17/06/24
DISCLAIMER: Los personajes de The Loud House y Spider-Man no me pertenecen. Son propiedad de sus respectivos dueños y cualquier uso que se les dé aquí no busca remuneración alguna. Esta historia está escrita con fines lúdicos.
Pedro Alonso Buby Huayanay Zam: Sid Es un personaje muy carismático. Como Ronnie lo mencionó en el capítulo, la relación entre ella y Lincoln es "complicada" pero tiene su encanto particular. Faltan algunos villanos que presentar.
Alphared45667: Que bueno que te haya agradado esta versión de black cat.
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Capítulo 41: ¡Mi maldición!
-Howard ¿ya terminaste? -
-Está terminado, pero se trata de una tecnología inestable, no puedo asegurar que funcionará de manera eficaz- en ese momento el hombre comienza a convulsionarse y su mirada cambia radicalmente.
- ¿No lo entiendes? - el duende toma entre sus manos el acelerador de la dilatación del tiempo- ¡con esta tecnología haré de tus enemigos polvo para que tú y tu familia estén a salvo. Pero primero, debo encargarme de exterminar a la plaga arácnida- el duende verde se coloca su máscara y abre un portal en el que entra con su planeador.
En la secundaria de Royal Woods….
-Para la próxima clase realizarán exposiciones en parejas que yo formaré- mencionó la profesora Agnes mientras buscaba en su lista los nombres de sus alumnos para formar los equipos. Poco a poco se agotaban los compañeros con los que Lincoln podría hacer equipo, rogaba que le tocase con Clyde, pero la profesora tenía otros planes- Clyde trabaja con Liam y Stella formará equipo con…
-Que no diga Lincoln, que no diga Lincoln, que no diga Lincoln…- rogaba el peli blanco.
-Lincoln Loud- mencionó finalmente la profesora.
Lincoln y Stella intercambiaron una mirada incómoda que duró menos de un segundo pero que por el silencio de toda la clase pareció una eternidad. No es que Lincoln quisiera evitar estar con Stella, solo que…. era extraño pensar que… ya no eran novios, pero al menos eran amigos ¿no? Ambos chicos caminaban hacia casa de Stella para hacer la tarea que su profesora les había encargado, ninguno podía mantener una conversación fluida con el otro, pues hablaban de temas tan triviales como el estado del tiempo o el tema que escogerían para su exposición del día siguiente. La ex pareja finalmente llegó a la residencia Zahu, Stella continúo caminando hacia la entrada de su casa, pero Lincoln se quedó de pie unos metros atrás, por alguna razón el ambiente era más frío en aquella casa (al menos esa era la sensación del chico), dudo por un instante en entrar, pero ya había llegado hasta ahí por lo que ingresó a la viviendo al lado de la filipina. El peli blanco comenzó a recordar aquella ocasión en que Stella lo había invitado a desayunar con sus padres, esa mañana tuvo una acalorada discusión con El Capitán Zahu por estar bajo los efectos negativos del simbionte, no pudo evitar sentir más culpa al mirar en la pared una fotografía colgada en la pared de Ken Zahu cargando en sus hombros a una Stella más pequeña. La filipina tenía una hermosa sonrisa que Lincoln no había vuelto a ver desde el ataque de carnage, se hubiera quedado mirando aquella fotografía toda la tarde sino hubiera sido porque:
- ¡Mamá y Yo lo extrañamos mucho!, no pasa un solo día en el que no llore por el Lincoln- mencionó Stella mientras se colocaba al lado del chico.
-Lo…. lo siento- expresó el chico.
"Lo siento", ¿Enserio Lincoln Loud?, aquellas eran palabras vacías que no ayudaban en nada, ¿cuántas personas le habían dicho eso cuando Pop-Pop falleció y no lo habían consolado en lo absoluto? Solo eran palabras sin sentido, al menos eso creyó el chico ya que Stella le dio un gran abrazo que lo tomó por sorpresa:
- ¿Sabes que no fue tu culpa lo que le ocurrió verdad? - le preguntó ella.
¿Que no era su culpa?, ¿que no era su culpa?, si Spider-kid no hubiera sido un debilucho en aquella ocasión El Capitán Zahu seguiría con su familia, si no hubiera sido un patán egoísta seguramente su abuelito estaría vivo. Lisa no había podido salvar a Darcy por qué nunca tuvo en realidad aquella posibilidad, pero las dos muertes que carcomían la conciencia del chico eran precisamente por una razón que hubieran podido ser evitadas, pero fue su debilidad la que condenó a dos personas inocentes:
-Papa sabía que su vida estaba en peligro todos los días Lincoln-
-Stella, pero…. si él no se hubiera sacrificado por mí estaría con ustedes, ¡soy malo para ti!, tú fuiste la mejor novia del mundo y yo no fui capaz de proteger a tu papá-
-Conejito, ¿qué te parece si salimos a dar un paseo al parque? -
La culpa de Lincoln se convirtió en confusión ante la propuesta de Stella:
-Pero ¿y la exposición? -
-No creo que pase nada si salimos por un rato, ¿estás de acuerdo? -
Ambos chicos fueron a un parque y se subieron a un "sube y baja", estaban rodeados de un montón de niños que junto a sus padres los observaban con reproche por subirse a un juego cuyos usuarios deberían ser niños pequeños:
-Si vamos a ser amigos hay que establecer algunas reglas- mencionó Stella.
