Obito se sentía algo irritado.

Si Kakashi no participaba, ganar el primer lugar no tendría sentido para él.

Lo que Obito quería era derrotar a Kakashi frente a Rin, recuperar su honor ante ella y asegurar la primera posición. Sin Kakashi, ganar el primer lugar no traería mucha alegría a Obito.

Su obsesión por ganar el Concurso de Ninjutsu Juvenil había sido provocada enteramente por Kakashi.

En aquel entonces, frente a Rin, Kakashi había asegurado el primer lugar de manera contundente, opacando las puntuaciones de Obito y convirtiendo su declaración de campeonato en una burla.

Obito había mantenido este incidente en mente, pero hasta ahora no había tenido la capacidad para ganar.

Ahora que poseía la capacidad de vencer a todos, descubrió que su oponente ya se había retirado, dejando a Obito bastante descontento.

"No, ¡debo hacer que Kakashi participe en la competencia!" Pensaba Obito cada vez más que una competencia sin Kakashi era simplemente inaceptable.

"Quizás pueda preguntar a Kakashi después de la escuela si tiene alguna idea de participar," sugirió Rin.

"Puedo ir contigo. Ha pasado un tiempo desde que vimos a Kakashi," agregó Obito.

Aunque los tres mantenían una buena relación, sus oportunidades de encontrarse se habían reducido desde que Kakashi se graduó. Como estudiantes, Rin y Obito debían ir a la escuela todos los días, mientras que Kakashi, como ninja, tenía misiones que atender.

"Está bien," asintió Obito, pensando que la idea de Rin era buena.

Antes de que terminara el día escolar, Obito tomó un día libre con Mutsuki y decidió no visitar la casa de Mutsuki ese día. En su lugar, primero abordarían el asunto con Kakashi.

Después de la escuela, Rin y Obito fueron directamente a la casa de Kakashi.

La casa de Kakashi no estaba en el área principal de la ciudad, sino en los suburbios adyacentes a ella. Aunque no tan bulliciosa, carecía de la congestión de la ciudad principal.

Rin y Obito habían visitado antes la casa de Kakashi e incluso habían sido invitados a una comida.

Cuando vieron la gran casa de techo plano a lo lejos, los dos supieron que habían llegado.

Los dos tuvieron suerte; ese día, Kakashi no tenía misión. Cuando llegaron a la casa de Kakashi, él estaba practicando en el jardín.

Kakashi sostenía una corta espada de Chakra plateada, cortando sin esfuerzo la cabeza y las extremidades de un muñeco de paja en solo dos o tres movimientos. Al ver a sus amigos, Kakashi soltó un suave suspiro y volvió a enfundar la espada de Chakra en su espalda, preguntando, "¿Por qué han venido?"

"Ha pasado un tiempo desde que jugamos juntos. Todos te extrañamos, así que vinimos a buscarte," dijo Rin con una sonrisa, siendo cortés.

Sin embargo, Obito no era tan diplomático como Rin. Preguntó directamente, "Kakashi, el Concurso de Ninjutsu Juvenil está a punto de comenzar. ¿Quieres inscribirte?"

"¿El Concurso de Ninjutsu Juvenil?" Kakashi pensó por un momento, recordándolo como una competencia casual en la que solía participar cuando aún estaba en la escuela. "No estoy interesado," respondió Kakashi con indiferencia. Desde su punto de vista, tales competiciones eran para niños, y el primer premio era solo un Kunai un poco más elegante.

Incluso en la escuela de ninjas, solo participaba por aburrimiento, y mucho menos ahora. El rostro de Obito se cayó; la negativa de Kakashi era demasiado rotunda.

"¿Por qué? Participaste antes, ¿no?" Persistió Obito, reacio a rendirse. Realmente quería que Kakashi se uniera a la competencia.

"En aquel entonces, aún era un estudiante de la Academia. Ahora ya soy un Chunin," Kakashi señaló el protector de ninja en su frente.

Obito sintió que Kakashi estaba implicando algo. En aquel entonces era un estudiante, y aún sigue siendo un estudiante ahora.

"Seas un Chunin o no, no importa. De todas formas, no hay límite de edad," continuó Obito.

"¿Tengo que decir directamente que no estoy interesado en estos juegos infantiles?" Al ver que Obito persistía, Kakashi habló sin contemplaciones.

Obito se sonrojó un poco. ¿Juegos infantiles? ¡Es el Concurso de Ninjutsu Juvenil!

"Participaré en la competencia. Kakashi, ¿tienes miedo de perder contra mí?" Obito, ahora un poco agitado, comenzó a adoptar una postura más agresiva.

