Las brillantes y parpadeantes luces de colores le daban al lugar el típico ambiente de un pub, la música sonaba en un volumen alto por lo cual los presentes debían acortar la distancia entre ellos para ser escuchados.

Los muchachos se movían al ritmo de la música sobre la pista de baile, unos en parejas y otros en círculo con amigos, sosteniendo una bebida en la mano, por otro lado en el fondo del lugar el dúo de mejores amigos se encontraba ocupando una mesa mientras charlaban sobre lo increíble qué había resultado el partido y lo buen jugador qué era Draco.

—Draco será el favorito de toda la universidad, al menos hasta ganar el campeonato —dijo Ron.

—No lo dudo —musitó Harry.

—Podría haberle pasado a cualquiera, Neville también sufrió lesiones —expresó Ron.

—Y si a él lo hubieran aventado cómo lo hicieron con Malfoy en el área del penal quizá no habría anotado el gol, no es muy hábil —comentó Harry.

—Con un poco de suerte lo haría —añadió Ron.

—Podría ser —completó Harry.

Ron dio un trago largo a su cerveza en el instante qué se encontraron en silencio, y Harry lo imitó, aunque ninguno tenía la costumbre de beber, ese día podrían hacer una excepción.

El tiempo transcurrió de manera tranquila durante la fiesta de celebración por el pase a la semifinal, los chicos bailaban en el centro de la pista según el ritmo de las canciones, no obstante la mayoría de las personas se movían a un ritmo constante qué les permitía sostener sus vasos con alcohol, evitando desperdiciar una sola gota de las bebidas.

Ron y Harry continuaron charlando animadamente sobre cómo les había ido durante la semana evaluativa hasta qué se les unieron Neville, Luna y Ginny, los cinco amigos reían animadamente ante sus ocurrencias.

—Valió la pena irme de cara al césped y perder parte de mi dignidad —dijo Neville señalando las dos vendas blancas cubriendo sus brazos.

—Lo dices cómo si fuera lo más casual —mencionó Luna.

—Fue todo un logro salir vivo —dijo Neville.

—Sobre todo después de rodar —se burló Ginny, tomando las cervezas vacías.

—Fue una estrategia —recalcó Neville.

Los cinco amigos soltaron sonoras carcajadas, mientras qué la risa de Ginny se perdió en el ambiente cuando se levantó para llevarse las botellas vacías y llevar un par más qué pudieran beber.

—El penal de Draco no se ha parado de mencionar, parece qué tiene más de un fan, empezando por Ginny —dijo Luna con intención de molestar a Ron.

—¿Qué? ¡Ni siquiera lo piensen! —dijo Ron, ligeramente exaltado.

Luna se río junto a Neville, sin embargo a Harry no le hizo ninguna gracia escuchar ese comentario, ¿De verdad a Ginny le gustaba Draco?, eso no tenía qué pasarle.

Ron buscó a su hermana con la mirada para corroborar qué su destino no fuera terminar en los brazos del rubio a quién hacía un rato no veía. De lo último qué se percataron fue ver a Hermione, Draco, Blaise y Theo conversando, tal vez ellos podrían haberse unido a tan amena plática pero Harry decidió pasar tiempo con su mejor amigo, ahogando en alcohol sus pensamientos.

—No puede ser —murmuró Ron, con la mirada fija al frente de la mesa dónde ellos se encontraban.

El pelirrojo tenía los labios ligeramente separados, el rostro pálido y el corazón latiendo con frenesí.

Harry se preguntó la razón de aquel repentino estado de ánimo de su mejor amigo y fue hasta qué decidió voltear a sus espaldas qué lo comprendió.

El estómago de Harry se contrajo dolorosamente, la sensación de qué el aire le faltaba iba en aumento, necesitaba largarse de ahí, o ir directamente hacía Ginny para quitarla del regazo del rubio. Harry era consciente de no tener la mejor visión, y añadiendo la poca claridad de las luces qué aparentaban ser flashes de colores, no era un idiota para no darse cuenta qué la pareja se devoraba con frenesí. Harry optó por levantarse de su asiento pero antes de actuar, Ron pasó cómo torbellino a su lado y fue directamente a ellos e hizo lo qué a él le faltaba valor, no obstante se percató de cómo Ron apartaba a su hermana de Draco y lo tomaba a él por la chaqueta de cuero marrón y lo zarandeaba con brusquedad.

—¡Vamos Harry, hagamos algo! —reparó Neville y salió disparado en dirección a la mesa dónde se encontraba Ron a punto de lanzarle un puñetazo a Draco.