-¿Reglas? - cuestionó confundido Lincoln.
-Si, si vamos a ser amigos quedará prohibida tu risa-
- ¿Mi risa? -
-Si, tendrás que buscar una más irritante-
Lincoln soltó una carcajada que llamó más aún la atención de los molestos padres en el área de niños:
-No, sigue siendo adorable-
- ¿Y qué otra regla tengo que cumplir para ser tu amigo Stella? -
-No quiero que me dibujes en clases en vez de poner atención a la señorita Johnson-
Lincoln dejó de reír ante aquella petición y su cara se coloro al recordar aquel bochornoso incidente, pero ¡no podía evitarlo!, extrañaba mucho a Stella. El cerebro del peli blanco dejó de pensar en una excusa cuando vio que varios padres se acercaban junto a un policía seguramente para llamarles la atención, por lo que solamente tomó a Stella de la muñeca y la jalo para salir corriendo de ahí, después ambos fueron a comprar un helado y se sentaron en dos columpios para degustarlo:
-Y me volví adicta a este helado- comentó Stella.
-Si, ya lo sé, ¡te encanta ir ahí! -
-y…. ¿cómo lo sabes? - preguntó Stella confundida.
- ¿Qué? - preguntó el chico dándole un gran mordisco a su helado.
- ¿Cómo sabes que me gusta ir ahí?
-Por qué…. porque tú…. me lo dijiste-
- ¿Has estado siguiéndome? - interrogó la filipina.
Lincoln no respondió nada, solo continuó comiendo su helado sin mirar a Stella. Intentaba estar tranquilo, pero no podía evitar el cosquilleo en la boca de su estómago cuando estaba con Stella, que sus manos sudaran y sus piernas temblaran ante la solo presencia de la filipina. A pesar de ser spider-kid, Lincoln continuaba siendo muy reservado en varios aspectos, la confianza en sí mismo no era la adecuada y esta producía frustración en el peli blanco por no poder sonreírle a Stella o decirle palabras acertadas, pero su cabeza estaba en blanco, ¿porque todo tenía que ser tan complicado?:
- ¿Cuántas veces? - insistió Stella mirando al chico fijamente.
-Solo una vez…. al día, a veces…. a veces más- respondió el peli blanco.
- ¿Por qué?, ¿para que esté segura? -
-Y por qué es lo único que puedo hacer para estar contigo- confesó finalmente el peli blanco tras un largo suspiro, no podía verla a los ojos.
El día era radiante y las condiciones del día eran perfectas para que ambos estuvieran a gusto, la vida no era perfecta, pero eran aquellos momentos los que hacían la vida tan especial e invaluable. Ambos se miraron fijamente, Stella tocó la mejilla de Lincoln y este quedó perdido en su mirada, aquella mirada que no podía quitarse de la cabeza, en verdad quería mantener a salvo a Stella, quería cumplir la promesa que le había hecho al capitán Zahu pero el amor que sentía por la filipina era como un fuego ardiente en su interior que no podía apagar por mucho que lo intentara. Su mente decía que no pero su corazón le decía que sí, que apagara su cerebro por un momento y que se permitiera ser feliz por una vez, sin pensar en las consecuencias de sus actos. Ambos tenían sus rostros separados por unos insignificantes centímetros, tal vez era la ocasión, tal vez la pubertad, pero sin poder contenerse Lincoln junto sus labios a los de Stella, la chica intentó apartarse al principio pero el la sujeto de la nuca para impedírselo, poco a poco ella se fue relajando hasta que los latidos de los corazones de ambos se sincronizaron: ya antes se habían besado, la mayoría besos de piquito solamente, pero este beso en particular era diferente, sabía y se sentía diferente, probarlos los labios de Stella después de "una eternidad" y el hecho de pensar que jamás los volvería a probar dotaban a aquel beso de un encanto particular que resumía perfectamente aquello que era imposible expresar con palabras, aquel amor infantil pero intenso que no se podía seguir manteniendo en secreto:
-Voy a regresar a Filipinas- mencionó Stella separándose de Lincoln.
- ¿Qué? -
-Si es que…. mamá está muy deprimida por la muerte de papá y…. el psicólogo le recomendó que regresáramos a nuestra tierra natal y….
Lincoln escuchaba todo con eco…. ¿mudarse?, a filipinas, no sabía qué sentir o pensar al respecto…. por su mirada parecía estar prestando atención a Stella, pero el cerebro del chico estaba divagando:
-Es eh…es Filipinas… es…. está muy lejos- fue todo lo que pudo contestar el chico por la conmoción de la noticia, no respiraba, no parpadeaba y su rostro estaba congelado.
Tonto, tonto, tonto, ¿tenías que besarla?, ¿por qué no le dijo Stella eso antes? Cada partícula de su cuerpo le exigía a gritos decirle que la amaba, que la adoraba, que tan solo pensaba en ella, en todo lo que ella significaba para él, todo lo que decía, todo lo que hacía por él y con él, sus besos tiernos, que ella compensaba todos los tragos malos de la vida y que era un error regresar a Filipinas porque ambos debían estar juntos. Lincoln abrió sus labios para decir algo cuando…. unas patrullas pasaron:
-Me…. me tengo que ir Stella, luego… luego hablamos- dijo Lincoln para despedirse de ella. ¡Spider-kid se había interpuesto de nuevo!
