Capítulo 11: Soñar

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Es la acción o proceso de tener representaciones mentales, visiones o fantasías que surgen de manera espontánea y subjetiva en la mente de una persona. Puede ocurrir tanto durante el sueño nocturno como cuando se está despierto.

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Hermione parpadeó, visiblemente desconcertada, al escuchar de nuevo aquel angustiado llamado que la sacudía. Su corazón latía con fuerza mientras su mente luchaba por procesar dónde se encontraba.

—¡Hermione! —La voz de Draco sonaba urgente, con un claro tono de preocupación marcando sus facciones.

Fue entonces cuando Hermione se dio cuenta de que se encontraba nuevamente sumergida en aquel sueño compartido, ese mundo onírico que ahora tanto temía regresar. Siempre le costaba unos momentos sentir que tenía control sobre su cuerpo y darse cuenta dónde estaba y qué estaba haciendo. Observó con detenimiento el rostro del joven mago que tenía frente a ella. Sus ojos grises la miraban con una intensidad abrumadora, que la inquietaba y confundía a partes iguales. La urgencia y la inquietud se reflejaban claramente en su semblante, junto a un ceño fruncido que le daba una expresión molesta.

—¿Se puede saber qué estabas pensando? ¿Dejar de dormir? Pensé que eras más inteligente, Granger —dijo Draco con un tono reprobatorio que a Hermione le resultó casi ofensivo.

Hermione resopló, incrédula ante la actitud del chico.

—¿Me estás regañando? Qué gracioso. —Lo miró con clara desconfianza, tratando de escapar de su penetrante mirada—. Si tanto te preocupo, ¿por qué no rompiste la conexión? ¿Por qué sigo volviendo aquí? ¡Ni siquiera lo intentaste! Sabía que no podía confiar en ti y me lo estás demostrando una vez más.

—Eso... no es tan sencillo —Draco desvió la mirada, pareciendo casi avergonzado. Hermione notó cómo su mandíbula se tensaba, como si contuviera una emoción difícil de expresar. Volvió a mirarla—. Créeme que...

—¿Y por qué debería creerte? —espetó Hermione, cruzándose de brazos en un gesto defensivo. Sentía cómo un nudo de frustración e incertidumbre se apoderaba de su garganta—. Tus palabras no fueron más que mentiras en el pasado. Dame una buena razón para confiar en ti ahora.

Hermione esperaba que Draco le dijera algo como "Porque si pudiera deshacerla, lo haría. No quiero estar atado a ti, Granger. Esto me molesta tanto o más que a ti". Eso le habría convencido. Pero en su lugar, Draco continuó:

—No mentí. —Draco suspiró con frustración, pasándose una mano por el cabello, desordenándolo. Hermione no pudo evitar notar lo vulnerable que se veía en ese momento—. Por Merlín, todo lo que te dije fue verdad.

—Solo di que me odias. Deja de fingir que te importo, no voy a caer en tu juego —espetó Hermione, sintiendo cómo su corazón se encogía ante la mera idea. Odiaba esa ambivalencia, odiaba sentirse así, odiaba que su corazón latiera cada vez que lo veía. Odiaba aún seguir manteniendo ese sentimiento de amor en su pecho.

—Di que te molesto... Di que no me soportas, que soy una sangre sucia. ¡Revela tus colores de una vez, Malfoy! —le gritó, sintiendo cómo las lágrimas de frustración y dolor pugnaban por escapar de sus ojos.

En un principio no quería oírlo, pero ahora se sentía con la suficiente fuerza para que, si escuchaba que la odiaba, podría recomponerse de los pedazos rotos. Sí, ella podía.

—No te odio, Hermione —dijo Draco, mirándola fijamente con una intensidad que la dejó sin aliento—. Y quizás nunca lo hice.

—¿Así que realmente debo creer que todo lo que dijiste fue cierto? —Hermione lo miró con escepticismo, sintiéndose más vulnerable de lo que hubiera querido admitir—. ¿Sabes lo ridículo que suena eso? —Entrecerró los ojos, desconfiada—. ¿O acaso querías torturarme en tus sueños? ¿Vengarte?

Draco la miró con frustración reflejada en cada una de sus facciones.

