien Ryou- lentamente las palmas de sus manos tocaron la espalda de Ryou estremeciendo a Sakurai con su toque -solo relájate, nos detendremos hasta donde te sientas inseguro de continuar- dejo sus manos en las caderas de Ryou que ahora lo veía atentamente.

-E-está bien Aomine-san- puso sus manos suavemente sobre los hombros de Aomine que veía interesado el cuerpo arriba del suyo, pronto Ryou se relajó un poco más y beso los labios de Aomine que esperaba aquel contacto con Sakurai. Pronto aquel beso fue subiendo de intensidad, Ryou movía sus labios al mismo tiempo que Aomine buscando que las lenguas de ambos se unieran íntimamente entre sus labios, con el movimiento de ambos Ryou acostaba el cuerpo de Aomine sobre su almohada desordenada; Daiki se aseguró de que sus dedos se hundieran en los cabellos castaños, buscando profundizar más ese beso.

Ryou no iba a mentir, empezaban a gustarle esos besos.

-Mas, Aomine-san- suplico Ryou sonrojado completamente, sus labios estaban a milimetros de los de Aomine, quería otro beso como el anterior.

-Está bien Ryou- capturo de nuevo los labios de Ryou asegurándose de que sus lenguas volvieran a encontrarse en una danza íntima y sensual -deja que yo me encargue de todo-

Esa noche era el inicio de todo para ambos.


Oficialmente serán 32 capítulos los que conformen este fic, asi que si. Este fue el capítulo 22, diez capítulos mas y terminamos con este proyecto. Gracias desde ya por todo su apoyo y lecturas.