Cbt1996: Hola linda. Kag se esta dando cuenta que pasar tiempo con Inuyasha no es tan torturante como ella pensó, sobre todo con Sota ahí entre medio.
Rin quiere centavos jajaj ok no. Es que mi Rincita es un sol, su alma es tan maternal que se gana el corazón de todos. Quien sabe si se gane un corazón dorado jiji
Roguemos que sota no abra la boca para no traer problemas tan pronto con las Kag/Kikis jaja saludos linda.
Kayla Lynnet: Hola linda. Por suerte sota no se rompió el osiquete y ya empezó con las preguntas incómodas. Novio o amigo, pero Inuyasha se lo tomo muy bien y por lo que vimos ya se gano al cuñadito.
¡Ay la papa! pobre Kag casi muere con una papa atravezada en el cogote jajaj
¿Como va a reaccionar Rin cuando sepa de la venganza? ay linda eso me lo reservo por el momento jajaja.
Verdad que si, Inuyasha ya esta conociendo más cosas de Kag, más de lo que a kag le habría gustado que él sepa. Ya sabe de Sota y el templo, uff esto se le estaba haciendo difícil a Kag.
Saludos linda
Annie Pérez: Hola linda. Sota siempre es un niño muy preguntón y curioso, tal vez eso le traiga problemas a Kag más adelante. Saludos linda.
Karii taisho: Hola linda. Yo igual amo la forma en como Kag cuida de su hermano menor, no solo en los fics sino en la verdadera Kag, ella siempre demostró el cariño hacia su familia
Rin es un sol que puede derretir hasta el más frío corazon en todos los universos, Rin es un ángel.
Gracias por tus palabras en lo que se refiere al homenaje al gran sensei Akira Toriyama
Dragom Ball fue mi anime favorito toda mi vida hasta el 2018 que fue cuando conoci a Inuyasha, pero aún así su fallecimiento me golpeó porque yo sentía que el me acompañó en toda mi infancia, adolescencia y adultez y haberme enterado si fue muy triste y cada vez que pueda siempre lo tendré presente en mis fic.
X2 si yo tuviera el autógrafo de mamá Rumiko, x Kami, me desmayó jajajja.
Muri con el perro otaku jajaja.
Exacto, Inuyasha esta mostrando una cara muy distinta a la que le mostro a Kikis y a las demás, es como si se tuviera quitando una máscara que puede ser muy peligroso para Kag. Más adelante se le va poner muy difícil a ella, de eso no hay duda
Saludos linda
Guest: Hola linda. Mil gracias por estar aquí y leer bella. Te lo agradezco mucho, ojala este cap también te guste, linda, yo feliz de leer tu opinión. Saludos linda
Capítulo 11
Perspectiva de Kagome.
Íbamos en el auto en silencio hasta que Inuyasha habló.
- Así que te gustan los niños.
- Me encantan. - dije, y enseguida me mordí la lengua. Él no tenía por qué saber tantas cosas de mí.
- Lo pensé cuando vi cómo te comportabas con tu hermanito.
Lo miré y, con la duda en mente, le pregunté:
- ¿Y a ti te gustan los niños?
Lo vi sonreír antes de hablar.
- Claro. Creo que los niños son la inocencia de este mundo. Ellos no te hacen daño y siempre te dicen la verdad. En ellos puedes confiar ciegamente.
- Lo dices como si no creyeras en la gente adulta. - no me respondió. - Perdón, no quise...
- No, Kag. No dijiste nada malo. Solo es mi punto de vista, nada más - volvió a sonreír.
- Ok. - sonreí y miré hacia fuera por la ventanilla del auto.
Llegamos al parque donde tenía mi auto. Inuyasha bajó primero para abrirme la puerta.
- Listo, linda, llegamos.
- Gracias. - le dije mientras bajaba.
- De nada, bonita. ¿Nos vemos mañana, verdad?
- Claro. ¿Te parece a las 7 de la tarde?
- Perfecto, paso por ti.
- Mmm, ¿te parece si nos vemos aquí en el parque?