Spider-kid se situó a toda velocidad en el lugar del accidente, en donde vio cómo un camión estaba volcado por lo que decidió inspeccionar el interior, pero antes de que siquiera pudiera observar el interior, una bomba calabaza salió para casi estallar en su cara:
- ¿Cómo es que sigues vivo duende? - preguntó alarmado spider-kid.
-No te desharás de mí tan fácilmente enano- en ese momento, dos mini cañones salieron del planeador del duende y comenzaron a perseguir al chico a donde quiera que se moviera. Cuando este los perdió, el duende verde había escapado.
Spider-kid se dirigió al parque con la pequeña esperanza de encontrar a Stella para poder platicar con ella, aunque sus sospechas eran reales, la chica ya no estaba, ¿porque spider-kid siempre tenía que meterse en su vida amorosa? El chico se dirigió a un callejón para poder cambiarse de ropa, había prometido encontrarse con Luan para ayudarla con "negocios graciosos", ¡quizá un poco de humor lo ayudaría a despejar su cabeza! ¡Filipinas!, Stella se iba a Filipinas, ¿era coincidencia o sencillamente la vida no quería verlo feliz?, ¿acaso era un requisito el no tener novia para poder ser un superhéroe? La cabeza del chico no dejaba de atormentarlo con la sola idea de que pronto ya no vería a Stella por lo que no había notado que el duende verde lo estaba espiando con ayuda del acelerador de la dilatación del tiempo (creando portales para seguir al muchacho de cerca sin que este se diera cuenta de su presencia), su sentido arácnido no dejaba de activarse pero por más que el chico volteaba en todas las direcciones no era capaz de detectar alguna amenaza, "quizá solo era el cansancio", se repetía una y otra vez Lincoln mientras comenzaba a cambiarse de ropa:
-Si, quítate la máscara y revélale tu identidad a tu peor enemigo- hablaba consigo el duende verde mientras observa a spider-kid desde la distancia.
Finalmente spider-kid se quitó la máscara y en cuanto vio su cabello blanco, el duende quedó en un estado de shock. No podía creer lo que veía. Más tarde, en la residencia McBride, Howard enfrentaba una batalla interna:
-Spider-kid es un enemigo formidable, pero al pequeño Loud sí podemos destruirlo-
-No puedo, es el mejor amigo de Clyde, es como un segundo hijo para Harold y para mí, él es parte de nuestra familia-
- ¡La traición es imperdonable!, debemos enseñarle a Lincoln-
-El trato era acabar con El Rey y el duende naranja-
-Y con spider-kid en el camino eso será imposible-
- ¡Es un niño!, ¡no voy a matar a un niño!-
-Le enseñaremos lo que es una perdida y una pena para hacerlo sufrir, para hacerlo que desee la muerte y luego cumpliremos su deseo-
-Déjame solo, ¡por favor! -
-Cobarde, tenemos una ciudad que conquistar y lo haré con o sin ti-
-Tú ni siquiera eres real, ¡solo estás en mi cabeza! -
-Te escondes en la sombra, te escondes de quién eres en realidad-
-No-
- ¡No puedes escapar de ti mismo! -
Howard tomó un florero y lo impactó con toda su fuerza contra el espejo que proyectaba su reflejo, rompiendo el espejo en miles de pedazos por lo que tuvo que cubrir su rostro para evitar salir lastimado, pero uno de los fragmentos cortó su mejilla derecha. Howard salió de ahí mientras escuchaba la risa del duende burlándose de él. Era tanta su desesperación que terminó chocando contra Clyde en el pasillo:
- ¿Estás bien papá? -
Howard no respondió, solo observó a su hijo, aquel Niño por el que daría su vida para mantenerlo a salvo, incluso de sí mismo, entonces procedió a darle un gran abrazo sin importarle si podía llegar a lastimar a su pequeño. Clyde estaba confundido, sus papas no eran como otras personas a las que les avergonzara demostrar sus sentimientos, diario lo abrazaban y le decían cuánto lo amaban, pero aquel abrazo era diferente. Podía notar angustia y desesperación en su padre (además de su mejilla sangrando), quería interrogarlo acerca del motivo, pero su papá estaba muy alterado, por lo que decidió callar y reconfortar a su padre.
Una semana después….
- ¿Y bien?, ¿funcionó? - cuestionó Clyde a Lisa, quien observaba con detenimiento los resultados de su trabajo a través de un microscopio.
Ambos chicos se encontraban junto a Howard y Harold en uno de Los laboratorios de industrias McBride, su aspecto era desaliñado y tenían ojeras, pero sin importarles mucho, los tres varones esperaban con ansias la respuesta de la pequeña científica. Lisa tomó una pequeña grabadora y la activó para iniciar un diálogo:
"Prueba 2024, tras 44 horas seguidas sin dormir, las células cancerígenas en el sujeto de prueba número 8 han desaparecido por completo, ¡finalmente! - suspiró la pequeña Loud sin poder creerlo.
En cuanto aquellas palabras salieron de la boca de Lisa, los McBride saltaron de la emoción y se limpiaron los oídos para asegurarse de haber escuchado bien. Había costado mucho, pero por fin la cura a tan terrible enfermedad veía un rayo de esperanza:
-Esto fue por ti Darcy, ¡esto es por ti! - mencionó Lisa mirando hacia arriba. No había podido salvar a su mejor amiga, pero no permitiría que más padres vieran con frustración morir a sus hijos lentamente sin que ellos pudieran hacer nada. ¡Apenas y podía contener las lágrimas!