"¿Perder contra ti? ¿Alguna vez has ganado contra mí?" dijo Kakashi sin emoción.

"Yo... yo..." Obito buscó frenéticamente en sus recuerdos y, sorprendentemente, se dio cuenta de que, de hecho, nunca había ganado contra Kakashi. Ante este frustrante hecho, Obito no pudo evitar sonrojarse de nuevo.

"No te pongas demasiado orgulloso, Kakashi. Ahora soy diferente de antes," dijo Obito, con las manos en las caderas, tratando de afirmar que había cambiado significativamente.

Kakashi examinó a Obito, con sus gafas y su traje deportivo, una sonrisa tonta en el rostro, con las manos en las caderas. Ese encanto tonto era simplemente demasiado.

"No lo he notado," comentó Kakashi honestamente.

"¡Maldita sea!" Obito no pudo contenerse.

"Ustedes, incluso después de finalmente encontrarnos, siguen siendo los mismos de antes," dijo Rin, observando la escena con una mano cubriendo su boca y riendo ligeramente.

Esta escena probablemente se había repetido frente a Rin innumerables veces. A Obito le encantaba desafiar a Kakashi, pero al final, siempre era Obito quien terminaba en desventaja.

Obito respiró hondo, calmando sus emociones momentáneamente. De repente, recordó a su sensei, Mutsuki.

"Si fuera el sensei Yumi, ¿qué enfoque usaría?" reflexionó Obito.

Para hacerlo practicar más seriamente, Mutsuki le hacía realizar una tarea adicional cada vez que recibía un golpe. Aunque el entrenamiento era desafiante, las tareas adicionales eran aún más desagradables. Así que, para minimizar el malestar, Obito practicaba más seriamente para reducir la cantidad de golpes.

"Evaluando las opciones..." Obito de repente tuvo una revelación y se le ocurrió una idea.

"Kakashi, dijiste que no puedo vencerte, ¿verdad? ¿Qué tal una pequeña apuesta?" Obito sonrió de manera provocativa.

La expresión de Kakashi permaneció inalterada mientras respondía con calma, "¿Vamos a apostar sobre quién llega primero en la competencia? ¿Crees que caeré en una provocación tan obvia?"

Participar en una competencia tan sin sentido no valía la pena; preferiría pasar su tiempo leyendo.

"Por supuesto que no. Como crees que eres tan hábil, ¿qué te parece si comprobamos si tu percepción es más rápida o mi velocidad?" sugirió Obito.

"Si ganas, no volveré a mencionar la competencia y te invito a cinco tazones de ramen. Si pierdes, solo tendrás que participar en la competencia," añadió.

Mientras Kakashi no aceptara, Obito seguiría insistiendo para que participara en el Concurso de Ninjutsu Juvenil. Eventualmente, Kakashi acabaría aceptando este desafío más simple y rápido.

Kakashi no aceptó de inmediato, sino que preguntó, "¿Cómo exactamente vamos a competir?"

Obito arrancó una hoja de un árbol al lado de la casa de Kakashi y la colocó en su palma, diciendo, "Es sencillo. Cambiaré rápidamente la hoja entre mis manos izquierda y derecha, y al final, solo tendrás que adivinar en qué mano está la hoja. Simple, ¿verdad?"

Después de considerar la propuesta, Kakashi pensó que la velocidad de las manos de Obito no podría superar su visión, así que aceptó.

Conociendo el temperamento de Obito, podría seguir molestándolo hasta la noche. Era mejor usar este simple desafío para mostrarle a Obito la diferencia entre ellos.

Obito llevó la velocidad de sus manos al extremo, moviendo rápidamente la hoja entre sus manos izquierda y derecha. Después de unos cinco minutos, finalmente se detuvo.

"Mano derecha," Kakashi señaló directamente la mano derecha de Obito.

"Realmente no sé de dónde sacaste ese espíritu valiente para desafiarme con esto," Kakashi expresó algo de decepción.

Pensaba que la velocidad de las manos de Obito sería más rápida, pero resultó que la hoja nunca salió de su línea de visión. Al escuchar las palabras de Kakashi, Obito estalló en risas y preguntó, "Kakashi, ¿estás seguro de que es esta mano, y una vez confirmado, no puedes cambiarla?"

"¿Tratando de engañarme? Es la mano derecha; adelante, ábrela," Kakashi no cambió de opinión a pesar de las risas de Obito. Simplemente sentía que Obito estaba faroleando.

"Entonces, la abriré." Obito abrió lentamente su mano derecha.

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