Él solo me sonrió.
- Está bien, nos vemos aquí.
- Bien, nos vemos. - me acerqué para darle un beso en la mejilla, pero él me tomó de la cintura y me dio un beso en los labios. Cerré mis ojos para corresponderle al beso, ya que de esto se trataba el plan.
Sentí el beso más profundo y su agarre más firme en mi cintura. Aunque odiaba admitirlo, el maldito besaba de maravillas. Mordió mi labio y yo gemí sin poder aguantarlo. Él aprovechó para introducir su lengua en mi boca.
Santo cielo, este hombre es el pecado en persona.
No sé en qué momento pasó, pero mis brazos rodearon su cuello. Inuyasha me acorraló entre su auto y su cuerpo para seguir besándome mientras me acariciaba la cintura.
Sus labios descendieron a mi cuello mientras nuestras respiraciones eran agitadas. Yo abrí mis ojos para ver la realidad. ¿Qué estaba haciendo? Me separé de él con algo de brusquedad.
- Espera. - le digo. - él me miró algo confundido. - Inuyasha, estamos en la calle. ¡Por Kami, qué vergüenza!
- Perdón, Kag. No quise que te sintieras incómoda. Es solo que por un momento me dejé llevar.
- No, tranquilo, no pasa nada, pero ya me tengo que ir. Adiós. - me fui a mi auto para abrir la puerta. - Nos vemos mañana, ¿sí, Inu?
- Seguro, Kag. Nos vemos mañana.
- Adiós.
- Adiós.
Y arranqué con mi auto hacia el trabajo de Kikyo.
Perspectiva de Inuyasha.
Vi cómo Kagome se iba en su auto mientras yo regresé al mío. Me senté en mi asiento mientras disfrutaba del recuerdo del beso.
Santo cielo, ¿Qué tiene esta mujer que me hace hervir la sangre de esta manera?
Solté un suspiro de frustración. Jamás en mi vida deseé a una mujer de esta manera y puedo estar seguro de que una noche no bastará para saciarme de ella.
Y eso no es nada bueno.
Me recriminé mientras abrochaba el cinturón del auto y me iba de ahí. Tenía una lista que comprar y ya no me queda tiempo para hacerla. Aparentemente, la noche iba a ser larga respecto a este tema.
Perspectiva de Sango.
- Sí, Koshó, Rin mandó un mensaje en el grupo. ¿No lo has visto?
- No, Sango. Es que Kikyo, Asuka y yo estábamos en un ensayo de un desfile, por eso teníamos los teléfonos apagados.
- Ok, vale. Tú le avisas a las chicas, ¿sí?
- Ok, Sango, yo les digo. Adiós.
- Adiós, Koshó.
Colgué la llamada y entré a la tienda de juguetes a ver qué le podía llevar al pequeño Sota. Recorrí los pasillos y vi autos, robots, pistolitas, pelota de fútbol. Pero mi vista se fue al fondo del pasillo. Había un juguete, uno de los favoritos de Sota. Corrí a él y lo tomé. Era un juguete de colección de Dragon Ball, era Majin Buu. Con una sonrisa en mis labios, iba a dar la vuelta para irme a la caja a pagar, pero veo una mano que pasa enfrente de mí y me arrebata el juguete.
- ¡Oye, idiota, qué te pasa! - le recriminé.
- Súper, era justo el personaje que me faltaba. - escucho decir al idiota.
Era un hombre extraño, tendría unos 30 o 33 años de edad.
- ¡Oye, eso era mío! ¿Qué no sabes que las cosas no se les quitan de las manos a los demás?
Él me ignoró por completo y se dio la vuelta para irse. Pero yo ni loca me quedaba con el coraje. Lo tomé del brazo con brusquedad para darle la vuelta y que me mire a la cara.
- ¡Oye, idiota, me vas a devolver ese juguete por las buenas o por las malas, tú decides!
- ¿Ah sí? ¿Y dime qué harás para quitármelo?
Se acercó a mí con la mano en el aire. Iba a golpearlo, pero vi que una mano sujetó la del hombre.
