Gales le responde bastante vigorosamente, bajando las manos de su espalda y metiéndolas en su pantalón, por puro instinto.

Luxemburgo va a ir a abrirse los pantalones para que se los quite y luego a abrirle los suyos. Ahí se asoman sus calzoncillos de hombre, blancos y nuevos, así que sin dejar de besarle le abre también la camisa y le mete dentro las manos.

Gales intenta torpemente abrirle la camisa también, pero tiene bastante ida la cabeza como para lograrlo hacer muy bien, desesperándose a la mitad y metiendo las manos por abajo. El flamenco se ríe con eso separándose del beso.

—Ugh... de que son estos botones, ¡que no se abren! —protesta un poco.

—Mais oui, mais oui. Malditos botones... menos mal que no uso sujetador.

—Estoy más habituado al sujetador —asegura—. Ugh, no se abren!

—Espera, espera —se ríe de nuevo yendo a abrirlos él mismo.

—Camisetas para ti de ahora en adelante.

—Pero no son tan bonitaaaas —Vuelve a reírse.

—Sin ropa entonces, tú, desde ahora —le acaricia un poco el costado.

—¿Para siempre? —Da un saltito apartándose.

—Pues... mientras aprendo a quitar camisas —Gales sonríe de lado volviendo a ponerle las manos encima.

—Vas a tener que aprender rápido —le mira.

—Eso... eso pretendo —Gales sonríe un poco más.

—O llegar a algún acuerdo.

—Podríamos acordar que... te desnudes tú, para mí —cejas cejas. Tan comodino como sieeeempre.

—Solo si tú lo haces primero.

—Y-Yo... quieres que me desnude así todo sexy? —Gales se sonroja.

—Oui.

—Vale... pero sospecho que vas a terminar muerto de risa —Gales traga saliva y... vacila un poco.

—Eso también puede estar bien.

—En realidad... —se aclara la garganta —. Por qué no te sientas ahí...

Mira donde le señala y se va para ahí, sonriendo. Gales se va a la antesalista que tienen para ponerse un poco en carácter y la verdad lamenta no poder beber un poco para calmarse... pero... que se le va a hacer.

Luxemburgo se quita los zapatos y los calcetines

Vas a escuchar al sistema de sonido... empezar a tocar "Old time rock and roll" ¿os acordáis de esa escena? Pues, van a verla ahora otra vez. Gales sale, sin pantalones, con los calcetines y los detenedores de calcetines, los calzoncillos y el sostenedor de calzoncillos. La camisa abierta y unos lentes de sol.

Luxemburgo levanta las cejas.

Trae además en la mano un... *estamos pensando que puede traer de micrófono* La varita de Dumbledore...

Cielos. Se va a levantar a cantar con él. Gales sonríe al mirarle hacer, tratando de mantenerse un poco en papel, cantando hacia la varita.

Luxemburgo se ríe con eso y deja de cantar casi enseguida porque entre la risa y que Gales lo hace muy bien...

Gales hace gestos con las manos para que siga cantando mientras exagera los movimientos del baile para hacerlos bastante ridículos, pero el otro está casi sin aire.

Hace un giro de caderas y se baja un poco el calzón, tratando de según el de enseñar algo y verse medio sexy... la verdad está haciendo más el payaso. Luxemburgo se va a acercar y abrazarle porque ya basta de reír y aplaudir como una foca retrasada.

—¿Qué tal? —Gales se ríe un poco dejando de bailar como payaso de circo, abrazándole también.

—¡Eres un tonto! —aun le cuesta respirar.

—¡Que va! ¡Soy súper sexy! —Es que se le pega la risa sin poder evitarlo.

—Eso también.

—¿Te... te lo parece? —Gales se sonroja más y se ríe, escondiéndose un poco.

—Oui —mueve las manos metiéndolas dentro de sus calzoncillos, agarrándole el culo.

Gales pega un saltito y le deja hacer, poniéndolo duro y Luxemburgo se pone de puntillas para darle un beso.

Cierra los ojos, entreabriendo los labios, deteniéndole de la cintura y le beeeesa con profundidad.

Él hace un "mmmmmm" Besándole de vuelta, idiotizado y Luxemburgo sigue apretándole el culo mientras le besa.

El británico se le repega, y seguro notas como te... clava el asuntillo en el abdomen. El flamenco sonríe un poco al sentir eso y le abre las nalgas, yendo a poner un dedo entre ellas a lo que Gales se separa un poquito del beso, dando un saltito...

—Uuuh... chico —quita la mano.

—N-No pasa... nada. Solo no... —se ríe tontamente, nervioso —. No e-estoy muy acostumbrado.

—Tienes una selva ahí detrás.

—W-What?

—Pues... de pelos —se ríe—. Igualmente no creas que sé que hacer mucho más de ahí.

—¿¡Tú no... No tienes pelos ahí?! —Pregunta levantando las cejas—. L-La gente... tiene pelos ahí, ¿no?

—Los que nos los quitamos, no. No tenemos.

—Oohhh... ¿tú te los... quitas? —Levanta las cejas—. Como chica.

—Bueno... no. No solo las chicas de quitan los pelos de sitios incomodos.

—E-Eso... bueno algunos chicos seguro que también lo hacen como France... o-o tu... o yo por lo visto —se sonroja.

Luxemburgo se ríe con eso.

—¿D-Donde te hacen eso? ¿Crees que...? Vamos, que parece que no se hacer nada en la vida. ¿Sabes? Esto es SÚPER gay

—Si hay algo que no es gay, cher, es aguantar lo que duele que te depilen el culo.

—¿¡Duele?! —Pregunta un poco escandalizado —. B-Bueno, mira, esto podría resolverse si todo lo hacemos con tu... culo y no el mío.

—¡Sí, claro!

—O sea, es que... parece terrible. ¿Cómo lo hacen? ¿¡Alguien se pone ahí a quitártelos todos?!

—Con cera.

