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El silencio era incomodo, la tensión que se sentía en aquel vehículo se podía cortar con unas tijeras.
La mayor tenía el ceño fruncido mientras conducía hacia su hogar, su hija en compañía de su novio, iban en el asiento trasero, sentados como dos niños que acababan de ser regañados por alguna travesura realizada.
-Mamá…
-Ahora no Candice – dijo sin desviar su mirada del camino – ya hablaremos cuando lleguemos a casa.
La rubia bajó la cabeza y miró de reojo a su novio, quien parecía estar tranquilo, cuánto deseaba tener su temple; ella estaba completamente nerviosa, pues conocía el carácter de su madre y se imaginaba lo que vendría una vez llegaran a su casa.
Mientras miraba el camino por la ventana se preguntaba cómo sabía su madre, dónde encontrarla exactamente. Acaso su madre sabía el lugar exacto donde ella estaba con Terry?
Flashback
Susana caminaba furiosa hacia la salida, le dio rabia ver a Candy besarse justamente con aquel joven que le había gustado; ahora odiaba más a la rubia, no solo era mejor que ella en el ballet o era amada incondicionalmente por sus padres; sino que también había conquistado al hombre más guapo que había conocido, tontamente había creado una historia de amor con aquel castaño, sin siquiera haber entablado una conversación con él, ya había imaginado como se le declararía o cómo la idolatraría, estaba renegando de aquellos sueños frustrados hasta que chocó con la madre de su rival.
-Oh! Lo siento. – se disculpó la mayor.
-No se preocupe. – dijo algo molesta hasta que reconoció a la mujer – es usted la madre de Candy?
-Sí, eres su amiga? – pensó que podría ser esa nueva amiga, con la que salía últimamente - la has visto?
-Sí estaba al final del pasillo, detrás de las escaleras que van a la azotea.
-Gracias. – se preguntaba porque su hija estaría en ese lugar.
Con una sonrisa maliciosa Susana observó como la madre de Candy se dirigía hacia donde ella estaba besándose con aquel monumento de hombre, esperó un poco y la siguió, no se perdería el espectáculo que se armaría, pues era bien sabido por muchos que la madre de Candy era muy estricta con respecto a los noviazgos.
Nuevamente Susana se ocultó en un pequeño pasillo para no perderse el show que estaba segura darían madre e hija; sin embargo, no todo saldría como ella se lo había imaginado.
-Candy! – vio a la rubia alejar a Terry – qué significa esto? – sonrió ampliamente al oír la voz molesta de la mayor.
-Mamá… - se regocijó al ver el miedo en el rostro de su rival.
-Ahora mismo me explicas que haces con este joven!
-Mamá… él es Terrence – Candy se mostró segura – mi novio.
-Oí bien? – pensó la rubia lacia. - Acaso dijo novio?
-Tu… nov… - respiró profundo antes de decir algo más - Candy, vamos a casa en este momento. – fue una orden que no permitía apelación.
-Yo… - miró a Terry.
-Señora White, yo soy…
-Su novio – lo interrumpió – ya lo dijo mi hija – miró a Terry – supongo que también vendrás con nosotras.
Sin decir más los tres caminaron hacia la salida. La madre de Candy iba adelante, la joven pareja se miraba sin entender la actitud de la mayor, hasta que Candy supo el motivo. -"Nunca armes un escándalo en tu lugar de trabajo o estudio, si quieres ser una bailarina famosa, lo serás por tu talento, no por el escándalo" – eso le había dicho hace algunos años.
Susana los vio alejarse, estaba furiosa, creyó que la madre de Candy le reclamaría, gritaría e incluso esperaba que la golpeara por no haber obedecido su orden de no tener novio.
Fin de flashback
Candy estaba sumida en sus pensamientos cuando sintió que Terry le tomaba la mano y se la apretaba ligeramente para tranquilizarla. Se sintió segura, ya estaban por llegar a su casa y pronto todo se aclararía.
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-No contesta?
-No – Paty bajó el celular – seguro Terry se la llevó para festejar.
-Qué mala suerte quería celebrar con mi gatita su éxito – se quejó Archie – este es el primer paso para que se cumplan nuestros sueños de bailar juntos profesionalmente.
-Ya basta hermano – Stear se dio cuenta que aquel comentario lastimó a Annie – lo más seguro es que Candy sea elegida por alguna compañía extranjera y se vaya dejándote aquí solo. – dijo riendo.
-No destruyas mis sueños Stear! – dijo falsamente molesto – pero aun si eso pasa, estaré feliz por ella, además siempre regresará y será mi bailarina principal.