- No quiero pensar que te ibas a atrever a levantarle la mano a la señorita, porque si es así, créeme que te vas a olvidar hasta del día que naciste por la paliza que te voy a dar.
- ¡¿Y tú quién eres?! - le gritó.
- Soy la persona que te va a partir la madre si no le pides una disculpa a la señorita y le entregas el juguete que yo vi claramente que ella tomó primero.
Vi cómo el hombre hizo una mueca de dolor por la manera en la que aquel joven sujetaba su muñeca.
- Y le vas a pedir perdón a la señorita o lo arreglamos a mi manera.
La cara de enojo del hombre persistió mientras me pedía disculpas.
- Perdón, señorita, por haberla tratado así. Tenga, su juguete es suyo.
Yo lo tomé pero ni de chiste le iba a dar las gracias.
- Bien, ahora lárgate de aquí. - lo amenazó el otro hombre.
Vimos como desapareció del pasillo y llevé mi vista hacia la otra persona.
- No era necesario que se entrometiera, pero gracias igualmente.
- De nada, era mi deber defenderla de ese patán.
- Sé defenderme sola, pero gracias nuevamente.
- Ya le dije, fue un placer. Disculpe, señorita, ¿yo a usted la conozco?
- ¿A mí? no creo.
- Sí, usted es la señorita del bar del otro día, ¿verdad?
Lo miré bien para hacer memoria.
Flashback...
- Oh, pero qué hace una bella señorita bebiendo cerveza sola.
Vi cómo un idiota se me acercó, pero moví mi mano en señal de que se largara.
- Largo, no tengo tiempo para ti. - le dije.
- Vaya, qué carácter.
- Sí, sí, como sea, largo. - repetí.
- Parece que lo que tienes de linda lo tienes de enojona.
Dejé de beber mi cerveza y puse mis ojos en él.
- ¿Sabes? Lo que tengo de linda también lo tengo de peleadora, y si no quieres que te arranque las bolas y te las deje de hielo en tu copa, es mejor que te largues.
No dijo nada, solo se marchó.
Perfecto.
Sonreí, regresando mi vista a Kag y el idiota Taisho.
Fin del flashback...
- Ah, usted era ese hombre.
- Sí, disculpe. Mi nombre es Miroku Mushin, mucho gusto. - me extendió la mano.
- Sango Taijiya, mucho gusto.
- El gusto es mío. Y dígame, señorita Taijiya, ¿el juguete es para su hijo?
- ¿Hijo? No, claro que no, es para un amiguito que tuvo un pequeño accidente. Ahora iré a verlo, por eso el regalo.
- Oh, espero que esté bien.
- Sí, gracias. Solo fue una pequeña fractura en la muñeca.
- Qué bueno que no fue nada serio.
- Sí, por suerte. Ah, por cierto, le ofrezco una disculpa por la forma en que me comporté con usted la otra noche. No estaba de buen humor.
- No se preocupe. ¿Qué le parece si le invito un café aquí en la cafetería de enfrente?
- No sé, es que...
- Vamos, solo un café.
Vi el carrito que andaba trayendo y estaba lleno de juguetes.
- Vaya, su hijo sí que va a estar feliz con tantos juguetes. - le dije.
- ¿Hijo? Oh, no señorita, no tengo hijos.
- Entonces, ¿y los juguetes?
- Se lo diré si me acepta el café.
- Está bien, acepto el café, señor.
- Miroku, por favor, solo dígame Miroku, señorita Taijiya.
- De acuerdo, pero si usted solo me llama por mi nombre, ¿le parece?.
- Perfecto, entonces ¿te parece si vamos a la caja a pagar lo que llevamos y después vamos por el café, Sango?"
- Me parece perfecto.
Nos dirigimos a la caja para pagar cada uno lo que llevaba y después fuimos a la cafetería de al frente.
Continuará...
Si llegaron hasta aquí, ¡gracias! :)
Crédito de la ortografía: la bella autora Cbt1996, ¡gracias linda!