—Bloody hell! Eres... bloody hell! ¿Quién te hace eso? —baja un poco las manos para metérselas al calzón.

—Non, non, es broma, me lo hacen con láser.

—Ohhh! Igualmente suena aterrorizante! ¿¡Duele o no?!

—No. Además, suelen anestesiarme localmente.

—Ohh... vaya. Vas a tener que decirme donde es —se le acerca por un besito—. Y-Y... no decirle a mis hermanos.

—¿Por? ¿Quieres que sufran ellos?

—Si saben que fui a depilarme AHÍ, me comerían vivo.

—Tenéis una relación muy extraña vosotros.

—Es que más bien... es como tú dijiste que es —Gales se ríe—. Uno puede hacer cosas para mejorar mientras nadie se entere que las está haciendo —explica levantando una mano con su varita de Dumbledore y quitándole el pelo de la cara con los dedos.

—Mientras nadie se entere... yo no dije eso. Yo dije que tenía que parecer natural.

—Esa es un poco esa idea... vamos a decirlo así —le mira a los ojos y se ríe un poco.

—En realidad a mi vienen a hacérmelo a casa.

—Bueno, pues... podrían ir a hacérmelo a tu casa —sonríe de lado—. Mientras tanto tendremos que vivir con la selva.

—Ya veo... entre otras cosas.

—Entre mi sífilis y la selva... —medio bromea.

—Bueno... oui, aunque no lo decía por eso. Pero igualmente no creo que sea buena idea soltarlo todo de golpe.

—¿A qué te refieres? —inclina un poco la cabeza y se mueve un poco haciéndole bailar la siguiente canción que se ha puesto.

—Aun no... —niega moviéndose.

—¿Aún no... Usar nuestras... hmmm... cavidades?

—Aun no te voy a decir qué más —se ríe.

—Ahh! Joooooo!

—Es que no quiero que pienses que no me gustas solo por... estar comentando uno o dos defectillos fácilmente arreglables.

—¡Ahora quiero saberlos! —Gales abre un poco la boca con eso —. Los dientes ya me los dijiste y los pelos, y el pelo.

Luxemburgo niega.

—O sea son pequeños defectillos además de esos —le hace dar una vuelta.

—Voy a decir... ser demasiado guapo —la da.

—¡No soy demasiado guapo!

—Y listo —se ríe.

—Eso sí quiero pensar que... al menos un poco.

—Mira que conveniente —vuelve a reírse.

—¡Pues, al menos! Pero yo sé que estás conmigo por mi apariencia únicamente –bromea.

—¡Exclusivamente!

—Siendo ese el caso ¡los pequeños detallistas son importantes! —Gales se ríe.

—Ya, pero es mejor no abrumarte.

—Vale, vaaale —dan otra vuelta mientras solito Gales se imagina que puede ser—. ¡Aunque el baile sí te ha gustado!

—Oui!

—A mí me gustas... tú —Gales sonríe y se quita los lentes de sol porque no ve una mierda.

—Uuuuh, ese efecto con las gafas.

—Ohh... ¿nos gustaba? —se las vuelve a poner y sonríe.

—Más bien el efecto de quitártelas.

Gales se humedece los labios, levanta la mano y se las quita otra vez.

—Voy a llevarte a la cama —dice a la vez con voz grave. Luxemburgo se ríe y se sonroja, porque sí, eso.

—Usted, señor... si, el de los ojos bonitos. Se ha sonrojado.

—¡Q-Qué va! —se sonroja más.

—Y está tartamudeando —sigue, haciéndose el interesante y actuando un poco —. Voy a tener que llevármelo y registrarle.

—¿Registrarme?

—De arriba a abajo, parece sospechoso —le sonríe un poco—. Como si escondiera unos gemidos, que están prohibidos.

—Q-Quoi? Mais non!

—Eso suena súper culpable. Tengo que hacer una revisión —determina súper serio, soltándole.

—Non! C-Cómo va a sonar culpable.

—Está usted tartamudeando —se pone otra vez los lentes —. Sígame —le tiende una mano.

—Pero yo no he hecho nada —igual le toma la mano.

—Le ve visto sonrojarse en violación al código CYMILU.

—Ce Y milu?

—N-No... no, no... CYM... I... L... U —Gales se sonroja con eso.

—Mmmm...

—Cymru I love you!

—Mmmm —sigue, sonriendo.

—Shut up! —Gales aprieta los ojos.

—Me parece que el que se está sonrojando y balbuceando ahora es otro.

—¡Que va! —protesta un poco histeriquito, mientras suben las escaleras hacia su cuarto.

—Yo creo que sí...

—Yo creo que te equivocas.

—Yo creo que solo me acusas a mí para que nadie descubra que en realidad tú...

—¡N-No!

—Uuuh, eso no podría sonar más culpable.

—Eso dices tú que no tiene idea.

—Tengo perfecta idea.

—¿De qué tienes tanta idea? — el británico le mira sonrojadito.

—De si suenas o no culpable.

—Bueno, tú eres EL culpable así que es lógico que estés echando culpas por otros lados.

—En realidad, es justo al revés y es lo que empieza a ser obvio.

—¡Que va! —abre la puerta del cuarto y se recarga en ella.

Luxemburgo le mira pasando dentro. Gales se sonroja y se pasa una mano por el pelo.

—Yo estoy perfectamente en control, monsieur... esta es la sala de exámenes.

—¿Y cómo funciona? —Luxemburgo le mira andando hacia atrás.

—Usted se acuesta ahí.

—¿Aja? —mira la cama.

—Y yo l-le reviso completo.

—Mmmm... ¿Cómo? —le mira otra vez, cruzándose de brazos.

—C-Con los labios.

El flamenco sonríe de ladito.

—Wh-What?

—Suena bastante a que quieres aprovecharte de mí.

—Ay pobrecito de ti... —pone los ojos en blanco, un poco sarcástico.

—Pues sí —se encoge de hombros.

—¿Y qué sugieres? ¿Escaparte de la autoridad solo por tus hermosos ojos y tu bonita cara?