-En cuanto obtengamos la patente, comenzaremos a distribuir el tratamiento empezando por los hospitales de los barrios pobres de Michigan, si todo sale bien, en menos de un año habremos llegado a todas las clínicas de Estados Unidos y con el tiempo, ¡el cáncer será cuestión del pasado en todo el mundo! - mencionó con orgullo Howard y con una gran sonrisa en el rostro.
- ¡No lo habríamos logrado sin nuestros dos pequeños científicos- mencionó Harold refiriéndose a Lisa y Clyde!
-Estupendo, ¡aún puedo llegar a la fiesta! - comentó Lisa quitándose su bata blanca y recogiendo sus cosas en una pequeña mochila.
- ¡Igual yo! - comentó Clyde.
- ¿Por qué tienen tanta prisa niños?, debemos recoger el instrumental aún-cuestionó Harold.
-Hoy Stella y su mamá regresan a Filipinas y Lincoln organizó una fiesta sorpresa para ella en la secundaria- respondió Clyde mientras se despedía de sus padres.
-Bueno, si se trata de eso, ¡Howard y yo recogeremos todo! - contestó el señor Harold.
-Muchas gracias por su comprensión, hasta luego señores McBride- dijo Lisa antes de salir del laboratorio corriendo a toda prisa junto a Clyde.
El matrimonio McBride limpiaba el laboratorio cuando alguien ingresó abruptamente:
- ¿Olvidaron algo niños? - preguntó Howard creyendo que se trataba de Lisa o Clyde, pero su sonrisa desapareció al ver de qué personaje se trataba.
-Así que terminaron antes de tiempo, ¡que eficaces son! - mencionó el Rey junto a su séquito de soldados.
-Faltan algunos detalles, pero pronto lo daremos a conocer al público- contestó Harold un poco nervioso.
-No será necesario, ¿por qué algo tendría que ser gratuito cuando fácilmente se le puede sacar provecho? - mencionó el Rey mientras daba la orden a sus hombres armados de llevarse los apuntes para la creación de la cura, mientras que Howard y Harold solo los miraban sin poder hacer nada- depositare sus honorarios a su cuenta apenas reciba el primer pago.
-Pero- intentó objetar tímidamente Howard, pero Harold lo detuvo.
-Caballeros, ¡tengan una linda tarde! - mencionó el Rey antes de retirarse junto a sus tropas.
Harold lloraba por lo injusto de la situación en cuanto quedó solo con Howard, mientras que este solo apretaba los puños y los dientes. Howard se retiró a pesar de que su pareja le rogaba que se quedara con el:
-Mientras el Rey siga en este mundo todo lo que hagas para ayudar a la humanidad no servirá para nada-
- ¡Ya cállate! - le ordenó Howard al duende.
-Piensa en el bien que le harías a Royal Woods Si te deshicieras del Rey-
-No tienes que recordármelo-
-Pero mientras spider-kid se interponga eso será imposible-
-Debe haber otra forma-
-Déjame salir y para esta noche todo habrá terminado. Vale la pena la muerte de un solo individuo por el bien de muchos, ¿no lo crees? -
En la secundaria de Royal Woods, los amigos de Lincoln, Lana, Lola y la profesora Agnes esperaban impacientes a Stella:
-Gracias por ayudarme con la decoración hermanas- agradeció el peli blanco a las gemelas.
-No fue nada Linky, ¡nos gusta ayudar a nuestro hermano mayor! - contestó Lola.
-Además de que así podemos conseguiremos pistas sobre su secreto- susurro Lana a su gemela menor mientras le guiñaba el ojo, a lo que ambas procedieron a sonreír maliciosamente.
- ¿Por qué demora tanto Stella? - preguntó impaciente Rusty.
-No lo sé, le pedí con tiempo que viniera y ella me dijo que sí- respondió el peli blanco.
- ¿Por qué no le llamas Lincoln? - sugirió la profesora Agnes.
Lincoln busco un lugar privado para poder comunicarse con Stella, pero antes de poder llamarla, recibió un mensaje de voz de la filipina:
-Hola conejito, ¡soy yo! - risa nerviosa- en este momento mi mamá y yo vamos rumbo al aeropuerto, sé que querías despedirte de mí, pero se me ocurrió qué tal vez sería mejor así y también creo que ya es tiempo de dejarnos ir y no es porque no te ame, en realidad es lo contrario, siempre ocuparas un lugar muy valioso en mi corazón y añoraré el día de volver a verte mi lindo conejito. Se que estarás bien sin mí es solo cuestión de que aclares tus ideas y te des cuenta de ello, bueno…. adiós, te amo-
Lincoln repitió aquel mensaje decenas de veces, su cerebro estaba siendo muy lento últimamente para reaccionar y procesar lo que la filipina le decía, lo cierto es que desde que supo que Stella se iba a ir, su mente no había pensado en otra cosa que encontrar una forma para que ella no se fuera, no importara lo complicado que fuera el plan, él estaba dispuesto a ejecutarlo. Había conversado con Lori y Leni al respecto por videollamada la noche anterior:
Flashback:
-Y no sé qué hacer para que se quede chicas-comentó el peli blanco desesperado.
-Sabes Linky, no siempre se puede controlar todo en la vida- respondió Lori.