—¿Si crees que quiero hacer todo eso, por qué no lo hago ahora? —Dio un paso hacia ella, manteniendo su mirada, y Hermione tuvo que hacer un esfuerzo para no retroceder—. La verdad es que un día soñé contigo, Granger, y me... me gustó.

Hermione frunció el ceño. Podía sentir sus mejillas calentarse al recordar aquel sueño erótico que compartieron.

—Eres un pervertido, Malfoy.

Draco sonrió de forma torcida, aunque había una sombra de vulnerabilidad en su expresión que a Hermione le incomodaba.

—Yo no dije que fueran ese tipo de sueños. —Hermione se sonrojó aún más, sintiéndose avergonzada por haber asumido lo peor—. Soñé contigo y me gustó... tu compañía, nuestra conversación, lo que me hiciste sentir —La miró con una intensidad que la perturbaba—. ¿Crees que me desperté feliz y riendo por casualidad?

Hermione lo observó, escéptica, pero no podía ignorar del todo el significado de sus palabras.

—Solo fue una ilusión, Malfoy. Bien pudiste haber soñado con Harry o con el profesor Snape, y habrías tenido la misma reacción.

—Fuiste tú.

—Me odias, Malfoy —expresó Hermione, sintiendo cómo esas propias palabras que dejó salir su boca le rompían el corazón—. Para ti soy una sangre sucia.

—Fuiste tú —repitió Draco con fuerza— Y ya te pedí disculpas sobre eso. Y ya te dije que no pienso así.

—La gente no cambia tan fácil y sobre todo tú —le respondió mirándolo friamente, tratando de ocultar el torbellino de emociones que la consumía—. Me odias, así que solo admítelo para terminar con esta farsa.

Malfoy apretó los puños, no aguantando sus acusaciones.

—¡No es así!

—Me odias, Malfoy. Es un hecho como la tierra gira alrededor del sol. ¡Admítelo de una vez!

Hermione vio como el chico apretó fuertemente los puños a su costado, antes de que su boca se abriera y admitiera sus verdaderos sentimientos.

—¡Está bien, te odio! —exclamó Draco, no soportando más, su voz cargada de una emoción que Hermione no lograba descifrar del todo.

Hermione retrocedió cuando Draco comenzó a avanzar hacia ella. Su espalda chocó contra la pared, y entonces Draco levantó una mano y para sorpresa de ella, tomó un mechón de su pelo con delicadeza, acariciándola con una suavidad que le erizó la piel. Sus ojos grises dónde se veía reflejaba claramente, ahora la observaban con una expresión que Hermione no lograba entender del todo.

—Odio cómo tienes la manía de rondar en mi cabeza hasta el punto de que no quiero que huyas de ahí —dijo Draco, con una voz suave que hizo que el corazón de Hermione se acelerara—. Odio que despertar se convirtiera en mí nueva pesadilla porque comprendí que soñar contigo era la única manera de tenerte cerca —confesó, Hermione seguía escuchándolo, estremeciendo y enviándole un montón de emociones sobre su piel—. Por eso hice este hechizo. Solo quería poder seguir soñando contigo.


Ahhhh es el momento que quería llegar y es el momento en que no debería decir esto pero acá vamos:

Septiembre iba a ser un mes con un pie en hiatus. Termine de colocar los dos pies jaja. Es probable que no actualice por un tiempo, aunque quizás actualice algo, pero no se. Tengo tiempo libre pero por el momento no quiero escribir.

El siguiente capítulo será el especial de Draco. Pero no sé cuándo lo publicaré... Ya lo tengo tambien escrito y listo para publicar pero lo quiero dejar cuando empiece a publicar seguido nuevamente. (Y no sé cuándo será eso)

A pesar de lo que dije tampoco se cuándo publicaré el gato de Draco (ahhhh) y lo peor que está escrito pero no quiero editar nada. Ese mini escrito era para mantenerme escribiendo pero no fue suficiente...

No me quiero obligar a escribir, editar (que es como escribir porque algunas cosas tengo que cambiarlas) así que hasta luego.

Gracias por leer, los reviews, (Sayshun, Ruany54) :D los favs

Nos leeremos muy pronto!