Le guiña un ojo y Gales se sonroja.

—Ja! Te delatas.

—Pues es que guapo estás, pero ¡eso no quita tus faltas!

—¿Cuáles faltas?

—Sonrojarte sospechosamente.

—Si esa es una falta mía tú la has cometido mil veces.

—Yo... tengo permiso para cometerla.

—¿Y por qué yo no?

—¡Porque tú no te sonrojas así de fácil! Además yo tengo los lentes de sol que me hacen el... agente secreto.

—Sí tú eres el agente secreto, yo soy... el que te ha descubierto —se ríe.

—Qué va, a mí nunca me descubrirían —se ríe un poco.

—Yo acabo de hacerlo —se acerca y le pica el pecho con un dedo.

—Qué va, ¡si yo te lo he dicho! —se sonroja, aunque no le impide hacer—. Igualmente, si me has descubierto espero que estés consciente de una cosa.

—¿De qué? —le acaricia el pecho y sonríe.

—Ahora voy a tener que matarte... —sonríe también.

—Eso será si no lo hago yo.

—Qué va.

Luxemburgo se acerca y le besa. Vale, puede que si le mates rápidamente. Se deja besar, abrazándole de la cintura y cerrando los ojos desde luego, devolviendo el beso.

Así que lo alarga un poco más y ahí le escuchas hacer un "mmmmmmmmmm" de satisfacción. Luxemburgo sonríe un poco y se separa. El británico se le va detrás.

—Ja —susurra.

Gales... medio cierra la boca... ejem. Claro, el chico autocontrol se detiene... muy detenido. Desde luego.

—Te he oído gemir.

—W-Wh-What? N-No!

—Oui.

—P-P-Pues... ¡Ha sido culpa del beso!

—Ya, claro —se ríe—. Pero estaba prohibido, me parece.

—Para los... hombres como tú.

—¿Y tú no eres un hombre como yo?

—Yo... soy un espía —se acerca a besarle él, este se lo devuelve.

Gales le abraza y vuelve a hacer "mmmmmmmmmmm" notoriamente. Luxemburgo intenta volver a hacer lo que sea que esté haciendo a ver qué es lo que le gusta.

Gales se le repega un poco y vamos a desnudarle... completo.

No va ni a enterarse. Ahí está, de pie, besándole.

Ya, pero nos molesta la ropa. Ya se enterara cuando le toque... ahí.

Va a pegar un SALTO de aquellos.

—Me parece que está usted en problemas, señor Bond.

—B-Bloody... hell... I-I... I am... Mr. Bond

—¿Y? —Sonríe de ladito.

—A-And nothing.

—Y estás en problemas.

—James Bond siempre sale... i-ileso.

—Esperemos que tenga el ingenio suficiente en esta ocasión también, Monsieur.

—Siempre tengo un as bajo la manga —asegura.

—Pena que ya no haya manga alguna en la que guardarlo —le mira de arriba abajo para hacerle notar su desnudez.

—E-En que... momento... —Gales parpadea.

Abre los labios y se limpia las comisuras con el pulgar y el índice.

—God...

—Mjm? —Da un pasito hacia él.

—E-Erotic —Gales traga saliva pero no se mueve.

—Sigue... usted desnudo y sin salir de esta —le pone los brazos en los hombros—. Visiblemente excitado a mi merced.

—N-Ni la desnudez ni la excitación son ajenas a —Gales se sonroja y se cubre con una mano.

—Eso ya lo veo... —vuelve a bajar la mirada y a acariciarle el pecho como si nada—. Me pregunto si... estamos esperando a que le queden unos segundos nada más a la bomba.

—No recuerdo una sola historia en la que Mr. Bond se acueste con su archienemigo... así que tenga usted cuidado, Monsieur Luxembourg... con que papel representa —se sonroja igualmente y se le pone la piel de gallina.

—No hay una sola historia en la que Monsieur Bond sea gay y aquí estamos —se acerca a darle un besito suave.

—Yo no —besito —soy gay... Solo me está seduciendo el chico Bond.

Luxemburgo se ríe con eso

—Aunque... este no es un chico Bond cualquiera. Es uno... al que los fans deberían acostumbrarse.

—No creo que a las amas de casa les moleste la fantasía... —baja más la mano hasta la zona de peligro a ver si puede hacer que se suelte.

—A las a-a... amas... —se queda un poco paralizado con esa mano.

—Está claro que James Bond es una fantasía para amas de casa.

—Whaaaat!

Ahí le agarra porque quería pillarle desprevenido.

—Aaaahhh!

—I got you.

—Ugh. Y... No es una fantasía para amas de casa —Gales aprieta los ojos

—Supongo que puedes desarrollar ese discurso mientras... me ocupo de ti, a ver si consigues que no pueda yo... sacarte lo que estás escondiendo ahí dentro —los movimientos adecuados empiezan.

—N-No... Vas a c-conseguir sacarme nada —Gales hace una caída de ojos.

—Eso ya lo veremos... parece que hace días que no se toca, Monsieur Bond. Y que además casi se corre en el teatro. No creo que tarde yo mucho en que esto esté... a punto de estallar.

—¡N-No si yo consigo que tú estalles antes!

La risa maligna de Luxemburgo. Gales levanta las cejas porque ¡mira que bien le sale ser malo de James Bond!

—Vamos a ver como su estrategia falla miserablemente.

—No olvide usted que conozco su punto débil.

—Yo no tengo un punto débil.

Gales sonríe de lado, levanta una mano y mueve los dedos en el aire. Luxemburgo mira la mano de reojo y se sonroja tragando saliva.

—You see? Ni siquiera he tenido que nombrarlas

—N-No... Sé de qué me habla

—V-Venga acá que se lo susurro al oído... —igualmente, estar funcionando lo bastante bien el movimiento de Luxemburgo como para que esté mucho más cerca de explotar que de salvarse.

De hecho, maldita sea, Luxemburgo se ha parado cuando le ha dicho eso, nervioso.