Harry contempló la escena sin haberse movido de su lugar. Neville detuvo el golpe qué Draco iba a recibir en el rostro y lo apartó con rapidez, pronto se percató de cómo Luna intervenía también, impidiendo qué Ron le propinara otro golpe a Draco, su brillante idea fue interponerse entre ambos chicos, mientras qué Neville tomaba al pelirrojo por ambos brazos y los llevaba a su espalda.

Ron echaba humo por las orejas, y lanzaba improperios a Draco sin piedad, en ese instante los refuerzos llegaron con el rubio, Blaise y Theo se interpusieron también, brindando la oportunidad a Luna de ir con Ginny y consolarla.

Harry no sabía qué hacer, hablar con Ron sería un error, si algo había aprendido en el tiempo qué lo conocía era qué si su mejor amigo se enfadaba lo mejor era darle espacio y esperar a qué se le bajara lo furibundo para hablar con él cómo gente civilizada, por ello optó por salir a tomar aire a una de las terrazas vacías del antro, necesitaba tranquilizar su mente y sobre todo sus sentimientos, sin embargo Harry había llegado a la conclusión más difícil en su corta vida, no podía continuar negándose el sentimiento, no cuando los había visto besarse con esa desesperación: Harry Potter estaba enamorado de Draco Malfoy.

—¿En qué momento me enamoré? —se cuestionó Harry a sí mismo.

El muchacho apoyó los brazos sobre el barandal color negro, el cual llegaba a la altura de la cintura y daba vista a un amplio jardín dónde se encontraban pequeños grupos de amigos charlando al aire libre y algunas parejas besándose.

Harry dejó fluir sus pensamientos y por primera vez aceptó (gracias a los efectos secundarios del alcohol corriendo por sus venas) qué Draco Malfoy le había gustado desde el primer instante qué lo vio y su estúpida reacción fue atacar con la intención de evadir sus sentimientos qué si bien resultó contraproducente al terminar relacionándose más de cerca con él.

No fue consciente del tiempo transcurrido en ese lugar hasta qué las puertas del balcón dónde se encontraba se abrieron de golpe, por un instante creyó qué se trataba de Ron y qué lo había buscado para hablar del incidente con Ginny. La realidad fue mucho más abrumante, en cuanto giró su cabeza, miró sobre su hombro y se encontró de lleno con Draco Malfoy.

Harry maldijo internamente su mala suerte, seguramente el rubio buscaba un sitio en el cuál despejar su mente después de la discusión con Ron y al parecer también había salido mal con Ginny, de lo contrario su compañía sería la pelirroja y no una botella de whisky.

—El lugar está ocupado —dijo Harry con frialdad, no se iba a doblegar ni mucho menos caer ante en rubio ahora qué había aceptado sus sentimientos por él.

—Me da lo mismo —respondió Draco cruzando el umbral a tropezones.

—Entonces me voy —anunció el azabache, no estaba en sus planes compartir espacio con él.

—¡Claro! ¡Lárgate tú también! ¡Las personas qué me importan terminan dejándome, no serás el primero ni el último! —gritó el rubio, completamente enfurecido.

Harry podría estar ebrio pero no era idiota, había escuchado decir a Draco qué las personas qué le importaban se iban de su lado, incluyéndolo, ¿había resultado ser producto de su imaginación?, lo qué sí era una realidad a vista de cualquiera, era qué Draco estaba alcoholizado, y personalmente creía en aquel dicho popular qué se pronunciaba: "Los borrachos y los niños siempre dicen la verdad", no obstante ahora lo dudaba, el rubio era una persona difícil de entender.

—¿Qué te ocurre? —preguntó Harry, recobrando la razón.

—Sucede qué Ginny me ha besado sin previo aviso, Ron casi me mata ¡Y por si fuera poco le he confesado a Ginny qué no podemos ser pareja por qué me gustan los hombres! —confesó el rubio.

El muchacho no supo cómo reaccionar, su nueva personalidad se trataba de un estado de shock, por un instante creyó estar más borracho qué Draco, pero Harry dudaba mucho qué tres cervezas le hicieran perder la cordura.

—¿Qué? —Harry apenas separó los labios para formular tan corta pregunta, se había quedado rígido, con la espalda pegada al barandal.

—¡Me gustan los hombres Potter! ¡Ya oíste! ¡No me importa quién se entere! ¡peor no puedo estar! —bramó Draco.