-Ya dejen eso – interrumpió Anthony – mejor celebremos el éxito de estas dos talentosas bailarinas. – miró a Paty y Annie – lo hicieron muy bien chicas, felicidades por obtener los papeles principales. – las jóvenes sonrieron contentas.
-Tony tiene razón! – Archie miró a las jóvenes y tomó la mano de la morena – lo hicieron de maravilla, están un paso más cerca de ser una de las mejores.
-Aquí tienen sus pedidos. – Karen dejó las tazas de café en la mesa, luego los pedazos de pastel.
-Gracias – dijeron todos al unísono.
-Si necesitan algo más no duden en llamarme. – miró a Anthony al decir aquello.
-Gracias. – le sonrió dulcemente.
-Qué les parece si en la noche vamos a un club a celebrar. – propuso Stear – Tony, llamarías a Candy y Terry?
-De acuerdo. – aceptaron todos, luego comentaron los resultados de la presentación y los nervios que sintieron.
Mientras comían se pusieron de acuerdo a que club irían, las chicas se vestirían en casa de Paty, sus novios las recojan de ahí.
-Parecen muy animados. – dijo Tom detrás de Karen, ella no desvió su mirada de aquel grupo.
-Creo que les fue bien en una prueba, deben estar felices.
-Ellas son las amigas de la novia de Terry, cierto?
-Sí, escuché que la mencionaban a ella y Terry para salir a celebrar.
-Y eso te molesta?
-No, ya no. – dijo bajito, últimamente no había coincidido con el castaño.
-Creo saber al responsable de ese cambio. – miró al rubio del grupo.
-No sé de qué hablas Tom. – se giró y entró a la cocina.
-Sí que lo sabes. – sonrió al ver un leve sonrojo en su amiga. – vamos Karen acéptalo! – fue detrás de ella para molestarla un poco.
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Cuando llegaron a la residencia, bajaron del auto y nuevamente los jóvenes caminaron detrás de la madre de Candy.
-Ahora sí, explícame que es eso de que este joven es tu novio. – Rose miró a su hija.
-Buenas tardes señora White – Terry se puso a lado de Candy – soy Terrence Graham – extendió su mano, por educación la mayor la estrechó. – entiendo que esté molesta porque Candy y yo ocultamos nuestro noviazgo; sin embargo, fueron las circunstancias las que nos obligaron a hacerlo.
-Las circunstancias?
-Así es, Candy estaba frente a una presentación que determinaría su futuro y lo menos que queríamos era que pasara por situaciones que la desconcentraran en sus prácticas.
-Y cree usted que su noviazgo no la desconcentra?
-Con todo respeto, no lo creo. – fue firme – sé muy bien cuál es la meta que tiene Candy, y sólo quiero apoyarla en conseguirlo, así como usted lo ha hecho hasta ahora. - La madre de Candy escuchaba todo lo que el joven le decía.
-Y cuándo pretendían decirme sobre su relación? – miró enojada a su hija – acaso, para ti, eso es respeto? – miró a Terry – o pretendían esconder su relación para siempre?
-Justamente hoy. – habló la rubia menor – para mí era importante demostrarte que mi noviazgo con Terry no perjudicaría mi desempeño en el ballet. – se acercó más a su madre – mamá… hoy conseguí uno de los papeles principales, lo ves? Mi relación con Terry no me perjudica en absoluto.
La mayor estaba feliz porque su hija había conseguido un papel principal y estaba más cerca de conseguir sus sueños. – desde cuando están juntos?
-Más de dos meses. – Candy se asustó cuando vio a su madre achicar los ojos – mamá, Terry quería hablar contigo; pero yo no se lo permití.
-Cómo? Y supongo que él aceptó contento.
-Señora White…
-Sabía lo que dirías! – la menor se alteró interrumpiéndolo - me prohibirías seguir a su lado y eso sólo ocasionaría que peleáramos. – Terry puso su mano sobre su hombro para que se tranquilizara.
-Señora White, mis intenciones con su hija son las mejores. – la voz y mirada seria del castaño solo reforzaban sus palabras – yo comprendo que esté molesta por no haberme presentado antes; pero no podía hacerlo sin el consentimiento de Candy.
-Sólo fomentaste la irresponsabilidad de mi hija, fue una falta de respeto hacia nosotros, sus padres.
-Terry quería hablar con ustedes! – nuevamente Candy se alteraba – pero yo tuve miedo… tú nunca me permitiste ser libre con lo que siento.
-Sólo quiero protegerte. – su madre se sorprendió al oír decir eso a su hija – para tu padre y para mí es importante que tú estés a salvo.