—Monsieur Luxembourg... le veo flaquear —Gales sonríe, vencedor.

—N-Non... non —Se vuelve a humedecer los labios y vuelve a moverse porque está nervioso.

—Mais oui. Se ha puesto terriblemente nervioso, puedo verlo. Y eso que ni siquiera he intentado moverme.

—¡No estoy nervioso! —se detiene y le suelta, apretando los ojos.

—Touché... James Bond siempre gana —La risita suave de Gales.

El flamenco frunce el ceño y le toma de la cintura empujándole a la cama. Ahí se cae, riéndose un poquito más y mirándole a los ojos

—A lo mejor si le ato las manos borro esa sonrisita altanera de una vez... —se acerca y se sube gateándole por encima

—Si ni siquiera puede usted oír la palabra sin ponerse nervioso... n-No creo que sirva —le deja hacer, tragando saliva, aun sonriendo.

—La palabra no tiene efecto si no puede... hacerlo.

—¿Y con que pretende amarrarme? Quizás pueda antes amarrarle yo —Gales mueve las manos hacia él.

—Usted no tiene nada —iba a quitarse la camisa, pero al ver eso traga saliva y decide que no, que la camisa le protege. Se va a quitar los pantalones—. Pero yo tengo esto —se los muestra.

—Vas a atarme con tus pantalones finísimos de lana obtenida de ovejas puras genéticas de Luxembourg? —El británico levanta las cejas otra vez si esperarse eso

—Oui. Esto no le estaría pasando di simplemente cooperara

—¿Y crees que voy a d-dejarme? — Gales se sonroja y se cubre con las manos, sintiéndose de repente otra vez un poco ¡demasiado desnudo para que le ate!

—¿Crees que vas a impedírmelo? —levanta un ceja y ahí va a atarlo.

—Yes, of course! —se mueve y patalea un poco, abriendo los brazos para que no pueda, muriéndose de risa en el proceso, he de admitirlo.

Pelea con él intentando atraparle riéndose también y es que va a conseguir atraparle súper rápido solo porque Gales va a perder la fuerza. Igualmente consigue atraparle una mano en cada mano, así que tampoco es como que pueda hacer mucho.

—E-Esto no es amarrar —Gales le mira, sonriendo tontamente, aun riendo.

—¡Estoy haciendo mi mejor esfuerzo! —Luxemburgo le sostiene, casi casi brazos en cruz y sonríe también.

—Inmovilizado estoy, si... —Gales se ríe.

—Pues es que...

Estira un poco el cuello para besarle, pero le besa él.

Gales cierra los ojos y le besa de vuelta volviendo a hacer "mmmm" a los treinta segundos. No creo que esta vez vaya a separarse tan fácil.

En realidad, Gales no quiere que se separe en lo absoluto, aunque sí que va a volver a ir a estimularle para que acabe

La verdad, no va a tardar mucho en... que eso pase y va a seguir con los besitos.

Menos mal, Gales está suavemente, besándole de vuelta y, si en algún punto le suelta las mano, intentando tocarle.

Sí, claro que le suelta.

Gales le abraza del todo, más perdido con la cabeza y de manera instintiva que teniendo muy claro que hace. Susurrando su nombre entre besitos... ay este chico perdido. Luxemburgo intenta frotarse un poco contra él y el británico le ayuda a la frotación, moviendo un poco también las caderas para él y tratando de ayudarle también a que... termine.

Así que va a hacerlo, temblando un poco entre sus brazos.

—I am falling soo deep for you... —Gales le aprieta contra sí un poco, sonriendo porque le ha visto la cara y las expresiones en todo el proceso, dándole un besito en la mejilla.

—¿L-Lo haces?

—En caída libre... —susurra acariciándole la mejilla con la nariz.

—¿Por? —sonríe.

—P-Pues mírate... estás aquí —sonríe.

—Bueno, sí.

—Y me haces sentir cosas tan bonitas... quiero seguir aquí para siempre —se le esconde en el cuello un poco.

—Seguro eso se lo dices a todas —se ríe y le abraza.

—Ni que hubiera muchas otras, tonto. No, no se lo digo a todas, desde luego —le da un besito en el cuello.

—Mmmm...

—No hay otras como tu...

—Eso también suena a frase recurrente.

—Oh, ¡venga ya! —protesta un poco apretando los ojos.

—¡Pues es verdad!

—Quiero decirte las cosas más bonitas que le he dicho a nadie nunca —le acaricia la mejilla y le mira a los ojos.

—¿Y cuáles son?

—Maybe... no son palabras, por una vez.

—Mjm...

—No sabía que las palabras podían fallar en estos momentos...

—¿Entonces?

—Love... yo creo que puedo demostrarte el amor con hechos más que con palabras —besito en los labios. Esto nunca en la vida lo habías dicho.

—Ah, oui? ¿Cómo?

—¿Tan mal lo he hecho hasta ahora...? —Gales se ríe un poco.

Luxemburgo niega.

—¿E-Entonces? —susurra y se acerca a darle un beso.

—Entonces ¿qué? —le mira.

—Entonces ¿lo he hecho bien? —le mira y traga saliva porque quiere oír cosas bonitas.

—Oui, pero estabas diciendo de mí.

—Cosas bonitas, tú también quieres oírlas —Gales sonríe un poco.

—Pues... quién ¿no? Pero de repente has decidido que no hay palabras para mí y... ala!

—Me haces reír todo el tiempo y te ríes de mis chistes malos —Gales se ríe.

—Bueno, eso es porque eres muy tonto

—¿Lo soy?

El flamenco asiente sonriendo.

—Esa es nueva. ¿Qué me hace tonto?

—Pues que eres de risa fácil.

—No lo soy. Soy de... risa peculiar. Tienes que ser ingenioso.

—Que va —se acerca a darle un beso.

El británico se ríe, devolviéndoselo.

—¿Ves?

—¡Es que eres gracioso! —Le recorre la cara con un dedo.

—Que va —sonríe.