Harry recobró la racionalidad o eso intentó y observó a Draco por un instante, le daba la impresión de estar diciendo la verdad, pero no podía estar seguro, tal vez era una broma de muy mal gusto, casi podría apostar qué ese teatrito de estar borracho no se trataba de otra cosa, sino, ¿Por qué entró de pronto con una botella en la mano, justamente a es balcón y confesando abiertamente qué le gustaban los hombres?.

—¡Te felicito Malfoy! —Harry aplaudió con rigor, observando a Draco con desprecio—, ¡Eres un jodido gran actor! ¡Por un instante me creí esta puta broma!

—¿De qué mierda hablas? —preguntó Draco, la furia en su ser iba aumentando.

—¡Ya puedes ir a cobrar la apuesta! ¡Me largo de aquí! —Harry dio una zancada rodeando al rubio pero él fue más rápido y le tomó por el brazo.

—¡Me encantaría qué toda mi vida fuera una puta broma! ¡Qué nada de lo qué me obligó a llegar aquí me sucediera! ¿Pero sabes qué? ¡Me pasó! ¡Y sí Potter soy gay! —expresó Draco en voz muy alta.

Harry observó a su alrededor durante largos segundos, inclusive regresó al interior del antro dónde había un ambiente mucho más ruidoso qué el exterior a causa de la música y con el bullicio de la gente, incluyendo el bochornoso clima. El azabache regresó al balcón cerrando las puertas y encaró a Draco, pero antes de qué dijera nada, el rubio se adelantó.

—¿Por qué no me crees? ¡Desde qué nos conocimos sólo me has cuestionado! —le reclamó el rubio.

Harry no sabía exactamente cómo responder por qué esa era la realidad, sin embargo el estar seguro de sus sentimientos por el rubio desde el momento qué lo conoció, sólo le abrió dudas, ¿Cómo era posible qué Draco llegará en ese preciso instante a confesarse gay?.

—Lo siento —murmuró Harry.

—Es todo lo qué sabes decir, hieres a la gente, pides disculpas y crees qué deberíamos perdonarte pero no… ¡Por qué eres un jodido insensible Potter! —el rubio se tambaleó cuando gritó la última frase y Harry tuvo qué acercarse a él.

—Estás borracho, mañana no recordarás lo qué estás diciendo y te vas a retractar de cada palabra —puntualizó Harry, tomando a Draco por la cintura, evitando qué se cayera—, y dame la botella.

—No —negó Draco y se acercó la botella de whiskey a los labios, sin embargo Harry fue más rápido y le arrebató el licor.

—Draco no seas necio, me cuesta sostenerte a ti y la botella —se quejó Harry, evitando pensar lo cerca qué tenía al rubio.

—La sostendré por ti —ofreció Draco, estirando el brazo para alcanzar el alcohol.

—No —respondió Harry y dejó la botella sobre el muro de piedra qué envolvía a la jardinera de aproximadamente metro y medio de altura.

—¡Regrésame la botella Potter!

Draco forcejeó con Harry intentando alcanzar la botella de cristal, no obstante el azabache le daba batalla y no lograba recuperarla por más qué lo intentaba. Entonces Harry tomó la mano izquierda del rubio, y la bajó a la altura de su cintura.

—No vas a tomar… la botella —titubeó Harry al prestar atención a lo cerca qué se encontraban.

Draco estaba sobre el cuerpo de Harry, y este último se llevó al rubio consigo para recargarse en un lugar sólido. Su espalda quedó pegada al pequeño muro de piedra. El rostro del chico más bajo había tomado un tono carmesí, y el más alto observaba los finos labios contrarios. Harry se atrevió a levantar la mirada y se encontró con unos ojos gris azulado qué lo miraban expectante y había algo más qué no lograba descifrar, por el contrario Draco logró observar dentro de su falta de racionalidad, qué los ojos verde esmeralda de Harry eran los más hermosos qué había visto.

Ninguno era consciente con lo qué su cuerpo hacía, Draco tomó firme de la cintura a Harry y este rodeó al rubio por el cuello, no hacía falta acercarse demasiado, la punta de sus narices rozaban con suavidad, lo único qué tenían qué hacer era cerrar los ojos y dejarse llevar por todo aquello qué sentían.

Al menos esa fue su intención hasta qué la puerta qué daba hacía el balcón se abrió de nuevo. La pareja se apartó ligeramente asustada, Draco casi resbaló pero Harry logró sostenerlo nuevamente.

—¿Qué está pasando aquí? —preguntó una voz ruda y grave.

—Nada qué te importe Diggory —soltó Draco entre dientes.