-Mentira! – las lágrimas comenzaron a salir – tú sólo quieres controlarme! Controlas mis horarios, mis actividades e incluso mis amistades! – su madre la vio sorprendida – para ti sólo existe la perfección y… yo trato de serlo; pero no lo soy…
-Candy… - Rose también lloraba, oír todo aquello la lastimó – "No la alejes como yo lo hice, que no se cierre también contigo. Rose, es horrible ser rechazado por nuestra hija". – nuevamente recordó lo que su ex esposo le dijo – sólo quiero protegerte… no sabía que te lastimaba. – la rubia abrazó a Terry, quien no dudó en corresponderle y tranquilizarla.
-Señora White… - vio a la madre de Candy también afectada – entiendo la preocupación que como padres pueden tener por el bienestar de su hija, yo mismo me preocupo por eso, quiero que Candy sea feliz y sé que su sueño es ser una gran bailarina y quiero apoyarla para que lo consiga, mi intención no es perjudicarla. – hablaba calmadamente – sé que tiene razón en molestarse por no haberme presentado antes; pero las circunstancias me lo impidieron. Ahora estoy aquí para pedirle formalmente permiso para salir con su hija. Por favor confíe en mí y en el amor que siento por Candy, no defraudaré su confianza.
Rosemary creía en las palabras del joven, todo le decía que confiara en él y en su hija, pues le si ya estaba más de dos meses con él, demostró que era responsable con sus obligaciones, al parecer él no la estaba perjudicando ni corrompiendo.
-Muy bien… - respiró profundo – demuéstrenme que puedo confiar en que harán lo correcto.
-Mamá! – Candy se alejó de Terry y abrazó a su madre – gracias mamá… ya verás que no voy a defraudarte.
-Lo sé mi amor. – la abrazó con fuerza – tú nunca me defraudaste.
-Gracias por confiar en mí señora White.
Increíblemente Rosemary White aceptó que Candy mantuviera su noviazgo con Terry. Por qué? Pues sabía que si se oponía, su hija se revelaría ante ella, acaso no hubo ocultado su relación por más de dos meses? La mayor no quería que Candy renunciara a su sueño sólo para contradecirla, además la joven le demostró lo responsable que era. Sin embargo, lo que tuvo más peso para aquella decisión, fue que sin darse cuenta estaba lastimando a su hija y eso era lo último que quería.
Terry se quedó a cenar con la familia, Rosemary lo conoció mejor y se llevó una muy buena impresión del joven, quien le contó que estaba estudiando medicina y que faltaba poco para graduarse, habló sobre su familia y los valores y principios que le inculcaron sus abuelos.
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La joven pareja estaba sentada en el sofá de la sala de la rubia, su madre se había retirado a su habitación a descansar. Terry rodeaba los hombros de su novia mientras veían televisión.
-Tenía miedo. – confesó – creí que mamá me obligaría a alejarme de ti. – se removió un poco – estaba decidida a pelear por lo nuestro.
-Yo también creí que algo así sucedería, por suerte no pasó eso.
-Sabes…? – miró a su novio – creo que ahora mi mamá me controlará más.
-Jajaja – le encantaba cuando la rubia hacia un puchero infantil – sólo sabrá con quien estás, la entenderás cuando tengamos hijos. – besó su sien.
-Hijos!?
-En un futuro lejano, claro está. –sonrió ante la sorpresa de la rubia – primero ejerceremos nuestras carreras, triunfaremos profesionalmente y después iniciaremos nuestra familia.
-Terry… - se sentó frente a él – has pensado en un futuro conmigo?
-Claro que sí, tú no? – la vio sonreír ampliamente.
-Sí lo hice… pero… creí que sólo yo lo hacía.
-Mi amor, lo que le dije a tu madre fue verdad, mis intenciones contigo son serías – acarició las mejillas rosadas de la rubia – y eso me lleva a… - la rubia lo miró expectante de lo que le diría. – Candy, quiero hablar con tu padre sobre lo nuestro, ya sabes, pedirle permiso para salir contigo.
-Terry… - intentó alejarse; pero él se lo impidió – mi papá se fue y…
-Y sigue siendo tu padre, princesa. – hizo que lo mirara – sabes que tienes que hablar con él. Abre tu corazón y saca todo lo que está aquí – señalo el pecho femenino – escucha lo que él también tenga que decirte.
-Estarás junto a mí?
-Si quieres que esté cerca lo haré; pero esto es algo que solo les concierne a ustedes dos. – la madre de Candy escuchó todo aquello, estaba bajando para despedir a Terry, pues se estaba haciendo más tarde, le gustó lo maduro que se oía y esperaba que sea un apoyo positivo para su hija.