—¡Ahora resulta que te gustaría más que fuera un amargado!

—Noooo —se ríe—. Pero no eres taaaan sofisticado como dices.

—Entonces ¿soy un simple tipo normal? Nada de James Bond —Gales se humedece los labios y sonríe.

—Uhm... no, tampoco.

—¿Más sofisticado que un tipo normal?

—Mmmm... No, más bien sofisticado raro.

—¡Raro! ¿Raro cómo? —le acaricia el pelo y le quita el mechón de los ojos

—Pues como... como en cosas raras —se mueve un poco y en nada vuelve a tener el pelo sobre los ojos—. Es como si a un extraterrestre le gustara el concepto y eligiera serlo pero sin acabar de entender del todo en que consiste.

—Buff... me has descubierto —Gales sonríe con esa descripción, considerándola extremadamente entretenida—. ET call home.

Luxemburgo le pone un poco los ojos en blanco y le saca la lengua.

—¿Sabes? En realidad tú también pareces un extraterrestre.

—¿Yo?

—Yes —otra vez le quita el pelo de los ojos —. Tú el extraterrestre que es tan perfectamente sofisticado que hasta es sospechoso.

—Disculpa, pero ni hablar. Eso es porque yo tengo clase de manera natural, no como un comportamiento adquirido.

—Natural a diferencia de fingido como el mío... eso —Gales le sonríe y se sonroja un poco.

—Bueno, es que tú eres como... como un minipepinillo.

—Mini... pepinillo? —Gales levanta las cejas.

—¿Sabes esos pepinillos chiquitines que se ponen en los canapés?

Gales parpadea repetidas veces con eso

—¿Cómo se dicen en inglés...? a pickle, creo.

—Yes. S-Solo es que... no veo el símil —se mira el... pepinillo de reojo a saber si esto no es otro de los detallitos. Se sonroja.

—Pues porque hay como una creencia de que la mini-comida es... súper sofisticada, que lo es, bastante, pero hay cosas que son sofisticadas como los huevos de pescado y otras que solo son raras, como los minipepinillos o las minimazorcas. O las salchichas coctel y las zanahorias baby. ¿Sabes? Como que les... falta algo. O simplemente son tan... sofisticación para pobres que pierden un poco su esencia.

—¿S-Sofisticación para pobres? —Gales parpadea varias veces otra vez.

—Pero aun así se siguen usando en comidas de clase alta, porque no acaban tampoco de perder del todo el espíritu. Sí. Si son accesibles para todo el mundo, pierden la gracia de la exclusividad.

—Yo soy esa... ¿mierda de platillo?

—¡No! —se ríe—. Tú eres sofisticado como un mini pepinillo.

—Hum... v-vale.

—Lo que no significa que no lo seas, solo que por algún motivo eres... sofisticado de modo raro.

—Sofisticado wannabe

—Oh, venga, no te enfades conmigo ahora —le abraza—. A mí me gustan los mini pepinillos, por lo menos son comida de verdad.

—En realidad... todo mundo me ha insinuado por años esas cosas. Eire siempre me dijo que "aunque la mona se vista de seda, mona se queda" —se deja abrazar un poquito desconsolado.

—Supongo que crees que esa es tu gracia principal, pero no lo es.

Gales traga saliva.

—Eres más interesante por decir cosas raras y chistes malos... y ser ingenioso y apasionado que por tener o no clase.

—Hum...

—Quoi?

—No... Digo cosas más raras que ninguno en mi casa, ni los peores chistes, ni soy el más ingenioso ni apasionado.

—¿No? A lo mejor me he equivocado de hermano.

Suspira mirándole de reojo.

—A mí me parece que sí lo eres...

—Debes ser el único en el mundo —sonríe un poquito con eso.

—Pues... tal vez, no sé, tal vez es porque eres el único que ha sido ingenioso y apasionado conmigo.

Gales sonríe un poco más y le acaricia la mejilla con la nariz.

—Y de la gente sofisticada estoy un poco harto.

—Quizás no es tan malo no ser tan sofisticado entonces —Gales se ríe un poco de eso.

—Pues no.

—Y yo que llevo toda la vida intentando serlo —aprieta los ojos.

—Mi minipepinillo —sonríe y va a darle un beso. Gales aprieta los ojos y se ríe, besándole de vuelta.

¿Querías un sobrenombre ridículo? Porque así es como consigues un sobrenombre ridículo. Ahora buena suerte para convencer a Irlanda que no se refiere a nada físico.

—E-Ese... apodo. Sí, JUSTAMENTE.

Luxemburgo se ríe.

—No vas a decirme así frente a mis hermanos, ¿verdad?

—¿No te gusta?

—No he dicho eso. Pero todos... van a pensar...

—Quoi?

—Pues que hablas de mi... pilín.

Luxemburgo levanta las cejas, especialmente con esa palabra para describirlo.

—Es casi como llamarme "micropene". Eire va a empezarme a llamar micropene inmediatamente.

—Bueno, si ni tú mismo eres capaz de llamarle pene será porque...

—Excuse me?

—No soy yo el que lo ha llamado pilín —levanta las manos y se ríe.

—Nombre sofisticado —Ojos en blanco.

—Además, yo no soy gay, así que... necesito algo fácil y no muy... —va a ir a ponerle una mano encima otra vez.

—What the hell! —el salto—. ¡No puedes ir por ahí diciendo esas cosas!

Luxemburgo se ríe.

—Y no es micro nada, es como el tuyo. Ugh, no puedes decir esto el día que vayamos por el kilt.

—Bueno, a ver... como el mío como el mío... el mío si es un pene, para empezar. Nada de pilín.

—¡El mío también es un pene! —Gales hace los ojos en blanco.

—Tú no le has llamado pene.

—¿Y ya por eso no es un pene?

—Pues si ni tú mismo no le llamas así...

—¡Que si le llamo así!

Luxemburgo se ríe otra vez de las protestas.

—Eire va a empezar a decir que mini pickle es por ESO.

