Scorpius rodó en su cama sin poder conciliar el sueño.
Se había acostumbrado a tener el cuerpo de Hermione abrazada a él. Su olor rodeándolo.
Se rindió y se sentó con una molestia dentro de su pecho.
La extrañaba demasiado.
Y que era aquello delicado que tenía que hablar con él?
Acaso daría por terminada su relación? No, ella dijo que no.
Se levantó y entró al cuarto de baño, se mojó la cara e hizo una mueca.
...Hermione.
Hizo una nota mental para comprar un aparato de esos de comunicación muggle.
Hermione tenía uno. Lo había visto en la casa.
SM/HG
.- Buenos días.- Hermone saludó a Rose.
.- Buenos días.- Rose arrastró las palabras.- ¿que hora es?.- bostezó.
.- 8:30 am.
.- ¿Qué? Merlín, debía estar en la Madriguera a las 8. Le ayudaría a la Abuela.
Hermione rió.- Molly ha enviado ya una lechuza, sabes que no me gustan las sorpresas.- la miró.
.- Mamá...
.- Te prometo que haré cara de sorprendida.
Rose hizo una mueca.- fue idea de mi abuela y tío Harry. Se supone que él vendrá a las 2 por ti.
.- Esta bien.
Rose se acercó y le dió un beso en la mejilla.- feliz cumpleaños.
.- Gracias.
SM/HG
.- Scorpius, levántate.
.- Mmmm.
.- Hey compañero. Hoy es el cumpleaños de Tía Mione. Debemos ir a comprar un regalo, mi abuela está organizando una fiesta sorpresa.
Scorpius se levantó del sillón de un salto.- ¿el cumpleaños de Hermione?
Merlín Al, ¿porque no me dijiste antes?
Albus se pasó su mano por el cabello.- creí que ya lo sabías.
Scorpius corrió a su habitación a cambiarse rápidamente. Se estiró un poco, dormir en el sillón no era nada cómodo.
Sacó su dinero de debajo de su cama, una bolsa llena de galeones.
.- Estoy listo.
.- ¿Vamos en tu moto?.- a Albus le brillaron los ojos.
.- Si, si.
SM/HG
Scorpius refunfuñaba.- Entonces póngale lo que alcance con esto.- le dió la bolsa de galeones.
El Goblin que lo atendía tomó la bolsa y comenzó a contar.- bien, joven. Esto alcanza para tres Esmeraldas y una pulsera delgada de Oro. Quizá pueda ponerle la inicial del nombre.
.- Ponga un H.
.- La tendré lista el 1 hora.
.- Vendré en una hora.- se giró y salió de la joyería.
Albus venía corriendo.- Scor, ven. Tienes que ver esto.- lo llevó hacia el otro extremo del Callejón.
Era una tienda muy antigua.
.- Mira, sería un embase adecuado. La Señora que atiende me explicó que se abre con la palabra que quieras, es un estuche hermoso.
Scorpius no dejaba de verlo, era un tubo, dentro cabría la pulcera.
.- Entremos.
Albus frunció el ceño.- hey, es para mi regalo.
.- Por favor Al, déja comprarlo yo.
Albus refunfuñó.- te dejo si me dejas manejar de regreso al departamento.
Scorpius extendió la mano.- hecho.
Albus tomó su mano y sonrió. No era necesario decirle que ya llevaba el regalo de su tía en el bolsillo.
Solo quería tener la oportunidad de manejar aquella moto.