SABORES


Existe un pensamiento que no deja de rondar por su mente:

¿Por qué cocinaba tan… horrible?

Cualquiera diría que, viviendo sola y bajo las instrucciones de sus amigas y hermanas, algo debía haber aprendido.

No encuentra explicación.

La comida de Misty sabía espantosa. La primera vez que él la probó, la mueca asqueada de Ash provocó que Misty lo golpeara con ganas con el cucharón de madera.

—¡No soy tu sirvienta! —la entrenadora estampó las manos contra la mesa, su rostro enrojecido por la cólera y la vergüenza es difícil de ocultar—. Si no te gusta, déjalo y cómete una piedra.

—¡Hasta las piedras saben mejor!

Por supuesto, estaba molesto.

Sin embargo, Ash, mientras saboreaba la combinación deliciosa de crema en los Macarrons, la sensación de la mantequilla mezclada con azúcar que lo acompaña en su viaje es agradable y…

Y Misty regresa a su mente.

Mira la pequeña cesta de mimbre. El regalo dulce de Serena lo hace feliz, agradece que la muchacha de Kalos le regalara tan ricos postres, su especialidad, pero una punzada de nostalgia al pensar en Misty lo atraviesa, porque no fue consciente hasta tiempo después que aquella chica temperamental se tomaba las molestias de hacer algo que no sabía, contra su voluntad, para que él no pasara hambre.

Recuerda aquella ocasión en la que se había enfermado, el esfuerzo de la muchacha en buscar hierbas para hacerle un té había despertado en él un sentimiento puro de agradecimiento que no había sentido antes.

—Gracias, Misty —Ash se siente tímido, aunque la expresión de Misty sea relajada.

—¡No te acostumbres! —Ahí estaba ella otra vez, gruñendo, pero con los ojos brillando por el alivio.

Era una chica difícil si no se la conocía bien.

Falta poco para aterrizar en Kanto. Ha quedado con ella para verse en el gimnasio un día después de su llegada. Como Misty esperó, la visita de Ash y Pikachu es puntual y los dos están igual de hambrientos. Como Ash esperó, no había nada y Misty se ofreció a cocinar.

Traga con nervios el nudo en su garganta cuando la ve aventar especias y cosas raras en la pequeña olla y mover todo con fuerza, con una expresión tan concentrada como ilusionada. Respira hondo cuando el contenido de la olla es vertido en un plato y puesto delante de él. Aguanta la respiración cuando se lo lleva a los labios.

—¿Y bien? —Misty tiene los brazos cruzados sobre el pecho, se la ve extrañamente expectante.

Y sabía igual de mal.

—¡Estupendo!

Ash alza la voz sin pensar.

Y ve esos ojos aguamarina brillar con entusiasmo disimulado. Era la primera comida que le preparaba en años, por eso la ilusión de ella, por eso la reacción de él.

—¡Claro que sabe bien! —Misty se sirve y toma asiento a su lado, su buen ánimo lo hace feliz.

Ash se lleva otro bocado a la boca, sin respirar, tragando con velocidad. Ni el hambre le daba otro sabor, siempre igual de mal. Se ha excedido en la cantidad de sal, pero no hay algún gusto que pueda reconocer; los trozos de verduras son muy grandes o muy pequeños, algunas están recocidas y otras duras.

Sin embargo, ver la sonrisa orgullosa de Misty hacía querer decirle algo al respecto del sabor para tirarla de su nube, entonces Misty lo atacaría, hundiéndolo también, cayendo juntos a la humillación y luchando contra el otro para salir.

No lo haría.

Extrañaba eso.

Siempre agradecería los deliciosos postres de Serena…

…pero extrañaba la comida que Misty preparaba a veces, cuando ya no había opción, cuando no estaba Brock.

No, jamás creyó que realmente extrañaría esos terribles sabores.

—¿No vas a comer? —la ve, Misty se ha concentrado tanto en él que aún no ha probado bocado.

—Mmm…, sí, solo estaba esperando a que enfríe —miente con descaro y una sonrisa.

Ash tuvo que dejar su plato a un lado cuando Misty llevó una servilleta a sus labios para escupir su creación.

—¡Agh! ¡Me pasé de sal! ¿Y no sientes que la pimienta está fuerte? ¿¡Cómo puedes comer esta cosa!?

—¡No es para tanto! —Ash trataba de aguantar la risa.

—¡Ni te atrevas a reírte, Ash! —lo cortó mientras tomaba la botella con agua del chico y tragaba grandes cantidades para eliminar el sabor.

—¡No te pongas así, no es la primera vez que sale mal!

Ash conserva su buen humor cuando nota la frustración en ella, y se acerca con suavidad a su rostro mientras posa su mano en su hombro y lo aprieta con cariño.

—Además, yo siempre me lo voy a comer.


DISCLAIMER: Los personajes le pertenecen a la franquicia de Pokémon, GameFreak, Nintendo... No sé a quién nombrar en el disclaimer exactamente, pero le pertenece a todos menos a mí.


Este OS me gusta mucho, pero desde entonces mi forma de escribir cambió y quise darle una pequeña edición. Ya me dirán si prefieren este o el otro.

Si algo me gusta de esta pareja, es que no se guardan nada cuando se trata del otro. Aunque no siempre sea de forma correcta, es lindo que puedan solucionar sus diferencias. Pienso que, al ser pareja, el esfuerzo que pondrían por hacer feliz al otro se traslada en Ash comiendo la comida de Misty, quien a su vez se esforzó en hacer algo muy bueno incluso si le salió muy mal. Tiempo y práctica ayudarán, por supuesto.

También elegí este OS porque regresé al fandom de Inazuma Eleven y me encanta que Endou/Mark se coma la comida de Natsumi/Nelly aunque sepa horrible, porque la ama y solo quiere hacerla feliz (y vaya que es horrible, si Gouenji/Axel y Kidou/Jude sufrieron al comer y después les cayó mal). Es un detallito que quiero dejar para el Pokeshipping, solo que Misty sí es consciente de que ella cocina mal y que Ash le muestra su amor comiendo lo que ella tanto se esforzó en preparar.