—A lo mejor lo es —Se ríe más.

—Ahora también tengo un micropene? —Gales parpadea y le mira de reojo.

—A ver, parece más pequeño que el mío.

—No es mucho más pequeño que el tuyo —intenta quitarle la mano para cubrirse el.

—¿Ahora vas a sentir atacada tu masculinidad por eso? —se ríe.

—Pues no, porque tiene un tamaño bloody normal, ¡y no me parece que sea digno de quejas!

—Vaaaale vale, no te enfades.

—Nah, si no me enfado. De hecho es mejor tenerlo pequeño, ahorra uno en jabón para lavarlo —Gales aprieta los ojos porque está reaccionando mucho más de lo que debe.

Luxemburgo se ríe con eso y le atrae hacia si.

—M-Mientras te guste aunque sea pequeño... todo va bien —se deja atraer, sonrojándose más y escondiéndose un poco porque no suele mostrarse especialmente inseguro, aun cuando es bastaaaante más inseguro de lo que quisiera

—Claro que sí, ya te he dicho que como no soy gay, así me da menos miedo.

—¿Te da vergüenza ser gay?

—Ehm... un... poco.

—¿No crees que en estos tiempos hasta creo que puede parecerles a los medios algo... incluyente y de moda?

—La verdad, no lo sé...

—¿Por qué te da vergüenza?

—Tengo que hablar con el equipo de imagen pública para ver cómo vamos a gestionar esto, de hecho.

—Hay un equipo, claro —Gales parpadea.

—Pues... claro, ¿no lo tenéis vosotros?

—Bueno, sí, pero... no tanto. O sea en la boda y eso, sí. No... Ugh, segura mente England ya les ha dicho cosas, no creo que se metan mucho más.

—¿No? ¿Con todo lo protocolarios que sois vosotros?

—Ya, ya... bueno, sí. Pero no es como que se vaya a hacer un escándalo.

—Nah, escándalo no creo, pero... bueno.

—Igualmente eso no me explica la vergüenza —le sonríe y le da un besito en los labios—. ¿Afecta tu masculinidad que te guste un chico?

—Un poquito.

—Ohh... bu-bueno, entiendo e-el... sentimiento —el británico levanta un poquito las cejas porque lo ha admitido así con completa... naturalidad.

—Pero... supongo que me acostumbraré.

—¿T-Te da... te preocupa el sexo?

Luxemburgo asiente.

—C-Crees... n-n-no Crees... crees... E-Entonces, de alguna manera ¿que no s-se... pueda hacer eso conmigo hoy fue una especie de... a-alivio? —Aprieta los ojos porque a él le preocupa también.

—En parte... aunque en parte no.

—Yo había... supuesto que hoy querrías tu ser ll...

—Ah, no había pensado en eso.

—Yo sí...

—¿Y qué te imaginaste?

—Pues, me has dicho ya que no te gusta la idea de ser gay varias veces —se ríe —, así que asumí que... no querrías ser "el gay" hoy.

—Ya, bueno, pero tú... luego me lías, ya lo sé.

—¿¡Te lío?!

—Oui!

—¿Te lío cómo? —se ríe.

—Para hacer cosas raras como lo de la carne de hoy.

—Te ha gustado, no vas a convencerme de que no.

El flamenco se ríe y asiente.

—Quizás te guste mí... carne. Pene, perdón, no vaya a ser que ahora creas que no puedo llamarle por su nombre —se ríe un poco más dándole otro beso.

—Probablemente.

—Si no, encontraremos la forma de que nos guste. Mira que... no nos ha costado mucho trabajo hasta ahora.

—No sé si me acordaré de lo que me enseñó France.

—Espero que no quiera volvértelo a enseñar.

—Pues me ayudaría un poco.

—Seguro puedes preguntarle algunas cosas en su próxima... ¿qué día hacen espadas? —Gales se humedece los labios.

—Los martes.

—Quizás pueda darte un par de consejos... aunque quizás te diga cosas que no me gustan solo para fastidiarme.

—¿Por qué crees que quiere fastidiarte?

—Su madre.

—Bueno, pero...

—Ya, ya... tampoco creo que tenga tanta mala fe. Quizás... yo le pregunté a... hum... A-A... algún amigo —es que no sabe a quién.

—¿Le preguntaste a un amigo? ¿Y qué te dijo?

—N-No, no le he preguntado. Le preguntaré... a alguno de mis amigos —carraspeo.

—Ah, a lo mejor Angleterre podría ayudarte.

—England... Es muy complejo hablar con él —Gales le mira de reojo.

—¿Por?

—Porque se pone celoso de France.

—Pues... ¿y si hablas con Rome?

—Uy... uy.

—Quoi?

—Vamos, no se puede decir que no tiene mucha experiencia.

—Por eso.

—Y que sea útil para algo. Espero que no empiece a intentar enseñarme en la práctica.

—Eso podría pasar. Tienes que ir al médico antes que eso.

—¿Por?

—Pues lo que sea que tengas lo tendrá él también, así que ya sabemos a qué enfrentarnos.

—Ugh... ¿enfrentarnos? Que se enfrente él a lo que tenga.

—Ya, bueno.

—O... ¿o por qué lo dices?

—Bueno, por ayudar —se encoge de hombros.

—Ya... de hecho lo que tenga yo lo tendrán TODOS. Quizás deberían ir al médico... con lo que lo odian.

—Veremos que te dicen, igual no tienes nada.

—Eso espero —le sonríe un poco y le da otro besito —. Por lo pronto, en algún punto quizás si hablaré con él—. L-Lo peor que podría pasar sería que... tuviéramos que aprender sobre la marcha.

—Ya... —Asiente.

—Lo que tampoco me parece tan mal... ver si con esto, o esto... haces más o menos cara de placer —le toca el culo de un lado y luego del otro.

—Eso va a pasar igual —se ríe.

—Me gusta la idea —Gales sonríe con la risa.

