S e g u n d a s

O p o r t u n i d a d e s

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Tierra: Elemento de la sustancia.

Fuego: Elemento del poder y deseo.


By: MJ

La serie y personajes de "Avatar: El último maestro aire" no me pertenecen. Esta historia, sí.

Introducción: Peleas y discusiones.

¡Estúpida maestra agua!, ¡estúpido Avatar!, ¡estúpido Sokka! Aunque…Sokka no había tenido mucho que ver. Pensaba mientras caminaba pesada y molesta.

-- Tierra.

Desde que se incorporó al "equipo Avatar", o al menos así era como el ridículo chico de la Tribu lo nombraba, no había recibido nada más que ofensas y regaños por parte de la maestra agua, quien parecía querer controlar todo a su alrededor, sintiéndose "la abeja reina" y ellos su par de "zánganos". Pues no hacía más que quejarse de Sokka y de los juegos de Aang, diciéndoles lo que debían de hacer y cómo comportarse.

¡¿Quién demonios se creía que era?! Haber dejado su vida llena de lujos y comodidades... No había sido del todo difícil. ¡Pero eso no era lo importante ahora! Había desobedecido a sus padres y huido de casa, ¡¿y todo para qué?! Para que la trataran como a una inútil o como a una niña malcriada. Jamás pidió ayuda a nadie, jamás exigió que le diesen comida o abrigo; mucho menos se sintió mal al dejar a sus padres haciéndose a la idea de que entrenar al Avatar ahora sería su nuevo destino y obligación. Era su parte de contribuir contra esta guerra. No es como que le hubiese importado mucho antes, ¡pero lo hizo! Además, ellos fueron quienes la buscaron, y al mínimo "fallo", porque no entendía que había hecho mal, la sacaron del equipo. Gruñó frunciendo el ceño, apretando los puños mientras caminaba con una pose ruda dando grandes y firmes zancadas.

¡¿Qué acaso eran tan estúpidos como para no darse cuenta?! ¡Ella estaba en lo cierto!... No es que culpase a Appa, él solo era un gigantesco animal. ¡Pero ellos! Ellos pasaban rayando de la negligencia a la estupidez, por no creer que a causa de su peleche, la maligna chica continuaba encontrándolos. Bufó resoplando su flequillo, quitando ligeramente su expresión de enojo y molestia… Empezaba a alentar su paso.

"- ¿Qué no se dan cuenta de cómo esas chicas nos siguen encontrando? Appa ha estado dejando un gran rastro.-

- ¡¿Cómo te atreves a culpar a Appa en un momento como este?! … Quizá Katara tenga razón -

- ¡¿Qué?! -

- ¡Sólo digo que a Appa nunca le pesó tanto el volar, cuando solo éramos tres! -

- … Me voy.-"

Gruñó al recordarlo… Ahora estaba en problemas, tenía que volver a su hogar y no sabría cómo admitirle a sus padres, que había cometido un error. Se lamentaba.

¿Qué habría de hacer para probar bocado? Pensaba yendo montado encima, de aquel caballo avestruz. Percibió el aroma de lo que pareció un delicioso filete. Blandió levemente su espada, pero…desistió a la idea cuando lo notó, la mujer estaba en cinta.

-- Fuego.

Durante mucho tiempo hubo estado en la cima. Se lamentaba buscando inútilmente del líquido vital. Gruñó apartando con cierta rabia y pesadez la cantimplora vacía.

Hace unos días atrás, quizá una semana o dos, había decidido cortar camino con su tío, pues antes de que esto ocurriera, se había dado casi por vencido con la idea de volver finalmente a su tan anhelado hogar.

Su estómago gruñó.

La emboscada de su hermana falló, pudiendo salir victoriosos…o al menos eso quería creer. De no haber sido porque su tío decidió ir con él, estaría prisionero rumbo a la Nación del Fuego. Apretó sus resecos labios al recordarlo.

"Queriendo ocultarse, se internaron en el Reino Tierra, haciéndose pasar por 'refugiados'. Gente que es arrastrada a vagar a causa de la guerra. Sin embargo, no fue hasta que su tío le recriminó el no conformarse con migajas y sobras, que todo cambió…

Limosnear injustamente su comida le parecía soberanamente intolerable, pero por su tío y por su bien, sería calmo.

Al menos así fue hasta que ese despreciable sujeto se atrevió a humillarlo… ¡Que enfureció!

El Espíritu Azul estaba de regreso, dando lecciones a tipos como ese, y trayendo cosas que su tío gordinflón más amaba: té y galletas.

Era injusto pensar que podía recriminarle por algo como eso. Además, las personas a las que robó, no eran precisamente inocentes. Él no era así y el Espíritu Azul tampoco. Sólo robaría a aquellos, para igualar las cosas bajo su condición.

- Príncipe Zuko, tú tienes el poder de forjar tu propio destino. Tienes el poder de elegir.-

- Ahora lo entiendo, tío. Debemos tomar caminos separados si quiero saber quién soy, y encontrarme a mí mismo.-"

Su vista comenzaba a hacerse borrosa…

...

...

...

Nota: Hey, there! -w-

En esta ocasión, traigo una historia de A:tla directamente como un "What if?" Muchos de los escenarios y situaciones son sacados de la serie, modificados a conveniencia, obviamente.

Es Toko, respetando sus respectivas edades, por lo que no habrá, nada mas allá de sucesos tiernos y leves, acompañados de una que otra muestra de ¿celos?... Hasta que decida como acaba y tengan edad suficiente, gg.

En fin, es una historia bastante extensa, ya que abarca parte del libro 2 tierra, y libro 3 fuego.

Sin más, enjoy it! Y gracias por leer ~