-La vida es como una caja de chocolates, no puedes elegir cuándo te saldrá uno amargo y uno dulce. Por más que uno planifique su vida, está llena de sorpresas y decepciones- complementó Leni.
-Pero yo no quiero que se vaya…. ¡no podré vivir sin ella! - respondió Lincoln.
-La vida está llena de inclemencias hermanito, pero también nos reserva cosas maravillosas que ni siquiera nosotros podemos imaginar, solo que ocurren en el momento y de formas en las que no las esperamos-
Final Flashback:
Leni le había sugerido hacer una fiesta de despedida, tal vez Stella se marcharía, pero Lincoln haría todo lo posible para que se llevará el mejor recuerdo de él. Había hecho miles de favores para que le permitieran que el evento se realizará en la secundaria, pero valdría la pena si lograba ver la sonrisa genuina de Stella por última vez. Lincoln regreso a donde sus invitados con las manos caídas y la mirada hacia el suelo:
- ¿Está todo bien Linc?- preguntó Zach preocupado.
-Si Zach, ya pueden regresar todos a casa, ¡Stella no vendrá! -
- ¡¿QUÉ?!- gritaron todos sorprendidos, menos Lincoln.
-Siento haberlos hecho perder su tiempo- exclamo el peli blanco sin muchos ánimos.
-Pero, ¿por qué? - preguntó Rusty.
-Digamos que ella prefiere que las cosas sean así- contestó Lincoln.
Todos miraban con lastima al dientón, que se sentó a la entrada de la escuela recargando su mentón en sus puños cerrados y mirando los pocos carros que pasaban enfrente de él:
-Estoy seguro que todavía la alcanzas- mencionó Liam sentándose al lado de Lincoln.
- ¿Qué? -
-Lo que escuchaste amigo, hay mucho tráfico rumbo al aeropuerto-
-Pero Liam-
-Lincoln, no te atreviste a decirle a Ronnie lo que sentías antes de que se mudara, ¡no cometas el mismo error amigo! -
Lincoln se levantó sin perder un segundo más y se dirigió a máxima velocidad para alcanzar a su princesa, pero antes le dirigió una sonrisa de agradecimiento a su amigo con el cabello color naranja. Tal vez Lincoln no podría alcanzar a Stella por más que pedaleara su bicicleta, pero spider-kid lo lograría, ¡tenía que lograrlo! No podía permitir que se fuera Stella así como así, debía verla al menos una última vez. Spider-kid buscaba entre los automóviles para encontrar a Stella, era una misión casi imposible, pero mientras su vuelo no despegara había una esperanza. Varios niños lo señalaban en señal de admiración y euforia mientras que la mayoría de adultos le arrojaban objetos como muestra de desprecio, pero Lincoln no tenía tiempo para esa clase de tonterías, encontraría a Stella sin importar que. Tras mucho tiempo de una búsqueda infructuosa el peli blanco recurrió a la búsqueda en el aeropuerto, quizá la encontraría justo antes que abordara el avión como en muchas películas románticas que había visto junto a sus hermanas, pero tras asegurarse por lo menos una decena de veces que Stella no estaba, el chico decidió irse antes que tener que enfrentar a la seguridad del aeropuerto por su imprudencia, ¿en dónde estaba Stella? El vuelo hacia Filipinas despegó y Stella no se encontraba ahí, Lincoln comenzaba a desesperarse y comenzó a prestar atención a su teléfono en caso de una llamada, al poco tiempo escuchó su teléfono, pero para su decepción, no se trataba de Stella, sino de su hermana científica. Dudo en responder por unos instantes, pero al final decidió contestar para asegurarse de que no lo molestaran más, sino tal vez no entraría la posible llamada de Stella:
-Ahora no Lisa, ¡estoy ocupado! -
-Lincoln, debes venir inmediatamente a la secundaria, por favor…- suplico Lisa.
La llamada terminó en ese instante, por el tono de angustia de su hermanita, Lincoln se olvidó por completo del tema de Stella y se columpió a toda prisa hacia su escuela, donde al llegar, quedó horrorizado por la escena: parecía que habían vandalizado su secundaria por los vidrios rotos y el hecho de que los cuerpos de sus amigos y profesora estaban en el suelo. Lincoln trago saliva y se acercó lentamente creyendo lo peor, pero todo había sido una falsa alarma, sus conocidos solamente estaban inconscientes, pero ¿qué había pasado? El peli blanco miró con mayor detenimiento la escena y noto que algo hacía falta: ¿dónde estaban Lana, Lola y Lisa?. En ese momento Lincoln recibió una llamada del celular de Stella, la cual atendió de inmediato:
-Hola Stella iba hacia el aeropuerto para buscarte, pero no te encontré- Lincoln solo escuchaba una respiración agitada por su celular- escucha, algo ocurrió en la escuela, ¿puedo llamarte después? -
Pero en ese momento todo el cuerpo del chico se tensó y la sangre que corría por sus venas fue sustituida por hielo líquido al escuchar una tétrica risa:
- ¿Quiere spider-kid venir a jugar?-
- ¿Dónde…? dónde están? -
…..