Luxemburgo se acerca y le besa otra vez. Gales cierra los ojos y le besa otra vez y a medio beso se acuerda de...

—Oye... —susurra separándose un poquito—. Tú no tienes un kilt, ¿verdad?

—¿Un qué? —le mira.

—Kilt. El atuendo de gala escocés.

—Ehm... no. ¿Tú tienes uno?

—Well, yes of course, si Es indispensable para cualquier actividad oficial en el norte. Incluyendo la boda de tu hermana.

Luxemburgo levanta las cejas

—Todos los hombres debemos ir de kilt.

—¿P-Por? —parpadea.

—Eso pidió Alba... así qué hay que ir a comprarte uno. Y otro a tu hermano... Bueno, si quieres que nos acompañe.

—Oh... puedo... hablar con él, si quieres.

—Yo lo decía por si vamos a ir en la semana... ¿qué día te viene bien? El tuyo puede ser de mis colores...

—El finde... ¿tus colores?

—Cada quien tiene sus... colores en la tela.

—Entonces puedo tener los míos.

—O-Oh... Y-Ya, sí, bueno, eso también —Gales parpadea.

—¿Y cómo... funciona? ¿Les doy mis colores y me hacen un diseño?

—Cada clan tiene un patrón de colores distinto tejido y entremezclado dependiendo de las uniones entre clanes. No sé si quieran hacerte uno tan fácilmente con tus colores —que chismoso eres, seguro con lo que es capaz de pagar le hacen veinte distingos.

—¿Querer? Cher. ¿Cuánto vale un kilt de esos?

—¿Mil libras?

—Tengo un presupuesto de hasta cien mil, así que...

—¿Cien... mil?!

—Es la boda de mi hermana.

—Bloody hell. Con eso compras una fábrica de kilts. Ugh... vaaaale, seguro que te hacen el kilt con tus colores —refunfuña—. Se va a parecer al de Alba por lo azul.

Luxemburgo se ríe.

—El mío, en cambio, es un bonito verde, blanco y rojo...

—El verde no es mi color.

—Es mi color, ¿tan malo sería llevar mi color?

—¿Por qué quieres que lo lleve?

—Pues... pensé que sería... asociativo —porque eres un completo ridículo, confiesa.

—Asociativo.

—P-Pues, sabes. Tú y yo... y eso.

—¿Y no te parece un poco pronto tú y yo y eso?

—Solo es un kilt, no dije que mezcláramos colores como Alba y Belgium! ¡Solo que usaras los míos a falta de unos colores de clan!

—Mmmm La verdad, no sé si sea buena idea presentarnos frente a todo el mundo con ropa a juego en la boda de mi hermana.

—Vaaaale... no es como que el mundo entero no se haya hecho ya bastantes ideas —Gales le mira de reojo.

—Es que me parece desconsiderado hacia Galia y Mónaco y un poco hasta de mal gusto hacia Belgique. No quiero quitarle protagonismo.

—No creo que Galia vaya a dejar de... —aprieta los ojos —. Vale. No pasa nada. Que te hagan un kilt con los colores que quieras. Igualmente hay que ir a que te hagan uno.

—Pues no es dejar de nada pero... venga, ¿qué pensarías tú si ella viniera vestida a juego con tu madre? —puede que eso sea exactamente lo que pase.

—La probabilidad de que ella vaya vestida a juego con mi madre, se paseen frente a todo el mundo como LA PAREJA DEL AÑO y se besuqueen todo el rato mientras mi madre hace la danza de la vencedora son... altas.

—Bueno, pero yo tengo clase.

Gales se sonroja con eso.

—Y espero que tú también —añade.

—Solo era una idea... —susurra, regañado.

Luxemburgo sonríe y se acerca a darle un beso. Gales se lo devuelve pensando que quizás mejor ya no tiene muchas ideas.

—No te enfades porque te diga que no a todo.

—Es queeee, ya mejor no propongo cosas —lloriquea un poco—. Solo me hacía ilusión que fueras con mis colores, no... Pretendía ser falto de clase como minipepinillo.

—Venga, ¿Cómo puedo compensarte?

—Diciéndome que si a... algo —sonríe.

—¿A qué?

—No sé, alguna idea no tan minipepinillezca debo tener —bromea—. Al menos prométeme que vas a ponerte el kilt de la forma tradicional.

—¿Hay una forma tradicional?

—Los hombres de verdad... usan el kilt y nada más.

—¿Nada más?

—Sin... ropa interior.

—Quoi? —levanta las cejas.

—Así se usa.

—No te creo —sonríe un poco, porque seguro le está vacilando

—Oh, venga ya. ¿¡Cómo no me vas a creer?!

—Cómo vas a ir sin ropa interior. ¿Eso no es como una falda?

—Yes. Es... culpa de Alba, desde luego.

—De Ecosse ¿por?

—Pues en el frío, él decía que los hombres de verdad no usaban nada debajo del kilt... no lo hacía su ejército y después de eso, pues...

—Anda ya.

—Ninguno de nosotros usa nunca nada debajo del kilt... ya es tradición y Alba se sienta para que TODOS lo noten.

—¿Se... sienta?

—Pues, siempre sube una pierna de manera tal que notes...

Luxemburgo levanta una ceja.

—¿Ves? Yo tengo ALGO de clase, aunque no lo creas. ¿Vas a usar el kilt así? Es de lana. Debo advertirlo.

—Vale... vale —aprieta los ojos pero ha dicho que iba acceder a algo.

—Vale —Gales sonríe yendo por otro beso—. ¿Qué día vamos entonces?

—Pues hablaré a Ned.

—Vale, me dices para decirle a Alba, podemos ir los cuatro.

Luxemburgo asiente. Gales se estira un poco y se le acurruca.

—Tendríamos que ir a limpiar esto un poco y meternos a la cama...

—Sí, anda —besito.

—Si estuviéramos en mi casa solo haría falta ir a otro cuarto.

—Está el cuarto de mi madre, pero la cama es más pequeña. Anda, entra al baño y yo arreglo, señoritingo —Ojos en blanco.