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Nuevamente iniciaba una semana y los ensayos para la presentación de junio habían empezado, eso impedía que las amigas se vieran más seguido, solo coincidían en dos clases y el resto del día lo ocupaban en los ensayos con sus grupos.
-No puedo creerlo! – Paty estaba asombrada al oír la historia de su amiga – sinceramente Candy, creí que tu mamá te obligaría a romper con Terry.
-Yo también lo creí; pero estaba dispuesta a defender lo nuestro. – dijo con convicción – debiste escucharlo, Paty, todo lo que le dijo a mi mamá.
-Me alegra que todo haya salido bien para ustedes.
-Vaya, vaya… - con fastidió miró a Susana – supongo que tu madre no te obligó a romper con tu noviecito.
-Mi noviecito?- se puso de pie – ahora entiendo por qué mi mamá sabía dónde estábamos exactamente.
-Pues sí, yo le dije dónde estabas; pero me decepcionó que no haya hecho alboroto al ver cómo te besuqueabas con ese chico.
-Su novio, Susana – escuchó a Luisa detrás de ella – por qué no lo dices con todas sus letras?
-Tú cállate!
-Acaso te duele que haya sido Candy quien lo haya conquistado? – continuó con burla – por qué no le cuentas que en varias ocasiones intentaste hablar con él para conquistarlo; pero él ni siquiera te miraba. – las jóvenes la miraron sorprendidas – confiesa que cuando los viste besarse te dio coraje; pero sobre todo envidia.
-Eres una estúpida! – se fue golpeando el hombro de la castaña.
-Luisa…
-Candy, Paty – miró a las jóvenes – lamento todo lo que les dije e hice en el pasado. – parecía sincera - saben? Me di cuenta la clase de personas que son Elisa y Susana, es por eso que he decidido alejarme de ellas.
-Pues haces bien. – habló Paty – ellas te mintieron para que rompieras con Archie y odiaras a Candy.
-Ahora lo sé, fui muy tonta por creerles.
-Al menos ya te diste cuenta de la clase de personas que son.
-Sí – bajó la cabeza al pensar en todo lo que había perdido por aquellas amistades.
-Me alegra que tú no te parezcas a ellas. – dijo Candy con sinceridad – felicidades por haber conseguido un papel principal.
-Gracias. – les sonrió y regresó a los salones.
-Crees que de verdad haya cambiado?
-Después de lo que Susana y Elisa le dijeron porque ganó un papel principal, se dio cuenta que ellas no eran sus amigas. Me alegra que se haya alejado de ellas, Luisa no es mala, sólo se dejó influenciar.
-Ay Candy! Eres tan buena. – su amiga la abrazó. – dime… te preocupa lo que dijo de Susana?
-Sobre su interés por Terry? – Paty asintió con la cabeza – pues Luisa dijo que él ni siquiera la notaba, así que era un interés unilateral. Además, Terry ni siquiera sabía cómo se llamaba, una vez hablé de ella con él.
-Tienes razón; pero no le quitaremos la vista de encima.
-De acuerdo. – aceptó riendo.
-Ahora deja que te cuente lo que pasó en el club donde fuimos a celebrar con los chicos.
-Algo interesante?
-Pues te arrepentirás de no haber contestado el teléfono; aunque tienes una buena excusa.
-Me intrigas, qué pasó?
Paty le contó a Candy sobre su salida de celebración con sus amigos, la rubia abría los ojos por el asombro de escuchar aquello; sonreía al saber que al final sus amigos lo pasaron de maravilla.
-Wow, nunca lo hubiera imaginado. – dijo sonriendo – pero me alegro por Anthony.
-Hablando de él, volvamos ya a los salones, debe estar esperándome para practicar.
Así las amigas se dirigieron a sus respectivos salones; pero Candy pensaba en lo que su amiga le hubo dicho, no se fiaría de nadie, estaría atenta a las tretas que sabía Susana y Elisa idearían para molestarla y estaba segura que el objetivo podría ser Terry.
Cada una estaba en su respectivo salón, cada maestro enseñaba la coreografía de su grupo, las jóvenes estaban emocionadas, así que ponían todo su empeño.
Candy, Annie y Paty redujeron sus salidas con sus novios, al ser las bailarinas principales de sus grupos tenían que practicar más hasta perfeccionar sus movimientos.
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Cómo están!? Esté capítulo sí que me costó escribirlo… pensé mucho en la reacción que debería tener la madre de Candy, sólo espero haberlo hecho bien, bueno eso ustedes lo decidirán.
Gracias a los que dejaron sus mensajes, me gusta leerlos mucho.
Saluditos y espero que tengan un buen inicio de semana. Vamos a reflexionar sobre nuestros actos y cambiar las cosas negativas que tenemos. Bendiciones!