¿Qué había pasado?, estaba con mi mamá en el taxi rumbo al aeropuerto, ella me hablaba de las ventajas de regresar a Filipinas en un intento por animarme, pero yo solo podía pensar en el mensaje de voz que acababa de enviarle a Lincoln, me sentía terrible por no haberme despedido de él, pero... no era fácil. Después hubo un explosión y entonces…. Entonces todo se puso borroso, ¿dónde estaba mi mamá? Me incorporé con dificultad pero todo a mi alrededor daba vueltas, cuando comenzaba a orientarme tuve que sostenerme con firmeza ya que casi caigo desde el borde del puente donde me encontraba, nunca fui fanática de las alturas y no era el momento de empezar, rápidamente busqué una escalera de emergencias para poder bajar y encontrar a mi madre, pero antes de que siquiera pudiera intentarlo, una bomba destruyó parte de la escalera de emergencia y me arrojo hacia el otro extremos de la sección del puente en el que me hallaba.
…
Intenté frotar mis ojos para poder abrirlos adecuadamente pero cuando lo intenté me vi imposibilitada a realizar tal acción por las ataduras que me rodeaban, al parecer estaba en un cable bus, pero no estaba sola, no, como si ya las particulares circunstancias en las que me hallaba no fueran suficientemente malas, estaba atada junto a mis dos unidades fraternales gemelas mayores:
-Quita tu codo Lana, ¡está aplastando mis costillas! - ordenó furiosa Lola.
-Y tú peste a perfume me está asfixiando, ¿cuántas botellas de loción utilizaste? -
Las gemelas seguían discutiendo y alguien debía mantener el orden tan necesario en situaciones así, esa responsabilidad caía en mi nuevamente, ¡como siempre!
-Bobas rubias, sé que su capacidad de concentración es mínima, pero les imploró que, si ya dejaron su infantil disputa, nos concentremos en salir de este problema- ordeno Lisa.
-Lisa tiene razón, ¿porque estamos atadas y en un cable bus? - preguntó la mecánica.
-No lo sé, pero si me pierdo la cita de pedicura alguien sufrirá- amenazó la pequeña princesa rosa.
En ese momento, las tres observaron cómo un objeto volador no identificado se aproximaba hacia ellas a gran velocidad. Las tres se quedaron petrificadas cuando el duende verde las observó desde el exterior con una mirada psicópata y saber que solo un delgado cristal las separaba de aquel monstruo no las tranquilizaba en lo absoluto:
-La pequeña araña al agua se metió, llegó el duende verde y la araña se acabó- cantaba el duende mientras volaba en su planeador y con uno de sus misiles destruía la base que sostenía el cablebús en el que iban Lana, Lola y Lisa:
-Vamos a morir, ¡vamos a morir!, VAMOS A MORIR- no dejaba de repetir Lola.
En ese momento, las tres pequeñas miraron con horror que el vagón en donde iban se desplomaba a toda velocidad, las tres creyeron que sería su final, pero entonces sintieron como alguien no permitía que cayeran, el duende sostenía el cable roto, evitando su impacto contra el suelo. Spider-kid llegó segundo después y miro con horror todo los destrozos que había provocado su enemigo, por lo que rápidamente fue a su encuentro. Lincoln en ese momento deseo que todo se tratase de un mal sueño, una horrible pesadilla como las que había tenido y que con abrir los ojos despertara y todo estuviera bien, desgraciadamente esta vez no se trataba de un sueño, era la terrible realidad a la que se tendría que enfrentar: el duende verde sostenía con su mano derecha el cable del cual pendía la vida de sus tres hermanas menores y con su mano izquierda sujetaba a Stella:
-Spider-kid, por esto es que solo los tontos son héroes, porque nunca sabes cuándo llegará un lunático a proponerte una decisión sádica, dejar que muera La Niña a la que amas o….. que sufran tus pequeñas hermanitas- mientras el duende hablaba, Lola y Lana no dejaban de implorar entre un mar de lágrimas que las rescatara- toma tu decisión spider-kid y contempla como recompensan a un héroe.
- ¡No lo hagas duende!... por…. por favor- suplicaba Lincoln.
-Somos lo que nosotros elegimos ser, ¡ahora decide! - el duende suelta sin ningún rastro de misericordia ambas partes.
En ese preciso momento en los ojos de spider-kid se proyectó la imagen de sus tres indefensas hermanas y de Stella por otro lado. Sin pensarlo una segunda vez, spider-kid se lanzó a Stella para que ella lo sostuviera de los hombros y con su mano derecha tomó el cable de acero que sostenía el cable en el que se hallaban sus hermanas, mientras que con su mano izquierda lanzó una telaraña para sostener el peso de todos. La telaraña estaba soportando, pero con cada segundo que pasaba esta se iba desgarrando lentamente.
-Que nadie se mueva- ordenó Lisa a las gemelas.
Sin embargo, el duende verde aprovecho la situación vulnerable en la que se encontraba su rival y procedió a golpearlo sin compasión vez tras vez para que se viera obligado a soltarse y que todos murieran. La mano del chico comenzó a sangrar por el terrible peso del cable bus, el tiempo se agotaba y había que tomar una decisión cuanto antes:
-Conejito, no podrás salvarnos a todas-
Lincoln no contestó ante aquellas palabras, su mente solo podía concentrarse, en una palabra: ¡aguantar!, aguantaría el tiempo que fuera necesario sin importar si su cuerpo se destruyera por el sobreesfuerzo que estaba realizando, ya algo se le ocurriría seguramente, siempre había tiempo para pensar en un plan. Pero cómo concentrarse cuando la chica más linda del mundo lo tomó de la mejilla para captar su atención:
-No pienso dejarte ir Stella- contestó Lincoln con un nudo en la garganta.