—Préstame un pijama, Monsieur Bond—estira la mano hacia él. Gales asiente, levantándose.

—No empieces a quejarte porque esta viejo... es suavecito. A tu hermana le vuelven locas las prendas de ropa cómo estás —lo saca de un cajón.

—¿A mi hermana?

—Le roba todas las sudaderas a Alba.

—Ah, ya lo sé.

—Bueno, Ehm... espero que te guste esta pijama es la más nueva que tengo aquí...

—Si huele como tú, me gustará.

—Creo que... a mí no me huele a nada. A ver tú qué dices —Gales se sonroja un poquito.

Lo toma y hunde la nariz en él a ver. Gales se pone la camisa del otro, nerviosito, mirándole. Este seguro hasta un Agujero tiene.

—Mmm... poco. Tendré que abrazarte a ti —le guiña un ojo y se va al baño.

Gales sonríe un poco con eso, sonrojándose y... poniéndose el pantalón, ojitos de corazón, mirándole el culo.

Ahí va el flamenco a lavarse y a vestirse. Gales arregla la cama lo mejor que puede, yendo a lavarse el al baño de abajo.

—Me aprieta un poco —comenta cuando sale.

—Hala, has tardado como dos horas —bromea—. ¿Te aprieta?

—De la parte del pepinillo, sobre todo.

La miradaaaaaaaa... le lanza una almohada a la cabeza y Luxemburgo se muere de la risa.

—Yo me duermo con el pepinillo de fuera.

—A verlo —abraza la almohada y se echa en la cama de un salto.

Gales se sonroja un poco, se ríe y se baja los pantalones un segundo nada más.

—Uuuh

—¿Ves? No Es un pepinillo.

—Qué pena. Un pepinillo podría habérmelo comido.

—Es un pepino... que también te puedes comer.

Luxemburgo se muere de risa.

—De hecho es un pepinillo que cuando crece se hace un... pepinillo grande.

—Vamos perdiendo la seguridaaaad.

—What?

—Ahora vuelve a tener diminutivo.

—Bueno... es... —se sonroja—. Un pene —se ríe de su chiste.

Luxemburgo se ríe y niega con la cabeza.

—Yes!

—Ya, ya...

—¿De qué lado duermes? —igualmente, le pregunta.

—Pues... de este. ¿Es el tuyo? —Luxemburgo ya se ha metido a la cama.

—N-No... nah. Mejor de este lado.

—¿Seguro? O sea, es que... suelo dormir solo.

—Uff, ya can a empezar las quejas de que si se mueve uno o no —le peina un poco y se acurruca.

—¿Lo haces? ¿Te mueves mucho? El otro día no me di cuenta.

—No, no propiamente —se ríe porqué solo lo estaba molestando.

—¿Entonces es un aviso de que piensas hacer drama gratuito?

—¡Tú vas a hacer drama gratuito!

—¿Yo?

—Eso preveo —le abraza y le busca otra vez un beso.

—A mí me parece que el del drama eres tú.

—Ugh, Shut up.

Luxemburgo se ríe y le besa.

—Lo que sí... se quejaba un poco Galia es de qué hablo un poco dormido —agrega sin separarse mucho del beso yendo por otro.

—¿Y qué dices?

—Yo que sé.

—¿Eso dices? ¿"Yoquesé yo quése yoquesé" todo el rato?

—No creo... creo que digo cosas inconexas y sin mucho sentido pero... asusto —Gales se ríe con eso.

—Bueno, eso es bastante inconexo y sin sentido —bosteza—. ¿Por qué asustas?

—Pues Galia se quejaba de asustarse de oír voces a media noche... espero no despertarte.

—A lo mejor... ¿respondes si te preguntan?

—Espero que... no —el británico traga saliva.

—A lo mejor debería aprovechar y sonsacarte todos tus secretitos.

—Noooo!

—Todos, los más oscuros e inconfesables —se ríe.

—¡No! No. ¡No! —le señala con el dedo, en pánico.

—Uuuuh, así que sí que hay algunos de esos... que jugoso...

—Y-Yo no... No. M-Mira, mejor no... ¡Qué tal que digo algo que no es lo que pienso! —Se sonroja y abre la boca.

—La gente dormida no suele decir cosas que no piensa, justamente de eso se trata, te... desinhibes.

—No pero... no. ¡La gente dormida dice cosas que no diría despierta!

—Pero no mentiras.

—Pues ¡son cosas que no quiero decir!

—¿Solo por... miedo?

—¡No! ¡Porque nadie dice todo nunca!

—Pues supongo que como los borrachos.

—¡Esto parece interrogatorio! —Gales aprieta los ojos.

Luxemburgo se ríe

—Ahora voy a tener miedo de dormirme —Gales se ríe un poco también.

—Anda ya, ¿qué podrías decirme tan terrible?

—A-Alguna cosa... mala o rara —Gales le mira con cara de circunstancias.

—¿Cómo qué? —Sonríe inocente.

—Aún no te digo nada y mira ya tienes todo el concepto de que soy... un mini pepinillo sin clase.

—A lo mejor eso es porque no me dices nada.

Gales parpadea y se ríe.

—No te rías, es verdad.

—¿Crees que te estoy presentando una versión bonita de mí mismo para que no conozcas una versión más fea que pueda asustarte?

—¿Y quién no?

—Justamente... —le acaricia un poquito el pelo—. Igual, no quiero que tengas la idea de que no te digo cosas importantes.

—¿Me las dices?

—Pues... intento. Nunca había sido tan transparente con alguien sobre mis miedos o preocupaciones.

—Eso es bonito.

—Lo es... más bonito aún es que no hayas salido corriendo —Gales le mira de reojo.

—Tal vez debería, pero no va a ser ahora —se acurruca más.

—Lux... I-I love you... —susurra así todo suavecito.

Sonríe el muy tonto y cierra los ojos. Gales sonríe también, suspirando profundamente. Va a dormirse en nada.