—Draco por favor —terció Harry—. Cedric no es momento…

Draco sonrió satisfecho y volvió a enfocar la vista en Harry o eso intentó, se sentía mareado y comenzaba a tener somnolencia.

—¿Qué tiene él qué no tenga yo Harry? —preguntó Cedric sin darse por vencido—, si no me acercaba a ti era por qué creía qué no te gustaban los hombres

—Cedric, no voy a hablar contigo del tema ¿Sí? —recalcó Harry, con Draco en sus brazos.

—Le gusto yo, no tú, esa es la verdad —respondió Draco por él.

Harry estuvo a punto de alegar lo qué había dicho Draco, no era el momento de hablar del tema, además ya le estaba cansando tener al rubio en ese estado, apoyando todo su peso sobre él.

—¿De verdad te gusta este güerito engreído y corriente? —gruñó el castaño.

—¡Corriente tú abuela! ¡Ya te gustaría llevar un apellido de clase cómo el mío! —se defendió Draco.

—Cedric cállate, Draco no es ningún corriente, mucho menos engreído, además no te debo explicaciones de lo qué tenga o no con él —puntualizó Harry.

—Al menos quiero saber por qué lo elegiste a él y no a mi —dijo Cedric.

—Hablamos luego Cedric, necesito llevar a Draco a casa

—Aparte de creído es un alcohólico —insultó el castaño.

—¡Le voy a partir la cara! —amenazó Draco, zafándose de los brazos de Harry.

—¡Cedric, basta! ¡No voy a permitir qué te expreses así de él! —lo defendió Harry, y volvió a rodear con sus brazos a Draco por la cintura y el torso.

—¡Quiero verte intentarlo! —retó Cedric, ignorando por completo a Harry.

—¡Con todo gusto! —Draco se las ingenio para apartarse de Harry y dirigirse hasta el castaño.

Draco veía borroso, y lo peor era qué el suelo no tenía estabilidad y se tambaleó mientras daba pasos torpes en dirección a Diggory, sin embargo no se iba a rendir.

Cedric esquivó con suma facilidad el golpe qué Draco le iba a propinar y se burló de él.

—¡Draco ya basta! ¡No van a armar un escándalo ahora! —Harry se interpuso en medio de los dos, no obstante su atención estaba enfocada en Draco.

Cedric soltó una risotada bastante escandalosa qué hizo enfurecer más al azabache y fue por ello qué llevó a Draco a detenerse al muro de piedra color gris más cercano, antes de acercarse al castaño y propinarle una fuerte bofetada.

Ahora fue el turno del rubio de reírse a carcajadas de Diggory.

—¡Me alegro! —se burló Draco.

—Esto no se va a quedar así —amenazó Cedric, fulminándolos con la mirada.

—No, por qué él se quedará conmigo, no contigo —aseguró Draco.

Harry era un mar de emociones, no obstante respiró profundo y se tranquilizó lo más qué pudo antes de arrastrar a Draco con él, tenía la esperanza de llegar sin problemas a su auto, estando ahí llamaría a Ron y le plantearía su intención de largarse de ese lugar cuanto antes.

—Harry… Harry… —canturreó Draco—, eres muy guapo… y valiente —titubeó el chico.

El mencionado se ruborizó y no respondió al halago, pasó uno de los brazos de Draco por encima de su hombro, mientras qué su mano libre sostuvo la cintura contraria.

Cedric los observó caminar a tropezones por la pequeña rendija del balcón, entre la jardinera y la pared del pub, la cual daba a una escalera con cinco escalones qué bajaban con sumo cuidado.

—Esto no se quedará así Malfoy, te lo juro, no importa si tengo qué deshacerme de ti personalmente, Harry me pertenece —masculló Cedric para el mismo, sin apartar la vista de la pareja qué continuaba su camino con cierta dificultad.

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¡Hola! buenas noches, sé qué no es mi día habitual de publicar pero no quería pasar desapercibido el cumpleaños de Harry, además el capítulo va un poco acorde a la temática de festejar al cumpleañero, y podemos ser testigos de la primera interacción de Harry y Draco de está forma, ¿ustedes qué piensan?, ¿será algo bueno para ellos o resultará contraproducente?, con esta hermosa pareja todo se puede esperar, pero eso sí, el amor nunca faltará 3

Y aunque mi intención era subir el capítulo temprano por diversas cosas qué tuve qué hacer durante el día no logré hacerlo pero aún no termina el día (faltan unos minutos, lo sé). ¡Feliz cumpleaños a Harry! 3

Muchas gracias por leer, nos vemos en la próxima 3

Ale 3