A pesar de tener su máscara puesta, Stella percibió el dolor en el rostro del peli blanco:
- ¡Se que no lo harás! - con una última sonrisa melancólica, Stella soltó resignada los hombros de Lincoln y cerró sus ojitos, no estaba triste puesto que todo acabaría en un segundo para ella, lo que la desgarraba era pensar que el dolor de Lincoln duraría una eternidad.
-¡STELLA!- dio una gritó tan desgarrador Lincoln al escuchar el sonido del impacto del cuerpo de Stella contra el suelo.
Quería llorar, quería gritar, quería ir y tomar el cuerpo de su amada entre sus brazos, pero no había tiempo para sentimientos o si no el sacrificio de Stella sería en vano. Aprovechando la ventaja de no cargar con el cuerpo de la filipina y poder moverse libremente, Lincoln logró poner a salvo a sus hermanitas, pero lejos de sentirse aliviado lo único en lo que podía pensar era en asegurarse que Stella realmente hubiera muerto, nadie podía sobrevivir ante tal caída, pero, el dolor nubla la racionalidad. Lincoln estaba cerca para dar un abrazo de resignación a Stella cuando una cuerda rodeó su torso y lo levantó sin tiempo para reaccionar, posteriormente, el duende verde procedió a lanzarlo con toda su fuerza contra la pared de un edificio abandonado cercano, la potencia era tal que el cuerpo de spider-kid atravesó sin problema la estructura, el chico intentó reducir el daño con ayuda de sus telarañas pero fue inútil, cuando el chico yacía en el suelo sin fuerza, un pequeño ruido hizo que levantara la vista y para su horror, una bomba cayó cerca de su rostro y antes de que siquiera pudiera intentar algo, la bomba estalló, destruyendo parte de su máscara y arrojándolo más adentro del edificio, impactando el cuerpo del chico contra todo tipo de obstáculos por el camino hasta que finalmente una columna de piedra lo detuvo:
-Pobre Lincoln, tan débil, que no logró salvar a su noviecita- mencionó el duende con descaro mientras se acercaba al chico-
Todo su cuerpo estaba adormecido y cada partícula de su ser le suplicaba que no se levantara, pero aquellas palabras le recordaron a Lincoln un dolor tan incomparable que hacía mínimas a las heridas físicas:
-Si no hubieras sido egoísta, la muerte de tus hermanas hubiera sido rápidamente y sin dolor, pero como me has hecho enojar voy a terminar con ellas divirtiéndome lentamente, pero no te preocupes, te enterraré al lado de tu querida Stella…-
Al terminar de pronunciar aquellas palabras, el duende recibió un derechazo que lo hizo retroceder algunos pasos:
-No te atrevas a pronunciar su nombre una vez más infeliz- ordenó spider-kid.
-No quería que fuera tan lento de todos modos trepa muros- respondió el duende sujetando su mandíbula por el dolor.
-¡TE VOY A HACER PEDAZOS DUENDE!- amenazó con ojos llenos de furia Lincoln.
Ambos iniciaron un duelo a muerte, el duende daba potentes patadas en las espinillas, pecho y espalda de Lincoln, mientras que el chico concentraba toda su fuerza en los golpes de puños, sus nudillos sangraban y el traje de spider-kid comenzó a cubrirse con la asquerosa sangre del duende, pero el chico sencillamente no podía detener sus instintos de venganza, cada vez que su conciencia le decía que ya era suficiente y que aquello no regresaría a Stella, cerraba los ojos y veía el cadáver de Stella, aquello lo llenaba de frustración, spider-kid solo quería que el duende sufriera, que sintiera el mismo terrible dolor que él sentía:
-Pagarás con tu miserable vida duende, ¡esto es por ti Stella! -
Pero, ¿en verdad era por Stella?, spider-kid arrinconó al duende y comenzó a bombardearlo con ataques mortales, seguramente Lincoln no se hubiera detenido si no hubiera sido por:
-Espera, espera Lincoln, ¡soy yo! - mencionó el duende, solo para después quitarse su máscara y revelar que bajo ella se encontraba Howard, el padre de su mejor amigo.
-Señor McBride- expresó estupefacto Lincoln.
-Lincoln, que bueno que eres tú-
-Usted…. ¡usted mató a Stella!-
-El duende verde lo hizo Yo no tuve nada que ver, ya no dejes que se apodere de mí, ¡te lo suplico, protégeme! -
-Pero usted, amenazó con matar a mis hermanas-
-Pero a ti no, yo quise evitarlo, pero no podía hacerlo, yo jamás te haría daño o ¿acaso ya se te olvido cuando tu familia te corrió del hogar por el asunto de la mala suerte?, Harold y yo te recibimos con los brazos abiertos y llegaste a ser un hijo para nosotros, por favor, ¡debes creer en mí como yo he creído en ti!, he sido como un padre contigo, ahora tú compórtate como un hijo-
Lincoln estaba inmerso en sus pensamientos: ¿por qué el padre de su mejor amigo tenía que ser el duende verde?, ¿qué pensaría Clyde cuando lo supiera? Muchas emociones y pensamientos atravesaban por la cabeza del Niño, momento que era aprovechado por el duende para activar su planeador y utilizarlo para empalar a Lincoln:
-¡Brinca Lincoln! - gritó el verdadero Howard.
En ese momento, el chico reaccionó y apenas si pudo saltar para esquivar el ataque, el cual fue directo contra el duende verde, atravesando su abdomen con las afiladas cuchillas
- ¡Maldición Howard! - mencionó con rabia la personalidad del duende verde antes de morir.
La sangre corría por su boca y el peli blanco observaba horrorizado la escena:
-Lincoln…. ¡que Clyde no se entere! - pidió Howard con su último suspiro antes de fallecer.
El Niño estaba petrificado ante todo lo que había ocurrido, sabía todo el daño que podía causarle la verdad a Clyde, pero también entendía que tarde o temprano tendría que saberlo, aunque en aquel momento sencillamente no era capaz de contarle, por lo que decidió dejar el cuerpo de Howard en la residencia McBride sin que nadie se diera cuenta, desgraciadamente:
-Papá, hay un evento de antigüedades y quería saber si querías acompañ-Clyde no pudo terminar la petición pues no daba mérito a lo que sus ojos veían: a su padre muerto y a spider-kid huyendo de la escena del crimen- ¡Papá!, ¿qué te hizo? - corrió Clyde llorando hacia el cuerpo sin vida de su padre- respira por favor, no te vayas, ¡eres un asesino spider-kid!, ¡ASESINO!, ¡ASESINO! -
Lincoln escucho todo: ¡Asesino!, ¡ASESINO!, aquellas palabras no dejaban de resonar en su cabeza: dos muertes más se sumaban a su conciencia, se sintió cómo la peor escoria del mundo, ¿cómo le diría a la madre de Stella acerca de…?, fue entonces que su celular sonó, varias veces lo ignoro, no estaba de humor, pero la insistencia terminó por colmar su paciencia, así que finalmente contestó:
-Lincoln, por favor, ¡dime que estás bien! - suplico Lisa con voz quebrada.
El peli blanco miró su cuerpo lleno de moretones, cortadas y sangre, pero por dentro su corazón estaba más que quebrado:
-Tranquila Lisa estoy…. bien-
- ¿Me estás mintiendo Lincoln Loud?-
Lincoln sonrió, ¡no podía engañar a Lisa!
-Tal vez-
-Linc, las gemelas me ayudaron a traer a Stella a mi búnker y la estoy atendiendo, ¡ella está viva!, ¡viva! - expresó con un júbilo incontrolable Lisa.
Lincoln fue de inmediato al búnker de su hermanita y se sentó al lado de su princesa, cuyo cuerpo estaba vendado por las múltiples fracturas que presentaba, además de que se encontraba inconsciente. En ese momento, vinieron a la cabeza de Lincoln todas las vivencias que había compartido con Stella; la primera vez que la conoció en el transporte escolar, cuando compitió con sus amigos para ganar su corazón, cada reportaje de "noticias en acción" que dieron juntos, cada desayuno, cada experiencia, además de lamentarse por pensar en todo lo que nunca podrían hacer juntos. Lincoln dio un gran suspiro y le susurro a Stella al oído:
-Pase lo que pase, no importa que tan lejos de mi te encuentres, ¡siempre serás mi camino!, cuando abras los ojos todo esto habrá terminado y será mejor para ti que yo ya no esté en tu vida- el peli blanco le dio a Stella un dulce beso en la frente y después se fue de ahí.
Un solo segundo, una obra simple de realizar, pero, sin embargo, nada fácil resultó ejecutar aquella acción para el peli blanco, quien no pudo evitar cerrar los ojos cuando lo hizo. Algunos días después, el viaje de Stella se efectuó, ella no lo supo, pero un peli blanco corrió con toda su fuerza siguiendo el avión en el que iba la chica hasta que este se perdió en el cielo. Spider-kid contemplaba la belleza de Royal Woods desde la cima de un edificio, su vida podía ir de la patada, pero al menos su ciudad estaba a salvo y eso era lo que verdaderamente importaba:
- ¿Disfrutando de la vista arañita? - exclamó black cat haciendo acto de presencia junto a Lincoln.
-Hola gatita- contestó sin muchos ánimos spidey.
-Oye, hay algo que quiero decirte. He tenido tiempo para pensar y ¿cómo decirlo…? Lo que quiero es…. es…. te has convertido en alguien muy importante para mí spider-kid, eres diferente al resto y me haces sentir que soy más de lo que siempre pensé que podría llegar a ser y que valgo por mí y eso es más que suficiente. Lo cierto es que te quiero… ¡TE AMO MUCHO SPIDER-KID! - ella procedió a abrazar al chico con toda su fuerza.
En verdad le había costado decir aquello, pero una vez que había terminado, se sintió mejor.
-Quisiera…. quisiera-
- ¿Qué quisieras? -
-Decirte…. expresarte tanto…. hay mucho que mencionar-
-Si, hay tanto que hablar-
-Quiero que sepas que siempre estaré dispuesto a ayudarte y estaré siempre cerca para cuidarte. Te prometo…. que siempre seré tu amigo-
El semblante black cat cambió drásticamente de una apariencia esperanzadora a una melancólica y confundida:
- ¿Solo tu amiga spider-kid? -
-Solo eso puedo ofrecerte- Lincoln se alejó lentamente, dejando atrás a una chica decepcionada y con el corazón roto-
No sé lo que la vida me preparé, pero nunca olvidaré estas palabras: un gran poder conllevar una gran responsabilidad, este es mi don, mi maldición, ¿qué quién soy?, ¡SOY SPIDER-KID!
Continuará….
